image/svg+xmlVoces Recobradas20«De a pocoestamos siendo»La construcciónde la identidadde los mapuche urbanosVoces Recobradas20El fin de siglo y el umbral del tercer milenio (1983-1999)«De a poco estamos siendo»AutorRicardo Daniel FuentesCentro Regional Universitario Bariloche. U.N.Co.San Carlos de Bariloche / Río Negro25, 26 y 27 de agosto de 1999IV ENCUENTRO NACIONAL DE HISTORIA ORALTrabajo presentado en el
image/svg+xmlVoces Recobradas21IntroducciónLa cultura y la identidad del pueblo mapucheguardan relación directa con las formas de resistenciay de organización alcanzadas a lo largo de su historia.Las consecuencias de las políticas y de los contactosentre el mundo indígena y los representantes de lasociedad “blanca” pueden analizarse desde distintasperspectivas. En cada una de ellas la sociedad mapucheha sufrido la modificación de sus sistemas originariosde cultura, lo que ha provocado la desvirtuación de susentido de identidad y pertenencia a un grupoparticular. A partir de esto sereplantea el problema de laidentidad, con la redefinición de losdiscursos en el interior de la sociedadmapuche y ante el resto de lasociedad “mayoritaria”.La identidad cultural tienecomo componente fundamental a lasrepresentaciones y experiencias delos miembros de un grupo que sereconocen pertenecientes a esacultura a través de la memoria y laconciencia colectiva. En este caso, lacultura mapuche tiene sus raíces enla relación cotidiana con la tierra, transformándose enun vínculo que hace que los hombres pertenezcan aella.En los últimos años, especialmente a partir de 1980en San Carlos de Bariloche, se produjo un aceleradocrecimiento demográfico que acentuó el desordenadoproceso de urbanización de esta ciudad. La esperanzaen el acceso a planes de vivienda, de mejorescondiciones laborales y, fundamentalmente, la agudacrisis del sector ovino en las zonas rurales de laprovincia, han acrecentado la migración del campo ala ciudad. Muchos mapuche se encuentran asentadosen los sectores marginales de la ciudad, ocupándosede las tareas menos calificadas y peor remuneradas.El proceso de migración ha provocado manifestacionesde sentimientos: frustración, nostalgia, culpa, etc., porla pérdida de vínculos familiares. Como estrategia deadaptación pasiva a la ciudad, el mapuche oculta oreniega de su origen, poniendo en juego la pérdida desu identidad. En otras ocasiones el grupo migratorioconstruirá su identidad cultural en el nuevo contextoseleccionando, apropiando y resignificando formas yrepresentaciones culturales diversas.La conformación del Centro Mapuche Bariloche,en 1983, constituyó en este sentido, un intento dereformular y redefinir las relaciones entre éstos y elresto de la sociedad. Teniendo en cuenta que estainstitución surgió en íntima relación con corrientespolíticas que propiciaban un proyecto de liberación dealcance nacional, y el contexto actual de crisis internapor la que atraviesa el Centro Mapuche, estainvestigación está marcada por una preocupacióngeneral -las organizaciones sociales y la crisis militanteen épocas de globalización la falta de un proyectoarticulador y global de los sectores antisistema- y porun problema específico: la fragmentación de los lazossolidarios y la desorientación reinante en el seno de lainstitución. En otras palabras ¿en qué medida lasreivindicaciones mapuche se articulan en un campode relaciones de poder más vasto? ¿De qué manera laconstrucción de la identidad nos puede facilitar lacomprensión de las relaciones de fuerza en el espaciosocial?Como hipótesis de trabajoplantearemos que a partir de suconformación, los integrantes delCentro Mapuche Bariloche se hanapropiado de ciertos elementospertenecientes a la cultura domi-nante. Dichos elementos formanparte de estrategias de negociaciónfrente al resto de la sociedad, paraseguir conservando su particularidadétnica y cultural. Las estrategias denegociación, en contextos socio-políticos cambiantes, originaronconflictos internos derivados de las vinculacionesestablecidas por la institución y el poder político local,provincial, nacional y distintas ONG.Los objetivos de este trabajo son principalmentetres: detectar algunos de los elementos constitutivosde la identidad mapuche en la zona urbana de SanCarlos de Bariloche, analizar la problemática actualdel Centro Mapuche local y conocer las relacionessociales que se establecen al interior y al exterior de lainstitución, los conflictos derivados de las luchas porel poder entre sus miembros y las representaciones queexisten en el resto de la sociedad sobre ellos.Para su realización se seleccionaron 21 testi-monios orales, se consultó documentación del CentroMapuche, legislación nacional, provincial y local. Enforma complementaria se analizaron periódicos ydocumentales de colección privada.Sobre la IdentidadEn el campo de las ciencias sociales, la noción deidentidad ha sido vinculada tradicionalmente a losconceptos de pueblo, nación, territorio, clases, etcétera.También ha sido empleada en relación con loespecífico, a la singularidad individual y colectiva, ala diferencia. Con el cuestionamiento a los conceptosmíticos que acotan su contorno, el concepto identidaddebió ser reformulado. Según Escobar la identidad esahora comprendida como el resultado de muchasconfrontaciones entrecruzadas e inestables, con-virtiéndose así en una estrategia provisional quetraza diferentes contornos según la posición y... la cultura mapuchetiene sus raíces en larelación cotidiana con latierra, transformándoseen un vínculo que haceque los hombrespertenezcan a ella.
