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6
D
esde su creación, en el año 2004, el Programa
de Historia Oral Barrial de la Ciudad de Cór-
doba (Argentina) es un proyecto de ejecución
municipal que depende funcionalmente de la
Subsecretaría de Descentralización y forma parte del
Plan Estratégico local con el título “Revalorización
de identidades barriales”.
Los lugares
de la memoria
Antiguas poblaciones
veraniegas en la Ciudad
de Córdoba, Argentina
1
En este trabajo se presenta la experiencia de
uno de los talleres del Programa que funciona en el
noroeste de la ciudad; área urbana periférica desti-
nada típicamente a usos residenciales y de servicios
donde predominan las viviendas individuales de
una o dos plantas, con una importante cantidad de
amplios terrenos y la presencia característica del
El ex Hotel Sorrento. Barrio Villa Rivera Indarte. Córdoba. Capital. Postal de 1933.
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7
Autora
Nélida Milagros Agüeros
2
Programa de Historia Oral Barrial de la Ciudad de Córdoba
Los lugares de la memoria. Antiguas poblaciones ...
de cultura, reactivar la conciencia protagónica ciuda-
dana en el proceso histórico de la ciudad, revalorizar
el rol social del adulto mayor y mejorar las formas
de relación intergeneracionales entre vecinos e insti-
tuciones. Se espera contribuir con ello al desarrollo
sociocultural, económico y ambiental de Córdoba;
y particularmente que este Programa aporte al
progreso de una cultura democrática, participativa,
inclusiva y plural (Agüeros, 2005).
3
El núcleo central del Pro-
grama está constituido por los
talleres de historia oral barrial que
funcionan gratuitamente, tanto en
los Centros de Participación Co-
munal dependientes de la Subse-
cretaría de Descentralización
como en los centros culturales de
la Dirección de Cultura, bibliote-
cas populares o centros vecinales
que así lo demanden.
Con sede de reunión en
el Área Cultura del CPC de
Argüello, el taller surgió en el año
2003 como una iniciativa individual
de quien suscribe estas notas y al año siguiente se
convirtió en el plan piloto del Programa. Estaba
destinado a adultos mayores y se presuponía que
concurrirían antiguos vecinos del Barrio Argüello.
La experiencia del Taller
revela en qué medida los
vecinos de la zona consideran
estos bienes y su entorno natural
como elementos constitutivos de
su identidad barrial y zonal, a la
vez que ilustra sobre las poten-
cialidades que tiene la historia
oral para rescatar del olvido y de
la indiferencia el patrimonio de la
comunidad.
La tallerista Susana Vidondo dando clase sobre historia de la
zona en la Escuela Lascano Corodrelo (pública provincial).
En estas aulas ella cursó en la década del 40.
verde expresado en jardines interiores y añosas
arboledas que pueblan las calles de sus diferentes
barrios.
Un amplio sector del área contiene un rico pa-
trimonio construido, correspondiente al período de
modernización de fnes del siglo XIX y las primeras
décadas del XX. Pero buena parte de estas construc
-
ciones se encuentran real o potencialmente ame-
nazadas ya sea por el abandono o
por emprendimientos privados
e iniciativas públicas de desa-
rrollo urbano que no han tenido
en cuenta sus valores históricos,
sociales e incluso económicos.
Creemos que esto se debe a
la insufciencia de conocimientos
sobre esta zona de la ciudad,
producto de la escasa atención
prestada tanto por la histo-
riografía académica como por
los gestores públicos del patri-
monio cultural.
La experiencia del Taller,
que funciona en el Centro de Parti-
cipación Comunal Argüello (CPC Nº 3) desde el año
2003, revela en qué medida los vecinos de la zona
consideran estos bienes y su entorno natural como
elementos constitutivos de su identidad barrial y
zonal, a la vez que ilustra sobre las potencialidades
que tiene la historia oral para rescatar del olvido y
de la indiferencia el patrimonio de la comunidad.
1. A modo de introducción
El Programa tiene como misión la investigación,
el asesoramiento y la difusión de la historia de los
barrios cordobeses y la valorización de sus bienes
culturales tangibles e intangibles. Su singularidad
radica en que los diversos proyectos y tareas del
Programa se realizan en el marco de un proceso
participativo de gestión que involucra directamente
a los vecinos de Córdoba.
