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Voces Recobradas
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Autor
Liliana Barela
Colaboración
Mirta Barbieri
IV Seminario Internacional de Historia Oral
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Voces Recobradas
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E
l encanto de la
ciudad de
Guanajuato
—patrimonio de la
humanidad— sirvió de
excelente marco al IV
Seminario Internacional
de Historia Oral.
La Universidad de
Guanajuato con sus
salas coloniales, fue
invadida por un grupo
muy variado, integrado
por docentes,
investigadores y
estudiantes. El grupo
tenía en común la
convicción de que la
historia debe dar
respuesta. No pretende
una respuesta lineal o
una respuesta
descriptiva. Debe hacerlo
desde su compromiso de
historiador. Por eso, no
sólo será cuidadoso en la
selección, entrevista e
investigación, sino que el
historiador oral se
convierte en responsable
frente al destino último
de sus grabaciones que
en tanto “fuentes orales”
ya forman parte del
patrimonio de la Nación.
En estos ocho años y
después de cuatro
reuniones, la Asociación
Mexicana ha logrado en
este encuentro la
presentación de trabajos
provenientes de trece
Estados mexicanos. Son
90 ponencias en donde
el tema metodológico,
teórico y de
interpretación conviven
con las acciones
barriales y educativas,
entrevistas individuales
o colectivas.
Las conferencias
magistrales que
poblaron las mañanas
eran reflexiones teórico-
metodológicas dictadas
por la experiencia. Allí,
las tres mujeres, Eugenia
Meyer, Alicia Olivera y
yo, Liliana Barela,
utilizamos el bagaje de
muchos años en el
ejercicio de esa actividad
para reflexionar junto
con la audiencia sobre
las prácticas
metodológicas.
Las mesas de
discusión fueron
enriquecidas tanto por la
variedad de temas
abordados como por las
diferentes procedencias
de los ponentes. Es
demasiado pronto
escribir sobre cada
trabajo; prefiero
enumerar el temario de
las distintas mesas de
debates:
1. Discusiones
teórico-metodológicas de
la historia oral.
2. La interpretación
de las fuentes orales.
3. El espacio, el poder
y la oralidad.
4. El espacio y la me-
moria corporal.
5. Trayectoria de vida
en el campo educativo.
6. La historia oral en
los barrios y los
proyectos
institucionales.
7. Imagen, video e
historia oral.
8. La historia oral en
el mundo de los
indígenas y migración.
9. Cultura e identidad
educativa.
10. Memorias sobre
los recursos del agua y la
tierra.
11. Movimientos
sociales e instituciones
educativas.
12. Recreando
espacios a través de la
oralidad.
13. Las memorias de
la revolución mexicana.
14. Las fuentes y los
archivos de historia oral.
15. Las memorias y
las narrativas en la
historia oral.
16 El lenguaje y las
ideologías en las fuentes
orales.
Además de estas me-
sas, hubo presentaciones
de libros y proyección de
videos. Allí pude
descubrir la historia
“cristera” en boca de los
testigos de esta lucha
que al nombre de ¡VIVA
CRISTO REY! enfrentó a
mejicanos “cristeros”
con campesinos
agraristas, exponiendo
esta forma de
autoritarismo ideológico
que es una constante de
la historia
latinoamericana. Una
historia ideologizada e
irreductible. Una historia
oficial con verdades
“monolíticas y
sacralizadas” en la que
la historia oral se
convierte en herramienta
esencial para
complejizar esa versión
simplista de la historia.
Una historia violenta
producto, también, de
una violenta conquista y
una “monolítica”
colonización. (
Ecos de la
rebelión cristera
de
Eduardo de la Vega
Alfaro.)
Pude descubrir las
complejidades en la
sencilla vida de una
maestra jalisciense que
explica la conflictiva
situación religiosa por la
que atravesó la sociedad
mexicana en la que las
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personas simples eran
personas que no
comprendían los
manejos políticos de la
dirigencia, cuyas
decisiones
comprometían su vida y
su trabajo.
También la
presentación del libro y
documental
KM C-62. Un
nómada del riel
, nos
muestra la historia de un
ferrocarrilero. Su autora
buscó al protagonista y
recorrió con él los lugares
de la memoria, evocando
y activando una
reconstrucción de vida.
Allí los espacios
permitieron construir una
vida dura en la que la
máxima aspiración (“ser
jefe de estación”) es
lograda.
La decisión de
Lourdes Roca de filmar y
escribir fue definida
rápidamente frente al
conocimiento de la
desaparición de los
ramales del ferrocarril.
Este estudio podrá ser
comparado en Argentina
con varias historias de
nuestros “ferroviarios”,
aquellos que, como nos
dijo Marilú Bou,
“perdieron el tren”.
Las versiones
regionales sobre la
revolución mexicana
fueron inteligentes y
mostraron una vez más la
complejidad de la
historia.
Participé de esas me-
sas de discusión en las
que no faltaron
referencias a Chiapas y a
la crisis del P.R.I.
Traje a la discusión
ciertos aspectos
“silenciados de la
historia de la Argentina”
y comenté el film de
Raymundo Gleizer de
1970:
México: la revolución
congelada
. Como no lo
conocían quedé en
enviarles una copia. Las
historias se cruzan; las
voluntades también.
Las experiencias en
barrios del Distrito Fe-
deral y de otros lugares
de México como Zapopán
demostraron una vez más
que las memorias
individuales reflejan
silenciosas memorias
sociales y es allí donde
aparece la otra historia,
esa que buscamos
quienes emprendimos el
camino de la historia
oral hace ya muchos
años atrás.
A continuación, Mirta
Barbieri, colega
argentina con la que tuve
el gusto de compartir mi
estadía en Guanajuato,
comenta brevemente, su
participación en este
Seminario:
Me tocó compartir la
mesa “Las memorias y la
narrativa en la historia
oral”. Los participantes
hicieron referencia en las
exposiciones a distintas
cuestiones que aparecen en
la investigación, al utilizar
los procedimientos
biográficos, haciendo
hincapié en la necesidad de
optimizar esta herramienta
metodológica. Las
intervenciones sirvieron de
disparador de inquietudes
en las que se replantearon
cuestiones básicas que se
ponen en juego en el
quehacer cotidiano: la
intersubjetividad que tiene
lugar en el encuentro con los
interlocutores que narran
sus testimonios, la
reflexividad que debe
acompañar todo el proceso
investigativo, la ética
profesional.
Mi contribución en la
ponencia “La construcción
de identidades en la
narrativa biográfica”,
señaló cómo a partir de una
serie de relatos de vidas de
mujeres de sectores medios y
populares residentes en
Buenos Aires, por mí
recopiladas y posteriormente
analizadas, fue posible
acercarse a las formas
...las memorias
individuales
reflejan
silenciosas
memorias
sociales y es allí
donde aparece la
otra historia, esa
que buscamos
quienes
emprendimos el
camino de la
historia oral...
peculiares en que estas
mujeres de distinta
pertenencia social y
generacional construyen su
identidad de género,
mostrando cambios y
continuidades con modelos,
demandas y valores sociales
en relación a la generación
de sus madres y de sus hijas.
Finalizando estas
reflexiones reitero mi
agradecimiento a los colegas
mexicanos por los
agradables y enriquecedores
momentos compartidos du-
rante el encuentro,
expresando mis deseos de
que esta energía se continúe
en los próximos eventos, a
fin de reencontrarnos con
renovadas ideas y
proyectos.
(Mirta Ana
Barbieri)