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E N C U E N T R O S
L
os que trabajamos en historia oral conocemos
el largo tiempo que transcurrió desde su
práctica como disciplina hasta que comenzó
a ser reconocida académicamente. Y fue en 1996, con
la creación de la IOHA (International Oral History
Association), durante el Congreso Internacional
de Historia Oral en Goteborg, Suecia, que se
institucionalizó a nivel mundial.
A partir de ese momento la IOHA y sus
congresos proporcionaron el marco para discutir
sobre temas tales como límites y posibilidades del
registro oral, función y modalidad de los archivos, y
en general sobre el quehacer historiográfco basado
en testimonios orales. Al mismo tiempo se fueron
introduciendo temas ausentes o con poca presencia
en los trabajos basados en fuentes escritas, en
especial, los relacionados con el registro de voces de
colectivos marginados de la historia académica.
Realizados en forma bienal, los congresos de
la IOHA trataron de realizarse en sedes ubicadas
en distintos continentes que en forma alternada
fueron marcando un recorrido enriquecedor al
poner en contacto realidades muy diversas: Río de
Janeiro, Brasil (1998); Estambul, Turquía (2000);
Pietermartizburg, Sudáfrica (2002); Roma, Italia
(2004); Sidney, Australia (2006); y Guadalajara,
México (2008); y en ese camino fueron emergiendo
nuevas temáticas y formas de llevar a cabo la historia
oral. Se avanzó en su institucionalización, en sus usos
y en las problemáticas abordadas. En la actualidad,
los desarrollos europeos son importantes, pero
EE.UU. sigue siendo el país donde mayor inserción
académica tiene la historia oral. En Latinoamérica,
los mayores crecimientos se registraron en Brasil,
México y Argentina; no obstante, hay muchas
naciones que se están introduciendo en esta forma de
trabajo, y ello se notó en el elevado número de países
latinoamericanos que participaron de este último
encuentro en México.
XV Congreso Internacional
de Historia Oral
Creemos que el creciente interés por la historia
oral está relacionado con la realización en forma
simultánea a los congresos mundiales de la IOHA
de innumerables reuniones nacionales y dos
internacionales que tuvieron lugar en territorio
latinoamericano. En este sentido recordemos que
en el I Encuentro Internacional de Historia Oral
en Colombia (2005) se acordó que los siguientes
deberían servir de aliento para el desarrollo de la
historia oral, especialmente en aquellos países donde
esta práctica estuviera dando sus primeros pasos. A
raíz de ello, se eligieron como sedes Panamá para el
II Encuentro del 2007 y Nicaragua para el 2009. En
las dos reuniones realizadas se contó con la presencia
de especialistas de todas partes del mundo y al igual
que los encuentros nacionales en Brasil, Argentina o
México sorprendió la cantidad de asistentes, el interés
y entusiasmo demostrados por sus participantes.
Creemos que la elección de México para este
XV Congreso Internacional de Historia Oral de la
IOHA signifcó un reconocimiento al lugar pionero
que nuestro continente tuvo en la creación de archivos
orales, y también al trabajo, interés y esfuerzo que han
mostrado los historiadores latinoamericanos por la
historia oral en estos últimos años.
La cita fue en Guadalajara entre el 22 y el 26 de
septiembre y contó con participantes que provenían
de más de 35 países: 12 naciones latinoamericanas, 11
europeas, 4 países asiáticos y 3 africanos, además de
EE.UU., Canadá, Australia y Nueva Zelanda.
Llamó la atención el crecimiento notable de la
concurrencia latinoamericana en relación con los
congresos anteriores, especialmente la presencia de
países como Colombia, Panamá, Nicaragua o Costa
Rica que no habían participado en los encuentros
previos. Ello pudo estar facilitado por el lugar
geográfco, pero también por el estímulo de los
dos congresos realizados en Latinoamérica en años
recientes.
Aún podemos apreciar el bajo nivel de
institucionalización de la mayoría de trabajos, que
son realizados por personas o grupos aislados, con
formación histórica o de otras disciplinas, para
los cuales estos encuentros son una de las pocas
oportunidades de intercambiar ideas y experiencias
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con otros colegas y grupos afnes. Las investigaciones
son rigurosas, pero en la mayoría de los casos
las fuentes creadas por el historiador no tienen
posibilidad de ser compartidas ni de integrar archivos
que puedan consultar otros historiadores.
