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22
Las
voces
del presente
Las voces del presente...
Autores
Kotler, Rubén;
Segura, Zulma;
Sosa, María Belén
hablan los desocupados
en Tucumán
Salimos a la mañana y volvemos a la tarde
pero siempre con las manos vacías...
(Ex trabajador de El Bracho, Central
Termoeléctrica, Tucumán)
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23
Introducción
La década del 90 en la
Argentina podría ser definida
como la etapa del auge del
modelo neoliberal (privatización
de empresas públicas o estatales,
estatización de la deuda privada,
cierre de fábricas, preeminencia
de los mercados sobre el Estado –
achicamiento o desaparición del
mismo–, etc.) que acentúa la crisis
socioeconómica que ya venía
afectando a nuestro país desde la
década anterior
1
. La
desocupación viene a constituirse
como una variable dependiente
de la estructura que la genera.
Al hablar de desocupación, se
hace referencia a la contracara de
la misma: el trabajo. Partimos de
la concepción de “trabajo” como
centro y fundamento del vínculo
social y desarrollo personal
2
,
donde el sujeto produce y se
produce
3
. La desocupación gesta
una ruptura de ese vínculo y una
desestructuración en el sujeto.
Destacamos a Tucumán
porque consideramos que es un
punto muy importante en el
interior y uno de los más críticos
respecto a la media del país;
tomando en cuenta la situación
difícil que vive esta provincia
4
debido al cierre de diferentes
fuentes de trabajo (principalmente
los ingenios como primera
actividad de la región que
convocaba no sólo a los
pobladores tucumanos sino
también a trabajadores del
NOA)
5
. Cabe destacar además
que Tucumán es la tercera
provincia del país con un alto
índice de desocupación y con una
gran cantidad de “centros de
desocupados” como forma de
organización.
(ver cuadro)
El uso del testimonio oral
El testimonio se constituye
como un modo de reivindicar
aquellas voces silenciadas por el
monológico discurso
historiográfico construido en
Latinoamérica a partir de una
mirada occidental que propone
sólo “miradas absolutas” e
incuestionables. De manera que el
testimonio se genera como un
contradiscurso que tiene como
función desacreditar ese discurso
hegemónico.
“Contradiscurso”
,
“historia
alternativa”
,
“historia otra”
,
el
testimonio nos pone en contacto
con una realidad más creíble
narrada desde la experiencia,
donde la memoria colectiva posee
un lugar de privilegio, y los
hombres son sujetos activos de
una historia que se gesta en lo
cotidiano.
Así el testimonio, junto a la
literatura de campaña, se
convierte en un canal que
posibilita las prácticas
democráticas, llevando adelante
una nueva política cultural
consistente en “hacer ver” una
realidad concreta y en cooperar
en la reafirmación de una
identidad que durante siglos fue
avasallada.
Esa continua búsqueda de
conocimiento de nuestra
identidad en todos sus aspectos es
la que permitió el resurgimiento
del testimonio oral como fuente
válida de información porque se
ofrece como un espacio
alternativo para las voces de los
auténticos protagonistas de esa
“historia viva” que no se
encuentra en los textos
Datos estadísticos en base a la relación Argentina – Tucumán
6
PERIODOTASATASA
ACTIVIDADACTIVIDADDESOC.DESOC.SUBOC.SUBOC.
ARGENTINATUCUMÁNARGENTINATUCUMÁNARGENTINATUCUMÁN
MAYO 9039.136.98.611.59.312.3
OCTUBRE 9039.037.06.39.48.712.7
MAYO 9139.538.36.911.88.617.8
OCTUBRE 9139.537.86.011.47.912.5
MAYO 9239.838.06.912.18.313.5
OCTUBRE 9240.237.47.012.58.113.1
MAYO 9341.537.29.914.28.812.4
OCTUBRE 9341.037.29.311.89.314.2
MAYO 9441.137.010.714.810.213.6
OCTUBRE 9440.835.812.214.210.415.3
MAYO 9542.637.318.419.911.313.3
OCTUBRE 9541.436.216.619.112.514.9
MAYO 9641.036.417.118.612.617.3
OCTUBRE 9641.937.517.321.813.617.0
MAYO 9742.138.216.116.113.217.2
OCTUBRE 9742.337.713.715.513.115.9
MAYO 9842.436.913.214.813.316.5
AGOSTO 9842.036.513.214.813.716.3
OCTUBRE 9842.138.012.414.913.616.8
MAYO 9942.835.714.519.213.719.4
AGOSTO 9942.337.814.517.114.917.1
OCTUBRE 9942.738.913.815.914.318.1
MAYO 200042.439.115.419.914.517.3
OCTUBRE 200042.740.014.718.414.616.5
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24
historiográficos tradicionales.
