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Norberto Habegger.
Dar números es una manera de exponer verdades
y sugerir reflexiones. Hubo una buena cantidad de
víctimas en aquellos años de represión legalizada,
que no fueron incluidas nunca en las cifras
oficiales, por una serie de razones, no todas
conocidas o tomadas en consideración.
En este caso está el tema de los militantes jóvenes
de la Democracia Cristiana, una fuerza política de
robusta configuración, pero de incierta gestión
sobre todo en lo que a su juventud se refiere.
Todavía es demasiado poco el tiempo que nos
separa de ese trágico período, y quizá nunca se
tenga la información precisa y “oficial” para su
rescate.
Por eso el trabajo de Florinda Castro nos despierta
la reflexión de que la oralidad muchas veces es el
anticipo de un deliberado silencio, que no pasará a
constituir un informe escrito, por mil razones, que
encierra la precaución elemental de que “conviene
ser prudentes”.
De hecho, este informe que nos llega desde una
joven compañera “de vida” de un dirigente juvenil
de la D. C., en los años críticos previos al operativo
militar y a la consigna de “obediencia debida”,
debe ser leído como el fruto de una asidua
correspondencia entre ambos, labrada en la
intimidad y callada hacia afuera, en la que se
debatieron adhesiones, traiciones y alianzas,
riesgos y propuestas airosas, protagonismos al fin,
incluidos en el cuerpo de la militancia juvenil de
jóvenes católicos y democráticos.
Norberto Habegger, lleno de atributos y de
fervores, se pone a la cabeza de varias operaciones
de tipo político militante, se atreve a bosquejar
alianzas con iniciativas cuyo logro impostaría un
peso político a la pertenencia de la D. C., escribe en
el periódico
Cristianismo y Revolución
–como harán
otros militantes diversos y hasta opuestos, pero
congeniando en las iniciativas de cambio
propiciadas por ese órgano–, y analiza cuánta
posibilidad va ofreciendo la contienda política y la
crítica a los pasos oficiales.
Al mismo tiempo, el texto ofrece las labilidades
encontradas junto a la dirigencia de la D. C., en
flagrante omisión de sus premisas partidarias y
supone evidencias de fracaso de una política
recalcitrante a la adhesión que haría la fuerza de
la opinión pública ante la erosión brutal de la
represión.
Esta “libertad” que nos tomamos, de incluir estos
informes
escritos
como ligados estrechamente a la
comunicación oral, podemos defenderla sobre
bases lógicas y circunstanciales, como son los
riesgos y aceleración de las constantes represoras,
al par que la sostenida presencia y colaboración
Comentario
¿Cuántos fuimos?
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Norberto Habegger, lleno de
atributos y de fervores, se pone
a la cabeza de varias
operaciones de tipo político
militante, se atreve a bosquejar
alianzas con iniciativas cuyo
logro impostaría un peso
político a la pertenencia de la D.
C., escribe en el periódico
Cristianismo y Revolución
–como harán otros militantes
diversos y hasta opuestos, pero
congeniando en las iniciativas
de cambio propiciadas por ese
órgano–, y analiza cuánta
posibilidad va ofreciendo la
contienda política y la crítica a
los pasos oficiales.
entre los protagonistas.
Estamos seguros de que no faltan quienes tengan
de estos hechos y situaciones la más viva memoria
inolvidable, y de que nos será fácil a muchos de
nosotros asociarnos a estas memorias que no
deben perderse en la noche del silencio, sino servir
como mojones para la convicción de premisas
democráticas.
Como cierre se me ocurre transcribir algunos
pensamientos que extraigo de un capítulo
imperdible de Nicolás Casullo, “Los años 60 y 70 y
la crítica histórica”, que
considero renovadores de nuestra
constante y perdurable inquietud
por la inserción historiográfica de
cuanto nos ha ocurrido...
Dice Casullo:
“Por qué los años 60 y 70 casi no
tienen registro en lo sustancial de
nuestra escritura crítica? La
pregunta, desde el privilegio de
contar con lo actuado, remite sin
embargo al corazón de la
reflexión actual sobre la cultura,
la política, la teoría. Sobre el
pensamiento comprometido con
el presente.
