image/svg+xmlVoces Recobradas12RESCATE DE LAMEMORIA TOBAMIGRANTES A LA CIUDADDE ROSARIOIntrIntrIntrIntrIntroducciónoducciónoducciónoducciónoducciónEste trabajo1intenta rescatar en lo posible la me-moria de la comunidad toba radicada en Rosario. Unamemoria que por el contacto con la cultura urbana estáatravesando una rápida transición cuyos efectos mani-fiestos son la pérdida de gran parte de sus tradiciones yde su historia oral.El trabajo abarca desde mediados de la década del‘60 hasta mediados de los ‘80. Período que contempla elinicio de las crisis de las economías regionales y la con-secuente migración toba hacia las grandes ciudades. Esteproceso cabe señalar que aún no ha concluido.Estudiamos las condiciones de las migracionestobas, tanto en la zona de origen -Chaco- como en lareceptora -Rosario- teniendo en cuenta el fenómeno mi-gratorio como hecho socioeconómico y sus consecuen-cias histórico-culturales dentro de la etnia.Analizaremos entonces las migraciones y sus cau-sas, observaremos que las expectativas de trabajo de losmigrantes tobas al llegar a nuestra ciudad no fueron ensu mayoría satisfechas, algunos sólo consiguieron reali-zar «changas» esporádicas y mal pagas. En los meses enque en el norte del país se necesita mano de obra abun-dante para cosechar y carpir el algodón o cortar la cañade azúcar, la familia toba viaja hacia los lugares de tra-bajo, regresando a Rosario en los períodos en que el nor-te no les ofrece ninguna forma de subsistencia, y por lotanto, «sobreviviendo» en la ciudad a través de changasen la construcción, venta de artesanías, cirujeo, y demástrabajos mal remunerados y esporádicos.“Ahora, qué sé yo, a mí me cuesta, yo no sé,dentro de todo, me cuesta como trabajopor ahí decir que llegaron a la luna. Casino he llegado a la luna... Yo, yo no, no, yono vivo convencido que llegaron a la luna.Que llegaron... Bueno, yo... Que salen de laNASA, que salen de donde salen, eso, todoeso creo. Pero... que pusieron la banderaallá. Si es de ceniza... Yo no me... Yo no seme mete en la cabeza”.AutorBibiana PivettaVoces Recobradas1212121212Rescate de la memoria toba: migrantes a la ciudad de Rosario
image/svg+xmlVoces Recobradas13En el caso específico de la historia de comunidadesaborígenes, la utilización de los métodos de la historiaoral es insustituible como así también doblemente enri-quecedora debido a que los documentos escritos con quecontamos para reconstruir su pasado no tienen en cuen-ta la cosmovisión de estas etnias. Específicamente en elcaso de los tobas, su pertenencia a una cultura que tra-dicionalmente ha sido ágrafa ocasiona que su relacióncon la palabra sea cualitativamente diferente de la nues-tra -proveniente de una cultura escrita-.De esta manera resulta indispensable la “recupera-ción de la memoria” de aquellos miembros étnicos que,por el continuo contacto con la cultura urbana, han per-dido la conciencia histórica de su grupo cultural. Se tra-ta de ir resolviendo los problemas de reconstrucción his-tórica: la visión precisa del pasado étnico, la compren-sión del presente y la proyección del grupo y su culturaen el futuro, recuperando los tiempos míticos e históri-cos a través de la reconstrucción de su tradición oral.La HistorLa HistorLa HistorLa HistorLa Historia Oria Oria Oria Oria Oral al al al al TTTTTobaobaobaobaobaLa etnia Toba posee una rica tradición oral que noabarca solamente el relato de cuentos y leyendas sinoque es «todo a la vez»: religión, conocimiento, cienciade la naturaleza, iniciación de oficios, historia, diversióny recreación; es por ello que podríamos hablar de unhombre particular puesto que posee una vivencia parti-cular del mundo en donde todo está unido einterrelacionado. Para ello “... el método de la historiaoral es el instrumento idóneo para recuperar aquelladimensión de los procesos históricos que generalmentese pierden en otro tipo de trabajo de índole histórica, ladimensión viva y maleable de la vida cotidiana de losindividuos inmersos en la historia, los matices emotivosy personales, la óptica de los hombres de carne y hueso,su manera de sentir y percibir los acontecimientos y depercibirse a sí mismo dentro de ellos...»2La pertenencia de los tobas a una cultura que tradi-cionalmente ha sido ágrafa ocasiona que su relación conla palabra sea cualitativamente diferente a la nuestra-proveniente de una cultura escrita-. Si bien algunas delas características de la oralidad señaladas por Walter J.Ong3no se encuentran con plena vigencia en la comu-nidad toba de Rosario debido al proceso detransculturación, «la lengua es por lo general un modode acción y no sólo una contraseña del pensamiento».Una cultura oral no dispone de textos, uno sabe lo quepuede recordar.En cuanto a las características de los relatos y surelación con la historia local coincido con las palabrasde Alejandra Siffredi y Susana Santini: «... mediante elprocedimiento empleado, evidenciamos la posibilidadde vincular la dimensión de la gran historia con la de lahistoria local y que tal vinculación proporciona un an-claje que permite dar mayor consistencia al análisis dela última». 