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6
Introducción
Hay un problema, digamos escuela... escuela es lo
que tenés dentro de la casa ¿no es cierto? Lo que los pa
-
dres nos pueden enseñar, esa es la verdadera escuela en la
vida de los gitanos... escuela que le pueden dar sus padres.
No es necesario para los gitanos, ni leer ni escribir ni ser
profesionales para hacer plata, porque gracias a Dios,
tienen el don digamos... aquel de hacer plata sin estudiar.
(Carlos Miguel, gitano neuquino.)
Niños y niñas
gitanos en las
escuelas neuquinas,
¿rebeldes o carenciados?
La ciudad de Neuquén, ¿capital de la
Patagonia u otro ejemplo de Belindia?
Considero importante destacar que la ciudad de
Neuquén es una de las urbes de mayor crecimiento
demográfco en la Patagonia y también del país. Algu
-
nos estudios demográfcos consideran que en esta urbe
se vive en una explosión demográfca casi constante
desde hace tres décadas. Podría sostener esta mirada
desde el análisis de los últimos censos: hacia 1970 la
Alumna gitana (centro) de 4º grado. Escuela N º 67, Neuquén, 2005.
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7
Autor
Rolando J. Bel
Universidad Nacional del Comahue
Niños y niñas gitanos en las escuelas neuquinas
...
población era de 45.140 habitantes, para 1980 había au
-
mentado a 92.047, en 1991 había alcanzado el número
de 169.199, y en el último censo del 2001 la población
era de 203.190. Lo que constituye una tasa media anual
de crecimiento demográfco del 70,83% para la década
del 70/80, de 57, 65% para la década subsiguiente y
con una declinación para la última 91/01 que la lleva
a un porcentaje del 17,42% (Información Municipal
Básica de la Provincia del Neuquén, 2001, p. 79).
En la década del 90 disminuyó sensiblemente
la migración chilena hacia la provincia debido al
aumento de la desocupación laboral y a la pérdida
de benefcios sociales que la provincia venía otor
-
gando desde los 70. La situación señalada se agravó a
partir de la crisis del 2001, donde muchos habitantes
de origen chileno, grupos familiares que también
incluían a hijas e hijos nacidos en
la Argentina, regresaron al país
vecino buscando mejores posibili
-
dades económicas.
Empero debería contemplar
otro fenómeno tan local como
reciente de difícil registro en los
balances estadísticos censales.
El aumento de las exportaciones
hidrocarburíferas tanto en volumen
como en las transferencias de regalías de dólares
a pesos, favorecidas por la estrategia devaluadora
implementada por el gobierno nacional desde el año
2001, ha incrementado sensiblemente los ingresos
por regalías a las que se suman las provenientes por
la venta de energía hidroeléctrica.
Esta situación ha motivado una sensible re
-
activación económica en la ciudad, a pesar de una
distribución inequitativa de la riqueza, convirtién
-
dose Neuquén en un importante polo de atracción
para pobladores de diversas regiones del país, por
ejemplo de la vecina Río Negro y de otras locali
-
dades del interior de la provincia. Por este motivo
se ha generado una gran demanda habitacional en
la ciudad –que presenta uno de los costos más altos
del país en propiedad y renta inmobiliaria– donde
además existen decenas de tomas de terrenos, que a
veces incluyen viviendas inconclusas de planes habi
-
tacionales. Estas
tomas
o asentamientos ilegales son
estrategias utilizadas por sectores populares para
resolver la crisis habitacional.
Este aumento poblacional no sólo se registra
con aquellos inmigrantes que tienen posibilidades
de integrarse al mercado formal como mano de obra
califcada, por ejemplo en la producción privada
como trabajadores petroleros o el caso de docentes
en el ámbito de los servicios públicos, sino que
además se ha generado una migración de grupos de
familias desocupadas del interior de la provincia y
de provincias cercanas, por lo general subsidiadas
y/o que realizan actividades de trabajo informal.
Los motivos de esta migración de pauperizados
estructurales serían las mejores posibilidades de con
-
seguir un terreno para acceder a una vivienda, mejor
calidad en servicios asistenciales como bolsones de
alimentación, acceso hospitalario y ciertos extras
durante las campañas electorales, de acuerdo con
los sistemas clientelares existentes
ejercidos principalmente por el
partido hegemónico, el Movi
-
miento Popular Neuquino.
También es importante con
-
siderar dentro de las tendencias
del crecimiento poblacional a los
habitantes nacidos en la ciudad o
en zonas aledañas.
Gran parte de la juventud cita
-
dina se encuentra desocupada o sufre una fuerte
precarización laboral. Me refero a las situaciones de
trabajo en negro, de carácter eventual (changas) o
a la subsistencia debida al cobro de algún subsidio
estatal. Además, reciben –por lo general en forma inte
-
rrumpida o trunca– una educación mediocre. Sin duda,
estas situaciones se agravan con el alto índice de embara
-
zos de adolescentes o jóvenes con inestabilidad econó
-
mica y familiar. Muchas veces estas y estos jóvenes son
partícipes de las tomas de terrenos como una estrategia
para resolver sus problemas habitacionales.
En este contexto, las familias gitanas que
habitan la capital neuquina evidencian una estratif
-
cación social variada. Algunas familias –por lo
general de la patrifamilia Costich– pertenecen
a un sector medio; otros grupos oscilan entre
la clase media baja y la clase baja. Finalmente,
están las familias más pobres –cercanas a la
indigencia– que dependen en gran medida
de la ayuda estatal y ejercen las actividades
económicas menos valoradas en el imaginario
(...) escuela es lo que tenés
dentro de la casa ¿no es cierto?
