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Voces Recobradas
10
“VENIR A TAN LEJOS
VENIR A
URUGUAY...”
INMIGRACIÓN A URUGUAY
REFLEXIONES Y RECUERDOS
a inmigración, impuesta o elegida es, a nues-
tro entender, una de las experiencias esenciales de
estos tiempos. Ya sea por el análisis de una gráfica
o una recorrida geográfica sobre los movimientos
migratorios actuales, todo nos indica que sus cau-
sas son causas fundamentales que se encuentran
ubicadas en la estructura de un sistema mundial
cuya interconexión va en aumento. A primera vis-
ta, este asunto no parecería ofrecer contradicciones,
pero su profundización revoluciona la idea tradi-
Autor
Laura Bermúdez (*)
Voces Recobradas
1010
1010
10
«V«V
«V«V
«V
enir a tan lejos,enir a tan lejos,
enir a tan lejos,enir a tan lejos,
enir a tan lejos,
v v
v v
v
enir a Urenir a Ur
enir a Urenir a Ur
enir a Ur
uguaugua
uguaugua
ugua
yy
yy
y
...»...»
...»...»
...»
L
(*)Departamento de Historiología-
Facultad de Humanidades y Cien-
cias de la Educación- Universidad
de la República, Montevideo,
Uruguay.
Dirección: Luis Franzini 841
11300 Montevideo, Uruguay
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Voces Recobradas
11
cional de lo que es la inmigración.
Mundialmente existe una tendencia a tratar la
inmigración como algo aislado, no planificado y
fuera del flujo central del desarrollo social.
Los movimientos masivos de población son vis-
tos “de facto” como accidentes de la Historia, re-
sultado de circunstancias inusuales, catástrofes,
desviaciones de la norma. El discurso dominante
nos dice que la sociedad moderna es estable y prós-
pera.
A pesar de que el poder económico de los paí-
ses desarrollados en algunas coyunturas ha forza-
do la inmigración para obtener mano de obra bara-
ta, o la ha generado mediante la intervención en las
economías subdesarrolladas, provocando de esa
manera la emigración de trabajadores hacia los paí-
ses “ricos”, queremos seguir creyendo que algo tan
movilizador como es la migración, tiene que ser
marginal, transitorio e inusual. Es más, nos anima-
mos a pensar que los migrantes son transgresores y
por lo general provocan reacción dentro de los paí-
ses receptores y que ellos mismos
son sujetos de estas nociones ideo-
lógicas.
No hay nada histórico único
sobre la dramática importancia de
la migración con respecto a la si-
tuación mundial. Mientras ha ha-
bido subas y bajas, la migración
masiva ha sido una constante en
los últimos cinco siglos de historia
del mundo y se ha constituido con
frecuencia en un determinante cla-
ve de desarrollos globales.
Tomemos a América como ejemplo: entre el si-
glo XV y hoy, la realidad social y ecológica de este
continente ha sido total y repetidamente rehecha
por los sucesivos movimientos de cientos de millo-
nes de europeos, africanos y asiáticos hacia y fuera
del nuevo continente.
Además –y esta realidad se encuentra general-
mente oscurecida por la creencia popular de que
los países de América son “naciones de
inmigrantes”– los pueblos indígenas de América
fueron forzados a migrar y reemigrar para sobrevi-
vir a las olas del genocidio colonial. Ese tipo de
migración continúa aún hoy. En otras palabras, no
podemos pensar correcta y efectivamente en la so-
ciedad y la historia de América sin pensar en sus
migraciones.
Pero la migración no es un fenómeno sólo ame-
ricano. En todo lugar donde haya penetrado la re-
lación social moderna, se ve un disloque
poblacional, masivo y repetido: del campo a la ciu-
dad, entre regiones socio-económicas, de un conti-
nente a otro. Los migrantes se han movido por dis-
tancias cortas o largas, una o varias veces; general-
mente se vuelve al lugar de origen y el proceso de
partida y retorno se repite por generaciones.
Ya sea en gran escala o en pequeña, ya sea for-
zada (generalmente lo es) o voluntaria, causada por
la guerra, el hambre, por conflictos sociales o por la
esperanza de una vida mejor, el complejo proceso
de la migración es un fenómeno fundamental de la
época moderna. La comprensión histórica de las mi-
graciones es potencialmente revolucionaria, ya que
cambia ciertos mitos populares tales como el de
progreso y desarrollo histórico.
