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Voces Recobradas
34
Militancia y memoria
LOS MONTONEROS
EN MISIONES (1970-74)
ECOS DE LOS SETENTA
Introducción
La década de 1966 a 1976 estuvo caracterizada
por una intensa actividad política, un auge de masas
y el crecimiento de la izquierda marxista y peronista.
Este trabajo se refiere a una de las más poderosas
organizaciones político-militares que actuaron en
esos años: Montoneros, creada en mayo de 1970. A
nivel nacional, entre 1972 y 1973 consolidó su línea
política formando un conjunto de organizaciones que
se denominó “Tendencia Revolucionaria” que
incluía, entre otros, a la Unión de Estudiantes
Secundarios (UES); la Juventud Universitaria
Peronista (JUP) y la Juventud Peronista de las
Regionales (la provincia pertenecía a la regional IV).
A raíz de las persecuciones y de la muerte del
presidente General Perón, en septiembre de 1974,
pasaron a la clandestinidad. En el año 1975 crearon
un partido político llamado Partido Auténtico, que se
presentó por única vez en el país en las elecciones a
gobernador y diputados de abril de 1975 en la
provincia de Misiones. El Partido había llevado como
candidatos a importantes referentes de los sectores
urbano y rural.
Este artículo tiene por objetivo analizar el
período previo al surgimiento del Partido, es decir, el
origen, el desarrollo y la clandestinidad de la
militancia en la ciudad capital, Posadas, que era
prácticamente el único centro urbano de toda la
provincia
1
. Pretendo demostrar las particularidades
que se presentaron en el proceso de radicalización de
los jóvenes en una provincia básicamente rural y con
escaso desarrollo industrial. Además, que esta
izquierda peronista provincial se definía en función
de un conjunto de valores morales y éticos (James,
1990) resultantes de sus experiencias locales, que
contribuían a producir una diferenciación respecto
de otros actores del campo político provincial y
nacional.
Para poder conocer estos y otros aspectos
relacionados con la militancia en la provincia, la
bibliografía existente resultó insuficiente. Se hizo
necesario realizar entrevistas de historia oral a ex
militantes Montoneros
2
. Este trabajo tiene como mate-
rial central de análisis el contenido de los
testimonios.
Los orígenes “humildes”
de la militancia.
Los jóvenes en los barrios
La provincia de Misiones tenía 442.659
habitantes según el censo Nacional de Población y
Viviendas de 1970. Presentaba una distribución
espacial muy desequilibrada y un bajo índice de
urbanización con prácticamente más de la mitad de
la población residente en el medio rural o en
asentamientos menores de 2000 habitantes
3
.
Presentaba los índices de urbanización más bajos del
país: en 1970 apenas había alcanzado el 37,5 %, nivel
comparable al de la Argentina de fines del siglo
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Voces Recobradas
35
pasado
4
. En el contexto nacional argentino constituía
un área subdesarrollada, productora de bienes
primarios, con muy poca industrialización y cuya
actividad económica se asentaba fundamentalmente
sobre el sector agrario.
Para esos años la ciudad capital, Posadas, tenía
95.864 habitantes y era prácticamente el único centro
urbano de la provincia. El 57,8 % de la población ur-
bana provincial estaba reunida allí
5
. El área
efectivamente urbanizada del Municipio era muy
pequeña: las viviendas que contaban con servicio
de agua corriente, cloacas y luz
eléctrica representaban
únicamente el 18 % del parque
habitacional del municipio
6
. En
1978 se consideraba a la ciudad
de Posadas como una de las
capitales de provincia con menor
desarrollo relativo de
infraestructura y servicios
básicos
7
.
Buena parte de los que serían
luego los Montoneros en Posadas
había comenzado a militar en los
barrios periféricos. En general, los
ex militantes hicieron hincapié en
sus orígenes “humildes” y su
procedencia de “clase media
baja”. Por otro lado, destacaban
los deseos de “justicia”, las ideas
de “cambio”, “compromiso” y de
“honestidad”. José puso el acento
en su vinculación con grupos católicos (“toda
gente trabajadora”, no de “clase media”) que
asumían un “compromiso” por la situación de
“injusticia social”:
Yo pertenecía a los grupos católicos como muchos
jóvenes, la mayoría de los militantes viene justamente
de este pensamiento político… tiene a gente de origen
religioso, católico, no cierto. Que tiene una idea, un
compromiso, o querían tener un compromiso o sentían
algo… Para que sepas, yo cuando era chiquito tuve que
vender diarios para poder subsistir, o sea de familia
muy humilde, muy humilde, desde los doce años tuve
que trabajar... Gente humilde, o sea que acá no hay clase
media, ni mucho menos. Toda gente trabajadora.
[...]
Y a
partir del acercamiento de algunos sacerdotes así, que
tenían otras inquietudes dentro de la sociedad que veían
con un espíritu un poco más crítico la situación de
injusticia social, la falta de participación democrática, eso
posiblemente hizo que me incorporara, allá por el sesenta y
nueve, a militar en la JP
8
.
Carlos afirmó que su militancia comenzó con el
grupo de amigos del barrio. Dijo que tenían una
forma de hacer política “honesta y pura” y sentían la
necesidad de “cambiar las cosas”:
Yo vengo de una familia peronista del barrio Tiro
Federal, toda esa zona fue uno de los barrios que ya a fines
del 69 principios del 70, se fueron formando grupos juve-
niles que de alguna u otra manera empezaron a entender la
necesidad de actuar en política, en lo que
fue la lucha de toda esa época con la
consigna de “Perón vuelve”…
Paulatinamente todos fuimos
entendiendo que la necesidad de actuar
en política no pasaba solamente en salir
a pintar paredes, pegar afiches o ir a un
acto, sino de empezar a formarnos
políticamente, discutiendo, leyendo,
intercambiando información, o sea,
tratando de prepararnos para ese desafío
que nosotros creíamos que era muy
importante, que era la necesidad de
cambiar algunas realidades de este país.
