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Voces Recobradas
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Revista de Historia Oral
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Introducción
Los estudios sobre las fábricas ocupadas, recuperadas
y gestionadas por sus trabajadores, tanto en el ámbito
académico como no académico, han avanzado a la par
del crecimiento de estas en los últimos años. Los análi-
sis se centran en variables como la relación con el Esta-
do, la relación con el sindicato, el momento de la lucha
por la tenencia de la unidad productiva, la resistencia
y, también, el tema de la producción que no está ausen-
te. Respecto a esto último, resulta interesante pensar
de manera vinculante la lucha desplegada por los tra-
bajadores y la reorganización de las empresas una vez
recuperadas,
1
enfoque que consideraremos para este
análisis.
Todas estas investigaciones están atravesadas por
debates de carácter teórico y conceptual, que resulta per-
tinente mencionar como marco teórico de este trabajo.
Uno de estos debates se concentra en la utilización
del término de referencia a estas experiencias, estable-
ciendo una distinción entre llamarlas “fábricas recupe-
radas”, “autogestionadas” o “fábricas ocupadas”.
Aquellos que utilizan el término recuperadas lo
hacen, en algunos casos, porque “es el concepto que
utilizan los mismos trabajadores, los protagonistas
del proceso y, porque, (…) implica la noción de ocu-
pación de una empresa preexistente” y en este senti-
do plantean analizarlas como “una unidad productiva
que atraviesa un largo y complejo camino que lleva a la
gestión colectiva de los trabajadores”.
2
De esta manera,
evitan la reducción a un simple aspecto del proceso y
no contemplan la totalidad.
Por otro lado, quienes emplean como término
“ocupadas” hacen hincapié en que “la ocupación de la
fábrica por los obreros introduce un factor histórico
nuevo, que es la emergencia de los explotados como di-
rección histórica y social”.
3
Esta visión se opone a los conceptos “recuperadas”
y “autogestionadas”, por considerarlas visiones incom-
Arrufat
Una experiencia
de autogestión
Este caso guarda la particula-
ridad de ser una fábrica ocupada
y recuperada por sus trabajadores
que en la actualidad se encuentra
produciendo.
pletas y parciales, al referirse a una empresa individual
y no al régimen social tomado en su totalidad.
En este trabajo utilizaremos el término “autoges-
tionadas” para referirnos a esta experiencia conside-
rando y haciendo énfasis en el aspecto de la gestión de
la fábrica una vez ocupada y recuperada,
conscientes de la ausencia de un aná-
lisis acabado del contexto económi-
co, político y social, como la falta de
las normas legales de expropiación
y cooperativismo así como de otras
experiencias y las diferentes corrien-
tes políticas dentro del movimiento
de “fabricas recuperadas” que por su
complejidad y extensión exceden el pre-
sente trabajo. Por lo tanto, lo que presentamos es un aná-
lisis acotado a la experiencia de la puesta en producción.
Se trata de un estudio de caso de una unidad pro-
ductiva, la ex Arrufat, gestionada por sus trabajadores
desde principios de 2009. Se encuentra ubicada en la
calle Tres Arroyos 739, en el barrio Villa Crespo en el
límite con Paternal, en la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires. Hoy produce bajo el carácter de cooperativa con
el nombre de Cooperativa ViViSe.
Este caso guarda la particularidad de ser una fá-
brica ocupada y recuperada por sus trabajadores que
en la actualidad se encuentra produ-
ciendo.
A su vez pertenece a un con-
texto diferente de las que se nuclean
en el grupo de fábricas que llegaron
a la quiebra y fueron recuperadas
en el proceso de la crisis de 2001, ya
que se encuentra en un proceso de
crisis iniciado en 2009 aunque no se
considera como una respuesta directa y
automática a la crisis que empezó a golpear ese año.
El centro de nuestro análisis es desde la puesta en
funcionamiento y su desarrollo hasta la actualidad de
la Cooperativa, luego del proceso de recuperación de la
fábrica por parte de los trabajadores, teniendo en cuen-
ta los límites y las potencialidades de la autogestión. En
Guadalupe Torrijo
Di Marco
Dirección General
Patrimonio e Instituto
Histórico de la Ciudad
de Buenos Aires
Frente de la fábrica.
