image/svg+xml4Diez añosrecobrando vocesEn el año 1997 salió el primernúmero de Voces Recobradas.Cómo se gestó y por qué sonalgunas de las preguntas que lehicimos a Mercedes Miguez,coordinadora del Programa deHistoria Oral del Instituto Históricode la Ciudad de Buenos Aires y unade las impulsoras de esta revista quehoy festeja sus primeros diez añosde existencia.¿Cuándo y por qué surgió Voces?Podría dar muchas razones sobre por qué surgió Voces,pero ninguna la explica totalmente. Lo cierto es que ya desdeprincipios de los 90 veníamos trabajando intensamente en elárea, incrementando y diversificando significativamente lastareas. En 1993 habíamos comenzado conjuntamente conHistoria Oral de la UBA la organización de los EncuentrosNacionales y 1997 fue un año en que ese esfuerzo mostró susfrutos y concentró creatividad: tratamos diversidad de temasdesde distintos abordajes, y se produjo mucho. Estábamosante el desarrollo bastante orgánico de la Historia Oral entodo el país.En aquel momento no existía una revista sobre historiaoral en la Argentina.Existían artículos interesantes en algunas revistas, comola Revista Taller, pero no una revista exclusiva de historiaoral.En algún momento se habló de la posibilidad de teneralguna publicación para aprovechar y exteriorizar laexperiencia de las investigaciones, que era muy rica. No erasencillo, porque nadie estaba especializado en publicaciones,especialmente con la continuidad que exige una revista. Asíque hubo que aprender... y se aprendió rápidamente.¿Cuándo nació? En realidad, no existe una fecha. Conseguridad se gestó entre mediados del 96 y el 97. La primerareferencia concreta yo la recuerdo en una charla con HebeClementi y Liliana Barela, en donde surge la propuesta delanzar una revista. No recuerdo cuál de las dos la dio, perocasi simultáneamente no sólo es aceptada sino que ya seestaba pensando en cómo podía ser. Evidentemente ya teníavida en la cabeza de cada una, antes de haber sido concebida.Igual que los hijos, este tipo de producciones tienen tiemposde gestación, en los que de algún modo empiezan a existir. Loque cuenta son las ganas, la intención, o el significado que sedeposita en el hijo antes de nacer.Los temas se fueron hablando, las ganas se fueronjuntando, y se podría decir que nació el día que se le dio elmaterial escrito a Publicaciones, o el día que se dijo “se va allamar Voces Recobradas”, o el día que nos entregaron larevista publicada. No puedo ponerle fecha. Lo que puedoMercedes Miguez
image/svg+xml5decir es que fue un nacimiento muy deseado, producto demucho esfuerzo, discusión y trabajo.¿Por qué el nombre Voces Recobradas?Se sugirieron varios títulos, pero Voces Recobradas¡es un nombre hermoso! Porque no sólo habla de la memo-ria, de la oralidad que da la idea de recobrar algo que enrealidad no está perdido, sino ahí nomás, esperándonos, ysólo necesita alguien dispuesto a escuchar y registrar lasingular vivencia de las personas, pero que lo haga desdeun lugar profesional, el de los historiadores. Es decir, quese haga cargo del intento –siempre difícil– de partir deexperiencias y visiones individuales para insertarlas en elcontexto social e histórico, respetando la subjetividad delos actores.Bueno, la verdad es que el título me encantó. Como latapa de la primera revista: “Las vecinas” de MarciaSchvartz, es una imagen que representa magníficamentealgo de lo cotidiano dentro de los usos y costumbres de lossectores populares en el Buenos Aires de una épocadeterminada.¿Cómo fueron estos 10 años?El esquema de la revista siempre fue el mismo. Tiene 4 ó5 premisas fijas –es decir, muy poco– quedando el resto conuna ductilidad que permite el cambio, el juego de opiniones.El criterio estético que se utilizó a partir del número cero esinformal y permite pensarla como una revista dirigida a ladivulgación y distintos tipos de público. Y ese esprecisamente uno de nuestros objetivos. La idea es tambiénque sea un espacio abierto a todos aquellos que trabajan enhistoria oral, y no un órgano de difusión de nuestrasexperiencias exclusivamente.Logramos lo que nos habíamos propuesto: una revistaapta para ser leída por mucha gente, no sólo por especialistas.Hay otras cosas que nos resultan más problemáticas delograr, por ejemplo, llegar con la revista a muchos lugares,aún no podemos hacerlo, existe mucha burocracia y es difícil.Por otro lado, algo que quedó muy claro desde elprincipio es que la revista no es un órgano de difusión de lostrabajos del Instituto Histórico. Esto se respetó durante los10 años, a tal punto, que hay números en los que no apareceningún artículo escrito por gente del Instituto, y no es porqueno tengamos qué publicar, sino porque ése es el espíritu de larevista. Creemos que si nuestro trabajo es “democratizar” lahistoria y permitir que suenen las voces, en la revistadebemos mantener la misma actitud.Un gran tema pendiente, que aún no podemos saldar, esla distribución de la revista en el exterior. Las traducciones adistintos idiomas encarecen mucho la producción, y tambiénel envío es costoso. Por ahora, lo que se hace es traducir unresumen, por si algún lector extranjero se interesa y nos pidealgún artículo.¿Cómo fue el primer número?El número cero se estaba preparando mientras sellevaba a cabo una muestra sobre “los 70” en la ciudad deMar del Plata. La muestra duró diez días y todos los quetrabajábamos en ese momento en el Instituto, íbamos yveníamos de Buenos Aires a Mar del Plata y de Mar delPlata a Buenos Aires. Yo estuve en la inauguración perono en el cierre de la muestra, me tuve que quedar enBuenos Aires a terminar la revista, junto con losdiagramadores. Fue un fin de semana, el lunes seentregaba a la imprenta. Si bien yo contaba con el avalpara tomar decisiones de último momento, fue muchocompromiso emocional y una responsabilidad enorme, alpunto que me costó tiempo establecer un poco de distanciacon el producto.¿Voces Recobradassirve para conectarinvestigadores en historia oral?Sí, por supuesto. Desde el I Encuentro de HistoriaOral en 1993, uno de nuestros objetivos fue estableceralgún tipo de red de historiadores orales, en una época enque la tarea no estaba del todo reconocida. Elprocedimiento era simple, cada una de las personas que seacercaba al Encuentro llenaba una ficha donde consignabasus datos y qué estaba haciendo. Con esa información sefue confeccionando una especie de catálogo que se fueactualizando todo el tiempo. En el 97 surge la revista yallí la comenzamos a publicar. Resultó un excelente mediopara ir conociéndonos. Hasta ese momento no existíaningún organismo o institución que reuniera esainformación, que nos dijera quiénes trabajaban, qué temas,que nos permitiera una dirección o modo de ubicarlos.El catálogo fue apoyándose en la revista,perfeccionado y enriquecido con los datos de las personasy las investigaciones que se están haciendo, y cómoubicarlos. Es un servicio fundamental que brinda larevista, mucha gente se ha conectado gracias a esto.Creación y voluntadDespués de escuchar a Mercedes uno se queda conla idea de que Voces Recobradases un hijo con muchospadres. Y esos padres se emocionan al verlo crecer, alverlo mejorar y, aunque también vean los errores y losdefectos, el orgullo hace que si pudiesen volver eltiempo atrás, nada cambiarían, harían las cosas de lamisma manera…