En este último sentido, se busca promover su
participación activa en tanto portadores y hacedores
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8
Un barrio que desde sus orígenes suburbanos a fna
-
les del siglo XIX y hasta la década de 1970 había sido
asiento de una estación ferroviaria intermedia que
conectaba la ciudad con localidades
serranas del Valle de Punilla.
4
En la convicción de que,
como señalara Linda Shopes
(1984), encarar una propuesta de
taller de historia oral en la comu-
nidad sin un proyecto previo de
investigación puede llevar por
pendientes resbaladizas hacia re-
sultados triviales y nostalgiosos,
se diseñó un plan de trabajo que
–teniendo en cuenta la ausencia
de una historia escrita sobre el
noroeste en general– buscaba re-
construir algunos aspectos de la historia del Barrio
Argüello durante el siglo XX, fundamentalmente a
través de la memoria de sus antiguos vecinos.
Básicamente, me propuse conocer la evolución
de las instituciones barriales más emblemáticas,
lograr una aproximación a las formas de sociabili-
dad barrial en diferentes etapas de la vida de los
talleristas y reconocer los contactos cotidianos de los
antiguos vecinos, tanto con el área central de la ciu-
dad (distante a unos 15 kilómetros) como con ciertas
localidades de la serranía provincial que se encuen-
tran a similar o menor distancia: Saldán, Dumesnil,
La Calera, Villa Allende, Mendiolaza, Unquillo.
Pero el taller devino en zonal desde el primer
día de trabajo y esta tendencia se acentuó en 2004 y
en los años siguientes debido a la concurrencia de
antiguos vecinos provenientes de diferentes barrios
de la zona: particularmente de Argüello, pero tam-
bién de Villa Rivera Indarte, Villa Belgrano, Silvano
Funes, Villa Cornú, Villa Serrana, Quisquisacate,
Villa Warcalde y el Cerro de las Rosas.
Para la mayoría de los 15 parti-
cipantes fundadores (con edades
entre los 55 y los 85 años), el
taller signifcó un lugar de
reencuentro después de largos
años sin verse o una instancia de
reconocimiento a raíz de redes
sociales ya establecidas a partir
de sus padres, abuelos y amigos.
Por otra parte, sus evocaciones
ciertamente revelaron los signos
de pertenencia a sus respectivos
barrios, pero una escucha atenta
y amplia permitió comprender
cuánto más tenían en común este grupo de talleris-
tas y los vecinos que se fueron sumando a través de
entrevistas individuales en la zona y fuera de ella.
¿Podría hablarse de una memoria barrial
yuxtapuesta con otra memoria compartida pero de
tipo zonal? ¿Memoria de qué? Efectivamente, tanto
sus vivencias como las fotografías, las viejas guías
de turismo, los periódicos y otros materiales que
aportaron dieron cuenta de otros tiempos donde el
amplio espacio del noroeste les pertenecía.
(...) se diseñó un plan
de trabajo que –teniendo
en cuenta la ausencia de una
historia escrita sobre el noroeste
en general– buscaba reconstruir
algunos aspectos de la historia del
Barrio Argüello durante el siglo XX,
fundamentalmente a través de la
memoria de sus antiguos vecinos.
Protesta vecinal de junio de 2004 por la demolición parcial ilegal
del ex Hotel Sorrento. Esta demolición la realiza su propietario
cuando el geriátrico que allí funcionaba fue clausurado, incum-
pliendo una ordenanza por la que debía pedir autorización por
tratarse de un edifcio con una antigüedad mayor de 40 años.
La construcción de la planta baja del hotel era de 1900 y el piso
superior de 1930. A la protesta concurrieron más vecinos de los
que aparecen en la foto y fue cubierta por todos los medios televi-
sivos, radiales y escritos de Córdoba. En la foto aparecen el direc-
tor, el subdirector y los empleados de cultura del CPC. También
el concejal Berrotarán del partido gobernante.
Un escolar de la zona retrata el
Hotel Sorrento. Año 2004.
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9
Los referentes urbanos de esta memoria –si
bien incluían la Estación Argüello ubicada a pocos
metros del CPC– aparecían radicados en distintos y
distantes puntos de la zona: antiguas edifcaciones
usadas en otro tiempo como residencias de veraneo,
hoteles y pensiones, almacenes de ramos generales,
bares y club bailables, escuelas, el cine, la usina
hidroeléctrica, la ofcina postal, un abandonado
monolito que recordaba la trágica muerte de un pilo-
to en el célebre circuito automovilístico internacional
La Tablada que se corría en la zona, pero también
los dos canales de irrigación, el río y los caminos a
determinadas localidades: Argüello, Saldán, Villa
Allende, entre otros componentes.