Nos ha resultado interesante el planteo de los
autores Rina Benmayor y Andor Skotnes
1
, quienes
nos dicen que uno de los más importantes mitos de
esta época respecto a las migraciones es la noción
de que el estado-nación –una sociedad cultu-
ralmente homogénea ubicada en un territorio– es
la natural e ideal unidad básica de la organización
política moderna de un pueblo.
Por lo general esto no funciona así por razones
de clase, racismo y opresión que
se encuentran estructuradas a la
interna de varios estados-nacio-
nes. Pero básicamente no funcio-
na porque la migración masiva es
algo permanente del sistema mun-
dial que debilita la tendencia a la
homogeneización étnica en un
país, condenando al estado-
nación, como ideal y realidad, a
transitar por variados grados de
crisis. Si se vive bajo la ideología del
estado-nación, no se puede nunca admitir esta crisis
y no se puede visualizar la migración en la forma y
complejidad que se da en este momento, sino como
algo marginal, desconectado y destructivo.
Generalmente la migración es de largo aliento,
cuando no es un proceso que toma toda una vida
en el que se negocia identidad, diferencia y el dere-
cho de existir plenamente y florecer en el nuevo
contexto. Ser un migrante significa muchas veces
poseer una identidad negativa impuesta por la cul-
tura dominante sobre las generaciones de descen-
dientes de quienes hicieron el viaje. Por lo tanto, la
experiencia y los efectos de la migración son de lar-
go aliento y resultan críticos en la construcción tan-
to de la identidad personal como de la colectiva.
Vista desde esta óptica, la migración resulta un con-
cepto más dinámico.
Algo similar puede ser dicho con respecto a la
forma en que la migración global contemporánea
ha modificado el concepto estático de identidad,
retando a las nociones clásicas de homogeneidad,
esencialismo y la de estereotipo.
En respuesta a esta complejidad, Benmayor y
Mundialmente eMundialmente e
Mundialmente eMundialmente e
Mundialmente e
xistexiste
xistexiste
xiste
una tendencia a truna tendencia a tr
una tendencia a truna tendencia a tr
una tendencia a tr
atar laatar la
atar laatar la
atar la
inmigrinmigr
inmigrinmigr
inmigr
ación como algación como alg
ación como algación como alg
ación como alg
oo
oo
o
aisladoaislado
aisladoaislado
aislado
,,
,,
,
no planif no planif
no planif no planif
no planif
icado yicado y
icado yicado y
icado y
fuerfuer
fuerfuer
fuer
a del fa del f
a del fa del f
a del f
lujo centrlujo centr
lujo centrlujo centr
lujo centr
alal
alal
al
del desardel desar
del desardel desar
del desar
rr
rr
r
ollo social.ollo social.
ollo social.ollo social.
ollo social.
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Voces Recobradas
12
Skotnes definen a la
identidad
como algo
construi-
do, multifacético, negociado, situacional o, –de
acuerdo con algunas opiniones–, como algo frag-
mentado.
Uno de los fenómenos vinculados a las migra-
ciones, y que hemos visualizado afectan profunda-
mente la construcción de la identidad, es el fenó-
meno del
desarraigo
.
Desarraigo
que básicamente
significa la pérdida del lugar de donde venimos,
del lugar original. Ese lugar de donde venimos, el
hogar, es el lugar del fuego, el que en sus orígenes
–tal como nos recuerda John Berger
2
– significaba el
centro del mundo, no en el sentido geográfico, sino
en el sentido existencial. Hogar que se encuentra
establecido en el corazón de la realidad. Hogar equi-
valente al centro del mundo. Centro del mundo
porque su pérdida significaba –en sus orígenes– el
no-ser, la irrealidad.
Pero la inmigración significa, no sólo el aban-
dono del lugar de origen, el desarraigo, sino el plan-
tar esas raíces en otro lugar, en
otra tierra.
Al ser echado de la tierra na-
tal se echan raíces en una tierra
nueva.
El echar raíces nuevas en otro
lugar origina el comienzo de una
ilusión de una nueva vida, de una
vida mejor.
