image/svg+xmlVoces Recobradas3232Voces RecobradasEl día esperado...25, 26 y 27 de agosto de 1999IV ENCUENTRO NACIONAL DE HISTORIA ORALTrabajo presentado en elEleccionesAutorNorma G. ÁlvarezFacultad de Humanidades y CienciasSociales U.Na.M.El día esperado... Elecciones
image/svg+xmlVoces Recobradas33a historia política en las últimas décadas ha co-brado un renovado vigor y, dentro de lasinvestigaciones que se llevan adelante, los estudiosreferidos a las prácticas electorales se han convertido enuno de los temas centrales. Las nuevas perspectivas deanálisis, que van más allá de una investigación sobreresultados electorales o conformación de grupos dedirigentes, permiten abordar otros aspectos tales comoel papel de las mujeres en la participación política, lasrelaciones que se establecen entre los diversos sujetos;el impactode la tecnología en los estilos de comunicación y lapropaganda política. Estos estudios sehan vistos estimulados por lanormalización de la vida democrática,dado que las elecciones pasan a ser uninstrumento importante en lasdemocracias representativas.En la Argentina, los estudios sobreparticipación y prácticas políticas,donde las electorales están siendoanalizadas, particularmente, en elperíodo que transcurre entre el sigloXIX y las primeras décadas del XX,ocupan un lugar destacado. En lahistoriografía regional, no obstante,aún no se registran estudios deproblemáticas similares y, en sumayoría, los trabajos publicados oinéditos abordan temáticas más ligadasa procesos institucionales, a laformación y funcionamiento interno delos Partidos Políticos y al estudio del discurso de losdirigentes partidarios.Así, se encuentran pendientes estudios que -desde lahistoria- aborden los procesos electorales en tantofenómenos sociales complejos en los que -más allá del actoconcreto de emitir el sufragio el día del comicio- revelen latrama de relaciones sociales que se construyen a través deltiempo y en la que, dirigentes, punteros y militantes, pugnanpor la obtención de espacios de poder; establecen relacionesde solidaridad y -finalmente- intercambian “favores” por“votos”.Nuestra propuesta de trabajo se orienta al abordaje deeste aspecto de la historia política, como aporte para futurostrabajos, en un espacio aún vacío de informaciónsistematizada. En tal sentido, la presente comunicaciónpresenta una descripción etnográfica de dos prácticaspolíticas electorales: el “sistema de corralón” y el “acarreode votantes”.La historia electoral de la Provincia de Misiones es muycorta. Como Territorio Nacional, su vida política seencontraba limitada a la participación electoral de losPartidos Políticos en los ámbitos comunales. Unatransformación en la vida política de los territorios se iba aproducir a partir de la puesta en vigencia de la ConstituciónNacional de 1949 que, en su artículo 82, otorgaba laampliación de los derechos políticos, permitiendo laparticipación de sus habitantes en la política nacional a travésdel sufragio, para la elección del presidente y vicepresidentede la Nación. En 1951, los habitantes de Misiones intervienenpor primera vez en una nueva experiencia política.En 1953, la sanción de la ley 14.294 convierte alTerritorio Nacional de Misiones en Provincia. Esamodificación del statusjurídico transforma a sus habitantesen ciudadanos políticos al otorgarles el derecho de elegirsus propios gobernantes. En este contexto histórico, elperíodo a investigar transcurre entre 1955, fecha de laprimera experiencia de participaciónelectoral donde los ciudadanos eligen asus representantes para el gobiernoprovincial, y las elecciones de 1995, últimaelección donde rigió la Ley de Lemas parala elección de gobernador y vice.1El abordaje del estudio de lasprácticas electorales nos pone frente adeterminadas categorías conceptualesque permiten mostrar cómo se establecela relación entre los sujetos partícipes delas mismas: punteros, dirigentes y electores.Tales relaciones, se constituyen comorelaciones de poder, dominaciónyreciprocidad; relaciones que en este estudiolas catalogamos de clientelares.Siguiendo a Foucault, nos interesaponer énfasis en el sujeto que seencuentra sometidoa otro a través delcontroly la dependenciay no en aquel quese encuentra sujeto a su identidad por laconciencia. Aún cuando, tanto uno como otro, se enmarcanen formas de poder que someten2, nuestra exploración delas relaciones clientelares, pone en el centro del análisis asujetos que someten a otros sujetos. En estas relacionesclientelares se advierte la existencia de estrategias,entendidas como un conjunto de procedimientos,tendientes a controlarlos por medio del otorgamientode determinados beneficios.Para cerrar este apartado, debemos señalar que enla medida que se plantea en esta investigación un nuevoLEn 1953, la sanción de laley 14.294 convierte alTerritorio Nacional deMisiones en Provincia.Esa modificación delstatusjurídicotransforma a sushabitantes enciudadanos políticos alotorgarles el derecho deelegir sus propiosgobernantes.