Lo que los padres nos pueden ense
-
ñar, esa es la verdadera escuela en
la vida de los gitanos (...)
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8
gitano: lavado de autos, mendicidad, venta domici-
liaria, etcétera.
El intenso y sostenido crecimiento de esta
ciudad –en infraestructura, servicios, población,
actividades comerciales y culturales– ha fortalecido
en los últimos años la idea de que Neuquén se ha
convertido en el núcleo urbano más dinámico y
progresista de la Patagonia. De ahí la denominación
de
la capital de la Patagonia
.
1
Por contraste, Belindia se refere a una metá
-
fora de uso común en la sociología para indicar las
notables diferencias en la calidad de vida en países
emergentes como la Argentina o Brasil, donde
parte de su población –la más afortunada– vive en
condiciones similares a las de Bélgica, mientras que
otros sectores de la población, los
mayoritarios y pauperizados, lo
hacen en condiciones parecidas
a los pobres de la India.
Considero que el desarrollo
desigual de la capital neuquina
nos acerca mucho más a la
metáfora sociológica –Belindia–
que al sueño de la gran capital
de la Patagonia.
Las escuelas de la capital neuquina
La ciudad de Neuquén se caracteriza por una
importante oferta educativa a nivel regional. Desde
la existencia del mayor asentamiento de la Universi
-
dad Nacional del Comahue, institución que com
-
prende a las provincias de Neuquén y Río Negro, a
la de numerosas ofertas de instituciones educativas,
tanto públicas como privadas: estas ofertas edu
-
cativas se orientan hacia la mayoría de los niveles
educativos, abarcando numerosas especialidades
como industrial, petrolera, agrotécnica, artística,
humanística, etcétera.
En el año 2001 existían en la ciudad 69.264 estu
-
diantes en el sistema de educación formal, pública y
privada, excluyendo al alumnado universitario. Para
el nivel inicial se registraban 7.239, para nivel pri
-
mario 34.217 y para nivel secundario 17.858. A estos
datos debemos agregarle la educación para adultos
y adultas donde encontramos a 1.259 estudiantes
para el nivel primario y 5.010 para el nivel medio.
En la actualidad existen 69 instituciones de
nivel inicial, 78 de nivel primario, 39 de nivel medio,
4 para primaria y 2 de secundaria para adultos/as
(IMB Neuquén, Censo 2001, pp. 173 y 176). Aunque
es importante señalar que varias de estas institu
-
ciones funcionan en un mismo edifcio, compartien
-
do el espacio físico, servicios e infraestructura, por lo
general en horarios diferenciados.
Algunos criterios gitanos para elegir una
escuela criolla
Con relación a la escolarización de sus infantes,
la comunidad gitana neuquina evidencia estrategias
diferentes a las implementadas por las comunidades
gitanas marplatenses. Estas últimas preferen contra
-
tar a una maestra particular para que en forma per
-
sonalizada y domiciliaria enseñe a leer y a escribir a
niñas y niños de la familia, intentando de esta forma
huir de los peligros de aculturación que genera la
escuela (Arana: 1998). Las familias cíngaras locales
cuando intentan escolarizar a sus
hijas e hijos –con mayor o menor
interés– lo hacen en las escuelas
del sistema público. Sin embargo,
para concretar este ingreso y la
permanencia del alumnado gitano
en el sistema escolar deben con-
cretarse ciertas condiciones que
las familias gitanas demandan.
Estas
condiciones de accesibilidad
están relacionadas con la
gratuidad
y la
fexibilidad institucional
. La primera condición
que si bien se cumple en todas las escuelas públicas,
muchas veces las autoridades escolares establecen el
cobro de un arancel extra denominado contribución
a la Cooperadora, forma de estipendio que es resis
-
tida por la mayoría de las familias gitanas pero tam
-
bién por muchas familias criollas. Como bien señala
Rosana, docente de la Escuela Nº 118:
Los que sí cuesta es que te pague la Cooperadora, o
a veces si son dos pesos te mandan uno
.
También demandan cierta
fexibilidad institucio
-
nal
, por ejemplo tolerancia a las inasistencias tempo
-
rales, a veces unos días, otras un mes, que tienen los
niños gitanos cuando se trasladan con sus familias a
otras ciudades como Mar del Plata o Comodoro Ri
-
vadavia para visitar a sus parientes. Teresa, antigua
directora de la Escuela Nº 67, destaca:
Tenemos un problema bastante serio con la inscrip
-
ción porque a comienzos de año vienen un montón; empie
-
za a hacer frío, ellos se van de viaje… ellos se van de viaje,
levantan todo y se van. No te avisan si van a volver, no
piden pase ni nada, pasan dos meses y aparecen de nuevo
Con relación a la escola
-
rización de sus infantes,
la comunidad gitana neuquina
evidencia estrategias diferentes a las
implementadas por las comunidades
gitanas marplatenses.
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9
Madre gitana, llevando a sus hijos y otros niños
de su familia a la escuela.
y les decís: qué pasó, ¡No! ¡Se fueron de viaje! Y los tenés
que aceptar, además te digo que mejor aceptarlos porque
son de lo más insistente
.
Quizás a estas condiciones podría agregarle
dos más como
seguridad
y
confanza
. Me consta, de
acuerdo con informaciones recogidas en el trabajo
de campo, el caso de una familia gitana que tenía
que enviar a sus hijos e hijas a la Escuela Nº 103,
para lo cual debían cruzar la transitada multitrocha.