Considerando que la inmigra-
ción impuesta o elegida es una de
las experiencias esenciales de
nuestro tiempo creemos que la
metodología de la Historia Oral
puede permitirnos visualizar cómo las matrices mó-
viles de las fuerzas sociales impactan y modelan a
las personas, y cómo las personas, a su vez, respon-
den, actúan y producen cambios en el campo so-
cial.
Las historias personales le dan sentido a situa-
ciones –algunas de ellas– muy cambiantes, y per-
miten también que las personas se expliquen sus
experiencias, construyan y reconstruyan continua-
mente la comprensión de sí mismas y de sus cir-
cunstancias.
En todo esto, la experiencia personal es repre-
sentativa de la grupal.
Los testimonios personales hablan precisamen-
te de cómo los inmigrantes construyen, reinventan,
sintetizan y también realizan un collage de identi-
dades de fuentes varias, expresando todo esto con
una gran ambivalencia.
El testimonio personal no sólo informa sobre
circunstancias en particular, sino que también par-
ticipa activamente en el proceso de la construcción
de la
identidad
.
Esta doble función del testimonio: por un
lado de originar fuentes orales para la investiga-
ción, y por el otro como posible vía para la cons-
trucción y reconstrucción de la identidad, da una
riqueza muy particular a esta metodología.
Antes de escuchar algunas voces femeninas
de la inmigración española a Uruguay, ubicadas
casi dos décadas luego de terminada la Guerra
Civil española, detengámonos en el editorial del
periódico anarquista
Tierra y Libertad
que publi-
ca en la España de 1936, el siguiente comentario
respecto a las limitaciones de los cambios efec-
tuados con relación a la mujer en los primeros
meses de guerra:
El ejemplo está vivo en todas partes; en la
mayoría de los sindicatos de los pueblos ocurre
que, mientras los compañeros discuten o resuel-
ven un asunto, las mujeres siguen ejerciendo,
en el propio sindicato y con el mismo espíritu
servil que lo hacían antes en los hogares, los
trabajos “femeninos” de guisar,
lavar, etc. Desde que comenzó la
lucha hemos recorrido muchos
pueblos de España antifascista,
y salvo algunos sindicatos que
han aceptado burguesitas más o
menos guapas, más o menos me-
canógrafas, hemos visto mujeres
humilladas en la misma esclavi-
tud de siempre”.
3
Es menester recordar que en
la España de las primeras déca-
das de este siglo las coordenadas
ideológicas y culturales en la de-
finición de género, de lo masculino y de lo feme-
nino, marcaron de forma clara el rol social de
mujeres y de hombres. Así, el perfil socio-cultu-
ral de la mujer quedó perfectamente delimitado
por una serie de restricciones e impedimentos
que reducían no sólo sus horizontes culturales,
políticos, laborales y sociales, sino también los
personales. De hecho, la condición social de la
mujer se caracterizó por la desigualdad política
y educativa, por la subordinación basada en la
discriminación legal y por la segregación y abier-
ta discriminación en el ámbito laboral.
De hecho, la trayectoria social de la mujer es-
pañola había estado condicionada por la ideolo-
gía hegemónica que tenía como objetivo el forta-
lecimiento de la preeminencia masculina, la di-
visión sexual del trabajo y la restricción de las
actividades femeninas al ámbito doméstico. Ade-
más, la legislación vigente era abiertamente
discriminatoria y garantizaba su situación social
subordinada. Cabe destacar que uno de los ele-
mentos constitutivos más importantes en la cons-
No podemos pensarNo podemos pensar
No podemos pensarNo podemos pensar
No podemos pensar
corcor
corcor
cor
rr
rr
r
ecta yecta y
ecta yecta y
ecta y
efef
efef
ef
ectiecti
ectiecti
ecti
vv
vv
v
amenteamente
amenteamente
amente
en la sociedad y en laen la sociedad y en la
en la sociedad y en laen la sociedad y en la
en la sociedad y en la
historhistor
historhistor
histor
ia de Améria de Amér
ia de Améria de Amér
ia de Amér
icaica
icaica
ica
sin pensar en sussin pensar en sus
sin pensar en sussin pensar en sus
sin pensar en sus
migrmigr
migrmigr
migr
aciones.aciones.
aciones.aciones.
aciones.
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Voces Recobradas
13
trucción social del sistema de géneros fue el pro-
totipo de una mujer modelo –el de la “Perfecta
Casada”– que se basaba en el ideario de la do-
mesticidad y en el culto a la maternidad como
horizonte máximo en la realización de la mujer.