En función de eso todos los compañeros
asumimos una actitud militante de alto
compromiso para la época, creo que de
alguna u otra manera todos estábamos
dispuestos a entregar nuestra vida en
función de este proyecto de cambio [la
generación nuestra tenía] una forma de
ver la política, una forma honesta, pura
9
.
El testimonio de Federico brinda algunas
descripciones de la ciudad de Posadas y de los ba-
rrios “de trabajadores” donde él y sus amigos
militaban:
Todo el sector nuestro de la juventud que venía de la
zona del Tiro Federal, todo hacia el Regimiento, sector de
familias trabajadoras, nosotros salimos de ahí, muchísimos
compañeros militantes salieron de toda esa zona. Fue uno
de los lugares donde más se desarrolló la juventud
peronista y de ahí también se fundó parte, como Villa
Blosset, Barrio Mariano Moreno, en fin, muchísimos ba-
rrios. La mayoría de nuestros padres eran trabajadores
independientes. Obviamente nuestros amigos eran todos
militantes; en el caso nuestro por ejemplo, tengo un
hermano que estuvo preso, o sea, con él compartimos todo
esto de la militancia, hasta la liberación y con él y otros
“Yo pertenecía a los
grupos católicos como
muchos jóvenes, la
mayoría de los militantes
viene justamente de este
pensamiento político…
tiene a gente de origen
religioso, católico, no
cierto. Que tiene una
idea, un compromiso, o
querían tener un
compromiso o sentían
algo… ”
El fin de siglo y el umbral del tercer milenio (1983-1999)
Militancia y memoria. Los Montoneros en Misiones (1970-74)
Autor
Laura Rodríguez
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Voces Recobradas
36
compañeros como Miguel, un primo amigo, en fin todo un
grupo de diez o doce amigos del barrio que se conocían
desde que nacieron prácticamente adherimos todos juntos a
esta perspectiva política, entonces era muy natural que
nuestra militancia se fortalecía por un lazo de afecto muy
grande que venía desde la niñez... Pero en ese momento nos
unía esa necesidad de cambiar las cosas por algo más justo
y creo que se asumió con mucha responsabilidad y con
muchos errores también productos de la inmadurez y el
desconocimiento
10
.
José destacó también que la
militancia se nutría de la “clase
media baja” y de ningún
“intelectual”:
[...] predominó en nivel de
militancia la clase media baja...
Nosotros teníamos trabajo en el Barrio
Regimiento, en Barrio Mariano
Moreno, Barrio Baradero, en esos
barrios marginales, marginados mejor
dicho, por ejemplo el caso de... él vivía
en la zona del barrio Kennedy, pero era
un compañero de la clase trabajadora,
en general no teníamos ningún
intelectual o representante de la
pequeña burguesía
11
.
Ahora bien, la historiadora María Matilde Ollier
trabajó con historias de vida de ex militantes
revolucionarios en Buenos Aires y recogió respuestas
similares a las transcriptas más arriba con respecto a
los valores a los que adherían
12
. Dice que
construyeron un “mundo valorativo” que colocaba la
“libertad”, la “justicia” y la “verdad” como pilares
fundantes de la sociedad. Los entrevistados creían
que había que participar de la vida política a través
del “compromiso social”, el “deber moral” y la
“combatividad”. Según la autora, estos valores y la
convicción de que algo había que hacer para
enfrentar una sociedad injusta y opresiva fue la
motivación principal que los llevó a militar en las
organizaciones de la “izquierda revolucionaria”
13
.
¿Y en qué consistía este “mundo valorativo” de
los misioneros? Los ex militantes manifestaron que
“la situación de injusticia social”, la “falta de
participación democrática” y “la necesidad de
cambiar algunas realidades del
país” los llevaron a participar en la
vida política a través de la
“honestidad”, la “pureza”, la
“responsabilidad” y un “alto
compromiso: estábamos dispuestos
a entregar nuestra vida en función
de un proyecto de cambio”. Es decir,
los jóvenes radicalizados en la
provincia compartían los valores de
la llamada “generación del 70” que
militó en distintos puntos del país.
Por otro lado, me parece
sumamente significativa la
insistencia de la mayoría de los
entrevistados en sostener que no
provenían de la “burguesía”. Jorge
hizo explícita la comparación con
los militantes de Rosario y afirmaba
que eran “pequeños burgueses” y “antiperonistas”:
Otra de las cosas que tiene Misiones, es algo
destacable, porque generalmente la militancia de la JP de
Misiones no se nutre de la burguesía, de la gran burguesía,
como sucedió en otro lugar, ni tampoco en su primera etapa
se produce la incorporación del sector de hijos de
antiperonistas, sino de que éramos todos peronistas de
cuna, fundamentalmente de una clase social humilde, que
después eso con el tiempo va a colisionar con los enviados
que vienen de otros lados; ésa fue una de las discusiones,
porque si bien nosotros éramos los militantes, siempre
arriba nuestro nos mandaban gente de Rosario para que
nos conduzcan a nosotros y eran todos pequeños burgueses,
y si indagamos la historia de ellos seguro ninguno era
peronista, y no entendían muchas cosas, era más bien eran
marxistas que se volvieron peronistas por adopción, en
cambio nosotros como peronistas, habíamos adoptado el
análisis marxista para elaborar nuestras teorías, era al
revés, una cosa es que vos te hagas peronista y otra es que
vos seas peronista de cuna y adoptes un sistema de análisis
para poder llevar adelante tu política
14
.