image/svg+xmlVoces Recobradas22oposición que asuman las diversas fuerzas en la escenasocial.1En la actual concepción de las ciencias sociales, laidentidad aparece desligada de la idea de esenciaahistórica, existiendo en un campo de permanentequerella dialéctica de lo real y lo simbólico. Partiremosentonces, desde una concepción dinámica de culturae identidad: la identidad es la cultura subjetivada,apropiada por los sujetos y en construcciónpermanente de significados compartidos con otros queopera por diferencia, todo “nosotros” supone un “otros”,en función de rasgos, percepciones y sensibilidadescompartidas y una memoria colectiva común, que se hacenmás notables frente a otros grupos diferentes con los cualesla comunicación encuentra obstáculos2, donde el gradodel “otro” varía según la carga afectiva y la actitudapreciativa.Si la identidad es una construcción social, importaentonces la manera cómo los sujetos la construyen,piensan, sienten y delimitan; la manera en que operanlos sentimientos de pertenencia, losprocesos afectivos y simbólicos en elescenario social; en este casovinculando identidad étnica re-gional a las decisiones políticasrelacionadas con la defensa dederechos sociales fundamentales,para legitimar luchas de deter-minados actores sociales en con-textos de dominación y de relacionesde poder desiguales. Así entendida,la identidad se transforma en unconjunto de estrategias para generaro mantener límites, para mantenerprivilegios,para cohesionarse y defenderse de agresionesexternas o para excluir competidores de la estructura delpoder3, es decir, es una estrategia social, por lo tantomodificable. Más que un asunto de valores intrínsecos,la identidad es el resultado de una correlación políticade fuerzas, por eso es -por sobre todo- una instanciapolítica.El proceso de globalización neoliberal haintensificado, potenciado y nutrido las identidades. Lastramas identitarias que nutren nuestra sociedad sondiversas, numerosas y se superponen. Desde pequeñosgrupos a regiones que participan de un mismo ámbitocultural, constituidas por variables como la adscripciónsocial, el origen étnico o de clase, formas deconvivencia e interacción cotidianas, etcétera.En el caso estudiado -mapuches urbanos- el puntode referencia de esas identificaciones tiene límitesreales y concretos que transpone lo simbólico: laidentidad étnica. El análisis de ésta, a su vez, se tornacomplejo con la variable de la migración -entendidacomo posibilidad de acceso a un nuevo universosimbólico- que cobra importancia, pues ha sido unelemento fundamental de la otredad, porque suponeun desarraigo y un cambio en las relaciones sociales.Una de las construcciones sociales por las cualesse expresan las acciones humanas, que pone aldescubierto las manifestaciones culturales, losacuerdos y los conflictos es la identidad, que sepresenta como un camino para abordar la problemáticade las relaciones de poder en las sociedadescontemporáneas. Liliana Tamagno afirma que laidentidad se actualiza y se hace presente en la luchacolectiva por un objetivo común, en la posibilidad deautoestima, reconocimiento y posibilidad de proyectoscolectivos e individuales. En suma, en la posibilidadde seguir soñando4.En relación con la oralituraLa utilización de los testimonios orales hademostrado ser un elemento fundamental del análisishistoriográfico como camino para alcanzar lacomprensión de las relaciones sociales. El testimonio-documento es excepcional cuandorefleja una normalidad tan normalque a menudo resulta invisible: setrata de reconstruir una cultura apartir de la exploración de lasprácticas sociales, recuperando laprioridad de las mismas.La “historia oral” es también uncamino que nos facilita comprenderla trayectoria de los actores sociales ytodo lo inherente a la subjetividad delos mismos, es un instrumentoprivilegiado para la reconstrucción delmundo de las representaciones y lasmúltiples identidades5.El relato es un ordenamiento, un mecanismo quele da sentido a las palabras, tanto a nivel colectivo comoindividual. Las personas utilizan relatos disponiblesy mitos públicos para dar forma a su propia vida, paraexpresar sus sentimientos de algunos significados. Enlos complejos mecanismos de la reconstrucción delpasado, en la estructura del relato que pretendemosrevelar, estarán presentes algunos elementosfuncionales de la memoria como el olvido, lasdesviaciones y los silencios.Generalmente los testimonios orales demuestranla existencia de dos discursos en tensión permanente:el construido sobre determinados patrones ideológicosy otro basado en lo concreto de la vida diaria.Coincidiendo con Daniel James, consideramos que apesar del poder de las ideologías dominantes, lostestimonios de vida tienen el poder de enriquecer consus propios significados, con su propia subjetividad,aquellos discursos establecidos6.Por último, y acordando con Alessandro Portelli,es fundamental darle a la oralitura un sentidoMás que un asunto devalores intrínsecos, laidentidad es el resultadode una correlaciónpolítica de fuerzas, poreso es -por sobre todo-una instancia política.
image/svg+xmlVoces Recobradas23innovador en los albores del siglo XXI, es decir,fortalecer la función militante de la “historia oral” enla conformación de fuerzas para enfrentar el modeloneoliberal vigente7.I) El Centro Mapuche Bariloche.De la etapa fundacional a la luchapor la liberación nacional:1982-1989El crecimiento demográfico de San Carlos deBariloche tuvo como componente fundamental, a lolargo del siglo XX, las migraciones provenientes deotras regiones del país y las continuas corrientes depobladores rurales de la misma provincia de RíoNegro.Este proceso se acentúa a partir de 1950,coincidentemente con el desarrollo de la actividadturística de la ciudad. Paralelamente se desencadenauna lenta pero constante apropiación privada de tierrasfiscales en la Línea Sur*, que desplaza a los habitantesoriginarios hacia las zonas urbanas.Esta situación se agrava y se aceleraa partir de 1980, por dos motivosprincipales: la caída del precio de lalana, que afectó particularmente alpequeño criancero; y la sucesión degrandes nevadas que produjeron lamuerte de miles de animales,decidiendo, en muchos casos, lasuerte del sector.La migración intraprovincialcontribuyó en gran medida alcrecimiento intercensal en el período1970-1980**, lo que relativizó aúnmás la idea “postal” de un Bariloche europeo.Nosotros llegamos cuando comenzó la malaria, en el81, cuando a mi padre los “turcos” lo echaron del campocomo puestero. Decían que “no hay plata, no te podemospagar”, y ningún peso le dieron. Perdimos los pocos animalesque tuvimos(Blanca H., mapuche, 37 años).Primero se vinieron nuestros primos, hermanos,parientes más viejos; después fuimos llegando nosotros,porque en ese entonces era más fácil conseguir trabajo aquí.No tuvimos otra que malvender los bichos y caerles a unosfamiliares nuestros que se habían venido antes. Lo que nosmató fue la nevada del 84. (Ignacio P., Mapuche, 58 años)A pesar del desarraigo, el vínculo con el ámbitorural se mantuvo. No sólo por los lazos de