Así, mientras que la trayectoria social femenina
se circunscribía a un proyecto de vida cuyo eje
era la familia, la elaboración de su propia identi-
dad personal se desarrollaba a
partir del matrimonio y de la ma-
ternidad, sin posibilidades de un
proyecto social, cultural o labo-
ral autónomo.
La ideología predominante
en torno a la mujer marcaba de
forma muy clara los confines de
la actuación femenina al ámbito
doméstico del hogar. Su eje fun-
damental se basaba en la idea de
la división de las esferas, es de-
cir, en la participación del varón
en la esfera pública de la produc-
ción y de la política y en el con-
finamiento de la mujer a la esfe-
ra doméstica, al hogar y a la fa-
milia. Además, la integración de las mujeres en
el escenario público, del trabajo, de la cultura o
de la política, fue considerado como transgresión
de las normas aceptables de conducta social. No
obstante, la realidad histórica no siempre se
adaptó a estas coordenadas y fueron múltiples
las pautas de resistencia que las mujeres adopta-
ron frente a un modelo cultural que define a la
mujer, ante todo, por su maternidad y su estatus
civil. Con todo, la inte-
gración de las mujeres
en el ámbito público en
sus diferentes áreas de
la política, la cultura o
el trabajo fue sumamen-
te difícil en España de-
bido al discurso predo-
minante que asociaba,
de forma exclusiva, es-
tos ámbitos de actua-
ción a los hombres.
Todo esto confirma, en
parte, lo establecido en
el editorial de
Tierra y
Libertad
de diciembre
del ‘36.
Para hacer carne lo
expuesto y para devolver
–de alguna manera– la
memoria de la inmigra-
ción a sus protagonistas,
escuchemos a Juana, una mujer proveniente de la
zona rural de Galicia que llegó a Montevideo en
1956 con 27 años de edad.
Ella nos dice:
Yo vine porque allí había quedado todo des-
truido de la guerra(...) Eso fue en el año ‘56. Yo
vine, llegué acá el 3 de agosto del año 56. Enton-
ces como que aquello no progresaba más, enton-
ces dije, me acuerdo que un día
yo le dije a mi padre: “yo me voy
a ir” y el único sitio donde había,
donde teníamos familiares era
acá, era en el Uruguay.
Al echar raíces nuevas nues-
tra testimoniante evalúa la condi-
ción de la mujer en su tierra natal,
comparándola con la de la tierra
receptora:
Entonces yo decía: “yo me
voy por tres años y después de
tres años vengo de vuelta”, ¿no?
Entonces yo vine acá y a mi me
gustó el país, porque cuando yo
vine acá tú sabes que todavía en
los ómnibus se levantaban los
hombres para darle el asiento a las mujeres. Espa-
ña es un país muy machista, donde de repente
había que llevar un bulto, por ejemplo, una bolsa
de papas. La llevaba la mujer, iba cargando con la
bolsa de papas y el marido capaz que iba al lado
sin llevar nada y la mujer capaz que iba con un
bebe en el vientre, capaz con panza, con todo eso.
Entonces, cuando llegué acá digo: “acá respetan
la mujer más que la respetan en España”, porque
GenerGener
GenerGener
Gener
almente la migralmente la migr
almente la migralmente la migr
almente la migr
a-a-
a-a-
a-
ción es de larción es de lar
ción es de larción es de lar
ción es de lar
gg
gg
g
o alientoo aliento
o alientoo aliento
o aliento
,,
,,
,
cuando no es un prcuando no es un pr
cuando no es un prcuando no es un pr
cuando no es un pr
oce-oce-
oce-oce-
oce-
so que toma toda unaso que toma toda una
so que toma toda unaso que toma toda una
so que toma toda una
vida en el que se negvida en el que se neg
vida en el que se negvida en el que se neg
vida en el que se neg
o-o-
o-o-
o-
cia identidad,cia identidad,
cia identidad,cia identidad,
cia identidad,
dif dif
dif dif
dif
erer
erer
er
enciaencia
enciaencia
encia
y el dery el der
y el dery el der
y el der
echo de eecho de e
echo de eecho de e
echo de e
xistirxistir
xistirxistir
xistir
plenamente y fplenamente y f
plenamente y fplenamente y f
plenamente y f
lorlor
lorlor
lor
ecerecer
ecerecer
ecer
en el nen el n
en el nen el n
en el n
ueue
ueue
ue
vv
vv
v
o conteo conte
o conteo conte
o conte
xtoxto
xtoxto
xto
..
