image/svg+xml15IntroducciónTraemos a este número de Voces Recobradas partede lo investigado en el marco del Proyecto deInvestigación “Patrimonio cultural y didáctica de losocial”, de la Facultad de Ciencias Humanas de laUniversidad Nacional de San Luis. El mismo centrasu estudio sobre la realidad de la ciudad de San Luisen el período comprendido entre 1880 y 1950 y tienecomo objeto recuperar saberes y conocimientos sobreel patrimonio cultural para realizar trabajos detransposición didáctica. Uno de los hitos tomadospara estudiar este patrimonio es el del “comercio” dela ciudad, específicamente el comercio mayorista yminorista.Partimos de entender el comercio como “lacirculación de bienes dentro de un determinadogrupo social” que, en tanto parte de la dinámica so-cial, se desarrolla fuertemente influenciado por todoslos procesos políticos, económicos y sociales queatraviesan la vida de los pueblos.Una de las primeras tareas que realizamos en elproceso investigativo fue indagar acerca de los hitosque los habitantes de la ciudad de San Luisconsideraban como más representativos de la misma.Una cantidad importante de personas entrevistadasnombró al Mercado Central, hoy inexistente, ya quefue demolido en la década del 60.Esto provocó innumerables preguntas: ¿por quéese espacio, hoy ocupado por un paseo público,permanece en la memoria de los vecinos como unreferente de la ciudad?, ¿qué huellas, recuerdos,marcas ha dejado?, ¿qué otros comerciosfrecuentaban los diferentes sectores sociales de laciudad?Obviamente la actividad comercial estáfuertemente conectada a la vida cotidiana de loshabitantes de un pueblo, en tanto que les permiteEl enfoque biográfico interpretativo en la investigaciónsocio-históricaTestimonio e historia oralAutorasAlicia Lartigue - Graciela YáñezFacultad de Ciencias HumanasUniversidad Nacional de San LuisComprar...Vender...¿fue siempre igual?El almacén, el mercado,la despensa y la venta ambulantedesde la memoriade los pobladores de San LuisMercado Central.José La Vía
image/svg+xml16abastecerse de innumerables mercaderías y ofrecer alos otros el producto de su trabajo diario. Pero no sóloesto, sino que además genera una serie de relacionesque lejos están de ser impersonales. El almacén delbarrio, el almacén de ramos generales, el mercado, lacalle… son espacios, lugares en los cuales seestablecen vínculos que dan cuenta del entramadosocial de la ciudad de San Luis en las primerasdécadas del siglo XX.Este trabajo pretende reconstruir, a partir de lamemoria y el relato de los vecinos, los distintosmodos en que se realizaba la comercialización de lasmercaderías, tomando como hitos fundamentales: elMercado Municipal, como lugar de encuentro de losdistintos grupos sociales; el almacén de ramos generales,como nexo entre el campo y la ciudad; la despensa debarrio,como espacioque brindabala posibilidad de generar vínculos–no sólo comerciales– entre quienvendía y quien compraba y laventa ambulante como tradiciónresidual de un San Luis colonial.Haciendo un pocode historia...A fines del siglo XIX, laciudad de San Luis “de la aldeacolor barro pasó a la ciudadmoderna”,1de las pulperías deantaño a los almacenes de ramosgenerales dedicados alabastecimiento de las necesidadesbásicas y, posteriormente...algunas décadas después... a ladiversificación comercial.Estas transformaciones en elmodo de comercializar fueronllevándose a cabo a medida que se produjerongrandes cambios sociales: crecimiento poblacional,generación de un circuito productivo interno, mayorfluidez en las comunicaciones e intercambios entrelas regiones, regulación de la actividad y, al igual queen el resto del país, el ingreso de una importantecantidad de extranjeros.En los años 70, la provincia se encontraba enpermanente déficit, con valores muy elevados dadasu capacidad económica. En los diarios esto sereflejaba en notas de redacción, “(…) no escampó lapobreza entre nosotros un solo día (…), la alteracióndel valor de los billetes de banco (…) produjo lacarestía de los productos de primera necesidad, loque valía ayer 20 hoy vale 25, cuando justamente estámás escaso el dinero (…)”, y en los anuncios de ventao liquidación de negocios y en comentarios como: “Esbien triste. Tenemos entendido que algunas de laspocas casas de comercio que hay aquí estánliquidando…”.2En la década del 80, esta situación comienza arevertirse a partir del fomento de la minería por partedel gobierno de la provincia y de la instalación dedos compañías extranjeras, una norteamericana yotra inglesa. “Estas empresas introdujeron capitalesde consideración, activando también lastransacciones comerciales de otra índole” (Gez, 1996:280). Además, el monto importante de lasexportaciones de ganado y cueros, la llegada delFerrocarril Andino a la ciudad de San Luis en 1882 yel aumento de los recursos debido a una mejorpercepción de la renta3permitieron un impulso de laeconomía produciendo un aumento del consumo.Esto fue acompañado por elacrecentamiento de la poblacióntras la segunda ola de inmigracióneuropea en San Luis.Este grupo de inmigrantes denacionalidades tan diversas–italianos, españoles, franceses,sirio-libaneses, judíos– con máscapital cultural que material,diversifó sus actividadesdedicándose entre otras, a lainstalación de pequeños talleresmanufactureros o industriasfamiliares; a la producción defrutas y verduras que volcaban enel mercado interno; abriendoalmacenes de ramos generales,tiendas, bazares, corralones,barracas, panaderías o acercando alos habitantes del interior todaclase de productos, comovendedores ambulantes.Según el Censo Nacional de 1895,“la gestión dela industria y el comercio se hallaba alrededor de un80% en manos de extranjeros, que la ejercían comopropietarios”,4tendencia que parece repetirse en laprovincia, sobre todo desde los primeros años delsiglo XX.Aun cuando en sus lugares de origen la mayoríade ellos pertenecía a los grupos más pobres, traíanconsigo una fuerte creencia en las posibilidades deprogresar.Algunos relatos dan cuenta de esto:(...) En su mayoría eran hombres solos que seempleaban en los grandes almacenes de ramos generales,sin un horario fijo de atención (…) sacrificio éste que lereportaba casa y comida segura. Por lo general vivían deun modo muy modesto, observándose en algunos casosEl contexto provincial, con unaclase dirigente terrateniente yganadera, preocupada porinsertarse en la economíanacional e internacional y unapoblación nativa dedicada aactividades de tipo artesanal, ala burocracia pública, al serviciodoméstico o a tareas de campo,le permitió a los inmigrantesdesarrollar actividadeseconómicas no explotadas,generar nuevos espacios, educara sus hijos e incorporarse pocoa poco a la vida social y políticade la ciudad.
