image/svg+xml1212Esperanzas caminandoEl Posadas:una experienciade movilizacióny participación socialen la Argentina de los 70
image/svg+xml13existencia y en las determinaciones que imponen asus ocupantes” por su situación en la estructura de ladistribución del capital social. Y luego agrega que elcapital es “el factor eficiente en un campo dado”, yaque “permite a su poseedor ejercer un poder, unainfluencia, por tanto existir, en vez de ser una simplecantidad deleznable”.2Adherimos a esta teoría porque hablar de campo,afirma Bourdieu, a diferencia de un sistema oaparato, significa hablar de lucha; “y por lo tanto deHistoria”. En un campo los distintos agentes luchan,con apego a regularidades y reglas constituidas enese espacio de juego, con distintos grados de fuerza yposibilidades de éxito. Es cierto también que “quienesdominan en un campo determinado están enposición de hacerlo funcionar en su beneficio, perosiempre deben tener en cuenta las resistencias, lasprotestas, las reivindicaciones de los dominados”.3En el caso que estamos estudiando, el desarrollodel capital social de los sectores dominados delcampo social generó resistencias, protestas yreivindicaciones en un nivel tan alto que amenazó aquienes dominaban o controlaban ese espacio, por locual la reacción de estos sectores no se hizo esperar.El presente trabajo pretende analizar un pequeñosegmento de la sociedad que participó de estastransformaciones entre 1970 y 1976, teniendo encuenta que las mismas abarcaron amplísimos nivelesy que significaron una vasta transformación social.La elección del Hospital Posadas como campo deanálisis se debe a varias razones. Nos pareceinteresante tomar como referencia un hospitalpúblico nacional que surgió como modelo de políticade salud en esa etapa. Allí, analizaremos eldesarrollo de la organización de los trabajadores dela salud, a quienes su labor los colocaba en contactocotidiano con los sectores más postergados de lasociedad. Ellos comenzaban a asumirse comotrabajadores, se sindicalizaban y potenciaban lastendencias igualitarias de la sociedad argentina alIntroducción“Lucy traía unos diamantesde un mundo inesperadoFrancia en colores del día domingoMarcha de los estudiantesParecíamos Esperanzas Caminando(Del mismo barro, León Gieco, 1992)Los años setenta representan un quiebreprofundo en la historia de la sociedad argentina. Laviolencia, el terror y los enfrentamientos de aquellosaños son la prueba definitiva de que se trató detiempos decisivos. El resultado de aquellasdefiniciones puede apreciarse hoy, y se haceevidente en la fragmentación de la sociedad, en ladesesperanza y en la frustración que la etapademocrática no sólo no pudo revertir, sino queprofundizó.Entre 1966 y 1976, diez años signados porsendos golpes de estado, se definió con muchafuerza el perfil de una militancia social renovada.Los avances de la movilización popular de los años70, sobre todo después del Cordobazo (1969),mostraron el fracaso de los intentos por superar unacrisis que se arrastraba desde la caída del peronismoen 1955. La efervescencia y la masividad de laprotesta social, su creciente radicalización y elcrecimiento de nuevos grupos y organizaciones de lallamada “nueva izquierda” se convirtieron en unaverdadera amenaza para los grupos de poder deaquellos años. Es que la movilización popular que seintensificó en los años 70 fue acompañada por unaorganización importante de la sociedad que diolugar a la creación de espacios de inserción social ya un desarrollo del capital socialinédito.Pierre Bourdieu definió al capital social como la“suma de recursos, actuales o potencialescorrespondientes a un individuo o grupo, en virtudde que estos poseen una red duradera de relaciones,conocimientos y reconocimientos mutuos más omenos institucionalizados”.1Bourdieu argumentaque estas redes sociales deben construirse medianteestrategias de inversión orientadas hacia lainstitucionalización de relaciones grupales,utilizables como una fuente confiable de otrosbeneficios. Nosotros consideramos que la militanciapolítica y social, desarrollada sobre todo entre 1969 y1973, se basó en la construcción de este tipo de redesde relaciones sociales.Bourdieu manifiesta también que pensar entérminos de relaciones significa pensar en términosde campo. El campo, una de las nociones centralesde su teoría, “es una red de relaciones objetivas entreposiciones que se definen objetivamente en suEl enfoque biográfico interpretativo en la investigación socio-históricaEsperanzas caminando. El Posadas: una experiencia de...AutorMariano ÁlvarezProfesor de Historia
image/svg+xml14cuestionar los modelos de vinculación vigentes.Por otro lado, creemos que es importante tomartestimonios de diversos actores sociales que hastahoy permanecen anónimos para tener una mayordimensión de aquel proceso de participación social,así como también de la magnitud y del impacto delterrorismo de Estado. Los protagonistas son médicos,enfermeras, empleados, vecinos, que desde su accióncotidiana se convirtieron en una verdadera amenazapara el poder, aunque muchos de ellos no militaranen grandes organizaciones.Es por ello que hemostrabajado basándonos en testimonios orales.Creemos asimismo que recién en los últimosaños han aparecido trabajos que tienen en cuenta aestos actores anónimos, es decir, militantes socialesde base ligados o no a grandes organizaciones, queprotagonizaron este desarrollo. Además, cuando hansido objeto de análisis, ha sido sólo como víctimas dela represión, comodesaparecidos, sintener en cuenta las decisiones quetomaron antes de ser atacados por elterrorismo de estado, su trabajo políticoy social, su compromiso de militancia.De este modo, intentaremosanalizar esta experiencia demovilización y participación socialdesarrollada en el Posadas en losprimeros años de la década del 70 talcomo fue vivida y sentida por susprotagonistas. Nos parece fundamentaldetenernos a analizar la influencia deun verdadero clima de época quehomogeneizó a este sector de lasociedad donde predominaban losjóvenes. Clima que puede ser calificadocomo “de esperanza”. Esto es lo que sentían quienesvivieron esos años. Esperanza basada en el caminoque iniciaban. Un camino de lucha y militancia.Esperanza en movimiento. Esperanzas caminando.El Hospital PosadasEl actual Hospital Nacional Profesor Dr.Alejandro Posadas está ubicado en Villa Sarmiento,en el partido bonaerense de Tres de Febrero. Este hos-pital surgió como iniciativa de la Fundación EvaPerón durante el segundo período presidencial deJuan Domingo Perón y estaba originalmenteproyectado para cumplir la función de atención deenfermos con afecciones pulmonares crónicas y conespecial dedicación a pacientes afectados por tuber-culosis. La planificación edilicia denota los requisitosde la época para atender a este tipo de enfermos. Hoypodemos observar los vastos espacios abiertos querodean al edificio principal que cuenta con grandesbalcones y materiales de construcción que evidenciancalidad y fastuosidad.Cuando se produjo la Revolución Libertadora en1955, el hospital aún estaba sin terminar. El nuevogobierno decidió en abril de 1958 cambiarle eldestino inicial para transformarlo en “InstitutoNacional de la Salud” y como tal fue inaugurado porel entonces presidente de facto general Pedro E.Aramburu.De este modo comenzaron a funcionar un totalde siete institutos de investigación dedicados cadauno de ellos a distintas especialidades. Los mismoscumplieron tareas asociadas a la investigación ex-perimental y clínica, es decir que no había atenciónmédica directa a la población, excepto aquellos casosque se consideraban útiles para el desarrollo de lasinvestigaciones. Esto fue así hasta que en junio de1968 se decidió la disolución de los institutos deinvestigación para organizar un Hospital Nacionalde Agudos.Entre 1968 y 1970 el hospital funcionóúnicamente con dos servicios: Gastroenterología yEndocrinología. En 1970 comenzaron aincorporarse los otros servicios, comoPediatría, Clínica Médica y Cirugía,proceso que continuó hasta 1973, añoen que se integraron todos los demásservicios para constituir un hospital deagudos.Se inauguró oficialmente comoPoliclínico Profesor AlejandroPosadas en abril de 1972, con laasistencia del entonces presidente defacto general Alejandro AgustínLanusse, haciéndose cargo de ladirección interina el doctor CarlosFerreyra.El doctor Camilo C. recuerda:El hospital a principios de los setenta eramuy elitista … todo era absolutamente brillante, delujo, fantástico pero con un pequeño detalle: no habíaenfermos. La comunidad que rodeaba al hospital nosabía que allí podía ser atendida, era un lugarprácticamente cerrado. El hospital no tenía nada quever con la comunidad y además estaba absolutamentevacío.Los barrios que rodeaban al hospital eran en sumayor parte de clase media y clase media baja.Podemos destacar dos de ellos. Por un lado, un ba-rrio de casas pequeñas, devenido hoy en villa deemergencia, conocido como Carlos Gardel, quetenía una población estimada en 3500 personas.Este barrio se había constituido a partir de 1969con gente proveniente del interior, en su mayoría.El gobierno militar de aquella época construyóuna serie de monoblocks exactamente detrás delhospital, prometiendo a quienes llegaban al barriootorgarles departamentos allí. Sin embargo, estosdepartamentos fueron ocupados en su mayoríadiscrecionalmente por otras personas,constituyendo así el segundo barrio, llamado enaquella época Mariano Pujadas, con unaLos protagonistas sonmédicos, enfermeras,empleados, vecinos,que desde su accióncotidiana seconvirtieron en unaverdadera amenaza parael poder, aunquemuchos de ellos nomilitaran en grandesorganizaciones.
