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“La inmigración, es hoy, como lo ha sido siempre,
una actividad esencial al ser humano y que no se
presenta como un hecho nuevo o sobrevenido, sino
más bien como una circunstancia habitual y presente
en la vida cotidiana de todas las culturas.
2
Trabajadoras
marroquíes
en España:
Entre la integración y la
preservación de la identidad.
El caso Salamanca
Introducción
El presente artículo tiene como objetivo abordar la
realidad del colectivo de trabajadoras marroquíes en la
ciudad de Salamanca, España, en los primeros años del si-
glo XXI (2001-2008). El acentuado proceso de recepción
de ujos migratorios por el cual viene atravesando Espa-
ña en los últimos años provoca cambios signicativos en
las diversas esferas de la sociedad española, sean de orden
jurídico, político, social, o también en lo que se reere al
mercado de trabajo español.
“Para una España acostumbrada a emigrar, la década
de los 90 trajo consigo un drástico cambio de escenario.
A partir de 1997, el crecimiento sin precedentes de la in-
migración hizo evidente que un ciclo había concluido. La
España emigrante pasaba a ser, sin vuelta atrás posible,
país de acogida.
3
Partimos de la idea de que en los últimos
años se ha incrementado notablemente la presencia de in-
migrantes de origen marroquí en la ciudad de Salamanca
por lo que se torna imprescindible reforzar los estudios que
den cuenta de la situación de este importante colectivo en
Keila Azevedo Japiá
1
Universidad de Salamanca
Imagen del locutorio regenteado por marroquíes.
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Revista de Historia OralRevista de Historia Oral
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una ciudad que, a diferencia de otras ciudades españolas,
carece de una oferta laboral cuantitativamente importante.
Por lo tanto, lo que busco en el presente trabajo, es un pri-
mer acercamiento al tema propuesto para indagar cómo
ven las propias mujeres marroquíes su proceso de inser-
ción en la ciudad de acogida a partir de los testimonios de
algunas trabajadoras residentes en la ciudad de Salaman-
ca, comprender mo se han establecido, observar las di-
cultades por las que han atravesado y analizar los lazos que
han construido entre sus miembros y con la sociedad de
acogida. Dentro del colectivo de inmigrantes marroquíes,
la situación de la mujer parece verse envuelta en un doble
proceso de vulnerabilidad. En tanto trabajadora inmigran-
te, vive el proceso de integración/adaptación como cual-
quier compatriota en tierras extranjeras. Su condición de
mujer la hace doblemente vulnerable toda vez que parece
hasta cierto punto excluida incluso de algunas organiza-
ciones del propio colectivo marroquí, como la Asociación
o la Mezquita. El primero como espacio
de poder, el segundo como espacio
exclusivo de la población masculina.
Apuntes sobre la
metodología empleada
Desde una perspectiva cualita-
tiva y sin excluir los datos cuantita-
tivos referidos al objeto de estudio, el
presente trabajo se apoya en entrevistas
realizadas a distintas trabajadoras marroquíes en Sala-
manca. Dada la escasez de material editado sobre este
grupo de inmigrantes en particular en una ciudad espe-
cíca, es que he considerado oportuno acercarme a su
estudio por medio de las herramientas de la metodología
cualitativa, en especial la historia oral. Las mayores di-
cultades enfrentadas a la hora de entrevistar a integrantes
de aquella comunidad han sido en primer lugar, la des-
conanza inicial con la que los miembros de este colecti-
vo miran a quienes se acercan para investigarlos. Una vez
vencido este primer obstáculo, cabe señalar la dicultad
presentada, sobre todo por los entrevistados que han lle-
gado hace poco a España, en el manejo del idioma cas-
tellano, de forma que, consecuentemente, las preguntas
con mayor grado de complejidad han sido respondidas
con cierta dicultad por parte de los entrevistados y las
entrevistadas.
Se ha buscado, por lo tanto, indagar por medio de las
entrevistas a las inmigrantes del colectivo marroquí, no
solo vericar la existencia de trabajadoras de aquel país
en Salamanca, sino cómo ha sido posible el proceso mi-
gratorio y mo es vivido el proceso de integración en una
sociedad diferente a la del país de origen, tanto en cultura,
como en religión e idioma, entre otros aspectos.
4
Estimo oportuno señalar algunas consideraciones
sobre las entrevistas realizadas y que merecen una aten-
ción particular. En primer lugar todas ellas fueron reali-
zadas entre marzo de 2008 y marzo de 2009. Ades
de las entrevistas hechas a un grupo de trabajadoras
marroquíes, he podido entrevistar también a Abdallah
Boichou, vicepresidente de la Asociación Marroquí de Sa-
lamanca. Esta entrevista me dio el punto de vista de un in-
migrante que lleva en Salamanca más de 20 años y es uno
de los referentes de este colectivo en la ciudad, tanto ante
las autoridades locales como ante la prensa cuando ocial-
mente la comunidad establecida organiza algún evento.
Su testimonio tiene la particularidad de situarse en una
posición de poder respecto de otros ciudadanos marro-
quíes, toda vez que es la cara ocialde los marroquíes
en Salamanca. Abadía, además de estar ya completamente
integrado en la sociedad, es uno de los
representantes de la mezquita recien-
temente inaugurada en Salamanca y
se muestra como uno de los portavo-
ces” de este colectivo.
Distintas son las voces de Asmae,
tima y de otras trabajadoras que ya
llevan algunos años en Salamanca, y
que han vivido una situación particu-
lar. El relato de sus experiencias es impor-
tante para comprender el tránsito de los inmigrantes desde
la llegada hasta la integración al medio. Por mencionar un
caso en el que la integración ha sido relativamente exitosa,
Asmae, con la ayuda de su marido, regenta un locutorio en
Salamanca. En lo que se reere a las entrevistas con Najat,
Sanae, Nariman, Hassania, Fátima y Saadia, estas me han
dado la perspectiva de la posición de las mujeres que han
El relato de sus experiencias
es importante para comprender el
tránsito de los inmigrantes desde
la llegada hasta la integración
al medio.
Imagen del barrio Garrido Sur (general).
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tomado la decisión de emigrar y enfrentan en la actualidad
todos los avatares por los que pasa un inmigrante llegado
desde el otro lado del mediterráneo. La situación irregular
en cuanto a los papeles deja entrever en los relatos cierta
decepción y desilusión respecto a lo que pensaba encontrar
en Salamanca cuando tomaron la decisión de dejar atrás a
sus familiares para establecerse en tierras españolas. Otra
observación que considero relevante es que el universo de
entrevistados se constituyó de forma heterogénea. Aunque
la mayoría fue de mujeres, la franja de edad se encuentra
entre los 22 y 38 años y poseen niveles de formación/edu-
cación distintos y que varían desde aquellas que han con-
cluido una carrera universitaria en su propio país hasta las
que solo ahora, viviendo en Salamanca,
están empezando a alfabetizarse tanto
en idioma árabe como en español.