image/svg+xml17curiosidades tales como las de aquellos que debajo delmostrador de atención al público tenían un colchón. Asípodían ahorrar algunos pesos fuertes que les permitiría serindependientes y transformarse en prósperoscomerciantes.5El contexto provincial, con una clase dirigenteterrateniente y ganadera, preocupada por insertarseen la economía nacional e internacional y unapoblación nativa dedicada a actividades de tipoartesanal, a la burocracia pública, al serviciodoméstico o a tareas de campo, le permitió a losinmigrantes desarrollar actividades económicas noexplotadas, generar nuevos espacios, educar a sushijos e incorporarse poco a poco a la vida social ypolítica de la ciudad.El Mercado municipalDesde fines del siglo XIX, la ciudad de San Luisno sólo se abastecía de productos que llegaban desdeel interior de la provincia, traídos por las tropas decarros y carretas que cruzaban la ciudad y desde losgrandes centros comerciales del país, sino que habíagenerado ya un circuito productivo interno.La factibilidad de faenar la carne de los animalesque proveía la zona rural en el Matadero municipalinaugurado en 1878 y la actividad frutihortícola quecomenzaba a desarrollarse en el cinturón de chacrasy quintas que bordeaban la ciudad, quizás hayansido las condiciones de posibilidad para lainstalación de un mercado público en el que cadatrabajador pudiera ofrecer sus productos.Esto ya era promovido desde diferentes sectorestal como puede evidenciarse a partir de la lectura deun artículo publicado en el diario El Oasisen el queReynaldo Vicente Pastor6alienta al consumo dealimentos vegetales por ser más nutritivos que lacarne y a la vez, al cultivo de toda clase de frutas,verduras y cereales… “Así también podrá haber unmercado donde se presenten a la venta los frutos ydará otro aspecto más animado y alegre a lapoblación de San Luis”.7Desde 1875 se registran leyes que promueven lainstalación de un mercado público, pero es en 1879cuando se produce la inauguración del primero deellos.Este “sitio público destinado permanentementepara vender, comprar o permutar géneros omercaderías”8estaba ubicado en la parcelacomprendida entre las calles Rivadavia al oeste,Colón al este, a media cuadra de la actual PlazaPringles, en ese momento denominada ParquePringles o Plaza de las Flores, cuyos terrenos habíansido recientemente expropiados. Alrededor de estaplaza ya funcionaba el Colegio Nacional y el Colegiode Niñas y unos años después se constituyó encentro de actividades sociales.No existen datos catastrales de este edificio, perode acuerdo con las características exigidas por la LeyN° 267,9los datos extraídos de los planos de la trazaurbana y las fotografías de época, se puede decir queera una construcción chata, de material cocido(ladrillo), revocado y con techo de chapa. El ingresoal edificio por la calle Colón se realizaba por un granespacio llamado “plazoleta del mercado”,10y erausado para la carga y descarga de mercaderías.Su inauguración coincide con el momento en elque ingresa la mayor cantidad de inmigrantes, entreellos italianos que se dedican, en su mayoría, altrabajo de la tierra en quintas y chacras.(…) las quintas y esas cosas siempre era de genteextranjera. Aquí venían mucho los italianos, mucha,mucha gente italiana (Adelaida Piguillem)(…) Producían cerezas, guindas, ciruelas (negra,blanca, ojo de buey, gota de oro, de conserva), sandía,melón, nísperos, avellanas, nueces, almendras, manzanas,peras, parrales, higueras, castaños (Domingo Giunta)(…) Ahí yo me acuerdo, mi papá hacía la verdura y yole ayudaba. En aquel tiempo los chicos ayudábamos (…) yoiba a las 6 de la mañana a regar (…) [la quinta estaba]enSan Juan y Bolívar, haciendo cruz con el regimiento, en esaesquina, eran… 5000 metros cuadrados (…) vivíamos acá,después a la tarde se cosechaba, se dejaban los cajonestapados con las bolsas húmedas, y al día siguiente a las 6de la mañana, venían ellos [los padres]al mercado. Aveces venía yo, cuando no tenía que regar (…) Unahermosa vida era la producción, porque se veía a la gentetrabajando… (Pedro Anello)En 1927, durante el gobierno de ArancibiaRodríguez perteneciente al Partido Liberal, seautoriza la emisión de títulos de la deuda públicapara ejecutar obras públicas, entre ellas, laconstrucción de un nuevo mercado en el mismo lugarque el anterior. Esto era parte de las políticasVendedor ambulante de leña en la zona del Mercado.José La Vía