Foto: Guadalupe Torrijo
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este sentido, tratamos de profundizar sobre tres ejes:
el proceso de trabajo, las condiciones de trabajo y la
relación con el mercado.
El presente estudio consistió en el relevamiento de
información acerca de lo sucedido en Arrufat a través
de cuatro medios de comunicación periodística (
La
Nación
,
Página 12
,
Prensa
Obrera
y
Hoy
). Se tuvo en
cuenta para la elección las diferentes corrientes ideo-
lógicas a las que pertenecen con la intención de cono-
cer el problema desde diferentes perspectivas. Luego
se visitó la fábrica para conocer las instalaciones y los
procesos de trabajo, y se completó con las entrevistas
realizadas a cinco trabajadores: Claudio (61 años), Luis
Adrián (58 años), Antonio (47 años), Leoncia (58 años)
y José (54 años).
En la primera parte se explica
de manera concisa el inicio del pro-
ceso de recuperación a partir de los
datos periodísticos y los surgidos de
las entrevistas. Un segundo aparta-
do comprende el contexto político,
económico y social, centrado en los
años 2008-2009, teniendo en cuenta
el análisis de la industria y el mercado del chocolate en
el país. La tercera parte centraliza el análisis en los tres
ejes mencionados, a partir de la información relevada
en las entrevistas realizadas.
1. Arrufat. Crónica de una fuga anunciada
La empresa fue creada en 1931 por Fortunato Arrufat,
de origen español. En la década de 1980 llegó a contar
con 300 operarios y, según los obreros, en 2008 factu-
raba 4 millones y medio de pesos en tres meses.
4
La fábrica cuenta con un equipamiento muy di-
verso: máquinas para producir alfajores, caramelos,
turrones, bombones y todo tipo de golosinas.
De acuerdo con un banco de datos privado tuvo
tres pedidos de quiebra, centenares de cheques recha-
zados y varios juicios ejecutivos.
5
A su vez, en junio de
2005 fue deudora “irrecuperable” del Banco Nación.
En mayo de 2008 los empleados denunciaron ante
el Ministerio de Trabajo un presunto vaciamiento de la
empresa, los salarios y los aportes adeudados.
A principios de ese mismo año, los trabajadores
notan una acentuada baja de la producción, se produjo
el 50 % y se llegó al mes de septiembre sin hacer la tem-
porada del turrón. La empresa vendía
sus productos, pero había dejado de
comprar materias primas. La últi-
ma temporada de Pascua (2008) se
empezó en febrero y solo se hicie-
ron 10 mil kilos, mientras que antes
de iniciaba en enero y se hacían 100
mil kilos de chocolate. Esa situa-
ción se trasladó a la jornada laboral,
la empresa había hecho reducción de horario, a pesar
de ello los trabajadores se presentaban todos los días,
cumplían las nueve horas de trabajo pero los hacían
trabajar tres días. Para marzo, habían dejado de recibir
la ayuda escolar y el salario familiar.
Llegaron las fiestas y los trabajadores recibieron
100 pesos y la promesa de que conseguirían un inver-
sor en México o en Chile.
Finalmente, el 5 de enero de 2009, cuando los tra-
bajadores llevaban ya diez meses sin cobrar, les adeu-
daban dos aguinaldos, las vacaciones de 2007-2008
más los aportes jubilatorios,
6
se enteraron al llegar a la
fábrica que no había luz y encontraron un comunicado
al personal, pegado en la puerta que decía:
“Ponemos en su conocimiento que por razones es-
trictamente financieras no ha sido posible cumplir con
el pago de los servicios, razón por la cual la planta no
resulta operativa. En consecuencia, procedemos a re-
querirle al personal que no concurra a las instalaciones
hasta que reiniciemos la actividad.”
7
Diana Arrufat (nieta de Fortunato Arrufat) se
centró en la excusa de que su socio estafador había de-
jado a la empresa en la ruina y que no había parado de
buscar capital desde entonces. Además explicó que la
empresa estaba concursada desde 2000 y que ella era
responsable ante los acreedores. Sin embargo, y a pesar
de estas explicaciones, dejó una denuncia contra los
trabajadores por usurpación.