5
La inmigración en España en
cifras
La globalización es causa de des-
equilibrios económicos y sociales, no
hace más que agravar el abismo entre
los que se suelen llamar países del pri-
mer mundo y países del tercer mundo.
José Antonio Alonso enumera algunos puntos que consi-
dera como causas generadoras del fenómeno migratorio
en la actualidad, alguno de los cuales están directamente
vinculados con la historia de los inmigrantes marroquíes
que llegan a España: la globalización del resto de las tran-
sacciones, el acortamiento de las distancias, la segmen-
tación del mercado laboral, la desestructuración social e
institucional en los países en desarrollo y, por último, la
presencia de redes nacionales en la diáspora.
Por su parte, Joaquín Leguina expresa que durante
los quince últimos años se han comprobado las conse-
cuencias desestabilizadoras que la construcción europea
ha tenido sobre los países que más dependían de ella. Los
casos de Marruecos y Turquía nos sirven como un claro
ejemplo. Las economías de estos países se han visto cier-
tamente desarticuladas como consecuencia del ingreso de
España, Grecia y Portugal en la Unión Europea
6
. El medio
rural marroquí, por ejemplo, ha sido claramente agredido
por la política agraria común de la Unión Europea, lo que
solo hace que la gran cantidad de desocupados resultante
de esta situación aumente, y con ello, los números de la
emigración.
En cuanto a los cambios acarreados por la inmigra-
ción en la población española, pueden ser observados a
partir de los últimos datos ofrecidos por el Padrón Muni-
cipal de 2008.
7
La presencia de marroquíes en la península
es de antigua data, de modo que estos siempre han estado
encabezando la lista de las nacionalidades con mayor re-
presentación en número en el territorio español. Eso pue-
de ser comprendido como resultado de la cercanía geográ-
ca e histórica entre España y Marruecos,
8
lo que ocasionó
un ujo poblacional habitual entre estos dos países, que se
ha intensicado en las últimas décadas del siglo XX y en
los primeros años del siglo XXI.
9
Es posible comprender el notable crecimiento que
este colectivo ha experimentado cuando vemos que han
pasado de ser 30.000 personas en 1991 a 511.300 en 2005
10
y 644.688 en 2008. Según López García esto se debe a los
sucesivos procesos de regularización dados entre 1991 y
2004 y que han concedido permisos de
residencia a decenas de miles de ma-
rroquíes que habían traspasado las
fronteras de manera ilegal. Sin em-
bargo, este autor arma que el núme-
ro de inmigrantes marroquíes en Es-
paña es aún mayor, y tal diferencia se
debe a otros medios de crecimiento
legales como, por ejemplo, los naci-
mientos en España y las reagrupacio-
nes familiares.
11
De Marruecos a Salamanca
“Mira, mira para mí extranjera,
todo el día una historia.
Necesita muchas cosas,
para vivir con gente juntas.
Mira, mira para mí extranjera,
mi problema el idioma.
Siempre preguntar,
de qué comunicar
12
A comienzos del siglo XXI se ha podido observar un cam-
bio razonable en la tendencia de los migrantes, de modo
que Salamanca pasó a ser, entonces, no solo un punto de
partida sino también un lugar de destino. La inmigración
tuvo un efecto renovador sobre la población salmantina,
revitalizándola y renovando sus recursos humanos. En
efecto, las “migraciones de reemplazo compensan en par-
te las consecuencias negativas y los décit dejados por la
hemorragia poblacional generada por el envejecimiento y
la despoblación.
13
En lo que respecta a la población marroquí en Sala-
manca, durante el periodo de 2000 a 2007, ha experimen-
tado un constante aumento. En el o 2000, la cifra de 120
ciudadanos marroquíes residentes en la capital Salmantina
La presencia de marroquíes
en la península es de antigua
data, de modo que estos siempre
han estado encabezando la lista
de las nacionalidades con mayor
representacn en número en el
territorio español.
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resulta modesta, frente a los 1.036 inmigrantes empadro-
nados en 2007. Esto se da, ante todo, por el natural au-
mento del ujo migratorio de Marruecos hacia España, al
que ya hemos hecho referencia anteriormente, y que se ha
observado no solo en la capital salmantina sino en otras
regiones de la península.
14
Debemos destacar aquí un as-
pecto especico de la inmigración marroq en Salamanca,
pese a la acentuada feminización de la inmigración, lo que
se puede observar a partir de los presentes datos es que,
para el caso en estudio, el porcentaje de mujeres tiende a
descender. En lo que se reere a la razón por la cual una
gran cantidad de compatriotas, incluyendo un número
creciente de mujeres, que deciden intentar una nueva vida
en España, Saadia sostiene que:
Mira, primero porque Marruecos está
muy cerca de España… antes venían
muchos, muchos hombres, que des-
pués volvían a Marruecos para ca-
sarse y luego traían sus mujeres para
vivir aquí con ellos (…) Ahora hom-
bres y mujeres están en igual aquí. En
los últimos tiempos en mi país, las chi-
cas… la mentalidad viene cambiando
las chicas ya salen para trabajar, salen para estudiar, para
ver y aprender las cosas nuevas del mundo… con la Internet
y la T… quieren ver el mundo. Mira, muchas chicas hoy en
día en mi país ya no quieren el casamiento… digo, el casa-
miento precoz. Todavía hay, sí, pero hoy menos… las co-
sas están cambiando. Yo estoy soltera, quiero casarme, pero
después…
15
Sin embargo, en los primeros años de la presente década,
entre el 2000 y el 2002 se observa una cierta equivalen-
cia entre los números de varones y mujeres inmigrantes.
Es preciso advertir que la provincia de Salamanca, a di-
ferencia de otras regiones, cuenta con escaso número de
fábricas con lo cual reduce el atractivo que pueda tener
la absorción de mano de obra masculina, limitando sus
posibilidades laborales. Pero mientras en el año 2000 el
número de mujeres superaba levemente a los hombres, a
partir del año 2002 ya se puede notar un sensible aumento
de la población masculina, acercándose casi al doble de la
femenina en los dos últimos años.