image/svg+xmlVoces Recobradas34enfoque, que tener en cuenta las relaciones que se danentre los sujetos, se propone también, edificar unahistoria donde se conjugue un análisis desde losdocumentos y desde la memoria de los diversosprotagonistas. De este modo, también enfrentamos losproblemas derivados de la escasa disponibilidad defuentes escritas relacionadas con esta problemática, eincorporamos en forma sistemática, fuentes orales.La construcción de fuentes orales está diseñadasobre la base de tres tipos de informantes: a) dirigentes,b) punteros y c) militantes de base [afiliados, adherentes,etc.]. A partir del trabajo con estas fuentes es posiblecotejar la información mediante dos cruces. Uno, entrela información proporcionada por los diferentesinformantes y otro, entre los testimonios orales y losdocumentos escritos.“Bajar de la sierra”y establecer el CorralónSi bien, la UCR y el PJ cuentan con una estructura depoder institucionalizada y ajustada a sus Cartas Orgánicas,una lectura más cuidadosa de sus dinámicas defuncionamiento permite distinguir al menos dosprotagonistas fundamentales que operan en ese contexto,más allá de lo que establece la distribución formal del poder:los dirigentesy los punteros. Una parte fundamental de lavida política electoral se articula alrededor de estos dossujetos, quienes, durante las campañas electorales y el díaprevisto para emitir el voto, ponen en juego una serie deestrategias tendientes a obtener el máximo apoyo electoral,con la finalidad de que su partido acceda al gobierno.En Misiones, con el transcurrir de los años, algunasformas de hacer política se han perdido, y hoy sólopermanecen en la memoria de quienes participaban en lascampañas y actos electorales; otras, en cambio, han mostradosu persistencia hasta prácticamente los primeros años de ladécada del 90. Así, desde la época de Territorio Nacional,cuando los misioneros sólo participaban en las eleccionesmunicipales, subsistió, particularmente en determinadaszonas de la provincia, una práctica electoral reconocida porantiguos dirigentes y militantes de épocas anteriores, con elnombre de sistema de corralón:En aquella época [recuerda cuando empezó a militar,entre el 35-38]habían los famosos corralones que se hacíanen las épocas de elecciones; recuerdo uno al que concurrí queestaba en Bolívar y Ayacucho,[Posadas]. Después había otroslugares.3Bueno, nosotros decíamos el corralónantes, porque seocupaba antes para... se alquilaba un galpón grande y se llevabaa toda la gente; se hacían asado, música, y desde ahí se lesllevaba a votar y a eso se le llamaba el corralón.4Las imágenes del corralón, que presentan lospolíticos que militaron antes de 1950 y durante lasdécadas del 50 y 60, son ilustrativas para mostrar cómose desarrollaba la actividad electoral el día de votación.Esta práctica electoral tenía su correlato en otrospaíses latinoamericanos. Así, en un análisis sobre elpatronazgo y la política en el Brasil durante el siglo XIX,Richard Graham sostiene:“El día mismo de las elecciones los patronesconvidaban a los votantes con ‘finas exquisiteces’. Cuandolos jefes políticos reunían a sus agregados y dependientesen el pueblo, a veces solían intentar aislarlos como si fueraen un corral, para evitar que sean tentados a aceptar unvoto del campo opositor a cambio de dinero u otrasrecompensas.”5El concepto “corral”, indicado por Graham, da ideade espacio cerrado y controlado. Espacio donde los políticospueden “cuidar” a los electores que han reunido enlas horas previas y lugar desde el cual los llevan avotar el día del sufragio.Así mismo, cuando Alain Rouquié habla de caciquismoy clientelismo en América latina afirma:“Hasta épocas relativamente recientes, loimportante en el Nordeste era mantener a los‘contingentes electorales’ encerrados en el redil mientrasllega de votar porque el resultado de la elección, laamplitud de la victoria, dependía de la disciplina oindisciplina de los electores reunidos.” 