Estas voces interactúan
dentro de un proceso dialéctico
entre lo individual y lo social;
entre aquello que es singular y
propio del individuo y no se
repite y lo que está pautado
socialmente.
7
Captar la inmediatez de esa
“historia otra”
8
, darle mayor
veracidad a partir de la
afirmación de una voz que cobra
fuerza propia porque se sostiene
en los hechos de una realidad
concreta, hace que el testimonio
se construya como un modelo de
contrapropuesta a la historia
oficial.
Las voces de los
desocupados
En la realización de las
entrevistas a los desocupados,
hemos considerado relevante lo
siguiente:
La idea de confrontación
entre dos sujetos: uno que habla y
otro que escucha. Es interesante la
relación terminológica que aquí se
establece entre “testimonio” y
“entrevista”, puesto que en
ambos casos se quiere “dar fe de
algo que está ocurriendo”, se
narra una verdad (la del
desocupado) que requiere de un
testigo (el entrevistador).
El funcionamiento de la
memoria en un grupo: tanto el
que recuerda y narra los hechos
como el que va reconstruyendo a
partir de escuchar esa voz,
funcionan como mecanismos de
la memoria para reafirmarse y no
caer en el olvido.
El valor de la cotidianeidad
9
.
Esa “otra historia” se sostiene en
el hecho cotidiano, accesible y
comprensible gracias a la
oralidad. Lo real aparece como
una trama compleja que se va
develando de a poco, a medida
que el diálogo entre el
protagonista de los hechos (en
este caso, el desocupado) y el que
realiza la entrevista avanza por
un camino más flexible que va
captando la realidad en todas sus
dimensiones y contradicciones
evitando caer en la pretendida
“objetividad” del documento
escrito que muchas veces la
encapsula en conceptos
abstractos.
Es a partir de estas tres ideas,
que abordamos a cada uno de los
sujetos entrevistados, como una
manera de acercarse a través del
diálogo obviando toda barrera
metodológica que pudiera
interponerse entre nuestro trabajo
y la necesidad de dar a conocer
una verdad particular por parte
de los protagonistas.
Las actitudes
Del análisis de los testimonios
de los desocupados en Tucumán
se desprenden dos actitudes
frente a la nueva situación. Una
de ellas se relaciona con el tipo de
impacto en la subjetividad de
aquellos desocupados que han
logrado organizarse de alguna
manera a través de la lucha; y la
otra, con la pasividad de los
sujetos que aún no se han
articulado en alguna instancia
organizativa.
La desocupación, genera un
sujeto frágil que pierde esa
vinculación con su realidad
material al quedar sin trabajo. El
trabajo actuaba como un sostén
interno y externo de la
subjetividad y cuando el sujeto
queda desocupado, también se
desorganiza su vida cotidiana y
cae en un proceso de
autodesvalorización, si
consideramos que “el proceso de
trabajo y su producto sostienen
los aspectos valorizados e
idealizados de nosotros mismos”,
que constituyen nuestra
identidad
10
:
1. Los que se organizan
Quedar sin trabajo implica la
pérdida de la grupalidad
11
, es
decir de ese ámbito en que ese
sujeto produce “con otros”. Sin
embargo, contradictoriamente,
esa grupalidad se recupera a
partir de los vínculos establecidos
por medio de la protesta conjunta.
El sostén interno vuelve a
funcionar en el momento en que
ese desocupado se agrupa con los
otros que también fueron
excluidos del sistema y funcionan
como referente externo para darle
sentido a esa producción en
común que se ha perdido en el
momento en que ese sujeto quedó
sin trabajo.
Esta hipótesis queda
demostrada en las frecuentes
expresiones de los desocupados:
Se sacan fuerzas de la gente, de
los compañeros que están acá
.
(...) El único camino que nos
queda es el de la unidad y la lucha
.
(...) vamos confluyendo en la
lucha.
Gracias al esfuerzo de todos lo
hemos logrado.
