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El archivo oral
Instrumentos
para el servicio
archivístico
y la investigación
El archivo oral...
Autor
Martínez de Sánchez, Ana María
CONICET - Universidad Nacional de
Córdoba
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5
n el siglo XX se produjo un
“renacimiento” de las fuentes
orales, una vuelta a esa
Antigüedad que consideraba el
testimonio como la base de una
crónica o un relato. Tanto los
protagonistas o los testigos
ocasionales, como quienes sabían
lo sucedido por la transmisión de
boca en boca y de generación en
generación, “contaban” lo que
conocían sobre un hecho.
Quienes en la actualidad
cultivan la denominada Historia
Oral, en cambio, generalmente
buscan al informante de acuerdo
con el tema que se han planteado
y realizan las entrevistas munidos
de una metodología y una
preceptiva que va enrique-
ciéndose constantemente.
Esa producción intencional
de documentos –arbitraria en su
conjunto, pero coherente en cada
temática abordada–, no siempre
es conservada de modo orgánico
como se hace con los documentos
que son producto de la actividad
de una institución o una persona.
Uno de los problemas que
han sufrido las ciencias que se
ocupan de la custodia de la
información: archivología,
bibliotecología, documentación y
museología, ha sido el intentar
normalizar sus vocabularios y
acciones, más allá de los espacios
y el tiempo.
Creemos que todo testimonio
que se graba debe ser guardado
como una fuente que sirve a
quien haya participado en su
producción, pero que también
debe conservarse como una parte
de la memoria colectiva, aquella
que generalmente no deja
testimonios escritos o los amplía.
Los Archivos Orales o de la
Palabra deben ser organizados,
entonces, de acuerdo con
principios archivológicos que
aseguren su preservación,
conservación y difusión, por
constituir un bien social. Para ello
se deben realizar todas las
operaciones archivológicas que
requieren una colección docu-
mental
1
, como lo son estos
archivos. Las actividades a
realizar son: clasificar, ordenar y
describir. Además de estas tareas
imprescindibles para la
organización de un archivo,
existen otras que apoyan el
servicio al usuario y, por ende, a
la investigación. En ese campo es
importante establecer normas de
transcripción para documentos
orales, cuya génesis y soporte son
tan particulares.
Para documentos escritos se
unificaron los criterios al
aprobarse sus normas de
transcripción en la
I Reunión
Interamericana sobre Archivos
,
celebrada en Washington en 1961.
En esta comunicación
proponemos unas normas que
son apropiadas para esta clase
documental
2
. La posible
aprobación oficial de ellas y la
generalización de su uso
permitirán que cualquier
investigador pueda interpretar en
lo escrito –la transcripción de la
grabación– lo que ha querido
expresar con la palabra quien ha
prestado su testimonio, como
también conocer sus modismos,
giros idiomáticos o la
pronunciación que le caracteriza.
El documento no debe ser
modificado para que,
precisamente, conserve su “valor
documental”, por lo tanto, las
transcripciones deben ser
absolutamente respetuosas de su
contenido y de su forma
expresiva.
Normas de transcripción
para documentos orales
Definición
Transcribir documentos orales
consiste en escuchar y escribir
sobre papel los “testimonios”
(entrevistas) o “tradiciones” que
se hayan grabado en soportes
magnéticos o electrónicos y que
sean audibles por medio de
reproductores de sonido.
Este proceso recibirá el
nombre de “transcripción”, por
cuanto consiste en pasar a la
forma escrita lo que está
oralmente registrado.
No
debe llamarse
desgrabación, por cuanto este
término significa borrar –que es lo
contrario de grabar– aquello que
ha sido registrado en cualquier
soporte, y se confunde, además,
con la denominación de otro
proceso, que es el borrado o
“limpieza” de las cintas.
Condiciones personales
del transcriptor
La persona que haga la
transcripción deberá reunir
ciertas condiciones cognitivas y
aptitudes específicas para realizar
este tipo de tarea.
En cuanto a lo primero, debe
estar preparada con lecturas
previas referidas al tema del cual
trata la entrevista sobre la que va
a trabajar. De esta manera podrá
entender con mayor claridad y
calidad el desarrollo discursivo y,
eventualmente, identificar los
nombres propios, lugares, siglas,
etc., que el entrevistado
mencione.
Con respecto a las aptitudes,
deberá poseer una buena
audición, rapidez para retener las
frases y escribirlas, utilizando
todos los signos del lenguaje
escrito que matizan el discurso.