4Es por ello que la información recopilada no sereduce a un conjunto de datos históricos y geográfi-cos, sino que se trata de reconstruir la cosmovisión delos miembros de la comunidad entrevistados y resca-tar aquellos aspectos de este pasado que corre gravepeligro de perderse debido a la edad de sus protago-nistas.RefRefRefRefReferererererente Empírente Empírente Empírente Empírente Empíricoicoicoicoicodel del del del del TrTrTrTrTrabajoabajoabajoabajoabajoEl criterio de selección de la muestra de entrevista-dos no responde más que a las derivaciones en cadena apartir de los trabajos realizados previamente en el ám-bito de la Escuela Bilingüe Toba “Nueva Esperanza” Nº1333. El grupo de entrevistados presenta diversidad encuanto a ocupación, edad y diverso grado de bilingüis-mo (aunque todas las entrevistas se realizaron en espa-ñol inteligible), siendo el lugar de nacimiento, el Chaco,un elemento común a todos.Las entrevistas serán agrupadas para su análisis endos tipos según la edad de los entrevistados: grupomayor de 60 años y grupo de 20 a 40 años. De esta ma-nera se puede tener una visión de aquellos elementosculturales que la comunidad sigue transmitiendo noobstante los cambios acelerados que sufre en la actuali-dad entre la generación que migró a Rosario (los prime-ros) y sus hijos (los segundos).A pesar que los diferentes asentamientos están for-mados por miembros de la misma etnia, debido a la si-tuación histórico-social y los procesos migratorios, hay
image/svg+xmlVoces Recobradas14profundas diferencias en los procesos de reconstruccióndel universo simbólico de cada grupo: las formas deexpresión de sus reivindicaciones, los contenidos y mo-dos de asumir su etnicidad y las prácticas deetnomedicina toba son diferentes. Por ello es importan-te tener en cuenta que mi estudio se desarrolla única-mente en el barrio Toba construido por la Municipali-dad de Rosario (Garzón 4400).La base documental estará conformada por mate-rial construido a través del trabajo de campo con infor-mantes, constituyéndose éstas en fuentes primarias parala investigación. Entre las fuentes secundarias que utili-zaremos, los censos del período son de enorme valor,apoyándonos para su análisis en estudios económicos ysociológicos, investigaciones históricas, etc.MigrMigrMigrMigrMigración ación ación ación ación TTTTTobaobaobaobaobaa la Ciudad de Rosara la Ciudad de Rosara la Ciudad de Rosara la Ciudad de Rosara la Ciudad de RosarioioioioioDurante la década del ‘70 las migraciones internasconstituyeron verdaderos «aluviones poblacionales»hacia los centros industriales. Esto produjo un desme-surado aumento de la población de las grandes ciuda-des en períodos muy cortos de tiempo, derivando ensituaciones sociales conflictivas. La estructura urbana noestaba preparada para recibir tanta población. Entre lascausas de estos movimientos poblacionales se puedenenumerar:A) En el comienzo del período al proceso de indus-trialización de las grandes ciudades convirtiéndose enatracción de mano de obra del interior del país.B) Mejores oportunidades de trabajo dada la varie-dad y cantidad de actividades que se desarrollan en lasciudades.C) Mayor acceso a servicios como agua, electrici-dad, educación y asistencia sanitaria que en algunaszonas rurales son inaccesibles.D) Mecanización de tareas rurales lo que implicó lapérdida de puestos de trabajo agrícola.En cierta medida, la migración interna explica elaumento de población urbana y, sobre todo, los índicesde crecimiento rural y urbano. El crecimiento demográ-fico que han sufrido las ciudades santafesinas (y otrasciudades importantes del país como Buenos Aires yCórdoba) ha provocado agudos problemas sociales de-bido a altos índices de desocupación y subocupaciónentre sus habitantes.Si comparamos la estructura ocupacional durante1970 de la provincia