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Voces Recobradas
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ENTREVISTAS
MARIETA
DE MORAES FERREIRA
Las siguientes
entrevistas se
realizaron en el marco
del programa radial
“La morada de las
musas”, emitido por
Radio Nacional (AM
870), los domingos de
16:00 a 18:00,
conducido por Liliana
Barela y Rodolfo
Giunta. Dicho
programa cuenta con
el auspicio de la
Secretaría de Cultura
de la Presidencia de la
Nación y está dirigido a
enfatizar los aspectos
patrimoniales y las
actividades que
desarrollan los museos.
La Dra. Marieta de Moraes
Ferreira es la actual
presidenta de la Asociación
Internacional de Historia
Oral (IOHA) y el Dr.
Robert Perks es
Conservador de Historia
Oral en el National Sound
Archive de la British
Library de Londres.
Liliana: Marieta, en
general para los
trabajos de historia
oral, el investigador
hace sus entrevistas,
guarda sus casetes y al
publicarlos transcribe
parte de esas
entrevistas, nunca la
totalidad. ¿Quién
tendría que guardar
esas entrevistas?, ¿el
Estado?, ¿de qué
manera? ¿Qué
problemas hay con los
archivos en Brasil, o
cómo trataron de
resolverlos?
Marieta:
Éste es un
gran problema, porque
en un país como
Inglaterra hay una
biblioteca que tiene ya
un archivo sonoro, un
archivo de historia oral,
no sé exactamente la
situación de la Argen-
tina. En Brasil no todos
los archivos poseen un
archivo de historia oral.
Yo trabajo en la
Fundación Getulio
Vargas, Centro de
Investigación y
Documentación de
Historia de Brasil, que es
una excepción. Tiene un
archivo grande de
historia oral y un
programa de historia
oral que tiene 25 años y
4.000 horas de
entrevistas grabadas y
disponibles para
consulta del público.
La dificultad se
encuentra en los
procedimientos de
preservación de la
documentación oral
porque cada vez es más
reducida la escrita: los
archivos de dominio
público, la
correspondencia...
Muchas fuentes escritas
son menos abundantes.
En este sentido, se
amplían los espacios
para la documentación
oral. En un principio,
muchas personas iban
en contra de la historia
oral, contra el uso de las
fuentes orales para
escribir la historia,
pienso que hoy esa
discusión está un poco
superada porque cada
vez la documentación
oral es más importante.
Esto es una victoria, un
logro importante.
Liliana: Habiendo
visto el portal de
investigaciones
contemporáneas de
historia brasileña con
un millón de
documentos, al cual se
puede ingresar desde
agosto de 2001, ¿cómo
es la relación entre los
estudios académicos y
esta gran información
que aparece?
Marieta:
Esto es un
poco nuevo, no sabemos
mucho qué va pasar, no
es sólo de historia oral,
gran parte es
documentación escrita,
fotos. De historia oral
hay pocas cosas,
tenemos 4.000 horas.
Uno de los problemas es
ponerlo a disposición
del público a través de
Internet, ya que las per-
sonas tienen temor a
publicar su privacidad
por este medio.
Entonces tenemos que
hacer una negociación
con las personas que nos
donaron sus historias de
vida. En cuanto a las
transcripciones, sólo
pudimos colocar 50
entrevistas. Es más
sencillo con las fotos y
los archivos escritos.
En este sitio hay
archivos y libros que
hacen un análisis de este
material. Tenemos
entonces dos sectores de
trabajos, el de los
archivos escritos,
visuales y orales y otra
parte de proyectos de
investigación que
analizan este material y
hacen una interpretación
sobre la historia de
Brasil contemporánea.
Liliana:
En la
Fundación, la gente
¿qué consulta más, las
transcripciones o el au-
dio?
Marieta:
Lee,
porque escuchar es muy
difícil, fatigante... Si es
posible leer, las personas
prefieren la lectura.
Liliana:
Ése es el
tema más duro de la
historia oral porque
entonces se pierde el
titubeo, las dudas, los
tonos. Se ha hecho
mucho sobre el tema de
los silencios, sobre el
tema de los discursos,
un análisis específico.
Marieta:
Hay perso-
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nas que tienen interés
especial en escuchar y
piden escuchar. La gran
mayoría de las personas
que son investigadores
académicos, tienen más
interés, les es más
rápida la lectura.
De todas maneras,
me gustaría llamar la
atención sobre la
situación de este centro
de la Fundación Getulio
Vargas. No es
exactamente la situación
de Brasil: hay una gran
dificultad de contar con
centros que puedan
tener departamentos de
historia oral que pongan
el material a disposición
de los investigadores.