Quién transcribe
El entrevistador
Pueden transcribir la misma
persona que realizó la entrevista o
profesionales entrenados
especialmente para esa tarea.
En el primer caso, la ventaja
está dada por la familiaridad con
que abordará el tema. Se
recomienda que no medie un
E
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plazo excesivamente
prolongado entre la entrevista y
la transcripción.
Las entrevistas son
realizadas generalmente por
historiadores (que se dedican a
Historia Oral) y por una amplia
gama de profesionales que
utilizan la entrevista como
fuente primaria de
información: literatos,
sociólogos, economistas,
artistas –en sus diferentes
expresiones– y arquitectos,
entre otros.
La desventaja de que
transcriba el entrevistador se
manifestará cuando sean
muchos los registros sobre los
que se deba trabajar –según el
proyecto que se lleve a cabo–
ya que el investigador
generalmente debe cumplir un
cronograma y necesita dis-
poner del material recogido en
su conjunto. En esta
circunstancia requerirá de per-
sonal de apoyo a la
investigación que realice las
transcripciones.
Personal de apoyo a la
investigación
Puede existir personal de
apoyo a la investigación que
reúna las condiciones
académicas y personales
necesarias para el tipo de
trabajo que se deba
desarrollar. Serán
profesionales capacitados,
tanto en los aspectos formales
de la transcripción, como en la
temática que traten,
especializándose según las
diferentes ramas del saber o
en los temas particulares que
cada una aborde.
Es un trabajo que pueden
realizar archiveros,
debidamente entrenados para
ello en los aspectos cognitivos,
por cuanto están capacitados
para el tratamiento de
documentos en diferentes
soportes y para
transcripciones paleográficas
(en cuanto a signos y
puntuaciones que deben
utilizarse). La transcripción de
archivos orales es una forma
más de transcripción docu-
mental, que sólo requiere
mayor especificidad.
La transcripción
Sea el entrevistador o el
personal de apoyo quienes
realicen la transcripción,
deben hacer dos versiones de
ella. La primera consistirá en
una copia escrita de todo lo
que se haya dicho durante la
grabación, marcando silencios,
dudas, repeticiones,
muletillas, risas, ruidos,
interrupciones, etcétera. La
segunda consistirá en una
versión corregida, en cuanto a
que se eliminarán algunas de
esas circunstancias que no
sean tan importantes para el
investigador que vaya a
trabajar con el texto escrito, ya
que, para conocer las
características de dicción y
exposición de entrevistado,
puede escuchar la grabación
original.
Es conveniente, en
cualquier caso, que quien vaya
a transcribir una cinta o CD,
primero escuche un trozo, sin
intentar escribir nada de la
misma. Esta primera audición
le permitirá familiarizarse con
la voz, algunos modismos, la
dinámica propia de la
entrevista y detectará si hay
interrupciones, intervenciones
de otras personas, etcétera.
En la segunda audición
podrá comenzar a escribir,
para lo cual deberá tener en
cuenta algunas normas.
Advertencia: la
transcripción es un documento
unitario que se adjuntará a los
otros documentos que se
elaboren en torno a la
grabación, como son el
“Comentario de historiador a
historiador”, la ficha de
identificación de la entrevista,
los acuerdos de donación del
entrevistado y del
entrevistador, o el de
compromiso del usuario.
Primera transcripción
1) Se debe encabezar la
transcripción identificando al
entrevistado y al entrevistador
al comienzo de la página y
colocar lugar y fecha de la
entrevista. A lo largo de la
transcripción se colocarán las
iniciales de los mismos al
comienzo del renglón, cada
vez que intervengan,
siguiendo la forma de
construcción de un diálogo.
La identificación debe
constar de nombre y apellido,
ocupación y características de
la entrevista (proyecto al cual
pertenece, objetivo del
registro, etc.). De este modo,
se mantendrá la relación con
el resto de los documentos
producidos sobre la grabación
con que se trabaja.
2) Se debe ser
absolutamente fiel en la
transcripción. No hay que
quitar ni agregar palabras y se
debe escribir TODO lo que se
escucha.
3) Deben colocarse todos
los signos de expresión que
correspondan: de
interrogación, al principio y al
final de la pregunta; de
admiración, además de todos
los signos de puntuación que
se interpreten en la exposición
o diálogo.
4) Se comienza
escribiendo frases cortas,
apretando “pausa” en el
grabador-reproductor cada
vez que se desee interrumpir
la audición. Será necesario
retroceder la grabación, tantas
veces como sea necesario hasta
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que quede absolutamente todo
lo reproducido escrito sobre el
papel.
