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Una breve mirada introductoria a la
historia del Metro
El creciente aumento del índice demográfico
de la Ciudad de México y su área conurbana
durante la primera década de los años sesenta,
su significación como centro poblacional, políti-
co, comercial, económico e industrial del país
así como lugar de autorreferencia de procesos
sociales sui géneris, suscitó la necesidad de esta-
blecer un sistema de transporte que optimizara
el traslado y la movilización de los usuarios a
los diversos centros laborales, escolares y demás
lugares de (des)encuentros colectivos.
Fue en 1958, en la postrimería del sexenio
de Adolfo Ruiz Cortines, cuando surgió por vez
primera la idea de construir un tren subterráneo
para la Ciudad de México. En principio, ésta
fue rechazada por la magnitud de la inversión
y los inconvenientes técnicos que imponía la
característica lacustre del subsuelo de la ciudad
y por asentarse en una zona altamente sísmica.
Aunado a lo anterior, las limitaciones presu-
puestales del período, así como la ruptura del
gobierno mexicano con el Banco Mundial deter-
minaron la insuficiencia de recursos para iniciar
una obra de tal dimensión.
No obstante, a pesar de las adversidades,
el 29 de abril de 1967, se publicó en el Diario
Oficial de la Federación el decreto presidencial
mediante el cual se crea el Sistema de Trans-
porte Colectivo (STC), signado por el discurso
social como Metro (STC 1997). Su nombre devie-
ne de la palabra “Metropolitano”, denominado
así en Francia, ya que el objetivo de este sistema
de transporte es cubrir los puntos estratégicos
de toda la metrópoli. En otros países recibe el
nombre de subterráneo o tren, como es el caso
de Gran Bretaña y Estados Unidos.
Los primeros trenes franceses llegaron a
Veracruz el 3 de febrero de 1969 y una vez en
la Ciudad de México se comenzaron a realizar
pruebas de marcha en vacío con el fin de verifi-
car su correcto funcionamiento, así como el de
las instalaciones de vías y circuitos de control.
Se capacitó a los conductores y operadores
para el servicio normal, así como a los equipos
técnicos que se encargarían del mantenimiento
de las instalaciones a lo largo de las líneas y de
los trenes en los talleres.
El diseño y trazo de las líneas que com-
ponen una red del Metro, dependen de una serie
de factores como el tipo de subsuelo por donde
franquean los túneles, los monumentos históri-
cos colindantes, los restos arqueológicos ocultos
y las características demográficas de los puntos
que se enlazan, entre otros factores.
Se integraron equipos multidisciplinarios
de trabajo: ingenieros en mecánica de suelos,
civiles, químicos, electricistas, hidráulicos,
en electrónica, así como geólogos y biólogos;
especialistas en ventilación, en estadística, en
computación, en tráfico y tránsito, contadores,
economistas, abogados, obreros especializados
y peones. Así, el Metro de la Ciudad de México
se erigió como uno de los más grandes y el que
transporta más personas en el mundo.
Historia oral
y psicología concreta
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En la actualidad, el Metro cuenta con 11
líneas en servicio que integran un total de
191.166 kilómetros. A través de su red, el STC
transporta diariamente más de 4.7 millones de
usuarios en la Ciudad de México y zona metro-
politana (STC 2001).
Los sujetos
conductores del STC
Para brindar el servicio,
el Metro cuenta con personal
adscrito a diversas áreas
operativas y administrativas,
y se destaca de manera im-
portante el personal respon-
sable de la transportación de
los usuarios, entre ellos, los
conductores de los convoyes,
quienes laboran los 365 días del
año, cubriendo los turnos establecidos para ello
durante las 19 horas y media, en promedio, en
que se otorga el servicio (STC 1997).
El número total de conductores es de 1524,
de ellos 1158 (76%) son del sexo masculino y 366
(24%) del sexo femenino. En cuanto a los años
de antigüedad en el puesto, en su mayoría están
dentro del grupo de 10 a 15 años de antigüedad
(28%), le sigue el grupo de 15 a 20 (24%) y pos-
teriormente el de 5 a 10 (21%) (STC 2001).
Lo anterior es un hecho importante, si toma-
mos en cuenta el tiempo al que han estado ex-
puestos los conductores del Metro a los riesgos
y exigencias presentes en su puesto de trabajo,
así como a un sin fin de experiencias que desor-
ganizan su estructura psíquica.
