image/svg+xmlVoces Recobradas42engo siempre la idea de volver a leer loscontenidos de Words and Silences, especialmenteel número 3, y el artículo de Alexander vonPlato sobre “La práctica de la historia oral enAlemania”, que se sumerge en la entraña delquehacer y de la contemporaneidad en toda sudimensión. Traducirlo y debatirlo sería lo ideal,pero por ahora transcribo un párrafo comoantesala:“... el debate ‘Goldhagen’ llevó a mostrarno solamente la responsabilidad de las elitesalemanas, sino nuevas versiones de viejashostilidades entre historiadores. Cuanto másclara fue la evidencia de la experienciaindividual, más clara fue también la percepcióndel significado del consenso post-bélico en elEste y el Oeste con refugiados, gente‘internada’ por los aliados, viudas de guerra,veteranos incapacitados, y así sucesivamente.Es claro que la historia contemporánea estádeterminada por el debate histórico de cadageneración, y esto se aplica especialmente a laindagación centrada en sujetos históricos y enla experiencia como historia.Desarrollos similares pueden verse en laliteratura que explora ‘la parcialidad hacia lasvíctimas’ y otros temas conexos. Lainvestigación sobre historias de vidase harelacionado a menudo con otras cuestiones‘grandes’, a menudo ligadas a éstas, como‘desde dónde o hacia dónde’ considerandogrupos y elites poblacionales sometidas amezclas totalizadoras de las estructuraspoblacionales y erosión de mediostradicionales, como el Nacional Socialismo, laguerra y el aluvión de refugiados, los cambiosen la educación de los niños, las relacionesTAPUNTES TEÓRICOSAcerca de la metodología y...Hebe ClementiAutorACERCA DE LA METODOLOGÍAY LAS BÚSQUEDAS...
image/svg+xmlVoces Recobradas43entre los sexos, los temas de individualización,y así sucesivamente. En este sentido global setiene la evidencia de que una levísimavariación en profundidad en torno a estasfuentes, cuya fuerza en particular pudoencontrarse donde la pregunta tenía menos quever con la reconstrucción de los hechos yprocesos, y más en cambio con la ‘digestión’individual y colectiva de la historia y susefectos en los períodos históricossubsiguientes... y con la comprensibleresistencia de historiadores, hubo que admitirque gente y grupos externos a la corporación dehistoriadores se ocuparan en temas de historiamental”.Leído con el detenimiento que exige unaexplicación tan parca, pero a la vez tan rica desugerencias y destinos, pido disculpas por elrecorte. Mi intención es doble: plantear esteproblema de acceso de “no historiadores” aprofundidades de una historia diferente, yratificarlo en función de un libro impactante,una compilación de doce trabajos, realizada porMaría B. Gentile, Gabriela Rafart y ErnestoBohoslavsky, editado por el Departamento dePublicaciones de la Facultad de Derecho yCiencias Sociales de la Universidad Nacionaldel Comahue.Un prólogo de Carlos Aguirre, de laUniversidad de Oregon, de junio de 2000, nosexplica que los autores han logrado es-cudriñararchivos y expedientes legales en busca de ese“otro lado” de la historia de Neuquén(asimilable a esa “historia mental” tan crípticade von Plato) en el que aparecen prostitutas,ladronzuelos, amantes despechados, rivalespolíticos, policías corruptos o no, borrachoshabituales, suicidas y otros personajesrelevados por documentación legal de juzgadosy comisarías entre 1900 y 1950. Su título esHistorias de sangre, locura y amor, p. 263, y es unlibro que “se lee de principio a fin casi sinsoltarlo”. Ese plusde fascinación radica en laelaboración que desde la sensibilidad de cadaprotagonista, el relator tiene la habilidad deexpresar a través de la documentación querescata de viejos y carcomidos expedientes,entre 1900 y 1950, del juzgado Letradoneuquino, al que accede desde 1993, este Grupode Estudios de la Universidad Nacional delComahue (GEHISO) de la Facultad deHumanidades de dicha Universidad.Compartimos las conclusiones finales, quede alguna manera intrínseca se reúnen con lasobservaciones de von Plato acerca de la vidacomo experiencia y subjetivación de conductassociales, que rescatan del tupido entretejido delpoder, el castigo, la necesidad y el amor.El expediente hace las veces aquí de laencuesta oral, por cierto, y en todo caso, induceen sus numerosas transcripciones a reflexionarsobre esos contenidos “más grandes, del desdedónde y hacia dónde” que aludía von Plato. Yque, por otro lado nunca deben perderse devista en nuestro abordaje a la oralidad.El expediente, como fuente, desafía ymoviliza al historiador a no ser complacientecon él. La condescendencia y lectura acríticapodrían traducirse en una reafirmación de loque la justicia sancionó. Nada más lejos denuestras intenciones. Si la historia no tienecomo fin imputar culpabilidad sino sólo revelarlos mecanismos internos de los procesoshistóricos, en este caso, el análisis de la causajudicial puede poner en evidencia ciertaherencia jurídico-cultural y ciertas partes denuestras tradiciones que constituyen —todavíahoy— un funesto fundamento de motivacionesy que requiere una revisión. Es así que elestudio de estos habitantes de expedientespolvorientos nos ha obligado, en el campo de lahistoria social, a descentrar las esferaseconómicas y la política-sindical y trasladarnuestras preocupaciones hacia el mundo de locotidiano, hacia el campo de las decisionesindividuales. Nos obliga a ablandar lasestructuras sociales que pensamos encorsetabany condicionaban toda conducta humana y, ensu lugar, hemos vuelto a encontrar a loshombres haciendo su propia historia.