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a revalorización de la metodología biográfica en
las últimas décadas en el campo de varias disciplinas
sociales, la literatura, los medios masivos, ha
significado un reconocimiento a una larga tradición
de uso de los relatos de vida en antropología.
Paralelamente al renovado interés por el retorno del
sujeto, el auge de las narrativas personales, el uso de
metodologías cualitativas, el debate científico renovó
en las ciencias sociales la discusión acerca de
cuestiones tales como la reflexividad en el trabajo de
investigación, la intersubjetividad en la interacción
entrevistador- entrevistados, la interpretación y la
producción del texto escrito, por citar algunas de las
más importantes. Reflexiones que pueden hacerse
extensivas a las prácticas del trabajo en terreno, los
enfoques cualitativos y la utilización de entrevistas
en general. En esta oportunidad me detendré
particularmente en algunos aspectos vinculados a la
situación de entrevista, a la posibilidad de
conocimiento, a la comprensión e interpretación.
Situación de encuentro,
conocimiento e
intersubjetividad
¿Qué conocimiento aspiramos aprehender en ese
espacio comunicativo de la entrevista en el cual un
sujeto relata sus testimonios de vida?
En la situación de encuentro con los sujetos de la
investigación procuramos producir un conocimiento
desde adentro (Althabe, 1999: 61-68). Como señala
Portelli (1997: 25), los interlocutores que narran sus
experiencias de vida tienen un saber que necesitamos
conocer. Con ellos entablamos una conversación para
entender, aprender un poco más. A veces el
entrevistador y el entrevistado proceden de mundos y
contextos marcados por una gran distancia social y
cultural. Cuando Marjorie Shostak (1989:230), realiza
la biografía de Nisa, una madura mujer del grupo
!Kung, encuentra que aquella puede enseñarle
muchas cosas a ella, una joven investigadora
norteamericana. Pensaba que si podía conocer qué
significaba ser mujer en la cultura ¡Kung,
comprendería mejor los significados de ser mujer en
la propia.
1
Nisa le respondió con su narrativa, una
selección de memorias reales, embellecidas o
imaginadas, o una combinación de las tres, las que
mejor servían a su habitual definición de sí misma. El
relato generado reflejaba un vínculo entre una mujer
de 50 años, Nisa, y otra de 24; otro vínculo hubiera
sin dudas producido resultados diferentes.
Barbara Myerhoff,
2
(1989:243, 244) reconoce
como su maestro a Ramón, el chamán de la etnia
mejicana huitchol, quien le relató mitos e historias
para que pudiera escribir un libro con el fin de
preservar su cultura en riesgo de desaparecer.
Myerhoff registró una información prohibida a los no
Usos y metodología
de los relatos
de vida en la
producción de
conocimiento social
L
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47
La entrevista biográfica requiere
del investigador una actitud
heurística compleja y un ejercicio
autorreflexivo sostenido. Es pre-
ciso que preste atención a los
contenidos manifiestos de la
narración pero también a los la-
tentes, a los distintos niveles de
comunicación, que observe al
otro a la vez que registre las pro-
pias vivencias y reacciones inter-
nas, la tensión que genera la en-
trevista y las estrategias mutuas
puestas en juego, intentando
ajustar las posibles distorsiones,
habituándose a un juego de espe-
jo y reflejo más que a una actitud
de mirada lineal.
Autora
Mirta Ana Barbieri
Universidad de Buenos Aires
Usos y metodología de los relatos...
huitchol. Señala que trató de contar los testimonios
de Ramón tal como él los narró, para que no se
perdieran en el olvido. Ella también se enuncia como
alumna de un grupo de inmigrantes rusos judíos,
sobrevivientes del nazismo en EE.UU., quienes le
brindaron sus relatos sobre volverse viejo y vivir en
una cultura ajena (Myerhoff, 1989: 247).
En todos los casos, aquellos que cuentan hacen
un esfuerzo por encontrar significado a sus vidas.
Muchas veces, las pequeñas historias que relatan son
un intento de inscribirse en la gran historia, de
hacerse visibles cuando no tienen reconocimiento,
insertando así la pequeña
tradición en la gran tradición.
