image/svg+xmlVoces Recobradas5Historia e Identidades LocalesAutorVerónica Trpin (*)HISTORIAE IDENTIDADESLOCALESor qué historizar una escuela?En el marco del proyecto de investigación Las prácticasescolares de los maestros: cuerpo y orden. Estudio en casos en es-cuelas primarias de una ciudad del Alto Valle de Río Negro1-quetiene como propósito general, contribuir a la comprensiónde la complejidad contradictoria de sentidos presentes enlas prácticas escolares de los maestros para aportar al deba-te sobre las posibilidades y los límites de la pedagogía críti-ca- plantearemos algunas reflexiones suscitadas luego deun año de trabajo de campo desarrollado en el parajeContralmirante Guerrico2y en su escuela Nº68 2da. B3.Comenzar a indagar en esta dirección involucra unacercamiento a los sujetos sociales que interactúan en unainstitución escolar y que definen los límites y las contradic-ciones presentes en las prácticas de los docentes.Contextualizar la institución y visualizar a los sujetosinvolucrados en la misma creemos que requiere de unaaproximación a la historia del lugar.Historizar una institución debe permitir comprenderlas prácticas de los docentes atravesadas por un tiempo yespacio dinámicos y repensar lo escolar involucrando lolocal, es decir, atender a la interacción social educativa ensu relación con una variedad de sujetos sociales. Mirar lahistoria de las prácticas educativas debe posibilitar aproxi-marnos a la complejidad de la práctica docente, prácticaque no es aislada en la institución, de los sujetos que la com-ponen y del medio en la que se despliega. Esta se inserta enel conjunto de prácticas sociales que presentan continuida-des y discontinuidades, a través de las cuales se lleva a cabola construcción de la hegemonía, así como procesos de rup-tura y contradicción.Los contactos con algunos vecinos de Guerrico y su¿P(*) Verónica Trpin: Becaria de iniciación de la Secretaría de Investigaciónde la Universidad Nacional del Comahue. Ayudante interina de la Facul-tad de Ciencias de la Educación de la U.N.C.Dirección: Perú 238, Cipolletti8324 Río Negro, ArgentinaE-mail:vtrpin@uncoma.edu.arAPROXIMACIÓNA LA HISTORIADE UNAESCUELA RURALDEL ALTO VALLEDEL RÍO NEGROEscuela rural, óleo de Antonio Berni.
image/svg+xmlVoces Recobradas6escuela primaria se establecieron a través de la combina-ción de la historia oral y las observaciones desde una estra-tegia investigativa de carácter cualitativa, de forma tal dedocumentar lo no documentado de la realidad social deeste espacio. El trabajo de campo permitió aproximarnos acuestiones vinculadas a lo cotidiano, a lo “oculto”, al entra-mado de relaciones conflictivas que atraviesan la dinámicade los sujetos que interactúan en el ámbito productivo -lachacra4- y en la escuela. Este acercamiento desde loetnográfico quedó delimitado por las interacciones cotidia-nas y personales que pudieron establecerse con algunos ha-bitantes del lugar, cuestión que requirió nuestra presenciaprolongada y continua en la escuela y en su zona de in-fluencia. A través de las observaciones pudimos identificarla compleja relación de docentes y alumnos que se cruzabacon su situación de alumnos-peones de chacra y docentes-propietarios de chacras.En esta tarea de documentar lo que escuchamos, loque vemos, lo que nos cuentan sobre la historia de un lugar,fue notable cómo rápidamente los suje-tos involucrados en la dinámica escolar(alumnos, portera, maestros, mamás dela cocina) iban dibujando el mapa sociallocal, identificando dos grupos socialesbien diferenciados: los propietarios dechacras y los peones rurales. Ser unacosa era opuesta a la otra, y en la escue-la, al igual que en el ámbito productivose ponen de manifiesto intereses encon-trados. Las observaciones y las entrevis-tas permitieron abordar como objeto deestudio la memoria de estos actores