5) Cuando la exposición es
entrecortada, con pausas largas
–no de puntuación– entre
palabras, se deben poner puntos
suspensivos, sin ningún otro
signo, porque ellos forman parte
del texto. Se tendrá que recordar
que los puntos suspensivos son
sólo tres y después del último,
debe dejarse un espacio.
Ejemplo: “Fuimos...
pensamos que podíamos ir... pero
nos pareció... mejor observar”.
6) Cuando, tanto el
entrevistador como el
entrevistado se expresan con
muletillas, como: eh, este, es
decir, etc., las mismas deben
escribirse dentro del texto, sin
ningún otro signo entre medio,
porque forman parte de la forma
de hablar. No debe quitarse
ninguna porque, precisamente,
son formas de expresión oral que
caracterizan la manera de
comunicarse de las personas.
Ejemplo: “Bueno... eh... las
circunstancias fueron esas. Este...
no tuvimos otra, este...
oportunidad... este... de
participar”.
7) Cuando una palabra es
mal pronunciada o dicha, se
colocará seguida a ella, entre
paréntesis, la palabra “sic” en
bastardilla para indicar que es en
latín. Es la forma de dejar
claramente indicado que se dijo
de esa manera. Cabe aclarar que
el signo de paréntesis no debe ir
con bastardilla.
“Sic”: así, de este modo.
Ejemplo: “No parece que
haiga (
sic
) problema en
considerarlo”.
8) Se colocará entre corchetes
todo lo que capte el transcriptor
en su audición, como risas,
carraspeo, tos (es importante
distinguir estos matices), ruidos,
etc. También se pondrá entre
corchetes la palabra “inaudible”,
cuando haya palabras o frases
que –por diversos motivos–
resulten imposibles de entender y
transcribir.
Ejemplo: “Los empresarios
daban diez mil a los radicales y
diez mil a los demócratas [risas],
sus ayudas y sus posibilidades,
para estar bien siempre
[carraspeo]”.
9) Cuando se mencionen
cifras, conviene escribirlas con
letras. Sólo se pondrá número
cuando se refiera a
porcentajes.
10) Si el entrevistado
menciona siglas, ellas deben
escribirse con mayúscula
sostenida y no desarrollarlas.
Ejemplo: “La UOM estaba
comprometida con ciertos
trabajadores”.
Conviene agregar el
desarrollo de las siglas en un
glosario, al final de la
transcripción, para
conocimiento de futuros
investigadores, a los cuales no
les sean familiares las mismas.
Se debe recordar que se
transcribe para cualquier
investigador, por lo tanto,
puede pertenecer a otro lugar
geográfico, diferente
especialidad y, además, la
transcripción debe mantener
validez a través del tiempo,
con lo cual hay que preservar
los datos para las próximas
generaciones.
Ejemplo de caso: Si un
entrevistado menciona que
pertenecía a VC (en la década
del 70 en Córdoba, Argentina),
la sigla sólo será descifrable
para quienes conozcan el
período histórico al cual se
refiere o la persona que habla.
Deberá, entonces, aclararse
que esa sigla corresponde a
Vanguardia Comunista.
11) La designación de
cualquier tipo de cargo –civil,
religioso o militar– se escribirá
con minúscula.
Ejemplo: “El gobernador
Olmos consideró que eso era
importante”.
12) Los nombres de
asociaciones o cualquier tipo
de organización, se escribirán
con mayúscula.
Ejemplo: “La Unión de
Obreros Metalúrgicos
participó de las reuniones
sindicales”.
13) Se respetará toda
intervención, aunque sea
brevísima, de cualquier per-
sona y, especialmente, las del
entrevistador aunque sólo
sean expresiones de
asentimiento, que muchas
veces se dicen a boca cerrada.
Ejemplo: “–Ajá”.
Generalmente se escucha
como si se pronunciara con
“m”, pero la palabra
castellana que significa
asentimiento es “ajá”.
14) Si la persona repite
muletillas sucesivamente,
deben colocarse hasta tres
seguidas y, si prolonga el
sonido de la última letra de
alguna, sólo se escribirá tres
veces esa letra.
Ejemplo:
A. “Los obreros
buscaron... este... este... este...
provocar una reacción favo-
rable al movimiento sindical”.
B. “Los obreros buscaron...
esteee... provocar una reacción
favorable al movimiento
sindical”.