Francisco sostuvo también que había una
diferencia muy marcada con los Montoneros
provenientes de otros lugares del país:
[...] nosotros le veíamos a los porteñitos cuando
venían eran pituquitos, eran Montoneros lindos, bien
“... Todos los
compañeros asumimos
una actitud militante de
alto compromiso para
la época, creo que de
alguna u otra manera
todos estábamos
dispuestos a entregar
nuestra vida en función
de este proyecto de
cambio...”
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Voces Recobradas
37
vestidos, de otra extracción de clase, pero más que eso eran
porteños, tenían una buena pilcha, eran más finos, vos viste
una porteña criada en el centro de Buenos Aires, por más
que tenga la misma pilcha que una de acá, es distinta, es de
ciudad respecto a Posadas
15
.
Si bien los misioneros compartían los valores de
los jóvenes setentistas en general, remarcaron las
diferencias que tenían con los militantes de los
grandes centros urbanos e hicieron
hincapié en que eran “humildes”,
de “familias trabajadoras”, de los
“barrios marginados de Posadas”,
de “clase media baja” y “peronistas
de cuna”; no como los
“antiperonistas”, “burgueses”,
“intelectuales” y “pituquitos” de
otras provincias. Ahora bien, ¿cuál
es el sentido de estos testimonios?
Por un lado, lo que expresaron los
ex militantes misioneros era la pro-
funda antipatía que sentían por los
dirigentes que venían de otros lugares, especialmente
por los de Buenos Aires o Rosario. Pero además,
explicaban una situación que era real, los orígenes
sociales entre unos y otros eran diferentes.
Los ex militantes construyeron así dos grandes
asociaciones: militantes de Buenos Aires o Rosario/
clase media/ antiperonistas/ intelectuales/
burgueses/ “pituquitos” y los militantes misioneros/
clase baja/ peronistas de cuna/ trabajadores/
humildes.
La radicalización
Los Montoneros a nivel nacional, entre los años
1970 y 1973, adquirieron creciente popularidad
porque cultivaron la simpatía “mediante un mínimo
uso de la violencia ofensiva y una extremada
selectividad de objetivos, en vez de practicar el
terrorismo al azar... prestaban especial atención a las
operaciones simbólicas, susceptibles de provocar la
adhesión de todos los peronistas”
16
.
Según un ex militante, para esa época habían
escuchado hablar de la organización, pero la relación
todavía era bastante distante:
[...] [teníamos un] nivel de idealización incluso hasta
físicamente, le hacíamos tipos, viste, apuestos, minas
hermosas... Para nosotros decir Montoneros era como decir
Clinton, estaba lejos, viste, estaban lejos y teníamos un
nivel de idealización de los tipos esos que asumieron una
lucha que podía significarles la vida, pero teníamos
admiración
17
.
Otro entrevistado aseguró que recién en el año 72
se organizó la JP pro montonera y que sus primeros
contactos con dirigentes Montoneros fueron con los
estudiantes universitarios de la Universidad
Nacional del Nordeste que habían protagonizado las
manifestaciones de mayo del 69:
[...] incluso ya habían aparecido Montoneros y
nosotros empezamos ahí a ligarnos a Montoneros,
Montoneros existía y nos ligamos políticamente, no
orgánicamente, la relación orgánica habrá llegado a fines
del 72, nosotros nos sentíamos Montoneros, sabíamos que
Montoneros existía, no había venido
nadie de la conducción nacional… hasta
que de a poco empezaron a llegar,
primero llegaron los Montoneros,
después los de la FAR, venían vía
Corrientes, se ve que la Universidad de
Corrientes se enganchó primero que
nosotros con Montoneros, entonces le
decían: “Che, por qué no van a
contactarse con la gente de Misiones”
18
.
La JP pro montonera de la Re-
gional IV comenzó a organizarse en
la provincia hacia 1972. Rodolfo Galimberti eligió al
maestro de escuela Juan Figueredo como delegado
electoral de la JP por Misiones. Juan Figueredo era un
líder peronista con militancia reconocida en los bar-
rios periféricos de Posadas. Galimberti lo eligió por
su nivel de popularidad y por la importante cantidad
de jóvenes que le respondían. Sin embargo, al igual
que lo ocurrido en la mayoría de las provincias, los
líderes del Partido Justicialista no estaban dispuestos
a hacerle ningún lugar en las estructuras.
Los ex militantes, lejos de denunciar a la
“burocracia sindical”, como ocurrió en otras partes
del país, se declaraban enemigos de la “burocracia
partidaria”, a la que “despreciaban” por estar llena
de “traidores” y “burócratas”.
Los ex militantes se definieron en función de lo
que Raymond Williams llamó “estructura del sentir”;
se expresaron a favor de un conjunto de valores éticos
y morales, antes que por un programa político o una
ideología determinada
19
:
Cuando nosotros creamos en el 71 la JP tiene ahora un
cariz más combativo, no es electoralista, no es burócrata y
apunta como nunca a organizar organizaciones populares
de base, y entramos a trabajar en los barrios.
Despreciábamos la burocracia partidaria, cuando comienza
a organizarse el Partido Justicialista, el delegado en ese
entonces, se sienta con nosotros y nos dice: “Muchachos...
yo quiero que la JP participe plenamente dentro del
Consejo Político”, y le echamos... le echamos de nuestro
local, le dijimos que eran una manga de traidores,
burócratas
20
.