6Juntarlos el día previo al acto electoral implicaba,en aquellos años, tener que atender a los electores ahíreunidos, no sólo durante la noche previa sino durantetodo el día siguiente, antes de llevarlos a votar y luego alregresarlos nuevamente al corralón. En este sentido, undirigente radical, expresaba:Un día antes... Recuerdo ahí por la avenida Uruguayque había un galpón grandísimo, ahí se juntaban 1000personas por lo menos, y se iba a votar. Ahí se comía, porqueantes sin asado, antes era más fácil... los dirigentes máximosregalaban dos, tres novillos... cuando va a haber una interna,una elección general, se repartía, nosotros repartíamos...nosotros retirábamos camionada de carnes, para cada zona...Se repartía un día antes.7En la víspera de toda elección, a estos “espacios dereunión” se acercaban los candidatos electorales con lafinalidad de entablar contacto directo con los potencialeselectores. Esa noche, además de reunirlos y darles de comer,quienes se hacían cargo del control de un corralónbuscaban
image/svg+xmlVoces Recobradas35la forma de entretener a las personas. En tal sentido,dependiendo del lugar donde estos corralones estabanubicados [ciudades o pequeños pueblos] se organizabandiversos juegos y bailes:Esa noche ya era toda joda. Asado y vinito... era un galpóngrande, donde existía asado, vino y de ahí se llevaba a la gente avotar. Pero miles y miles, y ahí estaba la autoridad máxima, elcandidato a gobernador, los diputados. Estaban para charlar conlos afiliados. Ahora la campaña ha cambiado... en aquella época[60]se juntaba a la gente en sub-comités, había que pasar lanoche y el día siguiente, siempre se hacía asado, había juego detaba, riñas de gallo... ésa era la forma de reunir a la gente.8Esta práctica de reunir a loselectores, atenderlos y desde allíllevarlos a votar, también formaba partedel estilo de hacer política en el nortedel Brasil:“En los campos del norte brasileño,votar es caro... El generoso organizadorque se apropiaba de los votos ya lo haprevisto todo. Él paga el transporte,alojamiento, alimentos y diversión... Laelección es una fiesta. Los electores sonllevados en grupos a las urnas. Elvocabulario electoral brasileño los llamavotos de cabestro, es decir, el ‘voto enmanada’.” 9Aún cuando, particularmente, determinados dirigentesy punteros sostienen que la práctica del corralónse fueperdiendo con el tiempo, otros testimonios afirman que,sobre todo en las colonias alejadas de los centros máspoblados del interior de la provincia, esta práctica se siguióempleando posteriormente a las elecciones de 1983.Hoy, en las ciudades donde las distancias no son tanextensas respecto del lugar de votación [ej.: Posadas, Oberá,Alem, etc.], la modalidad de reunirlos ha variado en algunosaspectos; no así en las colonias alejadas de estos centrosimportantes. Las mismas, por el reducido número deelectores, no son consideradas por la Justicia Electoral parael establecimiento de mesas de votación. Esta situación llevaa que los pobladores deban recorrer varios kilómetros parapoder emitir su voto; la distancia se convierte en un obstáculoal que, muchas veces, se suman otros vinculados con losmedios de transporte, las condiciones climáticas, etcétera.Es en este contexto que los partidos políticos ponen adisposición de los electores medios indispensables paraacercarlos a las urnas.De esta manera, en los departamentos o municipiosmuy extensos, esta forma de trabajar en política siguevigente de igual modo a cómo se realizaba en épocasanteriores. En este sentido resulta ilustrativo exponer lanarración de una dirigente del Partido Justicialista quemilitó hasta las elecciones efectuadas en 1993, en unpequeño pueblo a orillas del río Uruguay [Santa María].En este circuito electoral, hasta la fecha, deben votarademás de los pobladores de ese pueblo, ciudadanoslocalizados en colonias circundantes, una de ellasubicada a más de 12 km:10Tenemos una manera deretenerlos. A la madrugada, ola noche antes, yalos bajamos de la sierra, por ejemplo deSan Juan... San Juan de la Sierra que es lejísimo. Allá hacíamossiempre en lo de doña Cándida, que nos cedía el lugar. Ahoralos traemos... Los traemos y los