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Voces Recobradas
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Voces Recobradas
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La Textil
Castelar,
una
historia emblemática
de la Argentina
reciente
Lucas Alberto
Georgieff y Rodrigo
Bernardo Vázquez
Dirección General
Patrimonio e Instituto
Histórico
Foto de la fábrica cuando estaba tomada por los trabajadores a meses del cierre. (
El Diario
de Morón, 30 de diciembre de 1995, Año V, N° 67).
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Revista de Historia Oral
Revista de Historia Oral
47
A
comienzos de la década de 1990, mientras el
país entraba de lleno en el menemismo, en la
zona oeste del conurbano bonaerense, más
precisamente en el partido de Morón, la textil
más grande del municipio comenzaba su crisis termi-
nal. Al mismo tiempo, en dicho partido bonaerense, el
mediático intendente Juan Carlos Rousselot empezaba
a convertirse en uno de los símbolos de la corrupción
neoliberal menemista.
¿Por qué el cierre de la Textil Castelar es una histo-
ria muy representativa de los 90? En primer lugar habría
que definir, o por los menos delimitar, qué significó his-
tóricamente esa década. Los 90, como todo tiempo de
rápida transformación, es una época de gran comple-
jidad, como asimismo una década de conmoción me-
diática. Para abordar estos años, existe una bibliografía
de carácter diverso en las que abundan
las distintas disciplinas, desde los
trabajos de historia política, social,
económica y cultural, hasta las más
variadas investigaciones periodísti-
cas. Pero predomina en todas ellas
un común denominador: la denun-
cia. Podemos encontrar historias
sobre negocios truculentos y mafias
o investigaciones y relatos sobre un
poder político corrupto y farandu-
lero. Sin embargo y sin lugar a dudas,
el mayor caudal de críticas a los cambios de los 90 pro-
vienen de los análisis socioeconómicos, de los cuales en
el presente trabajo tendremos en cuenta algunos, que
entendemos como más adecuados para conceptualizar
un contexto económico y social general de la década.
1
Por último, cabe mencionar que para analizar la si-
tuación social crítica del cierre de la Castelar en el con-
texto de las particularidades del partido de Morón en la
era menemista, hemos realizado seis entrevistas a siete
ex obreros de la textil y una entrevista a un periodista
de
El Diario
de Morón, medio de la zona oeste del Gran
Buenos Aires donde pudimos acceder a sus archivos y
será además una de nuestras principales fuentes escritas.
Las transformaciones de los 90
Los problemas económicos de los 90 se remontan al
quiebre del modelo de sustitución de importaciones de
mediados de los 70. En la década menemista ocurrió
una reestructuración regresiva de la actividad indus-
trial, con una cada vez menor participación de la in-
dustria en el PBI global y con la pérdida de uno de sus
principales atributos: su carácter de propulsor sobre el
resto de las actividades económicas. Además, el sentido
adoptado por la apertura comercial indujo a una impor-
tante desintegración de la producción fabril local deri-
vada de la creciente importancia que asumió la compra
al exterior de insumos o productos finales por parte de
las empresas industriales. Por otra parte, durante los 90
también se profundizaron dos cuestiones relacionadas, a
saber: una fuerte disminución en la cantidad de obreros
ocupados en la actividad y una creciente regresividad
en materia redistributiva. Otra tendencia de la dinámi-
ca sectorial en la etapa postsustitutiva es la creciente
concentración de la producción en torno a un conjunto
reducido de grandes empresas. Esta tendencia tuvo tal
magnitud que se llega al fin del siglo XX con una Ar-
gentina en la que las cien firmas de mayor tamaño de
la actividad industrial representan aproximadamente el
50% de la producción. Este incremen-
to del grado de oligopolización en el
sector está muy relacionado con la
capacidad que presentan las empresas
líderes para funcionar con gran auto-
nomía con respecto al ciclo económi-
co interno, lo cual se vincula al hecho
de poseer una importante capacidad
de respuesta contracíclica a través del
establecimiento de estrechos vín-
culos con los circuitos importado-
res y exportadores.
2
Con todas estas
tendencias se consolidaron, además, una articulación e
integración industrial a escala internacional, y por otro
lado, una desarticulación o desintegración industrial a
nivel local. Por todo lo dicho, bajo la administración
Menem se consolidó el objetivo socioeconómico funda-
mental de la última dictadura: el disciplinamiento de las
fracciones menos concentradas del empresariado y de la
(...) bajo la administración
Menem se consolidó el objetivo
socioeconómico fundamental de
la última dictadura: el disciplina-
miento de las fracciones menos
concentradas del empresariado y
de la clase trabajadora.
Vista lateral de la fábrica. Foto tomada en agosto de 2010 por
L. Georgieff.
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clase trabajadora. Justamente, el cambio en el mercado
laboral, con la disminución de la mano de obra ocupada
en el sector industrial, y en contrapartida, el aumento
de la ocupación en sectores de servicios o cuentapropis-
mo (ambos sectores con escasa o nula sindicalización) y
la pérdida de puestos de trabajo con la intensifcación del
drama del desempleo, fueron las claves de la tarea disci-
plinaria.