En su puesto de trabajo, los conductores
cambian su rol cada cuatro semanas, perma-
neciendo una semana en “reserva”, una semana
en cambio de vías, otra en maniobras y tres
semanas como conductor titular.
El proceso de conductor titular es au-
tomatizado, ya que no tiene el control sobre el
mismo; sin embargo requiere de un alto grado
de atención y alerta durante toda la jornada. En
la cabina solamente pueden adoptar dos posi-
ciones, sentado o de pie y ambas con los brazos
extendidos hacia la consola de controles, te-
niendo siempre una mano sobre el
control automático o de “hom-
bre muerto”.
En México, durante los 37
años que tiene el servicio del
Sistema de Transporte Colec-
tivo, se han efectuado diversos
estudios que abordan el pro-
ceso de trabajo y salud-enfer-
medad de los conductores. En
algunas entrevistas realizadas,
manifestaron presentar frecuen-
temente “irritabilidad, cansancio, pesadillas,
tensión nerviosa, desgaste mental y emocional,
pérdida del sentido de orientación y tiempo,
ansiedad, disminución de la capacidad de
concentración, confusión, ira, ‘aceleramiento’,
sensación de impotencia, conformismo, no sen-
tirse dueño de sí mismo, automatización, abu-
rrimiento, somnolencia, depresión, inestabilidad
emocional, frustración, preocupación, soñar
con el trabajo, sentimiento de culpa y sensación
de que todos los usuarios se van a arrojar a las
vías” (Palacios, 1987).
No obstante, el Metro se ha significado
en punto referencial de otras miradas, otras
aproximaciones al interior de su cotidianeidad
y simbolismo. El cine se ha apostado como el
gran proveedor de historias: significados y
significantes que se reinterpretan en imágenes,
sonidos, atmósferas, discursos, vendimia donde
coexiste lo trágico y lo festivo; realidades y fic-
ciones del entramado social.
Autor M. Leonardo Ibarra Espinosa
Universidad Autónoma Metropolitana (UAM-Xochimilco),
Ciudad de México
Historia oral y psicología concreta...
En la cabina solamente pue-
den adoptar dos posiciones,
sentado o de pie y ambas con los
brazos extendidos hacia la consola
de controles, teniendo siempre una
mano sobre el control automático
o de “hombre muerto”.
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Considero importante, con la finalidad de
contextualizar el escenario en el que poso la
intencionalidad de mi trabajo, citar algunas de
las creaciones cinematográficas vinculadas al
Metro, en donde los cortometrajes ocupan un lu-
gar preponderante. Entre los más significativos
se encuentran: El héroe (Carrera, 1993), Detrás
de la línea amarilla (Venebra, 2003), Amor a ciegas
(Escobedo, 2005), Un viaje (Monroy, 2004).
Además, se han elaborado programas
culturales en la televisión (Canal 22, 2005) que
plasman en su contenido la gran diversidad de
horizontes que otorga el Metro de la Ciudad de
México. Los artículos de divulgación también
han abordado de forma interesante
algunas implicaciones de las
relaciones interpersonales que
se desdoblan en la cotidia-
neidad del Metro (Godinez,
2005), así como autores de gran
envergadura que se han ocu-
pado de analizar los diferentes
contextos del Metro en el ámbito
internacional (Augé, 1998).
Planteamiento
del problema
Una de las propuestas alternas promovida
por la salud colectiva plantea la ineludible
necesidad de abordar el estudio de cómo cada
marco social e histórico concreto produce, a su
vez, características singulares en la personali-
dad de los individuos inmersos en la sociedad
capitalista-neoliberal.
Es en este contexto en el cual considero de
suma relevancia rescatar las memorias discur-
sivas de los que han desaparecido de los te-
rritorios de la estadística laboral, una mirada al
otro oculto, el portador de la historia olvidada,
el sin voz, aquel desposeído del lugar inmaterial
donde acaecieron los hechos; punto angular en
la intención de comprender la historicidad de
su personalidad, de sus condiciones de vida, de
salud-enfermedad, de sus necesidades y la insa-
tisfacción de las mismas, así como el problema
del consumo y sus diversas representaciones a
nivel objetivo y subjetivo.
