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42
El surgimiento
del forjismo
en Mar del Plata
a inicios de 1940
Redes personales, prácticas
políticas y ámbitos de sociabilidad
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43
Dada la insuficiencia y fragmentación del
corpus documental escrito, hemos privilegiado a
la historia oral como instrumento metodológico
para el desarrollo de nuestra investigación,
teniendo en cuenta que una de las valiosas
potencialidades que contiene es la de aportar
evidencia, a través de las fuentes orales, sobre la
historia de acontecimientos políticos,
económicos o culturales de los cuales no se
conserva un amplio registro escrito (Joutard,
1986; Thompson, 1988; Schwarzstein, 1991;
Prins, 1993). La identificación y la búsqueda de
quienes habían sido dirigentes, adherentes y
simpatizantes de FORJA en Mar del Plata y, con
ellos, la conformación de una red de testimonios
orales fueron los puntos de partida indispen-
sables para desarrollar una base empírica que
nos proporcionara el sustento a los fines de la
investigación histórica. Las entrevistas
realizadas a quince ex militantes forjistas nos
permitieron construir una base de datos que
incluye a ciento siete adherentes e identificar,
entre ellos, a treinta dirigentes intermedios.
3
Asimismo, la encuesta oral permitió recopilar
otros datos básicos de los adherentes
mencionados e incorporados a la nómina: edad
(en algunos casos, calculada sobre el aporte de
información complementaria), lugar de
nacimiento, nivel de estudios, ocupación,
procedencia política, nacionalidad y ocupación
de los padres. La verificación de la información
se enmarcó en los procedimientos utilizados
para el examen de la evidencia histórica:
búsqueda de coherencia interna en cada testi-
monio relevado y confrontación de los datos con
las otras fuentes orales y escritas disponibles
aplicando un cruce detallado de las distintas
variables a fin de limitar posibles desviaciones.
Otros datos aportados por los entrevistados
nos permitieron avanzar en la reconstrucción de
la dinámica social que, a partir de redes de
vínculos primarios (parentesco, amistad y
conocimiento), animaba la constitución de los
núcleos forjistas en los distintos barrios de la
ciudad y conocer las prácticas de adoctrina-
miento y militancia política, así como precisar
los ámbitos de sociabilidad en que se tejía el
vínculo ideológico, en el marco asociativo de
una agrupación política de carácter laxo e infor-
mal.
a escasa producción historiográfica
existente sobre la Fuerza de Orientación Radi-
cal de la Joven Argentina (FORJA) ha
coincidido en la construcción de una visión
homogénea según la cual esta agrupación
política es conceptualizada como una corriente
interna escindida de la Unión Cívica Radical
enfrentada con la conducción alvearista, y
formada por intelectuales (en su mayoría,
jóvenes universitarios y profesionales de clase
media) que se proclaman continuadores de los
principios de soberanía política, emancipación
económica y justicia social sostenidos por
Hipólito Yrigoyen y que manifiestan, además,
una fuerte adhesión a los postulados
democratizadores de la Reforma Universitaria
de 1918 y al ideal de la emancipación
latinoamericana sostenido por la Alianza
Popular Revolucionaria Americana (APRA).
1
Luego de su constitución orgánica como fuerza
política, producida en Buenos Aires el 29 de
junio de 1935, el forjismo habría comenzado a
difundirse en distintas provincias y,
particularmente, en numerosas localidades del
interior bonaerense a partir del trabajo de
proselitismo que, en los lugares de origen,
desarrollaban los jóvenes provincianos que
cursaban estudios universitarios en Buenos
Aires y La Plata.
Sin desconocer las valiosas contribuciones
de estos trabajos pioneros sobre el tema,
consideramos la necesidad de contrastar esas
interpretaciones globales y sus supuestos
–muchas de ellas elaboradas en el marco con-
textual de los años sesenta– con una actividad
historiográfica que posibilite la construcción de
una visión más dinámica y matizada del
proceso constitutivo del forjismo dentro del
marco diferencial –de carácter socioeconómico,
cultural y político– provisto por los distintos
contextos regionales y/o locales. En
concordancia con el enfoque propuesto, en este
trabajo analizaremos la composición social de
las bases y la dirigencia forjista de Mar del
Plata –uno de los principales nucleamientos de
FORJA, junto con Bahía Blanca y Lincoln,
dentro de la provincia de Buenos Aires–, así
como las prácticas organizativas empleadas y
los ámbitos de proselitismo político de la
agrupación local.
2
El enfoque biográfico interpretativo en la investigación
socio-histórica
El surgimiento del forjismo en Mar del Plata a inicios...
Autora
Delia María García
Universidad Nacional de Mar del Plata
L
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44
La construcción de la red forjista
en Mar del Plata: del centro a los barrios
El advenimiento del forjismo en Mar del
Plata a inicios de la década de 1940, es decir,
cinco años más tarde que en el ámbito nacional,
no fue producto de una escisión intrapartidaria
en la UCR local. Su emergencia se encuadra en
los términos de una estrategia pergeñada por
FORJA/Buenos Aires –a través de una reforma
estatutaria–
4
con el objeto de difundir las ideas
forjistas y proveer a la organización de un
movimiento nacional, a partir
de la creación de agrupaciones
de distrito –que operarían a
modo de filiales– coordinadas,
en cada lugar, por un delegado
reconocido por la Junta
Nacional de FORJA.
El escenario político local,
que enmarca la gestación del
forjismo en la ciudad, está
dominado por las fuerzas
conservadoras nucleadas en el Partido
Demócrata Nacional, cuyas prácticas electorales
fraudulentas –aún después de la intervención
dispuesta por el presidente Ortiz, en 1940, a la
provincia de Buenos Aires, durante el gobierno
de Manuel Fresco– afirman la continuidad del
clima político restrictivo y falto de legitimidad
iniciado la década anterior, a partir del golpe
militar del 6 de septiembre de 1930. La
oposición está compuesta por el Partido
Socialista (representativo de los grupos sociales
intermedios que habían gobernado el municipio
entre 1920 y 1929) y por la Unión Cívica Radi-
cal. Esta última se halla debilitada –al igual que
la entidad nacional– por una profunda crisis
partidaria alimentada por las pujas clientelares
que enfrentan a dos corrientes internas –la Lista
Blanca (unionistas) y la Lista Azul
(intransigentes)– que tienen sus referentes en el
alvearismo y en el yrigoyenismo,
respectivamente. En este contexto, que es
también reflejo de la realidad política nacional,
la actividad política, caracterizada por el
dominio de la máquina electoral y el
vaciamiento del sufragio, concita escaso
entusiasmo entre la ciudadanía; más aún, desde
algunos sectores se promueven planteos éticos
que involucran críticamente al conjunto de la
comunidad.
5
La filial marplatense de FORJA, merced al
notorio activismo político de sus miembros,
desarrolla, en el lapso de cinco años, una
organización nuclear alimentada por redes
personales cuyo anclaje es Francisco José
Capelli, delegado de la Junta Nacional en el
distrito de General Pueyrredón.
6
La extensa red
conectiva –construida sobre vínculos
interpersonales primarios– presenta una
localización espacial que se dilata desde el
centro hacia la periferia de una ciudad que,
desde la especificidad de un contexto económico
signado por la actividad turística, vive con
intensidad un proceso de transformación
demográfica, urbana,
económica y socio-
ocupacional.
7
Los sujetos
sociales que nutren la red del
forjismo local –marplatenses y
migrantes que provienen de
localidades urbanas y zonas
rurales del interior bonaerense–
pertenecen mayoritariamente a
los denominados sectores
populares
8
y habitan en ese
universo en eclosión constituido por los barrios
que, sin pausa, se extienden sobre los lindes de
la ciudad: Don Bosco, Mataderos, Las Avenidas,
Cincuentenario, Nueva Pompeya, Villa Primera
y Puerto.