image/svg+xml15población estimada en 1973 de 9000 personas. Hoyambos núcleos habitacionales son conocidos en suconjunto como Barrio Carlos Gardel.4En un marco de importante efervescencia políticay de amplia participación y movilización social, seprodujo entonces la conformación del plantelprofesional y no profesional de las distintas áreas delhospital.Era un momento en el que todo el mundo teníaparticipación en proyectos de alguna manera progresistas...toda la gente que venía era gente de ámbito profesional, casitodos formados en situaciones médicas de alta dedicación...todos con residencias médicas, sin actividad privada... sinotras cosas que la atención en hospital público, lo cual dioun perfil muy característico a casi toda la población médicaque vino y con eso un poco arrastró también el hechoinstitucional. Yo creo que allí es donde sefijaron las características... que uno podríallamar personalidad de la institución (...)El ingreso de personal noprofesional también fue importante enestos años. La mayoría de ellos eranjóvenes con poca experiencia laboral.Estas condiciones nos hacencaracterizar al hospital que seconformó entre 1972 y 1973 como unhospital “nuevo”. Un hospital públicoy gratuito, bastante bien equipado, enmanos de gente joven, con médicos condedicación exclusiva, lo que lespermitía una mayor interacción con losno profesionales.Por otro lado, la mayoría de losactores sociales protagonistas de estedesarrollo compartían una concepciónde salud basada en las políticas deRamón Carrillo, quien había sidoSecretario de Salud durante la época de los gobiernosperonistas y planteó, por primera vez en Argentina, laidea de salud como un derecho. Para ello implantó unsistema estatal centralizado, de atención gratuita,moderno y dinámico, permitiendo así un crecimientoacelerado de establecimientos hospitalarios comotambién de centros ambulatorios.5Esta alternativa a la salud pública se había vistomuy limitada durante la etapa tecnocrática de lostiempos militares. A partir del golpe de 1966 seobservó una “desjerarquización de las institucionespúblicas” que se ocupaban de las políticas de salud.Así, la Secretaría de Salud que manejaba su propiopresupuesto se transformó en Subsecretaría,perdiendo tal potestad. A su vez, “el campo de lasalud pública fue restringido y se facilitó el desarrollodel sector privado”.6Con la asunción del gobierno de Cámpora en1973, la nueva Secretaría de Salud recuperó casi todaslas facultades que había tenido durante la gestión deCarrillo. En este sentido, los médicos del hospitalrecuerdan la influencia ideológica del proyectosustentado por el FREJULI, cuya filosofía se cristalizóen el Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS).El doctor Juan Carlos A. recuerda:El SNIS era un proyecto muy transformador de larealidad sanitaria, de la forma de prestar salud, que bueno,finalmente tuvo la posibilidad de tener algún desarrollo enalgunas provincias del interior del país, pero como sistemanacional no pudo ser implementado porque la relación defuerzas no dio como para poder instituirlo, y bueno, estehospital tuvo grupos importantes del personal queparticipaba de los postulados de este proyecto, del SNIS.De alguna manera se intentó desde acá llevar adelantealgunos de los postulados de ese sistema que en realidadera un sistema integrado, mucho más amplio, nacional.La ley 20.748 se aprobó finalmente en septiembrede 1974 creando el SNIS. Sin embargo,debido a diversas disputas entrefuncionarios del Ministerio, la CGT ydistintas organizaciones médicas, seintrodujeron modificacionessustanciales que impulsaron algunosdiputados de extracción gremial, y quedejaron fuera del sistema al conjunto delas obras sociales. El gobierno peronistaya había definido un lineamientopolítico totalmente diferente al quehabía provocado un sentimiento deeuforia popular en mayo de 1973.Antiautoritarismoy horizontalidadLa efervescencia social y política,que se vivía tanto dentro como fuera delhospital en mayo de 1973, tarde otemprano debía enfrentarse con laestructura autocrática de la direccióndel hospital nombrada por el gobierno militar deLanusse. El director era el doctor Ferreyra, retirado delas Fuerzas Armadas, quien estaba acompañado porun grupo de personas a cargo de los servicios ge-nerales y de mantenimiento.Así como en el país las luchas populares y loscuestionamientos a la estructura de poder militar seprofundizaron, la oposición al autoritarismo en elmanejo del hospital generó un estado demovilización que integró rápidamente a todo el per-sonal, tanto profesional como no profesional, y queademás contó con un fuerte apoyo de los líderesbarriales. Así lo recuerda el doctor Camilo C.:Recuerdo... el momento de lo que llamamos la toma delhospital. Año 73, acceso de Cámpora al gobierno, viste quehabía movimientos y contra movimientos, o sea, losgremios más históricos estaban tratando de forzar la mano,quedarse con los lugares para evitar los desplazamientos.Este hospital estaba en ese momento dirigido por uninterventor del poder anterior, del poder de Lanusse, yentonces en esta efervescencia del 73 hubo unaEste hospital surgiócomo iniciativa de laFundación Eva Peróndurante el segundoperíodo presidencial deJuan Domingo Perón yestaba originalmenteproyectado para cumplirla función de atenciónde enfermos conafecciones pulmonarescrónicas y con especialdedicación a pacientesafectados portuberculosis.
image/svg+xml16movilización por parte de este hombre con algunos agentesque tenía aquí dentro, en sus cargos directivos, a cargo demantenimiento, vigilancia... de armar un proyecto, hacercomo una toma del hospital y quedarse dentro, que generóuna contra fuerza que lo arrastró, en el sentido que estotrascendió y la gente de alguna manera ocupó su lugar, selo llevó puesto... por delante, hubo asambleas y acá estogeneró un desplazamiento de ese director, una presenciapor seis o siete días de un Comité de dirección elegidoasambleariamente, ese Comité de dirección tenía tresmédicos y tres no médicos en su composición... Parecía quecada sector se quería comer a su jefe, apareció un momentode reivindicación en el que todo jefe era expulsable, buenosi había caído el interventor por qué no caía el jefe del áreadeterminada, de personal, de tal o de cual... y entonces seiba a cada sector que estaban reunidos en una discusiónpermanente y se consiguió parar casi todas estasreivindicaciones cuando no tenían una base lógica, cuandoeran simplemente reivindicacionesanormales.El estado deliberativo que incluyóla “toma” del hospital continuó du-rante cuarenta y ocho horas. Paradarle validez legal a este proceso semantuvo una conexión orgánica conel Ministerio de Bienestar Social al quese pidió el nombramiento de unveedor. Así es que fue designado eldoctor Escudero, quien no intervino enla movilización interna del hospital y,además, facilitó la eleccióndemocrática del posterior director.Tres o cuatro días después de aquella asamblea,el doctor Ferreyra intentó retomar la dirección delhospital y lo hizo acompañado por la policía dePalomar. La postura del doctor Escudero fue la deavalar el movimiento interno del hospital, y unanueva asamblea rechazó al director nombrado por ladictadura.Continúa el doctor Camilo C.:A partir de la remoción de las viejas autoridades elproceso interno de democratización e integración a travésde las asambleas cobró una dinámica permanente. El comitécolegiado de dirección se propuso buscar inmediatamenteuna figura emergente y representativa de lo local concondiciones personales intachables, para proponer alMinisterio, para que quedara a cargo del hospital. Laelección recayó en el doctor Rodríguez Otero. Era uncirujano de gran trayectoria, muy querido y respetado, quehabía sido director asistente del doctor Ferreyra y no se leconocía militancia política alguna.En una asamblea posterior al 20 de junio, día enque se produjo el sangriento y definitivo retorno dePerón al país, se designó a Rodríguez Otero, porvotación unánime a mano alzada, director del hospi-tal. Él conocía perfectamente el manejo del hospitalcon lo cual se garantizaba cierta continuidad laboraly administrativa. Sin embargo, el doctor Escudero noconsiguió el nombramiento del Ministerio deBienestar Social que conducía López Rega, ya que sedesconfiaba de la movilización interna que allí seestaba gestando.Para exigir el nombramiento del cirujano, seprodujo una movilización al Ministerio, deaproximadamente trescientas personas (sobre untotal de setecientas). De aquella convocatoriaqueremos destacar dos datos importantes. Por unlado, el poder de movilización que había en aquellaépoca, que incluyó tanto a médicos como a nomédicos, pero también a un importante grupo devecinos. En segundo lugar, un presagio del futuroque así lo recuerda Camilo C.:Fuimos ahí al Ministerio de Salud, que se sacó ahí laconvalidación, el nombramiento a partir del reclamo delhospital y de la comunidad... Una situación jodida porquenos metieron a todos en un subsuelo, en un cuarto piso desubsuelo del Ministerio que... estaba allá enPlaza de Mayo, una situación complicada,digamos... soportó bien, fue muy agresiva lasituación... estaba López Rega de Ministro,ya había habido Ezeiza... Este hospital va conese planteo al Ministerio, terminamos en uncuarto subsuelo del ministerio, en un lugargrande que había, serán 200 o 300 personas...una situación de mucha vulnerabilidad, peroesa movilización consiguió el nombramientode Rodríguez Otero.Con este nombramiento oficial porautoridad competente de un gobiernodemocrático, la comisión colegiada sedisolvió en asamblea. También cesó en sus funcionesel veedor del Ministerio, el doctor Escudero. Esto seprodujo entre junio y julio de 1973.Las estructuras de sentimientoNos interesa destacar en este punto cómo fuevivido este proceso por sus protagonistas. Ya queconsideramos que este movimiento emergentepuede seranalizado como una “estructura de sentir”,trataremos de rescatar los principales “significados yvalores” tal como fueron “vividos y sentidosactivamente”7por los diferentes actores sociales delhospital que fueron entrevistados.Nos parece conveniente aclarar que se trata deuna aproximación a aquellos sentimientos, que seencuentra mediatizada por la memoria de cada unode los protagonistas. Sería imposible recuperarlos“tal como fueron vividos”. La cristalización de los“años dorados” del hospital, que se dieron entreaquella asamblea de junio de 1973 y fines de 1974, enlos recuerdos de sus protagonistas asume unaestatura mítica. Marta C. ingresó al Posadas el 11 dejunio de 1973 y dice haber entrado a un mundomaravilloso, de grandes asambleas y resoluciones enconjunto.Es que, como afirma Alessandro Portelli, “lasLa cristalización de los“años dorados” delhospital, que se dieronentre aquella asambleade junio de 1973 y finesde 1974, en losrecuerdos de susprotagonistas asumeuna estatura mítica.