Para perfilar este nivel de aproximación,
realicé un proceso de búsqueda para localizar
estudios que hicieran referencia a individuos
con características similares a los considerados
para el trabajo de tesis y pude observar que las
investigaciones que toman como eje angular
a los sujetos-jubilados son escasas y giran en
torno a estudios de índole médico-biológica.
Es importante mencionar que la jubilación
es, en más de un sentido en la cultura occiden-
tal, el ingreso oficial al ámbito de la vejez. Sin
embargo, la concepción de vejez debe distin-
guirse de la noción de jubilacn: lo primero es
del ámbito de lo biológico y lo segundo correspon-
de a lo social: ser sujeto-jubilado no
tiene por qué simbolizar ser viejo.
Es decir, “la ruptura que supone
la jubilación no coincide con
los mecanismos naturales del
envejecimiento humano, aunque
este tipo de envejecimiento
social incide notablemente en
el envejecimiento psicológico y
siológico de los ciudadanos”
(López, 1992).
Por lo anterior, la defi-
nición más pertinente a los fines
de investigación de jubilación es la siguiente:
“Se entiende por jubilación el hecho de que,
al alcanzar los 65 años, con algunas variantes
según el trabajo realizado, las personas, por
legislación, son arbitrariamente apartadas de su
colocación, y tienen prohibido realizar trabajos
remunerados, lo que no impide que se realice
ocasionalmente de forma encubierta. En algu-
nos casos se habla de retiro, dado que el indi-
viduo es retirado del mundo de la producción”
(Fericgla, 1992).
La jubilación es comprendida como una
sentencia de cualidad normativa que exige
suspender de modo violento la actividad
laboral desarrollada durante nuestro devenir
vital, pretextando la edad biológica. Lo de-
terminante en la jubilación es la edad y no el
estado físico o psíquico de los trabajadores, no
obstante que somos cada vez más longevos.
En definitiva, “la jubilación es el tiempo de la
“la ruptura que supone
la jubilación no coincide con
los mecanismos naturales del
envejecimiento humano, aunque
este tipo de envejecimiento social
incide notablemente en el envejeci-
miento psicológico y fisiológico de
los ciudadanos” (López, 1992).
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negación del derecho al trabajo” (López, 1992).
Por lo anterior, considero que la principal
virtud conceptual e histórica de este trabajo es
intentar recrear cada uno de los momentos de
vida personal y la interacción con sus diver-
sas alteridades básicas en el ámbito histórico-
colectivo. Se trata de localizar los puntos de
inflexión donde se construye la continuidad o la
ruptura de un antes (cómo, por qué, de dónde,
quién era), un transcurso (experiencia vivida
durante el tiempo de su experiencia laboral) y
un después (balance de vida poslaboral).
En este punto, será de suma utilidad re-
cuperar la noción materialista-
dialéctica de la denominada
psicología concreta (Politzer,
1969), que buscaba construir
una teoría científica del indi-
viduo concreto, así como la
postura acerca de la perso-
nalidad y su profunda relación
con la concepción del hombre
desde el marxismo (Sève,
1973). Considero que estas
aproximaciones teóricas se
constituyen como el punto con-
ceptual esencial para comprender
el acontecer socio-histórico del sujeto-conductor
jubilado.
En torno a lo anterior, durante el desarro-
llo de la investigación de tesis, me propongo
responder a los siguientes cuestionamientos:
¿Cómo es la personalidad, de acuerdo con la
psicología concreta, de los trabajadores conduc-
tores jubilados del STC?, ¿Cuáles son las repre-
sentaciones acerca de sus continuidades y rup-
turas en un antes, un transcurso y un después
de la actividad laboral?, ¿Cómo perciben su
conflicto psíquico y su proceso salud-enferme-
dad en su devenir histórico actual?, ¿Cómo se
instauran, en nuestro contexto sociohistórico en
el México actual, las necesidades y las formas
de consumo en los sujetos-conductores jubila-
dos?, ¿Cómo se manifiestan, en su corporeidad,
las continuidades y rupturas de su proceso de
vida?, ¿Cómo perciben su corporeidad?, ¿Cuál
ha sido el papel del proceso de trabajo en la
deconstrucción de su realidad social?, ¿Qué tipo
de sujeto histórico es?