De acuerdo con los datos relevados, un
rasgo que comparte la generalidad de los
militantes de la agrupación –la “muchachada
forjista”, como se autodenominan– es su
juventud. A inicios de la década de 1940, gran
parte de ellos transita una franja etaria que
oscila entre 16 y 25 años, ubicando la edad de
los dirigentes entre 18 y 25 años. El perfil
ocupacional responde al estrato de trabajadores
urbanos semicalificados en servicios (mozos,
ordenanzas, empleados municipales y del ca-
sino, transportistas); oficios varios (pescadores,
quinteros, imprenteros, mecánicos, sastres,
zapateros, etc.); obreros con calificación variada
(albañiles y medio oficiales, peones, operarios
de la usina, etc.). La mayoría son argentinos
nativos de primera generación y poseen un nivel
de instrucción primaria, a menudo incompleto.
A este arco de pertenencia social variada en que
se inserta la trama conectiva de FORJA/ Mar del
Plata se incorporan, en el núcleo céntrico,
algunos profesionales, pequeños comerciantes,
empleados y estudiantes secundarios que, en su
mayoría, al igual que los enlaces barriales
–piezas clave de la extensa red–, no tienen
filiación partidaria previa, aunque abundan los
jóvenes que simpatizan con las ideas de
De acuerdo con los datos
relevados, un rasgo que
comparte la generalidad de los
militantes de la agrupación
–la “muchachada forjista”,
como se autodenominan–
es su juventud.
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45
Yrigoyen y también con las del socialismo, sin
excluir algunos adherentes de origen anarquista
o anarcosindicalista. Para ellos, el radicalismo
de FORJA es una construcción ideológica
(elaborada en el adoctrinamiento militante a
partir de prácticas grupales de lectura, análisis
y discusión de los problemas de la realidad
argentina) articulada en un campo simbólico y
cuyas ideas-imágenes
9
expresan una identidad
cifrada en una visión negativa
de la política partidaria
tradicional, en una postura
antiimperialista y
antioligárquica, y en la
reivindicación del pensamiento
yrigoyenista encarnado en una
aspiración movimientista de
emancipación nacional,
soberanía popular y justicia so-
cial.
10
Paralelamente, desde la
práctica política impulsan la
actividad proselitista, con miras
al esclarecimiento ciudadano
sobre los problemas nacionales, y la abstención
electoral esgrimida como una herramienta de
impugnación al sistema pseudodemocrático
montado por las fuerzas coaligadas en la
Concordancia.
Los datos aportados por los testimonios
orales nos permiten avanzar en la recons-
trucción de la dinámica social que anima la
constitución de los núcleos forjistas de Mar del
Plata. Roberto Capelli (hermano menor de Fran-
cisco que, a inicios de la década de 1940,
operaba como enlace estudiantil en el Colegio
Nacional Mariano Moreno) describe las
prácticas que posibilitaban la articulación de
las adhesiones políticas en torno a FORJA:
(...) había una cadena, y un
amigo traía a otro y a otro (...) el
trabajo “mano a mano”, la visita
personal, eso rinde, es un trabajo
de hormigas (...) era la política
de penetración, como en los
clubes, teníamos gente amiga en
los clubes (...) mi hermano tenía
una habilidad para ubicar al
hombre representativo, en el
fondo, medio el caudillo de los
barrios (...) ubicaba a estos
muchachos, los Borrajo (...)
Villar, que eran tres o cuatro
hermanos, Ríos, un tipo de mucha capacidad
intelectual que trabajaba en la usina (...) esta gente
era la base, la manera nuestra de progresar, de
evolucionar era la obligación en que nos
comprometíamos a llevar “uno más” (...) cuando
usted hacía las reuniones, un jueves eran catorce, al
tiempo eran veinticuatro y así se multiplicaban.
Encuentro forjista en la quinta Basanetti.
Agosto de 1942. Agachados, de izquier-
da a derecha: De la Riva, Sneider
Alfredo Martínez, E. Villar, E. Borrajo,
Ramón Cantino, Miguel Fernández,
Héctor Borrajo, Felipe de Falco y Miguel
Irós. Primera fila, de pie; de izquierda a
derecha: Francisco Capelli (4º), Francisco
Ruiz (5º), Carlos Fantini (7º), Remo
Gallina (9º), E. Laudani (10º), José Ma-
nuel Martínez (13º). Atrás, en segunda
fila, de izquierda a derecha: Antonio
Moriondo (1º), Carlos Alonso (2º), R.
Inchausti (3º), Rómulo Gallina (4º),
Luciano Corsi (en alto).
(...) desde la práctica política impulsan
la actividad proselitista, con miras al
esclarecimiento ciudadano sobre los
problemas nacionales, y la abstención
electoral esgrimida como una herra-
mienta de impugnación al sistema
pseudodemocrático montado por las
fuerzas coaligadas en la
Concordancia.
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46
Esta capacidad de los militantes forjistas para
construir vínculos y movilizar redes de parientes,
amigos, vecinos y compañeros de trabajo en pos de
una tarea de adscripción ideológica se constata en
la formación del núcleo del barrio Don Bosco. En
ella, participaron activamente los hermanos
Borrajo. El mayor, Enrique, trabajaba en la
sastrería Muñoz y había entrado en contacto con
las ideas forjistas a través de algunos compañeros
de trabajo que se reunían en el núcleo del centro.
Sus hermanos, José y Héctor, pronto se integraron
a las tareas de proselitismo y comenzaron a sentar
las bases para el nucleamiento del barrio. Héctor
Borrajo, el menor de los hermanos, que en esos
años alternaba su tiempo entre la militancia y el
trabajo en la forrajería de su padre, da indicios
muy significativos de aquella experiencia de
reclutamiento a partir de relaciones personales
centradas en el barrio y en el club.
(...) yo le estoy hablando del 40 y tantos antes
del peronismo (...) con mis hermanos organizamos
muchas reuniones en la zona de la calle Neuquén y
Gascón, toda gente del club River, llegaron en la
cocina de mi casa, en la cocina del otro muchacho que
era Carnevale (...) que se arrimó a FORJA por noso-
tros, él era un caudillito de River ¿me entiende?, le
decían “Carancho”, (...) en una oportunidad Capelli
me dice ¿por qué no traen ese carancho? porque era
terrible cómo arrastraba gente (...) toda era gente del
barrio. Nos poníamos en contacto con Capelli (...) yo
reunía en mi casa diez o quince personas, bueno mi
padre me ayudó mucho (...) un inmigrante español
de ideas socialistas que se hizo forjista y después se
hizo un peronista terrible.
11
Los barrios del Puerto, Las Avenidas y
Cincuentenario fueron escenario de formaciones
similares. Pedro Dambrosio, que a inicios de
1940 trabajaba como obrero en una cantera del
Puerto, refiere que su ingreso al núcleo de Las
Avenidas se debió a dos amigos, los hermanos
Vargas, obreros de la construcción, que también
eran empleados temporarios del casino. Su testi-
monio enfatiza la importancia del mundo labo-
ral en la consecución de adhesiones.
(…) nosotros nos reuníamos en lo de Sneider,
que tenía una casa de comidas en Gaboto antes de
llegar a Tucumán, era muy amigo de Capelli, ahí
nos encontrábamos... también nos encontrábamos en
mi casa, en 12 de octubre 4829, con Cholo Gelado y
otros muchachos que yo conocía de las obras (...) por-
que en la cantera hacíamos frentes de piedra y tenía-
mos que ir a las obras. En el Puerto, trabajaba el gru-
po de la Usina... estaban Ríos y Pensado, sí, Pensado
fue el primero en esa zona(...) el núcleo de Ortiz se
reunía en Cincuentenario, cerca del club Boca, por-
que él era de por ahí, tenía un barcito... por Indepen-
dencia y Juan B. Justo...
12
Estas redes personales, consideradas desde
la densidad y el alcance de los vínculos, se ca-
racterizan –sobre todo en la etapa inicial de su
constitución en los barrios– por un alto grado
de conectividad, como mínimo entre los militan-
tes, aunque no se descarta la extensión del con-
cepto a los adherentes y simpatizantes, dadas
las características de la agrupación.