16
Marroquíes en Salamanca: mujeres, migrantes
y trabajadoras
La cuestión de los trabajadores inmigrantes marro-
quíes en Salamanca se vuelve mucho más compleja cuan-
do observamos la situación de las mujeres dentro de esta
comunidad. Si para los hombres el proceso migratorio re-
sulta complicado, para la mayoría de las mujeres que deci-
den cruzar el Estrecho hacia España el mismo transcurso
suele costarles el doble. La decisión de dejar atrás su país y
sus hogares en la búsqueda de una mejora material en las
condiciones de vida, en el marco de una sociedad en don-
de la posición de la mujer es tan peculiar y el sentido de la
familia y de sus lazos están tan arraigados en la persona,
hace que aquellas que han decidido marcharse tomen aires
de casi “heroínas. Ellas son la cara más visible de la inmi-
gración y del Islam puesto que es imposible no notarlas
por las calles de una ciudad donde la mayor parte de la
población, tradicionalmente católica, las mira con descon-
anza y a la vez, con cierta curiosidad
por sus rasgos y maneras de vestirse.
Su presencia en Salamanca es cre-
ciente y se hace más visible cada año.
Vienen en procura de la reagrupación
familiar para juntarse con sus mari-
dos, hijos, hermanos, sin embargo, de
acuerdo con lo observado a lo largo
de las entrevistas realizadas para este
trabajo, también es alto el porcentaje
de mujeres marroquíes solteras que deci-
den buscar solas, una vida nueva en Europa.
Una vez llegadas a Salamanca, comienza otra fase en
el proceso migratorio, que es la etapa de asentamiento, la
de construir una nueva vida en una cultura, considerada
muy distinta a la que han dejado tras de sí. Con poco o casi
ningún apoyo, estas mujeres tienen que llevar adelante sus
familias, sus proyectos, todo esto, sin olvidarse de aquellos
que se quedaron en Marruecos, ya que estos muchas veces
siguen dependiendo económicamente de los que emigra-
ron. Otro factor que puede llegar a comprometer el éxi-
to de su integración en la sociedad local es el manejo del
idioma castellano ya que muchas llegan a la península sin
ningún conocimiento de esta lengua. Sin embargo, estas
mujeres lo tienen claro, esta es la herramienta principal
que les puede llevar a concretar su proceso de asentamien-
to en la ciudad.
En cuanto a la búsqueda de empleo, resulta una de
las cuestiones más extenuantes, a la cual las mujeres inmi-
grantes tienen que enfrentarse. Independientemente de su
grado de formación/educación, al llegar a Salamanca ellas
se encuentran con una realidad bien distinta a la que ima-
ginaban, puesto que la capital salmantina, con su limitado
mercado laboral, no consigue absorber toda la mano de
obra demandante de empleo y termina por ofrecer escasas
opciones laborales para estas inmigrantes. Aquellas que
consiguen integrarse laboralmente en Salamanca están re-
La cuestión de los trabajado-
res inmigrantes marroquíes en
Salamanca se vuelve mucho más
compleja cuando observamos la
situación de las mujeres dentro
esta comunidad.
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partidas, en su mayoría, entre el sector de servicios y de
hostelería. Para este estudio, siete de las entrevistadas
afirmaron que ya trabajaron o trabajan como internas,
siendo este el tipo de trabajo el más accesible para ellas,
y de este universo apenas una reveló estar trabajando
con contrato. La precariedad de las condiciones labora-
les llega al extremo de provocar un descenso de la mano
de obra en la economía sumergida, sin ninn tipo de
contrato y por un sueldo irrisorio, en ocupaciones poco
atractivas para la población local. Esta realidad termi-
na por afectar directamente a los diversos colectivos
de inmigrantes residentes en Salamanca, entre ellos los
marroquíes.
La situación aquí descripta se ve reejada en alguno
de los testimonios de las trabajadoras marroquíes, como es
el caso de Hassania, 22 años, que dejó su país junto con su
hermana mayor, hace poco más de un año en búsqueda de
unas condiciones materiales de vida me-
jor en España. A Hassania Salamanca
le pareció una ciudad muy difícil”
para encontrar empleo:
Aqen Salamanca, trabajo muy difí-
cil… casi siempre sin papeles… Yo tra-
bajé en un bar, en la cocina, tres me-
ses, que no me gustó nada… Y luego
como interna, siete meses… Pero ahora
mismo no tengo trabajo, estoy buscando,
pero… está muy difícil, más que antes…
17
La misma percepción tiene Narima, de 38 años, natural
de Maknas, y aunque se muestra satisfecha por haber con-
seguido un trabajo luego de su llegada a Salamanca, sabe
que la realidad de la mayoría de los marroquíes es dura,
incluyendo la de su pareja:
(…) (Él) trabajaba en Marruecos, tenía una furgoneta,
pero aquí nada… no trabaja de nada. Ha pasado dos años
durmiendo sin trabajo, sin nada, sufriendo
18
El relato de Narima reeja la situación de crisis en la que
se encuentran miles de ciudadanos en Marruecos, algu-
nos en situaciones más difíciles que otros, y que ven en
Europa la única alternativa que les queda para mejorar su
condición de vida, creyendo que encontrarán del otro lado
de la frontera las oportunidades que su propio país les ha
negado. La llegada discreta de los marroquíes a Salaman-
ca viene poco a poco cambiando los ambientes, el paisaje
urbano, y esto se hace evidente sobre todo en la capital de
la provincia.
La elección de Salamanca y el proceso de
asentamiento en la capital
Los inmigrantes que escogen la ciudad capital para
asentarse, lo hacen porque esta transmite la imagen de ciu-
dad con una buena calidad de vida, y es, especialmente, un
núcleo más asequible, sin problemas de movilidad y con
pisos de alquiler
19
con precios relativamente económicos.
No suelen llegar a Salamanca como primera escala, sino
tras otras experiencias, y son casi excepcionales los casos
en que esta región ha sido escogida en primera instancia
para jar su residencia. La permanencia no es, ni mucho
menos, usual. Por no poseer un parque industrial capaz
de absorber la mano de obra que llega de fuera, las di-
cultades a la hora de buscar trabajo son múltiples, lo que
hace que muchos de los que llegan a Salamanca, decidan
marcharse otra vez a tierras que ofrezcan mejores opor-
tunidades. Quienes llegan a Salamanca por lo general, lo
hacen atraídos por la ilusión de que en
Salamanca encontrarán empleo, por
la residencia en la ciudad de algún
familiar, o bien por las universida-
des que hacen famosa a la ciudad. En
este sentido la historia de Sanae es
sugerente, ya que siendo estudiante
de Derecho abandonó Rabat, la ciu-
dad de donde es originaria y decidió
llegar a Salamanca a sus 32 años para
buscar mejores condiciones de vida:
Vine a Salamanca, porque aqvivía mi tía. El primer tiem-
po he vivido con ella. No hubiera podido ir a otra ciudad
porque vine con mi hija.