5
Al mismo tiempo surgieron demandas desde
adentro y afuera del grupo para que el taller se
hiciera cargo no sólo de reconstruir una historia más
ambiciosa sino de atender a ciertas construcciones
que en los diferentes barrios se venían demoliendo
ya fuera para emplazar urbanizaciones cerradas,
sanatorios privados, estaciones de expendio de com-
bustibles, galerías comerciales o grandes superfcies
para hipermercados.
Entonces, más que una amenaza para la buena
marcha del taller, la heterogeneidad de los concu-
rrentes resultó una oportunidad para revisar la
escala de lo local y la amplitud del período en estu-
dio. Debimos reelaborar juntos un nuevo proyecto
investigativo y de gestión de actividades culturales
relativas al patrimonio. Para comenzar fue preciso
revisitar, pero ya con otras preguntas, las escasas
fuentes bibliográfcas disponibles y emprender con
ellos un largo trabajo de relevamiento de todas las
construcciones ubicadas en el sector.
2. Memorias en busca de otra historia. Las
poblaciones veraniegas
Situada en una posición transicional entre la
llanura y la montaña, la ciudad de Córdoba fue
fundada en 1573 en una “profunda hondonada” del
valle atravesado por el río Suquía. Proveniente de la
zona serrana del oeste provincial, el Suquía ingresa a
la ciudad por su ángulo noroeste para luego diri-
girse hacia el área central donde está emplazado el
casco histórico.
Durante tres siglos, la ciudad permaneció casi
sin variantes como una cuadrícula en sus 70 cuadras
originales y recién entre el último tercio del siglo XIX
y las primeras décadas del XX transpuso sus límites
naturales a través de puentes, caminos y vías férreas
que posibilitaron una expansión urbana sin pre-
cedentes.
6
Con la expansión, se confguró una nueva
periferia más allá del casco chico y de las recientes
áreas urbanizadas contiguas a él. La originada en el
ángulo noroeste del Departamento Córdoba Capital
presentó características muy diferentes a la de los
barrios intermedios en formación e incluso a otras
zonas suburbanas.
Situada en el camino ascendente hacia locali-
dades serranas del Valle de Punilla y atravesada
por el río Suquía, esta periferia con paisaje serrano
se benefció además del “progreso” a través de dos
obras de ingeniería de envergadura construidas al
mismo tiempo. Una, fue el gran complejo hidráulico
(1886-1890) de los Diques San Roque, el dique nive-
lador Mal Paso (en la actual localidad de Dumesnil)
y dos monumentales canales que partiendo del
Mal Paso estaban destinados a la irrigación de Los
Altos del Norte y Los Altos del Sur de la ciudad de
Córdoba. Dado que los canales Maestros Norte y Sur
ingresaban al Departamento Capital por el noroeste,
estos dos cursos de agua artifciales se sumaron al
Suquía y con ello favorecieron el establecimiento de
quintas frutihortícolas en la zona.
El otro aporte fue el trazado del Ferrocarril
Córdoba y Noroeste (1888-1892) que unía Córdoba
con las localidades serranas del Valle de Punilla. Al
Guía turística de la Provincia de Córdoba de 1937. Aporte del
tallerista Hugo Bortoluzzi. Foto de Nélida Agüeros.
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10
establecerse una estación intermedia en Argüello se
dinamizó la zona noroeste dando lugar a la confor-
mación durante la década del 90 de un agregado
poblacional alrededor de la estación de tren.
Las transformaciones de fn de siglo promovi
-
das por el ferrocarril y los canales de irrigación se
advierten en la bibliografía de la época: “El Córdoba
Noroeste arranca entre quintas y chacras de Alta
Córdoba, con sus anchas y arboladas calles, donde
viven y trabajan ya millares de hombres que se en-
riquecen, y llega a Argüello, el árido y triste bajo de
Hormaeche ayer, hoy un centro, el más hermoso de
la zona de riego. ¡Viñas, frutales, alamedas y hor
-
talizas, cada terreno con una casa y un chalet, todos
hermosos y tantos! Aquéllas tierras, que hace diez
años no valían diez pesos la cuadra y hoy no hay
quien las venda a quinientos pesos la hectárea, y es
claro, si valen mil y más. En ellas se cultivan repollos
y colifores, tomates y pimientos, melones y sandías,
y todo cuanto Dios crió, a puro arado, y da... como
tierra de bendición” (Bialet Massé, 1904).