Al momento del cierre, en la fábrica había 53 tra-
bajadores, compañeros con más de 40 años de servicio
y más de 50 de edad, que todavía no habían alcanza-
do la edad para jubilarse cuando fueron dejados en la
calle. Los que se quedaron a resistir no superaban los
30. Los más jóvenes decidieron ir a buscar otro trabajo,
se quedaron los más antiguos por las
escasas posibilidades de emplearse
a esa edad.
Durante el transcurso de los
hechos, las deudas, el vaciamiento,
etcétera, los trabajadores denuncia-
ron la situación en el gremio pero
no obtuvieron respuesta. El Sindi-
cato de los Trabajadores de Indus-
trias de la Alimentación (STIA),
conducido por Rodolfo Daer, no
apareció nunca más por la fábrica
luego del vaciamiento y la respuesta fue
que se consideraran despedidos.
Cuando recibieron la noticia, decidieron decla-
rarse en asamblea permanente, tomaron la fábrica e
iniciaron las primeras acciones. Luego de dirigirse al
Ministerio de Trabajo para realizar la denuncia del
vaciamiento y no obtener respuesta ni por parte de la
patronal ni del Estado, resuelven conformarse en coo-
perativa e intentan producir sin patrón.
Durante el mes siguiente, acompañados y aseso-
rados por los compañeros del Hotel Bauen,
8
los traba-
jadores se organizaron y volvieron a producir en pe-
queñas cantidades, formaron la Cooperativa ViViSe
(ex Fortunato Arrufat) y obtuvieron el reconocimien-
to del INAES (Instituto Nacional de Asociativismo y
Economía Social). La organización La Base
9
les dio
un préstamo de 17.500 pesos para comprar materias
primas, y la Cooperativa del Hotel Bauen puso otros
6.000.
10
También recibieron donaciones como la de la
Cooperativa Azul que les regaló 10 kilos de dulce de
leche.
11
Se hicieron bonos de huelga, se llevaron urnas de
fondo de lucha a la puerta del supermercado Coto
12
del
barrio, donde también fueron a vender los bombones
que hacían en la semana, entre otras cosas.
Decidieron ponerse a producir, pero para eso ha-
bía que enfrentar las primeras dificultades, no había
ni electricidad ni gas. Además, sin cacao, manteca ni
azúcar poco podían hacer. Tras recibir el préstamo de
organizaciones solidarias, adquirieron los insumos y
alquilaron un generador eléctrico.
A un mes de ponerse a producir, se presentaron
oficiales de justicia con un fuerte operativo policial
para secuestrar de la planta una máquina refinadora
considerada clave para la producción. Pero la resis-
tencia de los trabajadores,
13
junto con
la solidaridad del barrio, organiza-
ciones políticas y otras cooperati-
vas, impidió que la retiraran. Las
conversaciones llevaron siete horas
y participaron el secretario del Juz-
gado, la jueza Graciela Carambia y
Federico Tonarelli (de la Federación
de Cooperativas de Trabajadores
Autogestionados) y se acordó sus-
pender la medida por quince días.
A partir de esto, se conoció que la
máquina habría sido prendada y rema-
tada en un antiguo juicio contra la empresa.
Hicieron un festival solidario el 21 de febrero de
2009 con buffet económico, videos y música, con la
banda del Bauen y el apoyo de la Federación Argen-
tina de Cooperativas de Trabajadores Autogestiona-
dos (FACTA) y las recuperadas del Bauen, Indugraf y
Brukman, entre otras, para recaudar fondos y conti-
nuar funcionando.
En mayo de 2008 los em-
pleados denunciaron ante el Mi-
nisterio de Trabajo un presunto
vaciamiento de la empresa, los
salarios y los aportes adeudados.
(...) los trabajadores denun-
ciaron la situación en el gremio
pero no obtuvieron respuesta.
El Sindicato de los Trabajadores
de Industrias de la Alimentación
(STIA), conducido por Rodolfo
Daer, no apareció nunca más
por la fábrica (...)
Foto: Guadalupe Torrijo
Exhibidor de venta dentro de la fábrica.
Antigua sección conftes. Foto exhibida en la recepción de la fábrica.
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Actualmente, la fábrica sigue produciendo bajo
la figura legal de cooperativa durante las tres grandes
temporadas: Pascua (marzo o abril), bombones (mitad
de año) y fiestas de fin de año con la fabricación de tu-
rrones, confites, bombones de fruta, etcétera.