20
Sanae ha traído a Salamanca a parte de su familia. Aunque
las oportunidades de trabajo no aparecen y su marido per-
manece del otro lado de la frontera, la joven no piensa en
regresar por el momento. Pese a las dicultades vividas
en España, la demostración del fracaso por tener un pro-
yecto de migración que parece haberse frustrado, muchas
veces es reprimida por los aquellos que dejaron Marrue-
cos, ya que la idea del retorno al país de origen en estas
condiciones es equivalente a la vergüenza, de este modo,
muchos se niegan a volver. Sobre la llegada de su madre,
Sanae cuenta que:
Mi madre llegó hace cuatro meses. Cuando llegó mi madre
creía que había trabajo, que había de todo, pero después,
viviendo aquí, vio lo que hay y se siente muy mal, le ha de-
cepcionado, porque en Salamanca es difícil, no sé, porque es
una ciudad de estudiantes universitarios, pero para trabajar
La llegada discreta de los ma-
rroqes a Salamanca viene poco
a poco cambiando los ambientes,
el paisaje urbano, y esto se hace
evidente sobre todo en la capital
de la provincia.
53
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nada, si no hay una persona mayor o un restaurante no pue-
des trabajar
21
Sanae al narrar su experiencia y la de su familia, nos remite
una vez más a la cuestión sobre la visión preconcebida del
país de destino, a la percepción que se tiene del país ele-
gido para emigrar, visión que muchas veces en casi nada
se condice con la realidad. Sanae, al expresar los motivos
que la hicieron dejar a su marido y venirse a Salamanca,
admite:
En Marruecos, cuando la gente que vive en España va de
vacaciones, vuelven con unos coches, que ¡madre mía!…
con un montón de regalos para la familia, para los amigos…
y yo también miraba a mis vecinos que viven en España y
pensaba: también quiero ir a vivir allí. Yo
también quiero ver esto de que la gen-
te habla y que veo en la televisión.
Pues, como tenía un tía aquí, decidí
venir
22
A pesar de los problemas para en-
contrar empleo, suelen llevar en con-
sideración los lazos previos de amis-
tad y/o familiares ya asentados en la
ciudad, lo que hace que el proceso de
acogida y la posterior adaptación se
haga de forma menos traumática.
En lo que se reere propiamente a la bús-
queda de empleo, los inmigrantes marroquíes sufren las
mismas penurias por las que suelen atravesar otros colec-
tivos de inmigrantes, aunque de modo general, su situa-
ción se torna especialmente más compleja ya que, aunque
preeren no explicarlo, se sienten culturalmente diferentes
y esto juega en contra de los que desean emplearse, toda
vez que sienten que pierden espacios que parecen ser ocu-
pados en exclusividad por los inmigrantes latinoamerica-
nos, sea por tener el mismo idioma, sea por la proximidad
cultural. Una modesta ampliación de las oportunidades
laborales operará en el mismo sentido debido a la escasa
oferta de empleo, los inmigrantes marroquíes se concen-
tran en sectores especícos, según nos muestran algunos
estudios estadísticos. En la capital, los hombres se dedican
especialmente a la construcción y al comercio, y las muje-
res, en su mayoría, se reparten entre el sector de servicios y
en el servicio doméstico, trabajando como asistentes, lim-
piadoras de hogares y acompañantes de mayores, muchas
veces como internas, tal como lo han expresado algunas
de las entrevistadas. Los relatos de las entrevistadas son
unánimes cuando narran la dicultad a la hora de inte-
grarse laboralmente en la capital salmantina. Las historias
de Sanae, Fátima y Saadia son ejemplos de la realidad de
decenas de marroquíes residentes en Salamanca. Sanae
narra su propia experiencia de trabajar en el servicio do-
méstico:
Nunca pensé en mi país que iba a trabajar en ese trabajo
porque estuve estudiando Derecho y tengo dos años de in-
formática, es otra cosa, y de trabajar en casa, es otra cosa…
es otro mundo, peor, cada persona como piensa, es la dueña
de la casa, te dice que haces esa cosa y hay que hacerla, sin
decir otra cosa, porque es su trabajo. Nunca, nunca, nunca
he pensado que iba a trabajar en una casa…
23
El mismo sentimiento de decepción y resignación demues-
tra tima,
24
una marroquí de 28 años, na-
tural de Sidi Slimane cuando relata so-
bre esta cuestión. tima se muestra
decepcionada con el modo en que se
reveló la realidad en Europa:
Antes de venir aquí, pensé: cuando lle-
gue tendré un trabajo bueno, una vida
bien, no como trabajadora de hogar,
como aquí… En Marruecos yo trabaja-
ba como técnica, como enfermera, y
no me siento bien trabajando en esto
ahora. Ahora estoy buscando una ma-
nera para estudiar, para mejorar mi vida…
porque ahora yo validar mi titulo, ahora estoy intentando
para validarlo
25
Los llamados inmigrantes sin papeles experimentarán
aún más duramente su falta de opciones. Por eso, a pesar
del Plan Integral de Inmigración dispuesto por la Comu-
nidad de Castilla y León para absorber la mano de obra
inmigrante, no todos consiguen acomodarse y establecer-
se de manera denitiva.
La intermediación de algunas organizaciones sociales
como la Cruz Roja o Cáritas, tal como arman la mayoría
de los entrevistados, resulta fundamental en el proceso de
integración. Las redes sociales en este aspecto juegan un
papel clave para los inmigrantes recién llegados, ya que a
través de estas pueden lograr, con un poco menos de di-
cultades, insertarse en el mercado laboral local, así como
también establecer nuevos vínculos de relaciones sociales.
El relato de Saadia ayuda a comprender mejor la impor-
tancia de las redes sociales formadas por las organizacio-
nes y por los miembros de su comunidad. Al describir el
proceso por el cual pasó hasta encontrar empleo, Saadia
Los relatos de las entrevista-
das son unánimes cuando narran
la dificultad a la hora de integrarse
laboralmente en la capital sal-
mantina. Las historias de Sanae,
tima y Saadia son ejemplos de
la realidad de decenas de marro-
quíes residentes en Salamanca.
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sostiene que por indicación de otros inmigrantes acudió
a la Cruz Roja y a Cáritas en búsqueda de ayuda y también
a un convento de monjas de la ciudad, las cuales muchas
veces encaminan a las trabajadoras inmigrantes a empleos
con personas mayores, para trabajar como internas. Saadia
explica entonces:
En los primeros tiempos fue muy difícil, eh... Luego bien, co-
nocí muchas chicas de Marruecos, y una cubana llamada Fá-
tima y una española, Verónica que me ha ayudado mucho,
me ha regalado un plano de España para intentar encontrar
trabajopero muy difícil, primero por el idioma… Yo busqué
trabajo dos meses… y ahora conseguí trabajo como interna,
con contrato, todo, todo.