parentescos,sino a través de diversas actividades participativascomo los trabajos comunitarios en época de esquila,festividades y celebraciones. El vínculo entre la tierra(mapu) y su gente (che) sigue siendo el elemento quele devuelve significado a la vida cotidiana de losresidentes urbanos.En rasgos generales, el proceso de usurpación detierras indígenas comienza a principios de siglo. Hacia1920-1930, comerciantes de origen sirio-libanés logranlos primeros títulos de tierras “libre de ocupantes”,requisito esencial para iniciar la tradición de la venta.A los pobladores originarios se los contrata como“puesteros”, figura legal que restringe al campo laboralun problema más amplio, ya que el despido delpuestero significará el traspaso de la propiedad anuevas manos.Con la ley provincial de reservas de 1970 selegitima la usurpación, a la vez que comienzannumerosos litigios judiciales (solicitudes de desalojo,principalmente).En los años 80 se suma el fenómeno de los ricos yfamosos del Jet Setmundial, que compran las tierraspor interés “ecológico”, justamente en “áreas críticas”,es decir, aquellas que presentan situación legal de altoriesgo.En este marco comenzaron a gestarse las primerasmuestras de solidaridad entre distintos sectorespolíticos y sociales, en sintonía con la re-politizacióncreciente que acompañaba la retiradapos Malvinas de la dictadura militar:En las reuniones del PartidoIntransigente, comenzamos a formardistintos frentes de trabajo. Una de lascuestiones que saltó enseguida fue lasituación por la que estaban atravesandolos mapuche. Tomamos el tema como algodel partido, para discutir ideas, alprincipio no teníamos en claro losobjetivos. Sabíamos que había dis-criminación y problemas con las tierrasy nada más. (Hugo R., miembrofundador no mapuche, 42 años)La iniciativa en el seno del Partido Intransigentefavoreció la incorporación de interesados en trabajaren el tema. Las reuniones se hicieron más numerosasy pronto los límites partidarios se demostraronestrechos, no sólo por el control que pretendía ejercerla mesa del partido sobre las actividades desarrolladas,sino también porque las intenciones de crear unaorganización independiente eran concretas:Las personas utilizanrelatos disponibles ymitos públicos para darforma a su propia vida,para expresar sussentimientos de algunossignificados.www.aumz.uni
image/svg+xmlVoces Recobradas24Junto con un par de compañeros veíamos que no eraético seguir juntando las cosas: a pesar de que la gente quese acercaba a las reuniones abiertas sabía que éramosafiliados, pensamos que lo mejor era, sin dejar de militar enel P.I., hacer algo más abarcativo”. (Hugo R.)La ampliación de la convocatoria, por parte de laincipiente organización favoreció el acercamiento deun heterogéneo grupo no mapuche:Al principio venían todos: mormones buscando clientes,evangelistas, folkloristas que lo único que querían eraaprender un par de palabras en mapuche para bautizar susgrupos musicales.(Francisco D., miembro fundador nomapuche, 60 años)Inicialmente se analizaba la cuestión de ladiscriminación en general, en base de lectura yepisodios vividos o conocidos por los participantes.Paulatinamente las reuniones cambiaron el ángulodel enfoque. Numerosas personascon emergentes socioeconómicosconcretos: derivados del cercadode tierras fiscales en parajesrurales, abusos de los grandesestancieros en la comercializacióncon las familias campesinas yexplotación de la mano de obra,entre otros, comenzaron a parti-cipar:En mi caso, me arrimé porque aunos familiares de Pilquiñiyeu DelLimay los querían desalojar, por laconstrucción de la represa que elgobierno quería hacer y que les iba ainundar todo. Los hermanos mepidieron si no conocía a alguien queles diera una mano. Yo había sentidode la movida del Centro, pero no mehabía llamado la atencióny eso quefuncionaba frente de mi casa, yo nienterado. (Alfredo P., mapuche, 54años.)A nosotros nos sacaron de nuestras tierras deAnecón Grande, mi abuelo, mi tatarabuelo, todos habíanvivido allí. De pronto un día apareció un gallego con lospapeles de propiedad y empezó el lío. Al año yaandábamos por aquí buscando laburo. Una vez escuchéen la radio que se hacían reuniones y empecé a venir aver qué pasaba”. (Florinda Q., mapuche, 45 años)La urgencia de buscar respuestas a desafíosinmediatos inició en muchos de los mapuche elproceso de autorreconocimiento. El sentimiento deinjusticia cometido por otros sobre familiares yconocidos considerados como propios fue el primerpaso de la organización. Los mecanismosadaptativos utilizados a modo de “estrategias desobrevivencia” iniciales, como la represión deexpresiones de pertenencia -ocultando el uso de lalengua propia y disimulando las formas en elmanejo de la lengua dominante- y la auto-desvalorización propia del miedo al prejuicio y ladiscriminación dieron lugar a actividades decompromiso más activo, motorizado por lanecesidad:Yo, antes, ¡qué iba andar por ahí diciendo que eramapuche!, no tenía conciencia... en el colegio todos mecargaban por el apellido, pinchila, pinchila, me decían,¡como para sentirme orgulloso!.(Alfredo P.)En la escuela no existíamos, nos decían: “ paisanode mierda” o “no seas indio”, como algo insultante, hastalos mismos maestros, viste, como mucha gente lo hacetodavía hoy.(Clementina C., mapuche, 44 años.)Paralelamente ingresan a la organización exmilitantes del Partido Comunista, del PeronismoRevolucionario y del sindicalismo combativo,además de miembros de orga-nizaciones de derechos humanos:Pensamos en construir unproyecto político que sintonizara conalgo más grande, un frente amplio quese opusiera a la dependencia hacia laque marchaba el país; y para esoteníamos que comenzar a sumar atodos los sectores explotados: indios,negros, blancos pobres, campesinos,etcétera.(Miguel G., no mapuche,49 años.)El Centro Mapuche Bariloche(CMB) se constituyó formalmenteel 28 de noviembre de 1983. Entresus objetivos iniciales se plantean:la defensa y el desarrollo de lascomunidades mapuche, el apoyo alos desarraigados de su comu-nidad, la defensa del derecho de lapropiedad de la tierra, larecuperación del patrimoniohistórico, la lucha por mejorescondiciones de vida y el apoyo para la superaciónde las secuelas del genocidio y etnocidiomanifestadas en la usurpación de las tierras de lascomunidades8.Ante la falta de una sede permanente, seestablece como propósito crear en Bariloche la Casadel Mapuche, cuyo objetivo sería el apoyo yasesoramiento en distintas áreas a los pobladores entránsito por esta localidad,especialmente losprovenientes de la Línea Sur9.El paso siguiente consistió en realizaractividades orientadas a abrir el CM a lacomunidad. La visita a las escuelas, donde seexponía el problema del pueblo mapuche pormedio de videos y debates con los alumnos, fue unaactividad muy acertada, ya que el desconocimientoLa urgencia de buscarrespuestas a desafíosinmediatos inició enmuchos de los mapucheel proceso deautorreconocimiento. Elsentimiento de injusticiacometido por otrossobre familiares yconocidos consideradoscomo propios fue elprimer paso de laorganización.