Liliana:
En nuestro
país también es un
tema pendiente, porque
si bien hay registros de
documentación sonora
en el Archivo General
de la Nación no está
todavía establecido, los
archivos orales están
dispersos en distintos
centros y en nuestras
provincias más, todavía
no se ha tomado como
parte de un archivo, es
decir, en los archivos
tradicionales hay cierta
resistencia a incorporar
esta nueva
documentación.
¿Qué porcentaje de
personas están
interesadas en Brasil,
dentro de los
historiadores, en este
tipo de historia?
Marieta:
Hay un
gran número de perso-
nas, hay un “boom” de
la historia oral en el
mundo y en Brasil
también, porque hay
muchos encuentros de
historia oral a nivel re-
gional. En cada uno de
ellos hay un promedio
de 150 personas que
presentan sus trabajos,
son estudiantes y
además hay una gran
especificidad. Yo pienso
que la historia oral de
Brasil está esencialmente
hecha en las
universidades, es el
centro de las
investigaciones también.
No tenemos muchos
proyectos de historia
oral independientes,
sobre sindicatos o
grupos comunitarios;
puede que en las
universidades o en los
centros de investigación
se estudien los
movimientos obreros o
cualquier otro tema,
pero la producción es
académica. Hay casos
especiales, pero no es
una cosa común.
Liliana:
Cuando se
hizo, en el año 98, la
Conferencia
Internacional de
Historia Oral en Río de
Janeiro, presentamos
un trabajo sobre la
militancia en los años
70 en Argentina, y en
los distintos grupos en
los que estábamos, la
gente que trabajaba en
historia oral decía que
todavía en Brasil éste
era un tema espinoso y
que no se había
empezado a hacer la
crítica a la que
apuntábamos en ese
trabajo. Veo que ahora
han avanzado los
trabajos.
Marieta:
Han
avanzado, hay grupos
que hacen trabajos de
historia oral con la guer-
rilla rural y con la guer-
rilla urbana, hay grupos
que hacen trabajos con
seguimiento social como
Iglesia, yo misma
comencé un trabajo
sobre parlamentarios,
comunistas que estaban
en la militancia política
pero no clandestina du-
rante la dictadura
militar. Yo pienso que
en 5 años creció
bastante el interés de
diferentes grupos por
este tema, y pienso
que hay necesidades
de ampliar mucho
más porque es un
período difícil y los
historiadores de
historia oral tienen un
poco de dificultad
para trabajar con los
períodos más
recientes.
Liliana:
Porque
son parte muy directa
de esos períodos, a
nosotros nos pasó,
pero trabajamos con
militantes, no con los
conductores, los
protagonistas
importantes o los
líderes, sino con la
gente de base, y fue
mucho más rica la
posibilidad de
autocrítica que a lo
mejor todavía los
dirigentes no han
llegado a hacer y es
muy difícil trabajar
después de un
período tan doloroso.
Marieta:
Pienso
que es un problema
grave en Brasil, no sé
cómo es en Argentina,
en las universidades,
en los cursos de
historia, la historia
termina en 1964 antes
del régimen militar, y
los estudiantes piden
todo el tiempo
“queremos la historia
más reciente”, es algo
difícil.
Liliana: Además
ha traído entre
nosotros, entre
algunos
historiadores, todo
un debate sobre la
legitimidad de hacer
historia de un
período tan reciente
como es ése.
Para terminar,
Marieta, te pediría
que hicieras un cierre
de lo que estuvimos
hablando.
Marieta:
Yo estoy
muy contenta de estar
aquí, agradezco otra vez
la invitación al
Encuentro y pienso que
es una oportunidad para
intercambiar
experiencias. Robert
Perks y yo misma
tenemos experiencias
diferentes, porque en
Brasil es una historia
El fin de siglo y el umbral del tercer milenio (1983-1999)
Entrevistas a Marieta de Moraes Ferreira y Robert Perks
Realizadas por
Liliana Barela
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oral más académica y
en Gran Bretaña se
trata de una historia
oral comunitaria, yo
pienso que ambas
son importantes ya
que pueden
contribuir con la
sociedad para el
avance de la
democracia, de la
crítica social en este
mundo que es tan
complicado,
principalmente para
nosotros que
vivimos en un
mundo globalizado.
Liliana: ¿Cuál es
la situación de los
archivos de historia
oral en Gran Bretaña?
Robert:
Lo que se
persigue en la British
Library es registrar
viejas tradiciones que
forman parte orgánica
de nuestra historia.
Actualmente posee un
importante catálogo
que está en la red
internacional, de
modo que la
información valiosa
sobre la colección está
en las redes
mundiales de libre
acceso, y creo que
esto es muy
importante porque
este registro de la
vieja historia es muy
complejo para
comprender pero
importante para regis-
trar. Uno de los
desafíos del trabajo es
que sea accesible a
gente de distintos
conocimientos,
pueden ser
investigaciones
académicas,
preocupaciones de
maestros y también
gente común que se
interese por las vidas
de su comunidad.