El “nosotros” se potencializa,
esa pertenencia a un grupo que
comparte la misma situación
pareciera reforzar el sentido de la
dignidad perdida en el momento
en que se es un desocupado.
Ahora ésta se ve canalizada a
través del vínculo solidario.
“Luchar” es el dispositivo que
reactiva ese sentido:
Lo que se consigue, se lo
Del análisis de los testimonios de
los desocupados en Tucumán se
desprenden dos actitudes frente a
la nueva situación. Una de ellas se
relaciona con el tipo de impacto en
la subjetividad de aquellos
desocupados que han logrado
organizarse de alguna manera a
través de la lucha; y la otra, con la
pasividad de los sujetos que aún
no se han articulado en alguna
instancia organizativa.
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consigue dignamente, no se lo debe a
nadie. Nosotros hemos venido a esta
marcha para ver si podemos revertir
esta situación.
2. Los que están solos
No todos los desocupados se
organizan con otros en alguna
agrupación. Para ellos los lazos
de solidaridad se han roto, los
vínculos que antes pudieron
haber creado en su ámbito de
trabajo ya no existen.
Toman una actitud pasiva
respecto a los problemas que
sufren; la falta de trabajo les
genera inmovilidad, miedo de
salir a la calle y pelear, vergüenza
de ver a sus mujeres salir a
trabajar y traer ellas “el pan a la
casa”:
Yo veo una terrible depresión de
la gente, el estado de ánimo, la
desconfianza, por ejemplo los jefes de
familia van perdiendo la identidad a
medida que ven que las cosas van
cambiando.
(...) Mi marido es más callado,
es como más sumiso. Se ha metido en
ese pozo de la depresión, de que
nunca va a conseguir nada, de que
siempre va a quedar sin trabajo, ahí
se ha quedado (...)
“Todo trabajo pasado fue
mejor”. Otra actitud del
desocupado es la que lo lleva
aceptar cualquier tipo de empleo,
aún en las peores condiciones.
Recuerda con cierta añoranza la
época en que trabajaba, aún
cuando lo hiciera en condiciones
paupérrimas, con horas extras,
salarios magros, y malos tratos
por parte del patrón. Mas sólo se
acuerdan de “aquella época” en
que tenían trabajo.
Me he venio abajo... porque para
mí la vida mía es trabajar.
Antes me acuerdo... nadie se
pedía prestado ni un gramo de
azúcar; no, lo teníamos, todos
teníamos. Nadie nos pedía ni un
pedazo de pan... todo teníamos de
más, no había necesidad.
El trabajo se convierte así en
sinónimo de la vida misma y ésta
se ve reflejada en y por el trabajo.
Cuando falta el empleo, falta la
vida o se termina. Esta situación
genera en el sujeto una depresión
que se manifiesta en la falta de
sentido para salir a la calle, se
busca refugio en el alcohol o bien
se llega a una situación de
violencia familiar, e incluso al
suicidio. En el interior de la
provincia, la situación es aún
peor, la soledad se intensifica en
contraste, con cualquier otra
forma de solidaridad. Sólo se cree
en Dios a quien se le ruega por
trabajo en el mejor de los casos, y
existe un descrédito casi total por
la “política” que los ha sumido en
esa profunda depresión.
Como ejemplo de lo dicho,
contemplamos la actitud de
congregarse en las iglesias el día
de San Cayetano, como una forma
de depositar en la institución
religiosa que históricamente tiene
un discurso social, la presunta
satisfacción de las necesidades
que deberían resolver los
organismos gubernamentales. Se
transforma la necesidad concreta
y real en una actitud sublimal:
... yo voy a la iglesia evangélica,
y voy sí o sí porque Dios me tiene que
devolver el trabajo que he dejado.
A su vez aquellos que deben
mediar entre la sociedad y las
instancias superiores de decisión
terminan usando el poder que
tienen para conseguir votos en
épocas electorales por medio de
mecanismos clientelares:
(...) la gente ya no cree en nada,
está como cansada... la gente quiere
que vos le digás: te vamos a repartir
una bolsita con mercadería... está mal
acostumbrada a raíz de los políticos,
porque los políticos la buscan a la
gente en el momento que van a hacer
la política y la conforman con una
cajita de mercadería... cuando se
termina la política se olvidan que esa
gente los ha votado a ellos.