de Santa Fe, con un 24,52% de supoblación en edad laboral en actividades básicas, el29,31% en actividades secundarias, el 36,39% en activi-dades terciarias y el 9,78% en actividades no determina-das; y para Chaco el 40% de ocupados pertenece a acti-vidades primarias -agricultura y explotación forestal-,el 20% en actividades industriales y el 40 % restante enservicios 5, observaremos que en Santa Fe las activida-des ocupacionales son más equilibradas que las del Cha-co cuyas actividades primarias y de servicios ocupan el80% del campo de trabajo de la provincia. Estos porcen-tajes constituyen datos relevantes para analizar la im-portancia de la caída de la explotación forestal y agríco-la en la provincia del Chaco, en su estructura ocupacio-nal y su incidencia en el proceso migratorio hacia pro-vincias con mayor equilibrio entre sus sectores en edadproductiva como la provincia de Santa Fe.En general, el migrante toba no llega a las grandesciudades directamente, pasa por un estado intermedioen pequeñas ciudades regionales o bien no vuelve delas cosechas, avanzando en su recorrido hacia centrosmás grandes.Según estudios realizados6, las migracioneschaqueñas tuvieron un doble camino de migra-ción:“... una migración de habitantes desde el mediorural hacia algunas de las ciudades chaqueñas, por unlado, y también desde el mismo sector rural directamentehacia afuera de la provincia, por otro. Una simple ojea-da a los volúmenes estimados de emigrantes nos inducea pensar que ninguna ciudad, ni siquiera Resistencia,podría haber albergado y ocupado activamente, pormucho tiempo, a tal cantidad de migrantes...”La comunidad toba no resultó ajena a este proceso demigración de desocupados hacia las grandes ciudades, lle-gando los primeros miembros de esta comunidad a la ciu-dad de Rosario duran-te la década del ‘60. Elrelato de AureliaGonchay ilustra lascondiciones de la lle-gada: “... en Juan JoséPaso... estuvimos en elpuente unos días, esavez estaban gobernan-do los militares, vinoun general y nos trajochapas, ahí nos insta-lamos y bueno nos
image/svg+xmlVoces Recobradas15quedamos ahí y vino la inundación en Juan José Paso y denuevo nos inundamos, bueno...-¿Consiguieron trabajo enseguida? ¿De qué traba-jaban?-La mayoría de los hombres en la construcción, quees lo único que aprendieron un poco más ligero, porqueellos salieron del campo y no sabían nada y empezarona aprender la construcción.-¿Y las mujeres a qué se dedicaron?-Y las mujeres se dedicaron a la artesanía, a todoeso, a vender...”Las migraciones chaqueñas hacia Rosario y BuenosAires aumentan en las últimas décadas debido a la cri-sis de la industria algodonera de baja capacidad de ca-pitalización y muy dependientes del mercado externo,agravado por la inundación de los campos. La llegadade los primeros grupos aborígenes7a fines del ‘60 signi-ficó una búsqueda desesperada de trabajo, en realidadfueron los que más problemas de adaptación tuvierondebido a que no existían asentamientos anteriores de lacomunidad en Rosario. No pudieron recurrir a lazos desolidaridad para su instalación, no obstante, se convir-tieron en los primeros en otorgarlos a los que los siguie-ron desde el norte. Dejar sus tierras, sus costumbres y sufamilia es duro para cualquiera más en el caso de nocompartir la cultura de quienes habitan en el lugar dellegada.La presencia de este grupo en la ciudad fue un ele-mento inadvertido en un primer momento para la ma-yoría de la población rosarina. Esta situación cambió apartir de 1983 debido a la llegada de gran número deaborígenes chaqueños (un alto porcentaje pertenecientea la etnia toba) a nuestro medio, instalándose en la zonade Empalme Graneros (zona noroeste) sobre terrenosaledaños a las vías de los ferrocarriles Belgrano y Mitre.«En nuestro país, los pueblos aborígenes presentanen su mayoría un alto grado de transculturación. No obs-tante todo en ellos da perceptible cuenta de sus singula-ridades étnicas y habla de su particular identidad. In-terpretan en forma peculiar la vida social y económica,mantienen ancestrales creencias, muchos hablan suspropias lenguas, respetan formas dialectales y conser-van normas de vida y costumbres autóctonas. En sínte-sis, expresan manifestaciones culturales y orga-nizacionales y es precisamente a partir de este tipo deexpresiones como se desarrolla y fortalece el prejuicioétnico y alcanza un mayor nivel de explicitación el com-portamiento discriminatorio por parte de los másamplios sectores de nuestra sociedad nacional.»8Ante la pregunta de los motivos de la migraciónhacia Rosario las respuestas son similares:-“... mi papá decía que allá no había trabajo y nohabía más levantar la cosecha, no tenían más semillas,había inundación.” Fidela Arce.