Otras veces, las versiones
individuales que brindan los
sujetos atienden a impugnar
construcciones hegemónicas que
distorsionan las experiencias
vividas y el pasado.
3
Pero, ¿qué podemos conocer y
cómo? Geertz (2002: 37), señala
que a lo sumo es posible intentar
conocer qué les pasa a otros, qué
piensan de algunas cosas, nunca
se puede estar en la mente de
ellos. Comprendemos desde
nuestra posición particular, a
partir de lo que somos o hemos
devenido. En la situación de
encuentro con los sujetos
intentamos construir un saber
desde el interior, desde una
dimensión denominada
microsocial. Pero es preciso
superar esa etapa, escenario del
conocimiento que captura la
óptica del actor, para reubicar los
resultados obtenidos en una
perspectiva comparativa y temporal. Nuestro
quehacer, que suma análisis e interpretaciones
propias a las significaciones de nuestros
interlocutores, procura comunicar, hacer trascender
ese saber nativo a través de los conceptos
disciplinarios. El texto final pretende representar,
explicar la realidad observada y las prácticas y
experiencias como resultado de la interacción con los
sujetos en estudio.
En la entrevista, el investigador es constituido
como actor por el/los sujetos, sus esfuerzos intentan
mediar entre la proximidad y la distancia con el
sujeto/objeto de la investigación. Cuando hay
asimetría social, cultural, de clase, el esfuerzo es de
situarse en el espacio social que su interlocutor
ocupa, comprenderlo tal como es a partir de su
contexto y singularidad. Lograr el extrañamiento,
encontrar una distancia que permita producir
sentidos, no es fácil. En los casos en que investigador
y sujetos comparten ciertos códigos de comunicación,
pertenecen a un similar contexto de clase social,
generacional, cultural, la dificultad puede residir en
que la información recibida resulte tan obvia para el
entrevistador, que éste experimente la sensación de
no haber escuchado nada significativo. Bourdieu
(1993: 531), habla del desasosiego
del investigador que tiene
afinidades, intereses comunes con
los entrevistados. La interacción
entonces corre el riesgo de
convertirse en un autoanálisis
compartido.
La lejanía con el mundo social
de los interlocutores puede facilitar
el propósito del investigador
cuando éste es percibido como
menos intrusivo que los sujetos
locales. Portelli (1997: 23)
4
refiere
que cuando registró testimonios de
mineros en Harlem lo benefició su
condición de extranjero que no
estaba en relación jerárquica con
ellos. No les daba la impresión de
querer influenciarlos, sino tratar de
aprender y escuchar sus historias.
Pero de todos modos, para el
investigador, la aceptación de su
presencia es un desafío
cotidiano.
La entrevista biográfica
requiere del investigador una
actitud heurística compleja y un
ejercicio autorreflexivo sostenido. Es preciso que
preste atención a los contenidos manifiestos de la
narración pero también a los latentes, a los distintos
niveles de comunicación, que observe al otro a la vez
que registre las propias vivencias y reacciones
internas, la tensión que genera la entrevista y las
estrategias mutuas puestas en juego, intentando
ajustar las posibles distorsiones, habituándose a un
juego de espejo y reflejo más que a una actitud de
mirada lineal. Debe atender a los aspectos que lo
acercan al narrador y a los que lo diferencian; en
relación con éstos funda con frecuencia el motivo de
la investigación. También aceptar la alteridad del
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48
investigado si concibe la actividad narrativa como un
producto coparticipativo y reconocer los propios
supuestos y el marco ideológico que condiciona su
actuación durante el acto comunicacional. Es
necesario captar acabadamente lo acontecido durante
la interacción, su clima, intercambios, tensiones,
verbalizaciones, gestualidad, emociones, múltiples
detalles, porque puede resultar clave para la
comprensión, el análisis y la interpretación posterior
del material producido en ese contexto. Es
sumamente útil que además de registrar la narración,
recupere en la etapa de la transcripción, lo más
exhaustivamente posible, todos los niveles de
información. (Barbieri, 1998: 92, 2004:7-8). Resulta
ideal que el investigador no delegue el registro de la
entrevista y que chequée cuidadosamente la
transcripción que implica el pasaje de la oralidad a la
escritura.