so-ciales como constituyente de las identi-dades locales. Comenzó a no interesar-nos en este caso la memoria del pasado, en tanto recons-trucción de un proceso histórico o como recurso para com-probar datos históricos, sino cómo las formas de seleccio-nar e interpretar desde el presente hechos del pasado enfunción de construir y reafirmar identidades locales.Las mamás que actualmente cocinan en el comedorescolar, la portera y la mayoría de los alumnos compartenel mismo origen social: obreros rurales de las chacrasfrutícolas5. En el aula, en la cocina o simplemente tomandomate comentaban inquietudes y demandas construidasdesde su posición de trabajadores, comentarios sobre su si-tuación laboral y sobre sus carencias como pobladores delparaje.En la chacra antes aunque sea me dejaban hacer unpoco de quinta, los patrones se ponen mañosos... ahora porlo menos podemos cocinar acá y darles de comer a nuestroshijos.Nos fuimos de la chacra de Guerrico porque mi mari-do estaba en negro y no cobraba salario familiar. Ahora don-de trabaja está mejor, aunque sea hay salario familiar y unacasa mejor.Los alumnos constantemente manifestaban suinteriorizada identidad en vinculación a su situación depeones, eran frecuentes las ocasiones en las que los chicosse expresaban en términos de mi patrón es..., mi patrón tie-ne..., mi patrón dice... Los mismos docentes preguntaban aveces, dirigiéndose a algún alumno: ¿Quién es tu patrón?transmitiéndose y reafirmándose un orden moral con el quelos chicos aprenden sobre quiénes y qué son en sus mun-dos. Estos significados de identidad que se difunden cons-tituyen un habitus común a un grupo, una imagen de loque son: propiedad de un patrón. Si estas convenciones seimponen como legítimas encubriendo la relación de fuerzaque subyace, significa que este habitus se internaliza a tra-vés del poder de la violencia simbólica6.¿Qué cuentan los actores acerca de los actores?En esta escuela cuatro de sus docentes son ex alumnosy actuales propietarios en la zona, señoen la chacra esdoña.Los maestros que viven o vivieron en Guerrico fueron losque primero ofrecieron nombres de personajes que sabenmucho sobre la historia de Guerrico. Los po-sibles entrevistados -todos propietarios-eran los socialmente autorizados paradar cuenta de la historia por su perma-nencia en el lugar durante varias déca-das. Estos informantes pertenecen al sec-tor social caracterizado como más anti-guo y en su mayoría, está integrado porchacareros hijos de pioneros españoleso italianos, sector que tuvo mayor inje-rencia en instituciones políticas y edu-cativas de la zona. Estos, conscientes desu historia local y ante el vertiginosoéxodo de la población rural, la presen-cia de migrantes chilenos y la consoli-dación de grandes empresas frutícolas, se muestran intere-sados en reafirmar su protagonismo en la historia del lugar.A través de charlas informales estos entrevistadosexplicitaron la importancia de su testimonio para la recons-trucción de la historia de Guerrico y la ausencia de otrosviejos del lugar que supieran más... Las entrevistas tuvie-ron como ejes centrales la indagación sobre sus recuerdosdel paraje, sus transformaciones, sus pobladores y la rela-ción entre la escuela y los vecinos. Ante la consulta de si nohabía peones que estuvieran desde hace mucho en el lugarcomentaban... casi todos se vany a esos... ¿cómo los haces ha-blar?La negativa a ofrecer nombres de posibles entrevista-dos que no fueran los propietarios “notables” del lugar ge-neró indicios que nos llevaron a reflexionar acerca de losusos de la memoria histórica y su vinculación con el mante-nimiento de un discurso hegemónico, que anulara otrasmiradas de la realidad social local. Si la comunidad local noes homogénea sino organizada en forma desigual, ¿cómodicha organización afecta la producción de la historia y