Ahora, en Gran
Bretaña, hay
numerosas
comunidades que
organizan estos
registros orales en
pequeñas
comunidades. Quizás
10 años atrás hubo ese
interés, se escribieron
historias de pequeñas
comunidades, pero
ahora están en la web
y se internacionalizan
fácilmente. Son
historias de mucho
más rico contenido y
muestran distintas
interpretaciones del
comportamiento de
las comunidades.
Mientras
estudiaba historia, lo
que me preocupaba
era la ausencia total
de memorias
personales, de gente
común, como que era
una carencia muy
importante. Mientras
avanzaba el siglo XX
y se ingresaba al XXI,
nos quedábamos con
esas ausencias en
referencia al siglo
XIX. Hasta 1950 quizá
hasta 1970, la historia
en Gran Bretaña era
un
metier
, un interés
de elite solamente. En
realidad, el verdadero
trabajo de la historia
oral, de nuestra
historia, es diseñar
cómo funcionaron las
cosas hacia atrás,
basado en el registro
de la oralidad.
Cuando yo estudiaba
se hacía una división
muy neta entre gente
común, gente de clase
media o aristócratas
pero ahora voy
teniendo la convicción
de que la historia
totaliza esas
memorias y son
diferentes,
particularmente
distintas unas de
otras. Pero también
me importa la manera
que queda en
relevancia la gente
que ha quedado
marginada de ese
diseño histórico
previo. Con ese
enfoque se tiene una
historia de la mujer
por ejemplo, de las
minorías o incluso de
los homosexuales o de
los diferentes, en una
palabra: lo que se
logra es una
complementación en-
tre las historias de la
pequeña comunidad
con la historia general
y con el vínculo inter-
personal entre los
individuos y las
comunidades.
Estamos preparando
para el futuro lo que
no tenemos hoy sobre
el siglo XIX.
Liliana:
¿Cómo se
trabaja en Gran
Bretaña o qué
utilización tiene la
ROBERT PERKS
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Marieta de Moraes Ferreira,
actual presidenta de la
Asociación Internacional de
Historia Oral (IOHA).
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historia oral no sólo
en relación con los
archivos sino
también con los
museos?
Robert:
Diría que
hay dos grandes
apartados en la
historia británica: por
un lado, las
comunidades locales y
por otro, el Estado
Nacional. El problema
de la historia local es
que siempre ha
habido carencia de
dinero para realizarlo.
Que es un problema
que se encuentra en
todas partes, pero que
ahora ha habido un
cambio diferencial
enorme que se debe al
aporte que realiza la
Lotería Nacional para
el desarrollo de la
historia local.
Recientemente
han dado un millón
de libras para el
desarrollo de distintas
actividades, pero
siempre referidas a la
historia comunitaria.
Mi trabajo
actualmente es
asegurarme de que el
dinero vaya a las
fuentes que
corresponden.
Hay también un
convenio generalizado
de que cada
asignación de dinero
que se otorgue debe
ser comprobada y
ofrecer pruebas del
trabajo que va a
realizarse, y la
documentación queda
guardada en archivos
locales o nacionales
según se decida. Se
recoge la experiencia
de trabajos anteriores,
la investigación que
se hizo sobre
comunidades locales
estaba bien hecha
pero faltaba
incorporarla a
archivos nacionales.
Este producto no debe
quedar reservado
para esta instancia
local, sino que debe
insertarse en la
historia general y
tener una manera de
acceder a él y
enriquecer la vida
global. Hay un riesgo
en esta suerte de tarea
nueva y es que
cualquiera puede
estar sujeto a
entrevistas, puede
llevar a cabo una
entrevista asignada o
contenida o con una
finalidad especial que
no sea estrictamente
el registro. Este
reaseguro del registro
o la calidad de esta
indagación o de esta
entrevista debe estar
pautado o fijado
dentro de los
estándares
académicos más
exigentes.
Lo que resumo de
lo que estuvimos
hablando es que es
evidente que se ha
llegado a captar la
importancia de la
historia como
componente vital del
presente. Quizá sea
diferente en la Argen-
tina, pero en
Inglaterra cada vez
menos chicos estudian
historia, pero el
empeño de los
profesores, y el mío
propio, es mostrar
cómo ese pasado está
vivo en el presente
que ellos pueden
tocar, palpar y
conocer. Este énfasis
que se hace en la
historia local es
también un medio de
diversión —si se
quiere— para los
chicos: coleccionar
fotografías, relatos,
armar historias que
conduzcan a una
percepción de lo
histórico, del pasado
en el presente. El
mundo académico
tiene que comprender
que la historia es eso
en lugar de la
distancia de la
realidad a través de
documentos. La idea
no es respaldar la
historia del pasado en
sí, sino para mostrar o
robustecer el presente
y la personalidad de
los distintos lugares.