26
Lo más complicado es siempre el comienzo. Son muchos
los marroquíes recién llegados que atra-
viesan por fases de decepción y desen-
cantamiento. Lo que suele pasar en la
mayoría de los casos, es la falsa ilusión
de que al llegar a su destino encontra-
rán un trabajo, que será fácil” ya que
la oferta en España es abundante, y
luego se enfrentan a la situación de la
escasa posibilidad de empezar a traba-
jar pronto, especialmente, en ciudades
como Salamanca, que como ya se ar-
anteriormente, posee un limitado
mercado laboral. Sobre esta cuestión Sa-
nae expresa sus desencantos sucesivos:
Yo ahora, tengo un trabajo, pero no es jo, jo, si no más o
menos… porque la niña ahora está en la guardería. He tra-
bajado con una señora mayor, cuidando dos horas más o
menos… pero fue una señora muy, muy maja conmigo, pero
ahora está muerta... era muy mayor, tenía 92 os. Nunca
pensé en mi país que iba a trabajar en ese trabajo
27
A todas las dicultades que puedan surgir, todavía se suma
la grave situación del trabajo sin papeles en regla, o sin un
contrato, condición esta que lleva a muchos inmigrantes,
marroquíes (o no), a tener que aceptar cualquier empleo
sin otra alternativa. Saadia tiene 34 años y es técnica en
refrigeración y actualmente trabaja como interna; al rela-
tar su experiencia personal termina por señalar las di-
cultades que los marroquíes pueden tener para llegar a la
península de manera legal y revela que como ella muchos
tuvieron que pagar por su propio “contrato de trabajo, sin
embargo, al llegar a España su supuesto “jefeno la quiso
contratar:
Cuando llegué pasé once días trabajando apenas y el jefe al
nal no me contrata como su trabajadora… Pienso que para
los hombres parece más fácil inmigrar legalmente, pero para
las chicas, no
28
En este sentido se debe destacar la falta de interés de muchos
empresarios de la región en regularizar la situacn laboral
de sus trabajadores, ya que esto les implicaría un gasto adi-
cional y una complicación extra. De esta forma, tales con-
diciones abren espacio para situaciones de evidente explo-
tación de este colectivo que se vuelve entonces doblemente
vulnerable. Son trabajadores que llegan a realizar distintos
tipos de tareas por más de doce horas al día, percibiendo
salarios muy inferiores a la media de los trabajadores na-
cionales.
29
A esta cuestn del salario hay que añadir que los
inmigrantes trabajan sin ver sus derechos laborales garanti-
zados, por ejemplo por no estar dados de
alta en la Seguridad Social.
Hace falta coraje para mantener-
se. Mujer y sin papeles, relata Sanae,
para explicar su propia experiencia
en procurar conseguir un trabajo en
la ciudad, conrma las dicultades
existentes en este proceso, doblemente
penoso para aquellos inmigrantes que
no están regularizados:
Vine a buscar una vida mejor que en
Marruecos, aquí. Busco trabajo pero no en-
cuentro. Es muy difícil encontrar porque yo no tengo papeles.
Tengo una niña pequeña y no donde dejar la niña para
buscar un trabajo. (…) Quiero hacer unos cursos, pero si no
tienes papeles no puedes hacer nada, esto es un problema…
sin papeles es un poco difícil… Hay veces que me siento muy
mal, ese sueldo no hace nada, porque trabajo cinco horas pero
no gano nada, no cada día, tres días a la semana, pero para
una niña… yo no pago luz ni nada, pero fatalporque ese
dinero no vale nada, porque todo es caro y la niña quiere,
quiere y quiere… Pero, de verdad es muy difícil… como va
a ser, no lo sé… Muchas veces pienso en volver a Marruecos,
pero vuelvo a pensar otra vez, quiero mejorar mi vida y de mi
na, pero no para mi, para mi niña. Pero sigo fatal… Pienso
siempre, estoy llorando todos los días, no sé que voy a decir
las cosas van a peor
30
Con relación al tema laboral también Asmae explica lo difí-
cil que ha sido para ella también encontrarlo:
El trabajo es un poco complicado, es muy difícil. Tuve mu-
chas cosas malas del trabajo pero bueno, gracias a Dios que
A todas las dificultades que
puedan surgir, todavía se suma la
grave situación del trabajo sin pa-
peles en regla, o sin un contrato,
condición esta que lleva a muchos
inmigrantes, marroquíes (o no), a
tener que aceptar cualquier em-
pleo sin otra alternativa.
55
Revista de Historia OralRevista de Historia Oral
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últimamente ya tengo mi negocio propio. Pero hay que luchar
mucho, hay que buscar mucho, pero poco trabajo, muy poco
trabajo. Pues la primera cosa del trabajo es que si eres extran-
jero no lo acepta. Lo segundo, es que tienes que trabajar unos
trabajos de los peores. No puedes trabajar en un trabajo que
es muy bien, con contrato, o buenas condiciones, es muy raro
y digo yo pues, para encontrar un trabajo es muy difícil. Para
que sea un trabajo con condiciones pues casi nada…
Pregunta: ¿Y por ser mujer es más complicado?
Seas hombre o mujer me parece que es igual, depende de las
personas. De las mujeres por ejemplo podemos encontrar mu-
chos trabajos, pero no puedes trabajar porque son trabajos de
mala calidad o eso. Lo que te ofrecen siempre… me parece que
para los hombres hay más dicultad, para los chicos es peor.
Las chicas pueden, de estar en casas, tra-
bajando en casas y eso, lo que pasa es
que trabajas demasiado, cobras menos,
ni seguridad social, ni te pagan la segu-
ridad social ni nada, y eso no puede ser,
todo de negro, y eso no puede ser. Estás
trabajando pero no estás trabajando,
no tienes derecho de nada.
Pregunta: ¿Y en qué has trabajado
desde que has llegado a España?
Bueno, cuando llegué estuve trabajando en Toro
31
en un res-
taurante, fenomenal, muy bien, con una familia estupenda.
Lo que pasa es que sin contrato también, aunque la familia
es muy buena familia, pero sin contrato. Y son muchas cosas
como cuando estuve embarazada, cuando tuve que dar a luz,
pues cuando esto, no tenía ningún derecho.
32
Asmae, como otros ciudadanos marroquíes en España no
puede acceder a los benecios del Sistema Nacional de Em-
pleo por no estar en condición regular. Todo esto se trans-
forma en un rculo vicioso en el que el inmigrante siente
que su condicn no cambia pero se niega a regresar a su
país a la espera de una transformación, los empresarios no
quieren contratarlos o si les dan trabajo, por carecer papeles,
sus derechos laborales se ven disminuidos, y tampoco pue-
den acceder al sistema estatal justamente por estar fuera de
toda regla. Por otra parte, y si los inmigrantes se encuentran
en situación irregular se suma a la inestabilidad antes men-
cionada, la sensación que los propios inmigrantes tienen de
indefensión. Es común escuchar de boca de un inmigrante
sin papeles la expresión: “Si no tengo papeles, no tengo dere-
chos, cuando sus derechos están o deberían estar garanti-
zados, aún cuando no cuenten con sus papeles en regla. He
aquí el relato de Sanae al expresar las dicultades por las
cuales pasa por ser una “sin papeles”.
