image/svg+xmlVoces Recobradas8IV ENCUENTRO NACIONAL DE HISTORIA ORALCOMENTCOMENTCOMENTCOMENTCOMENTARIO SOBREARIO SOBREARIO SOBREARIO SOBREARIO SOBRELA CONFERENCIA DE ELIZABETH JELÍNLA CONFERENCIA DE ELIZABETH JELÍNLA CONFERENCIA DE ELIZABETH JELÍNLA CONFERENCIA DE ELIZABETH JELÍNLA CONFERENCIA DE ELIZABETH JELÍNa socióloga Elizabeth Jelín ofreció un conferenciaen el IV Encuentro Nacional de Historia Oral sobre "Lasluchas por las memorias: lugares y fechas en las dicta-duras y la transición". Consideró como premisa básicaque la construcción de la memoria se refiere a la pro-ducción de objetos y símbolos culturalmente significati-vos. Este es un proceso siempre conflictivo ya que inter-vienen distintos actores sociales y políticos para los cua-les el contenido de lo que van a "proponer" siempre pue-de ser diferente y va a enfrentarse con los contenidos deotros; especialmente cuando el pasado es abierta y pú-"LAS LUCHAS"LAS LUCHAS"LAS LUCHAS"LAS LUCHAS"LAS LUCHASPOR LAS MEMORIAS:POR LAS MEMORIAS:POR LAS MEMORIAS:POR LAS MEMORIAS:POR LAS MEMORIAS:LUGARES LUGARES LUGARES LUGARES LUGARES Y FECHAS EN LASY FECHAS EN LASY FECHAS EN LASY FECHAS EN LASY FECHAS EN LASDICTDICTDICTDICTDICTADURAS ADURAS ADURAS ADURAS ADURAS Y LA Y LA Y LA Y LA Y LA TRANSICIÓN"TRANSICIÓN"TRANSICIÓN"TRANSICIÓN"TRANSICIÓN"Lblicamente conflictivo. Entonces estamos hablando deun proceso de construcción de memoria y de un proce-so de luchas por el sentido de la memoria.Estos procesos se dan en un marco de otra cons-trucción general que es la producción social del tiempo.La memoria y el olvido, el presente y el futuro actúan yse ordenan en concepciones específicas de la temporali-dad. En nuestro caso, somos parte de una concepciónde temporalidad "moderna" en la que diferenciamospasado, presente y futuro, donde el presente siempreestá en tensión entre el pasado y el futuro. La memoria,entonces, es una manera de distinguir y de vincular elpasado con el presente y el futuro. No se refiere tanto auna cronología de los hechos fijos del pasado sino a susignificación para el presente, a su relato narrativo ya su interpretación presente, ligada a una visión defuturo.Para poder estudiar los procesos de construcción oproducción de memorias hay que tomar como objeto deestudio las luchas por la memoria. Si se toma en particu-lar las dictaduras y las transiciones del Conosur, habríaque rescatar algunas observaciones:1) El enfoque es de carácter comparativo y al mis-mo tiempo, una perspectiva relacional, no son compa-raciones entre unidades autónomas aisladas sino quehubo, y hay, relaciones entre los procesos, tanto de lasdictaduras de estos países como después.2) Lo que se observa en los intentos de destrucciónes que no es posible destruir lo que la gente intenta re-cordar o perpetuar ¿no tendrá el efecto paradójico demultiplicar las memorias, de actualizar las preguntas yel debate de lo vivido en el pasado reciente?3) Punto de la propiedad o la apropiación de la
image/svg+xmlVoces Recobradas9memoria. Tanto en las conmemoraciones como en el es-tablecimiento de los lugares de la memoria hay una lu-cha política cuyos adversarios principales son las fuer-zas sociales que demandan memoria y los que pidenolvido. Se manifiestan las confrontaciones acerca de lasformas y medios apropiados de rememorar así como larememoración de qué actores tienen legitimidad paradecidir cuál deberá ser el contenido de la memoria.Aquí entra un tema bastante serio en este momentopara todos nuestros países. ¿Es condición necesaria ha-ber sido víctima directa de la represión para tener másautoridad y más legitimidad para hablar? ¿Pueden quie-nes no vivieron la represión, participar en el proceso his-tórico de construcción de una memoria colectiva? Unahipótesis preliminar relaciona los escenarios de la luchapor la memoria con la acción estatal. En la medida enque no se desarrollen canales institucionalizados oficia-les que reconozcan abiertamente la experiencia recientede violencia y represión, la lucha sobre la verdad y so-bre las memorias apropiadas se desarrolla en la arenasocietal. En este escenario hay voces cuya legitimidades pocas veces cuestionada: el discurso de las víctimasdirectas y sus parientes más cercanos. Lo que pasa esque en ausencia de parámetros más cercanos de legiti-mación estatal sociopolítica basados en criterios éticosgenerales, como la legitimidad del estado de derecho,hay disputas permanentes