image/svg+xml17fuentes orales nos dicen no sólo lo que hizo la gente,sino lo que deseaba hacer, lo que creía estar haciendoy lo que ahora piensan que hicieron”.8Sin embargo,consideramos que estos testimonios orales resultanimprescindibles para analizar las percepciones quelos distintos actores sociales tenían acerca de losprocesos y los acontecimientos en los que estuvieroninmersos.El clima político y social del país en 1973 estápresente en todos los testimonios y es expuesto comoun detonante. El doctor Juan Carlos A. recuerda eneste sentido:El proceso del 73 fue bastante explosivo, con la salidade la dictadura de Lanusse. La llegada del gobierno deCámpora y demás significó un cambio muy abrupto en lasexpectativas de la gente y en el modo de participar, y enesta relación que se fue dando entre el hospital y la zona deinfluencia. Al margen de las cuestiones quehacen estrictamente a la condición de hospi-tal, paralelamente con eso también se dabauna actividad sindical y política dentro delhospital bastante importante. Lo que sírecuerdo es que entre los grupos detrabajadores del hospital más identificadoscon la línea de la JP o de la TendenciaRevolucionaria y demás, y los líderesbarriales de una orientación similar habíatrabajo en común de tipo político y demás...probablemente ésta sea una de las cosas que,junto con el carácter de hospital abierto,participativo, con mucha gente del hospitalcomprometida aunque no estuviera en estetrabajo político, fue de las cosas que tal vezlo hayan marcado como objetivo para quecuando el golpe del 76 ocurriera lo queocurrió.Por otro lado, la formación de un hospital“nuevo”, con aquel ingreso masivo de personal yamencionado entre 1972 y 1973, otorgó a losprotagonistas de dicho proceso una vigorosaidentidad que algunos vinculan con el fenómeno delperonismo. Cristina, asistente social y delegada deATE en aquellos años, afirma:La mayoría de los jóvenes que ingresamos en el hospi-tal a partir de los 70, nos atravesó en algún momento denuestra historia joven, el peronismo, te podría decir que enel noventa por ciento procedíamos de padres trabajadores,que gracias a su trabajo pudimos cursar la escuelasecundaria y después optar por la terciaria o universitaria.Este origen de clase trabajadora, de principios y valoresprevalecía en nuestra práctica de concebir el trabajo, lasrelaciones, los vínculos con los otros. Nos sentíamostrabajadores de la salud, acompañados de la concepción dela Salud Pública de Ramón Carrillo; no había divisorias deaguas, ni discusiones por este tema. Es por ello lo deltrabajo horizontal tanto a nivel interno del hospital, comoasí también en el trabajo con el barrio, como el de realizarlas asambleas conjuntas. El estado de asamblea permanentedonde se discutían cuestiones internas como tambiénaspectos relativos a la situación general del país y esaconcepción horizontal en la que todos éramos equipo desalud y no existían hegemonías de unos sobre otros. Ladivisoria de aguas entre profesionales y no profesionales seinstala a partir del 24 de marzo de 1976.La opción por el peronismo se presentaba asícomo algo inevitable, fenómeno que se correspondíacon lo que ocurría en el país en aquellos años. Lointeresante de ello es que no se trataba de una opciónpolítico ideológica, sino más bien de un sentimientoque unificaba a los distintos actores sociales en tornoa lo que representaba una opción popular de luchaen una coyuntura histórica determinada.En este sentido, cabe destacar que en lostestimonios “Perón” casi no es mencionado, exceptocuando se recuerda su regreso al país el 20 de juniode 1973. Tampoco son consideradoscomo parte del peronismo ni el ministrode Bienestar Social, José López Rega,quien mandó intervenir el hospital en1974, ni toda la burocracia sindicalperonista. Se trataba de un peronismo“nuevo”, vivido como un hecho casifundacional.El compromiso militante, queestaba presente en la mayoría del per-sonal, en general no generabadivisiones entre ellos. Dice Cristina:La cohesión interna estaba dada porcompartir la misma concepción de salud, deconstrucción y de participación. La granmayoría estaba comprometida con ladefensa del hospital público, de puertasabiertas y la participación de la comunidaden todos los niveles de la vida del hospital.Gladys C. es enfermera y recuerda:Vos sabías la bandería política de todos, nadie teocultaba su bandería política. Un momento así de graneclosión, de gran libertad y hasta de alegría, y hasta dealegría. La militancia era toda muy activa, muy alegre conmucha polenta, muchas ganas... Por ahí en alguna reuniónalguien venía con la línea de su partido, el PC por ejemplo.Todo el mundo le decía, pará, no bajes línea,chicaneábamos, pero nunca hubo peleas así. Era una cosamuy fluida, todo el mundo quería opinar, tratábamos dehacer en conjunto, consensuar sin que las líneas partidariasinfluyeran en forma importante. Era una cosa pluralista,de consenso, nos uníamos más por las coincidencias que porlas diferencias.Sin embargo, en los intersticios de este clima deconsenso, pluralismo y horizontalidad que todosevocan, seguramente se estaba gestando la reacciónautoritaria de los grupos de poder. Creemos que en laidealización de aquella etapa se pierde la percepciónde aquella amenaza. Sólo se filtra esto en algunos delos testimonios, pero como algo que fue captado conposterioridad a que se desencadenaran losPor otro lado, laformación de unhospital “nuevo”, conaquel ingreso masivo depersonal ya mencionadoentre 1972 y 1973,otorgó a losprotagonistas de dichoproceso una vigorosaidentidad que algunosvinculan con elfenómeno delperonismo.
image/svg+xml18acontecimientos. Dice Cristina: por supuesto, despuésvimos que otros estaban armando otras cosas, ¿no?Esta “estructura de sentimiento” se puedepercibir a su vez en la construcción de fuertesvínculos de índole afectiva entre los distintosprotagonistas, y en relación con la institución a laque pertenecían. El testimonio de Gladys da cuentade ello:Yo amaba este hospital, todos amábamos este hospital.El hospital era como una cosa nuestra, lo amábamos. Eracomo un hijo grande. Yo tenía infinidad de horas, entrecomillas, extras, porque al final ni se cobraban o eran acompensar, pero en mi vida recuerdo haberme tomado undía para compensar. Los artículos 8 que ahora se los tomanreligiosamente, ni los tomábamos... Era un compromiso conel hospital, el hospital era nuestro hijo. Y teníamos ademásun ámbito de trabajo pero además un ámbito social,teníamos nuestras relaciones, nuestras amistades. Nosjuntábamos a charlar, de repente íbamos atomar un café. Éramos todos amigos, vosentrabas en todos los servicios como en tucasa. Cada servicio era como el dormitoriode un hermano. Vos golpeabas la puerta ydecías hola como te va. No había toda esacosa burocrática o formal que existe hoy.Desarrollo del capital socialUna consecuencia fundamental deldesarrollo hasta aquí descrito en elHospital Posadas fue la construcciónde relaciones grupales que sirvieroncomo fuente confiable de beneficiospara toda la comunidad. Esta red derelaciones se dio en primer lugar dentro del hospitaly luego, confluyó con otras redes que se estabangestando paralelamente en otros sectores de lasociedad.En este sentido la relación del hospital con lacomunidad nos parece fundamental en este procesode apertura. El barrio estaba organizado pormanzanas y tenía sus representantes que concurríanal hospital, se reunían con el doctor Rodríguez Oteroo participaban de las asambleas. En aquellasreuniones se planteaban los problemas y lasnecesidades de la comunidad y desde el hospital seintentaba brindar solución en la medida de lasposibilidades. Sobre estos referentes barriales el doc-tor Camilo C. afirma:Yo no te puedo decir si eran gentes de organizacionesmás elevadas, había gente pesada... seguramente habíagente pesada, alguna vez he visto gente armada... en estasreuniones... pero básicamente eran los tipos que emergíancomo representantes naturales y uno hablaba con ellos y dealguna manera encolumnaba un reclamo o encolumnabauna solución a un problema... no individualmente, sino eraun reclamo formal... de un barrio que tenía tal problema ode infección o de epidemia... había cosas... no te puedo decircuál era la razón de ser de ese protagonismo... pero eranrealmente los referentes del barrio, uno se entendía con tres,cuatro, cinco, diez tipos que eran en general... o mujeres,que ordenaban de alguna manera la cosa...Uno de los temas que nos parece interesantedestacar de la relación entre el hospital y el barrio, esla labor que se llevó a cabo en cuanto a prevención yatención primaria de la salud. Cristina nos cuentaque:Una de las cuestiones fue la formación de agentessanitarios, de líderes sanitarios... el equipo de acá estabaformado por enfermería, por obstetricia, por ginecología,clínica médica, servicio social, nutrición... se preparaban enconjunto junto con los vecinos del barrio el programa abrindar... y bueno, esto se hacía con los vecinos que elloselegían de cada una de las manzanas. Nosotros íbamos albarrio a dar las charlas... y a su vez ellos una vezterminada esta capacitación la reproducían con todos susvecinos de manzana... o sea, era una retroalimentaciónporque todo el tiempo los conocimientosiban y venían... los vecinos podían estarcapacitados en nutrición, en primerosauxilios, ...los conocimientos y los saberesnecesarios para resolver las cuestionesprácticas... y fundamentalmente todo lo quetenía que ver con la promoción de la saludque era el eje que nos atravesaba en esemomento, que era fundamentalmenteadquirir mejor calidad de vida... y en esotenía que ver todo lo que era el mejorar lascondiciones ambientales.La integración con la comunidadtambién se percibe en la gran actividadsocial que había en el hospital. El hos-pital, además de centro de salud, por momentos seconvertía en un centro comunitario o club de barrio.Son recordados los festejos del Día del Niño que serealizaban con los vecinos en los cuales se utilizabael aula magna para pasar películas infantiles.También en esos tiempos se intentó hacer unpolideportivo para la comunidad en el amplio parquedel hospital. Para ello, recuerda Sala que veníamos losdomingos a laburar al hospital y los sábados y despuéscomíamos un asado, pero laburábamos toda la mañanajunto con los vecinos para mejorar el jardín.Susana, militante del barrio, recuerda en estesentido:El hospital era abierto, no había ningún muro, lagente los sábados y domingos iba a hacer el picnic alparque del hospital, no era que se iban a tirotear, era fami-liar, yo no tengo fotos pero hay gente que las tiene, era unaplaza pública, hacer el picnic, tomar mate, jugar a lapelota, era un clima bueno con el hospital. Se hacían tareasrecreativas... Ahora ya hay vandalismo, pero en esemomento había otros valores, había otros criterios.Susana Á. vivía en el sector de los monoblocksjunto con su madre, que era militante peronista y hoypermanece desaparecida, y recuerda cómo seorganizaron para tomar este núcleo habitacional:Y teníamos además unámbito de trabajo peroademás un ámbitosocial, teníamosnuestras relaciones,nuestras amistades. Nosjuntábamos a charlar, derepente íbamos a tomarun café. Éramos todosamigos (...)