image/svg+xmlVoces Recobradas25que hasta entonces los jóvenes tenían respecto desituaciones que aparecían como ajenas daba lugar, enmuchos casos, al gradual reconocimiento de unarealidad familiar:Me empecé a interesar por lo nuestro en la escuela.Sin poner mucho entusiasmo, los debates con la gente delCentro me despertaba cosas, me acuerdo lo del significadode mi apellido; nunca me habían dicho que mi apellido eramapuche, que mi familia siempre lo fue y que no noshabíamos dado cuenta.(Cristina A., mapuche, 35 años)Cabe señalar que la escuela, si bien históricamenteimpactó entre los mapuche con su función culturalhomogeneizante, también les permitió apropiarse deesta herramienta, convirtiéndose en un bien necesario,un vehículo de reencuentro generacional y de hacermás cercana la lejanía de lo propio.Como nexo entre la ciudad y el campo fueimportante el programa semanal del CM en RadioNacional Bariloche -de tendencia “progre” poraquellos años- por medio de la cual se comunicaba laesperada visita de integrantes del CM a los parajes.Esto último fue el fruto de un debate interno quepriorizó el contacto con los pobladores rurales con elobjetivo de buscar formas de organización. Se decidióextender la acción del CMB hacia la Línea Sur. En lalocalidad de Ingeniero Jacobacci se realizan losprimeros encuentros de lo que luego sería el ConsejoAsesor Indígena (CAI).El CAI surgió como iniciativa de algunosintegrantes del CM que consideraban prioritarioprofundizar el rumbo de toda organización popularen dirección a luchas sociales más ambiciosas y,además, pretendía la formación de un cuerpo dedelegados rurales.El CAI como organización autónoma nace del CM; enlas reuniones que convocaba en Jacobacci iba gente de losrincones más alejados, del pueblerío más chico; entonces seplanteó el objetivo, que iba a ser el de mejorar la situaciónconcreta del campesinado, organizar cooperativas deconsumo y producción para lograr mejores condiciones deventa, independientemente de su condición étnica. (Miguel G.)La crisisEn la medida que el propósito ideológico del CAI-desarrollar un movimiento político- significaba lasupremacía del planteo social, la cuestión étnico-cultural cobró impulso. Es que los organizadores delCAI visualizaban como primordial la variable social;la inserción como clase social subalterna, por encimade los rasgos culturales y étnicos específicos.El CAI -aún llamándose así- planteaba losproblemas genéricos como problemas delcampesinado y que la “causa mapuche” no debíaconvertirse en “contrarrevolucionaria”. Criticaba alCM -en el que participaban muchos de sus miembrosmapuche- por sus posturas “indigenistas”, que nopretendía cambiar el sistema y sí hacer asistencialismoy “recordatorio”, es decir lamentarse por el pasado:Cuando comenzamos a trabajar en el proyecto deliberación estructural, algunos hermanos se alertaron,principalmente porque no comprendían el sentido de lalucha, no veían más allá. (Enrique L., mapuche del CAI,39 años.)Me daba cuenta que el CM se olvidaba de la pata centralque le daba sentido, no había cabida, casi, para lasmanifestaciones culturales, algunos hasta decían que hablaren mapuche por radio era sectario. Además, algunoshermanos planteaban ¿por qué no nos llamamos Centro delos Marginados, entonces? (Alfredo P.)Algunos de nosotros planteábamos la imposibilidad dealgún tipo de reivindicación de la causa mapuche si nosdespegábamos de los sectores trabajadores, pero a la vezteníamos en claro que la condición de ser mapuche leotorgaba una característica diferente a cualquier otrocampesino; además si había en la gente necesidad dereivindicación cultural no la veía nada mal.(Hugo R.)Comenzaban así, a sentirse los efectos de uno delos genes fragmentarios clásicos del “zurdismo”,enfermedad infantil del izquierdismo: la falsaantinomia etnicidad-clases sociales, que olvida laposibilidad de pertenencia a ambas categorías y quemuchas veces la alternativa de reconocerse en una,lleva a desarrollar estrategias correspondientes a laotra. En este sentido concordamos con LilianaTamagno en que las identidades étnicas, de clase oreligiosas, se neutralizan o refuerzan según elcontexto10.Otro factor de discordia ocurrió durante lacampaña “Una oveja para un Hermano”, llevadaadelante por el obispo Esteban Hesayne, a partir de1985. La misma intentaba paliar la grave situación delos pequeños ganaderos a raíz de las grandes nevadasdel año anterior11.Con el financiamiento de la organizaciónalemana Misereor, se formó un grupo depromotores para la Línea Sur, equipados concamionetas y hormigoneras, con el fin de contribuiral desarrollo de cooperativas. Miembros del CAI,www.aumz.uni
image/svg+xmlVoces Recobradas26en calidad de promotores y coordinadores rentados,comenzaron a ser cuestionados abiertamente por sus“actitudes vanguardistas” e inconsultas, por parte delCM.En este marco, una serie de factores económicosalteraron el funcionamiento de las nacientescooperativas; a la crisis regional-vinculada íntimamenteal fenómeno meteorológico y a la cual se sumaba laimprevisión e improvisación del gobierno provincial-se agregaba la paulatina caída del precio internacionalde la lana y las medidas proteccionistas de los paíseseuropeos12.Por otra parte, el fracaso del plan Austral con elconsiguiente proceso inflacionario, provocó elendeudamiento a largo plazo de algunos productorescon compañías exportadoras “aseguradoras” (que, segúnlos testimonios, funcionaban como verdaderasfinancieras), además los subsidios otorgados por laprovincia no sólo se entregaron devaluados en su monto,sino que al ser facilitados indiscriminadamente y poranimal perdido, favoreció a los grandes propietarios dela región.La caída de las expectativas despertadas por la“primavera democrática”, a partir de 1987-desocupación,peligro del retorno autoritario- contribuyó igualmente alcansancio militante que comenzó a afectar al CM:Las reuniones hasta 1987-88 nunca bajaban de 60-80personas, entre mapuche y huincas, a veces más, cuando seelegían autoridades del Centro, después eran 10 o 20; yo creoque las discusiones internas desgastaron a mucha gente quetenía ganas de hacer algo, (...) aunque también cada uno denosotros comenzó a tener quilombos propios ya sea porquecomenzaba a escasear el laburo o no llegaba a fin de mes.Participar se convertía en algo secundario. (Dora R.,mapuche, 54 años.)En un sector de la institución comenzó a cobrarfuerza la idea de que el fracaso en la solución de losproblemas puntuales del campesinado indígena o ladispersión participativa no se debía tanto a la