13
Los rela-
tos de Juan Garivoto y Eduardo Villar (en esa
época, obreros de la construcción y activistas
del núcleo de Nueva Pompeya) ilustran ese ras-
go. Ambos entrevistados definen también su
propio alcance como enlaces que tienen contacto
directo y regular con la persona sobre la cual
está anclada la red y con los adherentes que
conforman el nucleamiento barrial. Además,
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47
describen –al introducir una secuencia temporal
en el relato– el carácter cambiante de la configu-
ración de la filial marplatense como agrupación
política que se halla en proceso formativo y que
va integrando a la red nuevos enlaces pertene-
cientes a otro contexto social. Eduardo Villar
narra:
(...) FORJA se conforma al principio con juven-
tud de los barrios, (...) Capelli nos convocaba a veces
a una reunión cada quince días en la Biblioteca o en
los barrios, ¿los barrios qué eran?, eran las cocinas
de las casas nuestras, éramos todos vecinos, todos
nos conocíamos (...) convocábamos a la familia, a los
amigos y a los conocidos que tuvieran interés en es-
cuchar lo que nosotros decíamos... después, a medida
que fue tomando forma se fueron incorporando otros
sectores, y otros niveles (...) sí, después se comenzó a
hacer reuniones con intelectuales, apareció el Dr.
Bollo, el Dr. Crivelli, el ingeniero José Manuel
Martínez.
14
Aludiendo al contexto que favorecía estas
prácticas Juan Garivoto señala:
(...) Estamos hablando de una ciudad que era
menos de la mitad de lo que es ahora (...) FORJA
nunca puso el acento en lo geográfico, se puso el
acento en el barrio pero nos apoyábamos en la gente
que conocíamos. Nosotros fundamos un club de fút-
bol para hacer política (...) la sede de este club era un
local que nos prestaba el padre de Urbani, todos eran
forjistas... el viejo era gringo y anarco (...) ese club
“Ayacucho” reunió mucha gente, muchas familias
del barrio, después cuando nos reuníamos en la Bi-
blioteca “Mariano Moreno” teníamos profesionales
que eran militantes y cotizantes.
15
En estos ámbitos de reclutamiento, las redes
personales, en función de diversos vínculos
–parentesco, amistad, conocimiento–, van
conformando la heterogénea trama interper-
sonal que, junto con un trabajo sostenido de
adoctrinamiento político, pasará a constituir la
base de sustentación de FORJA en Mar del Plata.
La reconstrucción de un tramo de la red de
Nueva Pompeya, a partir de la información
aportada por nuestros entrevistados, nos permi-
te advertir una dinámica social amplia que tien-
de a superar los límites del barrio y que posibili-
ta, a través de potenciales enlaces vinculados
con el mundo laboral, extender la red y movili-
zar nuevos apoyos en otras zonas de la ciudad.
Constituye además, un claro ejemplo de la
conectividad de la red, a la que hicimos referen-
cia. Los hermanos Villar (Armando, Roberto,
Modesto y Eduardo) toman contacto con Capelli
por intermedio de un amigo (Juan Garivoto) y
comienzan a organizar reuniones proselitistas
en su casa (Pampa 834). Invitan a sus primos
(José María y Alfredo Melazzo, de Guido y
Balcarce, a Amador y Enrique Marti, de Balcarce
entre Guido y 14 de Julio) junto con sus vecinos,
los hermanos Urbani (Amado, Víctor y Rafael,
de Pampa 695), los hermanos Musumesci (Sal-
vador y Francisco, de Ayacucho y Pampa), los
hermanos Tejedo (Manuel y José, de Chaco 565),
Antonio Martínez (Pampa 634), Víctor Arrieta
(Italia 640) y José Gómez Cruces (Italia e
Ituzaingo). Este último invita a otro amigo,
Nicanor García, recién llegado al barrio (Chaco
632), a quien conocía de antes, a partir del tra-
bajo en la zona de Lobería. Nicanor García, a su
vez, extiende la red vincular fuera del barrio,
prolongándola hasta el lugar de trabajo (el Golf
Club, primero, y las obras del Casino, luego) e
incorpora a sus compañeros de trabajo Olegario
Serra, Juan Rocanyoli, el “tarta” Llamas y Juan
Ludueña, recién llegados a la ciudad y oriundos
de Coronel Vidal, Ayacucho y Balcarce. Con el
transcurso del tiempo, todos ellos se definieron
como adherentes. Juan Garivoto, Eduardo Villar,
Salvador Musumesci, José Gómez Cruces y
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48
Nicanor García asumieron, más tarde, roles de
militancia y liderazgo dentro del núcleo de Nue-
va Pompeya y de la agrupación forjista
marplatense.
Prácticas políticas y ámbitos
de sociabilidad
Ahora bien, ¿cómo funcionan estas redes
juveniles? Los testimonios coinciden en identifi-
car dos niveles de contacto. Uno, que opera den-
tro de cada núcleo barrial, en el que predomina
una interacción “cara a cara” entre los enlaces
locales y los adherentes y simpatizantes en los
encuentros informales en el club, en la vecindad
o en las reuniones programadas en casas de fa-
milia a las que asisten parientes, amigos y com-
pañeros de trabajo o de estudio. El otro nivel de
contacto se da en el núcleo del centro, “la Bi-
blioteca”, que oficia de espacio integrador y
articulador de miembros militantes que actúan
en distintas zonas de la ciudad. Allí, se produ-
cen encuentros espontáneos o programados en-
tre Francisco J. Capelli y los enlaces barriales.
También se realizan allí las conferencias de los
dirigentes de la agrupación nacional que visitan
Mar del Plata: Arturo Jauretche, Darío
Alessandro, Carlos Lerena y Miguel López Fran-
cés. Desde este lugar –punto de conexión directa
con la Junta Nacional de FORJA– fluyen la in-
formación, las opiniones, las ideas y valores, es
decir, los contenidos ideológicos y normativos
de la agrupación que, bajo la forma de periódi-
cos, libros, revistas y volantes, encuentran rápi-
da difusión en distintos medios de la ciudad.
Aunque la direccionalidad de los enlaces y
la información están orientados desde “la Bi-
blioteca” –sede formal de toda la red– existen
canales de comunicación recíproca y directa en-
tre el centro y los barrios. Esto es posible debido
a la presencia periódica del delegado distrital
en las reuniones de las barriadas y de la visita
espontánea de los adherentes y simpatizantes a
la sede del centro, considerada –según el testi-
monio de los entrevistados– un ámbito abierto
para el encuentro informal, para “arrimarse” y
estar informado sobre la marcha del movimiento
o para retirar material de propaganda.
La densidad de contactos entre los militan-
tes –sobre todo, entre los enlaces de barrio y
Francisco Capelli– no implicaba que la agrupa-
ción en sí asumiera un carácter cerrado. Por el
contrario, el explícito objetivo de proselitismo
político que la orienta insta a sus miembros a
hacer de cada uno de ellos “una forja” que agru-
pe a su alrededor el mayor número de simpati-
zantes. Según esto, se concebía que la tarea
esencial de todo forjista era fomentar la forma-
ción de una conciencia nacional en la mayor
cantidad posible de ciudadanos. Tanto en el ni-
vel nacional como local se organizan periódica-
mente campañas denominadas “Para la Emanci-
pación Nacional” con la finalidad de arbitrar
recursos económicos, por medio de la colocación
de bonos, y hacer proselitismo. Las “Instruccio-
nes para la 8ª Campaña” dan cuenta de lo que
señalamos. Allí se recomienda a todas las filia-
les: “(...) debe tratar de colocarse los bonos de
adhesión de 20 centavos, pues aunque lo míni-
mo de la cantidad no representa mayor ayuda
económica, facilita la colocación que puede y
debe hacerse en gran número y permitirá am-
pliar el fichero de simpatizantes a los efectos de
la distribución de propaganda. En la colocación
de los bonos, particularmente los mínimos, en-
contrarán los distribuidores un pretexto para
hablar de FORJA a cada instante y con toda cla-
se de personas. El canillita, el proveedor, el ami-
go, el jefe de trabajo, el compañero de tareas, los
parientes y amigos de cualquier sexo deben ser
interesados y movilizados. No es necesario ha-
cer un forjista de cada contribuyente; la contri-
bución será el punto de partida de su iniciación
en el movimiento.”
