image/svg+xmlVoces Recobradas4iembro del Congreso Internacional de His-toria Oral, reconocido pionero de esta discipli-na, Portelli mantuvo una conversación con laprofesora Hebe Clementi, con la directora delInstituto Histórico de la ciudad de Buenos Ai-res, Liliana Barela, y con los secretarios de re-dacción de Voces Recobradas, Mercedes Miguezy Daniel Paredes.A continuación se trascriben algunos de lostramos de la charla entre Portelli (A. P.) y VocesRecobradas (V. R.).V.R.:¿En qué se encuentra trabajando en estemomento?A.P.:Acabo de publicar un libro, The Battleof Valle Giulia. Oral History and the Art of Dialo-gue, que tiene tres partes. La primera contieneun conjunto de ensayos teórico-metodológicos;en la segunda se relata un enfrentamiento entrepolicías y estudiantes, también se habla deenfrentamientos sindicales en los Estados Uni-dos, de la guerra de Vietnam y del accionar delos partisanos; y en la última trabajo sobre mo-vimientos culturales y estudiantes y las migra-ciones de los jóvenes. Son tres partes diferentesunidas por el método.V.R.:¿Cómo abordó esta temática?A.P.:Es una ramificación de un paper quepresenté aquí, allí había un capítulo sobre la in-migración de jóvenes y de intelectuales y de larelación que existe entre los jóvenes inmigrantesafricanos, árabes y del sector de la juventud ita-liana que tiene como objetivo viajar, en definiti-va, cuál es la diferencia entre migrar y viajar.También me refiero a la memoria que los jó-venes tienen de los acontecimientos anteceden-tes, a la continuidad de la memoria pero comoun proceso de cambio continuo. Los mismosacontecimientos tienen distintos sentidos paraotras generaciones.MCharla con Alessandro PortelliTranscripción de los tramos más relevantes“No debemos preguntarnoscuáles son los desafíos del sigloXXI para la historia oral, sinocómo enfrentará la historia oralesta nueva coyuntura”,afirma Alessandro Portelli.CHARLA CONALESSANDROPORTELLI
image/svg+xmlVoces Recobradas5V.R.:Cuando trabajamos sobre el tema de ladécada del ‘70, quienes lo hicimos formamos par-te de esa generación, nos dimos cuenta que losjóvenes, que no pertenecían a ella, tenían unavisión gloriosa de esa época a la que llenaban degloria mientras que nosotros realizábamos unarevisión crítica de la misma. ¿En Italia ocurre lomismo?A.P.:Lo que ocurre con la temática de los ’60 ylos ’70 es que los historiadores suelen ser los mis-mos actores, hay demasiada autobiografía. Tambiénhay mucha ironía y un estilo antiheroico que es unamanera de colocarse en el rol de héroe. “No éramoshéroes...” y quién dijo que lo eran.En los ’60, la resistencia (N de R: se refiere ala 2° Guerra Mundial) parecía algo lejano, no seestudiaba en la escuela y habían pasado sólo 20años. En cambio hoy el movimiento de los ’60nos parece mucho más cercano, aunque pasaronmás de tres décadas, y creo que esto se debe aque en esa época los actores eran adolescentes yhoy, aún, son jóvenes.V.R.:¿Cómo es el análisis en el caso de laresistencia, de los partisanos (N de R: grupo deresistencia italiano que actuó contra el régimende Mussolini)?A.P.:Los partisanos también eran jóvenespero no estaban en ese movimiento como tales yhabía otros que lo integraban que no lo eran. Noera un movimiento juvenil era un movimientodonde había jóvenes.V.R.:Hoy llegó un libro a mis manos sobrela ciudad de Buenos Aires dirigido a los estudian-tes. Lo abrí y busqué si aparecía la villa en Reti-ro, no estaba, los pobres no figuran. Esos chicosvan a encontrar el edificio Kavanagh pero no vana ubicar la villa miseria. En nuestra ciudad hayun sur y un norte pero también hay muchos su-res en todos lados.A.P.:Hay una organización