coyunturainternacional o al contexto político nacional, sinoprecisamente al olvido de la cuestión cultural y étnica.Con relación a este punto, un hecho significativo loconstituyó la edificación de la sede definitiva del CMB,que anunciaba la nueva etapa de relaciones extrainstitucionales; ahora dirigidas a establecerlas con elpoder político local, provincial, nacional y organismosno gubernamentales. El municipio local cedió en carácterde donación una fracción de 25 metros de frente por 60de fondo, para la construcción de la “Casa del Mapuche”,motivada por la necesidad impostergable de brindar unmínimo de acción social a quienes fueron los verdaderos dueñosde las tierras que habitaron, hasta su anexión por parte delEstado nacional13.La Secretaría de Desarrollo Social de laNación realizó un aporte que permitió construir unedificio de dos plantas de 160 metros cuadrados,terminado en 1989.En forma simultánea los dirigentes del CMB seconectan con otras organizaciones mapuche,fundamentalmente de Chile y Neuquén, a partir deencuentros, seminarios y congresos indígenas:Ahí comenzamos a reformular algunas cosas, a partir delaporte de hermanos con más experiencia en la organización, quehablaban de Territorio, no de tierras; de Pueblo, no de gruposmapuche. (Alfredo P.)Comencé a notar que nos habíamos quedado mucho desdeque logramos la sede. Parecía que muchos compañeros hermanosse conformaban con un lugar y un sello.(Celestina B., mapuche,34 años.)Mostrando capacidad de relacionarse políti-camente, los dirigentes mapuche se van apropiando deaquellos elementos que refuerzan su poder al interiorde la institución. De esta manera, el proceso delegitimación se orientará a partir del reconocimientoexterno de organizaciones similares, ONG y el Estado,en un proceso de diferenciación que favorece elenfrentamiento intraétnico. En sintonía con el nuevocamino se inicia un velado cuestionamiento de laparticipación de “huincas” que produce el alejamientode algunos de ellos. Esta medida -evidentementecontradictoria en una organización que había surgido ainstancias de “blancos”- ocultaba diferencias más bienideológicas que étnico-culturales.www.aumz.uni
image/svg+xmlVoces Recobradas27II) De la lucha por la liberaciónnacional a la etapa dedesconcierto general (1989—)La relación con el EstadoMe enseñaste el lenguaje, y de elloobtengo el saber maldecir, “la roja plagacaiga en tí, por habérmelo enseñado”.(De Calibán a su amo, en La Tempestad,de W. Shakespeare)Las contradictorias relaciones entre losmapuche y el Estado derivan en parte de que esteúltimo es el interlocutor central de las demandas yreivindicaciones de aquéllos. El poder político,desde el siglo pasado, ha creídofundamental “encauzarlos” pormedio de la educación, tendiendoa diluir el peso de los factoreseconómicos y sociales causantesde la situación de subalternidad.Por un lado se los invita aorganizarse e incorporarse a lavida nacional, pero por otro secorrompe, reprime a sus nacientesorganizaciones, se capta a susdirigentes o se ejerce la do-minación a partir del controlcultural.Este integracionismoasistencial-paternalista favorece ladiscriminación encubierta en unasociedad que demuestra lacoexistencia de la igualdad de derechoy la desigualdad de facto15.Muchos mapuche que viven en la ciudadpiensan al Estado como una instancia de ayudainmediata en caso de emergencia. El siguientediálogo, grabado de una FM local durante lanevada de 1993, manifiesta la representación delpoder político como herramienta esporádica quehay que utilizar:Periodista: -¡Todavía no le vinieron a sacar la nievede la puerta de su casa, abuelo!Abuelo mapuche: -No. No vino nadie todavía.Periodista: -Acá hay como un metro de nieve ynadie de la municipalidad mandó a pasar la máquina...Abuelo mapuche: -¡No, deje nomás señor!,mientras la nieve esté, la municipalidad no va a tenerotra que ayudarnos y la gente nos va a mandar ropa ycomida16.La relación entre el CMB y el poder político seconcretó por medio de diferentes subsidios ydonaciones, solicitudes que se activaron a partir dela elaboración de distintos proyectos. En primerlugar, la actividad desarrollada por el CAI esasumida por el Ente de Desarrollo de la Línea Sur,delegación del gobierno provincial para el cualcomienzan a trabajar miembros del CAI:Muchos de los más batalladores se reciclaron en elEnte. Ahí sonó la famosa independencia del CAI, quecomenzó a andar a la deriva como el CM. (Germán L.,mapuche del CAI, 35 años.)El equipamiento de la sede del CM demandóunos 6.000 dólares, en su mayoría aportados porla Secretaría de Desarrollo Social de la Nación.A su vez, el municipio decide financiar laenseñanza de la lengua y la cultura mapuche, enla Escuela Municipal de Arte La Llave17.La organización se fue metiendo bajo el paraguasde los políticos; no hay proyección de ningún tipo; laguita que fue entrando por los cursos dictados, paraviáticos de congresos o para equi-pamiento -que no me parece mal,porque es un mango que le sacás a estesistema de mierda que de cualquierforma lo va a despilfarrar- fuegenerando roces entre los que cobrabany los que no cobraban, porque todosiban a las reuniones y no había unaexplicación clara de hacia dónde seiba”. (Federico R., mapuche, 37años.)En la reorientación de lasestrategias relacionales, al CMBse le planteó el dilema de saber sien el pantanoso sendero queescogía en sus vinculacionespolíticas, tomaba el rumbo deCalibán o de Malinche.Conflictos institucionalesCoincidentemente con el rumbo emprendido,en el CM comenzaron a notarse las diferencias decriterios y actitudes entre “dirigentes” y“miembros”. La organización de actividadesdirigidas primordialmente a la sociedad “blanca”eran acompañadas por la lógica eficientista quetomaba, y comenzaba a perder representatividaddentro de la sociedad mapuche que había sentido ala institución también como un espacio de encuentroy esparcimiento social.El CMB comenzó a perder operatividad social;las desvinculaciones interiores demuestran laexistencia de proyectos distintos:De mi parte hay una idea de organización que no latengo muy definida, pero que es abierta, como asociacióncivil qué es y cómo nació. Yo creo que en primerainstancia hay que sumar gente a algo que hoy no se sabecómo es, pero hay que pensarlo. No creo que tengamosque hacer el diseño y luego salir a buscar voluntades parallevarlo adelante.(Andrés P., mapuche, 33 años.)...comenzamos areformular algunascosas, a partir del aportede hermanos con másexperiencia en laorganización, quehablaban de Territorio,no de tierras; de Pueblo,no de grupos mapuche.