3
A grandes rasgos, se puede plantear que en la déca-
da de los 90 se consolidó el siguiente modelo industrial
en el país. Con un escenario internacional marcado por
la globalización productiva y fnanciera, en la estructura
empresarial del sector se produce un fuerte avance en la
centralización y concentración de los capitales, paralelo
a un proceso de privatización y extran-
jerización (o internalización) de la
actividad económica general. En la
Argentina menemista estos fenóme-
nos se dan en un contexto de polí-
ticas económicas que tienden a la
estabilización, la apertura comercial
y la desregulación. Con este esque-
ma industrial, una de las ramas más
dinámicas fue la automotriz, al tener
un régimen de promoción especial,
y los bienes durables de consumo; no
así importantes industrias de bienes de
consumo no durable como la rama textil. Por último, toda
esta estructura industrial generó un desempleo crónico,
que más allá de las etapas de estancamiento o crecimien-
to económico, persistió convirtiéndose en estructural.
4
Morón en los 90: el menemismo local
Una de las tantas formas en que se podría caracterizar a
los 90 es como una época en la que el poder, a través de
los medios de comunicación, buscó transmitir la idea
de una “fiesta infinita cuya caravana bailable estaba
siempre liderada desde la Casa de Gobierno”.
5
En ese
sentido, la figura de Juan Carlos Rousselot
6
en los 90 se
caracterizó por ser uno de los exponentes más repre-
sentativos del menemismo, y con una imagen que tras-
cendió los límites municipales. Por ejemplo, en 1994,
año en que cerró definitivamente la Textil Castelar, el
intendente de Morón pagó más de 200 mil dólares de
fondos municipales para desplazarse en helicópteros, a
pesar de que el distrito en su tramo más largo no es
mayor a diez kilómetros.
7
En síntesis, el gobierno de
Rousselot en esa década (de 1991 a 1998) estuvo sig-
nado por la corrupción y la violencia. Por ejemplo, en
julio de 1994,
El Diario
publica que el
medio sufrió el segundo atentado
en menos de dos meses. La nota en-
marca el hecho en una escalada de
“apretadas”, primero ocurrió el robo
de todos los elementos necesarios
para elaborar una publicación, he-
cho realizado a cara descubierta y a
plena luz del día; y segundo, el robo
de equipos de la redacción y dinero
en efectivo. En los dos hechos que-
daba claro que los autores actuaban
con total tranquilidad, como operando
en una zona liberada. Para el diario quedaban claras las
motivaciones políticas debido a que era uno de los me-
dios más críticos del gobierno municipal.
8
Todo esto ocurría en medio de una importante ex-
posición mediática del poder político local, en consonan-
cia con el perfl del Presidente de la Nación. Una de las
exposiciones mediáticas más recordadas del intendente
fue cuando en una misma semana concurrió a dos de
los programas más vistos de la televisión argentina, “Al-
morzando con Mirtha Legrand” y “Hola Susana”. En este
último, el show del intendente llegó a límites inusitados,
cuando se prestó a que en el living de la conductora, el
mentalista Tony Kamo le hiciera preguntas, mientras él
estaba en trance, de este carácter:
¿Es cierto que su capital
está a nombre de parientes y testaferros?, ¿Usted recono-
ce que hay corrupción en su gobierno?,
u otras pregun-
tas específcas de su gestión como el emblemático tema
del negociado para la instalación de las cloacas. A todas
ellas, el intendente, con un gran esfuerzo de actuación,
respondía con un tono uniforme y pausado, como estan-
do en trance, desligándose de cualquier responsabilidad
y en los momentos más emotivos hasta con lágrimas en
los ojos.
9
Cabe aclarar que toda esta operación mediáti-
(...) un municipio como Morón
con un claro carácter industrial
hasta aquel entonces, comenzó
por esos tiempos un acelerado
cierre de sus industrias que llenó
el paisaje de fábricas abandona-
das o en ruinas; dentro de ellas la
Textil Castelar.
Vista lateral de la fábrica. Foto tomada en agosto de 2010 por
L. Georgieff.
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ca se daba en momentos muy críticos de su gestión. En
el plano político, el partido de Morón estaba atravesado
como pocos por las internas peronistas,
10
y el intenden-
te buscaba sortear las diferentes acusaciones hacia su
gestión candidateándose para otros puestos políticos.
11
Todo esto ocurría en momentos donde el poder político
del partido, además, enfrentaba los confictos generados
por la gran transformación socioeconómica de los 90. En
ese sentido, un municipio como Morón con un claro ca-
rácter industrial hasta aquel entonces, comenzó por esos
tiempos un acelerado cierre de sus industrias que llenó
el paisaje de fábricas abandonadas o en ruinas; dentro de
ellas la Textil Castelar.
Asimismo, y en medio de una coyuntura apremiante
para los trabajadores, el poder político
del distrito tejía estrechos vínculos,
a través del peronismo, con los sin-
dicatos más importantes. Justamen-
te, ya para fnes de 1990, año en que
comienza a hacerse visible para los
trabajadores la crisis de la textil, el
titular de la CGT en Morón era Juan
Carlos Pérez, perteneciente a SE-
TIA
12
. Según su testimonio, un ex
obrero de la Castelar, que además
era delegado de ese sindicato, dice:
a
Rousselot, lo trae acá SETIA
.
13
La edad de oro
La industria textil nacional comienza a tomar una con-
figuración moderna a fines del siglo XIX, siendo una de
las pocas con un desarrollo tan temprano en una Ar-
gentina como la de aquel entonces, con un claro perfil
agroexportador. A partir de 1930, con la crisis capitalis-
ta mundial, los países desarrollados cierran sus econo-
mías, por lo que, países como la Argentina, debido a la
necesidad de sustituir importaciones, entran en una era
de crecimiento industrial generalizado.