..
.
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Voces Recobradas
14
1
BENMAYOR, Rina and SKOTNES, Andor.
Migration and Identity
–
International Yearbook of Oral History and Life Stories, Oxford
University Press, Oxford, 1994, Vol. III.
2
BERGER, John “L’Exile” –en revista
Lettre
, París, 1985, pp. 56 y 57.
3
“Mujeres en la transformación revolucionaria”,
Ed. Tierra y Liber-
tad
, 26 de diciembre de 1936.
NOTAS
en España como que la mujer era una esclava, en-
tonces digo: “ah, pero este país me gusta, qué
lindo que es este país...”.
Con el nacimiento de esta nueva ilusión –por
lo general– se sepultan sueños muy hondos.
Agrega nuestra entrevistada:
Yo al tercer año... no, llevaba dos años acá,
a los dos años de estar acá compré tres billetes
de lotería, porque yo decía en mi inocencia
–aparte uno cuando tiene mucho ansia de una
cosa, uno como que la mente se le achica–, en-
tonces yo decía: “de los tres, uno tiene que sa-
lir...”. Mirá, qué posibilidad po-
día tener, ahora lo pienso y... no
pasa nada, yo en ese momento...
La ilusión de irme pa’España...
Estuvimos toda la tarde al lado
de la radio. Cuando vi que no
pasó nada, lloré, lloré, lloré y
lloré hasta que me cansé... Bue-
no, ta. Después pasó, seguí tra-
bajando, siempre contenta,
como que yo dije que no tenía
ganas de volverme. Yo ir a vivir
a España, yo no tenía ganas, la
verdad que en España hemos
trabajado muy esclavos, España
había quedado muy mal de la
guerra, como que yo ganas de
volver otra vez a vivir a España
ya se me había pasado. Yo no te-
nía ganas de volver a vivir a Es-
paña. Después nos casamos en
el año `61...
En ese echar raíces nuevas se vive muy a me-
nudo en una ambivalencia, posiblemente gene-
rada por el recuerdo de lo que se dejó atrás y por
la realidad que se vive.
Al ser preguntada sobre el impacto causado
por el cambio de venir del campo directamente a
una ciudad, nuestra entrevistada responde:
Como que estaba cansada del campo. Como
que allí comíamos pan de brona, pan de maíz,
aquí era pan de trigo, a mí la brona nunca me
gustó. Allí se hacía el caldo todos los días. Lo
que sí me gustaba allí era el puchero todos los
días, pero el pan de brona nunca me gustó...
Sobre la vida en el nuevo lugar nos cuenta:
Cuando vinimos acá, fuimos a trabajar a
Pocitos, a una casa. Yo vine el 3 y el 4 empecé a
trabajar... Entonces fui para Pocitos a la casa de
un doctor. Ahí estábamos contentas, pero la mu-
jer era tan macheta... Me acuerdo un fin de año,
yo estaba de cocinera y mi prima de mucama.
Había tres lechones y la patrona me dijo que
no los tocáramos. Y lo que es tener miedo y vi-
vir en otro país, porque si hubiera sido hoy, hu-
biéramos comido todo lo que queríamos y des-
pués, que nos echaran; si ya iba a aparecer otra
casa. Porque era el miedo de que las que nos
reclamaron nos dijeran: “¿qué te crees, que la
plata cae del cielo?” Entonces, callarse y aguan-
tarse... No comimos nada de lechón. Comimos
un pedacito de queso y al otro día la patrona
nos lo reprochó porque teníamos otra comida...
Tomamos café con leche...
La narración del trayecto entre España y
América se encuentra cargada de significación:
Del viaje tengo recuerdos
inolvidables. Vine en barco, el
viaje nos llevó 17 días. Vine
todo el tiempo mareada. Era un
barco de carga que traía mucha
banana y traía pasajeros. Vine
todo el tiempo mareada. Vine
casi siempre acostada sobre una
mesa de cubierta, porque era
bajar abajo y sentir el olor a la
pintura del barco, ya lanzaba el
chivo... No podía comer nada.