Aún hoy se encuentran tramitando la expropia-
ción de la planta.
2. Contexto general
En el momento en que Arrufat quiebra y su dueña se
fuga debiéndole a los trabajadores, se hablaba de una
nueva ola de empresas recuperadas en el país.
A partir de mediados de 2008 y durante todo 2009
la economía estuvo signada por la crisis financiera glo-
bal que tuvo su origen en el derrumbe de la “burbuja”
del mercado inmobiliario estadouni-
dense, pero que alcanzo desigual-
mente al conjunto de la economía
mundial.
En los países más directamen-
te afectados, el resultado fue una
fuerte desaceleración de sus eco-
nomías (EE.UU., Gran Bretaña, Es-
paña). Grandes fondos de inversión
especulativos se destinaron a la
plaza internacional de
commodities
,
cereales y petróleo, razón por la cual los precios se dis-
pararon en alza. Por lo tanto, en los países exportado-
res de materias primas, como el caso de la Argentina,
el ingreso de recursos extraordinarios generó fuertes
presiones inflacionarias internas, además de disputas
entre el gobierno y otros sectores capitalistas.
14
De esta manera, la economía argentina se resintió
fuertemente por los efectos negativos de la crisis inter-
nacional. A pesar del alza de los precios de las materias
Desde fines de 2008, el
número de trabajadores despe-
didos que forman cooperativas
fue creciendo: Arrufat, Esperanza
del Plata, Indugraf, Disco de Oro,
Textil San Justo, Filobel-Febatex-
Filobet, entre otras.
Según el informe del Anuario 2008 del Consejo
Técnico de Inversiones
19
las ventas de chocolates para
taza se incrementaron en ese año como consecuencia
de las bajas temperaturas invernales que alentaron el
consumo, destacándose los segmentos de alfajores, ga-
lletitas bañadas y chocolate para taza.
Por otro lado, el resumen ejecutivo de febrero de
2008 del Sector de Golosinas: confecciones de choco-
late de la Dirección Nacional de Alimentos
20
informa
un contexto favorable para el mercado de producción
de chocolate en el periodo 2007-2008. Subraya que las
elaboraciones de chocolate argentinas en 2007 presen-
taron una balanza comercial positiva tanto en volumen
como en valor. Las categorías de “bombones”, “huevos
y figuras no macizas”, “caramelos” y “cobertura de
chocolate” representaron el 72% y 82% en volumen y
valor respectivamente, de las exportaciones de estas
golosinas. Respecto a las importaciones, en 2007 al-
canzaron una suba de 8% en valor y una retracción del
9% en volumen respecto al año anterior. En referen-
cia al consumo interno de confecciones de chocolate,
fuentes privadas indican que la tendencia es creciente
ronda los 2 kg
per cápita.
Sin embargo, para el periodo 2009 las ventas de
chocolates, golosinas y confecciones se estima declina-
ron, debido a la baja del poder de compra de los sala-
rios y del aumento de los despidos y las suspensiones.
Se estima que también disminuyeron las exportaciones
y las importaciones.
primas, la caída de las exportaciones afectó la balan-
za comercial, y por otro lado, también aumentaron los
precios de la canasta básica de alimentos.
15
La crisis global fue el golpe de gracia para muchas
pequeñas y medianas empresas, manifestándose, entre
otras cosas, en su vaciamiento. Desde fines de 2008, el
número de trabajadores despedidos que forman coo-
perativas fue creciendo: Arrufat, Esperanza del Plata,
Indugraf, Disco de Oro, Textil San Justo, Filobel-Feba-
tex-Filobet, entre otras.
A continuación, intentaremos situar en este con-
texto de crisis el desarrollo propio de la industria y el
mercado del chocolate.
2.1. La industria y el mercado del chocolate
La producción de los derivados del cho-
colate se engloba dentro del rubro
de las golosinas. Este rubro cuen-
ta con características propias, las
golosinas se consumen para obte-
ner placer y no para alimentarse,
aspecto que determina el tipo de
mercado. En este sentido, quienes
producen e inclusive diseñan las
golosinas no apuntan a la nutrición
sino al placer, aspecto en el cual la
novedad y el
packaging
adquieren un peso decisivo a la
hora de competir para atraer al público y la preferencia
de otros mercados.