laconstrucción de las identidades locales? ¿Cómo varía la ima-gen del pasado de los diferentes sectores sociales? ¿Cómo«Si par«Si par«Si par«Si par«Si para los pra los pra los pra los pra los propietaropietaropietaropietaropietariosiosiosiosioslos peones no tienenlos peones no tienenlos peones no tienenlos peones no tienenlos peones no tienennada que contar esnada que contar esnada que contar esnada que contar esnada que contar esporporporporporque no tienen pasa-que no tienen pasa-que no tienen pasa-que no tienen pasa-que no tienen pasa-dododododo,,,,, no tienen histor no tienen histor no tienen histor no tienen histor no tienen historia,ia,ia,ia,ia, no no no no notienen prtienen prtienen prtienen prtienen presencia poresencia poresencia poresencia poresencia porquequequequequese vse vse vse vse van.»an.»an.»an.»an.»
image/svg+xmlVoces Recobradas7interviene esta selección del pasado en la construcción de“otros” desiguales?Si para los propietarios los peones no tienen nada quecontar es porque no tienen pasado, no tienen historia, notienen presencia porque se van:Y bueno, el que se va para allá (a la ciudad), el hijo no vuelvea trabajar a la chacra, mientras puede, el padre seguirá viniendo,pero los chicos no. ¿Y qué hacen éstos? Es mano de obra desocupa-da. Tienen que tratar de que vuelvan al campo... (E)Si los peones se van de las chacras no compartiríancon los propietarios una identidad local porque:Identidad para mí significa presencia... la presencia lalográs estando en el lugar... si la gente se va no tenés ni iden-tidad, ni presencia, ni nada. (H)Es llamativo cómo los propietarios chacareros susten-tan su identidad a partir de la vinculación que establecie-ron con la tierra por generaciones, a pesar de que son pocoslos que residen en la zona ya que la mayoría ha optado porvivir en núcleos urbanos cercanos. No estar en el lugar,onotener presencia sólo les quita a los peones el derecho de con-tar historias sobre Guerrico.Se sustenta una identidad local que se define a partirde una construcción de lo que es “el otro” inferior: los peo-nes. Estos son presentados como incapaces de progresarporque no se lo proponen o porque no gastan como es debi-do. Son comparados con los primeros chacarerosinmigrantes, los cuales tuvieron un pasado sacrificado yvirtuoso. Ellos fueron el modelo de progreso y sus valoresse imponen como legítimos y naturales.Y bueno, pero eso lo observo de afuera y después me dabronca, rabia, impotencia que no puedan colaborar con unpeso. Llaman a reunión las maestras (...) y ahí ¿qué se pi-dió? Un poquito de papel higiénico (...) un jaboncito, viste,que cada chico llevara su taza o su plato y que no fuera devidrio, porque hasta eso quieren, que les frieguen la vajilla,no puede ser, yo soy de la idea de que la dádiva no va, no va,la ayuda sí, viste? La ayuda sí, pero la dádiva no, porque sevan acostumbrando mucho... (...) Les dan ropa, vos vas ca-minando por el campo, te encontrás lo que le han dado deropa, por ahí está tirada por el campo... (...) o no se sabenadministrar o tienen otra mentalidad... porque pobres siem-pre hubimos y el que quiere progresar, a fuerza lo hace. (E)“Esos valores inscriptos en la subjetividad, y por lo tantopresentes en los discursos verbales y en las prácticas, sonrepresentados por símbolos o hábitos, con su ´poder silen-cioso´, ´innombrado´(...)” (Isla, 1998: 4). La difusión de unorden moral establece reglas de orden, relaciones e identi-dad designan prioridades y valores en el mundo.El otro desigual ante el cual los chacareros se diferen-cian es el peón, a pesar de que en este espacio interactúancon otros actores, como son los nuevos grandes propieta-rios que ponen en peligro la continuidad productiva de laspequeñas chacras. La presencia de estos personajes aparen-temente “anónimos” representan una real amenaza paralos