Es importante generar un espacio de
comunicación en el que los interlocutores logren
expresarse con la mayor libertad posible acerca de
sus experiencias de vida, opiniones, perspectivas. Es
real que nuestra premura es la de producir respuestas
en el sentido de nuestros interrogantes y objetivos de
investigación. Requerimos narrativas en esa
dirección. Pero estar abiertos a escuchar comentarios,
reflexiones sobre variadas cuestiones, suele ser útil y
arrojar luz acerca de cuestiones de nuestro interés, y
también mostrar perspectivas originales que abren
nuevos caminos. Si nos permitimos oír no sólo lo que
pensamos queremos escuchar, sino también lo que
los otros consideran valioso, nuestros
descubrimientos siempre van a superar nuestras
expectativas. El riesgo de esa apertura es que puede
hacer tambalear concepciones o presupuestos. Poder
leer entre líneas, aceptar divergencias, no
preconstruir a los sujetos, y aceptar que ellos y
también sus narrativas cambian, son fluidas, es un
camino provechoso. Siguiendo esta perspectiva
entonces, durante el análisis y la interpretación no se
forzará el material con el fin de encontrar sólo
recurrencias, generalizaciones, formular tipologías,
actitud que caracteriza a posturas sesgadas y
limitadas. Los investigadores no habituados se
sienten tentados a
ensayar abordajes cualitativos,
hacer etnografía, capturar el punto de vista nativo
(pues se han puesto de moda en disciplinas afines)
.
Los relatos descubren que los itinerarios de vida no
son unilineales, ordenados, coherentes. Los discursos
dan cuenta de quiebres, contradicciones,
disrupciones inesperadas, que aterran a quienes
acostumbran buscar regularidades. Pero estas
disonancias tienen el valor de mostrar la riqueza y
los matices que expresan los testimonios de vida, que
evidencian cómo los sujetos traman y construyen sus
trayectorias, desmistifican supuestas certezas de las
versiones oficiales o imaginarios consensuados. Nos
permiten ver las impugnaciones, registrar momentos
de cambios, las improntas con que ellos resignifican
sus experiencias, internalizan lo social y lo
compartido, y son agentes activos en la construcción
de sus itinerarios.
Existe consenso en la literatura en señalar el
valor de los relatos de vida para analizar el rol de los
sujetos y la familia en los procesos de cambio y
movilidad social (Thompsom, 1993:15, Borderias,
1991:105, Bertaux-Wiame, 1993: 39, Barbieri, 2000:15,
2005: 2). Permiten analizar transformaciones en las
trayectorias de vida personales o familiares, tal vez
irrelevantes desde los enfoques macrosociales, pero
que son radicales desde la percepción y la
conceptualización de los agentes. En investigaciones
recientes he registrado testimonios de vida de mujeres
de sectores medios y populares, interesadas en
descubrir modalidades de construcción de la
identidad de género. Los relatos de vida resultaron
un instrumento valioso para comprender la
capacidad de agencia de las mujeres, para
transformar, impugnar, e incluso producir rupturas
concretas en relación con modelos femeninos de sus
antecesoras. Los itinerarios referidos indicaron que es
posible desafiar limitaciones y constricciones sociales
que son inconciliables con las propias aspiraciones,
superar el destino previsto familiar o socialmente
cuando se ubica en el centro de la mira el propio
proyecto de vida.
Hacia la comprensión e interpretación
del material biográfico
Cuando utilizamos en el abordaje empírico
relatos de vida, los testimonios tienen un lugar fun-
damental como respuesta a los interrogantes que nos
ocupan. Nuestra mirada luego está dirigida a
descubrir en el material narrativo hilos conductores,
líneas de análisis, de sentido e interpretación que
contribuyan a traducir y a comunicar lo más
fidedignamente posible la información recibida, y que
puedan arrojar luz sobre nuestras propuestas y
objetivos. Las pistas se detectan no sólo en el
contenido narrativo, sino en las formas de presentar y
organizar el relato. No sólo es importante lo que se
dice, si no también lo que se omite o no devela.
¿Por qué el sujeto elige esa presentación del yo?
¿Por qué prioriza ciertos mundos identitarios y no
otros?
