
Voces Recobradas36
Nunca, pero jamás voy a agarrar el Nunca Más, por-
que no podría leerlo..."
Janette: "-Es bueno leerlo."
María Esther: "-Mi hija lo tiene como la Biblia."
Mary: "-Yo me descompuse, pero lo leí."
María Esther: "-Yo también."
Verónica: "-Es que yo me corto un dedo, veo san-
gre y me baja la presión."
Mary: "-Hay que crecer..."
Janette: "-Es una forma de asepsia..."
Verónica: "- Mi forma de ser no tolera la violen-
cia. No la voy a entender nunca, de ninguna de las dos
partes. Entonces, como hay dos campanas, dos ver-
siones, a mí me gustaría que me dijeran la verdad. Es
imposible, pero quiero la realidad objetiva..."
Mary: "-Ésta es la realidad, yo la viví."
Janette: "-Yo también."
Mary: "-Cuando estaba el Mundial entraron a mi
casa los militares, se llevaron a mi hermano, rompie-
ron toda mi casa... Y mi hermano, simplemente, por-
que figuraba en una agenda... Tal es así que mi herma-
no apareció a los diez días... destrozado. Lo tiraron,
lo dejaron, después que robaron... ¡Lo dejaron porque
era un perejil!, ¡Porque era un perejil, simplemente...
porque no había nada!..."
Janette: "-Yo por hablar en una sala de profeso-
res, y me encaré con el intendente, que era de facto,
llegué a mi casa y no había una cosa en su lugar... No
había una cosa en su lugar... No había matado a na-
die, no secuestré a nadie, simplemente, había dicho que
ustedes no me pueden decir que este alumno murió por
imprudencia porque el semáforo andaba, porque el
semáforo no andaba... Habían matado a una chica de
quince años... Entonces, por defender el derecho de que
no te maten más chicos y el tipo pidió que me exami-
naran yo encontré mi casa destrozada..."
Verónica: "-Yo salí con un chico durante tres años
y militaba en el radicalismo y veía las cosas desde el
punto de vista de ustedes..."
Mary: "-Pero los chicos que fueron a pedir por el
boleto estudiantil, fueron a pedir por un boleto... Lo
habrán hecho como lo hacen todos los adolescentes,
haciendo quilombo, seguro que no se sentaron, habrán
ido a romper vidrios, pero los mataron...
Janette: "-Mirá, una prima mía, ellos son de La
Plata, pero estaban viviendo en Mar del Plata. Pérez
Catán. Desaparecido: Jorge. Cuando le empezaron a
llevar a los hijos (porque le llevaron cuatro). Mirá
cómo le llevan a Alejandro y a su mujer. Habían ido
al campo ellos, en el campo del abuelo (el abuelo fue
el fundador del Banco Hipotecario, Enrique Pérez).
Habían ido a cazar o a pescar... se había herido. La
chica que trabajaba en la casa le cuenta a su novio,
que era colimba de la Base de Mar del Plata, que en la
casa de los patrones había uno herido, que eran jóve-
nes. Se los llevaron a los cuatro. Se los llevaron. Y des-
pués se llevaron a los otros dos hermanos. Y Jorge Pérez
Catán no apareció nunca más.
Verónica: "-Es que por eso te digo que no entien-
do..."
Janette: "-Yo sí lo entiendo: Son bestias..."
Verónica: "-Bueno, mi mamá diría que era una
guerra y que en una guerra todo vale. Y que en toda
guerra siempre caen inocentes..."
Janette: "-Nunca todo vale. Todo vale para las
bestias..."
Verónica: "-Pero por eso estoy acá..."
Ana (llorando): "-Mi papá vivía en el Chaco, lo
único que hacía era trabajar en el barrio... en ollas po-
pulares... Se lo llevaron. Mi papá estuvo siete años
desaparecido. Yo viví sin mi papá. Mi mamá, durante
todo ese tiempo estuvo atrás de mi papá, buscándolo
por toda la Argentina, por todos lados... Y mi papá lo
único que hacía era trabajar por el barrio. No era es-
tudiante, ni...
Yo trato de tener una postura así como vos, pero
no puedo ser inocente. Lo interesante es que te animes
a mirar y que sepas que hay treinta mil personas que
querían un mundo mejor para todos, y no para algu-
nos. Para saber esto tienes que constatar la realidad."
En el debate quedó muy claro el contraste entre
aquella familia que no había sido directamente afecta-
da por el accionar represivo y aquellos que menciona-
ron primos, hermano, padre. Más allá de la carga ideo-
lógica de cada uno, el hecho de la afectación directa
cobra trascendental importancia cuando al conocer
determinados perfiles ideológicos de los talleristas
comprobamos que esa afectación fue gestadora de
ideología. Mary, por ejemplo, había mencionado en
otra ocasión: "En mi casa se apoyaron todos los golpes
de Estado, porque... porque se usaba apoyar los gol-
pes de Estado. Siempre se los apoyaba y después ter-
minaban en contra..."
En otros casos modificaron su ideología a partir
del creer ciertos los hechos que en aquellos años ha-