image/svg+xml18implementadas por los gobernantes de entonces conel fin de llevar “el progreso” a su provincia.En 1929, luego de sortear una serie deinconvenientes con los empresarios encargados deconstruir el edificio y habiendo cambiado de gobiernoy signo político municipal, se inaugura el NuevoMercado Central de neto estilo inglés. El edificio tenía2.010,35 m2de superficie cubierta, con muros demampostería de ladrillos, techos con cabreada dehierro y chapa de cinc. Sus pisos eran de mosaicos,las paredes interiores revestidas con azulejos y lasexteriores revocadas a la cal. Contaba con alumbradoeléctrico y teléfono para servicio público.La entrada principal estaba por la calleRivadavia, tenía una gran plazoleta y una playa, y ahíera donde paraban todos los carros (...) que venían a dejarla mercadería. Y la del fondo, por Colón era igual. Habíauna playa, y en el medio de la playa había una gran farolade los dos lados, que era para la noche... (Rosario Fusco,comerciante).En este último sector, destinado a los mayoristas,era dondedescargaban lasmercaderías traídas desde las quintasaledañas o desde el interior provin-cial.Se accedía al interior por unaescalinata importante, y allí sedisponían cuatro hileras de puestosde venta separados por dos “calles”,que corrían de este a oeste. En el centrodel edificio quedaba un gran espaciode circulación donde se encontrabauna despensa, y el acceso a los baños y al sótano.(...) tenía un sótano que nos asustaban, que cuando nosportáramos mal nos iban a meter al sótano. Un sótano queera, desde la calle Rivadavia prácticamente hasta la mitaddel mercado... (Rosario Fusco, comerciante)(…) era un edificio grande… como qué se lo podríacomparar… abarcaba todo, de la Colón a la Rivadavia(Adelaida Piguillem)Según el plano presentado a Obras Públicas, elMercado constaba de 98 puestos y 10 negocios, estosúltimos colocados a los lados de tres de las cuatroentradas.(...) a los lados estaban los puestos de verduras yfrutas; en el medio, las carnicerías… en los negocios quedaban a la calle Rivadavia estaba el tío Esteban, el tío demi madre y del otro lado el tío Isidro con la venta dechacinados… en el medio, el almacén y en los negocios deatrás [por calle Colón] estaban los Gianello que vendíanverduras al por mayor, allí estaban los que vendían al pormayor. Esa parte del Mercado estaba más vacía (…) lapescadería creo que estaba cerca del negocio del tío Isidro(Ramón Perarnau)El Mercado era propiedad del Municipio, y lospuestos eran alquilados (diariamente, por latemporada o por año) por los mismos productores,por lo que el intercambio, sobre todo de frutas,verduras y productos de granja y chanchería, serealizaba sin intermediarios. Toda la actividadcomercial estaba regulada a través de un Reglamentoque pautaba el horario de apertura y cierre, delimpieza –siguiendo rigurosamente las corrienteshigienistas–, la carga y descarga de mercadería y unaserie de disposiciones generales que reglamentabanuna serie de prohibiciones, todo controlado por elComisario del Mercado.Pero uno de los aspectos más destacados era queel Mercado se constituía en torno a la actividadcomercial en un espacio social donde diariamente seentablaban diversas relaciones entre grupos socialesque habitualmente no se comunicaban entre sí y que,por lo demás, todo separaba (condición económica,zona de residencia, oficios, profesiones, origen).(…) era el único Mercado que había en San Luis. Asíque quien más quien menos, el pobre y el ricocaía allí (Adelaida Piguillem, hermana deun puestero del Mercado).(…) todos iban a comprar, porque en elMercado se conseguía la fruta y la carne másbarata, porque había mucha competencia allíadentro (Favier, dueño de un taller defabricación de carros y carruajes).Era allí donde se establecían losvínculos entre los inmigrantes, losvecinos pertenecientes a familiastradicionales de la ciudad y los más pobres, quienesdesde los suburbios o desde el campo concurrían aofertar su mercadería. Estas relaciones se extendían alos alrededores del edificio.En la puerta siempre había unas viejitas que, en ollasnegras de hierro, freían empanadas y pasteles para vender(Marta Sampano, Tomás Oliveras, docentes).(...) allí, todos los vendedores se juntaban (…) de unlado vendía yo y del otro lado estaba el finado Ochoa, elfinado “Tronco”, así le decían a Arturo Vescia…(JuanFernández, diariero)(...) de allá [del campo]traíamos chivos para venderen el mercao, lo que usted llevaba lo vendía, llevaba unagallina y la vendía, se ponía en la puerta del mercao, teníados puertas, una puerta arriba, una puerta abajo y unapuerta al medio, pero por esa del medio no se trabajabatanto, no entraba gente, venía por la Colón y por la SanMartín [sic], se ponía ahí y vendía (…) lo que sabía venderson las catas, p’al tiempo de las catas (…) a la gente rica legustaba comprar una cata, cincuenta centavos, veintecentavos más o menos… ve… y vendía catas… (Juan Díaz,albañil)Estrechamenterelacionada al Mercado,la venta ambulante eraen la ciudad, un modode comerciar muyextendido.