2
Después de varias gestiones infructíferas para con
-
seguir una banca en otra escuela cercana y segura
–la Nº 67– prefrieron no enviarlos por una cuestión
de seguridad, evitando exponer a sus hijos e hijas a
los peligros de un tránsito intenso y a veces caótico.
Mariana E. profesora de nivel inicial de la Es
-
cuela Nº 67 recuerda que:
Los días de inscripción es un lío de polleras terrible
(risas).
Porque gustan mucho esta escuela porque se
sienten contenidos (...)
Por ahí es difícil no aceptarlos,
pasa que estamos rodeados... la escuela les pertenece.
El supervisor de nivel primario Juan Carlos G.
sostiene que las familias gitanas tienen interés en
escolarizar a sus hijos e hijas, pero en determinadas
escuelas:
Acercan a la Supervisión demandas espontáneas por
chicos con sobreedad, también de alumnos gitanos que
vienen de pase de otras provincias. Muchas veces presen
-
tan cierta situación de “irregularidad”, por desplazamien
-
tos familiares, por cuestiones laborales.
El factor confanza proviene de relaciones intra
-
género, o sea mujer/mujer: por un lado las madres
gitanas, muchas veces las abuelas o las llamadas
tías; por el otro la directora, vice o maestras experi
-
mentadas de la escuela. Entre mujeres se establecen
relaciones –a veces confictivas, otras cooperativas–
pero donde predominan el respeto y la confanza
mutua en vista del común interés en el apren
-
dizaje y la contención de los estudiantes gitanos.
Al entrevistar a unas y otras, las he escuchado
referirse a los vínculos establecidos, más que con
una institución con personas representativas de
las mismas, en muchos casos desde hace varios
años. Por ejemplo: la señorita Baby (Teresa del
Carmen Puertas), maestra jubilada de la Escuela
Nº 67, es recordada con cariño por sus ex alumnos
gitanos y por las gitanas mayores.
Roxana P. también docente de esta institución,
enfatiza la intensidad de estos vínculos:
La semana pasada se entregaron los boletines… hay
un grupo de mamás ¡que es muy bueno!, ¡todas han co-
rrespondido a la escuela! Algunas son más preocupadas
y otras menos preocupadas. De a poco me voy enterando
que esas madres que yo veía que eran menos preocupadas
¿qué te pasa? ¡son analfabetas! (…) Y esto ¡bien, bien
conmigo! Con las mamás y con los papás que vinieron a
la reunión para la entrega de boletines ¡muy bien! Es más,
tengo acá una propuesta del acto del 12 de Octubre, una
propuesta de una mamá gitana que hiciéramos algo en
conjunto para mostrar algo de la comunidad.
En concordancia con las actitudes de confanza
entre mujeres, las maestras más antiguas de esta
escuela recuerdan con deferencia a la esposa del
patriarca Salvador Costich, a quien le reconocen su
lucha para la escolarización de la infancia gitana y
también su colaboración con la institución. Si bien
debo enfatizar que, a pesar de la gestión y el empuje
de las mujeres gitanas para escolarizar a sus niños y
niñas, la última palabra, la decisión defnitiva corres-
ponde al padre u hombre mayor del grupo familiar.
En este caso se manifestan las características andro
-
céntricas de los grupos gitanos señaladas por Teresa
San Román (San Román, 1997).
Algunas escuelas públicas reúnen estas condi
-
ciones de accesibilidad, por ejemplo la Nº 67.
Otras se encuentran en una situación intermedia
como la Nº 56. Finalmente otras instituciones
como la Nº 118, que decididamente no reúnen nin
-
guna de estas características, salvo la gratuidad en
las escuelas públicas. Aunque la insistencia de las di
-
rectivas por cobrar la colaboración de Cooperadora
no es bien recibida por las madres y padres gitanos.
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10
En última instancia, siempre y cuando no
puedan acceder a una escuela de su preferencia, las
familias gitanas optan por no escolarizar a sus hijos
e hijas.
Escuelas expulsoras, escuelas
receptoras…
Debo explicitar que las principales categorías de
análisis a utilizar son las de
escuela receptora
y
escuela
expulsora
, siempre referidas al objeto de estudio
–niñas y niños gitanos en proceso de escolarización
en la ciudad de Neuquén durante el período
1996-2006–. Estas categorías fueron construidas para
intentar explicar las diferencias en las estrategias de
inclusión/exclusión implementadas por cada insti
-
tución educativa –tanto en un sentido consciente
como inconsciente sobre el alumnado gitano–. Me
consta que estas categorías corren
el riesgo de ser consideradas
simplifcadoras, ya que ninguna
escuela es totalmente expulsora
ni totalmente receptora.
El universo de análisis es
-
tuvo focalizado en tres escuelas
primarias que también poseen
un curso de educación inicial.
3
Las
tres escuelas pertenecen al ámbito público provin
-
cial y se encuentran ubicadas en la zona Este de la
ciudad.
La Escuela Nº 67 fue fundada en 1974 y es cono
-
cida por vecinos y vecinas, las propias docentes y al
-
gunas familias cíngaras como la
escuela de los gitanos
.
Teresa al referirse a esta elección apunta:
Les gusta. Yo no sé si esto pasa en otras escuelas.
Lo que sucede, lo que se dio acá es muy particular y
eso nos dicen las mamás: –Vos me la tenés que anotar
que esta es la escuela nuestra –te dicen. Y así viva en
la otra punta te cambian el domicilio para que vos los
puedas recibir en la escuela
.