Cuando llegué acá pesaba 51 ki-
los.
Y finalmente la llegada:
La noche antes de desem-
barcar pensamos que el barco se
iba a pique porque había tanta
tormenta, tanta marea. No se
podía comer, porque no para-
ban los platos en la mesa. En-
tonces cuando llegamos a la
Aduana, yo nunca me olvidaré, –el agua en Es-
paña era verde– y cuando llegamos a la Aduana
y miramos para afuera, el agua era barro: “ay,
¡qué horrible! ¡Qué feo es esto! ¿Adónde vini-
mos a parar?”
Es así como nuestra entrevistada, frente a la
realidad de América, reflexiona sobre la partida
de la tierra natal hacia tierras lejanas:
Yo pienso que nosotros tampoco tuvimos la
viveza, en vez de ir a la ciudad, allá donde es
más cerca... Se nos ocurrió a venir a tan lejos,
venir al Uruguay...
Así,Así,
Así,Así,
Así,
mientr mientr
mientr mientr
mientr
as que laas que la
as que laas que la
as que la
trtr
trtr
tr
aa
aa
a
yy
yy
y
ectorector
ectorector
ector
ia social fia social f
ia social fia social f
ia social f
eme-eme-
eme-eme-
eme-
nina se cirnina se cir
nina se cirnina se cir
nina se cir
cunscrcunscr
cunscrcunscr
cunscr
ibía aibía a
ibía aibía a
ibía a
un prun pr
un prun pr
un pr
oo
oo
o
yy
yy
y
ecto de vidaecto de vida
ecto de vidaecto de vida
ecto de vida
cuycuy
cuycuy
cuy
o eje ero eje er
o eje ero eje er
o eje er
a la fa la f
a la fa la f
a la f
amilia,amilia,
amilia,amilia,
amilia,
la elaborla elabor
la elaborla elabor
la elabor
ación de suación de su
ación de suación de su
ación de su
prpr
prpr
pr
opia identidad perso-opia identidad perso-
opia identidad perso-opia identidad perso-
opia identidad perso-
nal se desarnal se desar
nal se desarnal se desar
nal se desar
rr
rr
r
ollaba aollaba a
ollaba aollaba a
ollaba a
parpar
parpar
par
tir del matrtir del matr
tir del matrtir del matr
tir del matr
imonio yimonio y
imonio yimonio y
imonio y
de la materde la mater
de la materde la mater
de la mater
nidad,nidad,
nidad,nidad,
nidad,
sin sin
sin sin
sin
posibilidades de unposibilidades de un
posibilidades de unposibilidades de un
posibilidades de un
prpr
prpr
pr
oo
oo
o
yy
yy
y
ecto social,ecto social,
ecto social,ecto social,
ecto social,
cultur cultur
cultur cultur
cultur
alal
alal
al
o laboro labor
o laboro labor
o labor
al autónomoal autónomo
al autónomoal autónomo
al autónomo
..
..
.
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Voces Recobradas
15
«Vir a tão
longe, vir a
Uruguay...»
Inmigração a Uru-
guay: reflexiçoes e
lembraças
Resulta impossivél pensar na sociedade e na
história da América, sem pensar em suas
migrações. Porém a migração não é um fenó-
meno unicamente americano. Nos lugares onde
há sido introduzido uma relação social moderna,
nota-se um deslocamento populacional massivo
e repetido: do campo à cidade , entre regiões
socio-económicos, e de um continente a outro.
Os migrantes têm-se desplazado por distâncias
longas e curtas, uma o várias vezes. Geralmente
voltam ao lugar de origem, e o processo de par-
tida e retorno repete-se por gerações.
Por isso pensamos que as experiências e os
efeitos das migrações é de grande esforço, já que
os mesmos resultam críticos na construção da
identidade pessoal, como também na coletiva.
Considerando que a imigração imposta o ele-
gida, é uma das experiências essenciais de nosso
tempo, acreditamos que a metodologia da história
oral nos permitirá visualisar como as matrizes
movéis das forças sociais impactam e modelam
as pessoas, e como as pessoas a sua vez,
respondem, atuam e produzem mudanzas no
campo social.
As histórias pessoais lhes dão sentido à va-
rias situações –algumas delas- bastante mudadas,
permitindo também que as pessoas expliquem
suas experiências, construindo e reconstruindo
continuadamente a comprensão das mesmas e
das suas circunstâncias.