16
Un volante de 1942 exhorta: “Compatriota:
si Ud, al que creemos un sincero defensor de
nuestro patrimonio nacional, simpatiza con
nuestra lucha por la liberación de la patria, sin
ningún compromiso de su parte, permítanos que
lo contemos en el número de nuestros simpati-
zantes. Perseguimos el solo objeto de mantener-
lo al tanto de la marcha del movimiento y, al
efecto, enviarle nuestro material de propaganda.
Concurra a nuestro local central los días lunes y
jueves de 22 a 24 hs. Patria, Pan y Poder al Pue-
blo. Argentino: su deber está en FORJA.”
17
Como vimos, los núcleos forjistas propician
particularmente la captación de adherentes y
simpatizantes en los lugares de trabajo y de es-
tudio: la Usina del Puerto, las obras del Casino-
Hotel Provincial y Chapadmalal, el Matadero
municipal, bancos, comercios, oficinas del Juz-
gado de Paz y colegios secundarios (Nacional
Mariano Moreno y el Instituto Peralta Ramos de
los Hermanos Maristas). Sin embargo, este des-
pliegue de enlaces en distintos ámbitos no res-
ponde –según la percepción de los propios en-
trevistados– a un objetivo explícito de moviliza-
ción masiva. Juan Garivoto recuerda:
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49
(... )FORJA nunca hizo actos públicos, nuestra
idea no era juntar multitudes, siempre se trabajó en
la intimidad, (...) durante muchos años el trabajo
nuestro fue de esclarecimiento, de estudio y de cono-
cimiento de los hechos y de las cosas. Naturalmente,
eso, tarde o temprano se iba a volcar a la acción polí-
tica, el objetivo era claramente político a través de
una tarea de esclarecimiento (...) la tarea fundamen-
tal fue la de ampliar la formación de cuadros con
capacidad para ir transmitiendo (...) nosotros plan-
teábamos una realidad, la Argentina es “esto”, no se
engrupa con que es “eso”, hoy por hoy somos “esto”,
¿por qué? (...)
18
Roberto Capelli evoca:
(...) lo nuestro era docencia política, no sabíamos
lo que era la bendita política de esa época, éramos
muy jóvenes, gente muy joven y muy sana, con esa
fuerza de los veinte años.
19
Es probable que este rasgo juvenil pueda
haber contribuido a afianzar la fortaleza y den-
sidad de las redes personales, así como a resal-
tar el valor de la militancia como un instrumen-
to que –tal como pensaban– colocado al servicio
de una convicción ideológica, les posibilitaría la
transformación de la realidad social y política.
En efecto, al interpretar este tipo de comporta-
mientos colectivos desde una perspectiva
psicosocial, se afirma que entre las necesidades
psicosociales de los individuos, especialmente
de los jóvenes, se encuentra la de afianzar el
sentimiento de identidad, lo que los llevaría a
buscar integrarse en grupos ideológicos que, de
manera diversa, logran satisfacerla. Los grupos
ideológicos pueden llegar a funcionar, precisa-
mente, como un continente que abarca y delimi-
ta, a la vez que discrimina (en la medida en que
la “causa” compartida se contrapone a otras
representaciones) y consolida la ideología y la
identidad de los miembros que los constituyen.
20
En tal modo, la experiencia grupal adquiere im-
portancia como ámbito canalizador de necesida-
des subjetivas que tienden a un distanciamiento
crítico de la realidad, a la vez que la inclusión
del futuro –implícito en la ideología comparti-
da– permite a sus miembros la afirmación de
ideas e ideales acerca de transformaciones polí-
ticas o sociales, sea a través del cumplimiento
de acciones concretas, o bien de la adscripción
ideológica. Ambos comportamientos fungen
como mecanismos que aseguran la pertenencia
al grupo.
Algunos de nuestros entrevistados anclados
en esas vivencias juveniles, imprimen a sus rela-
tos un tono épico que sobrepuja la condición
militante, asociándola con una cruzada de al-
truismo ciudadano en la que campean la docen-
cia y el compromiso político en pro de la libera-
ción nacional. Esas narraciones, “coloreadas”
por una perspectiva heroica, nos permiten vis-
lumbrar algunos de los significados con que, a
través del discurrir del tiempo, han sido
Concentración Forjista Provincial en la
quinta Parodi, Mar del Plata, noviembre
de 1943.
De izquierda a derecha: Francisco José
Capelli, Arturo Jauretche (Junta Nacio-
nal Forja), José Aralda (Bahia Blanca),
Darío Alessandro (Rojas). Enfrente, de
brazos cruzados: José María y Alfredo
Melazzo. Atrás de izquierda a derecha:
Juan Garivoto, Carlos Fantini, Ramón
Cattino, Luis Saltarini, Jorge Vedoya y
José Inchausti.
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50
investidos los acontecimientos y las acciones
del pasado por la subjetividad de sus protago-
nistas. En efecto, ellas nos presentan una “edad
de oro”, “irrepetible”, “llena de coraje y fuerza”:
la juventud. Miguel Irós –oriundo de “El Perdi-
do”, pueblo rural de Coronel Dorrego, con una
historia personal dominada por vivencias juve-
niles signadas por la lejanía de su familia– ma-
nifiesta haber encontrado en
el grupo de amigos forjistas,
un continente afectivo y un
“rumbo” en la vida. Memora
la consigna que los
aglutinaba: “Sólo FORJA sal-
vará al país” y cita un frag-
mento de procedencia
yrigoyenista, portador de un
implícito contenido normativo
para los miembros del grupo:
(...) los que se van se califi-
can a sí mismos porque no tienen
resistencia para seguir la lucha o
paciencia para saber esperar: tal
vez en alguna vuelta del camino
los pueblos comprenderán... no-
sotros, la muchachada, estábamos
todos hermanados en una misma
causa.
21
Otros entrevistados, en cambio, al recons-
truir sus actitudes juveniles, transmiten vívidas
percepciones de la racionalidad política que
orientaba la conducta del grupo. Ellos son capa-
ces de objetivar esas actitudes pasadas distin-
guiéndolas de las actuales. Desde una perspec-
tiva centrada en el presente y dominada por el
“gran acontecimiento” del peronismo, Juan
Garivoto reflexiona:
(...) nosotros hacíamos política de esclarecimien-
to, por eso cuando llegó el momento de asumir tareas
teníamos muy claro el objetivo político (...) en reali-
dad FORJA actuó como las corrientes freáticas, por
abajo (...) fue casi la base del pensamiento peronista
(...) eso penetra el gran impacto del peronismo, lo
penetra el pensamiento elaborado por los forjistas...
en las actitudes, en el discurso, incluso en las
formulaciones éticas.
22
Nicanor García, migrante proveniente de
Lobería, moldeado por duras experiencias labo-
rales (“de escaso salario y jornadas de sol a
sol”) como peón rural en establecimientos de
aquella zona, al describir sus percepciones de
entonces, evoca:
(...) entre nosotros flotaba una ilusión, algo así
como un ansia de justicia y pensábamos que FORJA
nos ayudaría a alcanzarla... pero fue con el
peronismo.
23
En la práctica, la agrupa-
ción marplatense estaba forma-
da por los militantes, los
adherentes y los simpatizantes,
según los clásicos términos de
Duverger (1957). Los militantes
eran, generalmente, los enlaces
barriales y todos aquellos otros
miembros que habían asumido
de manera comprometida y acti-
va las tareas organizativas y de
difusión ideológica. Ellos con-
formaban el núcleo dirigente y
su acción estaba regulada
–como es característico en la
mayoría de los grupos juveni-
les– por tácitas normas de leal-
tad y de reserva. En Mar del Pla-
ta, los militantes no se identifi-
caban con la denominación de
“guardia forjista” (como en Buenos Aires y en
algunos núcleos del interior) sino con la de
“muchachada forjista”. La mayoría de los entre-
vistados rechaza el uso del término “dirigente”
y resalta el vínculo primario que los unía como
grupo:
éramos amigos, como hermanos, éramos com-
pañeros de lucha
, enfatiza Miguel Irós.