Funciona en doble turno y cuenta con un alum
-
nado cercano a los 500 estudiantes (Gambero, 2004,
p. 11). Aproximadamente la mitad del alumnado
concurre en el turno tarde.
4
Como he comprobado también en otras escuelas
del universo estudiado, las familias gitanas que en
-
vían a sus hijas e hijos a la escuela lo hacen general
-
mente en el turno tarde. Las causas de esta elección
–según las docentes entrevistadas– se originan en la
costumbre cíngara de levantarse tarde, pero también
para evitar exponer a niñas y niños a los rigores del
clima invernal.
Yolanda C. explica estas estrategias familiares:
Cuando hace mucho frío en invierno, ellos no vienen
pero no todos ¡eh! Eeeh… a veces son bastante faltadores.
Lo que pasa que ellos se quedan, se acuestan muy tarde y
de día duermen. Hay veces que se levantan, se lavan un
poco la cara y vienen a la escuela. Ni almuerzan.
Esta institución ya tiene cierta tradición en esta
-
blecer y mantener vínculos con las familias gitanas
de la zona –y esto no es un dato menor– ya que la
escuela se encuentra ubicada en el barrio Mariano
Moreno, precisamente entre las calles Primeros
Pobladores e Independencia, donde existe una gran
población de ese origen.
Esta proximidad determina la
inclusión de estas familias en el ra
-
dio escolar, como bien señala entre
risas la vicedirectora Yolanda:
Sí. Estamos rodeados, la escuela
está rodeada. Fijate Primeros Pobla
-
dores, tenés acá, Independencia, de
Primeros Pobladores esa que va acá tam
-
bién hay casas gitanas, acá atrás también tenés un galpón,
antes de Yaguar en la esquina también hay gitanos y esos
vienen todos a la escuela.
Considero que muchas familias gitanas eligen
esta escuela porque confían en ella –o al menos no
desconfían tanto en comparación con otras es
-
cuelas–, ya que también vienen alumnas y alumnos
de otros sectores de la ciudad, más alejados, o sea de
extra radio como se denomina en la jerga escolar.
La mayoría de la población escolar corresponde
a un sector socioeconómico de clase baja donde se
percibe la presencia de muchas alumnas y alumnos
provenientes de hogares de familias desocupadas
o subocupadas, cuyos adultos reciben un subsidio
estatal o trabajan en ofcios manuales de baja re
-
muneración: las madres en el servicio doméstico
y los padres en trabajos temporarios. También se
registran varios casos de familias monoparentales,
con niños y niñas a cargo de la progenitora. Algunas
familias gitanas como los Costich, quizás sean el
grupo de mejor posición económica de esta comuni
-
dad escolar, pues pertenecen a un sector medio.
5
De acuerdo con las evidencias que poseo, esta
escuela –la Nº 67– fue la primera en recibir alumnos
(...) las familias gitanas que
envían a sus hijas e hijos a la
escuela lo hacen generalmente en el
turno tarde.
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11
Curso de nivel inicial, con mayoría de alumnado gitano.
Escuela N º 67, Neuquén, 2004.
gitanos. Yolanda Castro, quien ingresó a trabajar allí
en el año 1980 recuerda sobre los primeros alumnos
gitanos:
Había
(en la escuela)
pero… de los que vivían
en carpa, todavía estaban en carpa
.
Este primer alumnado provenía de familias
gitanas que todavía carecían de viviendas estables y
que por “presiones externas”
6
comenzaban a aban
-
donar su vida trashumante. Después de este tránsito
escolar, los procesos de escolarización continuaron
como una práctica y también una elección transge-
neracional:
Ahora vienen los hermanos de los hermanos
porque los papás han venido a la escuela
(Yolanda C.).
Estas niñas y niños provienen de un grupo
de patrifamilias con los siguientes apellidos:
Costich, con todas sus variantes como Costichi o
Custichi, Brunengo, Juan, Castillo, López y otros
menos comunes como Silveira Marques, De La
Cruz y Matlaszuk. En varios casos se encuentran
estudiantes que son parientes entre sí. Por ejemplo
los niños y niñas Costich son primos y primas de los
Castillo.
Las autoridades de la escuela comentan que la
matrícula de alumnado gitano históricamente ha
sido importante, con tendencia al crecimiento en
los últimos años. Por ejemplo, durante el año 2004
en las dos salas de nivel inicial de un curso de 25
estudiantes 14 eran de origen gitano, de ambos sexos.
Y que en primaria en los cursos (de 25), de la tarde
un primer grado tiene 10 gitanas/os y el otro 4, en
segundo hay una niña, en un tercero 6 gitanas, en
el otro tercero una; en cuarto, en quinto 2 y en los
grados de sexto y séptimo ninguno. Para los años
escolares de 2005 y 2006 las estadísticas son bastante
similares.
La Escuela Nº 118, denominada República de
Italia, fue fundada en el año 1959. Se encuentra
ubicada en la calle Independencia, en el barrio Villa
Farell. Presenta características socioeconómicas
diferentes a la anterior, aunque se encuentra a pocas
cuadras. Sus alumnas y alumnos provienen de la
clase media, a veces clase media baja.
Esta unidad educativa es considerada como una
escuela exigente en el ambiente docente. Quizás se
trate más de una autorrepresentación construida por
las docentes y la comunidad escolar de la insti
-
tución, pero la circulación y permanencia de esta
representación aparece como un dato muy fuerte en
nuestro trabajo de campo.