Un ex militante hizo hincapié en el “desapego de
Los entrevistados creían
que había que participar
de la vida política a
través del “compromiso
social”, el “deber moral”
y la “combatividad”.
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Voces Recobradas
38
las cuestiones materiales” que tenían y lo nombró a
Figueredo como el ejemplo máximo del desinterés. Aclaró,
además, que a él no le importaba ser diputado porque
“odiaba” al partido:
Como anécdota te cuento para que vos puedas apreciar el
desapego por las cuestiones puramente materiales que teníamos
todos los militantes en esa época, en ese
momento el general Perón ordenó que la JP
tuviera la repartija en los cargos públicos,
teníamos el 25 % de los cargos y acá
nosotros hablar de un cargo para nosotros
era hablar de que te doy una coima o de que
yo soy un corrupto, algo así, era así,
nosotros no queríamos para nosotros nada,
queríamos para la gente,... nosotros no
queríamos participar en las estructuras del
partido, las odiábamos porque entendíamos
que el partido era un instrumento del
sistema, porque aparte nos habían enseñado
y lo entendíamos así, porque nosotros no
queríamos este sistema, nosotros queríamos
un sistema donde la gente participara, y la
gente no participaba en los partidos
políticos, ahí participaban los mismos de siempre... Hablarle a
Juan Figueredo que él tenía que ir de diputado era más o menos
decirle que tenía que volverse rico y cagarnos a todos nosotros, no
le entraba en la cabeza
21
.
Lejos del “socialismo nacional”, los ex militantes se
definieron por pares donde “ellos” y “nosotros” tenían
características opuestas: los dirigentes del PJ eran
“burócratas”, “interesados”, “traidores” y “corruptos”.
Los militantes de la pro montonera JP, “leales”,
“antiburocráticos”, “desinteresados” y “honestos”.
A lo largo del año 1973, Montoneros terminó de
consolidar al resto de las organizaciones que integrarían
la “Tendencia”.
Militar en la Tendencia: entre
las movilizaciones y la ayuda escolar
Como bien afirma Ollier (1998), la conformación de
este “mundo valorativo” llevó a los jóvenes a militar en las
organizaciones pro montoneras. Los militantes
expresaban genuinos deseos de cambio, pero un cambio,
como dice Gillespie (1997), que parecía confuso y
desarticulado; una pequeña minoría se convertía en
cuadros, capaces de dirigir, de organizar y de tomar
iniciativas políticas, mientras que la amplia mayoría hacía
poco más que contribuir con sus cuerpos, voces, vigor y
entusiasmo a los acontecimientos multitudinarios durante
los proyectos de trabajo social relacionados con la
Reconstrucción Nacional
22
.
Así, las organizaciones de masas tenían una
estructura rígida y verticalista. Había una jefatura
nacional y ejecutivos regionales —Misiones pertenecía a
la ‘regional IV’ junto a las provincias de Chaco, Formosa y
Corrientes— que eran elegidos por la jefatura montonera
en vez de serlo por sus militantes.
Los montoneros también se caracterizaron por su
gran capacidad de movilización. En diciembre de 1973 se
destacaron especialmente en el acto de homenaje al
gobernador muerto en un accidente de avión, Juan Manuel
Irrazábal. La crónica del diario
mostraba en primer plano fotos del acto:
se veían claramente las banderas de
“Montoneros” y “Perón, Evita, la patria
Socialista”
23
.
Por otro lado, los jóvenes de la
Tendencia en todo el país trabajaban en
los proyectos que proponía la
conducción nacional: comprendían la
reparación de calles, la construcción de
escuelas y unidades sanitarias, así
como la retirada de la propaganda elec-
toral de las paredes
24
. En Posadas, el
docente Juan Figueredo organizó un
corte de ruta “con carteles de protesta,
mesas y sillas sobre el pavimento” para
reclamar “por la falta de un local escolar
para más de 100 alumnos” en el Barrio Sesquicentenario
de Villa Lanús
25
. También realizaban tareas comunitarias
en los barrios de la ciudad:
[...] participábamos en ir a los barrios, a ayudar, a
machetear, siempre estábamos prestos a ser solidarios, por
ejemplo una vez se incendió una vivienda muy precaria y
nosotros ahí, ayudando a la gente a reconstruir y los chicos en ese
momento tenían un nivel de participación agradable
26
.
Los militantes de la UES y la JUP se dedicaban a
organizar actividades de ayuda escolar. La JUP estaba
integrada mayoritariamente por alumnos de un Instituto
de nivel Terciario y católico. La Universidad Nacional de
Misiones fue creada en abril de 1973, sin embargo, existían
carreras funcionando desde los años 60 que dependían de
la Universidad del Nordeste
27
.
La UES y las organizaciones universitarias tenían el
apoyo del Ministro de Educación de la Nación que había
puesto el presidente Cámpora: el Dr. Jorge Taiana. En
diciembre del año 1973, el diario local publicó una noticia
sobre las actividades que realizaban la JUP y la UES en
Posadas con el apoyo del gobierno:
“Alumnos que adeuden asignaturas recibirán
asistencia gratuita: la JUP y la UES planificaron jornadas
de trabajo voluntario. Cuentan con el apoyo del Ministerio
de Bienestar Social y Educación... Todos los secundarios
que tengan que rendir exámenes en marzo, contarán
gratuitamente con la asistencia necesaria.”
28
Luisa relató que en las reuniones organizadas por la
JUP “había poca lectura” y se hablaba de cuestiones como
el “hombre nuevo”, del Che Guevara:
En realidad no me acuerdo de haber participado
Al contrario de lo que
sucedió en las grandes
ciudades, prácticamente
ninguno de los
militantes en la
provincia debió
ocultarse, perder
contacto con sus
familiares, dejar de
trabajar, etc.