7
En el trayecto del tren y a escasos cinco kilóme-
tros de Argüello pero más próximos a las sierras
y a mayor altura que el anterior, se desarrolló otro
pequeño núcleo poblacional. Fue Villa Rivera In
-
darte (1889) –más conocida entre los adultos mayo-
res como el Km 14– que, junto con Argüello, fueron
presentados al comenzar el nuevo siglo como dos
atractivas poblaciones veraniegas del Departamento
Capital.
Hacia 1918, Dermidio T. González ofrecía un
semblante de la zona: “...a los lados del camino, las
quintas dan al ambiente una tonalidad hermosa que
alegra al viajero. El trayecto que media entre Cór-
doba y el Kilómetro 14, es un verdadero jardín, que
en esta época luce sus foridas galas y su abundante
vegetación. Los aristócratas cordobeses, en su mayor
parte, han edifcado sobre la línea férrea sus resi
-
dencias veraniegas, de acuerdo con las exigencias
modernas”
(Bischoff, 1986).
Al noroeste, el historiador Waldo Ansaldi la
denominó “la periferia elegante”, ya que fue el lugar
elegido por los ricos del entre siglos para construir
sus villas veraniegas; se trataba de fastuosas residen-
cias con sus quintas anexas ubicadas en Argüello,
Villa Rivera Indarte y en sectores aledaños como el
Chatteau Carreras y Villa Warcalde; sectores estos
últimos a los que el autor dedicó especial interés
(Ansaldi ,1991).
A su vez, con cierta remembranza, el historiador
de los barrios cordobeses Efraín U. Bischoff retrató
aquella época dedicando algunas frases a las pobla-
ciones suburbanas de Argüello y el Km 14: “...tiem
-
pos aquellos cuando por el camino a Argüello iban
los que deseaban pasar unos días de solaz en el So-
rrento Hotel del K. 14, ‘el preferido de las familias’,
como se autocalifcaba, o se deslizaban en carruajes
traqueteantes los que anhelaban dejar transcurrir
horas de calma veraniega en el ‘Sierras Pensión-Ho
-
tel’ de Santiago Sibilia en Unquillo o en el ‘Unquillo
El Hotel Argüello en la década del 40. La niña rubia sentada a la
derecha es la tallerista Susana Vidondo. En ese entonces era una
turista marplatense. Por problemas de salud, a su hermanita le
habían recomendado el clima serrano. Foto de Susana Vidondo.
Susana Vidondo en 2006 se retrata en el mismo lugar durante
nuestro trabajo de relevamiento del patrimonio. Finalmente la
familia de Susana se quedó a vivir en Córdoba. Ella se casó con
Leonardo Missana, hijo del dueño del Hotel Sorrento del Km 14.
Foto de Nélida Agüeros.
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11
Hotel’ de Verdún y Schiaffno, de la misma localidad
y también ir a reposar en el ‘Cóndor Sierras Hotel’
en Villa Allende. Toda una expedición por aquella
ruta debían cumplir los que en días de estío o de
otoño iban hasta Río Ceballos...”
Probablemente por cuestión de ofcio los
arquitectos, más atentos que los historiadores a los
temas de patrimonio arquitectónico, urbanístico y
paisajístico, valoraron positivamente ese conjunto
de construcciones correspondientes a aquel período
modernizador y que todavía, en parte, se conser-
van. Centraron la atención en algunas de las anti-
guas “residencias aristocráticas”, en el surgimiento
de Villa Argüello (1914-1928), un
loteo residencial ubicado en las
proximidades de la Estación
Argüello, y en menor medida
en la propia estación ferroviaria
o en el paisaje resultante de
Argüello y Villa Rivera Indarte.
Sin embargo, estos valiosos tra-
bajos ni avanzaron en el estudio
de otras edifcaciones, ni han
logrado traducirse en acciones
concretas de patrimonialización
desde los poderes públicos, salvo
en escasas excepciones (Ceba-
llos, 1994; Bustamante y otros, 1996;
Peralta, 1998).