La institución cuenta con una población escolar
de 500 estudiantes, de los cuales la mitad aproxi
-
madamente concurren en el turno tarde. Si bien la
escuela tiene un radio determinado, muchas niñas y
niños provienen de barrios alejados como la Cuenca
15, MUDON, Santa Genoveva y Provincias Unidas.
La mayoría del alumnado es de origen neuquino,
pero algunos son provenientes de provincias, como
Córdoba, Buenos Aires, y Capital Federal, también
del vecino país Chile y solamente 6 estudiantes de
origen gitano.
Esta escuela históricamente fue percibida por
docentes, supervisores y asistentes sociales como
una institución expulsora de niñas y niños gitanos.
Como recuerda Gabriela S., profesora de Artes
Visuales de esta institución:
Tenemos alumnado gitano desde hace muy poco, dos
años o tres. Antes había como una especie de acusación
hacia la institución ¿no?, que no los recibía…
(otra
docente hace un comentario y hay risas).
Yo iba a en
-
cuentros con otras maestras de Plástica de otras escuelas
como la 67 y ellas como te recriminaban que ellos tenían
toda la comunidad gitana, todos los chicos del Hogar, to
-
dos los chicos confictivos y vos ninguno. Se ve que había
algún tipo de directiva así, aparentemente. Hace dos años
aproximadamente que tengo alumnos gitanos.
En algunos de estos comentarios se planteaba que
la institución ni siquiera permitía la inscripción de este
grupo sociocultural, para lo cual –la Dirección–
utilizaba diversas estrategias de exclusión. Una muy
recordada era el ofrecimiento –a las familias gitanas–
de bancos solamente en el turno mañana, a sabien
-
das de que el alumnado gitano sólo concurre en el
turno vespertino; otra estrategia consistía en sugerir
su traslado a la Escuela Nº 67 a la que presentaban
como menos rigurosa.
Ana María, docente que pertenece a la insti
-
tución desde 1983, refexiona sobre las características
de la escuela:
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12
La escuela es autoritaria, con “tradición milica” y
muy exigente. La presencia de los alumnos gitanos en la
institución es reciente, no más de 3 o 4 años
.
Al ser indagada por las razones de esta tardía y
difcultosa inclusión, explica que los
chicos gitanos
no in
-
gresaban porque no reunían los requisitos demandados
por la escuela, principalmente porque tenían sobreedad,
situación agravada con la gran demanda de matrícula
que existía del resto de la comunidad escolar.
Además –la docente– considera que los motivos
del reciente ingreso de alumnado gitano se funda
-
mentan en la imposición de criterios de inscripción
que son determinados por parte de Supervisión
Escolar y no por la escuela. Si bien la unidad edu
-
cativa también selecciona sobre la base de criterios
comunes, los supervisores implementan la medida
de enviar a algunos niños y niñas gitanas que vivan
en cercanía de la escuela, sumado al hecho de que
actualmente existen más vacantes para el ingreso de
población escolar.
7
Finalmente, Ana María sugiere que la propia
colectividad gitana –o una parte de ella– opta por
enviar a sus hijos e hijas a esta escuela, luchando más
para conseguir y conservar esta inclusión. En este sen
-
tido, menciona que en una tertulia de tiempo atrás un
niñito gitano le comentó:
–Mí quiere venir a tu escuela.
8
La última de las escuelas estudiadas es la Nº 56.
Está ubicada en el Barrio Belgrano, en la calle Li-
bertad 375, con una población escolar total de 644
estudiantes (Gambero, 2004, p. 11). En esta escuela
se encuentran divididos los grados por turnos: a
la mañana funcionan dos salas de nivel inicial –sin
alumnado gitano– y los grados de 4º a 7º. El turno
mañana sólo cuenta con dos hermanos gitanos, de 5º
y 7º grado respectivamente.
9
En el turno vespertino,
también con dos salas de nivel inicial y los grados de
1º a 3º, concurren más niñas y niños gitanos.
Se trata de la única institución local que planteó
en términos de debate institucional la problemática
del alumnado gitano. Algunas referencias a este de
-
bate aparecen en el Diagnóstico de la población esco
-
lar: “Históricamente la escuela contaba con alta po
-
blación de origen gitano (`La escuela de los gitanos´)
quienes presentaban las siguientes características:
sin continuidad tanto en la asistencia diaria como a
lo largo del ciclo escolar, difcultades de aprendizaje
por su entorno cultural y por la escasa estimulación
del hogar. Actualmente la población gitana del ba-
rrio y también la presencia escolar de sus hijos dis
-
minuyó considerablemente, pero las características se
mantienen hasta los días de hoy especialmente en las
niñas, que no superan el primer ciclo”.
10
Ana Lucindo, vieja docente de la institución,
recuerda que hace varios años atrás egresaron
del nivel primario varios hermanos de la misma
familia Costich, con excepción de la niña de ese
grupo. La docente destaca que el resto de la po
-
blación, –entiéndase criolla o no gitana– es de clase
media baja, con difcultades económicas y con un
alto índice de desocupación:
Se observa un cierto grado de agresividad, tanto en
la escuela como en el hogar, difcultades de integración en
el jardín y al 1º grado de la escuela, falta de contención
en el hogar, niños de padres separados que permanecen
mucho tiempo solos, con responsabilidades mayores a sus
edades o en la calle. Esta escuela se caracteriza por la gran
cantidad de alumnos integrados con necesidades educati
-
vas especiales, con muy poca ayuda de parte del hogar
.