-“... ya tengo 60 años y vine en el ‘68, yo tengo chi-cos que nacieron acá y nos instalamos en veinte y picode años. Fui uno de los primeros en venir acá y nos ins-talamos en Empalme Graneros y nosotros estuvimos alláen el arroyo Ludueña ahí en un barrio que está por aquellado pero abandonamos enseguida porque a los dos otres días que estuvimos ahí había una persona que esta-ba degollada y al otro día había otro muerto y no nosquedamos ahí porque era muy peligroso entonces nosvenimos para este lado de Empalme y ahí nos forma-mos una casita ahí como ésta y nos quedamos ahí traba-jando...”-¿Enseguida encontró trabajo?-“Sí, había mucho laburo en aquel entonces, prime-ro trabajé en el zanjón porque no sabía que era albañil,(no sabía trabajar de albañil) nada porque allá en el nor-te se hace la casa en barro”. Don Victoriano.El resto del relato ilustra las condiciones paupérri-mas en que llegaban las familias tobas a la ciudad: “Cuando habíamos venido fuimos a la Travesía,había un zanjón... mi papá había levantado una carpaasí tipo... tipo de los indios, me acuerdo que algunos demis hermanos dormían afuera porque no entraban ...éra-mos tres familias... no trabajaban, me acuerdo que salía-mos a pedir, mi mamá nos llevaba a pedir, habíamosvivido de eso.” Fidela Arce.Junto al testimonio de Fidela tenemos las palabrasde Isabel Hernández9, que completan la caracterizaciónde las condiciones en que llegan los migrantes al ámbitourbano: “La estrechez y la mala calidad de las tierras,los escasos medios de producción tecnificados, el desam-paro crediticio y el régimen expoliativo de co-mercialización de sus productos, llevan a las comunida-des autóctonas a perpetuarse en una economía de sub-sistencia (o de excedente escaso y de mala colocación enel mercado) y a vivir en condiciones objetivas desobreexplotación, con respecto al resto del campesina-do de cada una de las economías regionales en las quese encuentran insertas.”Si bien una de las principales causas de migracióndesde Chaco hasta Rosario se debió a factores económi-cos, otra causa de este proceso es la marcada diferenciaentre la dura vida en el campo y en las ciudades.Cuando pregunto por qué se vinieron del Chaco larespuesta unánime de la totalidad de los entrevistadoses “para conseguir trabajo”, dentro de esta respuesta sepasan a explicar las “diferencias” entre el trabajo en elcampo y en la ciudad:“Por ejemplo acá (en Rosario) en la construccióntiene que trabajar solamente el papá y los hijos se que-dan en la casa, en cambio en el campo no, en el campotenía que acompañar al papá, a la mamá, el hijo, todo enconjunto se hace el trabajo ahí entonces la diferencia quehay acá es que los chicos tienen posibilidades de estu-diar... usted sabe que yo trabajé el hacha, trabajé en elcampo yo no quiero que usted haga todo lo que yo hiceahora hay oportunidad de que usted sea un hombre quetenga su oficio...” Victoriano Arce.
image/svg+xmlVoces Recobradas16Detrás de esta respuesta aparece otra que se refierea que estas expectativas de “una mejor vida” en la ciu-dad no fueron totalmente satisfechas, no obstante esto,aseguran que aunque no tienen trabajo “acá aunque seacomemos lo que nos dan o comemos de la basura, allá(en el Chaco) no tenemos ni eso...”Cuenta la distanciaque tenían que recorrer para ir a la escuela: “Yo quería empezar mi infancia en el colegio, iba auna escuela que tan lejana que está a través del caballo,del burro uno viajaba así, por ejemplo cruzando un cam-po, un estero, un monte... por eso quería decirle que acálos chicos que están cercanos porque acá en unos cuan-tos metros están en la escuela, no faltar a la escuela quela escuela es muy importante...” Victoriano Arce.En la ciudad no obstante habitar en villas miseria, vi-vir de “changas” o del cirujeo, “por lo menos” estos gruposétnicos -pauperizados en su provincia natal- tienen accesoa “lujos” que resultan impensables en su lugar de origen.Tienen la escuela para sus hijos a pocas cuadras y no a kiló-metros de terreno inhóspito, pueden acceder a la luz eléc-trica con sólo solicitarla (en el caso del barrio toba) o en lasvillas miseria, “colgándose” del tendido eléctrico, los hos-pitales se encuentran a su alcance, y podría