chacareros hijos de viejos pioneros, ya que ante la situa-ción de crisis productiva de las pequeñas propiedades sonestos empresarios los que compran tierras en situación deremate o inviabilidad productiva.Los propietarios de pequeñas propiedades delimitansu vinculación desigual con el otro inferior y se oponen a éla partir de valores y una moral diferente, mientras que conlos actores que realmente ponen en “peligro” su supervi-vencia, presentan una silenciosa convivencia y no manifies-tan la construcción de una imagen descalificadora.La circulación de una versión de lo que es la historialocal y de quiénes son sus protagonistas, pone de manifies-to la visión que los sujetos que ejercen determinado poderen estos ámbitos, tienen de los “otros” desiguales. Estos sig-nificados socialmente establecidos influyen en la construc-ción de las identidades colectivas y en la percepción delpapel que poseen los diferentes y desiguales sujetos en lahistoria local y en el uso de la institución escolar.¿Qué cuentan los propietarios sobre la histo-ria del lugar?Los propietarios limitan sus relatos de la historia deGuerrico a un pasado forjado por grandes terratenientesque llevaban una vida de ostentación idealizada en el lu-gar, a principios de siglo, conviviendo con una especie de“desierto” en el que no había nada...Primero todo esto era... era de los Flunger, era un minipueblo ahí... (E)La ruta chica no existía, las chacras eran todas así, laestancia de Flunger era más grande porque tenía no sé cuán-tas chacras.(N)Yo veía que venían en un coche especial, el tren depasajeros paraba... venía toda la familia Pierson con la amade llaves, con los cocineros, con todo. (Z)En esta zona de influencia de la escuela teníamos di-gamos dos grandes terratenientes que era Don Juan Flunger,y creo que tenía en esta zona más de 1500 hectáreas, des-pués se empezó a subdividir todo, y teníamos a la familiaCordeviola... lo que era Cordeviola, yo me acuerdo que ha-bían hecho una mansión pero... infernal, tenían un coto decaza propio, habían hecho una laguna... (H)Puro monte...hasta que llegaron los inmigrantes y consu trabajo lograron organizar la producción fructícola.Trabajaba como loco, no tenías sábado, no tenías do-mingo, no tenías nada. Hacían sus ahorros, compran unachacra, una chacra de cinco hectáreas... te digo que era unavida muy sacrificada. (H)Después bueno, vino el papá, compraron una chacra,puro monte porque las calles eran puro monte, huellitas nomás, a ruta de pedregullo... Toda esta parte de la ruta paraadentro era... había alguna chacra que otra... (N)La selección es clara, no todo tiene que contarse, por-que es irrelevante nombrar trabajadores chilenos o situa-ciones conflictivas... Sólo ellos, los verdaderos forjadores dela historia son los protagonistas autorizados y los defenso-res de una identidad local. La mitificación del pasado fun-ciona como demarcadora que organiza la identidad y laalteridad. Con relación a la selección de lo que debe contar-
image/svg+xmlVoces Recobradas8se sobre la historia de un pueblo, un historiador reflexiona“(...) en la apelación legitimadora de la historia, no se tratade tener o no un pasado, sino qué pasado tener. (...) Porquenaturalmente, no todo el pasado es de deseable recuerdo.Así, la manipulación de la historia comienza por la propiaadministración de la memoria y del olvido, la proyecciónfocal de la memoria hacia unos determinados temas, perso-najes o épocas.”