image/svg+xmlVoces Recobradas28Creo que la gente que participe, sea mapuche o no, debeadecuarse a las características que tiene el Centro hoy; nitratarnos de imponernos cosas, ni pasar por encima de la genteque está hace años en esto. (Marcos L., mapuche, 44 años.)Las discusiones comenzaron a ser ya no ideológicas,sino personales. El punto de fractura lo constituyó elcierre de la institución a los reclamos de mayor actividaden las zonas rurales, por parte de la comunidad:Cuando íbamos a la radio a anunciar alguna charla, sobrecultura o alguna conmemoración, nos llamaba todo el mundoy nos preguntaban qué estábamos haciendo con el tema de losjuicios por desalojo en Villa Llanquín o en Paso Flores; comoque comenzó a estar extendida la opinión de que el CM norepresenta la identidad mapuche en la región.(Federico R.,mapuche, 35 años.)Las asambleas para nombrarautoridades dejaron de realizarse, aligual que los balances contablesanuales -con la consiguientedesconfianza y dudas que estogeneró- y la falta de mecanismostransparentes de representacióncontribuyó a la falta de visualizaciónde una Institución que favoreciera elautoencuentro de muchos que son y nose sabenmapuches.La institucionalidad está en crisis;hay una fuerte diferencia entre quienestrabajan y quienes se ocupan enteramentede participar en encuentros nacionales einternacionales, los que pueden ir a todaslas reuniones; hay algunos que trabajamosy no podemos asistir a todas las actividades y eso define unabuena cantidad de decisiones inconsultas que se toman.(Andrés P.)Creo que el problema central es que el CM sufre de unaorfandad ideológica que los traba, no los deja avanzar y al notener objetivos definidos, andan errantes.(Darío D., nomapuche, 37 años.)Algunos de los muchachos del Centro piensan que laidentidad es una cosa objetivada, alejada de nosotros y quehay que alcanzar; en el sentido folklórico, un poncho, una vasija,por ejemplo; yo los veo a la deriva, funcionando en una actitudde sumisión ante quien los banca.(Hugo R.)Esta desmovilización autodestructiva18fue advertidapor otras organizaciones indígenas del país, querompieron relaciones con el CMB19; en tanto éste iniciabanexos económicos con ONG dependientes del BancoMundial.La profesionalización militante indígenageneró -especialmente en la última década- un alejamiento demuchos mapuche, cuya idea es queesa gente que se poneuna vinchita los 12 de Octubre, utilizan subsidios a ladesocupación encubiertos (Celestina B.). Sumado a esto elmalestar que genera la escasa o nula utilización de lainfraestructura de la Sede para los fines originales o delcamión que se destina a satisfacer necesidades personalesde miembros de la institución.En el último lustro un sector del CM intenta cambiarla situación jurídica de la institución -Asociación Civilsin fines de lucro- acogiéndose a los beneficios de laresolución 4811. Esta norma, destinada a favorecer elfuncionamiento legal de las comunidades ruralesindígenas, ampara la propiedad comunitaria de losbienes de una organización de estas características. Porlo que se puede determinar la importancia que adquierepara algunos miembros del CM: en vez de abrirse, conla transferencia de bienes a personas con nombre yapellido, se fomenta la petrificación institucional20.Amistades peligrosasLas vinculaciones con el CMB yel Banco Mundial -fenómeno que noes exclusivo de esta institución- através de las ONG financiadas por esteúltimo, complejizan aún más elpanorama. Por medio de innu-merables organizaciones, congresos yseminarios, se convoca a las agru-paciones indígenas para discutir yelaborar proyectos relativos al“Desarrollo Sustentable”, a “laautogestión del pueblo mapuche” o al“derecho a la diferencia”.Estas organizaciones internacionalestiran un manguito para lavar conciencias.El tema es que si tenés en claro para dóndevas, para quiénes trabajás, no está mal queaproveches una prebenda del enemigo. Esa guita se podría usarde acorde a tus objetivos. Ahora, me parece que te tiran unosmangos porque te ven a la deriva, justamente, le sos funcionala sus intereses.(Franco H., mapuche, 38 años.)Las Naciones Unidas manda mucho dinero para las ONGpor el decenio de los pueblos indígenas. Entonces hay una luchapor acceder a ese dinero que fomenta el surgimiento de líderesque entran en esa competencia y se convierten en diplomáticosindígenas. (Enrique L.)¿Qué puede haber detrás de la iniciativa del BancoMundial? Por las características que adquieren estosencuentros, algo factible de ocurrir es el predominiopaternal de las organizaciones indígenas21, a su vez, hayquienes piensan que a los objetivos de la globalizacióneconómica, los Estados Nacionales no les son funcionales,estorban la mundialización, por lo que es convenienteintentar conmocionar sus bases. En menor medida, tambiénes considerado este interés, en relación con la teoría deSamuel Hugtington, de que los nuevos conflictos mundialesson ante todo culturales. Más allá de estas hipótesis, elpensamiento de muchos testimonios es que:Cualquier cosa que hagan estos atorrantes del BancoMundial, nunca va a ser para beneficiarnos; nunca dan unapuntada sin hilo.(Víctor A., mapuche, 53 años.)El poder político, desdeel siglo pasado, ha creídofundamental“encauzarlos” pormedio de la educación,tendiendo a diluir elpeso de los factoreseconómicos y socialescausantes de la situaciónde subalternidad.
image/svg+xmlVoces Recobradas29Buscando un rumbo...En un encuentro realizado por el Programa deParticipación de Pueblos Indígenas, al que concurrieronrepresentantes mapuche de toda la provincia, seconceptualizó la identidad como la capacidad para reconocerse,aceptarse, sentirse diferentey entre sus elementos básicos seidentificaron la lengua, la cosmovisión (rogativas, creencias,espiritualidad), el territorio, la historia y la cultura a rescatar, peroadvierten que lo primero es reconocerse como mapuche22.Esta idea es importante en la medida que se puedevisualizar que la defensa de derechos indígenas tiene, comocondición fundamental para hacerlos factibles, definir alsujeto de esos derechos en relación con la situaciónpermanente de privaciones e injusticias en la que vive, tantoen el campo como en la ciudad.Hay un lazo que no puede sersoslayado: la vinculación histórico-étnica de migración del campo a laciudad, especialmente cuando se da lacomunicación entre familiares quehablan mapuche. La lengua delimitaespacios marcados de inclusión yexclusión más en la zona rural que en laciudad, pero en ambas se evidencia lafuerte carga afectiva que contiene. Elbuen manejo de la lengua madre seconvierte así, para los mapuche urbanos,en un factor de prestigio interno y enuna herramienta que facilita lacomunicación con objetivos orga-nizativos entre los ámbitos campo-ciudad. Entre los miembros del CMB no se ha destacadoesta necesidad: a los cursos dictados concurrenmayoritariamente no mapuche, su nivel es básico y suorientación es folklórica, o sea, enseñanza de nombres de pajaritosy plantas, como hacen los coordinadores estudiantiles con losegresados de quinto año cuando les explican significados de palabrassueltas; no hay intención de que la juventud aprenda a comunicarseen lengua. (Franco H.)Una discusión pendiente es la relativa a determinarlos mecanismos de reconocimiento por los cuales el CM ylas comunidades puedan instrumentar acciones concretas,ya que la ley provincial es muy amplia al respecto23.Hay quienes se asumen mapuche desde una vertienteideológica, de la simpatía por los reclamos o por los valoresintrínsecos culturales, pero sin una carga histórico-familiar ogenética si querés, pero yo creo que esto tiene que definirse, nopuede ser tan amplio cuando pensás en relaciones políticas:por ejemplo, mirá si vienen tres o cuatro tipos de Noruega, se“reconocen” como mapuche y piden un pedazo de tierra.