seguir enume-rando “motivos” por los cuales la vida en la ciudad es me-jor que en su provincia natal.La población rural argentina -en nuestro caso lachaqueña- va perdiendo su arraigo y en el caso de lostobas junto a ese arraigo pierden los principales ras-gos de su cultura. La lógica de los asentamientos res-ponde a un sistema de lealtades y de parentescos,cuando un aborigen se instala en uno de losasentamientos y consigue mediante “changas” y otrostrabajos, dinero para traer a una parte de su familia,un nuevo aborigen, pariente o amigo del primero re-side en su casa hasta poder construirse una viviendaprecaria para poder recibir a su propia familia.10La red de parentesco a través de la cual Ángel11se asentó en Rosario es similar a la mayoría de losmigrantes tobas:“Paré en la casa de mi primo y estuve casi un añoy medio, por ahí, después conseguí trabajo. Yo los ayu-daba a ellos, bueno, mi costumbre es siempre ayudar,si por ejemplo no tenía trabajo tenía que ayudar porejemplo, a cuidar la casa, a hacer los mandados perosiempre conseguir trabajo (quiere decir que mientrasbuscaba trabajo), cuando conseguía trabajo entoncesyo los ayudaba, pagar, a comprar, todo...” AngelFernández.Dentro del relato podemos analizar la organiza-ción familiar, que en estos grupos tiende a ser exten-siva, dos y, a veces, tres generaciones habitan la mis-ma casa. Los vínculos de parentesco, compadrazgo yamistad son lazos de afianzamiento de cooperación yamistad que constituyen una estrategia de adaptacióna un nuevo ámbito regional, garantizando laautorreproducción económica-social del grupo. Tam-bién estas características las encontramos en aquellosque a su llegada a la ciudad no tenían parientes enella, pero no obstante ello, terminaron asentándosecon gente de su comunidad a pesar de empeorar lacondición de su vivienda:-“... entonces así nos fuimos rebuscando hasta quecambiamos, venimos hasta Juan José Paso y ahí nosinstalamos en una casita de chapa, y estuvimos ahí...”-¿Y por qué se fueron de ahí si tenían casa? ¿Quéhicieron, la vendieron?- “Sí la vendimos, nos fuimos porque son todosblancos y ahí tenemos más conversación, no es comonuestra raza, es distinto...”-Entonces se fueron buscando más tobas...-“Y nos instalamos en Juan José Paso, no habíatanta gente, 20 por ahí...” (Se refiere a gente de la co-munidad.) Don Flores.Quedan conformados los primeros asentamientostobas sobre tierras públicas en la ciudad de Rosario:Villa Banana y Cerrito al 4.000 (oeste de la ciudad).“En diciembre, decía, me pegué la vuelta al Cha-co y el 2 de marzo salimos de Resistencia rumbo aBuenos Aires. Pero primero fuimos a Roque SáenzPeña donde estuvimos unos días y empezamos a ve-nir para el sur, quedándonos a trabajar en cada lugaren la cosecha de algodón. Fuimos a Pinedo, de Pinedoa Santa Rita donde estuvimos casi un mes, de SantaRita vinimos a la ciudad de Santa Fe... En Santa Fehacía algunas changas. Trabajaba con un camionero,íbamos hasta San Pedro llevando leña y me pagaban50 pesos la tonelada... Cuando hubo la inundación enel ‘68 no estuve porque volvimos al Chaco a visitar ami hermana y a trabajar al mismo tiempo en la cose-cha de algodón, pero me mandaron a decir que micasilla estaba bajo agua. Cuando volví a Rosario to-davía había barrial adentro...”Esta situación se agrava a mediados de los ‘80cuando se produce un deterioro de las condicionessociales y económicas debido a la falta de atención alos sectores de educación, salud y servicios sanitarios,extendiéndose los niveles de pobreza y la franja dedesocupados.Según estudios realizados por Elena Achilli12, sepodría sostener que las transformaciones so-ciopolíticas que llevaron a las economías regionalesal colapso económico ha ocasionado una “crisis de laciudad”, cuya manifestación abarca lo institucionalpuesto que no se logra responder a las demandas -enaumento- de la población migrante tales como vivien-das dignas, asistencia médica y escuelas. Las migra-ciones de la década del ‘80 ya no poseen las mismascaracterísticas de las de principio de siglo, que res-pondían a un proceso de industrialización llevado acabo en las zonas urbanas y que demandaba una cier-ta cantidad de mano de obra, sino que se establece unproceso de expulsión de esta última hacia las ciuda-