image/svg+xml19Año de 1973, gana el peronismo el 11 de marzo.Entonces a mi mamá la vienen a ver de todos los barriosdonde a ella la conocían por su militancia, la vienen a ver.–Cecilia, queremos tomar los monoblocks. Vos tenés queayudarnos–. Los monoblocks estaban deshabitados, estabapor asumir el gobierno de Cámpora y estábamos en unperíodo de transición. Qué sí, qué no, se discute quéconviene o no. La cuestión es que se decide tomar losmonoblocks. Se decide tomar Ciudadela y se decide tomarCarlos Gardel. Y se inician las tomas simultáneas. Hay tresintentos de tomas, en la primera nos saca el Ejército porqueestaba el ejército todavía. Decidimos esperar y en agostodel 73 se toman todos los monoblocks. Además deCiudadela y Carlos Gardel... se toman los de Crovara... yadespués se generaliza, es como que se inicia una encendidade tomas simultáneas. Así pasamos a vivir allí. Losdepartamentos estaban deshabitados. Había alguno queotro que estaba adjudicado por el BancoHipotecario... y bueno, el tema era despuéscómo regularizar esa situación. Estábamosante un gobierno peronista, nos habíanpermitido ocupar los departamentos, pero laidea no era quedarnos así porque éramosintrusos, éramos ilegales. Y bueno ahícomienza el tema de la organización.Se organiza un cuerpo de delegados: unrepresentante por escalera y un delegado pormonoblock. Y se forma la comisión del barrioy con esa comisión se va a representar alBanco Hipotecario Nacional, a exigir laregularización de las viviendas, porquequeríamos que nos hicieran un boleto porquequeríamos pagar... Se fue al Ministerio deBienestar Social, en micros, en camiones, huboque presionar. Mandaron una comisión de asistente social,delegado del Banco Hipotecario al barrio, legalizaron lacomisión que ya estaba conformada. Identificaron a losrepresentantes entre los que estaba mi mamá y se nosfacilitó toda la documentación, nosotros mismos nosocupamos del censo familia por familia, le llevamos alBanco toda la documentación y ellos fueron citando yregularizando uno por uno la situación.(...) Cuando había algún problema se reunían lascomisiones de los dos barrios... o decían hay que convocaruna asamblea de delegados por tal o cual problema. O porel agua o por las cloacas, lo que fuese. No había esto de losvilleros o los de los monoblocks, se trabajaba en conjunto.Dentro de las redes de relaciones que se tejieronen este período en el Hospital hubo dosorganizaciones que se fortalecieron y consolidaron enun grado importante: la Asociación de Trabajadoresdel Estado (ATE) y la Asociación de Profesionales.Sin embargo, ninguna de ellas tomaba decisiones porsí mismas sino que las decisiones se tomaban enasambleas conjuntas. Una delegada de ATE deaquella época recuerda:Nosotros normalizamos la seccional en 1972. Yo eradelegada de ATE. El contacto con la asociación era fluido,ninguno de estos gremios tomaba decisiones por sí mismo,era lo que decidía la asamblea, ahí era la base... Ahí no nosatravesaban cuestiones de dinero ni de nada de eso, eldinero era de los trabajadores, pero vos no tenías niviáticos ni nada, cada uno se pagaba su boleto fueras dondefueras... no tenías licencias ni privilegios. Al contrario,tenías que ser el mejor, si vos estabas ahí, además de hacertu trabajo, después tenías que ser el mejor compañero, elmejor delegado... era doble lo que tenías que hacer. Cosaque después... eran otros valores.Además, debido al caudal de afiliados que ATEtenía en el hospital, allí funcionaba la seccionalBuenos Aires de este gremio. Es por ello que losdelegados de la seccional tenían directa vinculacióncon los movimientos gremiales de otros hospitalesnacionales, como el de Ezeiza, el de Lanús o el deCiudadela. Gladys fue revisora de cuentas de laseccional Buenos Aires de ATE y asílo recuerda:Íbamos a los otros hospitales,interveníamos en las asambleas, íbamoscon mandatos... pero siempre... todo, todose decidía en asamblea, era por consenso,no había mandatos de cúpula overticalismo. El funcionamiento de ATEacá en la seccional Buenos Aires eramuy democrático, muy, muydemocrático. Es más, nosotros noteníamos un local fijo, nos prestaba ellocal la Asociación de Profesionalespara reunirnos. Íbamos generalmentefuera de horario. Bueno, cuando sehacía pertinente ir a una asamblea enotro hospital, íbamos a las diez de lamañana, de repente. Nadie descuidaba su trabajo, noestábamos en reuniones permanentes. Todo el mundolaburaba y decíamos a tal hora nos reunimos y nosreuníamos... íbamos a los distintos hospitales o dondetuviéramos que ir con nuestro propio dinero, en colectivo.Era un funcionamiento totalmente diferente... y diferente aATE central.Todos los testimonios coinciden en lo rico quefue para el desarrollo profesional individual todo esteproceso de integración. En este sentido, Cristinadestaca la importancia que tuvo la concepción detrabajo interdisciplinario:Todo el 74 y el 75 estuve en Servicio Social,participando en los talleres en el barrio, trabajando, tuve laposibilidad de parir también mi profesión en la concepciónde trabajo interdisciplinario, es otra de las tantas cosas quedespués hubo que volver a rearmar. Bueno, no se sabía loque era trabajar las disciplinas por sí solas, todo lohacíamos en conjunto, todos, porque además ésa era lacuestión, cada uno aportaba su conocimiento a la temática,a la problemática, no es que una disciplina tenía que saberde todo. Entonces cada uno aportaba y esto enriquecíarealmente la respuesta que vos dabas, esto era lo rico de estehacer colegiado...La integración con lacomunidad también sepercibe en la granactividad social quehabía en el hospital. Elhospital, además decentro de salud, pormomentos se convertíaen un centrocomunitario o club debarrio.
image/svg+xml20Terrorismo paraestatal:López Rega y la Triple ALa metodología del terrorismo de Estado yaestaba asumida por las Fuerzas Armadas en lamasacre de Trelew de agosto de 1972, cuando fueronejecutados dieciséis presos políticos de diferentesorganizaciones armadas que habían intentadoescapar de la prisión de Rawson. Los violentossucesos de Ezeiza del 20 de junio de 1973, en cambio,tuvieron otras características. Las fuerzas represivaseran comandos armados por José López Rega desdeel Ministerio de Bienestar Social y fueron dirigidospor el teniente coronel Jorge Osinde. Se tratabaentonces de una suerte de terrorismo paraestatal quese estructuró “a través de los sectores hegemónicosdel peronismo de derecha, en conjunción con lasfuerzas armadas y de seguridad”.9Este sector del peronismo liderado por LópezRega se fusionó con la estructuraparalela de represión que habíaformado el comisario general Alberto Villardurante la Revolución Argentina, a quienPerón había designado en septiembre de1973, Jefe de la Policía Federal.De este modo nació la AlianzaAnticomunista Argentina, másconocida como Triple A. Se trataba deuna organización parapolicialcoordinada por Villar y López Rega,sostenida por fondos provenientes delMinisterio de Bienestar Social eintegrada por oficiales de las FuerzasArmadas y de la policía en actividad,ex policías y militares, delincuentescomunes, matones del sindicalismo ojóvenes de la derecha peronista.Eduardo Luis Duhalde afirma que el “terrorparaestatal”, característico de esta etapa, “pese atener una clara dependencia del Estado, posee comocaracterística diferenciadora de la etapa posterior lacircunstancia de que no hay una participación globalactiva en él, de los aparatos represivos del Estado enforma institucional”.10Los grupos reaccionarios que permanecieron enel hospital después del proceso iniciado en junio de1973 aprovecharon los cambios que se fueronproduciendo en el país con el avance del“lopezreguismo” y de la Triple A, sobre todo despuésde la muerte de Perón. La primera medida fue tomadapor el Ministerio de Bienestar Social al quitar laautarquía que tenía el hospital hasta ese momento.Esta medida tuvo como consecuencia la pérdida en elmanejo presupuestario y de la facultad de designar alpersonal que hasta ese momento tenía la direccióndel hospital. A partir de aquel momento, el hospitalpasó a depender orgánicamente del Ministerio, y estocoincidió con el inicio de las intervenciones y conellas de la represión interna.Así recuerda aquellos hechos Cristina, delservicio social:Recuerdo un primer intento de intervención que fuetotalmente expulsada en asamblea por el conjunto de lostrabajadores, no nos movimos de ahí adentro. Esto habrásido a fines de noviembre, y una segunda que fue endiciembre del 74, donde ya vinieron con las armas. Eragente del Ministerio de Bienestar Social, gente de LópezRega. Ya para ese momento varios habíamos sidoamenazados telefónicamente. Yo vivía con mis viejos y noteníamos teléfono y llamaban a lo de un vecino... y meamenazaban que tenía una hermana, que pensara mucho enella... si no quería que la reventaran... y además cuandollegan, ya esta patota con Pimentel, que es quien quedacomo director... primero decretan que no se pueden hacerreuniones interdisciplinarias... y ahí un compañero en laasamblea, uno de los compañeros desaparecidos, NachoCarla Salas, se enfrenta en la asamblea con ellos, y despuéses llamado a la dirección, ya se empieza agenerar un ambiente diferente... así y todose baja el nivel de participación, pero ya enel país se empieza a generar una limitaciónya concreta en la democracia.Camilo C. dice al respecto:A mediados del 74, no recuerdo bien lafecha, más, casi al final del 74, después dela muerte de Perón, hay un avance delMinisterio sobre el hospital... en el cualterminan con la gestión progresista deRodríguez Otero. Este individuo que habíaemergido como el referenciado por la genteen el 73, poco después de las asambleas,duró hasta fin del 74, al cual lo reemplazaun interventor que era propuesto por lo queera el “lopezreguismo”. ¡Oh casualidad!,un individuo... llamémosle, de la medicinaprivada de la zona. No fue casual. Y a partir de ahíempieza lo que sería la represión interna, que es anterior...la batalla interna de hegemonía, este grupo instalado queobviamente enseguida se sirve y trae también gente parasostenerlo, versus lo que era la resistencia local que yaempezaba a tener problemas como tenía problemas en todoslados.La resistencia frente a aquel proceso fuecanalizada por un grupo de militantes que organizóun “comité de resistencia” que se reunía en formaclandestina. Allí participaron regularmente entrequince y veinte personas. Así lo recuerda Gladys:Bueno, entonces hicimos... en algún momentohacíamos reuniones pero fuera del hospital, éramos elcomité de resistencia del hospital, lo formábamos algunaspersonas, unas cuantas. Nos reuníamos en casas, recuerdouna vez que nos reunimos en una iglesia. Para ver cómoplanteábamos una resistencia a esa intervención. Laresistencia eran volantes de esclarecimiento, pegábamosobleas dentro del hospital... Nos estábamos planteando elesclarecimiento de la gente y ver cómo podíamos hacer paramovilizar otra vez, mover esa intervención.(...) no se sabía lo queera trabajar las disciplinaspor sí solas, todo lohacíamos en conjunto,todos, porque ademásésa era la cuestión, cadauno aportaba suconocimiento a latemática, a laproblemática, no es queuna disciplina tenía quesaber de todo.