image/svg+xml19Aún así, había algunos condicionantes quepromovían las diferencias entre los compradores. Alno contar con heladeras, algunos productos nopodían guardarse para el otro día. Esto obligaba a loscarniceros a buscar la forma de deshacerse de lamayor cantidad de carne posible, para lo cual,bajaban el precio en el horario de la tarde, situaciónque era aprovechada por los más pobres.Yo me acuerdo que a la mañana iba a comprar la carney tenía un precio, iba a la tarde y tenía otro precio másbajo. Pongámosle, 20 centavos el kilo de carne a la mañanay a la tarde costaba 10 (Julián Suárez, talabartero).La venta ambulanteEstrechamente relacionada al Mercado, la ventaambulante era en la ciudad, un modo de comerciarmuy extendido. Por las calles del centro, pero sobretodo por los suburbios y aun por el campo, muchaspersonas a pie o en algún tipo detransporte, ofrecían susmercaderías. Habitualmenteutilizado en los años de laColonia no perdió vigencia, auncuando aparecieron otras formasde realizar el intercambio debienes más acordes a lasimpuestas por los nuevostiempos. Esta práctica social,entendida como tradición re-sidual, “formada efectivamenteen el pasado, pero todavía enactividad dentro del proceso cul-tural”11pudo representar unaalternativa para aquellos que no podían acceder aotro modo de insertarse en la actividad comercialpues no contaban con los medios económicos paraabrir un local.(…) en aquel tiempo, 1912, se usaba que la verdura ytodas esas cosas se vendieran con dos canastos con un paloen el medio y se lo ponían acá [señala el hombro]e ibanvendiendo (Pedro Anello, comerciante).(…) Cuando era chico, antes de ir a trabajar en eloficio de peluquero, acá había muchas quintas que teníanmucha fruta. Iba, se las compraba a ellos barata, iba a laestación [del Ferrocarril]y la vendía, había que ver ¡quéduraznos! Todo tipo de frutas y si me quedaba, iba alRegimiento y les vendía a los conscriptos (…) Eso lo hicetodos los días, sobre todo cuando dejé la escuela, tenía quetrabajar para ayudar a mi mamá que había quedadoviuda… (Sindoni, peluquero)También era la forma en que aquellos quellegaban del campo a establecerse en la ciudadpodían generar recursos para su supervivencia.(…) de allá del campo se traía leña para acá (…) contres, cuatro o cinco burros de leña… no… unas cargasgrandotas y se hacían ataditos, la preparábamos a la leñapara salir a vender, no me acuerdo cuánto valía el atado…diez centavos había valido, centavos. Le poníamos ocho,diez atados al burro y la salíamos a vender por la calle (…)salíamos por la calle, como ser por la Mitre gritando:“¡Leña, leña cortada con hacha!”. Éramos muchachos y lagente… ya nos hacíamos clientes...(…) Yo andaba con los tachos [de leche], ofertaba,despué tenía la clientela yo (…) la leche se transportaba…se ensillaba un caballo con un apero y arriba del aperovenía un aparato que se llamaba árgana y entra un tachopor la derecha y otro tacho por la izquierda del animal (…)y del tacho sacábamos y vendíamos la leche, el litro, lo quequería la señora, hasta por medio litro se vendía porque nohabía plata (…) la leche era barata pero no había quién lacomprara… así que lo que me quedaba yo lo llevaba alhombre de la verdulería: “Señora, no quere leche se lacambio por papa”, llegaba a otro lao:“Le cambio la leche por batata”. Así quebueno, la cosa es que vendía toda laleche, negociaba toda la leche… (JuanDíaz, albañil)Toda clase de productos eranofrecidos por los vendedores querecorrían la ciudad a lo ancho y a lolargo, voceando sus mercancíaspara llamar la atención de losvecinos:Guastadisegni vendía pejerreyesque llevaba colgados en ambas puntasde una caña tacuara que llevabacolgada al hombro.Don José era el hombre que vendía pájaros, y habíaadquirido su fisonomía (Marta Sampano, docente).(...) Había dosfrancesas [de apellido Jolivot]querecorrían las calles de la ciudad con dos vacas y vendían laleche que ordeñaban delante de uno (Marta Sampano).(…) paraban aquí en la Belgrano y de acá todo el ba-(...) el nexo entre el campo y laciudad se establecía sobre todoen los comercios ubicados lejosde las calles que rodeaban laplaza principal, mayoritariamentecerca de las estaciones deFerrocarril. Los habitantes delcampo traían su producción a laciudad, la que cambiaban pormercaderías varias.Almacén de Ramos Generales de Nuncio Cangiano