En las décadas de 1930 y 1940, Morón es escena-
rio de la instalación de grandes industrias, dándole un
carácter fabril al municipio. Por ejemplo, algunos datos
que ilustran muy bien esta transformación en el mu-
nicipio son el gran crecimiento en el periodo de 1937
a 1954 del número de establecimientos industriales: se
pasa de 181 a 1457, y se triplica la población. En ese
contexto, la industria textil argentina tuvo a partir de
la década de 1930 un gran despegue, sin comparación
hasta aquel entonces. En Morón, durante este gran cre-
cimiento industrial, predominaron las actividades me-
talúrgicas y textiles. Entre las primeras cabe destacar
una de las fábricas más grandes de toda la zona oeste
del conurbano bonaerense, La Cantábrica
14
. Y en el ru-
bro textil, los siguientes establecimientos: Italar (funda-
da en 1935), Alfa (fundada en 1937 en un predio sobre
Vergara y Gaona, llegó a emplear cerca de 1300 traba-
jadores), y la que es objeto de estudio de este trabajo, la
Textil Castelar (fundada en 1941 sobre la avenida Zeba-
llos). Además en el partido de Morón se desarrollaron
una gran cantidad de pequeños talleres y empresas de
distintas ramas industriales.
La Castelar se ubicó en los terrenos pertenecientes
a Evelina Orsolini de Detry. En 1939 se comenzaron a
subdividir estos terrenos, como también sucedió con
propiedades aledañas que tal vez todavía eran quintas.
Posteriormente, se instaló en la zona
la VII Brigada Aérea (fines de la dé-
cada de 1940), se entubó el arroyo
Morón, se lotearon nuevos terrenos
y se habilitaron nuevas líneas de
transporte público. Pero, sin lugar a
dudas, la presencia de la textil desde
principios de la década de 1940 fue
un factor clave para el desarrollo de-
mográfico y urbano en las décadas
de 1940 y 1950.
15
Así nace la Textil Castelar, cuya
fecha de inauguración se supone es el
6 de enero de 1941.
16
Con el correr de las décadas se con-
vertirá en una de las más importantes industrias de Mo-
rón y en la textil más importante del municipio, con tres
turnos de producción continua y con 1500 trabajadores.
Tuvo su edad de oro desde la década de 1960 hasta prin-
cipios de los 70, momento de gran crecimiento de la fá-
brica a través también de la incorporación de tecnología
mediante la inversión en instalaciones y maquinaria.
17
Con el siniestro Proceso de
Reorganización Nacional, al co-
menzar la transformación econó-
mica y social que se completará
en los 90, la textil empieza con los
primeros problemas financieros
que tiempo más tarde llevarán a
su cierre definitivo.
Vista lateral de la fábrica. Foto tomada en agosto de 2010 por
L. Georgieff.
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El comienzo del fin: la Castelar entra en crisis
Con el siniestro Proceso de Reorganización Nacional, al
comenzar la transformación económica y social que se
completará en los 90, la textil empieza con los primeros
problemas financieros que tiempo más tarde llevarán
a su cierre definitivo. Según Alejandro Olmos Gaona,
quien continúa la causa que había impulsado su padre
para estudiar la deuda externa ilícita, la Castelar fue una
de las tantas grandes empresas que en 1982, a través de
distintas operaciones ilegales, se beneficiaron con los
regímenes de seguro de cambio, lo que les permitió a su
vez autoprestarse y luego transferir sus deudas al Estado
en complicidad con bancos extranjeros.
18
Sin embargo, el tema acuciante de la época de la
dictadura es la represión en las fábricas y en los barrios;
al respecto, en las entrevistas no surge ningún dato con-
creto, como si en la textil y en el barrio el clima no hu-
biera cambiado mucho con la repre-
sión. Solo un testimonio plantea:
Me enteré que preguntaron
[los
militares]
al jefe de personal si “¿tie-
nen alguna persona acá con ideas ra-
ras o ideas zurdas que quiere que le
saquemos, que le limpiemos o algún
delegado que esté molestando?”
19
Sin embargo, más allá de cualquier conjetura, lo
cierto es que el Equipo de Antropología Forense con-
firmó que dos empleados de la textil desaparecieron
durante el Proceso; ellos son Oscar Manuel Cobacho,
militante montonero secuestrado el 30 de noviembre de
1978 en la estación Ramos Mejía, y Alicia María Ga-
letto, secuestrada el 26 de marzo de 1977.
20
Por otro lado, y con respecto a la cuestión de dilu-
cidar en qué momento comienza la crisis terminal de la
textil, se puede entender que el modelo de los 90 (que
sería una de las principales causas del cierre de la fábri-
ca) tuvo inicio en la última dictadura militar. Pero esta
cuestión general, también profunda, no amerita dejar
de prestar atención al desempeño de los empresarios y
gerenciadores en el caso de la Castelar. En ese sentido,
es pertinente reconstruir la siguiente secuencia. A me-
diados de los 70, la familia Tchomlekdjoglou, quienes
serán los dueños al momento del cierre, funda la algo-
donera Mides, en Puerto Tirol, provincia de Chaco. Po-
cos años después, Mides, junto con Primotex (una textil
ubicada en Lanús que estaba hacía tiempo en manos de
la familia), se unen a la Textil Castelar y se convierten
en un grupo de diez manufactureras textiles de primer
nivel; la Castelar fue la que lideró el grupo económico.