24
No obs-
tante, la trayectoria ulterior del grupo nos ha
revelado tensiones y profundas porfías (recogi-
das por la prensa local pero ausentes en los re-
latos de nuestros entrevistados; tan sólo percep-
tibles a través de sus “lagunas”, silencios o co-
mentarios irónicos),
25
muchas de ellas motiva-
das en diferencias ideológicas, antagonismos de
clase y rivalidades por el liderazgo. Sin embar-
go, en esta etapa caracterizada por la abstención
electoral y el adoctrinamiento, dichas cuestiones
–aunque estaban latentes– parecen hallar una
vía armoniosa de resolución en la militancia
barrial. La organización autónoma de los nú-
cleos en los distintos barrios y la horizontalidad
de vínculos entre sus miembros facilitan las
condiciones para el ejercicio de un liderazgo
grupal en el ámbito del barrio y para el desarro-
llo de capacidades de conducción y de coordi-
nación de acciones colectivas. Los adherentes o
En tal modo, la experiencia grupal
adquiere importancia como ámbito
canalizador de necesidades subjetivas
que tienden a un distanciamiento
crítico de la realidad, a la vez que la
inclusión del futuro –implícito en la
ideología compartida– permite a sus
miembros la afirmación de ideas e
ideales acerca de transformaciones
políticas o sociales, sea a través del
cumplimiento de acciones concretas,
o bien de la adscripción ideológica.
Ambos comportamientos fungen
como mecanismos que aseguran la
pertenencia al grupo.
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51
partidarios mantienen otro tipo de compromiso
proselitista. Ellos representan el soporte mate-
rial de la agrupación ya que contribuyen con
aportes económicos y de trabajo. Colaboran con
diversos elementos para el funcionamiento de la
misma: papel, pintura, material de imprenta,
donaciones para asados y conferencias y contri-
buciones en dinero durante las campañas perió-
dicas que movilizan la ubicación de bonos de
un valor mínimo. Además, suelen participar en
tareas de propaganda: pinta-
das, volanteadas y en la dis-
tribución de periódicos, re-
vistas y folletos.
Los simpatizantes man-
tienen un vínculo más laxo
que puede variar desde la
concurrencia a las reuniones,
asados y conferencias hasta
la eventual incorporación en
trabajos de activismo políti-
co. La intangible separación
que opera entre partidarios y
simpatizantes queda supera-
da a partir del expreso com-
promiso de acción
proselitista por parte del sim-
patizante, con la consecuente integración al gru-
po de “iniciados” y la participación en activida-
des de propaganda, principalmente las clásicas
pintadas que, por toda la ciudad, fijaban el
“bisílabo banderizo”.
26
En las reuniones de los
núcleos barriales, circula material de lectura
aportado por las distintas publicaciones de
FORJA central,
27
siempre limitadas en número y
continuidad de edición por los problemas de
estrechez económica de la agrupación. Los con-
currentes, militantes y simpatizantes, suelen
leer artículos que explican y comentan al grupo.
José Manuel Melazzo, de Nueva Pompeya, que
en esa época estaba haciendo el servicio militar,
narra:
(...) ¿vio esos bancos largos?... nos sentábamos
uno al lado del otro, en esos bancos de cocina de an-
tes, cinco o seis en cada uno... pasa-
ba el mate y el otro hablaba ahí, con
la cocina económica prendida, por-
que si no uno se moría de frío.
28
Francisco Capelli aspira a
reeditar con los jóvenes militan-
tes marplatenses su propia expe-
riencia vivida como estudiante
en la Facultad de Derecho de La
Plata, bajo la orientación del pro-
fesor Gabriel del Mazo: la forma-
ción de grupos de estudio sobre
la temática de la liberación na-
cional emprendida por el movi-
miento forjista. Al principio, en
las reuniones barriales, la expli-
cación o el comentario de las lecturas estaba
exclusivamente a cargo de Capelli, pero pronto
él mismo estimuló a los jóvenes para que desa-
rrollaran sus propias capacidades, tanto para la
expresión y la comunicación verbal como para
el análisis y la discusión política. En ocasiones,
esas reuniones daban lugar a la organización de
algún asado que se desarrollaba con asistencia
Un grupo de forjistas durante un asado realizado en las afue-
ras de la ciudad (circa 1943). Entre otros, abajo, de izquierda a
derecha, primera fila: Néstor Carozo (1º), Oscar Fuentes (3º),
Juan Saravia y Sneider (penúltimo y último, derecha). Segunda
fila: Francisco Capella (asomando a la derecha del niño).
Atrás, Miguel Irós, Eduardo Vedota, Juan Saltarini, F. de
Falco, R. Catino, Rómulo y Remo Gallina, Alfredo Melazzo.
Tercera fila, en alto: José Martínez y Roberto Capelli.
En Mar del Plata, los militantes no se
identificaban con la denominación de
“guardia forjista” (como en Buenos
Aires y en algunos núcleos del
interior) sino con la de “muchachada
forjista”. La mayoría de los
entrevistados rechaza el uso del
término “dirigente” y resalta el vínculo
primario que los unía como grupo:
éramos amigos, como hermanos,
éramos compañeros de lucha,
enfatiza Miguel Irós.
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52
de gran cantidad de adherentes y simpatizantes.
Pedro Dambrosio recuerda:
(...) en una oportunidad se hizo un asado en un
criadero de pollos por la calle Magallanes y la conti-
nuación de Santiago del Estero, fue la primera opor-
tunidad que Garivoto habló en
público, en un acto de esos, se
hacían asados y se hablaba... era
jovencito, era menor que yo... ahí
no se designaba a nadie para ha-
blar, estaba Capelli y estaban los
que querían hablar y era como
que ilustraban a la gente de la
situación de la realidad del
país.
29
Enrique Borrajo comenta:
(...) nosotros, muchachos de
un barrio orillero que poco
salíamos de nuestro reducto, en
un principio nos sentíamos
asombrados... pero a medida que
pasaba el tiempo nos
adaptábamos y nuestro hermano
Héctor terminó siendo orador en
las tribunas (...)
30
El relato de Roberto Capelli aporta algunos
elementos simbólicos que permiten vislumbrar
una entrada a la subjetividad del grupo militan-
te con respecto a la significación de sus
interacciones:
(...) todo era en función de un trabajo de docen-
cia política (...) las reuniones eran de noche... a veces
cuando no teníamos quién explicara bien las cosas
porque había que ser capaz, por ejemplo, para expli-
car lo de los ferrocarriles como lo enseña
Scalabrini... agarrábamos un librito y lo leíamos
como si leyéramos el evangelio... en muchas oportu-
nidades nos confundían con los masones por el tipo
de reunión que hacíamos.
31
Estas representaciones, fijadas en la memo-
ria de algunos actores, aparecen connotadas por
ciertos elementos crípticos asociados con un
supuesto carácter cerrado de las actividades
forjistas. Sin embargo, ellas parecen reflejar más
que el funcionamiento real de la agrupación la
existencia de un imaginario vinculado, por una
parte, con contenidos ideales atribuidos a la
militancia, y por el otro, con ciertas condiciones
de clandestinidad y peligro que tuvieron que
afrontar sus miembros ante la amenaza de
requisa policial, generalmente por motivo de
acontecimientos nacionales. Víctor Arrieta,
aprendiz en la sastrería de un reconocido
forjista, relata la irrupción de la policía cuando
se produjo la revolución del
4 de junio de 1943:
(...) vino la policía y buscaba
y buscaba en la sastrería de Ramón
Catino (...) nos creían revoluciona-
rios, nosotros la veíamos venir, lo
único que podía comprometernos
eran unos volantes y las revistas
de FORJA... ¡Ja! estaban bien guar-
dadas, tapadas con retazos de telas;
en un tacho de basura que estaba en
la vereda...