Quiero hacer unos cursos, pero si no tienes papeles no puedes
hacer nada, esto es un problema… sin papeles es un poco di-
fícil (…)
Pregunta: ¿Conoces cuáles son tus derechos?
No tengo derechos, porque no tengo papeles… porque no ten-
go derecho de hacer algo, si estoy trabajando o no estoy tra-
bajando es igual.
Pregunta: Pero si trabajas, tienes tus derechos como tra-
bajadora…
¿Derechos de qué? Sí, como trabajado-
ra, sí, pero otra cosa no
33
Entre la adaptación
y la integración
Por todas las dicultades que en-
frentan al intentar conseguir empleo y
consecuentemente asentarse en la ciu-
dad es que, casi de forma natural, los
inmigrantes recién llegados tienden a
contactar con sus compatriotas, que fun-
cionan como pieza clave en la ayuda para lograr la inser-
ción laboral y social. Este, en verdad, es uno de los factores
coadyuvantes a la concentracn de este colectivo en barrios
salmantinos especícos, haciendo que, consecuentemente,
proliferen en estas regiones de la capital los negocios diri-
gidos por los propios marroquíes, destinados no solo a su
propia comunidad sino tambn al resto de la poblacn.
Una de las cuestiones que salen a relucir de los testi-
monio de los inmigrantes marroquíes en Salamanca, se vin-
cula con la identicación que estos tienen entre sus pares,
sean inmigrantes pertenecientes a otros colectivos, o sean
inmigrantes marroquíes. Para el caso de este último colecti-
vo, en el barrio de Garrido se observan claras señales iden-
titarias: una carnicería halal
34
regentada por ciudadanos de
Marruecos y una mezquita, la primera, con que cuenta la
ciudad de Salamanca. Ambos factores clave en el proceso de
adaptación en la capital y que ayuda en gran medida al pro-
ceso de armación identitaria en una ciudad culturalmente
muy distinta a la de cualquier ciudad de Marruecos. La car-
nicería fue abierta a mediados de 2006, por un propietario
de origen marroquí y sirve no solo a esta colonia, sino a to-
dos los musulmanes residentes en Salamanca, la única en la
Es común escuchar de boca
de un inmigrante sin papeles la
expresión: “Si no tengo papeles,
no tengo derechos, cuando sus
derechos esn o deberían estar
garantizados, aún cuando no
cuenten con sus papeles en regla.
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Voces Recobradas
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ciudad que ofrece el tipo de carne halal consumida por los
musulmanes. Esta carnicería, a diferencia de las decenas de
otras existentes en la región, puede ser considerada como un
signo de la consolidación de la presencia de los marroquíes
en la capital salmantina. Demuestra por un lado la rear-
mación cultural de una población que busca la integración
no por medio de la asimilación sino de la preservación
de sus propios valores culturales, y por otro, la preservación de
la entidad de un colectivo que pide espacios propios.
La mezquita, por su parte, es otro símbolo n s
importante y representativo de este colectivo étnico en la
ciudad. Su presidente, Abdallah, explica que la apertura
del centro religioso se produjo recientemente, en octubre
de 2006, y destaca la importante función social de esta, no
solo como sitio para la profesión de la relign islámica,
sino también como espacio de socialización y de encuentro
de los ciudadanos marroquíes en la capital salmantina. La
mezquita se convierte entonces en una
sede social, al no contar la Asociación
Marroquí local con un lugar propio de
reunión.
Estas señas de identidad se obser-
van en un doble sentido: hacia afuera
del grupo la identicación del colec-
tivo con una religión distinta a la de
la sociedad de acogida. Pero tambn
intenta cohesionar al propio colectivo,
(aunque no siempre lo consigue con
éxito) ya que les permite encontrarse y bus-
carse en un espacio pensado no solamente para satisfacer
una demanda religiosa, sino también como un lugar al que
los recién llegados pueden asistir para entrar en la red social
del colectivo. No caben dudas de que no es la única manera
de asentarse en un espacio nuevo para los recién llegados,
pero estos saben que al existir un templo encontran allí a
compatriotas que podrán asesorarles, guiarles o ayudarles.
Con todo, a pesar de la incontestable importancia de
la mezquita para el colectivo marroquí, una parte impor-
tante de este ha sido dejada fuera en cuanto a la participa-
ción en las reuniones religiosas realizadas allí: “las mujeres.
Las marroquíes, al ser preguntadas sobre el signicado de
la mezquita en sus prácticas religiosas y en su día a día, han
expresado decepcn y cierta resignacn al comentar que
fueron excluidas del acceso al templo. Las informaciones
obtenidas de las marroquíes entrevistadas para este trabajo
revelan que los hombres, aún fuera de su país de origen, si-
guen siendo los elementos dominantes de la mayoría de los
espacios sociales, como la propia mezquita. Nariman expo-
ne que:
Tiene una mezquita aquí peromuy pequeña, solo para
hombres, mi marido reza allí, yo no. En Madrid sí, tiene
para mujeres y hombres.
35
Lo mismo cuenta Saadia quien arma que el lugar es muy
pequeño, está muy alejado y es solo para los hombres. De esta
forma, se puede observar que la participación de la mujer
es casi nula en el sentido de tomar parte de aquel espacio
religioso, quedándose relegada apenas a sus hogares.
Otra dicultad enfrentada por el colectivo marroquí se
reere a la cuestión de la discriminación. Aunque algunos
inmigrantes se rehúsen a admitir hablar sobre el problema
del racismo en España, en algunas oportunidades dejan es-
capar en una u otra armación de que ya han vivido ciertas
situaciones en las cuales se han sentido rechazados por
el hecho de ser marroquíes, musulmanes, o que han sido
tratados despectivamente como moros. El relato de tima
es un ejemplo que ilustra este lado de la
inmigración en Salamanca. Esta ma-
rroquí admite que todavía le queda un
largo camino para que se sienta acogi-
da e integrada al exponer que:
Salamanca está bien para mí, tranqui-
la… pero no buena suciente… falta
la familia, las costumbres, muchas co-
sases mucho diferente Marruecos y
España… diferente… mi religión, mi
costumbres y todola mirada de la gente a
la calle... porque llevamos el pañuelo, hay personas que me
preguntan… las personas me preguntan. La gente me mira
mal… La gente aquí tiene idea falsa… no todos somos terro-
ristas, la gente piensa que las musulmanas que llevan pañue-
los no son buenas… pero hay mucha gente musulmana que
tiene nivel cultural altoAquí no tengo amigas españolas,
tengo conocidas, amigas, amigas no. Mira, el otro día… un
problema de esto. Fuimos con la con la familia que trabajo en
la Plaza Mayor para ver una esta, ¿me entiendes? Y un chi-
co no le gus, no quería que nosotros estemos adelante para
ellos. Hay muchas personas racistas aquípero lo dejamos, y
ya está… Nosotros no podemos quitar el pañuelo para otros.