Como ya he observado en las otras escuelas
analizadas, los alumnos y alumnas gitanas concu-
rren casi exclusivamente en el horario de la tarde,
tanto en nivel inicial como en los grados de prima
-
ria. Renata B. maestra de un segundo grado de esta
escuela comenta:
Las nenas gitanas son buenas alumnas. No así C. C.
que tiene cierto desinterés por el aprendizaje, que no trae
material ni para Plástica, Rocío tampoco ni para Música.
Todos pagaron la cuota. Quizás las diferencias se dan
porque las nenas pertenecen a una familia rica, C. C. es
de una familia pobre. (…) Las tres niñas son ingresadas y
retiradas de la institución por sus mamás, todas gitanas,
quienes son las que se comunican con la docente. C. viene
a la escuela con su padre. (…) Con relación a la vestimen
-
ta, en verano suelen usar ropa tradicional, más M. que las
otras, que inicialmente ofreció cierta resistencia a venir
con pantalón a Educación Física, la mamá se olvidaba,
pero ahora anda bien.
Las niñas murmullan entre ellas en su idioma, pero
no lo hablan delante de la maestra, ni aunque se lo pida.
C. no se vincula con estas niñas, no habla el idioma en la
escuela y prefere socializarse con los niños
.
Conclusión
Por lo expuesto anteriormente, considero arries-
gado establecer una conclusión convincente
sobre el fracaso o el éxito del alumnado gitano en
las escuelas neuquinas. Principalmente porque las
visiones sobre educación provienen de valoraciones
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13
Niño gitano en clase de música, 2º grado. Escuela N º 67,
Neuquén, 2005.
tan diferentes de acuerdo con los actores involucra
-
dos: las docentes neuquinas y las familias gitanas.
Quizás sea inadecuado hablar del fracaso de los
individuos ya que el alumnado gitano ha demostra
-
do que en un contexto pedagógico medianamente
favorable, realizan procesos de enseñanza-apren
-
dizaje tan positivos como el alumnado criollo.
Entonces, podría pensarse en un fracaso del
sistema escolar que no garantiza el ingreso masivo
de la infancia gitana ni tampoco una retención
a largo plazo de este alumnado. Esta afrmación
podría sustentarse en el hecho de que, si bien algu
-
nas familias gitanas envían a sus niños y niñas a las
escuelas, la concurrencia es en períodos truncados,
sin olvidar que otras directamente no los envían.
Si me ubico desde la lógica de la cultura
hegemónica, para la cual la escolarización deseada
es completar el ciclo escolar básico, debería pensar
en diversos niveles de responsabilidad en el fra
-
caso escolar de la niñez gitana. En primer lugar, del
sistema social y de los diversos organismos estatales
que carecen de políticas activas de inclusión para
amplios sectores de la población de las clases popu
-
lares, sean criollos, gitanos, bolivianos o mapuches.
A continuación, destaco las responsabilidades
de las instituciones escolares. Si bien algunas de
ellas han desarrollado estrategias de interacción,
en general se trata de acciones concretas, sin plani
-
fcación institucional, casi siempre sostenidas por la
voluntad de docentes sensibles y fexibles.
Desde otra perspectiva, más clasista, al estilo
Hoggart, no habría tal fracaso ya que no puede cues
-
tionarse el abandono o la deserción de los miembros
de un grupo que no le atribuyen un valor práctico
signifcativo al conocimiento escolar formal. Sin
embargo, tendría que matizar esta afrmación. En
primer lugar, porque no todas las familias gitanas
pertenecen a un mismo sector social, aunque la
mayoría se ubica en la clase baja, otras pertenecen
a la clase media. En segundo término, las familias
gitanas que escolarizan a sus infantes no rechazan
toda la oferta escolar. Son conscientes de apro
-
piarse de un bagaje instrumental que les resulta
interesante para mantener y reproducir su forma de
vida.
Para cerrar esta conclusión tendría que con
-
siderar la perspectiva gitana: para ellos la escuela
sólo aporta un bagaje importante pero no determi
-
nante en su inserción laboral y ciudadana. Entonces,
de acuerdo con esta visión, el fracaso del proceso
educativo de niños y niñas gitanas se produce
cuando no alcanzan el umbral establecido por las
demandas de sus familias.
Un joven gitano escolarizado, al ser indagado
sobre esta cuestión contesta:
Porque por lo general es otra cultura la que tienen
los criollos que te exigen estudiar, en la cultura gitana
no. Tienen más prioridad los negocios que el estudio. Si
querés estudiar ¡obvio!¡andá y estudiá! Pero por ahí tenés
que viajar y viajás ¡vamo y vamo! ¡Y acá capaz viene mi
papá ahora y me dice: –Vamos W. a Buenos Aires ahora–
y ya salgo con la mochila.
(W. C.)
Aquí sí podría hablar del fracaso de las uni
-
dades educativas de acuerdo con las expectativas
gitanas: ¿pero en qué situaciones y con qué causas?
Desde esta visión, debería analizar a las escuelas
estudiadas.
La Escuela Nº 67 es medianamente exitosa en
lograr que estos alumnos y alumnas completen el
primer ciclo escolar en coincidencia con los intereses
gitanos. Empero, las educadoras no logran que este
alumnado supere ese
techo de cristal,
ya que este
alumnado deserta a partir de 4º o 5º grado.
La Escuela Nº 56 reproduce esta situación,
aunque impone una estrategia de deculturación más
intensa sobre este alumnado.