image/svg+xml20rrio iba a tomar la leche al pie de la vaca (Pedro Anello,comerciante).El vendedor de ropa, don Pedro Aure, que la traía enuna bolsa colgada al hombro (Ramón Perarnau,productor agropecuario).(…) Don Martín de los cacharros. Era alfarero.Vendía macetas, sabía decir todos los verbos a granvelocidad (Tomás Oliveras, Marta Sampano,docentes).Algunos vendedores ambulantes en sus carros, obien, recorriendo a pie grandes distancias, lesacercaban productos de primera necesidad a loshabitantes de las zonas rurales adonde no llegabaotra forma de comercio. La mayoría de éstos eran losapodados “turcos”.12Así lo comentan los hijos dedon Abdala:(...) ¿Cómo cree que han hechoestos señores su comercio? ¿No veníanen sulky para vender? ¿No salieron apie? Justamente ahí me vine a enterarde que mi padre salía con la carga apie... (Eduardo Abdala)Mi papá con mi abuela... ibanhasta el Suyuque13vendiendo. A mimamá le enseñaba una modista, quevivía en una de las habitaciones delhotel, a coser calzoncillos y mi abuelallevaba las telas. ¡Caminando!.... Seiban a vender al campo caminando...(María Abdala)El almacénde ramos generalesPero el nexo entre el campo yla ciudad se establecía sobre todoen los comercios ubicados lejos delas calles que rodeaban la plazaprincipal, mayoritariamente cercade las estaciones de Ferrocarril.Los habitantes del campo traían su producción a laciudad, la que cambiaban por mercaderías varias.Ellos traían por ejemplo, carbón o lo que ellos hacíanel explote, carbón, leña, que era lo que en esa época se usaba,entonces ellos vendían la leña y el carbón y despuéspasaban a buscar lo que les hacía falta para el carro, para lajardinera, para el caballo (…) y aquí en la esquina había unnegocio de un señor Arteta que tenía almacén y venían y lesdescargaban la leña y el carbón que él compraba paravender, yo recuerdo bien eso (Julián Suárez, talabartero).En la zona de la antigua estación del Ferrocarrilse encontraba un gran almacén y Feria Ganadera dela familia Abdala, muy concurrido por aquellos queentraban a la ciudad por la Avenida España (alnorte) aún después que se produjo el traslado de laestación. De él hay innumerables testimonios quepermiten recrear su actividad:(…) En el negocio de casa se vendía desde un clavohasta un grano de maíz. El negocio era enorme (…) teníaun primer piso lleno de estantes llenos de mercadería. Deeste lado la ferretería y de este lado el almacén. Después sepuso bazar... En la tienda se vendían unas telas que ahorason una porquería… (María Abdala, hija decomerciante)(…) Era lo más completo que había, era una especie deGath&Chaves, se podía encontrar desde un traje hasta unamontura... (Jerónimo Castillo, memorioso)(…) El negocio era traer la mercadería y hacer el canjemás que la venta (…) más trueque que comercializar...(Eduardo Abdala, hijo de un comerciante)(…) Casa Abdala tenía tiendas y los proveía [a loscarreros]de la ropa del hombre decampo y los cortes de tela. Yo recuerdomucho a una de las dueñas quesiempre ofrecía un cortecito de telapara la señora, por ejemplo, y era unpoco el trueque, porque ellos cuandotraían los animales y mientrasefectivizaban el pago, él ganaba eldoble digamos, porque pagaban a losdos meses, que después tenían quevenir a buscar el cheque y ahí seencontraban con el pago enmercadería, en tela, en alambre, todaslas implementaciones que necesitaba,todo lo que era ferretería liviana (…)[en el trueque] ganaba casa Abdalaporque ganaba en el tiempo, ganaba enla mercadería que les vendía, ganabaal comprarles los animales y ganabados o tres meses cuando les pagaba...(Eduardo Flores, vecino de laantigua estación del Ferrocarril).Otro almacén de ramos ge-nerales era el de Nuncio Cangiano. Fue fundado en190014y siempre estuvo ubicado en la zona sur de laciudad. Si bien realizaba ventas al menudeo de todaclase de mercadería, incluida la producción de supanadería, abastecía a compradores de la ciudad y dela zona rural, siendo su fuerte la venta al por mayor.Al igual que otros almacenes mayoristas, seaprovisionaba en los principales centros deproducción, favorecido por el ferrocarril que permitíalos intercambios, sobre todo con los puertos y conaquellas zonas del país que, debido a lascaracterísticas particulares de su producción,cumplían un papel fundamental en la economía delpaís.(...) El abuelo trabajaba mucho con el puerto deEn aquellos tiempos los pagoseran a largo plazo, no habíainflación, y a lo mejor se podía.Además no se podía vender deotra manera porque ¡quién lecompraba de contado si nodejaba el proceso para que otropudiera hacer el dinero! Y aveces se debe haber pagado...como se hacía en el campo.Usted llevaba mercadería y envez de pagar con plata le pagabacon cueros... chivos... congallinas, con pavos... era eltrueque... que había sido de laépoca en que comenzaba lasociedad en el mundo... ¡y asíestamos!
