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V
ivimos tiempos de memoria y conmemoración.
En los últimos años las comunicaciones alcan-
zaron una dimensión universal y permitieron la
expresión individual casi directa. La sensación
de pérdida continua profundizó la necesidad de equilibrar
el vértigo del presente, otorgando sentido al pasado a tra-
vés de la construcción de la memoria y la instauración de
conmemoraciones.
Las voces individuales proliferan en el escenario
democratizado de la comunicación instantánea y fueron
incorporadas a los trabajos académicos en los cuales la
subjetividad ocupa un lugar cada vez más importante.
Todo ello se parece bastante a un triunfo de la larga
aspiración de la Historia Oral que durante décadas inten-
taba hacer un lugar a las vivencias y miradas de los prota-
gonistas anónimos. Pero esta explosión de voces conlleva
también el peligro del aplanamiento del sentido, la dif-
cultad para entender dentro de un todo social qué nos es-
tán diciendo. Es allí donde el historiador oral asume una
nueva responsabilidad. No se trata ahora tanto de con-
vencer sobre la importancia de esos relatos y su difusión,
sino de afnar las metodologías, de elegir, jerarquizar y
analizar para otorgar signifcado a los hechos sociales.
En este número de
Voces Recobradas
los artículos no
se seleccionaron por su vinculación con un tema especí-
fco. Se intentó más bien mostrar algunos de los fértiles
caminos que está tomando la disciplina.
A treinta años de los hechos, el artículo de Silvana
Luverá y Adriana Echezuri
nos brinda una mirada in-
frecuente en la bibliografía de la Guerra de Malvinas. Se
trata de mujeres que –de un modo u otro– jugaron un rol
directo en el conficto y nos brindan sus vivencias sobre
un tema del cual han sido consideradas sólo espectadoras.
El trabajo se constituye en aporte imprescindible tanto
para la construcción de memoria histórica como para la
perspectiva de género.
El trabajo de Gustavo Cortés Navarro sobre la histo-
ria local del Barrio Sur de San Miguel de Tucumán tiene
una perspectiva compleja donde se entrecruzan docu-
mentos escritos y testimonios, se despliega en un espacio
que incorpora la historia social, la urbanística y la cons-
trucción imaginaria de sus habitantes.
Mariana Mastrángelo aborda la cultura obrera y po-
lítica en el interior de la Argentina, poniendo el acento en
la importancia que tienen para la construcción de ideolo-
gía, los valores y la conexión emocional de los individuos
dentro de los ámbitos locales y familiares donde se desa-
rrollaron.
La presentación de Aurora I. Ludueña y Norma I.
Arias apunta a instalar problemáticas sobre los archivos,
sustento básico de la historia y el patrimonio oral. La
perspectiva incluye criterios de selección, soportes ade-
cuados, conservación, puesta a disposición del público,
leyes vigentes y responsabilidades institucionales. Todos
temas pendientes y centrales para la disciplina.
Pablo Vommaro nos brinda un trabajo de singular
valor: un exhaustivo análisis sobre los aportes de la his-
toria oral al estudio de las organizaciones sociales en la
Argentina, con fuerte base teórica y una refexión pasible
de extenderse a otras prácticas investigativas.
En tiempos turbulentos y desde nuestro lugar lati-
noamericano creemos que seguir produciendo nuestras
propias voces es una de las mejores maneras de apostar
por la vida.
L.B.
EDITORIAL