(Francisco D.)Yo insisto siempre que la cosa pasa por sentirse uno comoparte de una historia y que la cosa sigue, no termina con nosotros.Es fácil que diga la gente “mirá qué lindo los indiecitos bailando ladanza”, nos ven como algo pasado cuando nosotros debemos lucharhoy, por nuestros problemas del presente; porque yo no quierovolver a las tolderías, yo quiero un lugar para mi pueblo.(Celestina H.)A partir de 1997 el problema social y económico por elque atraviesan las poblaciones rurales entra nuevamenteen escena. De las 7.000 familias mapuche que viven en tierrasfiscales de la provincia, 3.500 están radicadas en el campo,de las cuales la mitad se concentra en los parajes cercanos aBariloche24. El tema fundamental de análisis es la posibilidadde desalojos masivos, producto de decisiones políticas y deíndole fiscal.25El Banco Mundial está poniendo plata para mensurar lastierras fiscales y arma un proyecto para explicarle a la gente decampo sus futuras obligaciones como contribuyente, porque deeso se trata: legalizando la situación de alguna gente, entregándoletítulos de propiedad, los terminásperjudicando, es más costoso políticamentedesalojar a un tipo que acredite cien años enun lugar, que a un contribuyente que no pagasus impuestos.(Víctor A.)Yo creo que ellos tienen derechos desde...antes de nosotros, del español o del criollo.Pero tendrían que reclamarle al Estado porun lugar para todos ellos. Yo también apoyoesa idea.(Juan E., intermediario deinmobiliarias en litigio con los mapuchede Arroyo Las Minas, 56 años.)El derecho a la diferencia -a estarbien lejos- es una de las nuevas retóricasde inclusión- exclusión; del derecho alghetto, de la hipocresía que folkloriza lasdiferencias.En este nuevo marco comienza el desafío actual delCMB: la importancia de generar estrategias que promuevanel placer por el sentimiento de pertenencia:A mí me queda la imagen de mi abuelo, bañándose el 24 deJunio (año nuevo mapuche) casi desnudo en el arroyo Ñireco. Peroeso lo rebobiné después, lo comencé a valorar después que perdí elmiedo al qué dirán, al prejuicio. Como cuando veía a mi abuela queluego de cebarse el primer mate lo tiraba a la tierra y hablaba enlengua todas las mañanas. Pero eso no lo hubiese podido hacer sialguien no me ayudaba a sacarme la venda de los ojos para pelearcontra el olvido y contra los verdaderos enemigos”. (Alfredo P.)Coincidimos con Isabel Hernández cuando, al analizarla identidad enmascarada de los mapuche de Los Toldos,marca que ese universo cultural se recupera gracias a lallegada de una anciana que logra generar situacionescomunicativas, activando mecanismos de recuerdo,revitalizando lo lingüístico y recuperando manifestacionesculturales escondidas u olvidadas26. La importancia delencuentro generacional es un elemento importante en elinicio del proceso de identificación como indígena: elprimero de los pasos para luchar -desde fundamentoshistórico-culturales y luego desde el derecho positivo-por las reivindicaciones que correspondan, partiendo delderecho indígena para lograr relativizar el sistemajurídico que consolida el despojo....estos reclamos formanparte de una luchainconclusa que sedesarrolla más allá delinterés de la culturadominante y en el queestán comprometidosotros sectores más alláde su adscripción étnica.
image/svg+xmlVoces Recobradas30Consideraciones finalesLa coexistencia de diferentes temporalidades históricasen el presente de nuestra región, se ha potenciado en losúltimos años como producto de la tensión entreglobalización e identidad cultural. La aparición del CentroMapuche Bariloche cobró importancia porque en susobjetivos iniciales intentó conjugar la lucha identitaria conla lucha social. Sin embargo, las estrategias de negociaciónllevadas adelante en el espacio social global, prontoderivaron en una desvinculación de dichos propósitos quecomenzaron a presentarse falsamente como antagónicos.Los intentos para conservar su particularidad cultural encontexto de dominación estructural provocaron conflictosinternos motivados por las históricamente contradictoriasrelaciones con el Estado. Los sectores dirigentes han tendidoa homogeneizar social y culturalmente a toda la sociedadcon el objetivo de implementar políticas de modernizacióny desarrollo que niegan la diversidad cultural como partede una compleja red de relaciones sociales, por otro ladootros acercamientos, si bien son respetuosos, no abordan laproblemática en todas sus dimensiones ni atacan susproblemas estructurales, y cuando existe un“reconocimiento” o una “reparación histórica”, ésta se velimitada por las tenues medidas que abarcan una legislaciónavanzada, pero en los hechos inaplicable.Sin embargo, la interacción con el sistema dominantees compleja y los procesos socioculturales son el resultadodel conflicto entre diferentes fuerzas. Nuestra sociedad debedescansar en el reconocimiento y la aceptación de lapluralidad -no de un multiculturalismo fragmentario yconservador- en la convivencia que respete las diferenciasy que luche contra las desigualdades. Es decir, se trata deconsolidar y fortalecer la democracia asegurando ladiversidad y viceversa. Igualmente en el interior de nuestrassociedades se incuban micro espacios de disenso en los quese promueve el derecho a la diferencia -en condiciones deigualdad- cultural. Desde estos “pulmones” es posibledesactivar muchos dispositivos que intentan vaciar decontenido a las organizaciones populares.El carácter conflictivo y muchas veces contradictoriode las reivindicaciones, como en el caso estudiado del CentroMapuche, ponen en peligro su coherencia y hacen peligrarsu éxito. Pero es ese carácter conflictivo el que garantiza susupervivencia: estos reclamos forman parte de una luchainconclusa que se desarrolla más allá del interés de la culturadominante y en el que están comprometidos otros sectoresmás allá de su adscripción étnica.La cuestión del predominio de universos opuestos estáen íntima relación con el grado de poder en un determinadocontexto. Y es en este punto que el CMB tiene la posibilidadde aportar en dirección a una correlación diferente defuerzas, a través de la resistencia y la organización, elementosfundamentales de la identidad.1. Ticio Escobar, “Identidad, políticas culturales eintegración regional” en: Gregorio Recondo (Comp.),Mercosur. La dimensión cultural de la integración, BuenosAires, Ed. Ciccus, 1998, p. 119.2. Mario Margulis, “Cultura y discriminación social en laépoca de la globalización”, en: Bayardo-Lacarrieu (comp),Globalización e identidad cultural, Buenos Aires, Ed.Ciccus, 1997, p.46.3. Dolores Juliano, “Universal-Particular. Un falso dilema”en: Bayardo-Lacarrieu, op. cit.4. Liliana Tamagno, “La construcción de la identidad étnicaen un grupo indígena en la ciudad. Identidades y utopías”,en: Bayardo-Lacarrieu, op. cit.5. Dora Schwarzstein, “Tendencias y temáticas de la HistoriaOral en la Argentina”, en: Entrepasados nº 9, Buenos Aires,1995.6. Daniel James, “Historias contadas en los márgenes: lavida de Doña María: Historia oral y problemática degénero”, Entrepasados nº 3, Buenos Aires, 1992.7. Al respecto ver “Charla con Alessandro Portelli”, en:Voces Recobradas nº 3, Buenos Aires, Instituto Histórico dela Ciudad de Buenos Aires, 1998.