Bien sabemos que los primeros países que
construyeron archivos son EE.UU., México, España
y Brasil, pero en la actualidad muchos otros
están intentando seguir ese camino porque existe
conciencia de que la creación y la sistematización de
archivos es indispensable si se pretende producir un
salto tanto en la cantidad como en la calidad de los
trabajos con fuentes orales.
Las investigaciones expuestas en el XV Congreso
refejaron, a la vez, la desigualdad del desarrollo de
estas prácticas en distintos lugares, y el creciente
interés que se expresó en la cantidad de países que
sumaron por primera vez sus experiencias.
En conjunto se presentaron alrededor de 350
trabajos. Los anftriones mexicanos encabezaron
la lista con más de 90 trabajos, seguidos por Brasil
que presentó alrededor de 80. EE.UU. participó con
aproximadamente 30 presentaciones, la Argentina
y Reino Unido con alrededor de 20 cada uno. Otras
destacadas participaciones fueron las de España
con 12 presentaciones, la República Checa con 11,
Australia con 9, Colombia con 8, Venezuela y Nueva
Zelanda con 7 cada una. Los 60 trabajos restantes
se distribuyeron entre otros 26 países de los 5
continentes.
En el ámbito de la teoría y de la metodología
no encontramos aportes historiográfcos fuertes
o radicalmente novedosos, pero sí advertimos
un interés común por ciertos temas y problemas
como la militancia o la guerrilla, los movimientos
sociales en las últimas décadas en Latinoamérica, la
historia franquista en España. Es decir, aportes sobre
esas historias no escritas, objeto de prohibiciones,
silenciamiento o marginación. Y en todos ellos
la presencia transversal de la problemática de la
memoria.
Otros temas tratados con frecuencia fueron
mujeres y migraciones (internas, externas,
económicas, ideológicas, deportaciones, refugiados,
o las migraciones porque sí de la globalización).
Finalmente, la historia local y la barrial en
los centros urbanos se han convertido en un
punto de sostenido interés en países europeos y
latinoamericanos. Se estudian localizaciones, festas,
prácticas relacionadas con la legitimación de
regiones o barrios que enfrentan a unos con otros, y
que, en algunos casos, confguran la fuerte presencia
de un reclamo étnico.
Otro de los aspectos innovadores en el uso que
se le da a los testimonios orales lo ejemplifcaron
diversos trabajos que desarrollaron la práctica de
la historia oral como herramienta metodológica
de grupos interdisciplinarios que se dedican a la
investigación y la salud, la acción social, educativa,
política y cultural. En la Argentina, Colombia
y España, por ejemplo, se están desarrollando
sobre la base del testimonio oral metodologías de
conocimiento aplicables a la educación (aprendizaje
del rol de escucha), o en la reconstrucción de lazos
sociales e identidades de grupos marginados o
colectivos sometidos y carentes de voz en la cultura
letrada institucionalizada.
Por último, hubo presentaciones muy originales.
Entre ellas, un grupo de artistas checos que viajaron
por distintas ciudades de Europa oriental llevando
el alfabeto cirílico, fuera de uso, y utilizándolo
para realizar juegos grupales de reconocimiento.
Encontraron que poblaciones dispersas, de lenguajes
y ámbitos diferentes, recibieron con entusiasmo la
propuesta de recuperación de la grafía en desuso
como elemento de identifcación cultural, y al mismo
tiempo mostraron unidad en la percepción gráfca y
sensorial de ese sistema de escritura. Esto sugiere que
existe una conexión entre pueblos heterogéneos en
religión, idioma y culturas. Si bien esta presentación
excedía nuestra metodología, resultó muy
enriquecedor el intercambio porque, en defnitiva, la
búsqueda y la fnalidad de estas experiencias coincide
con las que se plantea la historia oral: la exploración
del recuerdo y la intención de bucear dentro de la
diversidad en las cuestiones que todavía unen a los
seres humanos.
Autora
Liliana Barela
Directora General de Patrimonio e Instituto Histórico
XV Congreso Internacional de Historia Oral