Para la integración, como somos musulmanas, somos ára-
bes, y ya está, no podemos cambiar. Para vivir aquí pienso
que es importante el idioma. Nuestro religión tiene una cosa
buena: las mujeres tienen que estudiar, tienen que trabajar,
tiene todo derechos. Pero las mujeres no como aquí, con la
ropa aquí… arriba (corta). Para mí la diferencia entre espa-
ñolas y marroquíes es muy grande, la manera de vestirse, la
mirada para la vida (…)”
No caben dudas de que no es
la única manera de asentarse en
un espacio nuevo para los recién
llegados, pero estos saben que al
existir un templo encontrarán allí
a compatriotas que podrán aseso-
rarles, guiarles o ayudarles.
57
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57
El tema del velo hace visible a la mujer musulmana y en este
sentido la trabajadora marroquí siente el peso de la discri-
minacn cuando decide utilizar esta seña identitaria, n
cuando en Marruecos no la usara. Saadia explica su propia
situación:
Antes yo no ponía el velo, mira… yo cuando entré en Espa-
ña decidí ponerlono porque, pero aquí me encanta po-
nerlo. Es mi religión, yo soy una chica musulmana y siempre
seré, aq, en Francia, en India, ¿me entiendes? Siempre seré
Saadia, una chica árabe. Necesito guardar estas cosas, mi
personalidad, ¿sabes? Yo puedo vivir aquí… puedo cambiar
muchas cosas en mí, pero hay cosas que no. (…) Siento que
la gente me mira mal… yo tengo una satisfaccn en ponerlo
aquí en España, esto mi religión, y respecto mi religión muy
bien. La gente ve mi religión muy mal, pero mi religión es muy bue-
na, muy buena. Para mi religión la gente somos iguales, no
hay diferencia entre la gente, no hay di-
ferencia si es blanco, negro, amarillo...
¿Me entiendes? Somos todos iguales, la
diferencia que hay es cómo cada uno
practica su religión.
Un dato signicativo en lo que con-
cierne al proceso de integración ob-
tenido a través de las encuestas reali-
zadas con diversos grupos nacionales
sobre redes de apoyo, a la hora de bus-
car trabajo, los marroqes arman acudir
mucho más frecuentemente a otros inmigrantes, en un 81%
de los casos, que a los espoles, incluso cuando se trata de
españoles amigos, un 33%. El proceso de integracn solo
es posible si nace de las dos partes implicadas: el nacional
del país y el del inmigrante, y el resultado surge del esfuer-
zo de ambas partes, y no puede ser considerado como un
proceso unilateral. La integración por lo tanto, y de acuerdo
con los entrevistados para el presente trabajo, tiene mucho
más que ver con el respeto a la presencia del otro, con la to-
lerancia y con la voluntad de ambas partes de querer acoger
al que llega, por un lado, y dejarse ser uno más, por otro.
En este punto cabe mencionar a dos instituciones que en el
caso del colectivo marroq en Salamanca son importantes
y por cuestiones de espacio no me detendré en su análisis.
Por un lado la Asociación Marroquí que data de 1997 pero
que, según la mayoría de las entrevistadas mujeres no cum-
ple satisfactoriamente su cometido, llegando incluso, algu-
nos testimonios, a desconocer su existencia. Por otro lado el
papel de las ONG tal como lo he mencionado más arriba,
resulta fundamental en el proceso de adaptación e integra-
ción en la sociedad de acogida, en especial la Cruz Roja y
Cáritas, que funcionan como verdaderos centros de acogida
impartiendo cursos, asesorando a los recién llegados y pro-
curando establecer vínculos entre los distintos inmigrantes
de los diferentes colectivos.
36
Conclusiones
A partir de los testimonios recogidos, puedo armar
que el proceso de integración que vive el colectivo de traba-
jadoras marroquíes en Salamanca en los primeros años del
siglo XXI es complejo y conictivo.
En lo que se reere al tema del empleo, las mujeres
marroquíes pasan por un proceso de desencanto en lo que
respecta a la idea que estas tenían antes de llegar a Sala-
manca y a la realidad con la que se enfrentan una vez que
se encuentran en la ciudad. Al llegar se enfrentan con una
realidad que no imaginaban como ser un mercado laboral
limitado, y donde el empleo que les espera no se condice
muchas veces con la formación que traen
desde Marruecos. Los trabajos desti-
nados a las trabajadoras marroqes
en Salamanca mayoritariamente son
en el área de servicios, trabajando mu-
chas veces como internas, lo que les
genera cierta desilusión. La imposibi-
lidad de regularizar la situación legal o
la negativa de los patrones a rmarles
un contrato de trabajo es un obstáculo
más en el camino del desarrollo y la in-
tegracn buscada. Se sienten doblemente
vulnerables respecto a los trabajadores masculinos del mis-
mo colectivo, toda vez que al tiempo de tener que trabajar,
aquellas mujeres que tienen familia, deben ocuparse de la
misma y de buscar un empleo para mantenerse, con salarios
magros y condiciones laborales difíciles.
Desde el punto de vista de la integración, la relación
con la sociedad de acogida no es menos compleja. Desean
establecer relaciones más estrechas con la sociedad sal-
mantina pero sienten que existe una barrera cultural que
les impide el proceso de integracn a partir del idioma, la
acentuada diferencia cultural y religiosa. Son conscientes de
la importancia del idioma y del respeto por la cultura y los
hábitos locales, con todo, esto no quiere decir que niegan los
suyos propios para absorber los de la sociedad de acogida.
Demandan respeto a su religión, costumbres y tradiciones.
En este sentido el uso del velo, para algunas de ellas pasa a
ser una señal fuerte de identidad, de rearmación de su cul-
tura y religión. Al mismo tiempo establecen sus relaciones
sociales más estrechas, en su gran mayoría, con sus paisanas,
por el mismo bagaje cultural y religioso, por el idioma y por
compartir semejantes experiencias de vidas y necesidades.
El proceso de integración solo
es posible si nace de las dos par-
tes implicadas: el nacional del país
y el del inmigrante, y el resultado
surge del esfuerzo de ambas par-
tes, y no puede ser considerado
como un proceso unilateral.
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La amistad cercana con españoles suele ser menos común,
sin embargo, esto no implica la formación de “guetos.