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Voces Recobradas
39
mayormente en grupos de lectura, nos juntábamos pero
discutíamos mucho, pero yo creo que también era como una
generación que se le daba mucho por leer poesía, por discutirla,
por filosofar, qué es la amistad, qué es eso, vivíamos en un estado
de divague, si querés, pero que tenía que ver con eso, que
queríamos ser el hombre nuevo. El hombre nuevo tenía que ver
con el Che, no me acuerdo de haberlo leído,
pero se hablaba del Che, no me acuerdo
haber tenido reuniones muy intelectuales en
el sentido, armadas, es como que vivíamos
en una eterna discusión pero no parecía
haber alguien que nos dirigiese, era más
bien como espontáneo, y es a partir de eso
que yo me ligo a la juventud peronista, y es
donde empiezo a entender de otra manera al
peronismo, porque la mayoría de ellos sobre
todo los de orígenes más humildes, eran
peronistas desde la cuna, tipos que lloraban
y le corrían las lágrimas cuando hablaban
de Perón
29
.
Con respecto a quiénes
admiraban, los jóvenes en la provincia
seguían compartiendo con el resto de
su generación los mismos gustos y
valores. Una encuesta realizada a 242 estudiantes
secundarios por el diario
La Opinión,
de Buenos Aires, en
el año 1973 decía que las figuras más admiradas entre los
estudiantes eran el Che Guevara y Perón
30
.
Los testimonios también hicieron hincapié en los
orígenes humildes de los militantes de la UES. Según
Jorge, la mayoría provenía de barrios periféricos de la
ciudad:
En los barrios, la UES tenía en el Regimiento muchos
militantes, Baradero, en Villa Bloset... Había en otros barrios: el
Manuel Moreno, el Chaquito, San Cayetano
31
.
La UES se desarrolló en el colegio nocturno porque
los estudiantes eran también trabajadores:
En Misiones nos dedicábamos más a los colegios nocturnos
porque ahí todos los estudiantes eran trabajadores, y como
trabajador ya lo podíamos meter como JTP, y a su vez ese hombre
está dentro de un barrio, o sea que también estaba dentro de la JP,
los fines de semana militaba ahí, y nos quedaba también la
posibilidad de que el chango, si seguía estudiando, integrara la
JUP
32
.
En definitiva, los militantes de la Tendencia en la
provincia organizaron las mismas actividades de
“reconstrucción nacional” propuestas por la dirigencia
nacional. Una vez más, los testimonios hicieron hincapié
en los orígenes “humildes” y de “trabajadores” de los
adherentes a la UES que pertenecían al colegio nocturno
de la ciudad.
La UES fue la más desarrollada de todas las
organizaciones: en los años 1973 y 1974, y con el apoyo
del gobierno provincial, llegaron a organizar encuentros
de estudiantes secundarios a nivel provincial. Además, el
jefe de la regional IV llegó a ser un misionero.
De todos modos, el grupo de jóvenes radicalizados
era pequeño y los límites entre las distintas organizaciones
estaban lejos de ser claros. Un mismo militante bien podía
estar realizando actividades en los
barrios en nombre de la JP, o bien en el
colegio como miembro de la UES.
La clandestinidad
En septiembre del 74 los
Montoneros en la provincia pasaron a
la clandestinidad
33
. En Misiones
prácticamente todos los Montoneros
que pasaron a la clandestinidad
siguieron realizando sus actividades
cotidianas. Un ex militante cuenta la
experiencia en Posadas:
Nos pasamos a la clandestinidad
porque cerramos los locales, pero ahí va
Mario, Mario es de la UES, era
Montoneros, la gente me conocía, Juan
Figueredo mismo, todos éramos ciudadanos
civiles, lo que pasamos a la clandestinidad
era nuestro funcionamiento, ya no funcionábamos en nuestros
locales, sino que funcionábamos en la infraestructura que
conseguíamos con los aliados a la Orga, en mi casa, en la casa de
otro compañero, en el barrio, la gente no nos dio pelota por
nuestro paso a la clandestinidad, “che, ¿cerraron el local?” y
“¿por qué cerraron el local?”, así nos decían
34
.
La UES fue la más
desarrollada de todas las
organizaciones: en los
años 1973 y 1974, y con el
apoyo del gobierno
provincial, llegaron a
organizar encuentros de
estudiantes secundarios a
nivel provincial. Además,
el jefe de la regional IV
llegó a ser un misionero.
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Voces Recobradas
40
La clandestinización significó empezar a tener una
formación militar que antes no habían tenido:
Íbamos a un campo en el interior por acá cerca, cerca del
arroyo, y practicábamos con armas, y algunas cosas las hacíamos
acá, armar y desarmar, ver cómo era una granada, cómo se abre
una granada, cómo se hacía una granada... y cómo se hace la
planificación de una operación, estudiábamos y, bueno,
definíamos qué íbamos a hacer en Misiones
35
.
Por otro lado, la organización se
hizo más verticalista. Según Luisa, el
que manifestaba su desacuerdo con los
cuadros dirigentes obtenía una
sanción:
El caso es que cuando le plantean a
Luis esto de montonerizarse... y plantea que
él no está de acuerdo, y los compañeros le
dicen que en realidad su postura es de
pequeño burguesa... [y] lo sancionan, por
desacato lo sancionan, incluso estaban por
realizar una acción determinada de la cual
Luis ya se enteró, cuando él dice que no
quiere ir, esto era una cuestión de conciencia,
uno no podía ser por decreto alguien para
tomar las armas, debe estar muy definido,
saber lo que hace, saber los riesgos, una serie de cosas que nosotros
sabíamos que no era así. Y ellos lo cuestionan, lo sancionan y le
dicen que si de esa acción que ellos cometen alguien cae, nos van a
considerar responsables a nosotros, porque si él no iba a participar
en todo caso podría ser el que vendiera la operación
36
.