image/svg+xml21Las vinculaciones entre las nuevas autoridades yla medicina privada se evidenciaron cuandointentaron tomar el piso donde funcionabaTraumatología para desarrollar un Centro deFertilización. La amenaza de perder el servicio deTraumatología para desarrollar una especialidad queno buscaba satisfacer las necesidades de lacomunidad, motivó una de las tantas reacciones delpersonal que se recuerdan en aquella época. Gladys,que pertenecía a ese servicio, nos dice:Iban a poner un tipo que era el ingeniero Medrano,que era de Marina, no sé de dónde era. Yo recuerdo asípuntualmente que yo estaba en Traumatología y él aparecióun día, trajo unas personas. El jefe, uno de los jefes detraumatología le mostró todo, porque decían que eran delMinisterio, que venían a ver el piso... Y alguien me llamó amí y me dijo, esos tipos no vienen del Ministerio, no estáninteresados en cómo funciona Traumato.Están interesados en copar el piso. Vienenpara otra cosa, les van a dar el piso. Yo ledije a mi jefe...“ No”, me dice, “nada quever”. Y sí... era el Centro de Investigacionesde Fertilidad del doctor Blanco, que era nosé si amigo o qué de López Rega. Entonces,rápidamente desmantelaron Traumato (...)Nosotros estábamos en desacuerdo... Bueno,se prestaba para muchas cosas el trasplantede ovarios. Acá viene gente muy pobre,gente muy ignorante y no sabés... Yo debíacontinuar como jefa de servicio. Dije que no,yo no estaba de acuerdo porque en un lugardonde uno de los problemas era que seestaba tratando de ayudar a la gente de lazona con los programas de control de lanatalidad y todas esas cosas... Ellos veníanacá a hacer algo que no era para la zona, noera de interés... Resulta que un día decidimos en asambleatomar el piso... Bueno, tomamos simbólicamente el piso,estuvimos un rato largo ahí. Vino Medrano y dijo: “Quiénhizo esto, quién abrió acá”. No sé... no me nombraronexpresamente... pero dijo, usted la puede pasar muy mal...Bueno, después de eso, siguió Traumatología.Las asociaciones gremiales continuaron sutrabajo durante esta etapa. Dice el doctor Camilo C.:Esa lucha se manifiesta básicamente ya en lacanalización gremial de la lucha. Lo que es la movilizaciónde alguna manera horizontal... o si se quiere llamarespontánea... cuando tiene que haber resistencia, ya quedaun poco más depositada en las instituciones organizadas.Entonces, allí aparece con más fuerza la resistencia queATE puede hacer y la resistencia que la Asociación deProfesionales... generando conflictos que empiezan a tenerreivindicaciones gremiales, baja el nivel de la consigna. Laconsigna que hasta cierto momento era una consignareivindicativa de cosas más allá de lo gremial... empieza aquedar restringida a consignas gremiales, salariales,condiciones de trabajo, desplazamientos... eso se da en el75... Además se consolida un progresivo dificultamiento almantenimiento de esta red horizontal de funcionamiento...se va dificultando sentarse en asambleas.Sin embargo, se recuerdan asambleasmultitudinarias, aún en este contexto, antedeterminadas situaciones problemáticas. ElRodrigazo fue una de ellas. Así lo explica Gladys C.:Nosotros en el Rodrigazo fuimos a la Plaza de Mayo,fuimos a aquel famoso día en que después sacaron a LópezRega... Digamos que se hizo una asamblea. Hubo gente queno quiso concurrir, otros que sí. Unos por izquierda porunos motivos y otros por derecha por otros motivos.Nosotros fuimos por las nuestras. En la asamblea del hos-pital no decidimos ir en forma orgánica. Algunos deizquierda decían que eso era desestabilizar al gobierno yotros por derecha decían no sé qué... yo tampoco estaba muysegura si era, si había que ir, pero fui. Sabía que era contraLópez Rega y fui. Lo que pasa que también podía habersido el germen para empezar a mover elgobierno de Isabel, ¿no? Después lo pensé.Gladys también recuerda deaquella época del Rodrigazo suparticipación, a través de ATE, en lacoordinadora de gremios en lucha de lazona oeste:Y nosotros formábamos parte tambiénde la coordinadora de gremios en lucha...Yo no recuerdo bien cómo comenzó, creo quecomenzó en el INTA de Castelar, pero seamplió. Estábamos casi todos los gremiosestatales e incluso había fábricas comoDeuz, Indiel de La Matanza... Nosotros nosreuníamos siempre... Los de Indiel segurovinieron acá, participaron de algunasasambleas. Esto debe haber sido en el 75.Estaba la gente de la DGI.Paralelamente en el barrio sesucedieron los hechos intimidatorios, las amenazas ylas persecuciones sobre todo a los militantesbarriales. Así lo recuerda Susana:El peronismo estaba dividido, estaba la gente queestaba con Arteaga, la “Jotaperra”, está entre losdesaparecidos y tenía vínculo con la gente que reprimió enel hospital. El tipo era... trabajaba para la derecha y lochuparon a él también, estuvo con nosotros, estuvo dondeestuve yo. Y después estaba la gente del peronismo de la“JP”, hubo enfrentamiento. El barrio en 1973 se llamabaMariano Pujadas, había un monolito, cuando matan a lafamilia de Pujadas, vuelan el monolito. Dentro del barrioestaba este tipo que trabajaba para la Triple A, sabíamos. Elprimer hecho vinculado a la Triple A es la muerte de JulioAravena, que era un radical, empleado del BancoHipotecario, que estaba en la oficina que el banco tenía en elbarrio y tenía una estrecha relación con la comisión, lolevantan y aparece muerto a golpes...El mito de la subversiónNosotros consideramos que la verdaderaamenaza que motivó la implementación de un EstadoLos gruposreaccionarios quepermanecieron en elhospital después delproceso iniciado enjunio de 1973aprovecharon loscambios que se fueronproduciendo en el paíscon el avance del“lopezreguismo” y de laTriple A, sobre tododespués de la muerte dePerón.