ponemosen lo de Pedro, osi no los muchachos los traen a Concepción y los dejan ahí esanoche. Esa noche toman, comen asado, bailan y al otro díavotan; pero ya los tenemos ahíporque si no nos sacan.Hay quetenerlos sujetos... Antesles sacábamos laslibretas... ahorano. Ahí les ponemos la boleta en el bolsillo.Para estas últimas elecciones [1993], eltiempo no nos dejó, llovió toda la semana;no pudimos bajar mucha gente de lasierra.11Los testimonios de los infor-mantes no están muy alejados de ladescripción presentada por Graham.Los discursos dejan entrever que estapráctica la empleaban todos lospartidos como una de las formas deasegurarse el voto. Así como en eltestimonio presentado, términos talescomo: retener, tenerlos sujetoso la ideade que sean tentados y sacados por otrospartidos, aparecen explícitamente en los discursos deotros informantes. La práctica de retener la libreta desdedías antes al acto electoral para que otros punteros nose adelanten se fue dejando de lado.Del testimonio anterior se pueden rescatar doscuestiones: primero, el sentido de control sobre los otrosdel que habla el informante, en este caso los electores ysegundo, lo que en este contexto podríamos denominarcomo “violencia política simbólica”. El control y laviolencia simbólica sobre el elector se pueden reconoceren frases como: los bajamos de la sierra; los traemos y losponemos; antes les sacábamos la libreta. En este testimonio,la informante sostiene que ahora no se les quita más lalibreta y, en otros testimonios, los informantes expresanque “ahora no se puede hacer eso, porque estáprohibido”. La expresión “ahoraestá prohibido” se«...se alquilaba un galpóngrande y se llevaba atoda la gente; se hacíanasado, música, y desdeahí se les llevaba a votary a eso se le llamaba elcorralón.»
image/svg+xmlVoces Recobradas36podría interpretar como que en décadas anteriores laretención de documentos estaba permitida. El “sacar lalibreta” a los electores días antes no constituía unapráctica legal y ésta se fue dejando de lado por loscontroles de la Justicia Electoral.En Departamentos muy extensos y con pocoshabitantes, esta forma de trabajar en política está vigentepero con algunas modificaciones.En las campañas se hacía como hacen todos los partidos.Hay algunos en el pueblo que ponendinero y con eso compran la vaca y hacenel asado; eso hacen todos los partidos y entodas las épocas. El sistema de corralónsigue existiendo, el día de las eleccionespara que no se les dispersen las gentes selos juntaen un lugar, ahí están comiendoasado y desde allí el auto los trae y loslleva a votar...13El establecimiento de corralones,en un gran número de circuitoselectorales, no excluía otras formas de trabajo con loselectores. Otra práctica electoral, que hoy se encuentra muydifundida, es el “acarreo de votantes”. Para llevar adelanteesta práctica, los punteros y militantes preparaban lasUnidades Básicas o los Comités a la espera de electores quese acercaran solicitando ser trasladados hasta las mesas devotación o para la verificación de sus datos en los padrones.En tal sentido, la tarea de los militantes debía comenzardesde muy temprano puesto que -como “el acto comicial seinicia a las ocho de la mañana- los militantes desde horas muytempranas, seis de la mañana, ya estábamos poniendo el agua parahacer el mate cocido, para esperarle a la gente”.14El día previsto para las elecciones, desde las primerashoras de la mañana y hasta el cierre del comicio, la atenciónde militantes y punteros se centraban en cada uno de lossufragantes que se acercaban al local partidario. Las tareasse encontraban divididas para un mejor rendimiento;generalmente se formaban varios grupos de trabajo: losencargados de “juntar” a los sufragantes,los encargados de preparar el sustento yatender a la gente y los encargados decontrolar los padrones.Durante todo el día y hasta el cierredel comicio, la actividad era intensa. Cadapuntero acompañaba a “su gente” hastala mesa de votación y controlaba en susplanillas quiénes habían sufragado yquiénes aún no habían emitido el votopara