(García Cárcel, 1995: 264).Los propietarios entrevistados recuerdan un pasadopróspero de dinamismo económico que añoran (con un fe-rrocarril que funcionaba, estafeta de correo, destacamentopolicial, biblioteca) en oposición a la actual situación de cri-sis productiva, de aislamiento y de expulsión de mano deobra.Había un destacamento policial, yo no, uno no hacehincapié en eso porque a uno le da pena hablar de lo queteníamos entonces, estación de Guerrico, teníamos galponesde empaque, teníamos destacamento policial, teníamos ClubRural, teníamos, hay muchos teníamos, no tenemos nada:tenemos, a excepción de la escuela. (H)Lamentablemente va a quedar así,los grandes latifundios, como antes, quevan a manejar de allá por computadoras(...) Vos ponés todo tu empeño, todastus cosas, viste? No sé, la cosecha pen-sando que todo te salga bien y qué sé yo,si no se va por una helada, se va porqueel galponero quebró. Y después tenésuna montonera de impuestazos que an-tes no los tenías... (E)La historia que cuentan loschacareros tiene tres etapas: la primeraprotagonizada por grandes terratenien-tes que vivieron sin “trabajar la tierra”,derrochando dinero y llevando una vidasin preocupaciones. La segunda seríaaquella en la cual es central la llegadade sus padres, inmigrantes italianos oespañoles, pioneros virtuosos que pu-sieron en producción la zona a partir de la organización dela fruticultura, y la tercera etapa sería la actual, con caracte-rísticas particulares de injusta crisis de los pequeños pro-pietarios -los mismos que pusieron el trabajo para que elvalle fuera un vergel-y nueva aparición de grandes terrate-nientes.Mirar esta historización por capas como una formaposible de historización (Guber, 1996) permite identificarun protagonista virtuoso único: los chacareros, que han te-nido un accionar en la historia local diferenciado de otrosactores como fueron y son los grandes terratenientes. Estossujetos forman parte de la historia no por su trabajo y anhe-lo de progreso, sino por su situación de privilegio, poder yostentación. Los peones en ningún momento son mencio-nados, es una historia de propietarios, no de trabajadores ychilenos. Como plantea R. Guber, “lo que se convierte en“historia”, lo que un agrupamiento social reconoce como“su pasado” y preserva por “la memoria”, depende de “con-vicciones sustanciales que detentan los miembros de la so-ciedad acerca de partes del pasado, así como ideas genera-les acerca de lo que es históricamente plausible”. Lo históri-camente plausible se redefine según la posición que los ac-tores ocupan en el orden actual.” (1996: 424)NueNueNueNueNuevvvvvos indiciosos indiciosos indiciosos indiciosos indiciosparparparparpara la indaga la indaga la indaga la indaga la indagaciónaciónaciónaciónaciónLas entrevistas hechas a algunos viejos pobladores dellugar han posibilitado mostrarnos un discurso hegemónicoque refuerza la idea de historia heredada del siglo XIX: na-rrativa, acontecimental, política, biográfica, que recortaen la construcción de la historia local y nacional, sólo aque-llos acontecimientos aislados vinculados a próceres y pio-neros notables. Consideramos que estos significados acer-ca de lo que es la historia y de quiénesson sus protagonistas, son constitutivosde un habitus que refuerza las relacio-nes de poder que se gestan en el interiordel ámbito productivo y que seinternaliza en los procesos de socializa-ción familiar y escolar.La visión de la historia tradicional,oficial7que juega un importante papelideológico-político, que ofrece un cultoal pasado sustentado en fechas ypróceres que defienden una “esen-cia nacional” siempre amenazadapor algún foráneo no deseado, notiene en cuenta el accionar de losinmigrantes -ya sean peones o pe-queños propietarios-. Esta historiaoficial entra en tensión con los rela-tos de los chacareros. Estos no tie-nen cabida en lo que debe sabersesobre nuestro pasado nacional, y la recopilación de susrelatos a través de la historia oral se transforma en unrecurso insustituible a través del cual podemos acercar-nos a una diversidad de protagonistas históricos.Su deseo de que la historia forjada por ellos y porsus padres quede registrada puede ser consideradocomo “(...) el resultante de un intento de restauraciónsimbólica de una hegemonía cada vez más amenaza-da por la crisis fructícola y por el avance de grandesempresas foráneas con gran inserción en losmercados.”