image/svg+xml22Terrorista estuvo dada por el desarrollo del capitalsocial que se había manifestado en vastos sectores dela población desde 1969 en adelante. La amenaza paralos sectores de poder militar y financiero, quepretendían aplicar un plan de ajuste basándose enpolíticas neoliberales para superar la crisis económica,no era la guerrilla sino la “subversión”. El lenguaje delos militares “incurrió en una vaguedad deliberada yferoz” cuando acuñó este concepto. Así lo analizaFeinmann: “La subversión era más que el terrorismo,más que la guerrilla, que eran la expresión armada de lasubversión. La subversión era todo cuanto atentaracontra el estilo de vida argentinoo contra el ser nacional(…) Una de las características del terrorismo de Estadoes la a-tipificación del delito. Serán culpables los que elEstado decida que lo son y por las razones que elEstado decida”.11De este modo, los subversivoseran los militantessociales, políticos y sindicales quepertenecían a aquel movimiento emergentede la nueva izquierday que hemosdescrito. Eran médicos, enfermeras,trabajadores en general o militantesbarriales que habían participado de undesarrollo inédito de participación yorganización.Las campañas de prensa, en claraacción psicológica, acompañaron oprepararon el camino para el avancedel Estado Terrorista. Camilo C. noscuenta al respecto:Todo lo que después se inventaba delos túneles hacia el barrio, del hospital comosoporte a la subversión... eso difunden desdelos servicios, salía en los diarios... La primer noticia quetengo sobre el tema yo personalmente, poco después de latoma de Monte Chingolo, leí algo que ver con el temaporque coincidiendo con eso hubo... un robo que sedenunció, fines del 75... se hizo el procedimientoadministrativo de denuncia... eso más la aparición de mate-rial que podía ser robado al hospital dio pie para que apartir de ahí los servicios...Cristina recuerda que:Una de las cosas era el séptimo piso, que ahí decíanque teníamos las armas y en realidad lo que teníamos ahíeran las cunitas de nuestros hijos... porque como gentejoven, la guardería en ese momento quedó totalmentedesbordada en su capacidad y hubo que montar unaguardería autogestionada por nosotros en el séptimo piso,donde teníamos las cunas y las cosas de nuestros bebés,decían que ahí teníamos depósito de armas...El doctor Juan Carlos A., con su testimonio,sintetiza nuestro análisis:En mi modo de ver las cosas, el golpe militar utilizó ala subversión y uno interpreta como esto a la guerrilla ar-mada digamos así, como la excusa para reprimir a sectoresmucho más amplios del campo popular que molestaban alproyecto que venían a instaurar y me parece que eso se dioen forma general y se dio aquí en el hospital también,digamos. Salieron publicaciones en los primeros días delgolpe acerca del hospital en los medios de prensa quecaracterizaban al hospital como un nido de la guerrilladonde se hacían operaciones quirúrgicas clandestinas y seatendían guerrilleros, etc. Es más, algunas cosas meimagino que hasta ellos mismos se las creerían, porquedurante muchos días estuvieron cavando en los fondos delhospital porque decían que debía haber túneles secretos deconexión entre el hospital y la villa. Así que tal vez estabanmuy posesionados en esos momentos…El Estado TerroristaEl 24 de marzo de 1976 la Junta Militar asumió elpoder al derrocar al gobierno de Isabel. Cuatro díasmás tarde, el domingo 28 de marzo de 1976, el EstadoTerrorista ocupó el Hospital Posadas con fuerzas delEjército que incluían varios tanques y un helicóptero.A cargo del operativo estaba el tenientegeneral Reynaldo Benito Bignone.El doctor Juan Carlos A. sedesempeñaba como coordinador deterapia intensiva y nunca habíaimaginado lo que le esperaba ese día:Éramos absolutamente ingenuos. Esmás hay alguna anécdota cómica... El 28 demarzo era domingo y ese día estaba previstoque al hospital viniera de visita el nuevo nome acuerdo si secretario o subsecretario deSalud Pública... Habíamos sido convocadoslos que éramos jefes de los servicios ydemás... Yo vivo cerca del hospital, entoncesvine caminando esa mañana de domingo ycuando llego al hospital veo que hay unmontón de soldados y vehículos militares y yo me dije a mímismo: “¡Caray!, qué prevención, qué custodia que trae estefuncionario”. Cuando yo estoy entrando al hospital, se estáyendo en su auto Barusse, este médico que era el jefe demedicina interna... Y Barusse, que no era ningúnrevolucionario y no era peronista, ni cosa por el estilo, sinembargo, había tenido la amplitud de mente como parapriorizar la actividad profesional y la atención de lagente... Entonces, como nosotros éramos un poco pesados oqué sé yo, Barusse me dice antes de que yo entre al hospital:“Bueno, ha venido Di Benedetto... y se va a reunir conustedes, aparentemente viene con una buena actitud conrespecto al hospital, a mejorar la atención del hospital, asíque no lo aprieten demasiado...”. Y cuando llego acá a lapuerta central del hospital, soldados que pedíanidentificación, documentos y demás, me tienen a mí en esaslistas, me agarran de las pestañas y me detienen. Hasta esepunto era la ingenuidad, yo venía a una reunión, nicalculaba que alguien podía haber puesto sus ojos en mipersona como en los demás que en esos días estuvimosdetenidos o transitoriamente desaparecidos porqueinicialmente no se sabía dónde estábamos, no se sabía nada.Luego de atravesar varios controles, Juan CarlosA., fue llevado junto con otros médicos frente a “unaHasta ese punto era laingenuidad, yo venía auna reunión, nicalculaba que alguienpodía haber puesto susojos en mi personacomo en los demás queen esos días estuvimosdetenidos otransitoriamentedesaparecidos (...)
image/svg+xml23autoridad militar” que pronuncia una alocución, en lacual dice que tenía conocimiento que en el hospital habíaactividad subversiva y que estaban dispuestos a terminarcon la subversión.Entre ese día y el 29 de marzo, junto con el doctorJuan Carlos A., fueron detenidos aproximadamente35 trabajadores del hospital que fueron llevados aSuperintendencia de Seguridad Federal. Allí, tras seramenazados de fusilamiento, fueron encerrados enceldas individuales, el primer día, y luegotrasladados a celdas comunes donde los trabajadoresdel hospital permanecieron juntos.El 2 de abril de aquel año este grupo de personasfue liberado sin recibir ningún tipo de explicación. Alsalir, se enteraron de que sus familiares desconocíanabsolutamente su paradero a pesar de haberrecorrido varias dependenciaspoliciales y del Ejército. Además,recibieron un telegrama que lesnotificaba que se encontraban ensituación de licencia con prohibiciónde concurrir al hospital. Algunos deellos, como el doctor Juan Carlos A.,concurrieron al hospital a pedirexplicaciones. Allí sólo fue atendidopor abogados del Ministerio deBienestar Social que, en lugar de res-ponder el requerimiento del doctor,procedieron a interrogarlo acerca desus actividades políticas y gremiales.La detención de miembros del per-sonal del hospital continuó los díassiguientes a la intervención.Cristina recuerda aquellosmomentos de esta manera:Yo, esa semana anterior, estaba conlicencia porque tenía el nene enfermo, me tenía quereincorporar... yo tenía el antecedente de que me habíanamenazado. (...) A mí me avisan ese domingo, porque pasami jefa por acá y ve todo... y me dice: “No vengas mañanahasta que veamos qué es lo que pasa” y bueno, viene todoese lunes... en esa madrugada me van a buscar a la casa demis viejos... Ahí fue tomar una decisión, porque mi viejo seempieza a mover, él tenía comisarios amigos... le dicen queyo no tenía nada pero que por las dudas no me presentara...Yo quedé ahí en esa movida donde quedamos un montón,sin saber dónde estábamos... y bueno, sabiendo todo lo queempezaba a pasar acá adentro... en una situación asítambién de cierta clandestinidad... Después empezamos aver qué hacer. Se dio la cuestión de decidir y nos fuimos delpaís.Un mes después, la mayoría de los que fuerondetenidos y algunos otros que no habían sidoencontrados en ese momento, en total más de 100personas, fueron cesanteados por aplicación de la ley21.260 de represión de las actividades subversivas.Estar bajo esa ley significaba la imposibilidad deacceder a cargo público alguno y otro tipo deactividad laboral era muy difícil de conseguir paraalguien que estuvo vinculado a un “hospitalsubversivo”. Esta medida trajo como consecuencia elexilio de un importante número de médicos, algunosde ellos regresaron al país en 1983 y otros ocupanhoy importantes lugares en distintas instituciones desalud del mundo.La dirección del nosocomio quedó a cargo delcoronel médico doctor Agatino Di Benedetto, quienfue el encargado de licenciar y prohibir el ingreso alhospital del personal consignado en las “listasnegras”. Posteriormente, el 13 de abril de 1976 fuedesignado Director interino el coronel médico(re) Julio Ricardo Estévez.El clima que se vivió a partir de allí fue deabsoluto temor e incertidumbre.La metodologíadel Estado Terrorista.Los desaparecidosEl diagrama militar que aplicó elEstado Terrorista fue de carácter nacionaly simultáneo. El plan militar tuvo comoeje central a los distintos servicios deinformaciones de cada fuerza bajo lacoordinación del Servicio deInformaciones del Estado (SIDE). A travésde ellos, se recopilaba la información detodo individuo o estructura que debía serexterminado por ser consideradosubversivo. Esta información fue la basedel accionar de los “grupos de tareas” delas fuerzas represivas quienes, a travésde la aplicación sistemática de la tortura,pretendían “multiplicar la informaciónreceptada”.12La metodología central para aplicar este accionarfue la desaparición de personas. Como explica Cheresky,la finalidad de esta acción represiva era “modelaruna sociedad distinta” al “reformar la escena políticade modo que ésta estuviese recortada de suscomponentes indeseables”. Además, “los efectosantipolíticos se multiplicaban por la incertidumbrepotencialmente paralizadora que provocaba laEn el Hospital Posadaslas desaparicionescomenzaron haciamediados de 1976 ytuvieron su momento demayor desarrollo entrenoviembre y diciembrede ese año. Esto estuvoasociado directamentecon la llegada alhospital de un “grupode tareas” provenientedel Ministerio deBienestar Social.