Por otra parte, no existe una producción histo-
riográfca académica que dé cuenta del impacto del
proyecto modernizador y de la evolución posterior
en las poblaciones veraniegas; la carencia de interés
hasta ese momento por los temas de historia barrial,
por los usos rurales del Departamento Capital, por
estudios sobre el uso del tiempo libre en la vida
privada y cotidiana del período que nos ocupa, han
invisibilizado a la zona noroeste en tanto espacio
productivo, ámbito de recuperación de la salud
y primer eslabón en el itinerario turístico por las
Sierras Chicas desde fines del siglo XIX y du
-
rante casi todo el siglo XX.
Es como si el crecimiento urbano posterior, la
propia historiografía y en buena medida la impor-
tancia turística que adquirieron con el tiempo las
localidades serranas del Valle de Punilla, hubieran
clausurado su pasado en un momento que los arqui-
tectos sitúan a mediados de los años 50 (Bustamante,
Waisman y otros, 1996): “Desde la mitad de este
siglo, cuando el crecimiento de la ciudad y el desme-
joramiento de la calidad de vida en el área central
impulsaron a muchos habitantes a buscar zonas
más gratas para vivir, las antiguas villas de veraneo
fueron convertidas en viviendas permanentes, y las
zonas de quintas se transformaron en barrios.”
Sin embargo, en los relatos de estos antiguos
vecinos del noroeste se condensaban las historias de
hijos y nietos de quinteros, ferroviarios, hoteleros,
comerciantes, profesionales, empleados y peones;
muchos de ellos establecidos en la zona desde fnes
del siglo XIX y comienzos del XX.
Están todavía aquí, los descendientes de anti-
guos veraneantes de las clases altas
del entre siglos y también de
aquellos “niños” de familias de
clase media que alquilaban una
vivienda durante la temporada
de verano en las décadas del 40
y 50. O bien habían sido parte
de la población temporaria cuya
posición social y familiar les
permitía habitar o frecuentar las
“villas” durante los largos meses
de verano o perteneciendo a la
población residente, mantenían
vínculos con aquellos por razones
laborales de los padres o por contac-
tos nacidos en la sociabilidad infantil y juvenil.
(...) estos adultos mayores
recrearon sus vivencias no
sólo dentro del Taller, sino que
hicieron depositarios a un sinnú-
mero de niños de escuelas –tanto
públicas como privadas– de la
zona de sus saberes y experien-
cias, a través de las fotopostales o
de la transmisión de los relatos es-
cuchados con asombro e interés.
Incendio intencional del 7 de octubre de 2007 de la Villa Orita,
ubicada en el km 10,5, a la vera de las vías del Tren de las Sierras
(entre Argüello y el km 14, Rivera Indarte). Esta propiedad levan
-
tada en 1906 por Liborio Bottiglieri lleva ese nombre en honor a
su hija, cantante lírica. Foto del diario
La Voz del Interior.
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12
Con distintos orígenes sociales, nos encontra-
mos con aquellos que alguna vez llegaron a la zona
desde otros barrios cordobeses e incluso desde otras
provincias todavía hasta las décadas del 60 y 70 de
-
bido a las mismas prescripciones médicas que a fnes
del siglo XIX aconsejaban alejarse de los males de la
gran ciudad; cuando se concebía este espacio como
el de las curas dietéticas higiénicas. Tanto el río
como los canales maestros de riego contribuyeron
al asiento de actividades productivas pero también
de recreación y de descanso, en las que habían
participado de una u otra forma hasta bien entradas
las décadas de los 70 y 80. Todos tenían recuerdos
imborrables de la época en que venían “los turistas”
procedentes “de Buenos Aires” y diferentes provin-
cias argentinas.
La “periferia elegante” del novecientos se
complejizó socialmente con sus relatos, prolongó
su tiempo de sobrevivencia. Sumó con el tiempo a
las clases medias y posteriormente incorporó a las
clases populares en momentos que antiguas resi-
dencias comenzaban a ser adquiridas por sindicatos,
asociaciones deportivas, de colectividad e institu-
ciones religiosas.
En este sentido, podría decirse que las pobla-
ciones veraniegas de Argüello y Villa Rivera Indarte
conformaron los primeros eslabones de una cadena
de promesas que alcanzaron a todos los argentinos
cuando se ampliaron las posibilidades de vacacio-
nar y de hacer uso del tiempo libre, y del logro del
bienestar físico y espiritual.