Hacia la deconstrucción de la histori-
cidad del sujeto jubilado
Es bien conocido que para Marx la historia
es la sustancia de la sociedad y Héller comple-
menta dicha aseveración argumentando que la
sociedad no posee ninguna sustancia a no ser
los seres humanos en relaciones: son ellos los
realizadores que se objetivan en instituciones y
estructuras sociales. Los seres humanos hacen
su propia historia, pero la hacen en condiciones
previamente dadas, es decir, por
un contexto sociohistórico que
modifica su devenir vital de
forma estructural. En síntesis,
la esencia humana es histórica
y la sustancia humana es su
propia historia.
En este sentido, los pro-
cesos de significación o sim-
bolización involucrados en la
reproducción histórico-social
de los sujetos-conductores
jubilados del Metro nos brin-
darán un gran contenido de
representaciones culturales, ideologías, valores,
creencias, mitos, signos, conductas, normas, etc.
que reconfiguran y transforman su historici-
dad: reinvenciones de una realidad que necesita
reinterpretarse, espacio contextual en pro de
información significativa referente a diversas
contradicciones inmersas en un tiempo y espa-
cio histórico-social específico.
Hoy por hoy, la historia oral tiene un
desafío consustancial: su interacción con las téc-
nicas cuantitativas y con la metamorfosis de su
aplicación. Aunado a esto, la exigencia de com-
prender nuestras realidades, nuestras alternati-
vas históricas, las transformaciones y dinámicas
suscitadas en la sociedad. Sin duda, los anteriores
retos harán del método una herramienta, no por
eso mecanicista, s próspero e inagotable en
pos del (@s) otros.
La comprensión de la singularidad del otro,
en su real dimensión, podrá generar alternativas
Hoy por hoy, la historia oral
tiene un desafío consustan-
cial: su interacción con las técnicas
cuantitativas y con la metamor-
fosis de su aplicación. Aunado a
esto, la exigencia de comprender
nuestras realidades, nuestras
alternativas históricas, las transfor-
maciones y dinámicas suscitadas
en la sociedad.
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AGRADECIMENTOS
A Paty y Naomi, al doctor Ricardo Cuéllar y al ministro Gustavo
López por su invaluable apoyo.
BIBLIOGRAFÍA
Augé, Marc (1998), El viajero subterráneo, un etnólogo en el Metro,
México, Gedisa.
Canal 22 (12 de abril de 2005), Programa Noticiero Cultural de
México. Capítulo: Presentación de la arquitectura en México: el
Metro de la Ciudad de México, conducido por Laura Barrera.
Carrera, Carlos (1993), Cortometraje: El héroe, México.
Escobedo, Erick (2005), Cortometraje: Amor a ciegas. México.
Fericgla, J. M. (1992), Envejecer. Una antropología de la ancianidad,
Barcelona, Anthropos, pp.78 y 79.
Godinez, Carlos, (18 de abril de 2005), “Secretos del último
vagón del Metro”, México.
En: www. anodis.com/archivo.nsp.
Monroy, Gabriela (2004), Cortometraje: Un viaje, México.
para la conformación de sociedades incluyentes
capaces de generar transformaciones estructura-
les que incidan en la erradicación de la inequi-
dad, la vulnerabilidad y la despauperización
biopsíquica (en el sentido integrador de lo so-
ciohistórico) de la población de América latina y
del conglomerado mundial.
Recapitulando: la psicología concreta, adhe-
rida a la salud colectiva, convoca a la revivifi-
cación de una psicología positiva, científica y
marxista, que recupere lo concreto del indivi-
duo, que vuelva de las “realidades mitológicas”
de las funciones a la originalidad del drama, a
los hechos dramáticos en su determinación
individual. Es en este paraje de confluencia
donde la historia oral, como metodología
y técnica emergente, posibilitaría la cons-
trucción de bibliografías que den parte de la
praxis concreta de los individuos en su singu-
laridad social.
Palacios, Izco Goñi (1987), Las condiciones de trabajo: salud y
experiencia obrera en el Metro, tesis de Maestría en Medicina Social,
México, UAM-Xochimilco.
López, J. J. (1992), “La jubilación: opción o imposición social” (60):
101-102, España, Revista Española de Investigaciones Sociológicas.