acercarse a buscarlos. Los testi-monios relatan además otra práctica electoral, que aún sesigue empleando en la UCR y el PJ. De acuerdo con lasrelaciones y el grado de confianza que los punteros ymilitantes hayan establecido con determinadas personaspodían poner en práctica el “cambio de boleta”. Ahora bien,¿cómo se efectuaba dicho cambio? Una vez instalados losmilitantes y punteros en los lugares de votación, se acercabana conversar con los electores que conocían y después deuna larga charla, les cambiaban la boleta. Esta práctica esconocida por los políticos y la ciudadanía en general con eltérmino de boletear.La práctica del corralóny la de juntar las libretas, quecaracterizaban la cultura política local durante las décadasdel 50 y 60, se comienzan a perder o bien son modificadasen algunos aspectos a partir de los 70. Aunque, en algunaslocalidades de la provincia se siguieron realizando a travésde los mismos procedimientos, desde 1995, el esta-blecimiento de corralones prácticamente se ha perdido y semantiene la búsqueda y el traslado de votantes.Por otra parte, aunque en la mayoría de los discursosde los informantes aparece con claridad el tema de “saberrespetar las leyes”, no deja de ser interesante que sostenganque en algún momento de su militancia fueron partícipesactivos de alguna “picardía política” o vivieron situacionesde “chicanas políticas”. Algunas de estas picardías sepusieron en práctica en una época determinada. Por ejemplo,algunos dirigentes y militantes del Justicialismo recuerdanque durante los años 58 y 63, cuando el Peronismo seencontraba proscripto, se habían empleado algunasestrategias novedosas. Con el fin de que la ciudadanía ensu conjunto votase en blanco en las elecciones a presidente,habían dispuesto recordar a los ciudadanos el día delsufragio, a través de señales como saludar con un pañueloblanco o tocar con las manos varias veces el cuello delguardapolvo.En el análisis que F. Guerra efectúa sobre la«Hay que tenerlossujetos... Antes lessacábamos las libretas...ahora no. Ahí lesponemos la boleta en elbolsillo.»
image/svg+xmlVoces Recobradas37representación política durante el siglo XIX en Américalatina, señala algunas prácticas que los partidos políticosponían en juego con el objetivo de alcanzar el poder. Asísostiene que en el campo de la “manipulación física del voto”se podría enumerar: “los electores traídos a las urnas desdelejos y en grupos; la captación del voto por medio de ventajasofrecidas a los electores (comidas, regalos) o la pura y simplecompra del voto...”15Esta “manipulación física del voto” se torna cada vezmás compleja a medida que el número de electores seamplía. Aún cuando sigue constituyendo un aspectoesencial de todo mecanismo electoral, hay que destacar quetal manipulación física no alcanza para garantizar el triunfoelectoral y, por esta razón, los partidos ponen en prácticaotras estrategias tendientes a incrementar el número devotos.Cuando se hace referencia a la “compra del voto pormedio de favores”, tanto Graham como Guerra estánmarcando un aspecto que se relaciona con la constituciónde redes clientelares. Las prácticas electorales que aquí sedescriben y que se desarrollan en un tiempo determinado[horas antes y durante el acto electoral] se producen en elmarco del “clientelismo”. Los electores traídos a las urnasyreunidos en espacios donde permanecen controlados, comoasí también otras actividades, son puestas en práctica porpunteros, dirigentes y militantes. El trabajo que estos“políticos” realizan durante todo el año, y que es incentivadocon mayor fuerza durante “los tiempos de campaña”, sepone en juego el día en que los ciudadanos concurren a lasurnas. En términos de Graham y Guerra, la “compra devotos por medio de favores” constituye un nudo centralque está sostenido por redes clientelaresque soncuidadosamente tejidas -a lo largo del tiempo- pordiferentes políticos.Con el transcurrir de los años, algunas formas de hacerpolítica se van perdiendo. Otras en cambio, se mantienen,modifican y en muchos casos, se mejoran.El “acarreo” de