8
Y las antiguas construcciones que hoy preocu-
pan a los vecinos comenzaron a tomar la dimensión
teórica de referentes urbanos de una memoria elabo-
rada y reelaborada por más de un siglo en el lugar
de las villas veraniegas y zona de quintas.
3. Actores con libreto propio
Desde entonces, estos adultos mayores recrearon
sus vivencias no sólo dentro del Taller, sino que
hicieron depositarios a un sinnúmero de niños de
escuelas –tanto públicas como privadas– de la zona,
de sus saberes y experiencias, a través de las foto-
postales o de la transmisión de los relatos escucha-
dos con asombro e interés.
9
Conocidas las actividades del Taller se genera-
ron diversas consultas desde instituciones locales
–Empresa Provincial de Energía Eléctrica de Cór-
doba (EPEC), el Concejo Deliberante, las direcciones
municipales de Turismo y Planeamiento Urbano.
Asimismo, el Taller participó en diciembre de 2005
de la consulta pública convocada por el gobierno
municipal canalizando las resistencias generaliza-
das de los vecinos del noroeste que se oponían a la
construcción de edifcios en altura en detrimento del
paisaje natural y urbanístico existente en la zona.
10
La defensa del patrimonio ferroviario devastado
por la política neoliberal de los 90 en nuestro país
fue otro hito de signifcación que encauzó no sólo el
reclamo por la Estación Argüello, hoy abandonada
y derruida, sino todo el equipamiento de la red fe-
rrocarrilera.
11
Si bien en algunos casos los esfuerzos resul-
taron infructuosos, como por ejemplo tratar de
evitar la demolición de la casona Sicco, en otros el
Taller ha conseguido convertirse en un interlocutor
válido para desarrollar acciones conjuntas con otros
Talleristas en el año 2005. Foto de Nélida Agüeros.
Visita de la famila Abonetti a nuestro Taller. Los padres de las
mujeres sentadas a la derecha eran los dueños del Recreo
Abonetti, toda una institución para ir a comer pastas entre las
décadas del 30 y el 70. Foto de Nélida Agüeros.
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13
NOTAS
1
Presento aquí una versión corregida y aumentada de la ponen-
cia presentada en el II Encuentro Internacional de Historia Oral
“Construyendo la Otra Historia. Fuentes y Metodología”. Mesa
Nº 3: Tu lugar, Mi lugar y los procesos de desarrollo. Sesión:
Ciudad y barrios. Organizado por la Facultad de Humanidades.
Departamento de Historia. Universidad de Panamá. 27 de enero
al 4 de febrero de 2007.
2
Responsable del Programa Municipal de Historia Oral Barrial y
Coordinadora del Taller de Historia Oral Barrial del CPC
Nº 3 Argüello. Subsecretaría de Descentralización. Secretaría de
Participación Ciudadana. Municipalidad de Córdoba. Contacto:
historiaoral@cordoba.gov.ar
3
En el año 2006 el Programa fue declarado de “interés cultural
para la Ciudad de Córdoba” por el Concejo Deliberante con voto
unánime de todos los bloques políticos. Ordenanza Nº 11.112 del
28/09/06.
4
El CPC Argüello es uno de los 10 organismos municipales
descentralizados de la ciudad. Se encuentra ubicado en Barrio
Argüello pero su área de infuencia es la vasta zona del noroeste
donde habitan, en más de 20 barrios, alrededor de 140.000 perso
-
nas del millón trescientos mil que viven en Córdoba Capital.
5
Seguimos la defnición de referente urbano como “aquel ele-
mento de la ciudad con capacidad para condensar aspectos de la
memoria colectiva del lugar, producir evocaciones históricas para
una comunidad determinada o sintetizar rasgos de una identidad
compartida” (Bekinchstein, Caride, Gravano; 2000).
6
Ello fue producto de la decisión política de corte liberal que
potenció el comercio, promovió industrias, gestionó obras de in-
fraestructura y dotó de equipamientos modernos a la ciudad. Las
oportunidades laborales atrajeron a inmigrantes desde ultramar y
de las provincias vecinas incrementando fuertemente la población
cordobesa, mientras una élite muy dispuesta a hacer buenos ne-
gocios inmobiliarios provocaba la expansión descontrolada de la
ciudad hacia los Altos y ampliaba la trama urbana en todas las
direcciones (Boixadós, 2000).