16
Según el informe de la Lic. María José Cavallera
de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca; el
rubro tiene dos especificidades. Por un lado; las llama-
das “confecciones de azúcar”: caramelos, chupetines,
pastillas, confites, grageas, turrones y bombones sin
cacao. Por otro, las “confecciones de chocolate”: bom-
bones, chocolates con y sin relleno, huevos y figuras no
macizas, confites y grageas, y frutas recubiertas, entre
otros. En estas últimas, los insumos son el azúcar y,
principalmente, el cacao. Tanto la manteca, la pasta y
la torta de cacao como el cacao desmantecado son los
principales ingredientes para la elaboración del choco-
late.
17
El azúcar es provisto por los cañaverales del país,
pero el cacao es la materia prima que debe importarse
en su totalidad.
El sector de las golosinas se considera, en su con-
junto, competitivo. Esto se evidencia en la permanente
multiplicación de productos y presentaciones, como
también en su performance exportadora que en la últi-
ma década no ha parado de incrementarse.
Otra de las características de la producción del
sector se encuentra en el punto de comercialización.
El 85 % de las ventas se realiza a través de kioscos y
minimercados, el 10% en comercios tradicionales, y un
5% en supermercados y autoservicios.
En todos los casos mencionados anteriormente, se
utilizan canales comerciales indirectos, esto quiere decir
que se opera por medio de mayoristas distribuidores, tan-
to las empresas líderes como las de venta minoritarios.
Contra esta mega estructura de venta comercial
mayorista compiten los productos de Arrufat ya que la
venta se realiza en un local a la calle que queda al lado
de la fábrica y que pertenece a la misma. A su vez que-
da fuera de la estrategia de las empresas la posibilidad
de mantener los productos de manera constante en la
mente de los consumidores, fundamental para la venta
en este rubro ya que la decisión se toma en segundos,
impulsada por la tentación y el deseo de gratificación.
Otras de las estrategias de venta que quedan por
fuera de las posibilidades de la Cooperativa son las ac-
ciones promocionales y de publicidad en medios espe-
cífcos, lo que también implica la segmentación de con-
sumidores en niños, adolescentes y adultos con el fn de
lograr mayor efectividad publicitaria.
La estructura de esta industria, según los datos
del informe del Anuario 2010 del Consejo Técnico de
Inversiones, se compone de fabricantes bajo diferen-
tes formas; es liderado por Arcor (33%), Suchard (11%)
y Terrabusi (10%) y mas atrás Bagley (6%), y Ferrero
Argentina, Cadbury Stani, Bonafide, Nestlé, con el
2% cada una, Georgalos y Felfort, con alrededor del
1% cada una, repartiéndose el 30% restante entre di-
versas pequeñas firmas y marcas, como Mars, Lindt,
Garoto y las propias de los hipermercados, entre otras.
“Se estima que el mercado global es del orden de las 70
mil toneladas/año, lo que determina que el consumo
promedio por habitante/año sea de 1, 6 kg fuertemente
concentrado entre marzo y agosto, y genera ventas por
$500 millones anuales.”
18
2.2. Evolución durante el período 2008-2010
El propósito de este segmento es caracterizar la evo-
lución del sector en el momento en que se produce el
abandono de la fábrica por parte de su dueña y es recu-
perada por sus trabajadores.
Antigua sección administrativa. Foto exhibida en la recepción de la
fábrica.
Antigua sección chocolate-bombones. Foto exhibida en la recepción
de la fábrica.
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Límites y potencialidades de la autogestión
Relación con el mercado
Cuando una empresa ocupada, recuperada y puesta
a producir por sus trabajadores se inserta dentro del
mercado capitalista, por lo tanto la adquisición de ma-
terias primas, la búsqueda de crédito, las relaciones co-
merciales así como las estrategias de venta y desarrollo
están determinadas por las relaciones económicas ca-
pitalistas, y las desventajas con las empresas capitaliza-
das en grande. Esto plantea ciertas dificultades, una de
estas que se da en el caso de Arrufat es la que menciona
Ruggeri: “(…) dependen de la compra de materia prima
a un proveedor monopólico con capacidad formado-
ra de precios y con enormes desven-
tajas de no operar en escalas muy
importantes”.