image/svg+xmlVoces Recobradas17des, puesto que no van a poder cumplir sus sueñosde obtener un trabajo digno.Para fines de la década del ‘80 se estiman en 300familias -alrededor de 2.000 personas- instaladas enRosario13, cifra fluctuante debido a las migracionestemporales de estos grupos. Estos contingentes dedesocupados van a conformar los cordones urbanosmarginales -en constante aumento- de la ciudad deRosario (como las principales ciudades del país cu-yos cordones de pobreza aumentan vertiginosamen-te con el agravamiento de la desocupación) obligan-do a gran número de sus pobladores a convertirse enlos llamados “trabajadores golondrinas”. La comuni-dad toba no es ajena a esta situación y específicamenteen el barrio Toba es muy común que la familia se di-vida o viaje en su totalidad en forma periódica a lascosechas del norte de Santa Fe y el Chaco. Como du-rante la estadía en el Chaco lo ganado en las cosechasno es suficiente, la dieta alimenticia se complementacon lo que se caza en el monte:“Sí, cuando mi papá no tenía trabajo todavía ellosiban de caza. Se iban con el hermano y con otro tíomío, ellos se iban a pescar en una represa que noso-tros conocimos así donde se podía conseguir pescadoy cascarudos”. Angel Fernández.“... la gente se mete en el agua, hombres y muje-res... todas estas cosas se comparten en la comunidadindígena, en la mariscada, en el caso de la miel, agarraguasuncho... en fin todo eso se comparte...” Don Flores.Evidentemente, tanto en la ciudad como en elcampo, lo ganado con el trabajo no es suficiente, de-biendo recurrir a numerosas maneras de completarla magra dieta, en la zona urbana: venta de artesanías,cirujeo, mendicidad, abrir puertas de taxis, etc; en elcampo se sale a “mariscar”, se caza y se pesca todo loque sea “comible” en el poco tiempo libre que dejanlas duras tareas del campo. Todo vale a la hora detener que alimentarse y alimentar a la familia.“...el problema fundamental consiste en una fal-ta de correlación entre la velocidad de varios proce-sos. Por un lado el crecimiento de las ciudades, la mi-gración rural y la brecha campo-ciudad, que avanzademasiado rápido. Por otro el crecimiento industrial,la tecnificación del campo, el aprovechamiento racio-nal de los recursos, la vivienda, los servicios rurales,que avanzan demasiado lentamente. La solución estáen lograr que todos avancen rápido. Así es nomás defácil. Cuando lo logremos se va a borrar del dicciona-rio urbano la palabra ‘payuca´.”14Esta situación de marginalidad y pobreza extre-ma de la comunidad toba es compartida por un am-plio sector de la sociedad rosarina -y nacional- quehabita en las zonas urbano-marginales de la ciudad yrecurren a todo tipo de actividades para subsistir:empleos temporarios, changas, trabajo doméstico,cirujeo, mendicidad, etc.ConsiderConsiderConsiderConsiderConsideraciones Finalesaciones Finalesaciones Finalesaciones Finalesaciones FinalesLa Historia Oral ha dejado de constituir algomás que un procedimiento de acopiación de infor-mación para transformarse en un método amplia-mente utilizado por los científicos sociales. En elcaso específico de la historia oral de comunidadesaborígenes su utilización es doblemente enriquece-dora debido a que los documentos con que conta-mos para reconstruir su historia no tienen en cuen-ta la cosmovisión de estas etnias.Si analizamos el período histórico estudiado de-notaremos una situación de crisis con el medio porparte de la etnia, motivo del despojo de sus tierras,quedando sin recursos para obtener los alimentosnecesarios para la subsistencia. La incorporación defideos en la dieta ocasionó una baja importante deproteínas en su alimentación que, junto a nuevasenfermedades, -provocadas por el contacto con elblanco- motivaron un mayor deterioro en los siste-mas sociales e ideológicos tobas. Las prácticasyamánicas no obtenían resultados satisfactoriosante hechos desconocidos hasta el momento por lacomunidad.El traslado a zonas urbanas constituye otro ele-mento que afecta en su totalidad la cultura toba. Alsurgir la necesidad de convertirse en mano de obraasalariada, se provocan cambios en los roles socia-les de la mujer y el hombre dentro de la comuni-dad. Este nuevo ámbito geográfico -el de las gran-des urbes- en el cual se deben desenvolver, supo-ne el reconocimiento de otras necesidades:autovaloración de sí y de la cultura del grupo depertenencia, valorización de las fuerzas de dichogrupo para una transformación social, capacidadreflexiva sobre los hechos de la vida cotidiana, ca-pacidad de crear y de recrear no sólo objetos mate-riales sino también y, fundamentalmente, crear yrecrear nuevas formas de vida y de convivenciasocial.