Segunda transcripción
1) Se borrarán algunas de
las muletillas y expresiones
dilatantes de la exposición,
para agilizar el relato. Así, el
entrevistado no encontrará su
propio discurso incorrecto
cuando se le presente para su
control y se evitarán fricciones
entre las partes para asegurar
el buen fin de la investigación.
2) No deben sacarse todas
las muletillas o palabras
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incorrectamente pronunciadas,
para que no quede la
entrevista literariamente
perfecta pero alejada de la
modalidad de habla de quien
fue grabado.
3) No parece que
correspondiera realizar
correcciones de estilo porque
se estaría modificando el
documento original. Es
importante archivísticamente
tener claro cuál es el
documento original y las
modificaciones que va a tener
el mismo al ser cambiado de
soporte, lo que origina
diferentes copias –en disquete
y en papel. La transcripción se
realiza solamente para facilitar
el trabajo del investigador en
el Archivo de la Palabra o
Archivo Oral.
4) Concluida la segunda
transcripción se realizará un
sumario temático, donde se
incluirán los temas generales
tratados durante la entrevista,
para que sirva de orientación
al investigador.
5) Una vez realizada la
impresión definitiva se
confeccionarán índices
onomástico, topográfico y
temático, según se evalúen
necesarios para el servicio al
investigador. Puede ser que en
algún caso no sea de entidad
realizar el topográfico.
Nota: la impresión de las
transcripciones así como
también los otros documentos
originados por el
procesamiento de la entrevista
(acuerdos, ficha, etc.) deberán
hacerse en un mismo formato
–se recomienda A4– para
facilitar su archivo.
Partes documentales
de una entrevista
La entrevista oral es un
documento que consta de un
solo original y varias copias en
diferentes soportes, que deben
NOTAS
1
Se entiende por “colección”
a aquellos documentos que se agrupan por motivos peculiares
–en nuestro caso los diferentes programas o proyectos de investigación– y que, por ello, no
son el producto de las acciones continuas de una institución o persona física.
2
La clase documental está determinada por el soporte en el cual se ha registrado la
información. El documento oral se lo encuadra dentro de los audiovisuales.
estar correctamente
identificadas.
1) El original grabado en
cinta que se guardará en las
condiciones que establece la
archivología, evitándose su
manipulación.
2) Una copia en CD, para
resguardo del original, dada
su mayor durabilidad.
3) Una copia de la cinta
original para la consulta de los
usuarios, que se conservará
también en las condiciones
correspondientes de
almacenaje, temperatura y
humedad.
4) Un disquete con la
primera y la segunda
transcripción guardada en
diferentes archivos bien
identificados.
5) Una impresión en papel
de la primera transcripción
debidamente encarpetada.
6) Una impresión en papel
de la segunda transcripción
La Archivología, disciplina
complementaria de la Historia y de
todas las ciencias sociales que
encuentran en los archivos sus
fuentes primarias, debe ser tenida
en cuenta para el tratamiento
correcto de los documentos. La
colaboración entre archiveros e
investigadores sociales permitirá,
por un lado, que adquieran mayor
calidad los servicios y, por otro,
que el usuario pueda efectuar su
tarea con excelencia y eficacia.
debidamente encarpetada, que
es la que regularmente se
pondrá a la consulta de los
investigadores.
Estas copias documentales
en diferentes soportes deben
adjuntarse a los otros papeles
que genera la propia
entrevista, como ficha
identificatoria, fotos, etc.
El original debe guardarse
en lugar diferente al de las
copias, por razones de
seguridad.
Consideración final
El trabajo interdisciplinario
es hoy una necesidad en la
producción del conocimiento
que luego debe ser aplicado.
Se impone, entonces,
intercambiar saberes entre las
diversas ciencias, cada una
desde su especificidad, para
lograr optimizar las
conclusiones teóricas e
instrumentales.
La Archivología, disciplina
complementaria de la Historia y
de todas las ciencias sociales
que encuentran en los archivos
sus fuentes primarias, debe ser
tenida en cuenta para el
tratamiento correcto de los
documentos. La colaboración
entre archiveros e
investigadores sociales
permitirá, por un lado, que
adquieran mayor calidad los
servicios y, por otro, que el
usuario pueda efectuar su
tarea con excelencia y eficacia.
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9
traduccione
s
O Arquivo Oral.