(...) Me refiero... al profundo
silencio de las palabras
postergadas, y sobre todo a las
muchas palabras que silenciaron
acabadamente aquella época
desde los moldes y dispositivos
con que nuestra actualidad regla las
consideraciones de las cosas en el campo cul-
tural... fenómeno que va más allá de que termine
siendo embalado en las variables del consumo
‘biográfico’, fugaces modas, nostalgia, museística
de la revolución o simple casillero comercial a
atender, pone en evidencia la aparición de un
relato que desde el campo cultural reflexivo fue
casi desconsiderado, o cuando no lo fue resultó
tan escaso su aporte intelectual que no pudo
distinguirse del propio olvido de época. Esto
último, creo, es tema relevante y que incumbe al
pensamiento político intelectual sobre las
presentes circunstancias.
(...) Y no me refiero básicamente a los 60 y 70
parisinos’, a esa abstracción estetizada de hippies,
estudiantes, psicodelia, guevarismo cultural y ‘no
a Vietnam’ con que una generación se impregnó de
un ideario hoy reducido a mito desde el consumo
de los juegos retóricos intelectuales, sino a la
época del foquismo revolucionario en la Argentina
esencialmente desde el protagonismo de
Montoneros, ERP y otras instancias políticas
menores que se situaron en el campo militante de
una política de izquierda revolucionaria.
(...) El tema entonces no es
solamente cómo necesita
aparecer y ser relatada aquella
historia política y de cuerpos
expuestos a la muerte, sino, en
el mismo orden significativo,
cómo se procesó su ausencia,
cómo incidió ese vacío
biográfico en las evidencias y
comprensión de lo actual.
Cómo, entre otras cosas, pero
fundamentalmente en ésta, se
estructuró un tiempo cultural
democrático con la
‘desaparición’ de gran parte de
un pasado reciente, y cómo
sobre esa memoria extinguida,
suplantada (donde cada
discursividad que la aludía la
eludía), operaron las presentes
políticas de la historia que hoy
nos atraviesan.
Los 60 y los 70 resultan genuina historia argentina
en todos sus actores, más allá de la caracterización
que luego hagamos de cada uno de ellos, como
también es absolutamente nuestro el signo del te-
rror, la muerte y el miedo que funda el desemboque
de esa historia...”.
Hebe Clementi
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traduccione
s
Norberto Habegger o
compromisso dos
cristãos pós-
conciliares na fase
dos anos 70
Florinda Castro
A pesquisa tem como objetivo trabalhar
sobre uma hipóteses a partir duma
“História de vida”, de Norberto
Habegger, quem na sua breve vida
1941-1978 (37 anos) respondeu com
coerência a uma época de lutas e ideais
nos quais uma grande porcentagem de
nossos jovens se involucraram através
de diferentes ramos na luta por um
mundo mais justo. Este trabalho
abrange o período 1941-1970.
Para conformar esta história de vida por
isso faço a análises através de minha
própria testemunha, como sua colega de
entrevistas diversas, a amigos, familiares
e colegas, assim como o material
salvado dos livros e artigos escritos na
época indicada.
Norberto Habegger foi vítima de
“Processo de Reorganização Nacional”
que esteve em nosso país ao mando os
militares, nos anos 1976-1983 e que
levou à morte, a cadeia e ao exílio a
milhares de argentinos que trabalhavam
e lutavam por uma sociedade mais justa,
eqüitativa e solidaria. Sua vida esteve
marcada por uma vocação de serviço,
sobre todo pelas pessoas que não tem,
que começou a desenvolver com pouca
idade, desde criança, e que continuou
em sua adolescência e juventude. Seus
princípios estiveram baseados na
doutrina e ideologia cristã (não confes-
sional) a partir de seus preceitos de
amor ao próximo e levados à pratica
desde sua própria vida e afiançados pela
doutrina de Concilio Vaticano II realizado
em 1962/3 e a partir do qual se renovam
princípios que facilitam aos cristãos uma
abertura a toda a sociedade. Isto
repercute fortemente no âmbito social e
político que foi seu principal campo de
ação. Como cita ele mesmo no livro: “Os
cristãos militares que em o mundo todo
lutam pela justiça social, sentem-se
apoiados pelo Papa, Padres e laicos
revisam criticamente sua ubicação, nova
promoções se incorporam à atividade
militante”.