21
Esto se hace patente en el rela-
to de los protagonistas cuando Luis
Adrián nos comenta:
Nosotros lo que podemos com-
petir es en la calidad, porque en los
precios no podemos competir con
otras empresas porque, te explico,
nosotros no podemos comprar por
ejemplo el azúcar, camiones de aco-
plado, nosotros podemos comprar por 30
a 50 bolsas, no es lo mismo que comprar 700 u 800 bol-
sas, nos pasa lo mismo con la manteca de cacao, con el
cacao, que es todo importado, eso lo cotizan en dólares,
digamos en la producción de chocolate todo es muy difí-
cil porque todo viene de afuera, lo único que tenemos es
el azúcar, entonces, también el pan, nosotros le decimos
pan a una caja de manteca de cacao que tiene 25 kilos
esta en los 1.000, 1.100 pesos.
Si, eso es lo que nos mata porque todo es importado
el cacao, la manteca, el licor de cacao, y… pero bueno
tenemos el compañero acá que hace costos y estamos pe-
leándola.
22
En el momento de ponerse a producir se le suma-
ron otros inconvenientes, por ejemplo las deudas con
los servicios y la falta de proveedores y compradores
por los conflictos que tuvieron con los antiguos due-
ños, en este caso por la calidad de los productos como
nos comenta José:
En esta oportunidad, ahora estoy
haciendo chocolate (…) y el chocola-
te cambió porque antes nos hacían
cambiar la formula y eso es lo que es-
tamos pagando hoy, perdimos presti-
gio, calidad, entonces ahora estamos
haciendo chocolate de primera.
23
Con respecto a los servicios,
Luis Adrián nos informa:
Esos dos meses fueron durísi-
mos porque no había quedado materia
prima, no teníamos luz, había que hacer guardia per-
manente acá, fuimos denunciado por usurpación, fui-
mos procesados también por usurpación, teníamos que
salir con una cajita a pedir acá en la vereda en frente de
la fábrica o íbamos a pedir a la puerta del Coto (…)
24.
Al interrogar acerca de la posibilidad de inversio-
nes en la fábrica para mejorar la producción, no se con-
sideraba esa alternativa por el momento:
Invertir mucho no, nosotros lo que más nos desta-
camos es en bombones, chocolate en rama y graniza-
do perdimos clientes que ya no los podemos recuperar,
también están las “lentejas” que tampoco mucho lo
podemos recuperar (…) comprar máquinas nuevas, no,
todavía no (…).
25
Otra de las dificultades es la falta de capitales para
comenzar a producir:
El primer año no teníamos para comprar insumos,
bueno entonces tratamos de buscar (…)
26
En estos casos la solidaridad es fundamental, los
trabajadores consiguieron un crédito por parte de la
Fundación La Base.
27
Condiciones de trabajo
Cuando indagamos acerca de las condiciones de tra-
bajo bajo la autogestión surgen tanto aspectos positi-
vos como negativos. Todos los entrevistados hicieron
referencia a la sensación de “libertad”, sobre todo la
importancia de no trabajar bajo presión, exentos de
la regimentación que sufrían en la relación de depen-
dencia:
No estamos presionados, no nos
sentimos que mirá, tenés que llegar
a las seis y si llegaste diez minutos
ya te sacan media hora, todas esas
cosas que ahora no, trabajás más
tranquila, estamos liberados como
seres, aparte por eso te digo porque
sabés que uno va a llevarse esa plata
y nadie te está currando.
28
Yo me siento mejor ahora, porque yo digo; a las
doce me voy, me voy, y antes cuando estaban los patro-
nes te decían no, vos te tenés que quedar hasta las seis de
la tarde, igual te hacían quedar, para pasar el trapo en
el piso, te tenían limpiando o estabas sentado esperando
que se haga la hora, ahora se termina la producción, se
termina a la una, a la una te vas, se termina a las dos,
a las dos te vas.
29
Es notable la distensión general en las condiciones
de trabajo; como por ejemplo en el régimen de licen-
cias:
Nosotros en una asamblea decidimos tomarnos
cuatro semanas en el año, yo me tomo una, esta se-
mana y me puedo tomar las otras tres escalonadas du-
rante el año, el que quiere tomarse dos, se toma dos,
siempre y cuando en el momento en que baja un poco
el trabajo y bueno, los que quedan lo puedan hacer,
nunca se toman más de dos o tres personas, se toman
las vacaciones juntas.