en Italia que rea-lizó una serie de videos a la que tituló “Los suresdel norte”. La invisibilidad de la pobreza, de lomarginal, es muy importante y no tiene que vercon la historia oral, me parece que se está vol-viendo una invisibilidad del sistema político ylos pobres, en estos momentos, no tienen repre-sentación política, no tienen recursos de partici-pación.V.R.: Ud. en el Congreso Internacional deHistoria Oral de Río de Janeiro, señalaba que estadisciplina tenía una perspectiva más prometedo-ra en América latina debido al grado de contra-dicciones que aquí se registran.A.P.: Sí, me parece que aquí la naturalezaconflictiva de la sociedad es más visible, hay másconciencia del conflicto. En Estados Unidos y enEuropa el conflicto es invisible, los pobres novotan, domina el pensamiento único delneoliberalismo. No se ocupa de la problemáticadel conflicto social, se procura aliviar las conse-cuencias más negativas del sistema. Se está tra-tando de resolver el tema de la desocupación yde la migración desde el sur. Hay una imagen deuna sociedad compacta que se defiende deinfiltraciones exteriores.V.R.:Apelando al multiculturalismo.A.P.:Sí, un multiculturalismo muy superfi-cial, donde no se pone en cuestionamiento nada.En Italia es una paradoja, ya que fue un pueblode inmigrantes y ahora no los recibe bien.Lo importante de la historia oral en Américalatina es que aquí el multiculturalismo es un he-cho, que hay culturas orales y procesos de alfa-betización en curso. El trabajo de campo sobre laoralidad tiene una base mucho más concreta. Yotiendo a buscar los contactos en la cultura y laoralidad y las huellas de la oralidad en la escri-tura.En cuanto al culturalismo, existe la influen-cia de algunas formas de pensamiento posmo-derno, muy abstracto y suelto de los ejes socia-les, que hacen de él una solución fácil para todoslos otros problemas.V.R.:Fácil desde el discurso, no desde la rea-lidad.A.P.: No se da el multiculturalismo sin con-flicto, entonces para ayudarlo a crecer, a tomarconciencia de sí mismo, es indispensable apren-der a vivir en conflicto, en la conflictividad y noen la consensualidad de la reconciliación.V.R.:En la negociación permanente.A.P.:Bueno, la negociación es una forma deconflicto porque se reconoce que hay problemasy que hay maneras no violentas de enfrentarlo.V.R.:Estamos trabajando para que en la con-
image/svg+xmlVoces Recobradas6vocatoria al Encuentro de Historia Oral de 1999figure el concepto de conflicto, esto se debe aque muchos de los trabajos que se presentaronen los congresos anteriores tienen un tintenostalgioso o son recuentos de anécdotas, don-de no aparece el conflicto.A.P.:Para mí el conflicto es el tema más im-portante.V.R.:En el Congreso de Río de Janeiro pre-sentamos un trabajo sobre la militancia en los ’70y brasileños y uruguayos planteaban que en suspaíses ni siquiera se hubieran conformado aso-ciaciones como H.I.J.O.S., Madres o Abuelas dePlaza de Mayo; no han podido aún llegar a esainstancia.A.P.:En Italia también hay muchas cosas quese tratan de olvidar. Hay que tener mucho cui-dado cuando son sólo los afectados directos losque se movilizan, los que cultivan la memoria,porque así se corre el riesgo de “privatizar” lamemoria.En la primera etapa del proceso a Priebke(matanza de las fosas Ardeatinas) la prensa ge-neral definía a ese proceso como a una cuestiónentre el asesino y los familiares de las víctimas,como si estos hechos aberrantes se trataran deproblemas particulares.Esta forma de falta de compromiso se rela-ciona con una ideología que gana cada vez másespacio que es la ideología del heroísmo de los queno hacen nada. El centro heroico, la