32
E. Villar, uno de los muchos
activistas formados en el núcleo
de Nueva Pompeya, objetiva en
su relato las estrategias de acer-
camiento vecinal que se desa-
rrollaron en el barrio para cons-
truir una cadena de simpatizan-
tes; estrategias éstas que revelan
prácticas de interacción muy diversas a las
plasmadas en las representaciones de algunos
de nuestros entrevistados:
(...) nosotros queríamos mover mayor cantidad
de gente (...) la lucha era ésa, y para hablar con gente
de política, en aquel tiempo... había que hacer un
asado, un partido de fútbol, un picnic, invitarlos,
para que después de a poco, ir trabajándolos a una
primera reunión... que se habituaran... por algo ha-
bía que empezar, por conocernos, por inspirar con-
fianza, porque no era fácil llevar gente a una reunión
para escuchar cosas de política.
33
El relato resulta muy significativo además
porque pone en evidencia un tipo de práctica
política al ras del suelo que no debió distanciar-
se demasiado de las juventudes de los otros
partidos.
El accionar de los núcleos de Nueva
Pompeya y Don Bosco ejemplifica las diversas
prácticas de proselitismo político y los distintos
ámbitos de sociabilidad en que desarrollaban su
militancia los forjistas de la ciudad. Nueva
Pompeya, el grupo más numeroso y activo, llega
a desplegar una intensa labor social en el
Estas representaciones, fijadas en la
memoria de algunos actores,
aparecen connotadas por ciertos
elementos crípticos asociados con un
supuesto carácter cerrado de las
actividades forjistas. Sin embargo,
ellas parecen reflejar más que el
funcionamiento real de la agrupación
la existencia de un imaginario
vinculado, por una parte, con
contenidos ideales atribuidos a la
militancia, y por el otro, con ciertas
condiciones de clandestinidad y
peligro que tuvieron que afrontar sus
miembros ante la amenaza de requisa
policial, generalmente por motivo de
acontecimientos nacionales.
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53
barrio, pues integra en sus iniciativas –picnic,
bailes, festivales y encuentros deportivos– a
gran número de vecinos a partir de la creación
del club de fútbol “Ayacucho”. El objetivo
político que orienta esta iniciativa es el de
neutralizar la influencia que los socialistas
ejercen en el barrio a través de su dirigente
Narciso Mora, a la vez,
miembro directivo del Club
Independiente, antigua
entidad social y deportiva de
la zona. El núcleo Don Bosco,
que al comienzo funciona en
las casas de familia de la
vecindad, logra –a través de la
gestión de algunos militantes,
miembros de la Comisión
Directiva del Club River– la
cesión de un espacio, dentro
del mismo club, para la
creación y funcionamiento
permanente de la Biblioteca
“José Hernández”. Los eventos
culturales o festivos (como la
celebración del aniversario del
club) dan lugar a actos y
encuentros a los que asisten
vecinos, y en los que casi siempre estrechan
filas los forjistas pertenecientes a los otros
núcleos de la ciudad, quienes propician en tales
circunstancias el proselitismo político que, en
esta etapa signada por la impugnación al
sistema electoral de la Concordancia, se
circunscribe al esclarecimiento ciudadano sobre
los problemas concretos del país, según su
propia visión militante.
Otro ámbito de importancia para la difusión
del forjismo fue, sin duda, el laboral. En efecto,
la agrupación marplatense, a diferencia de otros
grupos forjistas del país, que limitaban su accio-
nar a la propagación ideológica y a la captación
de adherentes en las organiza-
ciones gremiales ya existentes,
34
prioriza la formación de cua-
dros gremiales, el asesoramien-
to legal y la canalización de los
reclamos de los trabajadores
hacia la creación de nuevos sin-
dicatos, en el contexto de una
ciudad que vertiginosamente
está transformando su perfil
económico y socio-ocupacional.
Este objetivo se concreta a tra-
vés de la tarea militante en los
lugares de trabajo y del semana-
rio
Señales Argentinas,
editado
por la agrupación –primero,
como una cartelera mural y, a
partir de 1943, como publica-
ción semanal–, cuyo lugar de
redacción (un pequeño local
céntrico) se convirtió en el habitual ámbito de
reunión de adherentes y simpatizantes prove-
nientes, ahora, fundamentalmente del mundo
del trabajo. De este modo, los forjistas
marplatenses impulsaron y participaron en la
formación de importantes gremios en la ciudad:
Sindicato de Empleados y Obreros de la Usina
Visita del delegado de la Junta Provin-
cial de Forja, Miguel López Francés, a la
Biblioteca Mariano Moreno. Agosto de
1944. Entre otros, Miguel López Francés
(centro). Lo rodean: Nilda Villar (a la
derecha), Eduardo y Modesto Villar,
Francisco Musumesci y Susana Aduriz
(a la izquierda). Segunda fila, de iz-
quierda a derecha: Carlos Alonso (3º),
José Gómez Cruces (4º), Tomás Plaza
(8º), Osvaldo Crivelli (10º), Rafael
Urbani (11º) y Nicanor García (12º). Al
fondo izquierda: Juan Parra.
En efecto, la agrupación marplatense,
a diferencia de otros grupos forjistas
del país, que limitaban su accionar a la
propagación ideológica y a la
captación de adherentes en las
organizaciones gremiales ya
existentes, prioriza la formación de
cuadros gremiales, el asesoramiento
legal y la canalización de los reclamos
de los trabajadores hacia la creación
de nuevos sindicatos, en el contexto
de una ciudad que vertiginosamente
está transformando su perfil
económico y socio-ocupacional.
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54
Eléctrica (posterior Sindicato de Luz y Fuerza):
Sociedad de Empleados de Casino; Vendedores
de Diarios, Revistas y Anexos; Obreros y Em-
pleados del Golf; Sindicato de Oficiales Pelu-
queros; Obreros Municipales; Obreros de Bebi-
das y Anexos (Rama Vitivinícola) y un sector de
Obreros Ferroviarios.
Finalmente, a partir del nuevo escenario po-
lítico que demarca el golpe militar del 4 de junio
de 1943 y, sobre todo, con los acontecimientos
de octubre de 1945, la agrupación marplatense
iniciará una nueva etapa centrada, ahora, en las
expectativas de una participación política elec-
toral; postura que impulsará a sus miembros a
sumarse, sin deserciones, a la naciente fuerza
peronista, interviniendo de manera directa en la
creación del Partido Laborista local y, posterior-
mente, en la constitución de una corriente inter-
na –el Frente de Trabajadores Manuales e Inte-
lectuales– del peronismo marplatense. Aspectos
estos que no abordaremos dentro de los
lineamientos de este trabajo, ya que involucran
otras cuestiones –entre ellas, la de la contribu-
ción del forjismo a la conformación de una nue-
va dirigencia política local y que excederían el
marco de la propuesta inicial.
Consideraciones finales
La concreción de esta investigación,
sustentada en la historia oral, nos ha permitido
reconstruir, a partir del contexto acotado de un
espacio local, una interpretación más matizada
del proceso constitutivo del forjismo, y que
difiere de la visión homogénea canonizada en
los ensayos políticos y en las investigaciones
historiográficas sobre el tema. Si bien de aquella
experiencia social y política animada por los
jóvenes forjistas de los años 40, no se habían
conservado documentos escritos debido, en
parte, al carácter laxo e informal que revestían
las formas organizativas adoptadas, el enfoque
metodológico empleado y la riqueza testimonial
aportada por las fuentes orales permitieron
abordar la reconstrucción de esa dinámica so-
cial –privilegiando a los sujetos y sus prácticas
más allá de categorías preconcebidas–, y sacar a
luz la vida política en su dimensión capilar. Se
hacen visibles, en tal modo, las prácticas
políticas concretas en el plano local; es decir,
aprehendiendo las formas que adoptaba “lo
político” en el contexto de una agrupación
–constituida en torno a la militancia y a la
construcción colectiva del vínculo ideológico–
que intentaba subvertir los modos tradicionales
de organización y participación ciudadana en
las agrupaciones que integraban la sociedad
política, precisamente, en el momento previo a
la emergencia del peronismo.
