image/svg+xmlVoces Recobradas36as culturas orales producen, efectivamente,representaciones verbales pujantes y hermosas de granvalor artístico y humano, las cuales pierden incluso laposibilidad de existir una vez que la escritura ha tomadoposesión de la psique. No obstante, sin la escritura laconciencia humana no puede alcanzar su potencial máspleno, no puede producir otras creaciones intensas yhermosas. En este sentido, la oralidad debe y estádestinada a producir la escritura...Por fortuna el conocimiento de la escritura, pese aque devora sus propios antecedentes orales y, a menosque se encauce con cuidado y aunque destruye la me–moria de estos, también es infinitamente adaptable. Delmismo modo, puede restituirles su memoria. Es posibleampliar el conocimiento de la escritura con el objeto dereconstituir para nosotros mismos la concienciahumana prístina (totalmente ágrafa), por lo menos pararecobrar en su mayor parte (aunque no totalmente) estaconciencia (nunca logramos olvidar lo bastante nuestropresente conocido para reconstruir en su totalidadcualquier pasado). Esta reconstrucción puede resultaren una mejor compresión de la importancia del mismoconocimiento de la escritura para la formación de laconciencia humana y hasta llegar a las culturasaltamente tecnológicas. Tal entendimiento, tanto de laoralidad como de la escritura, es lo que este libro, pornecesidad una obra escrita y no una representaciónoral, procura alcanzar en algún grado. (pp.23/24)Por contraste con el habla natural, oral, la escrituraes completamente artificial. No hay manera de escribir“naturalmente”. El habla oral es del todo natural paralos seres humanos en el sentido de que, en toda culturael que no esté fisiológica o psicológicamente afectado,aprende a hablar. El habla crea la vida consciente, peroasciende hasta la conciencia desde profundidadesinconscientes, aunque desde luego con la cooperaciónvoluntaria e involuntaria. Las reglas gramaticales sehallan en el inconsciente en el sentido de que es posiblesaber cómo aplicarlas e incluso cómo establecer otrasnuevas aunque no se pueda explicar por qué son (pp.84)La acción recíproca entre oralidad y conocimientode la escritura se refleja en las preocupaciones y aspira–ciones humanas últimas. Todas las tradiciones religio–sas del género humano poseen orígenes remotos en elpasado oral y parece que todas conceden gran impor–tancia a la palabra hablada. Sin embargo, las princi–pales religiones del mundo también han sido interiori–zadas mediante la creación de textos sagrados: LosVedas, la Biblia, el Corán. ...La dinámica de la oralidady la escritura forman parte de la evolución moderna dela conciencia hacia una mayor interiorización y unamayor apertura. (pp. 173)Hebe Clementirealizó una transcripción y traducciónde dos textos importantes en estudios de historia oral.MARGINALIAREFLEXIVAWalter J. Ong, “Realidad y escritura.Tecnologías de la palabra”,Fondo de Cultura Económica,1982, México.LNOTICIAS SOBRE PUBLICACIONES
image/svg+xmlVoces Recobradas37Podemos mirar el pasado en formas diferentes.Para los historiadores, el pasado es “otro país” quepodemos tratar de reconstruir desde las huellas que hadejado atrás. Si hay sobrevivientes, puede pregun–társeles -ó, como con Christabel Bielenberg, ellos puedenpreguntar- lo que sus memorias preservan sobre la vidaen aquel país diferente. Es posible también explorar enla vena stevensoniana, como ese pasado soy yo mismo;y en qué maneras puede moldear nuestras modalidades.¿Por qué es eso de que en todo el mundo la gente parecerecordar diferentes aspectos del pasado? Estas cues–tiones me interesan como antropóloga social, y en estelibro trato de responderlas .Yo busco las interconexionesentre memoria, conocimiento e historia; y muestro cómopueden ayudar a formar nuestras propias individua–lidades.Los individuos también son seres sociales, forma–dos por la interacción, reproduciendo y tambiénalterando las sociedades de las que son miembros...Letrados o iletrados, somos nuestras memorias.El párrafo se extrae de la introducción del libro,cuyo acápite son estas palabras de R.L Stevenson: “Elpasado soy yo mismo, mi propia historia, la simientede mis pensamientos presentes, el molde de mi dispo–sición actual.”En más de una lengua la misma palabra -en ingléses “history”- debe responder por el pasado como histo–ria vivida y como representación del pasado, historiacomo recuerdo. Es fácil deslizarse de un sentido al otro,a causa de las formas diferentes en que el pasado viveen el presente y los juicios sobre hechos que en sí mismosson representaciones del pasado que también son unaforma de acción. La ambigüedad estará en algunaspáginas de este libro a veces, porque está en las fuentes,y también porque el énfasis está puesto en el acto de larepresentación. Mi argumento es que no se puede sepa–rar la representación oral del pasado de la relación entreel que relata y la audiencia donde haya tenido lugar elrelato.(pp. 2)Tonkin, Elizabeth,“Narrating our pasts.The social construction of oral history”,en Cambridge Studies in Oral andLiterate Culture,22 Cambridge University Press, 1992.