Al contrario de lo que sucedió en las grandes
ciudades, prácticamente ninguno de los militantes en la
provincia debió ocultarse, perder contacto con sus
familiares, dejar de trabajar, etc. Se notaron cambios
fundamentalmente en la forma de organización interna,
que pasó a ser más rígida y verticalista. Comenzarían las
prácticas militares que se llevarían a cabo por primera vez
en la provincia en octubre de 1974, con la colocación de
tres bombas en pleno centro de Posadas. A comienzos de
1975 comenzarían a participar activamente en el partido
de Montoneros, el Partido Auténtico.
Reflexiones finales
Buena parte de los jóvenes urbanos antes de
radicalizarse comenzó su militancia en los barrios
marginales de Posadas (de donde eran oriundos),
vinculados —directa o indirectamente— al liderazgo de
Juan Figueredo. En esta primera etapa existía una
adhesión tácita a los Montoneros de otros lugares del país
y en especial hacia los universitarios de Corrientes y
Resistencia con los que existía una relación que se
consolidaría a lo largo de la década.
En 1972 y debido a su trayectoria,
Juan Figueredo fue designado por
Galimberti en persona como
representante por la juventud. Al igual
que en otras zonas del país, los jóvenes
montoneros tuvieron escasa
participación dentro de las estructuras
del PJ. Los entrevistados aseguraron
que tenían una manera de hacer
política “honesta”, “pura” y “de alto
compromiso”. Eran capaces de
“entregar la vida”, tenían orígenes
“humildes” (no de “clase media”) y
eran todos “trabajadores”. A los del PJ
los definían como “traidores”,
“burócratas” y “corruptos”. Es decir, los militantes de la
izquierda peronista montonera en Misiones se definieron
en función de un conjunto de valores morales y éticos en
oposición al principal actor político misionero, el PJ.
Si bien los Montoneros locales tenían algún tipo de
programa político, era bastante distinto al que sostenía la
organización en los grandes centros urbanos
industrializados analizados por los investigadores del
período. Estaban lejos de pretender instalar el “socialismo
nacional” (Sigal y Verón, 1987); de régimen “no
parlamentario” (Cavarozzi, 1992); de aspirar a ejercer el
asesinato como “arma política” (Romero, 1994); de
“armarse como un ejército paralelo a las FFAA” (Ollier,
1998). Tampoco pretendían aniquilar a los representantes
de la “burocracia sindical” (James, 1990) o desplazar a
Perón (Amaral, 1993). Sí puedo asegurar que se
caracterizaron, al igual que el resto de los Montoneros, por
dar “más importancia a la estrategia y a los métodos que a
las definiciones políticas e ideológicas” (Gillespie, 1997).
Sus “genuinos deseos de cambio” los llevaron a
organizar tareas de ayuda escolar para los alumnos de los
colegios secundarios, de reparación de escuelas, etc., con el
apoyo del Gobierno y del Obispo de Posadas.
Consiguieron conformar una UES bien organizada y en
más de una oportunidad emprendieron tareas en conjunto
con la JUP. El número de militantes era reducido, y más de
uno cumplía tareas en dos o tres organizaciones
simultáneamente. Otra de las actividades que
desarrollaron con bastante éxito fueron las movilizaciones.
Tuvieron un papel destacado en la organización de los
funerales de Irrazábal y de Perón, en Posadas.
Si bien los Montoneros
locales tenían algún tipo
de programa político,
era bastante distinto al
que sostenía la
organización en los
grandes centros
urbanos...
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Voces Recobradas
41
1
Por razones de espacio, no me referiré al proceso de radicalización
que sufrió una parte del Movimiento Agrario Misionero (MAM)
en la provincia. Para conocer el proceso completo, ver
RODRÍGUEZ, Laura Graciela:
Los jóvenes radicalizados. El caso del
peronismo de izquierda en Misiones (1966-1976)
,
Tesis de Maestría,
FLACSO, 1999, inédita.
2
Con respecto a la metodología utilizada, realicé entrevistas a
ex militantes para dar cuenta de algunos aspectos que me
interesaba desarrollar y que tenían que ver con cuestiones
relacionadas con la militancia en la organización Montoneros.
Una de las características de la historia oral, como dice Alessandro
Portelli, es que tiene “validez factual”, es decir, “las entrevistas
suelen revelar acontecimientos desconocidos o aspectos
desconocidos de áreas inexploradas de la vida cotidiana de las
personas”. (PORTELLI, 1991: 42). Realicé veintiún entrevistas a
ex militantes Montoneros de la provincia, entre los meses de
junio a agosto de 1996 y en el mes de noviembre de 1998. Si bien
los entrevistados no me han autorizado a identificarlos en el
trabajo, accedieron a la grabación de sus testimonios y por lo
tanto cada entrevista —de duración aproximada de 2 horas— se
conserva en
cassettes
y transcripta en papel. Los nombres originales
han sido cambiados.
3
JAUME, F.G. y GONZÁLEZ VILLAR, C.J.:
Región histórica y
sistema económico
. Documento de trabajo serie Pobur n°6, UNaM-
CONICET, Posadas, 1990, pp. 7-8. El Territorio Nacional de
Misiones pasó a ser provincia bajo la segunda presidencia del
general Juan Domingo Perón por ley 14.294 promulgada el 22 de
diciembre de 1953. Este no fue un caso aislado, también para la
década del 50 se provincializaron La Pampa, Chaco, Formosa,
Neuquén, Río Negro, Chubut y Santa Cruz.