7
Fue el nombre originario de lo que hoy conocemos popular-
mente como el Tren de las Sierras.
8
Al igual que al Valle de Punilla, Argüello y Villa Rivera Indarte
llegaron turistas de todo el país; particularmente desde Buenos
Aires, Santa Fe y las provincias del norte. Algunos autores (Torre,
Pastoriza; 1999) han acertado en señalar que la ciudad marítima
de Mar del Plata constituyó una promesa para todos los argenti-
nos. Es preciso indicar que las sierras cordobesas fueron el otro
escenario soñado, atractivo y saludable.
Los talleristas Fernando Chacho Molina (izquierda) y Leonar-
do Missana. Año 2007. Foto de Nélida Agüeros.
propietarios. Tal es el caso de la empresa francesa de
grandes superfcies comerciales Grupo Casino que
buscó consensuar
motu proprio
con el Taller un des-
tino para lo que queda todavía en pie del ex Hotel
Sorrento. Doce charlas en medios académicos, orga-
nizaciones comunitarias y medios de comunicación,
colaboraciones en revistas zonales, videos, docu-
mentos de trabajo, monografías, libros y guiones
turísticos elaborados por los propios talleristas son
algunas de las formas con las que hemos ido visibili-
zando las antiguas poblaciones veraniegas.
Desde una perspectiva antropológica, los lu-
gares son aquellos espacios donde puede leerse una
parte o la totalidad de la identidad de un grupo, sus
relaciones y la historia que comparten (Augé, 1998).
Para los talleristas, para muchos vecinos y aún para
aquellos que alguna vez veranearon en la zona, el
noroeste resulta un lugar signifcado. Un lugar cuyo
pasado no se encuentra clausurado porque forma
parte de sus vidas. Parece necesario entonces soste-
ner estas memorias y sus referentes; y hacer historia
pensando en un futuro que nos contenga a todos.
Agradecimientos
A Fernando Molina y Héctor Agustín Álvarez,
talleristas e historiadores
amateurs
, porque con ellos
aprendí que el Barrio Villa Belgrano fue también un
lugar de veraneo y sobre la importancia de nuestro
río en la generación de energía hidroeléctrica para la
zona. A todos los talleristas y vecinos del noroeste
porque gracias a ellos fue posible la construcción
de un objeto de estudio en torno a las poblaciones
veraniegas.
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14
9
En 2004, en su aniversario el CPC editó seis mil copias postales
con ocho fotografías de época proporcionadas y elegidas por los
talleristas; sumándose tres más en 2007. En el marco de proyec
-
tos curriculares, el taller difunde y asesora sobre la historia del
noroeste a los alumnos de todos los niveles de la enseñanza que
acuden cada viernes al CPC.
10
Se entregó un documento de trabajo al Concejo Deliberante y
a la Dirección de Planeamiento Urbano con el listado de 120 in-
muebles a los fnes de que se estudie la posibilidad de su patrimo
-
nialización y gestión integral.
11
En función de la ampliación de una avenida, la Dirección de
Obras Viales municipal evaluó la demolición de la casilla del
cambista del apeadero del Km 14 que gracias a los vecinos se
encuentra en perfecto estado, por lo que se cursó nota desde el
Taller para evitarlo.
12
Apenas se inició la demolición parcial e ilegal del centenario
edifcio (junio de 2004), el Taller realizó una movilización calle
-
jera a la que acudieron los medios de comunicación, se juntaron
frmas y se solicitó a la Dirección de Patrimonio Cultural de la
Municipalidad, por expediente y mediante un documento de
investigación, el pedido de declaratoria de patrimonio cultural
sin obtener ninguna respuesta. Después de dos años de ininte-
rrumpido saqueo, la Dirección de Planeamiento Urbano atendió
fnalmente a los reclamos.
BIBLIOGRAFÍA
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barrial.
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Talleristas visitan el Centro de Jubilados de Argüello.
Foto de Nélida Agüeros.
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15
Os lugares da memória.
Antigas populações de
verao na Cidade de
Córdoba, Argentina
Nélida Milagros Agüeros
Desde sua criação em 2004, o Programa
de História Oral dos Bairros da Cidade
de Córdoba (Argentina) é um projeto de
execução municipal que depende da Subse-
cretaria de Descentralização e forma parte
do Plano Estratégico local sob o título de
“Revalorização de identidades dos Bairros”.