De la misma manera en que el conocimiento
siempre es parcial y situado, las construcciones de
sentido son provisorias. En un proceso selectivo el
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49
sujeto construirá versiones personales, procesando
sus experiencias de vida a través de su singularidad,
pero también conformará sus mundos de
significación en virtud de sus múltiples pertenencias
e identidades sociales, de clase, género, generación,
etnicidad. La historia individual trama la historia
familiar, la local, remite a un contexto histórico de
pertenencia. La mirada sobre el pasado, sus
evaluaciones son iluminadas desde un presente y
una perspectiva personal. Las narrativas personales
están situadas en interacciones particulares, pero
también en discursos sociales, culturales,
institucionales que deben ser descubiertos para
interpretarlos. Las identidades, lejos de ser
consolidadas, son móviles, cambiantes, así como la
socialización del sujeto, que es constante y puede
operar también en cuanto a
modelar su relato. En ciertos
momentos es posible que el
narrador se reconcilie con su
pasado y sobre ciertas cuestiones
su mirada sea más comprensiva.
En la investigación en la que
registré narrativas femeninas, las
interlocutoras dotaron de sentido
al mundo familiar, el ámbito
doméstico, el proyecto personal,
las expectativas en relación con los
hijos. Los encuentros permitieron
comprender mejor lo que
significaba ser mujer, madre y
esposa en Buenos Aires, en los 90, para mujeres de
diferentes edades y clase social. La mirada
retrospectiva recompuso itinerarios que se
proyectaban a lo largo del siglo XX. Por un lado, los
relatos estaban marcados por la inscripción de clase,
que remitía a modalidades de vida compartidas,
mientras que la de generación ejemplificaba distintos
momentos del ciclo vital. Las mujeres se presentaban
como hijas de su época, a la vez que daban cuenta de
las maneras en que desafiaban modelos y
estereotipos más difundidos, en la búsqueda de un
proyecto personal.
Destaqué anteriormente la importancia de
recuperar en las narrativas de vida contradicciones,
conflictos, ambivalencias, y no sólo regularidades y
consenso. Los discursos de las mujeres entrevistadas
expresaron núcleos conflictivos que representaban
desafíos no resueltos, que hacían a la centralidad de
las identidades que ellas ponían en juego, a la
presentación que priorizaban de sí mismas, que las
distinguía y diferenciaba.
Los testimonios de mujeres de clase media, de
generaciones intermedias, de entre 40 y 50 años en el
momento de las entrevistas, aparecían teñidos por la
ambivalencia, referían la tensión cruzada que
protagonizaban cotidianamente para resolver las
exigencias de la doble demanda. Receptoras de un
modelo dual que las impulsaba al mundo laboral y
educativo, a la vez que reclamaba su presencia en el
hogar, en sus versiones expresaban que se sentían
urgidas a redefinir sus roles de esposas, madres y
trabajadoras, compatibilizar las íntimas aspiraciones
y las demandas y las expectativas sociales. En el caso
de las mujeres del sector popular entrevistadas los
discursos también señalaron conflictos particulares.
Básicamente indicaban conceptualizaciones
ambivalentes en torno a las representaciones de la
masculinidad y femineidad. En el imaginario
colectivo hay una idealización muy difundida que
asocia el rol masculino con el de
principal proveedor, modelo que
en la realidad de vida de estas
mujeres no se da, pues muchas
experimentan situaciones de
carencia, desapego, abandono de
sus compañeros. Las
interlocutoras expresaron sentirse
fuertes y débiles a la vez,
conscientes de ser capaces de
enfrentar sus vidas, pero algunas
veces manifestaban malestar por
la falta de una figura masculina
protectora y proveedora. La
percepción de sí mismas como
débiles y fuertes al mismo tiempo resultaba
contradictoria con las reales prácticas de vida, que
demostraban su carácter de agentes activas en la
búsqueda de alternativas para superar las
condiciones estructurales de inequidad y escasez de
oportunidades.
En último término es preciso considerar el peso
de la presencia del investigador. Sus marcos
referenciales, pertenencias identitarias e ideología
estimulan de manera particular la producción del
relato, resultado de una construcción dialógica. La
trama narrativa y las líneas de análisis se conforman
en el intercambio entre entrevistador y narrador. La
interpretación encuentra sustento fundamental en los
objetivos y en el particular enfoque teórico de la
investigación. Posteriormente el texto escrito dará
cuenta de esa experiencia etnográfica irrepetible.