4
UNaM-CONICET: “Posadas: la configuración urbana y
dinámica de población” en UNaM-Conicet:
Determinantes
estructurales y estrategias adaptativas en la pobreza urbana: Posadas,
Misiones
. Proyecto Pobur, Misiones, octubre 1989. Segunda Parte,
p. 176.
5
La gran mayoría de los barrios en Posadas se encontraba
prácticamente aislada: no tenía asfalto, la red de transporte era
insuficiente y las escuelas e instituciones se encontraban
concentradas en el casco céntrico.
6
UNaM- CONICET: “Posadas: La organización del espacio
urbano” en UNaM-Conicet:
op. cit.
, p. 236.
7
Ibíd.
, p. 203.
8
Entrevista realizada por la autora en junio de 1996.
9
Entrevista realizada por la autora en junio de 1996.
10
Entrevista realizada por la autora en julio de 1996.
11
Entrevista realizada por la autora en junio de 1996.
12
OLLIER, M.M:
La creencia y la pasión: Privado, público y político
en la izquierda revolucionaria
, Buenos Aires, Ariel, 1998.
13
OLLIER, M.M.:
op. cit.
, p. 103.
14
Entrevista realizada por la autora en agosto de 1996.
15
Entrevista realizada por la autora en junio de 1996.
16
GILLESPIE, Richard:
Soldados de Perón. Los Montoneros
, Buenos
Aires, Grijalbo, 1997, p.143.
17
Entrevista realizada por la autora en noviembre de 1998. Este
testimonio que manifiesta la admiración que profesaban por
Montoneros, fue una actitud frecuente entre los jóvenes de esa época.
Una encuesta realizada a 242 estudiantes secundarios por el diario
La
Opinión
de Buenos Aires, en el año 1973, llegó a las siguientes
conclusiones: con respecto a la guerrilla, sólo el 36 % tenía una
opinión desfavorable, mientras que el 54 % manifestaba su no rechazo
a la guerrilla, si se suman las actitudes favorable (32,5 %) y comprensiva
(22,1 %). BERGUIER, HECKER y SCHIFRIN:
Estudiantes
secundarios: sociedad y política
, Buenos Aires, CEAL, 1986, p.36.
18
Entrevista realizada por la autora en noviembre de 1998.
19
Raymond Williams denominó “estructuras de sentimiento”, “a
esas tensiones y desplazamientos que se rehuyen a una expresión
ideológica formal y sin embargo definen una cualidad particular de
experiencia y relación sociales”. JAMES, Daniel: Resistencia e
integración. El peronismo y la clase trabajadora argentina (1946-
1976), Buenos Aires, Sudamericana, 1990, p. 139.
20
Entrevista realizada por la autora en julio de 1996.
21
Entrevista realizada por la autora en agosto de 1996.
22
GILLESPIE, R:
op. ci.
, p. 174. Según Gillespie, la participación en
el “Operativo de Reconstrucción Nacional Coronel Manuel Dorrego”
en octubre de 1973, fue parte de la estrategia de la Tendencia de
“ganar amigos” en las Fuerzas Armadas.
23
Diario
El Territorio
, Posadas, 3 de diciembre de 1973, p. 4.
24
GILLESPIE, R.:
op. cit.
, p. 174.
25
Diario
El Territorio
, Posadas, 12 de abril 1973, p. 6.
26
Entrevista realizada por la autora en noviembre de 1998.
27
Existían desde los años 60 la Escuela de Servicio Social y la Escuela
de Ingeniería Química que dependían de la Universidad del Nordeste.
También se encontraba funcionando desde 1961 el Instituto Superior
del Profesorado, de nivel Terciario, supeditado al Gobierno provincial.
Todos ellos quedaron sujetos a la Universidad Nacional de Misiones,
que empezó a funcionar efectivamente a partir del 10 de abril de
1974.
28
Diario
El Territorio
, Posadas, 8 de diciembre de 1973, p. 5.
29
Entrevista realizada por la autora en noviembre de 1998.
30
El artículo sostenía que “[...] los estudiantes secundarios se inclinaban
ante figuras emblemáticas de la izquierda, con la salvedad de Juan
Domingo Perón, quien, sin embargo, asumía para una porción amplia
de los estudiantes, contornos casi revolucionarios. Pese a todos, quien
encabezaba la encuesta era el Che Guevara, considerado como la figura
más admirada por 67 jóvenes, a continuación venían Perón (66) y, a
mayor distancia, Salvador Allende (19), Fidel Castro (19), Eva Duarte
(17) y Mao Tsé Tung (16)”. BERGUIER, HECKER y SCHIFRIN:
op.
cit.
, p. 36.
31
Entrevista realizada por la autora en julio de 1996.
32
Entrevista realizada por la autora en noviembre de 1998.
33
Los ataques a los militantes de izquierda habían comenzado bajo la
presidencia del general Perón y fue bajo ella que se organizó la Triple
A (Alianza Anticomunista Argentina), grupo parapolicial creado para
asesinarlos. En agosto de 1974 bajo la presidencia de la viuda de
Perón, Isabel, la ofensiva de la derecha contra Montoneros se
intensificó. Bajo la presidencia de Isabel Perón no podía esperarse
ningún cambio favorable, los Montoneros tenían que optar por una
nueva estrategia si querían evitar el aniquilamiento. Excluidos del
sistema político oficial argentino, los Montoneros se volvieron
entonces violentamente contra él: el 6 de septiembre de 1974 tras
haber declarado la guerra a un gobierno juzgado como “ni popular ni
peronista”, se hallaban en la clandestinidad.