Finalmente, la Escuela Nº 118 evidencia la
situación más negativa. De entrada, se presenta
poco atractiva y receptiva para las familias gitanas.
Esto motiva a la mayoría de estos grupos familiares
a enviar a sus hijas e hijos a las escuelas Nº 67 y 56,
o a no escolarizarlos. Además, el escaso alumnado
gitano que concurre a esta escuela evidencia malos
resultados en los procesos educativos, manifes
-
tado en un alto nivel de repitencia. Esta institución
induce a este grupo a la disolución u ocultamiento
de los rasgos culturales específcos para lograr su
integración al ambiente escolar.
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14
NOTAS
1
La idea de considerar a la ciudad de Neuquén como la capital de
la Patagonia comenzó a circular con vehemencia a partir del clima
festivo ocasionado por la celebración del centenario de esta urbe.
En un apartado del diario
Río Negro
sobre la proyección a futuro
de la ciudad con el ampuloso título
“
Neuquén, 2104: ¿hasta dón
-
de la imaginación toca la fcción?”, la mayoría de las opiniones
vertidas en este artículo menciona la capitalidad –del presente y
a largo plazo– de Neuquén. En “Neuquén, 2104: ¿hasta dónde la
imaginación toca la fcción?”, Diario
Río Negro
Nº 20.121, General
Roca, 12 de septiembre de 2004, pp. 12 y 13.
2
Me refero a la multitrocha que es parte de la Ruta 22, y también
se convierte en el acceso principal de la ciudad, y es además la vía
de comunicación con las vecinas ciudades de Cipolletti y Plottier.
Es una ruta realmente peligrosa, con un alto índice de accidentes
viales.
3
En ese año denominado preescolar, niñas y niños de 5 años
adquieren ciertos conocimientos, principalmente actitudinales y
de socialización para su ingreso al primer grado de la educación
primaria. Sin embargo, esta denominación es resistida por las
docentes de nivel inicial, ya que la consideran peyorativa del
nivel inicial.
4
Durante los años 2005 y 2006 la cantidad del alumnado fue
similar. Datos aportados por la vicedirectora Yolanda Castro,
entrevista realizada el 17de agosto de 2004 en la Escuela Nº 67 de
la ciudad de Neuquén.
5
Esta afrmación debe ser considerada con cautela, porque no to
-
dos los gitanos de ese barrio son de clase media como los Costich,
muchos son de clase baja y algunas familias viven en situaciones
cercanas a la indigencia.
6
Entiendo como presiones externas las estrategias de algunos
actores sociales de la sociedad hegemónica: municipio, policía,
etcétera, para disciplinar a las familias gitanas locales. Parte de
esa presión se orientaba para que los grupos cíngaros dejaran sus
carpas y se establecieran en viviendas comunes.
7
En la escuela se encuentran 6 estudiantes gitanos: E. M. (7 años,
1º grado), R. P. M. (6 años, 1º grado) y su hermana E. M. (9 años,
3º grado B); los hermanos P. R. C. (9 años, 2º grado B), F. C. (12
años, 4º grado C) y S. C. (14 años, 6º grado B); y E. C. (12 años,
5º grado B). La mayoría de estas niñas y niños ingresaron con
sobreedad –salvo R.P.M– y son repitentes del año pasado, con la
excepción de los ingresantes a 1º grado, y de E. M. y S. C.
8
Datos aportados por la directora M. del C. R. Se denomina ter
-
tulia a una actividad festiva, con bailes, música,
sketchs
, etc. Es
organizada por las docentes de la escuela, generalmente en el
espacio institucional, con la fnalidad de recaudar fondos para la
Cooperadora. Pude comprobar que las familias gitanas suelen ser
alegres partícipes de las mismas en todas las escuelas estudiadas.
9
Estos niños tienen mamá gitana y un progenitor criollo apellida
-
do. Su situación escolar es bastante compleja debido a confictos
familiares, actualmente viven cerca de la escuela con su abuela
paterna.
10
“Diagnóstico de la Población Escolar”, en
Proyecto Educativo
Institucional de la Escuela N º 56
, Neuquén, 2004.
ENTREVISTAS ORALES
Maestra María del Carmen P
.,
directora de la Escuela Primaria N° 67,
58 años. Octubre de 1998, ciudad de Neuquén.
Maestra Mariana E., 35 años, docente de nivel inicial, turno tarde
de la Escuela Primaria Nº 67. Realizada el 16/09/04, ciudad de
Neuquén.
Maestra Gabriela S
.
, 32 años, profesora de Artes Plásticas, en la
Escuela Nº 118. Realizada el 30/09/04, ciudad de Neuquén.
Maestra Rosana R., docente de nivel inicial, en la Escuela Nº 118.
Realizada el 30/09/04, ciudad de Neuquén.
Maestra Rosana P., 30 años, docente de 1º grado C, de la Escuela
Nº 67, turno tarde. Realizada el 10/06/04, ciudad de Neuquén.
Maestra Yolanda C
.
, 50 años, vicedirectora de la Escuela Nº 67.
Realizada el 03/06/04 y el 17/08/04, ciudad de Neuquén.
Maestra Nicolasa L., 35 años, docente de 1º grado B (2005) y 2º
grado B (2006) de la Escuela Nº 67. Realizada el 13/06/05 y el
29/11/06, ciudad de Neuquén.
Maestra
Ana R., 50 años, directora (a cargo) de la Escuela Nº 118.