image/svg+xmlVoces Recobradas181Este trabajo sintetiza ciertos aspectos investigados en mi trabajo detesis de Licenciatura.2Schwarzstein, Dora. Historia Oral y memoria del exilio. Reflexionessobre los republicanos españoles en la Argentina, en Anuario Nro 13 deEscuela de Historia: Fac. Humanidades y Artes, UNR, 1995, p.238.3Ong, Walter.Oralidad y escritura: tecnologías de la palabra, Fondo deCultura Económica, Buenos Aires, 1993.4Siffredi, A. y Santini, S. Movimiento, Localización y Experiencia. Unaaproximación a la historia oral de los Nivaclé septentrionales en los últi-mos sesenta años, en Memoria Americana Nro 2, Instituto de CienciasAntropológicas, Facultad de Filosofía y Letras, UBA, 1993, p 83.5Chiozza, Elena. La Población argentina estancada, Polémica Nro 52,CEAL, Buenos Aires, 1971, p 48.6Polatian, Carlos.Configuración Demográfico-espacial de la provinciadel Chaco, 1947-1970, Centro de Estudios Urbanos y Regionales- Ins-tituto Torcuato Di Tella, Buenos Aires, 1977.7Existen datos del siglo pasado del paso de grupos aborígenes porRosario pero no de su instalación en la zona - Edgardo Garbulsky,Los grupos Kom, en Rosario,Los que llegaron del interior, de HéctorBonaparte, ediciones de Aquí a la Vuelta, 1990.8Hernández, Isabel. Los indios de la Argentina, Colecciones MAPFRE,Madrid, España, 1992, p. 269.9 Ibídem.10Bigot, Margot; Rodríguez, G. y Vázquez, H. Los asentamientos Tobasen la Ciudad de Rosarioen: Juan Radovich et. al. Laproblemática indí-gena, en Los Fundamentos de las ciencias del Hombre Nro 51, EdCEAL, Buenos Aires, 1992.11Maestro bilingüe de la escuela toba.12Falta en el original.13Ibídem.14Reboratti, Carlos.El éxodo rural, Polémica Nro 97, CEAL, BuenosAires, 1972, p. 196.* Ageno, Raúl. et. al. Santa Fe: el paisaje de los hombres.Rosario, EditorialBiblioteca Vigil, 1971.* Andizian, S. et. al.Vivir entre dos culturas: la situación sociocultural de lostrabajadores migrantes y sus familias,España, Ed Serbal/Unesco, 1983.* Barela de Balbi, L. et. al.Barrio y memoria, Buenos Aires, Municipalidadde Bs. As. e Instituto Histórico de la ciudad de Bs As, 1992.* Bigot, Margot. et. al. Los asentamientos Tobas en la ciudad de Rosario, Bue-nos Aires, CEAL, 1992.* Bonaparte, Héctor. Los que llegaron del Interior, Revista Rosario Nro 6,Rosario, Ediciones de Aquí a la Vuelta, 1990.* Canals Frau, Salvador. Las poblaciones Indígenas Argentina, Buenos Ai-res, Ed. 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Lo que cuentan los tobas. Buenos Aires, Ed. del Sol,1994.NOTAS
image/svg+xmlVoces Recobradas19Resgate daMemória Toba:Migrantes nacidade de RosarioEste trabalho(1)intenta recuperar amemoría da comunidade toba radicada emRosario. Uma memória que pelo contactocom a cultura urbana está atravessando umarápida transição cujos efeitos palpavéis é agrã perda de suas tradições e de sua históriaoral.O trabalho abarca desde meados dadécada de 60 até meados de 80. Período quecontempla o inicio da crise das economíasregionais e da conseqüente migraçao tobapara as grandes cidades. Falta assinalar queesse processo ainda não há concluido.Estudamos às condições das migraçõestobas, tanto na zona de origem -Chaco- comona receptora -Rosario- tomando em contao fenómeno migratório como açção socio-económico e suas conseqüencias histórico-culturais dentro da etnía.No caso específico da história dascomunidades aborigenes, a utilização dosmétodos da história oral é insubstituivel comoassim também duplamente enriquecedora,devido a que os documentos escritos comque contamos para reconstruir seu passadonão têm em conta a cosmovisão de estasetnías. Específicamente no caso dos Tobas,pertencente a uma cultura quetradicionalmente há sido agráfa motiva que,sua relação com a palabra sejaqualitativamente diferente da nossa -proveniente de uma cultura escrita-. É porisso que a informação recopilada não se reduza um conjunto de dados históricos egeográficos, senão que se trata de reconstruirla cosmovisão dos membros das comunidadesentrevistadas e resgatar aqueles aspectos dopassado que corre grave perigo de perder-sedevido a idade de seus protagonistas.Resulta indispensavel a ¨recuperação damemória¨daqueles membros étnicos que, pelocontínuo contacto com a cultura urbana, hâperdido a consciencia histórica: a visão precisado passado étnico, a comprensão do presentee a projecção do grupo e de sua cultura nofuturo, recuperando os tempos míticos ehistóricos através da reconstrução de suatradição oral.