34
Entrevista realizada por la autora en noviembre de 1998.
35
Entrevista realizada por la autora en noviembre de 1998.
36
Entrevista realizada por la autora en noviembre de 1998.
37
RODRÍGUEZ, Laura Graciela:
op. cit.
, p. 145.
NOTAS
Si bien los ex militantes compartieron el mismo
“mundo valorativo” con los jóvenes de la “década del 70”,
los entrevistados remarcaban con insistencia que ellos
“eran distintos” a los militantes de los centros urbanos.
Según los estudiosos del período, los Montoneros a
nivel nacional eran jóvenes urbanos de clase media
(Gillespie, 1997), estudiantes universitarios y
secundarios, de hogares no peronistas o antiperonistas
(Svampa y Martuccelli, 1997; Romero, 1994) que
“eligieron” al peronismo porque era una manera de
“acercarse al pueblo” (Sigal y Verón, 1988). Es decir, los
militantes misioneros eran efectivamente diferentes de
los que provenían de los grandes centros urbanos
industrializados del país, descriptos por los
investigadores. La militancia de Montoneros se nutrió
en Misiones mayoritariamente del grupo de
militantes de barrios marginales de Posadas
tradicionalmente peronistas; de un núcleo
importante de estudiantes-trabajadores de nivel
secundario; de estudiantes de nivel terciario de
origen católico y de colonos y trabajadores rurales
del interior de la provincia
37
.
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Voces Recobradas
42
BIBLIOGRAFÍA
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Perón: del exilio al
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Estudiantes secundarios:
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1983)
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PORTELLI, Alessandro: “Historia y memoria: la muerte de
Luigi Trastulli” en revista
Historia y fuente oral
, Barcelona, N°
1, 1989.
t
raduccione
s
Militância
e Memória.
Os “Montoneros”
em Misiones
Este artigo refere-se a uma das mais
importantes organizações político-militares
criadas na década de 70 na Argentina e
conformada por jovens “peronistas” de
esquerda denominada “Montoneros”.
Existe um consenso generalizado no
âmbito das Ciências Sociais acerca das
características que teve a organização e
seus militantes, fundamentado no
acontecido nos grandes centros urbanos
do país. Neste trabalho, através da
reconstituição das trajetórias de ex
militantes “montoneros” de uma província
basicamente rural do Nordeste argentino,
Misiones, pretende-se elaborar reflexões
que permitam dar conta da complexidade
sociológica que envolve esta agrupação,
muitas vezes reduzida ao conjunto de
elementos mais visíveis ou difundidos.
Na verdade, em províncias periféricas como
Misiones, uma agrupação como
“montoneros” assumiu determinadas
particularidades que muitas vezes não são
refletidas na análise geral que os
pesquisadores realizam do período.
Militancy
and Memory.
The “Montoneros”
in Misiones
This article refers to one of the most
important political and military
organizations created in the seventieth
decade in Argentina and integrated by
left-wing peronist young people called
“Montoneros”.
There is a general consensus within the
social sciences on the characteristics of
the organization and its political activists
based on what occured in the big cities
of the country.
By reconstructing the history of ex
“montoneros” from a basically rural
province of the argentine northeast,
Misiones, we aim to reflect on the
sociological complexity of this
organization, which most of the times is
limited to its most visible or spread
elements. In other words, a group like the
“Montoneros” in outlying provinces such
as Misiones took certain particularities
that most of the times are not reflected
in the general analysis carried out by
researchers of that time.
Militantisme
et mémoire.
Les Montoneros
à Misiones
Cet article a trait à l’une des plus
importantes organisations politico-
militaires des-années soixant-dix en
Argentine, constituée par des jeunes
péronistes de gauches nommée
Montoneros. Pour les Sciences Sociales il
y a presque unanimité en ce qui concerne les
caractères de l’organisation et de ses militants,
ayant pour fondements les processus arrivés
dans les grandes villes du pays.
Dans ce travail à travers la réconstitution
le trajectoire des anciens militants
Montoneros d’une province rurale du
Nord-est argentin, Misiones, existe la
prétention de refléchir tout en
respectant la complexité sociologique qui
entoure ce groupe, presque toujours
réduite à ces éléments les plus visibles ou
répandus. C’est-à-dire qu’en des
provinces périfériques comme Misiones
une organisation telle que Montoneros
prit certaines aspects qui, plusieurs fois,
ne se sont pas refletés dans les analyses
générales realisés par les chercheurs de
cette période.
PORTELLI, Alessandro: “Lo que hace diferente a la historia
oral” en Schwarzstein, D.(comp.):
La historia oral
, Buenos
Aires, CEAL, 1991.
RODRÍGUEZ, Laura Graciela:
Los jóvenes radicalizados. El caso
del peronismo de izquierda en Misiones (1966-1976)
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Maestría, FLACSO, 1999, inédita.
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Breve historia contemporánea de la
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, Buenos Aires, FCE, 1994.
SIGAL, S. y VERÓN, E.:
Perón o muerte
, Buenos Aires,
Hyspamérica, 1988.
SVAMPA, M. y MARTUCCELLI, D.:
La plaza vacía
, Buenos
Aires, Losada, 1997.
UNaM-CONICET: “Posadas: la configuración urbana y
dinámica de población” en UNaM-Conicet
:
Determinantes
estructurales y estrategias adaptativas en la pobreza urbana:
Posadas, Misiones
. Proyecto Pobur, Misiones, Segunda Parte,
octubre 1989.
Diario:
El Territorio
, de Posadas, Misiones. Años 1970-1976.
Voces Recobradas
42