acerca de quién puede recla-mar qué, acerca de quién puede hablar y en nombre dequién. Paradójicamente si la legitimidad social para ex-presar la memoria colectiva es socialmente asignada aaquellos que tuvieron una experiencia personal, estaautoridad simbólica puede fácilmente deslizarse cons-cientemente o inconscientemente a un reclamomonopólico de que ésa es la verdad por el sentido y elcontenido de la memoria.4) La memoria es siempre una relaciónintersubjetiva basada en un acto de transmitir y dereinterpretar. Es el soporte grupal lo que da coherenciay estructura a la memoria. Ésta va a ser la narración deesas memorias individuales que esperan la oportunidadde poder ser expresadas en palabras. Las memorias pú-blicas y las luchas acerca de las memorias expresan yrefuerzan este carácter societal de la memoria.¿Qué es olvidar y recordar? Ambas son experien-cias intersubjetivas. Rememorar implica que previamen-te hubo un proceso de grabar algo en la memoria. Elolvido implica en general una ruptura entre la memoriaindividual y las prácticas públicas y colectivas. Una lí-nea de quiebre en el proceso de transmisión. Aquí sevuelve importante esta diferencia entre la memoria y elolvido personal. Las interpretaciones y explicaciones delpasado como manifestaciones de posturas y luchas po-líticas por la memoria no pueden ser transmitidasautomáticamente de una generación a otra, de un perío-do a otro. Yerushalmi señalaba que para transmitir unatradición se necesitan buenos transmisores pero tambiénreceptores dispuestos a incorporar lo recibido, dándolesentido en función de su propia reflexión y de su propiaidentidad. Para hacerlo hay por lo menos dos requisi-tos: a) crear las bases para un proceso de identificación,para una ampliación intergeneracional del nosotros querecuerda; b) dejar abierta la posibilidad de que quienesreciben le van a dar su propio sentido (en cuanto se in-corpora el nivel de la subjetividad, no hay manera deobturar reinterpretaciones y resignificaciones).Pero además todo esto debe ser dicho en plural. Sonmúltiples intersubjetividades, múltiples transmisores yreceptores de recuerdos parciales, múltiples sentidosambiguos en puja. Se trata de un fenómeno por natura-leza fragmentado y contradictorio. Cuando se planteade manera colectiva como memoria histórica o como tra-dición, como proceso de conformación de la cultura yde búsqueda de las raíces de la identidad, el espacio delas memorias se convierte en un espacio de luchas polí-ticas. Alude a la capacidad de preservar el pasado, peroesa capacidad necesariamente implica participar en lalucha por dar sentido a lo que está ocurriendo ahora y alproyecto futuro que tengamos. Las rememoraciones co-lectivas cobran importancia política como instrumentospara legitimar discursos, como herramientas para esta-blecer comunidades de pertenencia a identidades colec-tivas y como justificación para el accionar de movimien-tos sociales que promueven y empujan una democrati-zación cada vez más profunda.Es notorio que a 20 años de cualquier fenómenohistórico, de una catástrofe social o de una situación queha creado muchas situaciones traumáticas, recién enton-ces pueda ser incorporado. Es un tiempo todavía perso-nal de gente que lo vivió, a la cual le lleva tiempo asimi-larlo y reflexionar sobre ello.La autoridad legítima en nuestra modalidad de or-ganización política y social está en manos del Estado.Pero de un Estado que pueda no estar apropiado poruna de las fuerzas. Y ahí está nuestro déficit democráti-co. Éste es un debate sobre la práctica democrática muyextendido en el mundo y es el de "el huevo y la gallina",sin salida: ¿Qué se hace con los no democráticos? O sea,si la democracia es la posibilidad de encontrar manerasde incluir en el debate a quienes están opuestos a estasideas, qué se hace con aquéllos que sí están opuestos aestas ideas pero que su oposición está basada en no com-partir la idea de darle lugar a la oposición. ¿Cuáles sonlos límites del espacio democrático?Jelín insiste en historizar la memoria pública, cómose fue dando y dónde estuvieron los silencios, cómo fuetransformándose la memoria en los distintos momentoso en las distintas épocas, a lo largo del tiempo, remar-cando la temporalidad del proceso de historización.Aquí el papel legitimador del Estado se vuelve fun-damental porque puede abrir espacios de debatepara que la sociedad discuta los temas vinculadosa la memoria.