Instrumentos para
o serviço de
arquivamento
e de pesquisas
Martínez de Sánchez, Ana María
A produção de documentos orais, que
fazem parte ou não de Arquivo Orais ou da
Palavra
,
acrescentou-se ao longo do
século XX e continua seu crescimento.
Desde o ponto de vista da Arquivologia e
da função social que cumpre a proteção da
memória coletiva se devem realizar ações
para melhorar a organização dos Arquivos,
em função dos pesquisadores e dos
usuários em geral.
Deixando de lado o assunto plenamente
arquivista, como é realizar quadros de
qualificação do Arquivo, ordená-lo e
descrevê-lo para alcançar instrumentos de
controle e de serviço, aproximamo-nos
nesta oportunidade às “Normas de
transcrição” que são muito necessários no
processo dos documentos orais.
A particularidade do suporte e sua gênesis
documental requer um modo de proceder
cuidadoso e perdurável do testemunho
sem que mude o texto, a intenção nem as
particularidades do entrevistado.
Quanto o pesquisador que propõe a
produção do documento oral –é quem faz
Historia Oral– como para o futuro usuário,
devem-se realizar transcrições
normalizadas para unificar a compreensão.
A proposta de Normas que se incluem
neste trabalho são particulares para esta
classe de documentos, como foram as
aprovadas em Washington na
1º Reunião
Interamericana de Arquivos,
1961, para
documentos escritos.
A aceitação delas, apesar das dificuldades
e exigências que possam requerer sua
aplicação, constituiria um avanço no
processamento de arquivos nos
documentos orais.
L’Archive Orale.
Instruments
pour le service
archivistique et
l’enquête
Martínez de Sánchez, Ana María
La production de documents oraux qui
font, ou pas, partie des Archives Orales, ou
de la Parole, a augmenté tout le long du
XXme. Siècle et son augmentation con-
tinue.
Du point de vue de la Science des Archives
et de la fonction sociale que la protection
de la mémoire collective accomplit, des
actions doivent être exécutées pour
améliorer l’organisation des Archives, à l’
intention des investigateurs et utilisateurs
en général.
Sans entrer dans les considérations
purement archivistiques, comme faire la
classification de l’Archive, le mettre en
ordre et le décrire pour obtenir des instru-
ments de contrôle et du service, nous
approchons dans cette occasion les
“Normes de Transcription” qui sont indis-
pensables dans le processus des docu-
ments oraux.
La particularité du support et de sa genèse
documentaire exigent un traitement pru-
dent et continuel du témoignage sans
changer le texte, ni l’intention ni les
particularités de l’interviewé.
Pour l’investigateur qui propose la produc-
tion de la documentation orale –le faiseur
de l’Histoire Orale– et pour les futurs
chercheurs, on doit faire des transcriptions
standard pour unifier la compréhension.
La proposition de Normes qui sont
incluses dans ce travail est particulière
pour cette classe documentaire, de même
qu’elles étaient les approuvées à Washing-
ton dans la première réunion Inter-
Américaine sur Archives, 1961, pour des
documents écrits.
L’acceptation d’elles, malgré les difficultés
et les exigences que sa mise en usage
puisse exiger, constituerait un avantage
dans le processus archivistique des docu-
ments oraux.
The Oral Archive.
Instruments
for the archive
service and the
investigation
Martínez de Sánchez, Ana María
The production of oral documents that are
or not a part of Oral Archives, or of the
Word, has increased along the XX century
and its growth continues.
From the point of view of the Archivology
and of the social function that the protec-
tion of the collective memory fulfils, ac-
tions must be performed to improve the
organization of the Archives, with a view to
investigators and users in general.
Without approaching distinctly in
archivistic considerations, such as carrying
out the classification of the Archive, putting
it in order and describing it to get control
and service instruments, we approach in
this opportunity the “Transcription Stan-
dards” that are indispensable in the pro-
cess of the oral documents. The particular-
ity of the support and of its documental
genesis require a careful and long-lasting
treatment of the testimony without chang-
ing the text, the intention or the
interviewee’s peculiarities.
For the investigator that proposes the
production of the oral documentation –who
is the Oral History maker– and for the
consulting in the future, standard tran-
scriptions to unify the understanding must
be made.
The proposal of Standards that are in-
cluded in this paper is particular for this
documental class, as they were the ap-
proved ones in Washington in the first
Inter-American meeting on Archives, 1961,
for written documents.
The acceptance of them, in spite of the
difficulties and demands that its putting
into practice can require, would constitute
an advantage in the archivistic process of
the oral documents.
9