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De puño y letra
Hebe Clementi
Autora
culturales y locales o nacionales, aproximándose a
un género que al par de autobiográfico, involucra a
la sociología, la etnología, el folclore, el espacio
respectivo.
Di proprio pugno (autobiografía de emigrantes
italianos en Argentina y en Brasil) se llama este libro
de 145 páginas, en una preciosa edición de Diabasis,
que corresponde a los “Cuadernos del
Departamento de Estudios americanos de la
Universidad de los Estudios de Roma Tres”, dirigido
por Vanni Blengino, a quien debemos dos
extraordinarios textos sobre la inserción italiana en
la Argentina, y que ha estudiado y vivido en Argen-
tina antes de radicarse en Roma.
Un acápite de Augusto Monterroso dice mucho
como introducción al texto: “Para publicar un libro
sobre la propia vida no es necesario ser alguien, ni
algo, ni nada. Es necesario solamente escribirlo y, si
es posible, escribirlo bien. No hay una sola vida que
no pueda ser escrita”. Me parece un prodigio
abarcativo de cuanto intenta la autora, y de lo que
logramos los que nos interesamos por las fuentes, y
especialmente las orales, en la búsqueda de la
identidad que se transparenta de este modo
entretejida con la narración autobiográfica. Esta
búsqueda, y estas tramas, cuando proceden del
propio emigrante, son el documento identificatorio
más revelador, aunque para nada ausente de
tensiones o de derivaciones. Es, dice la autora, la
condición misma del emigrante la que se inserta
íntimamente a esta experiencia y produce “la
configuración cultural típica de la condición
postmoderna: la experiencia del no lugar, de la
pérdida de sentido y de funciones de pertenencia a
sistemas de entre una identidad pasada y la otra a
reconstruir, un autorreconocimiento de las variadas
formas del pasado hasta autoidentificarse en el
presente”.
Camilla ha buscado, no sin trabajo, testimonios
escritos a través de sus descendientes, y ha reunido
una serie de relatos que son memoria de los
momentos vividos a la llegada aquí, y alternativas
de convivencia primera, donde la pertenencia al
grupo familiar, la nostalgia del ámbito perdido, el
descubrimiento del nuevo paisaje y la nueva
inserción, la siempre precaria instalación que
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condicionaba el desplazamiento y el acomodamiento
argentino, las primeras experiencias de trabajo y de
afectos nuevos, la elaboración de rutinas que
marcaran un comienzo de pertenencia, que van
afirmándose con cada acto o cada comienzo que
desenmascara la desconfianza, el temor, la simpatía,
la concordancia, y van incluyéndose en el gran relato
de la sociedad en construcción, el techo propio, la
calle amiga, el barrio, la biblioteca, el juego, el
colegio, la elección de un migrante que echa raíces.
Un expresivo texto, pletórico de datos, pero
sobre todo inserto en un cuestionamiento exhaustivo
de los dramas de inserción que vive el inmigrante,
tan lacerantes como el enganche a su ámbito
originario, pero también tan llenos de expectativas
posibles, de cambios reformuladores, que entre el
allá y el aquí, y el antes y el después, van dando la
letra a textos y reacciones reveladoras, insertas en
enfoques socio-culturales y psico-sociales que
ordenan movimientos y pensamientos, en un mapa
cultural que abarca todos los “espacios de la
identidad”, título éste imperdible del tercer capítulo,
donde se afirma que “la autobiografía moderna
asigna a la memoria el privilegio de ser la fuente
principal de la narración del sí mismo...”, como
expresa Maurice Halbwachs: “también cuando se
remite a una experiencia personal e interior, el
recuerdo está siempre ligado a una realidad
extrasubjetiva que es patrimonio común de un grupo
social de referencia”.
Libro que no tiene un solo espacio para eludir,
que deviene en instrumento valioso para la
indagación de la subjetividad, meta de nuestro
trabajo específico en la recuperación de las voces...