Con la muerte de Jorge Tchomlekd-
joglou (padre), en 1986, el
holding
acentúa sus problemas fnancieros y
de conducción. Todo esto ocurre de-
bido a que el manejo recae en Jorge
Tchomlekdjoglou (hijo) y su herma-
na Marina Dodero (conocida por su
apellido de casada). En ese contex-
to, diferentes fuentes plantean que el
gerente general, el hoy conocido “ingeniero” Blumberg,
tomó las riendas del grupo empresarial. Por último, dis-
tintas fuentes indican al “ingeniero” como uno de los po-
sibles responsables del vaciamiento de la empresa.
21
El fin: el cierre inevitable
En primera instancia y antes de analizar la resistencia
obrera y el papel de los sindicatos en la coyuntura del
cierre inevitable de la Textil Castelar, realizaremos una
breve cronología de los hechos que se han podido con-
firmar de esta historia de lucha:
1. El 13 de julio de 1990 se lleva a cabo la primera
toma de la fábrica por los trabajadores de AOT, debido
a que está pendiente el cobro de la primera quincena del
mes, la cual en forma habitual se pagaba a más tardar el
día 7:
Era viernes a la tarde y los mismos obreros
[AOT]
decidieron tomarla
, y un delegado de SETIA planteó:
Tenemos que apoyar…
Al día siguiente, el delegado que
impulsó apoyar la toma de los obreros de AOT, fue des-
pedido.
22
2. En los últimos días de 1992 casi 300 trabajado-
res de la textil reclamaron públicamente por el pago de
(...) En ese contexto, dife-
rentes fuentes plantean que el
gerente general, el hoy conocido
“ingeniero” Blumberg, tomó las
riendas del grupo empresarial.
Vista lateral de la fábrica. Foto tomada en agosto de 2010 por
L. Georgieff.
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sueldos adeudados. El jueves 26 de diciembre habían
comenzado los paros de algunos sectores, pero el con-
flicto databa de varias semanas. El 4 de diciembre ha-
bían salido a la calle buscando dar repercusión a sus
reclamos, y el lunes 7 fueron a la plaza de Morón para
entregarle una nota al intendente Rousselot. En estas
instancias un delegado señaló a la prensa local:
Ya en
noviembre del año pasado
[1991]
comenzaron los proble-
mas de los pagos…
23
. Ese año, 1991, comenzó a regir a
partir del 1º de abril el régimen de convertibilidad, cuya
duración de más de una década endeudó ferozmente al
país, permitiendo hacer pingües negocios a los sectores
más concentrados de la economía. Por otro lado, tam-
bién es pertinente señalar que en agosto de 1991, el cos-
to de vida solo subió el 1,3%, el más bajo desde marzo
de 1974.
24
3. A comienzos de 1993 directivos de la AOT local
(Hugo Leguizamón era el secretario de la AOT Morón),
junto con la conducción nacional del gremio buscaban
una solución para reactivar la empresa. La situación
para esos meses ya era muy complicada, la textil tenía
un pasivo de 60 millones de dólares y en el país no había
créditos para empresas semiquebradas.
25
4. A principios de octubre de 1993 la fábrica está
tomada por 100 de sus trabajadores en reclamo de deu-
das salariales y ante la posibilidad del cierre definitivo
de la textil. El conflicto se produce en medio de una
fuerte controversia entre los dos gremios, debido a que
la AOT no apoya la toma del establecimiento. Pero cabe
aclarar para entender la postura de la AOT, que en esos
momentos el gremio estaba intervenido. Por otro lado
y en esa coyuntura, el secretario general de SETIA Mo-
rón, Julio Ponce (hoy secretario adjunto del Consejo
Directivo Nacional y entrevistado en el presente traba-
jo), declara ante la prensa local: “El vaciamiento que su-
fre la empresa desde hace años llevó a que esté a punto
de cerrar”. Dicho dirigente gremial también plantea por
esos tiempos, que hay una posibilidad de superar la cri-
sis si se completa la instalación de gas para permitir la
reapertura del sector estampería.
26
5. A fnes de octubre de 1993 continúan las negocia-
ciones y las promesas. Existen informaciones sobre que
los dueños de la textil estarían tramitando en Gas Natu-
ral las instalaciones para reactivar el sector estampería.
Mientras tanto, José Blanco, delegado interventor de la
AOT, no descartaba la posibilidad de una nueva medida
de fuerza. Pero por otra parte, los trabajadores que acom-
pañaban a los dirigentes en las gestiones, manifestaban
su decisión de repetir la ocupación de la fábrica.
27
Hasta aquí, una breve cronología que reconstruye
una parte menor de la totalidad de los hechos relevantes
del confictivo cierre de la Castelar. Quedaría entonces por
realizar una aproximación, a través de la interpretación de
los testimonios, a dos preguntas que hasta este punto de la
investigación no pudimos confrmar por carecer de datos
precisos y de respuestas concluyentes. Las preguntas son
cuándo y por qué cerró concretamente la textil.
Con respecto al primer interrogante, en una nota ya
citada, se afrma que el 14 de octubre de 1994 se decretó
la quiebra de la textil, y seis años más tarde, responsabili-
zando a Jorge Tchomlekdjoglou (h) y Marina Dodero, la
jueza Silvia Rey, la hizo extensiva al resto de las empresas
del grupo.