pasividadcomo virtud, me parece que ese es el modelo deciudadanía que no milita, que no vota y que nose propone temas fundamentales, sólo está in-teresada en una “buena administración”.V.R.:¿Sabe que en nuestra Academia de laHistoria no tiene lugar la historia oral?A.P.:En Italia tampoco. Hay un taller de historiaoral en la Universidad de Palermo, una de las másperiféricas, y sólo porque hay una joven norteamerica-na que se encargó de impulsarla. Quienes hacen histo-ria oral en Italia no la hacen desde la academia. Yo soyprofesor de la cátedra de Letras NorteamericanasyLuisa Passerini logró la suya sólo después del recono-cimiento internacional que logró por su trabajo en his-toria oral.V.R.:Historia oral, ¿teoría o práctica?A.P.:Yo insisto en que se debe estudiar perotambién praticar y hacer el trabajo de campo esfundamental. Porque tiene algo de arte y algode ciencia. Se aprende haciéndola y autocri-ticando ese trabajo, entonces hay un diálogo en-tre la bibliografía y la experiencia, pero no setrabaja críticamente sobre la práctica sin anda-miaje teórico-metodológico y tampoco se entien-de sólo desde la bibliografía.V.R.:Cuando terminamos el trabajo sobremilitancia en los ’70, nos dimos cuenta que nun-ca preguntamos acerca de la violencia, es más losentrevistados tampoco hablaron de ella. Es decirnosotros no quisimos preguntar y ellos no qui-sieron hablar. Cuando nos dimos cuenta de quetodos los que participamos habíamos tenido esteolvido nos quedó claro cuán importante era.A.P.:Es el tema que plantea Luisa Passerini, elde “los silencios”, que no son sólo silencios de losnarradores, también lo son de los historiadores.V.R.:Ahí, quizás primó más el deseo de sal-varlo como proyecto posible de cambio, sin aque-llo que no nos gustaba.A.P.: Yo estoy realizando un trabajo sobre lahistoria de las fosas ardeatinas y del ataque par-tisano que dio lugar a aquella matanza y sobre elproblema que significa generar hechos violentosy, puntualmente, el haber matado y cómo se vivehoy esa situación.Siempre se ha hablado de los partisanos quemurieron, que dieron su vida, pero ellos confor-maban un grupo militar, por ende, también ma-taban y eso ha estado borrado completamente.Era necesario dar una imagen consensual de laresistencia para legitimar a la izquierda y paraconstituir el estado sobre una base, no de con-flicto, sino de acuerdo. Por eso un historiador deBolonia decía que la de la resistencia es la únicaguerra que se conmemora por sus derrotas, másque por sus victorias.Aquí hay un problema, que depende de loscódigos que se utilicen para interpretar a la vio-lencia, si se usa uno ético, entonces la violenciasiempre es del otro y tú tienes la razón porqueeres una víctima; si se usa uno militar, la violen-cia es la suya, tú tienes razón porque es más fuer-te y en la resistencia se ha olvidado muy rápidoque se trataba de una situación militar.Parece que el haber tratado de matar alema-nes era un crimen porque el código de interpre-tación ha sido de tipo ético, donde sólo las vícti-mas tienen la razón; si no eres la víctima no pue-des hablar. Otro objetivo central para el profesorPortelli, es activar el desafío a la concentraciónde la memoria en los núcleos académicos. Duran-te la conversación, puntualiza con algunos ejem-plos, uno de ellos, fue la utilización de Internet.Portelli, en el transcurso de la charla tambiénhizo referencia a la necesidad de impulsar y pro-mover una historia oral “militante” pero sin des-cuidar el rigor académico. Consideró a ésta unaactitud indispensable para enfrentar a la visiónposmoderna que pretende, afirma él, “que olvi-demos todo aquello que no sea liberalismo”.