votantesUno de los testimonios presentados señalaba que“el sistema de corralón sigue existiendo...”16.Así comoeste testimonio, existen los de otros dirigentes, punterosy militantes que sostienen que todavía hoy el sistema decorralónsigue vigente en toda la provincia aunque conalgunas modificaciones. Expresan que una de lasestrategias empleadas por los partidos políticos es la dejuntarlos en un lugar previsto el día de las elecciones y desdeallí llevarlos a votar, como una forma de evitar que lagente se disperse.El punteo del padrón y el traslado de los votantesson las prácticas más difundidas y aplicadas por lospunteros y militantes de los partidos políticos. En algunasocasiones cuando concurren a buscar a los votantesacercan provisiones, ropas, útiles escolares, etc. que laspersonas solicitan días antes.Hay que señalar, no obstante, que tanto el acarreode votantes como el otorgamiento de “favores”, nosiempre asegura el apoyo de los sufragantes. Algunosdirigentes y punteros afirman que el secreto del sufragioposibilita que, aún cuando los electores aceptan losfavores otorgados por los políticos y aceptan “seracarreados” hasta los lugares de votación, dentro delcuarto oscuro pueden sufragar libremente.17Acarrear a los votantes implica un trabajo de“rastrillaje” previo en el que cada puntero o encargadode circuito realiza en su zona. Se identifican lossimpatizantes, se conversa con los mismos y,posteriormente, se coordina con los posibles votantes elmomento en que se los acercará a las urnas. Esto es, ungran número de votantes no necesita hoy concurrir a loslocales partidarios para ser llevados hasta las escuelasdonde deben votar. Los grupos que en cada UnidadBásica o Comité de Circuito se organizan para lamovilización recorren las casas de los votantes“apuntando” los apellidos y nombres, la escuela dondevotan y el horario en que hay que buscarlos. De estamanera, se establece un compromiso entre “punteros”y los electores son trasladados desde sus domicilios....les llevás la boleta y les decís ¿a qué hora te vengoa buscar? Entonces tenés que tener... que llevar la planillaya... fulano a tal hora... bien arreglado. Así ellos sabenque a esa hora vos tenés que ir a buscarle. ¡Y a esa horatenés que ir! Algunos vienen al local, y de ahí le llevas.Pero, a veces hay gente que vive muy retirado hay que ira buscarle.18
image/svg+xmlVoces Recobradas38Para llevar adelante el acarreo de los votantes esque en los días previos, se organizan los grupos demovilización. Así, en un registro detallado, los partidosasientan los nombres de las personas que se ofrecen paraefectuar la movilización y los móvilescon que cuentan para el traslado delos votantes. En muchos casos,aquellos militantes que ese día actúancomo fiscales, ponen a disposicióndel partido sus autos particulares.Además, quienes tienen a su cargo lamovilización, se contactan con losempresarios del transporte depasajeros, para asegurar ciertonúmero de unidades que les permitallevar adelante el acarreo. En estosúltimos años, otra alternativa que sehizo presente es el alquiler de remisesy transportes escolares.Pero el traslado de los votantestambién tiene su lado riesgoso. Eneste día se pueden ganar o perdervotos. Algunos testimonios que brindan los militantesseñalan que si se producen fallas en la movilización, sepuede efectuar el “cambio de boleta”. Por lo tanto, esimprescindible que desde hora muy temprana elloscomiencen a “asegurar los votos”. ¿Cómo se puede“boletear” y asegurar un voto? En su testimonio, unamilitante radical señalaba que para las elecciones de 1995,le había tocado trabajar en un barrio muy aislado, congente de muy bajos recursos y muchos de ellos sin habercompletado la escolaridad.Se puede hacer también, acarrear ala gente y decirles ¿para quién votausted? Hay gente que no sabe, que van,que les llevan ya un día antes los votos,por ejemplo; entonces vos les hacés elcambio de boleta. Por eso hay quemadrugar. Cuando me tocó trabajar paraatrás del Baliña, a las cuatro de la mañanaanduve por allá.19Les sacás las boletas deellos y les