28
El 25 de octubre de 2000 fue confrmada la
quiebra fraudulenta y la extensión de quiebra.
29
En ese
sentido, Julio Ponce plantea en su testimonio:
(…) Nosotros, bueno, lo que le inculcamos a la gente
era considerarse despedida para poder iniciar el juicio,
que históricamente, esteee, hemos conseguido que ese jui-
cio, que esa quiebra se considere fraudulenta, ¿Qué quie-
re decir eso?, que al ser fraudulenta el único que cobra es
el trabajador (…).
30
Cabe aclarar que más de 15 años después, todavía
los trabajadores siguen cobrando.
Por otra parte, con respecto a la pregunta de cuán-
do se cerró la textil, creemos que sería correcto buscar
las respuestas no tanto en la cuestión legal u oficial del
cierre definitivo, sino precisar, en lo posible, las distin-
tas percepciones de cuándo los trabajadores tuvieron
que abandonar la fábrica de forma definitiva. En este
sentido, es ilustrativa una nota periodística del 30 de
Frente de la Textil Castelar sobre la avenida Zevallos. (Foto
extraída del sitio web de la Asociación Vecinal Moronense).
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diciembre de 1993, con dos fotos sobre: “el empresa-
riado que crece” y “el empresariado que desaparece”. El
primero es el empresariado comercial del recién inau-
gurado Shooping Ocean y otras galerías comerciales. El
segundo, que grafica muy bien los cambios de 1993 en
el municipio, es el empresariado de la Castelar. Es decir,
para el medio periodístico que seguía de cerca la reali-
dad local, la textil ya no tenía posibilidades de resurgir,
era
un elefante muerto.
31
Por último, de los diferentes testimonios no surge
un momento preciso donde ubicar el cierre. Los entre-
vistados plantean que estuvieron un tiempo en la fábri-
ca después de que ésta no producía más, y vagamente
señalan el 94 como el año en que la abandonaron en
forma definitiva. Solo dos testimonios detallan algunas
cuestiones importantes. Jorge Vlahos revive el último
momento:
(…) Nos quedábamos ahí viste… 5,
6 horas, 7 horas cada uno, nos íbamos
turnando… y hasta que vino el juez
con la policía y afuera todos viste. En
ese momento, en adelante no pudimos
entrar nunca más.
32
Alberto Soscetti arriesga un
tiempo preciso:
(…) Yo tenía como parámetro ju-
nio del 94, que fue el tiempo que yo mandé el telegrama
que me consideraba despedido (…) junio del 94, y ya la
fábrica no recibía nada, lo recibió la síndica.
33
Por último, con respecto al segundo interrogante
de por qué cerró la fábrica, la mayoría de los relatos son
coincidentes salvo uno, que ante la pregunta de: ¿Si se
habrían manejado mejor los gerentes y los dueños, la
Castelar, se hubiera salvado?”, responde:
Si, seguro que sí… todo aquel que manejó, el patrón,
la chequera en el bolsillo, nunca hubo problema… lo que
pasa es que se la manejaban gente que venía a robar, las
fábricas que se cayeron fue porque se las manejaban entre
cuatro vivos, todas las que se cayeron fue porque le me-
tían la uña (…).
34
Los relatos coincidentes no desestiman los malos
manejos de los dueños y gerentes,
35
pero ante la pre-
gunta de que definan cuál fue para ellos la causa más
profunda o más importante de la quiebra y cierre de la
textil, todos remiten al contexto económico del país. Al
respecto, Horacio Sirigo (único ex obrero que pudimos
entrevistar perteneciente a AOT) señala:
Fue el cambio del dólar (…) con
un dólar compraban un metro de
tela con menos plata te comprabas la
camisa terminada (…) no se podía
competir.
36
También desde ese punto de
vista Alberto Agazzi plantea:
Al tener el dólar al uno a uno, la
tela que venía de Asia, China, Japón, a los que realmente
compraban la tela, iban y compraban la tela en puerto,
que ya venían… lo único que tenían que hacer es teñirla.
Entonces ya compraban la tela a 80 centavos de dólar y
la fábrica la vendía a uno veinte de dólar, entonces ya
era una… por más que sea la tela que compraban era
inferior a la que vendía la Castelar… entonces la gente
privilegiaba el precio.
37
Otro relato que apunta a la política económica de
Menem, señala:
(…) Fueron cayendo todas, más que nada, te digo,
por la importación de China, que entró a meter millones
de metros, todo más barato (…) No se podía salvar, por-
que si se salvaba la Castelar se podrían haber salvado
otras textiles
.
Este entrevistado también es claro al relacionar los
malos manejos en la conducción de la empresa con el
contexto económico general:
Los entrevistados plantean
que estuvieron un tiempo en la
fábrica después de que ésta no
producía más, y vagamente seña-
lan el 94 como el año en que la
abandonaron de forma definitiva.
Imagen satelital del predio que ocupó la fábrica, extraída de
Google Earth.
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Revista de Historia Oral
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¿Sabés qué pasa?, mientras la fábrica es una máqui-
na de producir, las tranfuguiadas [sic] no se notan (...), es
como el país, o sea, vos metés la mano en una cosa que es
tan grande lo que hay adentro, que vos sacaste un puñado
y no se nota.