30
Sin embargo, se presentan algunos inconvenien-
tes como el hecho de encontrarse fuera del convenio
laboral, en este caso, del gremio de la alimentación. La
ley de cooperativismo no reglamenta las condiciones
laborales y surgen problemas como el que tiene que en-
frentar Luis Adrián:
Antes que la empresa quebrara tenia un retiro por
invalidez, tengo un 16,42 % de hipoacusia del ruido de
las máquinas (…) Los que trabajábamos en trabajo in-
salubre teníamos un litro de leche nada más, la leche no
te va a limpiar los pulmones (…)
31
Antes de conformarse como cooperativa tampoco
cobraban por tarea insalubre y no se tenía garantizada
la seguridad laboral con el equipa-
miento necesario, la realidad es que
actualmente tampoco la tienen.
Las direcciones de los sindica-
tos no reconocen a los trabajadores
organizados en cooperativas como
tales, negándoles la afiliación; a
pesar de que se encuentran traba-
jando en el mismo lugar y para el
mismo sector, y un tiempo atrás eran
afiliados:
(…) Nosostros fuimos a la Alimentación y dijeron,
noooo, ustedes no, y ellos dicen que tanto que piensan
en vos, te piensan como compañero, piensan… todos los
días piensan, cuando vos estas afiliado todos piensan
en vos, pero ahora
que sos cooperativa querés hacerte
En esta oportunidad, ahora
estoy haciendo chocolate (…)
y el chocolate cambió porque
antes nos hacían cambiar la
formula y eso es lo que estamos
pagando hoy, perdimos pres
-
tigio, calidad, entonces ahora
estamos haciendo chocolate de
primera.
No estamos presionados, no
nos sentimos que mirá, tenés
que llegar a las seis y si llegaste
diez minutos ya te sacan media
hora, todas esas cosas que ahora
no, trabajás más tranquila (...)
Foto: Guadalupe Torrijo
Foto: Guadalupe Torrijo
Exhibidor de ventas.
Confturas producidas en la fábrica.
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una afiliación mínima y dicen, no no, mirá no podemos
afiliarte porque ya sos otra cosa, y antes ¿como éramos?
Si estoy trabajando en el mismo lugar, sigo haciendo lo
mismo. Ahora no sos más compañero viste…
32
La propuesta del sindicato consistió en lo siguiente:
Traer un inversor, capitalizar la empresa conti-
nuando en relación de dependencia, trajeron uno y es-
capó (se quedó con la temporada del turrón) y los che-
ques a los proveedores eran sin fondo.
No estamos agremiados. Podemos hacernos mono-
tributistas, pero todavía no…
33
En eso estamos ahora, tratando
de buscar un seguro, todavía ningu-
no de los compañeros tienen una
obra social, no tienen nada, todos se
atienden por su cuenta, en hospita-
les, estamos tratando de buscar ese
apoyo con el Hospital Israelita que
también es Cooperativa (…)
34
Por lo tanto, uno de los incon-
venientes que encuentran los traba-
jadores que producen bajo autogestión
es el hecho de encontrarse desamparados en materia
sindical, previsional y de cobertura médica. Una vez
que se organizaron como cooperativa, cada trabajador
pasa a ser monotributista. El carácter de monotribu-
tistas implica que sean tomados como trabajadores
autónomos, carecen del aporte previsional a cargo del
empleador y ese aporte pasará a aumentar el pago del
monotributo. En este aspecto se podría considerar que
los beneficios en carácter de trabajador autónomo se
presentan como inferiores a los que les correspondería
en carácter de empleado en relación de dependencia. Si
bien en carácter de monotributista el trabajador tiene
derecho a una obra social, esta cobertura es inferior a
la que le corresponde por convenio laboral de la rama
en que trabaja.