(Bel, Saponaro, Trpin, 1998: 51) y como unarma para contrarrestar una visión de la historia quelos ignora, así como ellos ignoran la presencia de otrosactores.Los discursos no construyen por sí solos la realidadsocial, por el contrario todo discurso está siempre limitadopor sus condiciones sociales de producción. Cuando habla-«La mir«La mir«La mir«La mir«La mirada frada frada frada frada fragmentadaagmentadaagmentadaagmentadaagmentadasobrsobrsobrsobrsobre el pasado que see el pasado que see el pasado que see el pasado que see el pasado que sevisualiza a trvisualiza a trvisualiza a trvisualiza a trvisualiza a traaaaavés de losvés de losvés de losvés de losvés de losrrrrrelatos de algunoselatos de algunoselatos de algunoselatos de algunoselatos de algunosprprprprpropietaropietaropietaropietaropietarios aparios aparios aparios aparios aparece enece enece enece enece enla escuela,la escuela,la escuela,la escuela,la escuela, per per per per pero ésta seo ésta seo ésta seo ésta seo ésta setrtrtrtrtransfansfansfansfansforma en un ámbitoorma en un ámbitoorma en un ámbitoorma en un ámbitoorma en un ámbitoen el que los difen el que los difen el que los difen el que los difen el que los diferererererentesentesentesentesentesgrgrgrgrgrupos sociales seupos sociales seupos sociales seupos sociales seupos sociales seencuentrencuentrencuentrencuentrencuentran y disputanan y disputanan y disputanan y disputanan y disputanel uso de la memorel uso de la memorel uso de la memorel uso de la memorel uso de la memoria.»ia.»ia.»ia.»ia.»
image/svg+xmlVoces Recobradas9mos de “invención” de una historia, de una tradición o unpasado, en el sentido de creación social de representacionesde la realidad, no queremos significar que es posible inven-tar libremente cualquier cosa, ni que, por otro lado, las re-presentaciones construidas mantengan necesariamente unapego absoluto a la realidad de los hechos. (Jaume, 1997)Si todos los grupos sociales poseen algún tipo de me-moria, ¿por qué unas pocas versiones alcanzan el grado deversión oficial? ¿Qué importancia tiene en esta selección laescuela?Emilio Crenzel afirma: “la memoria resulta determi-nada colectivamente, entonces también lo será ideológica-mente, dado que los procesos colectivos que permiten quese dé la memorización son partes de patrones ideológicosmás amplios. De esta forma la memoria social será a la vezuna parte de la ideología, de la subjetividad social y un pro-ceso mediante el cual éstas, y por lo tanto las relaciones depoder, se producen y se reproducen.” (Crenzel, 1998: 330)La mirada fragmentada sobre el pasado que sevisualiza a través de los relatos de algunos propietariosaparece en la escuela, pero ésta se transforma en un ámbitoen el que los diferentes grupos sociales se encuentran y dis-putan el uso de la memoria. Los chicos establecen su iden-tidad con el patrón, con el propietario, a partir de su rela-ción con otro colectivo, no con su lugar de residencia... mipatrón es..., mi patrón tiene, yo vivo en la chacra de...denota unadependencia construida a través de mecanismos de domi-nación que desde la chacra se internalizan como una formade identidad... si señoes doña... ¿cómo construyen los chicosuna identidad, un habitus que no esté atravesado por surelación desigual con los chacareros?Si partimos de considerar que las diferentes miradassobre el pasado no son generadas desde posiciones dehorizontalidad de los actores sociales sino desde relacionesde fuerza que definen posiciones dominantes y posicionessubalternas, el uso de la memoria colectiva sirve para man-tener la desigualdad y construir una identidad local sobrela base de una selección del pasado