Actitud frente a la cámara
La necesidad de tomar la
palabra frente a la cámara tiene
que ver, por un lado con una
actitud de denuncia que se
expresa en:
La tendencia a asociar la
cámara con un medio masivo de
comunicación (los entrevistados
recurren frecuentemente a la
pregunta:
¿Por qué canal sale?
).
La explicitación de los
nombres de los responsables de
esa situación.
La pérdida de temor ante una
cámara (es importante esta
actitud en una provincia con una
fuerte tradición autoritaria,
acostumbrada a un silenciamiento
impuesto) tiene que ver con la
apropiación de una palabra que
se sostiene en la fuerza de la
denuncia. Esa palabra cobra
fuerza en y con los otros que
comparten el mismo espacio, la
misma situación, la misma lucha,
el mismo impacto subjetivo, etc.
Por otro lado, está presente la
expectativa de ser escuchado y a
su vez la de conseguir una
solución al reclamo. Esta
expectativa crece a medida que se
suman más voces a la denuncia y
también por la difusión adquirida
en estos últimos tiempos de este
tipo de cuestiones a través de los
medios que han llegado a
sustituir la función de un Estado
A su vez aquellos que deben
mediar entre la sociedad y las
instancias superiores de decisión
terminan usando el poder que
tienen para conseguir votos en
épocas electorales por medio de
mecanismos clientelares:
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26
que está ausente.
(...)Somos cuatrocientos
compañeros que andamos aquí en la
calle desocupados hace dos meses ya.
Y bueno nosotros le pedimos al
gobierno que nos solucione eso
porque el bolsón no es solución para
nosotros, el bolsón para que callemos
y eso no sirve. Nosotros queremos
que abran las obras, como hay
muchos compañeros de El Bracho que
los han dejado sin trabajo ahí, y está
una obra en plena ejecución y los han
dejao a los compañeros de El Bracho,
porque nuestro sindicato no nos
representa a nosotros; se llama
Adrián Santillán, él representa a los
empresarios, a los patrones. Hace dos
meses, nunca ha estao con nosotros,
nosotros queremos que él se haga
responsable, que nos haga dar el
PlanTrabajar (...).
12
(...) le pido al gobernador que
algún día se siente a la mesa con los
desocupados y vea la pobreza que
tenemos.
(Juana Rosa de Molina,
69 años)
(...) pero ya ves, siempre
reunidos alrededor de cuatrocientos
compañeros a la deriva, salimos a la
mañana y volvemos a la tarde pero
siempre con las manos vacías,
volvemos a la casa.
(...) mi hija, todas las veces que
yo salgo a tomar un cargo, tiene
esperanza que la mamá va a volver
con un trabajo en la mano y tenemos
que volver al principio y decirle:
«chicos, lamentablemente esta vez
tampoco pudo ser». Hasta en
nuestros hijos recae esta
desocupación.
(Norma, docente)
La modificación
en los hábitos
Otra de las consecuencias de
la desocupación es la
modificación de los hábitos
manifestada de diferentes
maneras: tanto familiar como
social.
En el ámbito familiar, lo más
significativo es el cambio de roles
que se produce. La mujer
adquiere un nuevo protagonismo
13
al constituirse en “sostén del
hogar” debido a que posee
mayores posibilidades de
encontrar un trabajo como
empleada doméstica
principalmente. Como ejemplo,
cabe mencionar la situación que
actualmente se vive en el ex
ingenio San Pablo cuya población
masculina está desocupada desde
que cerró el ingenio, por lo que
tuvieron que salir las mujeres a
buscar empleo en las zonas
residenciales de Villa Nougués y
Yerba Buena.
Somos las que llevamos adelante
el hogar.
Nosotras tenemos puestos los
pantalones.
(...) Las mujeres que tienen que
trabajar porque el marido está sin
trabajo... pierde la identidad el
hombre de la casa.
La mayoría somos mujeres, los
hombres son como más cerrados, no
están tan de acuerdo, creen que no
van a conseguir nada con lo que están
haciendo (...)
(...) el hombre ha pasado a
integrar parte de la casa, del hogar, y
la madre a ser el sostén de la familia y
las madres trabajan, la mayoría en
Yerba Buena, y algunos hombres, los
más jóvenes han conseguido trabajar
en algunas fábricas de herreros o han
tenido que emigrar directamente, y
los hombres grandes... se han quedado
aquí a esperar una solución.