A manera de cierre
Cuando trabajamos con narrativas biográficas
pretendemos hacer trascender las versiones que los
sujetos refieren sobre sí mismos y sobre el mundo,
recuperando así perspectivas y alternativas,
Las identidades, lejos de ser
consolidadas, son móviles,
cambiantes, así como la
socialización del sujeto,
que es constante y puede
operar también en cuanto
a modelar su relato.
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50
manteniendo viva la memoria de la diferencia.
En el espacio de la entrevista biográfica
procuramos aprehender un saber desde adentro. Pero
es preciso tomar distancia de la óptica del actor,
reubicando el conocimiento adquirido y los
resultados en una perspectiva comparativa y tempo-
ral, a partir de los conceptos disciplinarios, en un
texto que represente y explique las prácticas y las
experiencias producto del encuentro. El proceso
requiere del investigador un ejercicio sostenido de
reflexión y autoanálisis. Las configuraciones de
sentido, las claves para la comprensión emergen del
contenido del relato y de su forma de presentación.
La interpretación no debe forzar el material,
pretendiendo construir versiones unilineales, sino
recuperar también los quiebres, contradicciones,
conflictos, la diversidad. El aparente desorden de la
divergencia puede constituir un interesante punto de
partida para formular nuevas hipótesis y ulteriores
análisis e investigaciones. Para comprender e
interpretar es preciso –además de recuperar los
mundos de significación e identidades puestas en
juego por los que relatan– insertar la narración en un
contexto totalizador, con sus referentes histórico y
cultural específicos. El texto debe sumar a las
interpretaciones de los sujetos, las que formula el
investigador a partir de sus objetivos e intereses
teórico-metodológicos. Es importante que evidencie el
propio sesgo, las motivaciones, las líneas teóricas, el
sistema de valores, el marco ideológico al que
suscribe. Explicitar los supuestos permite minimizar
las distorsiones de la propia subjetividad. La
presentación final del texto siempre resulta de una
selección y edición de la información, que articula
con mayor coherencia los materiales procesados du-
rante el desarrollo de la investigación.
NOTAS
1
Cuando en los 70 Shostak realiza las entrevistas, el grupo
¡Kung que habitaba al norte del desierto Kalahara en África,
mantenía sus tradiciones cazadoras recolectoras, formas de
vida material comunes a los inicios de la agricultura. Pero su
vida social esencialmente igualitaria, sin status jerárquico o de
clase, ponía de manifiesto la modernidad de su pensamiento y
psicología (Shostak: 1989).
2
Prell, Riv-Ellen (1989) revisita la obra de Bárbara Myerhoff
señalando que esta logró convertir a la historia de vida de una
técnica que registra sucesos de la vida en un método capaz de
reconceptualizar las interacciones involucradas durante el
proceso de investigación.
3
Las narrativas sobre las experiencias vividas en la Primera
Guerra Mundial por los veteranos australianos confrontaban
las versiones oficiales sobre su participación. Alistar
Thompsom (1997) descubre en los testimonios de los viejos
soldados versiones más humanas y menos heroicas que las de
las construcciones hegemónicas.
También Portelli (2004) registra testimonios de testigos,
combatientes, militantes, familiares de muertos y
representantes de diversos sectores sociales y tendencias
políticas, sobre la matanza nazi en Roma 1944, en las Fosas
Ardeatinas. Se propone recuperar otras perspectivas e
impugnar las narraciones hegemónicas y las del sentido común
que responsabilizaban por la masacre a los miembros de la
resistencia y sostenían que las ejecuciones de los alemanes eran
una represalia por los previos atentados de los combatientes
contra éstos.
4
Trabajadores en las minas de carbón en la década del 30
(Portelli: 1997).
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antropológica de campo”, en
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Interpreting Women’s Lives.
(
op. cit.)
Thompsom, A. “Recompondo a memória: questoes sobre a
relacao entre a história oral e as memórias”.
Ética e História
Oral
,
op.cit.
Thompsom, P. “Family Mith, Models, and Denial”, en Between
Generations, op.cit.