image/svg+xml21Rosario, venía mucha mercadería de España, Inglaterra,había muchos importadores que cumplían con vender lamercadería que venía de afuera, como usted vio, el cartel deafuera dice “Importador de aceite Bou”(…) llegaba enferrocarril también el azúcar, en vagones, ya que se hacíacontacto directamente con los ingenios, con los fabricantes...Abastecían a muchos de los almacenesminoristas de la ciudad así como también a aquellosque se encontraban en la zona sur del DepartamentoCapital.(…) Venía mucha gente del interior a comprar, todo loque es la zona, por ejemplo, lo que es Beazley, Zanjitas,Alto Pelado…(...) En aquellos tiempos los pagos eran a largo plazo,no había inflación, y a lo mejor se podía. Además no sepodía vender de otra manera porque ¡quién le compraba decontado si no dejaba el proceso para que otro pudiera hacerel dinero! Y a veces se debe haber pagado... como se hacíaen el campo. Usted llevaba mercadería y en vez de pagarcon plata le pagaba con cueros... chivos... con gallinas, conpavos... era el trueque... que había sido de la época en quecomenzaba la sociedad en el mundo... ¡y así estamos!(Hermanos Cangiano)La despensa de barrio...en todas las esquinas había un almacén... (Juan Díaz)Este testimonio de un vecino de la ciudad, quevivía en un barrio alejado del centro, es la mejorimagen para describir el lugar que ocupaba elcomercio de venta al menudeo en la ciudad de SanLuis.El crecimiento poblacional también impactó eneste rubro de la actividad comercial, dando comoresultado la apertura de numerosas despensas,dispersas por toda la ciudad, a veces hasta dos o trespor cuadra, según se desprende de la lectura de losanuncios comerciales y publicidades de la época.En el tomo II de la Guía de San Luis,15publicadaen 1909, se constata la existencia de 62 almacenes, enalgunos se vendían artículos de ferretería, tienda,bebidas, panadería y se anexaban depósitos delegumbres, de harina, de vinos, de cal y forrajes.Algunos de los dueños, como José Pesce, además delalmacén, trabajaba en el oficio de carpintero en suCarrocería y empresa de Pompas Fúnebres.Esto se prolongó en el tiempo, y tal vez lo quefacilitó la apertura de este tipo de comercio es que lascasas con ochava daban la posibilidad de usar lahabitación de la esquina como local comercial.Estas despensas estaban equipadas con grandesmostradores, estanterías de madera que llegabanhasta el techo llenas de productos de toda clase, (...)tenían, me dijeron, cuadernos, lápices (…) y también teníandiccionarios… exhibidores con tapas de vidrio y en suinterior azúcar, yerba, granos, café, maní, harinas quese vendían sueltos, (...) en la venta, se usaba como medidala poruña.16(...) existía la balanza con pesas, muy parecidaa la balanza de la justicia (...). Colgaban del techoplumeros, sillas y sillones de caña y no faltaba eltípico cartel pintado a mano que aclaraba a losclientes que la venta era “al contado”.No siempre esto se cumplía tal como estabaconsignado en los carteles de los almacenes,dependía del monto de la transacción y del cliente, yaque a veces(...) la forma era con la libreta (…) lo comúnera la libreta (…) el 98% de las personas eran pagadoras,porque la palabra era más importante que la firma.Después se fue echando a perder… (Pedro Anello).El aprovisionamiento de mercaderías serealizaba, de los almacenes, de los mayoristas, acá mismoen San Luis. Era la Casa Mazzola (…) de Colón y Bolívar,era representante de la cerveza Quilmes… después donAiello era el representante de Alpargatas (…), despuésestaba Bernardino Di Gennaro, que sabía traer la… elazúcar y todo eso, después don Humberto Cangiano (…) enla Ituzaingoy Belgrano, ése era uno de los mayoristas (…)y después se compraba directamente a las otras casas quevenían los viajantes (…) nosotros sabíamos recibir el alco-hol, por ejemplo, el alcohol puro y el de quemar de la Casade Yornet, que venía de Tucumán… (Pedro Anello).Pero un rasgo que caracterizó al puntano comocomprador fue la costumbre de comprar en el lugarmás cercano a su domicilio, en lo posible, en laesquina más próxima. Esto hacía que se entablaranvínculos cuasi-familiares entre compradores yvendedores. Este vínculo estaba fundado en laconfianza y en la honestidad, ya que el vendedordespachaba de igual modo a cualquiera de losmiembros de la familia aunque éste fuera un niño.Además, éstos eran los principales beneficiarios de laDespensa de Cuyo,de Felipe Anello.