38
Conclusiones
La textil Castelar SA cerró sus puertas definitivamen-
te en 1994, después de una quiebra llena de ilícitos y
manejos fraudulentos por parte de empresarios y ge-
renciadores. En esos casi cuatro años de debacle, los
trabajadores resistieron el cierre. A través de sus rela-
tos y de la prensa zonal, pudimos reconstruir una his-
toria de lucha plagada de adversidades: una patronal
que utilizaba todos sus medios, lícitos o ilícitos, para
apostar a los negocios financieros; un poder político
(tanto local como nacional) corrup-
to y con un programa neoliberal;
y sindicatos textiles que acompa-
ñaron la lucha con ambigüedad.
Sobre la actuación del sindicato en
los momentos críticos, un ex obre-
ro plantea:
(…) El sindicato… no nos trai-
cionó, pero tampoco hizo nada por
defendernos, o sea… al delegado no
le puedo decir nada porque él sabía
cosas que quizás no las podía transmi-
tir a nosotros, en ese momento, quizás se las tenía que
comer.
39
Por otro lado, el testimonio más cercano al dis-
curso institucional de SETIA señala:
Empezamos a caminar, fuimos al Ministerio de
Trabajo, al Ministerio de Nación, al gobierno, a la tele-
visión, con los muchachos caminamos mucho. Acompa-
ñamos todo lo que venía de los compañeros, (…) desde
un rabino hasta un griego... un pastor griego (…) Bue-
no, caminamos todo, y bueno, le indicamos a la gente
que el mejor camino es hacer el juicio (…).
40
En los primeros días de 2011 se realizó la firma
del contrato que pone a disposición del Club Depor-
tivo Morón el terreno donde se encuentra la ex Textil
Castelar. El intendente Lucas Ghi y el gobernador Da-
niel Scioli firmaron un acta que permite comenzar a
construir la nueva sede. La construcción es parte del
Plan de Desarrollo Estratégico del Municipio de Mo-
(…) El sindicato… no nos trai-
cionó, pero tampoco hizo nada por
defendernos, o sea… al delegado
no le puedo decir nada porque
él sabía cosas que quizás no las
podía transmitir a nosotros, en ese
momento, quizás se las tenía que
comer. (...)
rón, anunciado en el 2005, en la cual el Estado munici-
pal será el regulador y garante del proyecto, además de
ser el intermediario entre los inversores privados y el
club. La obra comenzará a mediados del corriente año
y tiene un plazo estimado de ejecución de dos años;
por lo tanto en pocos meses se realizará la comple-
ta demolición del edificio de la textil. El proyecto en
el predio de la antigua textil contemplará la sede del
Club, un estadio modelo con estándares de diseño de
última generación y con capacidad para 22.062 espec-
tadores sentados, y otras instalaciones deportivas y de
esparcimiento.
41
Hasta aquí hemos reconstruido algunos retazos
de esta historia. Quedaron muchos puntos por pro-
fundizar y analizar, desde las políticas sindicales de
los 90, la relación de los trabajadores textiles con el
resto de la clase obrera, la repercusión
en el barrio del cierre de una de sus
fábricas más grandes, la compara-
ción de lo sucedido en la Castelar
con otras textiles y otras fábricas de
la zona oeste del Gran Buenos Ai-
res, y otros tantos puntos relevan-
tes, fundamentales para esclarecer
esta etapa tan importante de nues-
tra historia reciente. Por último,
con la reconstrucción de los hechos
elementales de esta historia, espe-
ramos haber realizado un aporte que,
desde un análisis particular y circunscripto, ayude a
comprender mejor una época que transformó radical-
mente a Morón y al país.
Imagen del proyecto del futuro estadio del Club Deportivo
Morón.
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Voces Recobradas
54
Voces Recobradas
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Notas
————— ————— ————— ————— ————— ————— ————— ———
1
Tomaremos principalmente los trabajos de: Daniel Aspiazu,
Eduardo Basualdo y Martín Schorr,
La industria argentina du-
rante los años noventa: profundización y consolidación de los
rasgos centrales de la dinámica sectorial postsustitutiva
, Área de
Economía y Tecnología de FLACSO, Mayo de 2001 y Bernardo
Kosacof, y Adrián Ramos,
Cambios contemporáneos en la es-
tructura industrial argentina (1975-2000)
, Universidad Nacio-
nal de Quilmes Ediciones, 2001. También pueden ser consulta-
dos los trabajos de: Alejandro Rofman, “Desempleo y rupturas
en la estructura regional. El trabajo que falta.”, en
Encrucijadas,
UBA, abril de 1995; E.M. Basualdo, “El impacto económico y
social de las privatizaciones”,
en
Realidad Económica,
Nº 123,
abril-mayo, 1994; P. Gerchunof y J.C. Torre , “La política de
liberalización económica en la administración Menem”, en
De-
sarrollo Económico
, Nº 143, Buenos Aires, 1996.
2
A través de las distintas entrevistas a los trabajadores de la tex-
til pudimos confrmar que la Castelar llegó a comprar, ya en los
tiempos de su crisis terminal, telas en crudo a China para hacer
algún proceso (teñido y estampado) en la fábrica, para luego re-
venderlas en el mercado local o a países limítrofes como Chile.
3
Daniel Aspiazu, Eduardo Basualdo y Martín Schorr, ob. cit.,
pp. 51 a 57.
4
Para una visión global de la estructura industrial argentina
de las últimas décadas, véase: Bernardo Kosacof, y Adrián Ra-
mos,
Cambios contemporáneos en la estructura industrial argen-
tina (1975-2000)
, Universidad Nacional de Quilmes Ediciones,
2001.