(1)Certos aspectos apresentados nestetrabalho faz parte da investigação realizadapara a tese de Licenciatura da autora.Rescue ofToba’s MemoryMigrants tothe City of RosarioThis paper(1)tries to rescue the memoryof TOBA community, settled in Rosario. Amemory that, because of the contact withurban culture is going through a quicktransition of which the manifest effects arethe lost of a great part of its traditions and ofits oral history.The paper comprises from about themiddle of the decade of the 60’s. until aboutthe middle of the 80’s. This period concernsthe beginning of the crisis of regionaleconomies and the following Toba’s migrationtowards large cities. This process hasn’tfinished yet.We studied the conditions of Toba’smigrations, both in the origin zone - Chaco -and in the receiver - Rosario - taking intoaccount the migratory phenomenon as a so-cial and economical fact and its historical andcultural consequences within the community.In the specific case of aboriginalcommunities, the use of the methods of oralhistory is nonpareil as well as doublyenrichering because the written documentsthat we have to reconstruct their past don’ttake into account the cosmovision of thesecommunities. In the case of Tobas specifically,their appurtenance to a culture that hasn’ttraditionally had writing, makes theirrelationship with words be quite differentfrom ours - coming from a written culture -.It is for that reason that the compiledinformation is not a reduction to an ensem-ble of historical and geographical data but areconstruction of the cosmovision of theinterviewed members of the communityand the rescue of those aspects of this pastthat is in danger of getting lost due to the ageof its protagonists.It is absolutely necessary the «rescue ofmemory» from those ethnic members that,by reason of the continual contact with urbanculture, have lost the historical consciousnessof their cultural group. It is a question ofsolving the problems of historicalreconstruction: the correct vision of theethnical past, the understanding of the presentand the projection of the group and its cultureto the future, as well as the recuperation ofthe mythical and historical times through thereconstruction of its oral tradition.(1)This paper synthesizes certaininvestigated aspects in the author’slicenciate thesis.Le Rachat de laMemoire Toba:Migrants a la Villede RosarioCe travail (1)essaie de racheter lamémoire de la communauté TOBA résidenteà Rosario. Une mémoire que à cause ducontact avec la culture urbaine est en trainde traverser une rapide transition dont leseffets manifestes sont la perte d’une grandepartie de sa tradition et de son histoire orale.Le travail comprend dès le milieu de ladécade des 60' jusqu’au milieu des 80'. Cettepériode comprend aussi le commencementdes crises des économies régionales et laconséquente migration Toba vers les grandesvilles. Ce processus n’a pas encore fini.Nous avons étudié les conditions desmigrations Tobas, dans la zone d’origine -Chaco - et dans la zone de destination - Ro-sario - et nous avons pris en considération lephénomène migratoire comme un fait socialet économique et ses conséquenceshistoriques-culturelles dans la communauté.Dans le cas spécifique de l’histoire descommunautés aborigènes, l’utilisation desméthodes d’histoire orale est irremplaçableet doublement enrichissante parce que lesdocuments écrits que nous avons pourreconstruire leur passé n’ont pas pris enconsidération la cosmovision de ces groupesethniques. Spécifiquement dans le cas desTobas, leur appartenance à une culture quetraditionnellement n’a pas eu l’écriture, est lacause de que leur rapport avec la parole soitqualitativement différent de notre rapport -provenant d’une culture écrite -. C’est pourcela que l’information compilée ne se réduitpas à un ensemble de données historiques etgéographiques, par contre, il s’agit dereconstruire la cosmovision des membres dela communauté qui ont été interrogés et deracheter les aspects de ce passé que risquede se perdre dû à l’âge des protagonistes.C’est indispensable la «récupération dela mémoire» des membres ethniques que, àcause du contact continuel avec la cultureurbaine, ont perdu la conscience historiquede leur groupe culturel. Il s’agit de résoudreles problèmes de reconstruction historique:la vision précise du passé ethnique, lacompréhension du présent et la projectiondu groupe et de sa culture vers l’avenir, aussibien que la récupération des temps mythiqueset historiques à travers la reconstruction desa tradition orale.(1)Ce travail synthétise quelquesaspects étudiés dans la thèse de licence del’auteur.Voces Recobradas19