image/svg+xml22yapa, esperado premio hoy perdido, que se otorgabacuando la compra se pagaba al contado.El paso del tiempo ha modificado las formas decomprar y vender: hoy se puede comprar por Internet,pagar con tarjeta de crédito o de débito, ir a losgrandes shoppings, participar en los Clubes deTrueque. A pesar de todo esto, en la ciudad de SanLuis siguen vigentes la despensa, sobre todo en losNOTAS1Menéndez, Néstor; Breve historia de San Luis, Centro deEstudios del Pensamiento Argentino, San Luis, 1994.2Diario El Oasis, febrero de 1877.3Según Juan W. Gez, en 1881 el total del monto percibido porel Estado Provincial ascendía a 96.752 pesos. En el año 1882 serecolectaron 170.491 pesos, “lo cual arrojaba un aumentosobre el año anterior de 73.669 pesos” en Historia de laProvincia de San Luis, Talleres Gráficos Marzo S.A., San Luis,1996.4Germani, Gino; Política y sociedad en una época de transición,Editorial Paidós, Buenos Aires, 1965, p. 194.5Videla Tello, Norma y otros; “La Historia Interior: eltrabajador inmigrante y el golondrina”, en San Luis en el sigloXX. Una visión periodística de los hechos y personajes de nuestroSan Luis, Talleres Gráficos Payné, San Luis, 2001.6Profesor Normal de la Provincia de San Luis, que por susideas progresistas en el ámbito de la educación y en el campoeconómico, influyó poderosamente en la vida sanluiseña.7Diario El Oasisdel 20 de abril de 1876.8Según la definición de Ricardo Piccirilli tomada por SoniaBerjman y José Fiszelew en su libro El Abasto. Un barrio y unmercado,Buenos Aires, Ediciones Corregidor, 1999.9La citada Ley del 14 de julio de 1879 autoriza laconstrucción y explotación de un mercado y un matadero enVilla Mercedes. Entre las especificaciones constructivas señalaque:-el piso será de madera o piedra labrada y el techo de tejafrancesa.-todas las paredes y pilares que no sean de hierro, serán deladrillo de buena calidad y revocadas exterior y exteriormente.10La misma era usada como nodopara ubicar diferentescomercios de los alrededores.11De Williams, Raymond, Marxismo y literatura, EdicionesPenínsula.12Porque provenían de países que entonces formaban parte delImperio Otomano.13Localidad serrana distante a 15 km de la ciudad de SanLuis, aproximadamente.14Este almacén es uno de los más antiguos de San Luis, puessigue funcionando como almacén mayorista, a cargo de losnietos y bisnietos de su primer dueño.15Editada por una de las imprentas locales, que conteníainformación respecto a la actividad comercial e industrial de laciudad de San Luis y Villa Mercedes (listado de comercios porrubro, publicidades, reglamentaciones municipales yprovinciales).16Medida usada para la venta de productos sueltos.BIBLIOGRAFÍABerjman, Sonia y Fiszelew, José, El Abasto. Un barrio y unmercado, Buenos Aires, Ediciones Corregidor, 1999.Germani, Gino, Política y sociedad en una época de transición,Buenos Aires, Editorial Paidós, 1965.Gez, J.W., Historia de la Provincia de San Luis, Talleres GráficosMarzo S.A., San Luis, 1996.Menéndez, Néstor, Breve historia de San Luis,Centro deEstudios del Pensamiento Argentino, San Luis, 1994.Videla Tello, Norma y otro, “La Historia Interior: el trabajadorinmigrante y el golondrina”, en San Luis en el siglo XX. Unavisión periodística de los hechos y personajes de nuestro San Luis,San Luis, Talleres Gráficos Payné, 2001.Williams, Raymond, Marxismo y Literatura, EdicionesPenínsula.barrios; el almacén de ramos generales –hoymayorista– que sigue abasteciendo a la zona rural;los vendedores ambulantes, aun cuando ya novocean sus productos...Pero el gran ausente físicamente es el MercadoMunicipal, al que derrumbaron del espacio queocupaba en el corazón de la ciudad, pero que nopudieron desterrar de la memoria de los puntanos.traduccionesOs seguintes trabalhos fazem parte doprojeto de pesquisa “patrimônio cultural edidaticamente do social” da UniversidadeNacional de San Luis. O mesmo centralizaseus estudo sobre a realidade da cidadede San Luis no período de 1880 até1950 aproximadamente e tem comoobjetivo recuperar os conhecimentossobre seus patrimônio culturalarquitetônico para realizar trabalhos detransposição didática.Les travaux suivants font partie du projet derecherche « Patrimoine et didactique dusocial » de l’Université Nationale de la Prov-ince de San Luis (Argentine). Celui-ci centreson analyse sur la réalité de la Ville de SanLuis dans la période comprise entre 1880 et1950 environ, ayant pour but de retrouverles savoirs et les connaissances sur sonpatrimoine culturel architectonique afin deréaliser des travaux de transpositiondidactique.The following pieces of work are part of the"Cultural Patrimony and social didactic"project research of the San Luis NationalUniversity, which bases its study on theSan Luis city reality from 1880 to 1950and has as purpose bringing back theknowledge of the cultural architecturalpatrimony for making didactic transposi-tion work.