No obstante, tanto la
situación de la mujer como la del
hombre es degradante en la
medida que sus posibles trabajos
no son valorados como tales. Es
aquí donde se hace una referencia
explícita a la “changa”, una forma
de empleo precario; puesto que si
consideramos al trabajo como un
“valor”, la changa viene a
constituirse en un “dis-valor” por
los siguientes motivos: en primer
lugar, se trata de un trabajo
inestable; en segundo lugar, es
temporario, por tanto no cuenta
con horarios pautados
disponiendo de los del changarín;
por último, no asegura una
entrada salarial fija:
Trabajamos changueando en el
limón, en lo que venga... siempre he
trabajado en el campo, juntaba papa...
el trabajo que salía.
Nos vamos a trabajar en el
mercado. Vivimos changando.
Ninguno tenemos oficio, somos
obreros, hay veces que tenimos y
otras veces que no.
De la misma manera, para la
mujer, el ser empleada doméstica,
es caer en manos de gente
inescrupulosa que pisotea sus
derechos, justamente porque al
igual que la “changa”, se trata de
un trabajo “en negro” y a veces la
categoría “persona” se rebaja a la
categoría “animal”:
Ser empleada doméstica es lo
peor que puede haber, nos hacen a
menos, nos tratan como animales(...)
Mi objetivo principal es
recibirme y por ahora tengo que
trabajar en lo que encuentro; los fines
de semana trabajo en un bar y los
días de semana mis amigas me
buscan trabajo en casa de familia y
hago lo que puedo.
Conclusiones parciales
El avance del neoliberalismo
implicó un crecimiento
directamente proporcional de la
desocupación y en ese contexto la
desestructuración social de los
sujetos, que les hizo cambiar no
No obstante, tanto la situación de
la mujer como la del hombre es
degradante en la medida que sus
posibles trabajos no son valorados
como tales.
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28
NOTAS
1
El impacto del neoliberalismo tardó en hacerse sentir en
América latina; sus orígenes en Argentina se remontan a la época
del proceso militar donde las medidas económicas adoptadas por
el ministro Martínez de Hoz respondían al nuevo giro dado por
el mundo occidental.
2
Méda, Dominique,
El trabajo. Un valor en peligro de extinción
,
Cap. I, París, Gedisa, 1995.
3
Mateu, Cristina (comp.), 2000.
4
El
corpus
testimonial de este trabajo se corresponde en un 80% a
los desocupados del interior de la provincia, donde la situación de
crisis se evidencia aún más.
5
Reforzamos esta idea con los datos estadísticos que si bien sólo
tienen en cuenta el conglomerado urbano, son importantes
indicadores del crecimiento de la desocupación.
6
Fuente: INDEC. Encuesta Permanente de Hogares, Información
de Prensa, 14 de diciembre de 2000.
7
Boutzouvi, Aleka, «Individualidad y conciencia colectiva», en
Historia y Fuente Oral
, N° 11, pp. 39-52.
8
Vera León, Antonio, «Hacer hablar. La transcripción
testimonial», en
Revista de Crítica
, N° 36.
9
Joutard, Philippe, p. 273.
10
Quiroga, Ana, “Fin del trabajo: falacia y resignación”, en
Mateu, Cristina (comp.), 2000.
11
Quiroga, Ana.
12
«Marcha por Pan y trabajo» Tucumán 26/4/01
13
Las mujeres en Tucumán, específicamente las que eran esposas
de los que venían a la zafra, ya estaban acostumbradas a trabajar
cortando caña. Sin embargo, cuando se hace referencia a un
“nuevo protagonismo” tiene que ver sobre todo con la necesidad
que las impulsó a salir a la calle no sólo a buscar trabajo, sino a
defender sus derechos como trabajadoras, como bien se pudo
comprobar en la fuerte presencia de éstas en la “marcha por pan
y trabajo”, 26 de abril, Tucumán.
BIBLIOGRAFÍA
Agenda Secreta
, programa conducido por Roman Lejtman, Buenos
Aires, canal CVN, 7 de agosto de 2000.
Barela, Liliana y otros,
Algunos apuntes sobre Historia Oral
, Buenos
Aires, Instituto Histórico de la Ciudad de Buenos Aires, 1999.
Joutard, Philippe,
Esas voces que nos llegan del pasado
, México,
Fondo de Cultura Económica, 1986.
Méda, Dominique,
El trabajo. Un valor en peligro de extinción
,
París, Gedisa, 1995.