das la tuya. Ahí le hablás y lesdecía por qué. Que vote a ése pero que nocuente; tenés que explicarle todo a lagente, si no a veces la gente va con laboleta en la mano o dice por quién vota.Todo hay que explicarle.20La práctica del “cambio de boleta”sólo se puede llevar adelante endeterminados ámbitos y con ciertostipos de electores. Distinguir a las personas con las cualesel “cambio de boleta” se puede poner en práctica revelala “capacidad y experiencia” de cada puntero.Algunos dirigentes de locales partidarios decircuitos optan por no salir a buscar y trasladar a loselectores desde sus casas; expresan que prefieren trabajarcon aquellos que se acercan voluntariamente al local y,desde ahí, acarrearlos hasta los lugares de votación. Eneste sentido, una dirigente barrial de la zona de VillaCabello, que corresponde al circuito 3 A de la ciudad dePosadas, sostenía:Siempre digo que en el 87 cuando nosotros perdimos,perdimos porque salimos a buscar muchos... y llevamos avotar a muchos peronistas. Porque la gente que vino alcomité, es la gente que vota al radicalismo. Siempre le digoeso a mi marido. En el 87 nosotros perdimos porque salimosa lo loco a buscar gente que nos vote... Estaba tan mal elpaís, porque realmente tenemos que ser conscientes el últimoperíodo del Dr. Alfonsín fue bastante nefasto para nosotros.Así que teníamos certeza de que íbamos a perder, y salimosa lo loco a buscar gente para que nos vote y llevábamos avotar a cualquiera. Siempre les digo a ellos, nosotrosperdimos porque le llevamos a votar a todos los peronchos.Ellos ni movilizaron. 21Así como éste, existen otros discursos quetestimonian sobre las consecuencias que produce muchasveces el acarreo de votantes. El hecho de que las personasacepten ser llevadas por falta de medios propios paratrasladarse no implica necesariamente que vote por elpartido [o sublema] que lo acercó hasta la urna.En relación con el acarreao de votantes, hay queindicar, por otra parte, que la práctica electoral en laszonas de frontera adquiere además un toque deoriginalidad. Así, en las elecciones de 1995, el diario ElAlgunos dirigentes ypunteros afirman que elsecreto del sufragioposibilita que, aún cuandolos electores aceptan losfavores otorgados por lospolíticos y aceptan “seracarreados” hasta loslugares de votación,dentro del cuarto oscuropueden sufragarlibremente.
image/svg+xmlVoces Recobradas39NOTAS1- Desde la primera participación en elecciones provinciales y hastala actualidad, los ciudadanos han sufragado en diez oportunidadespara elegir sus representantes al Poder Ejecutivo. Han culminadosu mandato los gobernadores electos a partir de 1987. [BarriosArrechea renunció en 1987 para hacerse cargo del Ministerio deSalud de la Nación]. La Ley de Lemas, para la elección degobernador, estuvo en vigencia durante dos períodos electorales:en la elección a gobernador de 1991 y de 1995.2- Foucault: 1988.3- Ex dirigente, mayor de 70 años.4- Dirigente, mayor de 60 años.5- Graham, Richard: [1990: p. 111 ]6- Rouquié, Alain: [1994; p. 230]7- Puntero, mayor de 60 años.8- Ex dirigente, mayor de 70 años.9- Rouquié, Alain: p.229.10- San Juan de la Sierra pertenece electoralmente al Municipio de SantaMaría y los pobladores en su mayoría viven en las laderas de la sierra.11- Dirigente, mayor de 70 años.12- Brañas, Balbino: [1975: p. 9]13- Puntera, mayor de 40 años.14- Puntera, mayor de 40 años.15- Guerra, Francois [1994; p. 60]16- Los corralones antiguamente se abrían en galpones cerrados.Hoy, gran número de locales partidarios se abren en galponesdurante las elecciones [internas o generales].17- El interés puesto en esta investigación es rescatar las prácticasque estuvieron y están presentes en toda campaña y acto electoralen la provincia, más allá de si son efectivas o no. Un posterioranálisis de estas prácticas con los resultados electorales por circuitosy secciones electorales podrá determinar su grado de efectividad.18- Puntera, mayor de 70 años.19- El Sanatorio Baliña es un instituto psiquiátrico que se ubica enla ruta hacia el aeroparque y la provincia