image/svg+xml44unca hasta ahora habíamos dedicado unnúmero completo a esta gestión, porque no quisimosadelantar el proceso y al mismo tiempo porquenecesitábamos ganar la adhesión de quienesayudaron de entre los pobladores a reunir datosvaliosos en el sendero esquivo de adentrarnos enuna intimidad que a primera vista es desconocida,magra, desconfiada, también en cuanto a laintención de la búsqueda.Hemos superado así las barreras reales y lasficticias o sospechadas, y hemos conseguido unarelación abierta, confiable, acordada, que nosconsintió una trayectoria fructífera y unadocumentación prolija, a través de numerosas mini-gestiones en determinadas circunstancias, propias decada villa, reparando en aniversarios, festejoslugareños, o de la patria más grande, oreligiosos, o folclóricos... todo lo que se hapodido indagar, tal como registra el pasadonúmero de la Revista, dedicada especialmentea recobrar las voces de nuestra gente. En estecaso, fueron absolutos anónimos y silenciadosprotagonistas de nuestra pobrezatercermundista, que no se dejaron abatir en sudensa humanidad ante la necesidad o ladesocupación o la discriminación... Hemosrecibido numerosos reconocimientos, y estamossatisfechos de haber desbrozado un territorioque seguramente dará en adelante mejoresfrutos, al mismo tiempo, hemos palpado lacondición humana que siempre revela elaccionar social ligado a las necesidades vitalesdel prójimo. Testimonio y enseñanza, confianzay voluntad de hacer, son los frutos generososde este trabajo expresivo de una voluntad depertenencia hacia la historia con mayúscula.No compartimos la visión de losnostálgicos de un pasado áureo, como tampocolo haremos con los que aventuran reformasinmediatas reformuladoras del acontecer. Lahistoria marca procesos que es bueno seguir,N“De villas y villeros...”A P U N T E S T E Ó R I C O SEn esta sección Hebe Clementireflexiona sobre el artículo “Las‘villas miseria’ de Buenos Aires: laconstrucción del espacio barrial”presentado en Voces RecobradasNº14 referido al proyecto que seviene realizando desde 1998, dentrodel Programa de Historia Oral delInstituto Histórico, en barrios de losmárgenes de la Ciudad deBuenos Aires.
image/svg+xml45“De villas y villeros...”Hebe ClementiAutorreacomodar, estudiar, tener presente. Y cuandodecimos procesos es porque en realidad es untérmino que implica tiempos diferentes,situaciones encontradas, renovaciones a vecesocultas, olvidos deliberados o no en lareconstrucción... todo un universo heterogéneoque, precisamente, queda en evidencia a travésde la oralidad cuando se la encaraadecuadamente.Lo que tampoco compartimos es el silenciorespecto de las transformaciones que estándándose en la configuración de nuestra ciudad,y la vertiente de barrios en gestación en los“arrabales”, en donde habitan varios miles dehabitantes, a los que para obviar lacomplejidad llamamos villas y villeros. Unasimplificación, sin dudas, que desde nuestragestión y pertenencia debemos rectificar. Nadacomo la memoria individual para rescatar loque se ha amasado con esfuerzo y con derrotas,pero al fin está configurando un sector nuevodel recorrido ciudadano. Se trata de unarealidad ingente, que se hace camino ante lamirada de quienes han sobrepasado esacondición de precariedad que supone45materiales de construcción “extraños”,manzanas informes y atribulados medios decomunicación y de procedencia.Acceder a esa precariedad con la sanaintención de conocer de primera mano cómo hasido el trayecto, de dónde la proveniencia, decuándo la organización lograda, de cómo secumplen los ritos religiosos y de quién estáalerta para reparar la soledad y entablarvínculos... ésa ha sido la materia a desbrozar, lagestión como operadores de la oralidad bajo laresponsabilidad del Instituto Histórico de laCiudad de Buenos Aires,que desde hace unadécada por lo menos viene trabajando sobreestas cuestiones.Años que venimos navegando en el piélagode la memoria rescatada a través de la oralidadencuadrada dentro de la búsqueda legitimadade un pasado tantas veces olvidado opostergado, cuando no exaltado como perfectoo idílico, sobre todo en estas áreas “nuevas”,que tardan en encontrar parámetros igualitariospara su evaluación. La experiencia ha sidorelevante y deja palpitando el seguimientoadecuado que retomaremos enseguida.