* En este artículo se realizó en el marco del Proyecto
UBACYT Antropología del Mundo Contemporáneo. Una
versión preliminar fue discutida en el II Encuentro
Internacional de Historia Oral “Construyendo la otra
Historia: Fuentes y Metodología”, realizado en Panamá,
enero de 2007.
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51
traduccione
s
Uso e metodologia
dos testemunhos
de vida na produção
de conhecimento
social
Mirta Ana Barbieri
Os relatos biográficos constituem uma
ferramenta metodológica capaz de produzir
conhecimento social. De um enfoque
qualitativo, em uma abordagem empírica
interessada em conhecer a realidade social
de dentro, da perspectiva dos atores sociais;
os registros biográficos fazem possível
documentar com eficácia acontecimentos,
fenômenos e experiências, nos que se
tramam níveis do pessoal, o familiar, o local,
o social. Uma série de questões se traçam
nas etapas de coleta, transcrição e análise
dos testemunhos de vida: a situação de
encontro com os que narram suas
experiências, a intersubjetividade, as
interações postas em jogo no vínculo sujeito
/investigador. O processo que implica a
passagem da oralidade ao texto escrito,
implica para o investigador superar uma
série de desafios, tomar decisões, efetuar
negociações, de uma vez que selecionar,
interpretar e apresentar o material em um
texto final, de maneira coerente, persuasiva,
que justifique a eleição desta metodologia.
A partir de exemplos de investigações que
utilizam o enfoque biográfico se focaliza
nestas problemáticas, com o propósito de
contribuir ao debate e à reflexão, atendendo
à possibilidade de aperfeiçoar os resultados
em cada uma das diferentes etapas
mencionadas.
Utilisation et
méthodologie des
témoignages de vie
dans la production de
connaissance sociale
Mirta Ana Barbieri
Les récits biographiques constituent un outil
méthodologique capable de produire la
connaissance sociale. D'un point de vue
qualitatif, dans une approche empirique en
vue de connaître la réalité sociale d'au-
dedans, de la perspective des acteurs
sociaux; les registres biographiques font
possible de documenter avec eficacité les
événements, les phénomènes et les
expériences, où se tressent la personne, la
famille, le local, le social. Une série de ques-
tions se posent dans les étapes de
rassembler, transcription et analyse des
témoignages de vie: la situation de rencontre
avec ceux qui racontent leurs expériences,
l'intersubjétivité, les interactions mises en jeu
dans les liens entre "sujet/chercheur". Le
processus qui implique le passage de l'oralité
au texte écrit, implique pour le chercheur
surmonter une série de défis, prendre des
décisions, faire des négociations, en même
temps que sélectionner, interpréter et
présenter le matiérel dans un texte final,
d'une facon coherente, persuasive, qui
justifie l'élection de cette méthodologie. A
partir d'exemples de recherches qui utilisent
l'approche biographique sa réalisent dans
ces problematiques, avec le propose de
contribuer au débat et à la réflexion, ayant en
considération la possibilité d'optimiser les
résultats dans les différentes étapes
mentionnées.
Utilization and
methodology of the
testimonies of life in
the production of
social knowledge
Mirta Ana Barbieri
The biographical stories constitute a
methodological tool able to produce social
knowledge. From a qualitative focus, in an
empiric approach in knowing the social
reality from inside, from the perspective of
the social actors; the biographical records
make possible to document with effective-
ness events, phenomena and experiences,
in those levels where personal thing, the
family , the local , the social are mixed. A
series of questions is asked in the stages of
gathering, transcription and analysis of the
testimonies of life: the situation of meeting
with those that narrate its experiences, the
intersubjectivity, the interactions set in
scene between subjet/researcher. The
process that implies the passage from the
orality to the written text, implies for the
investigator to overcome a series of
challenges, to make decisions, to make
negotiations, at the same time that to se-
lect, to interpret and to present the material
in a final text, in coherent, persuasive way
that justifies the election of this methodo-
logy. Starting from examples of investiga-
tions that use the biographical approach
these ´problematic are focused, with the
purpose of contributing to the debate and
the reflection, taking into account the pos-
sibility of optimizing the results in each one
of the different mentioned stages.
51