5
Andrew Graham-Yooll,
Tiempo de tragedias y esperanzas: cro-
nología histórica de Perón a Kirchner (1955-2005)
, Buenos Ai-
res, Lumiere, 2006.
p. 513.
6
Fue amigo personal de Carlos Saúl Menem e intendente de
Morón en tres periodos: 1987-1989, 1991-1995 y 1995-1998.
Estuvo involucrado en numerosos escándalos de corrupción,
fue procesado judicialmente y llegó a estar poco tiempo dete-
nido por malversación de fondos públicos. También fue perio-
dista, locutor, relator de fútbol y en los 70 vocero de José López
Rega. Para más datos sobre su biografía, véase la edición poste-
rior a su muerte del periódico zonal del Oeste del Gran Buenos
Aires
El Diario
, 9 de julio de 2010, año 20, Nº 570, p. 3.
7
Ibíd
. p. 2.
8
Véase:
El Diario
, 1° quincena de julio de 1994, año 5, Nº 80,
p.3.
9
“El intendente hipnotizado”. Sección Política.
El Diario
, 1°
quincena de junio de 1993, año 4, Nº 52, p. 5.
10
Duhalde traiciona a Cafero… le tocó traicionar a Menem, el
bastión que tenía Menem en el conurbano era Rousselot, (…) ha-
bía que traicionar a Rousselot… se pelean por eso… es un juego
de poder donde el mecanismo es la traición.
Testimonio de Javier
Lema
.
11
A mediados de 1993, estaba precandidateado como diputado
nacional y a los pocos meses también se lo postuló como posi-
ble candidato a gobernador.
12
SETIA es el Sindicato de Empleados Textiles de la Industria y
Afnes, creado ofcialmente el 8 de octubre de 1947 para repre-
sentar a todos los empleados administrativos, encargados, ca-
pataces, supervisores, técnicos, choferes, vendedores, personal
auxiliar de la industria textil. Fue el último sindicato textil que
se creó, debido a que en primera instancia existió la Federación
Obrera Textil (1921) con predominio socialista y participa-
ción de anarquistas y comunistas. Posteriormente, esta última
entidad adoptó el nombre de Unión Obrera Textil (UOT). Y
fnalmente, con los comienzos del peronismo y la UOT dividi-
da en dos alas (socialistas y comunistas), la Secretaría del Tra-
bajo impulsó la creación de la nueva Asociación Obrera Textil
(25/10/1945). Al año siguiente, 1946, las dos ramas de la UOT
se disuelven perdiendo la vieja dirigencia, socialista y comunis-
ta, la conducción frente al peronismo. Véase: Torcuato Di Tella,
“La Unión Obrera Textil, 1930-1945”, en:
Desarrollo Económico
,
Nº 129, Buenos Aires, 1993.
13
El trabajador es Ricardo Botti, quien como delegado del SE-
TIA impulsó parar la fábrica en julio de 1990, para acompañar
el reclamo de los trabajadores de AOT, cuyos sueldos estaban
atrasados. Esta acción motivó al día siguiente su despido.
14
Estaba ubicada en la localidad de Haedo, inicio sus activi-
dades en 1941 y llegó a tener cerca de 3000 trabajadores. Véa-
se: Mariela Canali, “Industria y urbanización en el Partido de
Morón”, en
Revista de Historia Bonaerense
, Nº 29, diciembre de
2005.
15
Para más precisiones sobre el crecimiento industrial y demo-
gráfco del Partido de Morón en las décadas del 30, 40 y‘50,
véase: Mariela Canali, ob. cit.
16
Ellos decían
[los dueños]
el 6 de enero…era esa la fecha que
festejaban, 6 de enero de 1941, ese era el inicio…
Testimonio de
Alberto Soscetti.
17
Y yo pienso que la época de oro es del 60 hasta el setenta y
pico…que fue cuando más se agrando la estructura de la fábrica,
y se trajo más maquinaria moderna
. Testimonio de Alberto y
Jorge Soscetti
.
18
Véase: D. González, E. Gullo y S. Penelli,
“Un empresario he-
cho y derecho”
, en http://www.agenciaisa.com.ar (Información
Social Alternativa)
19
Testimonio de Jorge Vlahos.
20
Véase D. González, E. Gullo y S. Penelli, ob. cit.
21
Para una crónica detallada de los manejos empresariales en la
Castelar, véase D. González, E. Gullo y S. Penelli, ob. cit.
22
El delegado en cuestión, Ricardo Botti, nos explicó que el
motivo principal de su despido fue que ante la negativa de sus
compañeros (de SETIA) de acompañar la toma, él unilateral-
mente hizo parar el taller al cortar la luz. Otro tema interesante
planteado por este mismo ex delegado, es que en este conficto
y otros más, se refejaba que la existencia de dos sindicatos, sin
que haya diferencias importantes de extracción social ni de de
formación entre los trabajadores de ambos, servia para dividir
a los obreros en la fabrica; en este sentido afrma:
La historia
del sindicato, en sí, de SETIA, fue la formación de un sindicato
para romper la lucha de los trabajadores (…) fue un sindicato de
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55
Revista de Historia Oral
Revista de Historia Oral
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mensualizados, de encargados o capataces
. Testimonio de Ricar-
do Botti.
23
El Diario
, 2da. quincena de diciembre de 1992, p. 8.