image/svg+xml24desaparición”. De este modo, “se suprimedoblemente el espacio público: sustrayéndole actoresde la pluralidad y enmudeciendo por el miedo aquienes no son sustraídos físicamente”.13En el Hospital Posadas las desaparicionescomenzaron hacia mediados de 1976 y tuvieron sumomento de mayor desarrollo entre noviembre ydiciembre de ese año. Esto estuvo asociadodirectamente con la llegada al hospital de un “grupode tareas” proveniente del Ministerio de BienestarSocial. Hacia mediados de año se produjo este hechoque potenció el terror y la represión de un modototalmente inusitado. Con el pretexto de controlar laseguridad del hospital, el director organizó unsistema de vigilancia coordinado por unsubcomisario de la Policía Federal de apellidoNicastro. Así lo recuerda Gladys:Yo no recuerdo bien en qué fecha, sería junio o julio,entró este grupo SWAT. Entonces patrullaba, patrullabaporque realmente era así, patrullaba el hospital, caminabapor los pasillos, era terrible, eran unos tipos... no sé,temibles por su aspecto, por su arrogancia, era una banda.Después empezaron a hacer exhibición de armas largas,trataban mal a los pacientes, trataban mal a los médicos,eran dueños del hospital, eran una patota, una patota ar-mada. Yo tuve dos o tres discusiones con uno de los quedirigía esa patota, no sé si por eso o por mis antecedentes opor qué, un buen día me llamaron de Dirección y ahí mesecuestraron.Esta “patota” estaba conformada por ocho onueve personas, seguramente licenciados por laTriple A, que se identificaban a sí mismos comoSWAT, nombre tomado de una serie de televisiónnorteamericana. Ellos ocuparon, al mes de haberasumido sus funciones, el chalet que se encuentra enel fondo del predio del hospital. Cerca de éste hayotro que parece más nuevo. Ambos fueron rodeadospor un muro y una alambrada y convertidos encentro clandestino de detención.14El 25 de noviembre de 1976 por la mañanaGladys C., enfermera del servicio de traumatología,recibió un llamado de Dirección. A causa del temorque reinaba en el hospital, un jefe de servicio seofreció a acompañarla, pero como ella no imaginabanada de lo que le podía ocurrir decidió ir sola. Sutestimonio en el Juicio a las Juntas es escalofriante.Gladys fue una de las pocas detenidasdesaparecidas que estuvo en el chalet y sobreviviópara contar el horror que allí se vivió. Permaneciódurante aproximadamente diez o doce días allí. Lamantuvieron metida dentro de un placard durante lamayor parte del tiempo. Pensando que se encontrabaen el chalet, preguntó a sus secuestradores, quienesen un primer momento se lo negaron pero, con elcorrer de los días ya no. Además, reconoció entrequienes la torturaban a varios miembros del grupoSWAT.Su testimonio confirma que en el chalet tambiénestuvieron los médicos Jorge R., a quien vioagonizando “en un charco de orina y sangre”, yJacqueline R., quien fue vista por Gladys en medio delas torturas y es otra de las pocas sobrevivientes deaquel horror. Jacqueline permanece exiliada al día dehoy. Además, Gladys relata en su testimonio quemientras la torturaban “hacían mención a que JacoboC., Teresa C. y Nene C. no habían aguantado, queeran flojitos, decían”.15La obscena impunidad con que actuaba el grupoSWAT era una muestra de que su trabajo estabatotalmente avalado por la Dirección del hospital. Eneste sentido, Gladys C. recuerda:Lo llamativo es... a mí me mostraron prácticamente lasfotos de todo el personal del hospital, tenían todos loslegajos. Los cartoncitos, con las fotos y los datos de todaslas personas. Me mostraban eso para que dijera quién eséste, quién es aquél. Era llamativo, yo me quedé pasmada, ybueno tenían acceso a la oficina de personal, se llevabantodo. Eran dueños del hospital los tipos, eso es terrible...Durante aquellos días hubo una seguidilla desecuestros de empleados del hospital que en generalpermanecen desaparecidos. Jacobo C. fue secuestrado lanoche del 26 de noviembre de 1976, ante su mujer y su hijade doce años que no podían reaccionar ante el salvajismode sus represores. La niña fue torturada y violada en suhabitación mientras le preguntaban por los “panfletos delos montos” o por “las amistades de sus padres”. Despuésde robar todo lo que pudieron se fueron, llevándose a supadre, a quien no volvió a ver nunca más. La hijareconoció posteriormente en el hospital a Nicastro comoun integrante de esta banda en una de las tantas veces queconcurrió al hospital a reclamar infructuosamente por elparadero de su padre.16Paralelamente a la represión dentro del hospital, sellevó a cabo una avanzada tanto sobre el barrio CarlosGardel como sobre el barrio Mariano Pujadas. Los lazosentre el hospital y la comunidad se habían ido quebrandolentamente durante el año 1975. Después del golpe militar,se desarticuló también toda la organización barrial. Esto sehizo a partir de medidas de intimidación, como los cortesde luz y de agua o a través de la persecución directa de loslíderes barriales, muchos de los cuales permanecendesaparecidos. Así lo recuerda Susana:El barrio estaba militarizado, imaginate que de laadministración central del barrio se hace cargo un militarcon un asistente social, ellos empiezan a emplazar a toda lagente que estaba endeudada, la gente que no pagaba, o queestaba atrasada con las cuotas, con las expensas, la hicierondesalojar con el Ejército, era terrible la represión... Loprimero que hicieron cuando tomaron el hospital fueconstruir un paredón y un doble alambrado pusieron...Había dos paredones uno bien contra el barrio y otro másadentro, cubriendo la casona... Y el barrio cada dos por tressufría operativos, que bajaban con helicópteros y con todo,se metían escalera por escalera, departamento pordepartamento.La madre de Susana, Natalia Cecilia A. es una de
image/svg+xml25las desaparecidas del barrio. Susana estaba con ellala noche del 16 de octubre de 1976 y esto nos cuenta:A mi mamá se la llevan el 16 de octubre de 1976 a las2 de la mañana. A los 20 días me vienen a buscar a mí, yoestaba en lo de mi hermana. A mí me avisan que me iban avenir a buscar, me avisa la mujer de Juan Carlos A.(...)Yo,ingenua, porque nunca sospeché que la gente quecustodiaba el hospital tenía que ver con la represión, no mehubiera imaginado nunca algo así en ese momento... Y medice yo estuve hablando con unos hombres que custodiabanel hospital que eran amigos de mi marido y mepreguntaron mucho por vos, por qué no te vas. Mepreguntaron si vos militabas qué hacías... y me vinieron abuscar esa misma noche.La noche que se llevaron a su madre, Susanaestaba con una amiga, Olga S., quien reconoció entreel grupo de tareas que ingresó a la casa a dosintegrantes del grupo SWAT. Esto confirma lavinculación entre quienes ejercieron la represión en elhospital y en el barrio.Susana Á. estuvo detenida en la Base Aérea dePalomar y en la Comisaría de Castelar, donde pudocompartir algunos días con su madre. Finalmente fueliberada pero se trató de una “libertadcondicionada”. Así nos lo cuenta:Cuando a mí me sueltan, ellos suponían que iba avenir gente a verme, entonces me citaban en la Base Aéreade Palomar un milico que me llevaba a la casona delPosadas donde me interrogaban, allí estuve dos veces, aeste tipo nunca lo pude reconocer... él decía que era médicoporque cuando nos torturaban se hacía el que venía a vercómo estábamos y qué sé yo. Lo identificaba por la voz,bueno después le vi la cara. Él me dijo: “Cuando yo tebusque vos me vas a reconocer”. Después me dijo: “Esto esuna guerra, yo perdí a mi padre en un atentado delterrorismo, así que vos también algo vas a perder”. Quisodecir que a mi vieja la iban a matar como yo no le podíaofrecer ninguna información, nada.De este modo, se fueron quebrando los lazossociales y las redes que se habían construido durantelos años 73 y 74. Las detenciones con totalimpunidad frente a pacientes y personal, elperegrinar de los familiares que buscaban a sus seresqueridos por los pasillos del hospital contando laspesadillas que habían vivido en esos días, generaronun manto de silencio y de miedo que paralizó a todos.Los que quedaron se fueron encerrando sobre símismos y pensando que como aquellos en “algoandaban” a “nosotros nada nos iba a pasar”. Marta,la esposa de Jacobo C., continuó trabajando en el hos-pital después de la desaparición de su marido y estonos cuenta:El terror se había intensificado en el hospital, debido avarias desapariciones juntas. No es mi caso, pero muchosfamiliares de desaparecidos vivieron estos y posterioresmomentos con vergüenza. El muchas veces no expresado“algo habrán hecho” creaba vacíos. Alguien llegó a decirmeen la cara: “Uno no sabe a quién tiene al lado”.De este modo actuó el Estado Terrorista sobre lostrabajadores del Posadas y sobre los vecinos del bar-rio, como afirma Duhalde, haciendo sentir una bayonetasobre sus espaldas.17El Proceso de ReorganizaciónNacional se propuso hacer desaparecer la amenazaque generaba este movimiento emergenteprotagonistade un profundo desarrollo del capital social, a partirde la movilización y la participación.Así lo expresa Susana:No fue casualidad lo que pasó con el hospital y el bar-rio, no era una cuestión aislada ... si hoy la gente está comoestá en ese barrio no es casualidad. Años 75, 76 yo salía alaburar a las 5 y era una multitud la que salía a laburar yno se tenía miedo... hoy no podés caminar, si no teconocen... Se discutía política y se discutía el país en lasreuniones, venía el obrero o el trabajador y hablaba depolítica como un intelectual, se discutía en serio por unpaís mejor, por un país para todos. Nadie militaba por unmango... Mi vieja no tenía un mango. El día que se lallevaron estaba cosiendo, eran las dos de la mañana yestaba cosiendo, con eso nos daba de comer y yo laburaba enuna fábrica.Conclusiones“Dónde quedó esa canciónquizás adentro del corazónnunca creímos todo lo que nos pasó”.(Del mismo barro,León Gieco, 1992)El periodista desaparecido Rodolfo Walsh en la“Carta de un escritor a la Junta Militar”18del 24 demarzo de 1977 desarrolla un análisis de unaprofundidad y de una claridad que hoy sorprende yconmueve a la vez. Allí establece dos instanciasdesarrolladas por el Estado durante aquelladictadura militar: una, la del terror y la represiónabsoluta, racional y planificada. En segundo lugar, el“plan económico” para cuyo sustento se haimplantado ese terror y que se ha desarrollado du-rante los últimos veintiocho años. Y luego agrega quepeor aún que esos horrores a los que se ha sometidoal pueblo está la “miseria planificada” que se cobra