Realizada el 13/09/04 y el 14/09/05, ciudad de Neuquén.
Maestra
Ana L., 52 años, de la Escuela Nº 56. Realizada en mayo
de 2005, ciudad de Neuquén.
Maestro Juan Carlos G., 56 años, supervisor de nivel primario.
Realizada el 09/12/04, ciudad de Neuquén.
Maestra Renata B., docente de 2º grado, Escuela Nº 56. Realizada
el 11/05/05, ciudad de Neuquén.
Sr. Carlos M., comerciante gitano, 51 años. Realizada el 01/05/04,
ciudad de Neuquén.
Sr. Walter C., 23 años, estudiante gitano del CPEM Nº 22. Realiza
-
da el 04/04/03, ciudad de Neuquén.
BIBLIOgRAfíA
Arana, Marta, “Encuentros y desencuentros entre gitanos y mar
-
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-
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Proyecto Educativo Institucional de la Escuela Nº 56,
Neu
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Relevamiento de alumnos con
graves difcultades de aprendizaje, de socialización y/o vulnerabilidad,
Neuquén, 2004.
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diario regional, Nº 20.121
,
General Roca, 12 de septiem
-
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San Román, Teresa,
La diferencia inquietante. Viejas y nuevas estrate
-
gias culturales de los gitanos
, Madrid, Siglo XXI, 1997.
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15
Meninos e meninas ciganos
nas escolas neuquinas,
rebeldes ou carenciados?
Rolando J. Bel
As famílias ciganas neuquinas evidenciam
diversas formas de resistência e também
de integração ante as tentativas de es
-
colaridade e nacionalização exercidos do
estado provincial. Na interação cotidiana
dos ciganos e ciganos com a comunidade
educativa se expressa um conflito que vai
além das tensas relações existentes entre
a cultura letrada das docentes e a dos
grupos vinculados a uma cultura oral. No
presente trabalho traço a hipótese de que a
comunidade cigana neuquina possui uma
visão particular sobre a educação, sem
dúvidas coerente com suas estratégias de
sobrevivência como cultura minoritária.
Devo explicitar que as principais categorias
de análise a utilizar neste trabalho são: es
-
cola receptora e escola expulsora, já que as
mesmas dão conta desta dialética intertni
-
ca. Estas variáveis foram construídas para
dar conta das diferenças nas estratégias
implementadas por cada instituição educa
-
tiva, tanto em um sentido consciente como
inconsciente, sobre o alunado cigano.
Nesta direção, indagarei sobre a constru
-
ção destas representações dos discursos
de atores sociais escolar como as docentes
e também das mães e pais ciganos.
Finalmente, tentarei explicar as estratégias
orientadas à assimilação e a integração
destes meninos e meninas nos processos
educativos formais. Os propósitos rese
-
nhados anteriormente, constituem os eixos
estruturantes deste trabalho.
Enfants tziganes dans les
écoles du Neuquen ¿révol
-
tés ou pauvres?
Rolando J. Bel
Les familles tziganes neuquines montreant
plusierus formes de résistence et aussi d’in
-
tegration face aux efforts de scolarisation
et nationalisation exercées à partir de l’Etat
provinciale. Dans l’interaction cotidienne
des tziganes, hommes et femmes, avec la
communauté educative se pose un conflit
qui dépasse les relations tendues entre la
culture littéraire des enseignants et celle des
groupes de la culture orale. Dans ce travail
je pose l’hypothèse suivante: la communité
tzigane neuquine possède une vision parti
-
culière sur l’education.
Sans dute, cohérente avec sas stratégies de
survivance en tant que culture minoritaire.
Il faut préciser que les principales caté
-
gories d’analyse à utiliser dans ce travail
sont: école receptrice et école qui expulse,
quisque elles restituent cette dialectique
interethnique.
Ces variables furent construites pour
timoigner sur les différences dans les
stratégies nuses ses au point par cheque
institution éductive, conscienment ou non,
sur les eleves tziganes. Dans ce sens y’ap
-
profondirai sur la construction de ces repré
-
sentation à partir de discours des acteurs
sociaux scolaires, contre les enseignants et
aussi les mères et des pères tziganes.
Pour en finir j’essaiera d’expliquer les
stratégies vers l’aussimilation de ses en
-
fants tziganes dans les procédés éducatifs
formels. Les propos supra, constituent les
axes de structuration de ce travail.
Gypsies boys and girls at the
schools of Neuquen, rebels
or “carenciados”?
Rolando J. Bel
The gypsy families from Neuquen demonstrate
diverse forms of resistance and, at the same
time, of integration before the attempts of
education and nationalization exercised from
the provincial State. The daily interaction of
the gypsies with the educational community
expresses a conflict that goes further the
tense relations existing between the academic
culture of the educators and that of groups
when an oral culture it’s expressed. In the
present work I raise the hypothesis of which
the gypsy community from Neuquen pos
-
sesses a particular vision on the education,
without doubts coherent with their strategies
of survival as minority culture.
I have to explain that the main categories of
analysis to be used in this work are: recep
-
tive school and rejected school, since the
same shows this interethnic dialectics. These
variables were constructed to demonstrate the
differences in the strategies implemented by
every educational institutions, both of them
in a conscious sense and in unconscious
one, on the gypsy student body. In this way,
I will investigate on the construction of these
representations from the speeches of social
teachers and also of gypsy parents.
Finally, I will try to explain the strategies
orientated to the assimilation and to the
integration of these children in the formal
educational processes. This purposes are the
access that structure this work.
15