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55
NOTAS
1
Dentro de este enfoque véase, entre otros, Scenna, Mi-
guel A.
FORJA. Una aventura argentina (de Yrigoyen a
Perón)
, Ed. de Belgrano, Buenos Aires, 1983;
Buchrucker, Cristian,
Nacionalismo y peronismo,
Sudame-
ricana, Buenos Aires, 1987; Hernández Arregui, Juan J.
La formación de la conciencia nacional,
Plus Ultra, Buenos
Aires, 1965
;
Orsi, René,
Jauretche y Scalabrini Ortiz,
Peña
Lillo, Buenos Aires, 1985; Galasso, Norberto,
Jauretche.
Biografía de un argentino
, Homo Sapiens, Buenos Aires,
1997.
Desde una perspectiva local, véase el trabajo de
José Marcilese: “La gobernación mercante, el forjismo y
su influencia en la evolución de Bahía Blanca” (inédito).
2
Este trabajo expone resultados parciales alcanzados en
una investigación realizada sobre “FORJA en Mar del
Plata: una trayectoria. Bases sociales, discursos y prác-
ticas. (1940-1945)”. Véase García, Delia María, Tesina
de Licenciatura en Historia, Facultad de Humanidades,
Universidad Nacional de Mar del Plata, 2004.
3
Los entrevistados son Víctor Arrieta, Enrique Borrajo,
Héctor Borrajo, Roberto Capelli, Pedro Dambrosio,
Nicanor García, Juan Garivoto, José Gómez Cruces,
Francisco Miguel Irós, Enrique Marti, José María
Melazzo, Alfredo Melazzo, Salvador Musimesci, Rafael
Urbani y Eduardo Villar.
4
La reforma de los estatutos sancionada en 1940 dispo-
ne la eliminación del requisito de afiliación previa a la
UCR como condición de ingreso a FORJA, y se fija la
edad mínima de 16 años. También se dispone la consti-
tución de nucleamientos de distrito. Estatuto Nacional
de FORJA. 12 de septiembre de 1940. Cap. 3º, 5º, 6º y
7º. Archivo Roberto Capelli. Esta reforma (que implica
la separación de la UCR) desencadena, en el seno de la
agrupación nacional, la primera crisis interna que cul-
mina con el alejamiento de dos importantes figuras fun-
dadoras: Gabriel del Mazo y Luis Dellepiane, quienes
deciden permanecer dentro del ámbito partidario de la
UCR. Arturo Jauretche y Raúl Scalabrini Ortiz, en cam-
bio, desde la agrupación contestataria intentarán la
conformación de un movimiento nacional y popular de
carácter heterogéneo en cuanto a la procedencia política
de sus adherentes.
5
Véase el editorial del diario marplatense
La Capital
(en
adelante, L.C.) del 26 de junio de 1940 “La corrupción
política no afecta a un determinado sector de la vida
colectiva, sino al conjunto de la comunidad”. El PS,
aunque ha reducido su caudal electoral desde 1935,
mantiene la vida partidaria con el ejercicio del voto di-
recto y con la convocatoria a asambleas y congresos
internos. Sin embargo, su reformismo no alcanza a su-
perar la postura pedagógica de: “Hay que educar al
soberano”.
El Trabajo
(en adelante,
E.T.
), diario local de
orientación socialista, números varios entre febrero de
1940 y enero de 1942.
6
F.J. Capelli, joven abogado marplatense que, siendo
estudiante había militado en el núcleo forjista de la Fa-
cultad de Derecho de La Plata y que, en 1940, retorna a
la ciudad como delegado reconocido por la Junta Nacio-
nal de FORJA. Anteriormente, en 1939, liderando la
Organización Universitaria Forjista, había accedido a la
presidencia de la Federación Universitaria de La Plata y
luego a la Federación Universitaria Argentina. En 1944,
se desempeñará como director del semanario nacional
La Víspera
y, en 1945, como Secretario General de la Jun-
ta Nacional de FORJA.
(Registra afiliación a la UCR local, al cumplir los 18
años). Entrevista a Roberto Capelli (hermano). Mar del
Plata. 21/01/2000.
7
Sobre este aspecto véase: Elisa Pastoriza, “Mar del
Plata en los años 30: entre la regresión política y el pro-
gresismo social” en
Los caminos de la democracia.
Biblos.
1998. Pág. 241-265; Álvarez, Adriana y Reynoso, D.
Política económica en Mar del Plata 1946-1996.
UCIP Mar
del Plata. 1999, pp. 1-32.
8
La categoría “sectores populares” se utiliza con la
acepción dada por Luis Alberto Romero para el segundo
período de constitución de la identidad de los sectores
populares, cuya maduración y génesis ubica en la etapa
de entreguerras, en el marco de las sociedades barriales.
Compuestos por “gentes de oficios y condiciones dife-
rentes –obreros, profesionales, pequeños comerciantes,
docentes– conformando una sociedad en la que eran
visibles las marcas de la movilidad social”. Leandro
Gutiérrez y Luis Alberto Romero,
Sectores populares, cul-
tura y política
. Sudamericana, Buenos Aires, 1995.
9
Véase Bronislaw, Baczko,
Los imaginarios sociales
,
Me-
morias y esperanzas colectivas
. Nueva Visión, Buenos Ai-
res, 1999.
10
Sobre el pensamiento yrigoyenista y la influencia del
krausismo, véase Falcón, R. “Políticas laborales y rela-
ción Estado/sindicatos en el gobierno de H. Yrigoyen”
en
La cuestión social en Argentina 1870-1943.
La Colmena.
Bs. As. 2000, pp. 120 y 121.
11
Entrevista a Héctor Borrajo. Mar del Plata. 29/09/2000.
12
Entrevista a Pedro Dambrosio. Mar del Plata. 26/03/2000.
13
La noción de conectividad es desdoblada en dos con-
ceptos distintos: el de
densidad
, para referirse al número
de conexiones efectivamente existentes entre las perso-
nas en relación con todas las posibles, y el de
alcance
que
se refiere al número de vínculos que hay que recorrer
para estar contactado desde cualquier punto de partida
dado (Mitchell, 1969; Moutoukias, 1995).
14
Entrevista a Eduardo Villar. Mar del Plata. 24/04/2001.
15
Entrevista a Juan Garivoto. Mar del Plata. 16/11/1999.
16
El texto de las “Instrucciones” está fechado en Buenos
Aires, mayo de 1942. En el material de archivo facilita-
do por Roberto Capelli, se hallan certificados de bonos
contribución numerados por título y serie de planchas
de diez cupones de diez pesos, refrendados con la firma
del Presidente y el Secretario de Hacienda de FORJA
central.
17
Archivo Roberto Capelli.
18
Entrevista Juan Garivoto. Mar del Plata. 16/11/1999.
19
Entrevista a Roberto Capelli. Mar del Plata. 26/08/2000.
20
Grinberg, L. al estudiar la influencia de los grupos
ideológicos sobre la identidad de sus miembros define el
término “ideología” de manera genérica, como “un
modo de ver el mundo en función de una convicción
sociopolítica valorativa de las estructuras
socioeconómicas y sus conflictos”. Estas convicciones
–en la tesis del autor– incluirían también, en cada indi-
viduo, fantasías inconscientes específicas, entre ellas la
de la propia inmortalidad a través de la proyección en
la ideología (Pablo Neruda –según Grinberg– lo
ejemplifica en su poema “Mi Partido”: “Me has hecho
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56
indestructible/porque contigo no termino en mí mismo”).
21
Entrevista a Miguel Irós. Mar del Plata. 22/12/2000.
22
Entrevista a Juan Garivoto. Mar del Plata. 16/11/1999.
23
Entrevista a Nicanor García. Mar del Plata. 24/08/2000.
24
Entrevista a Miguel Irós. Mar del Plata. 22/12/2000.
25
Véase Delia M García, “El forjismo en la conformación
del movimiento peronista. El caso de Mar del Plata”,
VII Jornadas de Historia Política “Estado y poder du-
rante el peronismo: los espacios provinciales y regiona-
les”, UNMdP, agosto de 2003.