Quiroga, Ana,
Crisis, procesos sociales, sujeto y grupo
,
Buenos Aires,
Ed. Cinco, 1998.
Quiroga, Ana, “El fin del trabajo: falacia y resignación”, en
Trabajo e identidad ante la invasión globalizadora
,
Buenos Aires, Ed.
Cinco/La Marea, 2000.
Sader, Emir y Gentilli, Pablo
(comp.),
La trama del neoliberalismo.
Mercado, crisis y exclusion social
, Buenos Aires, Eudeba, 1999.
Vera León, Antonio, “Hacer hablar. La transcripción
testimonial”, en
Revista Crítica
, Lima, Perú, Año XVII, N° 36.
sólo los hábitos sino también las
formas de relacionarse entre sí,
con su familia y con un Estado
que los olvida.
En el caso de la provincia de
Tucumán, una de las más
castigadas por el fenómeno, la
desestructuración que produjo el
crecimiento de la desocupación
tiene consecuencias graves
afectando no sólo a la sociedad en
conjunto sino también a los
individuos que pierden el valor
fundamental que significa el trabajo.
A través de los testimonios
recogidos de diferentes ámbitos
observamos la desesperación, la
angustia, el miedo y, en muchas
ocasiones, ganas de luchar, en
una confrontación dialéctica de
una sociedad que ha quedado
fragmentada a partir del
fenómeno estudiado.
Los testimonios refuerzan la
idea de que sin trabajo el sujeto
pierde un valor fundamental para
la vida que lo hace identificarse
en y con otros. A su vez se
observan dos actitudes
contrapuestas: por un lado, la
pasividad y el miedo que genera
todo un sistema que los mantiene
al margen y que se da sobretodo
en los hombres y que los lleva a
recluirse en sus hogares y no salir
a pelear por un puesto digno; y
por otro, la actitud de las mujeres
que en la gran mayoría de los
casos sale a pelear y luchar por
conseguir y reclamar una fuente
laboral para ganarse el pan
dignamente.
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29
traduccione
s
As vozes do
presente. Falam os
desempregados de
Tucumán
Kotler, Rubén; Segura, Zulma; Sosa,
María Belén
Este trabalho tem como assunto o
problema do desemprego em Tucumán na
década de 90, no tempo do auge do
modelo neoliberal.
Por causa das entrevista realizada surgem
duas atitudes opostas, mas que nos
mostram a mesma realidade. A primeira é a
organização dos desempregados em
distintos grupos que reclamam seu direito
de trabalhar.
A segunda atitude é a do desempregado
que não se junta a outro e que mantém um
comportamento passivo ao respeito do
problema.
Nos dois casos observamos uma mesma
realidade, a destruturação dos indivíduos e
um novo acomodamento em seus hábitos
respeito da situação anterior da perda do
trabalho.
Les voix du présent.
Les chômeurs
de Tucumán
parlent
Kotler, Rubén; Segura, Zulma; Sosa,
María Belén
Le travail présent est au sujet du problème
du chômage dans Tucumán dans la décade
des 90, pendant l’apogée du modèle
néolibéral.
Parmi les entrevues accomplies, deux
attitudes diamétralement opposées
arrivent, mais, à son tour, les deux nous
montrent une même réalité.
La première est l’organisation des
chômeurs dans des groupements différents
qui réclament leur droit de travailler.
La deuxième attitude est cela du chômeur
qui ne s’associe pas aux autres et qui
maintient une attitude passive par rapport à
son problème.
Dans les deux individus nous observons
une même réalité, la désintégration des
individus et un rajustement dans leurs
habitudes à propos de la situation
antérieure à la perte du travail.
The voices of the
present.
Tucumán’s jobless
speak
Kotler, Rubén; Segura, Zulma; Sosa,
María Belén
The present work is about the problem of
the unemployment in Tucumán in the
decade of the 90, during the apogee of the
neoliberal pattern.
From the performed interviews two dia-
metrically opposed attitudes arise, but, in
turn, both of them show us only one real-
ity. The first one is the organization of the
jobless in different groupements that claim
their right to work. The second attitude is
that of the jobless that doesn’t associate to
others and that maintains a passive attitude
regarding his problem. In both individuals
we observe only one reality, the disintegra-
tion of the individuals and a readjustment
in their habits concerning the situation they
were before the loss of the work.
29