Marx, Karl. (1972), “Prólogo a la contribución a la crítica de la
economía política”, Cuadernos de Pasado y Presente Nº 1, 5ª ed.,
Córdoba, Argentina.
Politzer, Georges (1969), Crítica de los fundamentos de la psicología,
Barcelona, Ediciones Martínez Roca.
Sève, Lucien (1973), Marxismo y teoría de la personalidad, Buenos
Aires, Amorrortu Editores.
Sistema de Transporte Colectivo (STC) (1997), Los Hombres del
Metro, México.
Sistema de Transporte Colectivo (STC) (1997), Reglamento que
ja las condiciones generales de trabajo.
Sistema de Transporte Colectivo (STC) (2001), Operación Gobier-
no del Distrito Federal.
Sistema de Transporte Colectivo (STC) (2001), Subgerencia de los
Servicios Médicos del Metro.
Venebra, María (2003), Detrás de la línea amarilla, México.
21
História oral e psicologia
concreta
Leonardo Ibarra Espinosa
Nesta exposição, produto atual de minha
tese doutoral, tento compreender a com-
plexidade sócio-histórica e os processos
de construção da personalidade do sujeito
condutor aposentado do metro da Cidade
do México, através da história oral e a
psicologia concreta. Ao utilizar a história
oral, aspiro a reconstruir e resgatar a
história viva na memória dos protagonistas
e testemunhas dos fatos, brindando
interessantes possibilidades quanto à
abordagem e análise da personalidade do
indivíduo em sua singularidade, espaço
primitivo onde a psicologia concreta en-
contra um inavaliável sustentáculo.
Ao fundar os copos comunicantes entre a
história oral e a psicologia concreta, pre-
tendo construir biografias que descubram
os pontos de inflexão da história social de
sua singularidade: continuidades, rupturas,
espaços e tempos de vida que configura-
ram sua personalidade; também a criação
de um arquivo da palavra, ação que funde
empós da gênese e a conservação de espa-
ços de resistência social, empoderamento,
subsistência e expressão cultural contrahe-
gemónica dos sujeitos desabilitados dentro
da praxe sócio-histórica contemporânea.
Histoire orale et
psychologie concrète
Leonardo Ibarra Espinosa
Dans ce rapport, produit annuel de ma thèse
doctorale, j’essaie de comprendre la com-
plexité socio-historique et les processus de
déconstruction de la personnalité du sujet
chauffeur retraité du Métro de la Ciudad de
México par le truchement de l’histoire orale
et la psychologie concrète. En employant
l’histoire orale je procure reconstruire et
valider l’histoire vivante dans la mémoire
des protagonistas et témoins des faits,
apportant des posibilites intéressantes sur
l’abord et l’analyse de la personnalité de
l’individu dans sa singularité, espace pri-
mordial où la psychologie concrète trouve
une invalorable sustentation.
En établissant les vases communicants
entre l’histoire orale et la psychologie con-
crète, je prétends construire des
biographies qui dèvoilent les points
d’inflexion de l’histoire sociale de sa sin-
gularité: continuités, ruptures, espaces et
temps de vie configurant sa personnalité;
aussi bien que la création d’un archive de la
parole, action fondatrice pour la génèse et la
conservation d’espaces de résistence so-
ciale, appropiation, subsistance et expresión
culturelle contre l’hégemonie des sujets
démunis dans la praxis socio-historique
contemporaine.
Oral history and concrete
psychology
Leonardo Ibarra Espinosa
In this current product of my doctoral thesis,
I try to understand the historical and social
complexity and the processes of deconstruc-
tion of the personality of the México City
subway’s retired drivers, trough the oral his-
tory and concrete psychology. I look for the
reconstruction and recovering of oral history
in the memories of the protagonists and
witnesses of the facts, offering interesting
possibilities concerning an approaching to
the analysis of the personalities of the
individual in his singularity, the basic space
where the psychology finds an invaluable
support.
Once founded the communicating vessels
between the oral history and the concrete
psychology, I intend to make biographies that
revealing the inflexion point of the social his-
tory, of its singularities: continuities, breaks,
spaces and times of life. I’m also involved
in the creation of a word archive, a fuse in
pursuit of the genesis and the conservation
of spaces of social resistance, praising, their
subsistence and cultural counter hegemonic
expression of the disabled subjects within
contemporaneous social and historical
practice.
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