protagonizado sólo porun sector social: los chacareros. Estos sustentan su discursoa partir de sus experiencias, de su sentido de pertenencia yde una construcción de otros desiguales, con el propósitode acallar la versión subalterna de los trabajadores y traba-jadoras y de otras versiones posibles.Al observar la escuela como un espacio de disputa deintereses y de prácticas educativas particulares aparecenindicios que permiten pensar otras miradas sobre la reali-dad a partir de las experiencias de trabajadores y trabajado-ras. Estas versiones son significativas en la medida en quepueden dar cuenta de cambios en la dinámica social desdesu posición de protagonismo histórico diferenciado de lospropietarios. El hecho de que la portera muestre la escuela delos pibes de la chacra, o quelas mamás cocinerasde la escuelamanifiesten su dificultosa situación laboral posibilita plan-tearnos preguntas acerca de la presencia de formas de re-sistencia que matizan el discurso hegemónico local y a loscuales debemos estar atentos para no silenciarlos.· BEL, R., SAPONARO, L. y TRPIN, V. (1998)Historia Oral, Historia Local,en Revista Patagónica de Historia Oral, Nº2, C.I.R.H.O. Universidad Nac. dela Patagonia Austral.· BOURDIEU, P. Y PASSERON, J. C. (1970) La reproducción, Laia, Madrid.· BOURDIEU, P. (1994) Razones prácticas, Anagrama, Barcelona.· BOURDIEU, P. (1996) Cosas dichas, Gedisa, Barcelona.·CRENZEL, E. (1998) Tucumán, la memoria social y la emergencia delBussismo, en Izaguirre; EUDEBA, Estudios de Sociología, Bs. As.· GARCÍA CÁRCEL, R. (1995) La manipulación de la memoria histórica, enHistoria a Debate, Santiago de Compostela.· GUBER, R. 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Esta institución desde la década del ´30 ocupó un papelimportante no sólo como ámbito educativo sino también como espaciode recreación y de contención de las demandas y problemáticas socialeslocales.4La unidad productiva conocida como ‘chacra’ se consolidó entre lasdécadas del ´30 y del ´40 luego de que grandes terratenientes de la zonarealizaron su renta -una vez valorizadas las tierras por la presencia delferrocarril y la organización del riego- mediante la venta de pequeñas ymedianas fracciones de tierra (entre 3 a 15 hectáreas) destinadas a la pro-ducción frutícola. Las chacras fueron pagadas en cuotas por losinmigrantes llegados al valle y utilizaban trabajo familiar en la prepara-ción del terreno y en la plantación de frutales. A partir de la década del´50 fue más difundida la contratación de mano de obra asalariada. (Bel,Saponaro, Trpin, 1998).5Dentro de este grupo encontramos de origen chileno o argentinos delinterior de Neuquén, capataces o encargados de chacras así como peo-nes rasos. También es importante la presencia en la zona de peonestemporarios provenientes de otras provincias como Tucumán o Corrien-tes, quienes se trasladan a la región entre los meses de Febrero y Abrilpara la cosecha de fruta.6El habitus se impone como una cultura legítima sin que sea percibidocomo el resultado de una relación de fuerza. Bourdieu y Passeron propo-nen la denominación de violencia simbólica a «todo poder que lograimponer significaciones e imponerlas como legítimas disimulando lasrelaciones de fuerza en que se funda su propia fuerza». (1970: 118)7Fernando Jaume plantea que “(...) el Estado monopoliza los espaciosde producción de la memoria: los monumentos, las estatuas de los pró-ceres, los museos, los desfiles y el propio sistema educativo, operan comolugares de culto del pasado, donde se llevan a cabo rituales, encamina-dos a construir y difundir la historia oficial de la nación (...). Los próce-res, las grandes batallas o la patria misma, pueden estar en el centro deun ritual de Estado y constituirse como mediadores simbólicos que pro-mueven sentimientos de identidad compartida”. (1997: 8-9).NOTAS