Este trabalho apresenta a experiência de
uma das oficinas do Programa localizado
em um setor periférico do noroeste urbano
que contém um rico patrimônio construído
correspondente ao período de moderni-
zação de fins do século XIX e primeiras
décadas do século XX.
Atualmente, as maiorias destas constru-
ções se encontram ameaçadas, já seja pelo
abandono ou por empreendimentos priva-
dos e iniciativas públicas de desenvolvi-
mento urbano. Acreditam que isto se deve
à insuficiência de conhecimentos sobre
esta zona da cidade, produto da escassa
atenção dada tanto pela historiografia
acadêmica como pelos gestores públicos
do patrimônio cultural.
A experiência da oficina que funciona
no Centro de Participação Comunal Nº 3
Argüello revela na medida en que os vizi-
nhos da zona consideram estes bens e seu
entorno natural como elementos constitu-
tivos de sua identidade como bairro e zona
de uma vez que ilustra sobre as potencia-
lidades que tem a História Oral para res-
gatar do esquecimento e da indiferença o
patrimônio da comunidade. Apresentamos
aqui superficialmente em palavras o que
ficou plasmado em um vídeo institucional,
contextualizando histórica e contempora-
neamente os cenários e aos protagonistas.
Les lieux de la mémoire.
Des populations anciennes
estivales dans la Ville de
Córdoba, Argentine
Nélida Milagros Agüeros
Depuis sa création en 2004, le Programme
d’Histoire Orale des Quartiers de la Ville de
Córdoba (Argentine) est un projet municipal
qui dépend du sous-secrétariat à la Décen-
tralisation et fait partie du Plan Stratégique
local sous le titre de «Revalorisation des
identités de quartiers”.
Ce travail présente l’expérience d’un des
ateliers du Programme situé dans un
secteur périphérique du nord-ouest urbain
qui contient un riche patrimoine construit
durant la période de modernisation de la fin
du XIXe siècle et des premières décennies
du XXe siècle.
Actuellement, la plupart de ces construc-
tions sont menacées, soit par l’abandon
soit par des initiatives privées ou publiques
de développement urbain. Nous considé-
rons que cela découle de l’insuffisance de
connaissances sur cette zone de la ville, une
conséquence de l’attention insuffisante qu’y
porte tant l’historiographie académique que
les gérants publics du patrimoine culturel.
L’expérience de l’atelier fonctionnant au
Centre de Participation de la Commune Nº 3
Argüello révèle dans quelle mesure les voi-
sins de la zone considèrent ces biens et leur
environnement naturel comme éléments
constitutifs de leur identité de quartier et de
la zone. En plus, cet atelier illustre les po-
tentialités que l’Histoire Orale a de sauver de
l’oubli et de l’indifférence le patrimoine de la
communauté. Nous présentons ici sommai-
rement par des mots ce qui est resté d’une
vidéo institutionnelle en replaçant les
scènes et les protagonistes dans un contex-
te historique et contemporain.
The places of memory
(report). Former summer
places in the City of
Cordoba, Argentina
Nélida Milagros Agüeros
Since its creation in 2004, the Program of
Neighbourhood Oral History of City of Cordo-
ba (Argentina) is a project of municipal order
that depends on the Subsecretary of Decen-
tralization and makes a part of the Strategical
local Plan under the title of “Revaluation of
identities mires” (“Revalorización de identi-
dades barriales”).
This paper presents the experience of one
of the workshops of the Program located in
a peripheral sector of the urban northwest
that contains a rich constructed heritage
corresponding to the period of moderniza-
tion of ends of the 19th century and the first
decades of the 20th century. Nowadays, the
most of constructions are threatened, already
for the abandon or for private projects and
public initiatives of urban development. We
believe that this is does to the insufficiency of
knowledge about this zone of the city, product
of the less attention given by the academic
historiography as well by the public managers
of the cultural patrimony.
The experience of the workshop that works in
the Center of Communal Participation N º 3,
Agüeros reveals in what measure the neigh-
bors of the zone consider to be these goods
and these natural environment constitutive
elements of the neighborhood and zonal at
same time they informed the possibilities that
the Oral History has to rescue from the
oblivion and the indifference about the heri-
tage of the community. Let’s sense hear sum-
mary in words what these is left had formed
in an institutional video, putting in a histori-
cally and contemporary frame the stages and
the protagonism.
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