de Corrientes. Los barriosubicados detrás de este sanatorio corresponden al circuito electoral4 de la ciudad de Posadas.20- Puntera, mayor de 50 años.21- Puntera, mayor de 50 años.22- El Territorio: 15-6-95, p. 18.N. de R.: En el texto original del autor no figuraba la nota 12.Territoriode Misiones, señalaba: “Muchos autos conchapas patentes del Paraguay se desplazan durante eldía del acto electoral. Además de los remises, tambiéncolaboran en el ‘traslado de personas’ autos oficiales delParaguay. Al parecer la integración se viene con todo”.22La información con la que se cuenta pertenece sobre todoa la ciudad de Posadas; resta por observar si en las otraszonas de conexión con los países limítrofes [ej.: Bernardode Irigoyen y Puerto Iguazú] también se produce estefenómeno.Reflexiones FinalesEl punto de partida de este trabajo ha sido señalaralgunos conceptos que son centrales en toda prácticaelectoral e indicar de qué forma se establece la relaciónentre los sujetos. Desde allí y a través de los testimoniosbrindados por nuestros informantes, hemos intentadoreconstruir aquellas prácticas de un pasado no muylejano, y su relación con las prácticas que aún hoyemplean los partidos. Hemos sostenido además, quetales prácticas electorales se encuentran muyrelacionadas con el sistema de “red clientelar”.Las nociones de poder, dominacióny reciprocidadconstituyen nudos que se encuentran en toda relaciónque establecen los sujetos. Ese poder, esa dominacióny la reciprocidad permiten reconocer que en estasprácticas electorales está presente la hegemoníade ungrupo sobre otro. Aunque en el discurso de losinformantes estos conceptos no aparecen como tales,sí se observa que se manifiestan por medio deexpresiones como: los bajamos de la sierra; le sacás laboleta y le das la tuya; entregar el partido;se los junta enun lugar, etcétera.En la provincia de Misiones, los dirigentes y lospunteros se constituyen como protagonistas delproceso de socialización política; el trabajo querealizan adelante, no sólo durante las épocas decampañas electorales, buscan captar y movilizar a loselectores con el objetivo de conquistar votos y ganarelecciones. En este sentido, estas prácticas electoralessólo se pueden entender en el contexto de la formaciónde las relaciones clientelares.Desde el pensamiento de Foucault, hemossostenido que existe un tipo de sujeto sometido alcontrol y a la dependencia de otros. Ese control y esadependencia se dan por medio de las “relacionesclientelares”, que están estrechamente conectadas conlas prácticas electorales que describimos. Lasevidencias registradas permiten afirmar que lasrelaciones clientelares se constituyen como unaestrategia política que facilita la conformación de unabase electoral y permite una mayor captación de votos.En tal sentido sostenemos que el clientelismo estábasado en la utilidad. Son los intereses los que van aregir la relación entre electores [clientes] y entrepunteros y dirigentes [patrones]. Uno de los factorespresentes en la formación del clientelismo es el“intercambio de bienes”. Por lo tanto, el cliente sesomete al controldel otro por los recursos a los quepuede acceder. Recursos que no necesariamente sonde tipo material.Para cerrar esta comunicación, podríamos indicarque tanto el establecimiento de espacios deconcentración de electores como el acarreo de losmismos son prácticas que están presentes en todacontienda electoral y que, aún con algunas diferencias,se mantienen en el tiempo. Estas prácticas no sonexclusivas de un partido político y, aún cuando la UCRy el PJ se reconocen como partidos diferenciados, ponenen práctica similares estrategias de captación del voto.Finalmente, hay que señalar que en los últimostiempos, aunque persista una “manipulación física delvoto” durante las elecciones y un “acarreo devotantes” el día electoral, no se puede afirmar queéstas se constituyan en magnitudes suficientes paraasegurar la victoria. Ante tanta “manipulación yacarreo”, esta constatación nos resulta esperanzadora.
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