24
Andrew Graham Yooll, ob. cit
.,
pp. 515, 530 y 532.
25
El Diario
, 2da. quincena de enero de 1993, año IV, Nº 43,
p. 5.
26
El Diario
, 7 de octubre de 1993, año V, p. 10.
27
El Diario
, 21 de octubre de 1993, año V, Nº 62, p. 6.
28
D. González, E. Gullo y S. Penelli, ob. cit.
29
Para acceder al fallo que confrma la quiebra fraudulenta,
véase: http://www.catedra-piaggi.com.ar/docs/castelar.html.
30
Testimonio de Julio Ponce.
31
Testimonio de Jorge Soscetti.
32
Testimonio de Jorge Vlahos
.
33
Testimonio de Alberto Soscetti.
34
Testimonio Julio Ponce.
35
Pero se murió el viejo y estos dos
[los hermanos Tchomlekd-
joglou],
uno más boludo que el otro, se creyeron que la fábrica
iba a seguir adelante con los directivos que tenía. Los directivos
eran todos tránsfugas(…)
.Testimonio de Jorge Vlahos
.
Y por
ahí, el…no estaba capacitado, no tenía la altura industrial el Jor-
ge Tchomlekdjoglou
[hijo],
no tenía el piné para llevar adelante
semejante empresa cuando se muere el padre (…)
Testimonio de
Ricardo Botti.
36
Testimonio de Horacio Sirigo.
37
Testimonio de Alberto Agazzi.
38
Testimonio de Jorge Vlhaos.
39
Testimonio de Alberto Agazzi.
40
Testimonio de Julio Ponce.
41
Por otra parte, en el terreno que quedará libre de las actuales
instalaciones de Club Deportivo Morón, ubicado a dos cua-
dras del punto neurálgico del municipio, se proyecta la con-
formación de un gran espacio urbano que genere actividades
de esparcimiento, culturales, comerciales y residenciales. Para
más detalles sobre estas obras, véase: El Municipio, Feb 2011,
Año 11, Nº 132, Desarrollo estratégico,
Nuevo estadio y cam-
bios en la ciudad de Morón
y Pedro Gianello, “Avanza el pro-
yecto para que trasladen la cancha de Morón”,
Clarín
. (http://
www.clarin.com/ciudades/Avanza-proyecto-trasladen-can-
cha-Moron_0_410359024.html). Consultado: 17 febrero de
2011.
Bibliografía
————— ————— ————— ————— ————— ————— ————— ———
Aspiazu, Daniel; Eduardo Basualdo y Martín Schorr,
La indus-
tria argentina durante los años noventa: profundización y con-
solidación de los rasgos centrales de la dinámica sectorial post-
sustitutiva
, Área de Economía y Tecnología de FLACSO, mayo
de 2001.
Basualdo, E.M, “El impacto económico y social de las privatiza-
ciones”, en:
Realidad Económica
, Nº 123, abril-mayo 1994.
Canali, Mariela, “Industria y urbanización en el Partido de
Morón”, en
Revista de Historia Bonaerense
, Nº 29, diciembre de
2005.
Concurso del Archivo e Instituto Histórtico de Morón,
Los
obreros en Morón
, Escuela: Media N°31 Manuel Dorrego, sep-
tiembre de 2009.
Di Tella, Torcuato, “La Unión Obrera Textil, 1930-1945”, en:
Desarrollo Económico
, Nº 129, Buenos Aires, 1993.
Doyon M., Louise, “La organización del movimiento sindi-
cal peronista. 1946-1955”, en
Desarrollo Económico
, volumen
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Tiempo de tragedias y esperanzas: cro-
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Kosacoff, Bernardo y Adrián Ramos,
Cambios contemporá-
neos en la estructura industrial argentina (1975-2000)
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regional. El trabajo que falta.”, en:
Encrucijadas
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1995.
Fuentes Primarias
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El Diario
(periódico zonal), números varios.
El Municipio
, febrero de 2011, Año 11, Nº 132, Desarrollo estra-
tégico, “Nuevo estadio y cambios en la ciudad de Morón”.
Entrevistas
————— ————— ————— ————— ————— ————— ————— ———
Alberto Agazzi, 60 años, localidad de Castelar, 16/5/2010, en-
trevistado por Lucas Georgief (L.G.)
Alberto y Jorge Soscetti, más de 75 años, localidad de Morón,
24/05/2010, entrevistados por L.G.
Horacio Sirigo, más de 60 años, localidad de Morón, 03/08/2010,
entrevistado por L.G.
Javier Lema, más de 30 años, localidad de Morón, 10/08/2010,
entrevistado por L.G. y Rodrigo Vázquez.
Jorge Vlahos, más de 60 años, localidad de Morón, 27/07/2010,
entrevistado por L.G.
Julio Ponce, más de 65 años, localidad de Castelar, 29/07/2010,
entrevistado por L.G.
Ricardo Botti, 60 años, localidad de Morón, 28/07/2010, entre-
vistado por L.G.
Sitios Web
————— ————— ————— ————— ————— ————— ————— ———
http://www.agenciaisa.com.ar (Información Social Alternati-
va), González, D.; Gullo, E. y Penelli, S, “Un empresario hecho
y derecho”
http://www.catedra-piaggi.com.ar/docs/castelar.html
(Fallo que
decreta la quiebra)
http://www.clarin.com/ciudades/Avanza-proyecto-trasladen-
cancha-Moron_0_410359024.html