image/svg+xml23Quando os as narrações oraistecem uma história: atransformação da estação dostrens em San LuisMaria A. Rinaldi - Clotilde De PauwEste trabalho quer revalorizar atestemunha oral como ferramenta centralque nos permitiu recuperar doesquecimento e reconstruir a memorai denossa cidade em relação as duasestacoes da rede ferroviária que existiram.Em relação à primeira estacão de trenspubemos relacioná-la com diferentesutilidades antes de sua demolição. Osvizinhos deziam: este era “um lugar muitomovimentado”, viveu processoseconômicos, migratórios, tecnológicos,urbanísticos, arquitetônicos esociopolíticos.Nos referimos com preferencia aoprimeiro e segundo período: abrangendoa cegada do trem Andino deadministração estatal (1882), o traslado daestacão até um novo lugar sob aadministração inglesa (Gran OesteArgentino e Buenos Aires até Pacifico) atéa suspensão das atividades ferroviárias nazona (aproximadamente 1930).Comprar... Vender ... Foisempre igual?. Os pequenosmercados do bairro, omercado e a venda na ruadesde a memoria dospovoadores de San LuisAlicia Lartigue - Graciela YáñezUma das marcas tomadas para estudar opatrimônio é o do comércio da cidade.A atividade comercial como é a parte dadinâmica social, desenvolve-se fortementeinfluenciada por todos os processospolíticos, econômicos e sociais queacontece na vida dos povos.Na cidade de San Luis no períodoestudado aconteceram transformações nomodo de comercializar enquantoaconteciam mudanças importantes nasociedade: crescimento do povo, criaçãode um circuito produtivo interno, maiorfluidez na comunicação e intercambioentre as regiões, regulação da atividadecomercial ao igual que o país todo, e oingresso duma importante quantidade deestrangeiros.Este trabalho quer reconstruir, a partir damemória e da narração dos vizinhos, osdiferentes modos em que se realizava acomercialização das mercadorias,tomando como marcas fundamentais omercado Municipal, como lugar deencontro dos diferentes grupos sociais; opequeno mercado comercial do bairrocomo rama geral, como união entre ocampo e a cidade; o mercado do bairrocomo o espaço que dava a possibilidadede gerar relações – não só comerciaisentre quem vendia e quem comprava e avenda na rua como um habito antigo.Quand les récits oraux tissentune histoire : le devenir de lagare à San LuisMaría A. Rinaldi - Clotilde de PauwLe présent travail prétend revaloriser letémoignage oral comme outil central,lequel nous a permis de récupérer del’oubli ainsi que de reconstruire des as-pects de la mémoire de notre ville autourdes deux gares qui ont existé.En ce qui concerne la première gare, nousavons pu construire une périodisation parrapport aux différents usages de la garejusqu’à sa démolition. Selon les voisins, ils’agissait « d’un espace avec beaucoup demouvement », ce qui témoignait desprocessus économiques, migratoires,technologiques, urbanistiques,architectoniques et socio-politiques.Nous faisons référence préférentiellementà la première et à la deuxième périodes quicomprennent l’arrivée du chemin de ferAndin de l’Administration étatique (1882),le déplacement de la gare à un nouveauemplacement sous l’AdministrationAnglaise (Gran Oeste Argentino et BuenosAires al Pacífico) jusqu’ à la cessation desactivités ferroviaires dans la zone (environ1930).Acheter… vendre… cela aété toujours pareil ?L’épicerie, le marché, lemagasin et le colportagedepuis la mémoire deshabitants de la ville de SanLuisAlicia Lartigue - Graciela YáñezUn des points considérés pour étudier lepatrimoine est celui du commerce de la ville.Comme l’activité commerciale fait partie dela dynamique sociale, elle se développefortement influencée par tous les proces-sus politiques, économiques et sociaux quitraversent la vie des peuples.Dans la ville de San Luis, pendant la périodeétudiée, des transformations dans la manièrede commercialiser se sont produites enmême temps que des changements sociaux,tels que la croissance de la population, lagénération d’un circuit productif interne, uneplus grande fluidité dans les communicationset dans les échanges interrégionaux,régulation de l’activité commerciale et, demême que dans le reste du pays, l’entréed’un grand nombre d’étrangers.Ce travail prétend reconstruire, à partir de lamémoire et des récits des voisins, lesdifférentes manières à travers lesquelles seréalise la commercialisation desmarchandises, en prenant comme pointsfondamentaux le Marché Municipal, en tantqu’espace de rencontre des différentsgroupes sociaux ; le grand magasin, en tantque lien entre la campagne et la ville ; l’épiceriedu quartier, en tant qu’espace qui offrait lapossibilité de produire des liens –passeulement commerciaux– entre celui quivendait et celui qui achetait ; et le colportage,en tant qu’habitude d’autrefois.When oral narrative tells astory: the rundown of the SanLuis train stationMaria A. Rinaldi - Clotilde De PauwThe present piece of work tries to revaluethe oral testimony as a central tool thatlets us bring back and put togethermemories of the two city train stations.As regards the first one, we managed tobuild a chronology related to its differentuses until it was pulled down. As theneighbours have said, this was "a place incontinuous activity", which witnessedeconomic, migratory, technological, ur-ban, architectural and social-politicalmovements.We most refer to the first and secondperiod, which includes the arrival of theAndino train (1882), administrated by thegovernment; the train station removal to adifferent place, ordered by the Englishadministration (Gran Oeste Argentino andBuenos Aires to the Pacific); and the endof train activity (around 1930).Buying… Selling… Havethem always been the same?The food store, the marketplace, storage and streetsale from San Luisinhabitants´ viewAlicia Lartigue - Graciela YáñezOne of the most important momentstaken for studying the city patrimony ismarketing.The commercial activity is a part of thesocial dynamics. Its development ismostly influenced by all the politic, eco-nomic, and social processes that the cityhas gone through.In San Luis city during the studied pe-riod the selling way was transformedwhile many important social changeswere taking place, such as populationgrowth, generation of an intern produc-tive circuit, a breadth in communicationand exchange between different regions,a more regulated commercial activityand, as in the rest of the country, theincome of a very important amount offoreign people.This piece of work attempts to recon-struct, based on the memories and onthe statements of the neighbours, themany different ways in which marketingwas made, taking as most importantfacts: the Municipal Market, as a placewhere very varied social groups gath-ered; the general store, which made thecity and the country meet; the suburbstorage, which gave the chance to theone who sold and to the one whobought, to generate a relationship -notonly a commercial one-; and the streetsale which was a typical old custom.23