26
Las reiteradas “pintadas” en la zona céntrica, y a lo
largo del paseo costanero, provocaron un airado edito-
rial de la L.C. que solicitaba la intervención de la fuerza
policial ante “(...) el verdadero abuso de los
‘escribidores nocturnos’ contra los frentes de los edifi-
cios y bancos de los paseos públicos, así como las rocas
de nuestras playas (...) para difundir su bisílabo bande-
rizo”. El editorial dio pie para la publicación de una
nota de descargo por parte de F. Capelli, en la que que-
da en evidencia el objetivo político de trascender a la
opinión pública marplatense: “Merece destacarse que,
no obstante tener FORJA en su haber una producción de
literatura política que la coloca al frente de cualquier
grupo orientador nacional, ha vivido hasta el presente
cubierta por el silencio unánime de la prensa, la radiodi-
fusión y todos los elementos de publicidad, logrando,
recién ahora ocupar un lugar en las columnas periodísti-
cas para ser atacada porque manos anónimas pintan
con nuestra sigla, las paredes de edificios y otros luga-
res públicos (...)”. Y a continuación, se explaya en la
difusión de los principios ideológicos de la agrupación.
L.C. 18/10/1942; L.C. 19/10/1942.
27
Particularmente, los
Cuadernos de FORJA
, editados
entre los años 1936 y 1942, que condensaban el trabajo
de investigación desarrollado por algunos de sus inte-
lectuales –Scalabrini Ortiz, Gabriel del Mazo, Jorge del
Río, Amable Gutiérrez Diez, Luis Dellepiane– sobre
temas que juzgaban decisivos para el interés nacional:
“Política británica en el Río de la Plata”, “Petróleo e
imperialismo”, “El escándalo de la electricidad y en la
investigación de la Cámara de Diputados”, “La coordi-
nación de transportes”, “Conducta argentina ante la
crisis de Europa”, “Historia del primer empréstito ar-
gentino”, entre otros.
28
Entrevista a José Manuel Melazzo. Mar del Plata. 28/05/2001.
29
Entrevista a Pedro Dambrosio. Mar del Plata. 26/03/2000.
30
Entrevista a Enrique Borrajo. Mar del Plata. 22/05/2001.
31
Entrevista a Roberto Capelli. Mar del Plata. 20/01/2000.
32
Entrevista a Víctor Arrieta. Mar del Plata. 18/10/1999.
33
Entrevista a Eduardo Villar. Mar del Plata. 24/04/2001.
34
Véase, Jauretche, Arturo,
Forja y la década infame. Do-
cumentos.
Buenos Aires, Peña Lillo, 1976, p. 13.
BIBLIOGRAFÍA
Duverger, Maurice,
Los partidos políticos,
México, Fondo
de Cultura Económica, 1957.
James, Daniel, “La historia oral y sus problemas. Entre-
vista a Paul Thompson” en
Entrepasados
,
Revista de His-
toria
, 1995.
Joutard, Philippe,
Esas voces que nos llegan del pasado
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57
traduccione
s
O surgimento do
forjismo em Mar del
Plata, a inícios da
década do 40.
Redes pessoais, práticas políti-
cas e âmbitos de sociabilidade
Delia María García
A escassa produção historiográfica
existente sobre a Força de Orientação
Radical da Jovem Argentina (FORJA)
coincidiu na construção de uma visão
homogênea segundo a qual este
agrupamento política é conceptualizada
como uma corrente interna cindida da
UCR, formada por intelectuais (em sua
maioria, jovens universitários e
profissionais de classe média) tributários
do pensamento yrigoyenista, da
Reforma Universitária de 1918 e das
idéias da Aliança Popular Revolucionária
Americana (APRA). No âmbito nacional,
a constituição orgânica desta força
política se produz em 29 de junho de
1935, em Buenos Aires. Posteriormente,
o forjismo começa a difundir-se em
distintas províncias e, particularmente,
em numerosas localidades do interior
portenho, entre elas Mar del Plata.
Consideramos que o forjismo
marplatense, como sujeito político,
perfila-se com matizes diferenciais de
caráter socioeconômico, cultural e
origem política que o afastam daquela
imagem consagrada nos ensaios e
investigações sobre o tema. É por isso
que nos temos proposto reconstruir a
composição social das bases e a
dirigencia forjista de Mar del Plata, assim
como elucidar as formas organizativas,
as práticas e os âmbitos de proselitismo
político do agrupamento local. A
identificação e busca de quem tinha sido
dirigentes, aderentes e simpatizantes de
FORJA em Mar del Plata e, com eles, a
conformação de uma rede de
testemunhos orais foram os pontos de
partida indispensáveis para desenvolver
uma base empírica que nos
proporcionasse o sustento aos fins da
investigação histórica.
Le surgissement du
Forjismo à Mar del
Plata, au début des
années 40.
Réseaux personnelles, pratiques
politiques et espaces de
sociabilité
Delia María García
La rare production historiographique
existante sur la Fuerza de Orientación Radical
de la Joven Argentina (FORJA) [Force
d'Orientation Radicale de la Jeunesse
Argentine] a coïncidé dans la construction
d'une vision homogène selon laquelle ce
groupement politique est conceptualisé
comme un courant interne scindé de la UCR
[Union Civique Radicale], formé par des
intellectuels (pour la plupart, des jeunes
universitaires et professionnels de la classe
moyenne) tributaires de la pensée
d'Yrigoyen, de la Réforme Universitaire de
1918 et des idées de l'APRA [Alliance
Populaire Révolutionnaire Américaine. Dans
le domaine national, la constitution
organique de cette force politique se produit
le 29 juin 1935, à Buenos Aires.
Postérieurement, le Forjismo commence à
se répandre dans des différentes provinces,
dans des nombreuses villes de la province
de Buenos Aires, parmi elles, Mar del Plata.
Nous considérons que le forjismo de Mar
del Plata, comme sujet politique, se profile
avec des nuances différentielles de caractère
socio-économique, culturel et d'origine
politique l'éloignant de cette image consacrée
dans les essais et les recherches sur le sujet.
C'est pour cela que nous nous avons
proposé la reconstruction de la composition
sociale des bases et de la classe dirigeante
forjiste de Mar del Plata, et l'élucidation des
formes d'organisation, des pratiques et des
espaces de prosélytisme politique du
groupement local. L'identification et la
recherche de ceux qui ont été dirigeants,
adhérents et sympathisants de FORJA à Mar
del Plata, et avec eux, la conformation d'un
réseau de témoignages oraux, ont été les
points de départ indispensables pour
développer une base empirique qui nous
proportionnera le soutien à notre recherche
historique.
The emergence of the
forjismo in Mar del
Plata, at the
beginnings of the
decade of the 40.
Personal nets, political practices
and environments of sociability
Delia María García
The scarce production historiografical
existent about the Force of Radical
Orientation of the Young Argentina (FORJA)
has coincided in the construction of a
homogeneous vision according to which
this political group is conceptualized as a
internal divided inner branch separated
from the UCR, formed by intellectuals
(most of them university young people and
middle class professionals) tributaries of
the " yrigoyenista" thought, of University
Reform of 1918 and of the ideas of the
Popular Revolutionary American Alliance
APRA. In the national area, the organic
constitution of this political force takes
place on June 29th 1935, in Buenos Aires.
Later the forjismo begins to spread in
different provinces and, particularly, in
numerous localities of the province of
Buenos Aires, among them Mar del Plata.
We consider that the forjismo marplatense,
as a political subject is profiled with
differential shades of socioeconomic,
cultural character and political origin that
take it away from the consecrated image in
the essays and investigations on the
subject. For that we have proposed to
reconstruct the social composition of the
bases and the leadership forjista of Mar del
Plata, as well as to elucidate the
organizational forms, the practices and the
environments of political proselytism of the
local grouping. The identification and
search of those who had been directing,
adherent and supporters of FORJA in Mar
del Plata and, with them, the formation of a
net of oral testimonies were the
indispensable starting points to develop an
empiric base that provided us the
sustenance with the object of the historical
investigation.
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