Norberto Habegger et
l’engagement des
chrétiens post
conciliaires pendant
les années ’70
Florinda Castro
Cette recherche a pour but de travailler sur
une hypothèse à partir d’une « histoire de
vie » ; celle de Norberto Habegger qui dans
sa courte vie de 37 ans (1941-1978) a
répondu avec de la cohérence à une époque
de luttes et idéaux dans laquelle un
pourcentage élevé de nos jeunes se sont
enrôlés –à travers diverses tendances– dans
la lutte pour un monde plus juste. Le
présent travail couvre la période de 1941 à
1970.
Pour construire cette histoire de vie, j’ai
recours à l’analyse à travers mon
témoignage propre, en tant que sa femme, à
travers plusieurs entretiens réalisés à des
amis, à des parents et à des camarades ainsi
qu’à travers le matériel recueilli de ses livres
et ses articles écrits pendant cette période.
Norberto Habegger a été une victime du
« Processus de Réorganisation Nationale »,
lequel dans notre pays a régné, à la charge
des militaires, pendant les années 1976-
1983 et lequel a conduit à la mort, à la
prison et à l’exil à des milliers d’Argentins qui
travaillaient et luttaient pour une société plus
juste, équitable, et solidaire. Sa vie a été
marquée par une vocation de service,
surtout auprès des personnes les plus
dépossédées, laquelle il a commencée à
développer dès son enfance et laquelle il a
continuée dans son adolescence puis sa
jeunesse. Ses principes ont été fondés sur la
doctrine et l’idéologie chrétienne (non
confessionnelle) à partir des préceptes
d’amour du prochain mis en pratique depuis
sa vie propre et renforcés par la Doctrine du
Concile Vatican II réalisé en 1962/3 et à partir
duquel se sont renouvelés les principes qui
facilitent aux chrétiens une aperture vers la
société. Ceci a une forte répercussion dans
le milieu social et politique qui devient le
principal champ d’action pour Norberto
Habegger. Selon ses paroles, extraites de
son livre, « Les chrétiens militants qui dans
le monde entier luttent pour la justice sociale
se sentent soutenus par le Pape. Prêtres et
laïques font une révision critique de leur
place, de nouvelles générations
s’incorporent à l’activité militante ».
Norberto Habegger
and the postconciliar
christians'
commitment during
the 70´s
Florinda Castro
This research` s aim is to look at on a
hypothesis based on Norberto Habegger´s
life story, which although it was short
(1941-1978), it responded with coherence
to a time of struggles and ideals in which a
great part of our youth from different
ideologies joined the fight for a fairer world.
The present piece of work is set in the
1941-1970 period.
To carry out this research I have inter-
viewed some of Habergger` s friends,
relatives and colleges, together with the
analysis of my own testimony, as a partner.
I have also brought material from his
books and articles written during the indi-
cated period.
Norberto Habergger was a victim of the
"Process of National Reorganization", run
by militaries, who commanded our country
from 1976 to 1983 and led to death, jail
and exile thousands of argentinians who
were working and fighting for a fairer and a
more sympathetic society. His life was
signed by a great vocation, helping the
ones in need, which started very early in his
life in his childhood, and which continued
in his youth. His early starts were guided by
the Christian doctrine (not the confessional
one) having as precept love for each other,
which was put in practice in his own life and
enforced by the Vatican Conciliary II doc-
trine, held in 1962/3 and by which the
Christian principles are in the whole society´s
reach. This brought consequences in both
social and political views which were his two
most important fields of action. As he wrote in
one of his books: "the militant Christians who
all along the world are struggling for social
justice feel supported by the Pope. Priests and
laymen are reconsidering their role, new
promotions are being incorporated into the
militant activity".
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