image/svg+xml26NOTAS1 Citado en Portes, Alejandro, “Capital social: sus orígenes yaplicaciones en la sociología moderna”, en Carpio, J.,Novacovsky, I. (comp.), De igual a igual. El desafío del estadoante los nuevos problemas sociales, Buenos Aires, Fondo deCultura Económica, 1999, pp. 244-245.2 Bourdieu, Pierre y Wacquant, Loïc, Respuestas por unaantropología reflexiva, México, Grijalbo, 1995, pp. 64-65.3 Ibíd., pp. 67-68.4Diario La Voz, “Un castigo a la pobreza”, 16/02/83.5Pérez Irigoyen, C., “Antecedentes del sistema de salud”, enInsuani, E. y Tenti Fanfani, E., Estado Democrático y PolíticaSocial, Buenos Aires, 1997.6Ibíd.7Williams, Raymond, Marxismo y literatura, Barcelona,Península, 1980.8 Portelli, Alessandro, “Lo que hace diferente a la historia oral”,en Schwarzstein, Dora (comp.), La historia oral, Buenos Aires,CEAL, 1991, p. 42.9Duhalde, Eduardo Luis, El Estado Terrorista Argentino. Quinceaños después, una mirada crítica, Buenos Aires, EUDEBA, 1999,p. 233.10Ibíd.11Feinmann, José Pablo, La sangre derramada. Ensayo sobre laviolencia política, Ariel, Buenos Aires, 1998.12Duhalde, E., op. cit., p. 307.13Cheresky, Isidoro,“La desaparición de personas y latradición política”, en Coloquio sobre Derechos Humanosorganizado por CELS y UBA en 1993.14CONADEP, Nunca más, Buenos Aires, Eudeba, 1985.15Ibíd.16Ibíd.17Duhalde, E., op. cit.18Walsh, Rodolfo, “Carta abierta de Rodolfo Walsh a la JuntaMilitar” en Operación masacre, Buenos Aires, Ediciones de laFlor, 1995, pp. 205-212.FUENTESEntrevistas realizadas en el Hospital Posadas entre julio ydiciembre del año 2003.BIBLIOGRAFÍAAnzorena, Oscar, Tiempo de violencia y utopía. Del golpe deOnganía (1966) al golpe de Videla (1976), Buenos Aires,Ediciones del Pensamiento Nacional, 1998.Bourdieu, Pierre y Wacquant, Loïc, Respuestas por unaantropología reflexiva, México, Grijalbo, 1995.Caparrós, Martín y Anguita, Eduardo, La voluntad, BuenosAires, Norma, 1997.Carrillo, Ramón, Teoría del hospital. Obras completas I, BuenosAires, EUDEBA, 1999.Cavarozzi, Marcelo, Autoritarismo y democracia (1955-1996). Latransición del Estado al mercado en la Argentina, Buenos Aires,Ariel, 1997.CONADEP, Nunca más, Buenos Aires, Eudeba, 1985.Cheresky, Isidoro,“La desaparición de personas y la tradiciónpolítica” en Coloquio sobre Derechos Humanos organizadopor CELS y UBA, 1993. Barela, L y otros, “Participación, compromiso y violencia”, enVoces Recobradas, Buenos Aires, Instituto Histórico de laCiudad de Buenos Aires, 1997.Duhalde, Eduardo L., El Estado Terrorista Argentino. Quinceaños después. Una mirada crítica, Buenos Aires, EUDEBA, 1999.Feinmann, José Pablo, La sangre derramada. Ensayo sobre laviolencia política, Buenos Aires, Ariel, 1998.Paoletti, Alipio, Como los nazis, como en Vietnam. Los campos deconcentración en la Argentina, Buenos Aires, Asociación Madresde Plaza de Mayo, 1996.Pérez Irigoyen, C., “Antecedentes del sistema de salud”, enInsuani, E, Tenti Fanfani, E., Estado Democrático y Política Social,Buenos Aires, 1997.Portelli, Alessandro, “Lo que hace diferente a la historia oral”, enSchwarzstein, Dora (comp.), La historia oral, Buenos Aires, CEAL,1991.Portes, Alejandro, “Capital social: sus orígenes y aplicaciones en lasociología moderna”, en Carpio, J., Novacovsky, I. (comp.), De iguala igual. El desafío del estado ante los nuevos problemas sociales, BuenosAires, Fondo de Cultura Económica, 1999.Pozzi, Pablo y Schneider, Alejandro, Los setentistas. Izquierda yclase obrera: 1969-1976, Buenos Aires, EUDEBA, 2000.Tortti, María Cristina, “Protesta social y ‘Nueva Izquierda’ enla Argentina del ‘Gran Acuerdo Nacional’ ”, en AAVV, De laRevolución Libertadora al menemismo. Historia social y políticaargentina, Buenos Aires, Ediciones Imago Mundi, 2000.Urondo, Francisco, Trelew. La patria fusilada, Buenos Aires,Contrapunto, 1988.Verbitsky, Horacio, Ezeiza, Buenos Aires, Contrapunto, 1985.Walsh, Rodolfo, “Carta abierta de Rodolfo Walsh a la JuntaMilitar”, en Operación masacre, Buenos Aires, Ediciones de la Flor,1995.Williams, Raymond, Marxismo y literatura, Barcelona,Península, 1980.más víctimas que la represión y que al día de hoy selas sigue cobrando. Esta atroz continuidad entreaquel período y el presente revela que laimplantación del miedo, la miseria, el terror en estasociedad buscaba romper definitivamente undesarrollo del capital social y de la democratizaciónsocial inédito en nuestro país.La única manera de terminar con el avance de unproceso de movilización y de participación social dela magnitud del que se generó en los años 70, para elpoder económico, financiero y militar fue lainstauración de un Estado Terrorista, que se basó enla desaparición de personas como instrumento deaniquilación y de paralización colectiva.Los resultados de ese proceso están a la vista.Los veinte años de democracia no pudieron revertir ladestrucción de aquel tejido social.Así describe esta situación Cristina F., delservicio social del hospital:Por lo que luchábamos nosotros es todo lo contrario alo que se produjo y a los resultados que tenemos en nuestropaís hoy... un país con todas las riquezas que tiene nuestropaís, un país que sea soberano, un país que realmente sepueda mirar a sí mismo con plena libertad, y para terminararrodillados, con la bandera vendida. Y para lograr esto,había que terminar con... y éramos subversivos,guerrilleros, y éramos todo lo que ellos quisieron ponernosy que la gente permitió que se nos pusiera, ésa es larealidad. Y eso lo digo porque amé ese momento... porquelos compañeros que están desaparecidos yo sé lo que erancomo seres humanos y muchos compañeros no teníanmilitancia partidaria pero sí de vida. Y muchos seenfrentaron en ese momento internamente y por eso losdesaparecieron. Realmente uno se pone a ver lasatrocidades de esta gente en todo sentido desde los chicosque hoy se nos mueren, a los chicos que mataron, a los hijosde los compañeros que se apropiaron... y hay gente quesigue comprando eso.
image/svg+xml27traduccionesEsperançascaminhandoO POSADAS: UMA EXPERIÊNCIA DEMOBILIZAÇÃO E PARTICIPAÇÃO NAARGENTINA DOS ANOS SETENTAMariano ÁlvarezNeste trabalho vamos analisar a açãosocial e política dum pequeno grupo depessoas, que como parte da sociedadeargentina, participou das profundastransformações que, entre 1969 e 1976,geraram um crescimento inédito namobilização e na participação social.A eleição do Hospital Posadas, comoárea de pesquisa, é pela sua importânciacomo hospital público nacional quesurgiu como modelo de política dasaúde nessa fase.Ali analisamos o desenvolvimento daorganização dos trabalhadores da saúde,quem em interação com os setorescarenciados, começaram a ter um lugarcomo trabalhadores, a sindicalizar-se e apotenciar as tendências igualitárias dasociedade argentina. Consideramos queesta atitude e situações, que seconsolidaram nesse período,contribuíram a um fortedesenvolvimento do Capital Social.Finalmente, analisamos a relação dosgrupos de poder frene a este fenômeno.Esta relação, que teve como base aimplementação do terror e que se iniciouno governo constitucional, teve comofinalidade desarraigar este movimentoemergente. Este processo secaracterizou pela construção, pela partedo Estado e alguns setores dasociedade, a idéia da “ameaça pelanação”, representada na figura dosubversivo. Neste sentido, cremos que aguerrilha foi o motivo para acabardefinitivamente com o desenvolvimentodeste movimento social que se convertiuna verdadeira ameaça. Para levar a caboisto, impunha-se um Estado Terroristaque utilizou metodologia central adesaparição de pessoas.Marchedes espoirsLE «POSADAS»: UNE EXPÉRIENCE DEMOBILISATION ET PARTICIPATION enL’ARGENTINE DES 70Mariano ÁlvarezLes analyses du travail présentes l’actionsociale et politique d’un petit groupe degens qui comme une partie de la sociétéargentine, a participé des transforma-tions profondes qui, entre 1969 et 1976,a produit une augmentation inconnue dela mobilisation et de la participationsociale.L’élection d’Hôpital Posadas comme unchamp de l’analyse est dû à sonimportance comme hôpital du publicnational qui est survenu comme unmodèle de la politique de santé danscette étape. Là, nous analysons ledéveloppement de l’organisation desouvriers de la santé qui, dans interactionavec manquer de secteurs, a commencéà les a supposés comme ouvriers, sesyndiquer et donner le pouvoir auxtendances de l’equalitarian de la sociétéargentine. Nous considérons que cesattitudes et situations qui ont étéconsolidées dans cette période ontcontribué à un développement fort du«capital social.»Finalement, nous analysons la réactiondes groupes de visage du pouvoir à cephénomène. Cette réaction qui a étébasée sur la mise en oeuvre de la terreuret cela a commencé pendant legouvernement constitutionnel, eucomme un but pour extirper cemouvement émergent. Ce processus aété caractérisé par la construction de lapart de l’État et de certains secteurs de lasociété, de l’idée de la «menace pour lanation», concrétisé dans le chiffre du«subversif.» Dans ce sens, nouscroyons que le guérillero était l’excusepour finir définitivement avec ledéveloppement de ce mouvement socialqui était devenu la menace vraie. Pouremporter ceci, un Terroriste Déclare qu’autilisé comme méthodologie centrale quela disparition de gens a été imposée.HopeswalkingTHE “POSADAS”: AN EXPERIENCE OFMOBILIZATION AND PARTICIPATION INTHE ARGENTINA OF THE 70’sMariano ÁlvarezThe present work analyses the socialaction and politics of a small group ofpeople that as a part of the Argentineansociety, participated of the deep transfor-mations that, between 1969 and 1976,generated an unknown growth of themobilization and of the social participa-tion.The election of Hospital Posadas as ananalysis field is due to its importance likenational public hospital that arose like apattern of the politics of health in thatstage. There, we analyse the develop-ment of the organization of the workersof the health, who, in interaction withlacking sectors, began to assumedthemselves as workers, to unionize andto give power to the equalitarian tenden-cies of the Argentinean society. We con-sider that these attitudes and situations,that were consolidated in that period,contributed to a strong development ofthe “social capital”.Finally, we analyse the reaction of thegroups of power face to thisphenomenon. This reaction that wasbased on the implementation of theterror and that started during theconstitutional government, had as apurpose to eradicate this emergentmovement. This process wascharacterized by the construction on thepart of the State and of certain sectors ofthe society, of the idea of the “threat forthe nation”, embodied in the figure of the“subversive”. In this sense, we believethat the guerrilla was the excuse to finishdefinitively with the development of thissocial movement that had become thetrue threat. To carry out this, a TerroristState that used as central methodologythe disappearance of people wasimposed.27