Su presencia en la sociedad salmantina es cada vez más
visible y el crecimiento del colectivo marroquí cuantitati-
vamente les ha generado la necesidad cada vez mayor de
poseer espacios propios, como la carnicería halal, la mez-
quita y la Asociación marroq. En lo que se reere a la
mezquita, existe, en las mujeres marroqes entrevistadas,
un cierto sentimiento de exclusión y resignación en cuanto
a que no pueden acceder, toda vez que este espacio de culto
tiene el acceso permitido solo a los hombres. Con respecto a
la Asociacn conrman la inecacia de su acción ya que la
mayoría de las entrevistadas arman desconocer su existen-
cia y deben recurrir a organizaciones locales para satisfacer
sus demandas en el proceso de integración y búsqueda de
empleo, como Cáritas o la Cruz Roja de Salamanca.
la llegada de marroquíes se ha intensicado en los últimos años.
9
Ibídem, p.211.
10
Fuente: INE.
11
Bernabé López García, “La evolución de la inmigración marroquí en
España (1991-2003)” en AA.VV. Atlas de la inmigración marroquí en
España. Madrid, Universidad Autónoma de Madrid, 2004. p. 214.
12
Saadia (19 de mayo de 2008).
13
AA.VV. La inmigración en Castilla y León tras los procesos de
regularización: Aspectos poblacionales y jurídicos. Valladolid, Editorial
Consejo Económico y Social de Castilla y León., 2006, p.364.
14
Hay que tener en cuenta que el proceso de regularizacn de 2005 hizo que
aorase y pasase a gurar en los datos estasticos un importante número de
inmigrantes que anteriormente vivían en situación irregular. Observamos,
por ejemplo, la cifra de 565 inmigrantes empadronados en Salamanca en
2003, en contraste con los 1.004 de 2006, lo que indica que la cifra se ha
duplicado en el lapso de tres años. Esto, como ya he armado, no quiere decir
que la poblacn marroquí necesariamente duplicara sumero, aunque
aumentó el número de empadronados en el ayuntamiento.
15
Testimonio de Saadia. Entrevista realizada en marzo de 2009 en la
ciudad de Salamanca.
16
Es importante destacar que las cifras presentadas pueden acercarse a la
realidad pero no son absolutas, puesto que un factor que se debe tener
en cuenta es que muchos de los inmigrantes residentes en Salamanca no
están empadronados o simplemente, muchos ya no viven en la ciudad
y no se han dado de baja en el Padrón municipal. De este modo las
cifras aquí presentadas y analizadas sirven apenas para aproximarse a
la realidad en cuanto al crecimiento poblacional de este colectivo en la
capital salmantina, siendo consideradas, más bien, uctuantes.
17
Testimonio de Hassania. Entrevista realizada en marzo de 2009 en la
ciudad de Salamanca.
18
Testimonio de Narima. Entrevista realizada en marzo de 2009 en la
ciudad de Salamanca.
19
En España el término piso se reere a los departamentos.
20
Testimonio de Sanae. Entrevista a realizada en abril de 2008.
21
Ibídem.
22
Ibídem.
23
Ibídem.
24
Testimonio de Fátima. Entrevista del 20 de noviembre de 2008.
25
Testimonio de Fátima. Entrevista de marzo de 2009 en la ciudad de
Salamanca.
26
Testimonio de Saadia. Entrevista realizada en marzo de 2009 en la
ciudad de Salamanca.
27
Testimonio de Sanae. Entrevista realizada en abril de 2008 en la ciudad
de Salamanca.
28
Testimonio de Saadia.
29
Cabe destacar que en la mayoría de los casos un trabajador inmigrante
gana en promedio el salario mínimo y con dicultades llegan a cubrir sus
necesidades básicas.
30
Testimonio de Sanae.
31
Asmae hace referencia a la ciudad zamorana de Toro.
32
Testimonio de Asmae. Entrevista realizada en abril de 2008.
33
Testimonio de Sanae.
34
Se entiende por halal la carne permitida según el ritual musulmán del
abate del animal.
Notas
————— ————— ————— ————— ————— ————— ————— ———
1
Estudiante del programa de Doctorado: Pasado y Presente de los
Derechos Humanos” de la Universidad de Salamanca, miembro de Tercer
Ciclo del Centro de Estudios de la Mujer de la Universidad de Salamanca
(CEMUSA).
2
José Chamizo: El impacto de la inmigración, en movimientos de personas
e ideas y multiculturalidad, Vol. II. Bilbao, Universidad de Deusto, 2004.
3
Este concepto ha dado marco a la muestra itinerante sobre inmigración
realizada por la Fundación Largo Caballero, presentada en la ciudad de
Salamanca en septiembre de 2006.
4
Hablo de testigos como los entiende Jelín en una de las acepciones
en el campo de la historia oral: aquellas personas que han vivido una
experiencia y pueden en un momento posterior narrarla, dar testimonio.
Véase Lorenz Carnovale y Pittaluga (comps.), Historia, Memoria y Fuentes
Orales, Buenos Aires, Edit. CEDINCI, 2006
5
Estimo conveniente mencionar que la mayoría de las entrevistas fueron
realizadas gracias a la mediación de María del Carmen Benito Hernández
y Óscar García Gago, ambos educadores y dos de los responsables por
las actividades desarrolladas con los inmigrantes que acuden al “Centro
Social Baraka, perteneciente a Cáritas Diocesana de Salamanca.
6
Íbidem.
7
Véanse notas publicadas en los periódicos El Mundo y El País del 21 de
junio de 2008. Según los datos del INE, de los 46,06 millones de personas
empadronadas en España, al de enero de 2008, 5,22 millones son
extranjeros, de los cuales 3,1 son ciudadanos extracomunitarios. Entre
el colectivo de extranjeros no comunitarios, los ciudadanos marroquíes
son los más numerosos (644.688), seguidos de los ecuatorianos (420.110)
y los colombianos (280.705).
8
La cuestión de la cercanía geográca es sólo un aspecto del ujo
migratorio entre Marruecos y España por lo que desarrollaré otros
aspectos no menos importantes en la búsqueda de las causas por las que
59
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59
35
Testimonio de Narinam. Entrevista realizada en el mes de marzo de
2009.
36
Por razones de espacio no me detendré en el análisis de estas cuestiones,
que sin embargo resultan fundamentales a la hora de estudiar la inserción
del colectivo marroquí en la sociedad salmantina.
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Fuentes orales
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Entrevistas realizadas a trabajadores y trabajadoras marroquíes como así
también a distintos mediadores interculturales del Centro Social Baraka
de Cáritas Salamanca. Todas las entrevistas fueron realizadas por Keila
A. Japiá.
Imagen de los productos de la carnicería marroquí.