Para ilustrar a dupla função do testemunho
oral: por um lado originar fontes orais para a
investigação, e por outro uma possível via para a
construção e reconstrução da identidade. Neste
caso escolhemos a voz de uma mulher prove-
niente da zona rural de Galicia (Espanha) que
chegó a Montivideo em 1956 com 27 anos.
Com a presentação deste testemunho
desejamos demonstrar que os mesmos falam
precisamente de como os migrantes constroem,
reinventam, sintetizam e também realizam um
collage com várias fontes de identidades,
expressando isso tudo com uma grande
ambivalência.
«Coming
so far, coming
to Uruguay...»
Inmigration
to Uruguay: Thoughts
and memories
It is impossible for us to think of America’s
society and history without thinking of their
migrations. But migration is not only an American
phenomenon. In all places where modern social
relationship has penetrated, a massive and
repeated dislocation of population can be seen
from the country to the city, from a socioeconomic
region to another, from a continent to another.
The migrants have moved by long or short
distances, one or several times; generally they
return to the place of origin and the process of
departure and coming back is repeated by
generations. So that we think that the experience
and the effects of migration are durable and that
they result critical in the construction both of
personal and collective identity.
Considering that the immigration, be it chosen
or imposed, is one of the essential experiences of
our time, we think that the methodology of Oral
History allows us to visualize how the movable
matrices of social forces strike and model the
persons, and how the persons, in their turn,
respond, act and produce changes in the social
field.
Personal stories give a sense to situations -
some of them very changing - and permit the
persons to explain to themselves their
experiences, and to construct and reconstruct
continually the understanding of themselves and
of their circumstances.
To illustrate the double function of the oral
testimony - origining oral sources for the research
on the one hand, and as a possible way for the
construction and reconstruction of the identity
on the other hand - we have chosen the voice of
a woman coming from the rural zone of Galicia
that arrived to Montevideo in 1956, when she
was 27.
With the presentation of these testimonies,
we wish to demonstrate that they tell precisely
how migrants build, reinvent, synthesize and even
make a
collagecollage
collagecollage
collage of identities from several sources,
expressing all this with a great ambivalence.
«Venir si loin,
venir à
Uruguay...»
Inmigration vers
l’Uruguay: réflexions
et mémoires
On ne peut pas penser à la société et à
l’histoire de l’Amerique sans penser à
l’immigration. Mais la migration n’est pas
seulement un phénomène américain. Partout, là
où le moderne rapport social a penetré, on voit
une massive et répété dislocation de la population
de la campagne à la ville, d’une région socio-
économique à une autre, d’un continent à l’autre.
Les migrants se sont déplacés par des distances
courtes ou longues, une ou plusieurs fois, en
général on retourne au lieu d’origine et le
processus de départ et retour est répété par des
générations, C’est pour cela que nous pensons
que l’expérience et les effets de la migration sont
de grande portée et que les mêmes résultent
critiques dans la construction de l’identité
personnelle et de la collective.
Si nous prenons en considération que
l’immigration imposée ou élue est une des
expériences essentielles de nôtre temps, nous
croyons que la méthodologie de l’Histoire Orale
peut nous permettre de visualiser comment les
matrices mobiles des forces sociales heurtent e
modèlent les personnes, et comment les
personnes, à son tour, agissent et produisent des
changements dans le domaine social.
Les histoires personnelles donnent un sens à
des situations - quelques unes très changeantes -
et permettent aussi que les personnes s’expliquent
leur expériences, et construisent et reconstruisent
continuellement la compréhension d’elles-mêmes
et de leurs circonstances.
Pour illustrer la double fonction du
témoignage oral - d’un côté originer des sources
orales pour la recherche, et de l’autre côté comme
un voie possible pour la construction et la
reconstruction de l’identité - nous avons choisi la
voix d’une femme provenant de la zone rurale de
Galicia, qui est arrivée à Montevideo en 1956,
quand elle avait 27 années.
Avec la présentation de ces témoignages nous
voulons démontrer que les mêmes nous disent
précisement comment les migrants construisent,
réinventent, synthétisent et font aussi un collage
d’identités de sources diverses, et expriment tout
cela avec une grande ambivalence.
Voces Recobradas
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