* Se denomina así a la zona Centro Sur de Río Negro, queincluye a los departamentos de Valcheta, 9 de Julio, 25 deMayo, El Cuy, Ñorquincó, Pilcaniyeu y Bariloche. Lamayoría de los pobladores indígenas de la provincia estánradicados allí, ya sean parajes rurales, comunidadespropiamente dichas o poblados dispersos a lo largo de laRuta 23.NOTASPor razones de espacio no se incluye la bibliografía.** En 1980 la población de Bariloche era de 50.168 habitantesy en 1991 de 81.130 habitantes, de lo que se deduce que elcrecimiento intercensal de la década fue del 56,9 %,correspondiendo en partes iguales al crecimiento vegetativoy al saldo migratorio positivo. De este último un 25 %corresponde a la migración de origen rural. (Censo nacional1991, INDEC, Buenos Aires,1993.)8. Centro Mapuche Bariloche, Libro de actas, folios 3 y ss.,1983.9. Estatuto CMB, artículo 2º, inciso 18.10. Liliana Tamagno, op. cit.11. “Regionales”, en: Diario Bariloche, 13 de septiembre de1984. Las cifras del ganado muerto por las nevadas varíaentre 10.000 y 50.000 cabezas, según la información. Ladiferencia de los números tiene que ver, posiblemente conel aumento intencional de las pérdidas por parte demedianos y grandes ganaderos, que de esta manera seacogían a los beneficios de los subsidios estatales.12. Centro de Estudios Patagónicos, Dificultades en lacomercialización agrícola-ganadera en la Línea Sur,Bariloche, (mimeo), noviembre de 1987.13. Honorable Concejo Municipal, ordenanza 258-c-86,Municipalidad de San Carlos de Bariloche, 5 de mayo de1986.14. Bonfil Batalla describe la dominación que ejerce en todoslos niveles la sociedad mayoritaria sobre las minorías étnicasa partir del concepto de control cultural, como componentede una matriz que incluye las decisiones y elementosculturales que se toman sobre ellos, organizados en torno a
image/svg+xmlVoces Recobradas31Voces Recobradas31traducciones«Aos poucosestamossendo»A investigação procura destacar os elementosconstitutivos da identidade da SociedadeMapuche na Cidade de San Carlos de Bariloche,a partir das relações estabelecidas pelo CentroMapuche desde sua criação, em 1983, com osetor que conforma a maioria da sociedadeda referida cidade.Analisa-se a estratégia de negociação destainstituição, fundamentalmente o empregodeliberado de elementos próprios da culturadominante com o intuito de conservar suasingularidade étnica e cultural.Do mesmo modo, são analisados os efeitos-especialmente os conflitos- derivados dasvinculações estabelecidas entre o CentroMapuche e os poderes políticos municipal,provincial e nacional, assim como com asdiferentes organizações não governamentais.«Little by littlewe arebeing»In this research, constitutive elements of theidentity of the Mapuche Society in the Cityof San Carlos de Bariloche are tried to makestand out, starting by the relationships thatthe Mapuche Centre established, since itscreation in 1983, with the majority of society.Strategy of negotiation of this institution thatcomprises the deliberated utilisation ofproper elements of the domineering culturewith the purpose of keeping its ethnic andcultural singularity, is analysedEven the effects are analysed -especially theconflicts- derived from the tying establishedbetween the Mapuche Centre and themunicipal, provincial, and national politicalpower, and different Non GovernmentalOrganisations.«Petit à petitnoussommes»Dans cette recherche on essai de accentuerles éléments constitutifs de l’identité de laSociété Mapuche dans la ville de San Carlosde Bariloche, à partir des rapports que leCentre Mapuche a établi depuis sa créationen 1983, avec la plus part de la société.On analyse la stratégie de négociation decette institution que comprit l’emploidélibéré d’éléments propres de la culturedominante à l’objectif de conserver sasingularité ethnique et culturelle.On analysent aussi les effets -spécialementles conflits- dérivés des liens établis entre leCentre Mapuche et le pouvoir politiquemunicipal, provincial, national, et desOrganisations Non Gouvernementalesdiverses.la cultura propia (a la que corresponden decisiones culturalesautónomas) y a la cultura ajena (a la que corresponden lacultura enajenada, elementos culturales propios empleadosbajo decisiones ajenas, y la cultura impuesta, en la queelementos y decisiones provienen de la sociedadmayoritaria). Ver: Guillermo Bonfil, “La teoría del controlcultural en el estudio de los procesos étnicos”, en Arisananº 10, Caracas, 1989.15. Tomamos el concepto de Isabel Hernández, DerechosHumanos y aborígenes. El pueblo mapuche, Ed. Búsqueda,1985, p. 8.16. En: “La Mañana”, programa matutino de F.M. Gente deRadio, 18 de julio de 1993.17. La ordenanza 421-CM-90 (agosto de 1990), hacía unllamado público, entre los hablantes de la lengua, paracontratar al titular del curso. Posteriormente, a instanciasdel CM, se le otorgó a esta institución el poder de nombrara los responsables del dictado (ordenanza 449-CM-94).18. Tomamos el concepto de Isabel Hernández, DerechosHumanos y aborígenes, op. cit.19. Por ejemplo la Organización 11 de octubre, de Neuquén.20. Ver: Resolución 4811, expediente 7760-96, Secretaría deDesarrollo Social, Presidencia de la Nación, Resolución 4811,Expediente 7760-96, Buenos Aires, octubre de 1996.21. Por ejemplo, en el Encuentro “Pueblo, territorio,consentimiento”, organizado en el Hotel 5 estrellasEdelweiss de Bariloche, durante septiembre de 1997, seplanteó las posibles ventajas que tendrían los pueblosindígenas de contar con territorios autónomos. Dentro deesta corriente de pensamiento se encuentran las posturasde algunas agrupaciones indígenas que reclamanautogestión y autodeterminación... sin democracia interna.22. Encuentro del Programa de Participación de PueblosIndígenas, Informe final, Jacobacci, 4, 5 y 6 de julio de 1997.23. “Se considera “indio mapuche” a todo aquel individuoque, independientemente de su lugar de residencia habitualse defina como tal, y sea reconocido por la familia,asentamiento o comunidad a que pertenezca en virtud delos mecanismos que el pueblo mapuche instrumente parasu reconocimiento”, Artículo 2º, Ley Integral del Indígena2287, diciembre de 1988.24. Según datos aproximados de la Coordinadora delParlamento del Pueblo Mapuche, ONG en la que participanrepresentantes de 11 reservas, 7 centros urbanos y el CAI.Cabe aclarar que en el próximo censo nacional se esperarealizar el primer censo indígena que arroje datoscuantitativos precisos, evitando confusas preguntas encensos similares de otros países latinoamericanos del tipo¿De qué nacionalidad es usted, chileno o mapuche?25. “Pablo Verani anunció la constitución de un fondofiduciario al cual se le transferirán los cuatro millones dehectáreas de tierras fiscales de la provincia: esta iniciativatendría como objetivo resolver los problemas financierosprovinciales y se utilizarían las tierras como garantía de losposibles créditos a tomar”, periódico Línea Sur, El Bolsón,marzo de 1998.26. Isabel Hernández, “La identidad enmascarada. Unmodelo extrapolable” en: I. Hernández, La identidadenmascarada. Los mapuche de Los Toldos, Buenos Aires,Eudeba, 1993, pp. 267 a 293.