35
En comparación con la situación de los trabajado-
res en relación de dependencia surgen otras diferencias
e inferioridad de condiciones, al punto de generar divi-
siones internas sobre la apreciación de estas:
Acá hay compañeros que te dicen;
cuando va a haber… sabés que an-
tes a nosotros nos daban las vaca-
ciones, y nos pagaban el aguinaldo,
pero acá no cobrás el aguinaldo, acá
si hay mil pesos te llevás los mil pe-
sos, pero no hay aguinaldo. Lo que sí
hay, si vos venís todos los días, hay
como un premio, estás premiado, eso
lo decidimos entre nosotros. Justifi-
car la falta pero antes se pagaba por
enfermedad pero comenzaron toda
la semana y no se podían enfermar
el lunes y el martes, se comenzaron a
enfermar lunes y martes y ya te venían tres días, enton-
ces ahí te hace diferencia en la producción porque vos
imaginate, ya teníamos tres personas que todos los lunes
y martes no te venían, te venían el miércoles y después el
viernes y cobraba la misma plata que te llevabas vos que
estabas de lunes a viernes. Y el trabajo que tenían que
hacer los que faltaban, lo tenía que hacer otro.
Por eso sacamos, el tema de enfermedad sacamos.
Ahora, cuando se enferman, no se les paga ese día. (…)
No se les paga, siempre son los mismos (…) Muchos pre-
guntan, ¿será que van a volver los patrones?
36
Con respecto al salario, prima la sensación de
equiparación “igual tarea-igual remuneración”, existe
el sentimiento de recibir por lo que se trabaja:
No es una cosa… pero día a día lo vamos mejoran-
do, te cuento, el año pasado no teníamos deuda y nos
llevábamos menos dinero que hoy.
37
El proceso de trabajo
En el momento de hacer funcionar la empresa nueva-
mente lo más común es la imitación de las viejas for-
mas de producción o de organización del trabajo como
eran en la empresa anterior y tal como la conocían los
trabajadores. Pero, a la vez, se establecen cambios y/o
modificaciones que por lo general tienen que ver con
la carencia y el deplorable estado de la planta en el mo-
mento de la fuga de los dueños.
38
En el caso que nos ocupa se dan ambos fenómenos,
un elemento importante que mencionan con énfasis los
trabajadores entrevistados es la permanencia de un com-
pañero de la administración, quien co-
nocía a los proveedores, a los clien-
tes, es decir, alguien que estaba al
tanto de la gestión empresarial; la
comercialización, la compra de in-
sumos, la distribución, etcétera. En
este sentido Claudio comentó:
Había un compañero que era
de administración y volvió con noso-
tros, y ese compañero empezó a con-
tactarse con los clientes antiguos, los
que se habían ido porque el patrón
les había vendido mercadería que no
era correcta (…), era una mercadería de muy baja calidad
(…), entonces él lo empezó a contactar, les mando mues-
tras para que vean la mercadería que estábamos hacien-
do nosotros y bueno, así empezamos a recuperar, todavía
no se recuperó todo, pero bueno… estamos en eso.
39
Y Leoncia agregó:
Mirá, sí, seguimos igual, mejor, mejorando más toda-
vía porque la patronal justamente se fundió porque prác-
ticamente hacía cualquier cosa, el chocolate no era choco-
late, por eso se fundió, (…). Nosotros hacemos el chocolate
como tiene que ser (…) buscamos precios, pero están con-
fando en nosotros porque ahí el señor que está en adminis-
tración, él busca precios, entonces él también nos ayuda un
montón, bueno él también es de la Cooperativa, pero nos
dan a pagar, o si no, pagamos con cheque (…)
40
También se vieron en la necesidad de efectuar al-
gunas modificaciones, sobre todo en torno a la falta de
personal:
Nosotros permanente éramos cien obreros, cien y
pico, y en las temporadas tomaban por agencia o por
contrato y superábamos las trescientas personas, somos
veinte y pico y nos dedicamos a tareas específicas, hoy
hacemos bombones, hacemos bombones, mañana tene-
mos que envasar, bueno el que va a envasar envasa, el
que puede hacer confites hace confites.
41
La falta de personal indujo cambios en los ritmos
de producción y en las especificidades operarias. Hoy
en día todos conocen todas las áreas de trabajo y en
algún momento las ejecutan de acuerdo con las nece-
sidades de producción, aspecto que no
debe desligarse de las característi-
cas del personal que se quedó en la
autogestión, todos ellos con alrede-
dor de cuarenta años en la fábrica,
lo cual facilitó la reasignación de
tareas y la multiplicación de fun-
ciones:
Estamos en todos lados, en to-
dos lados, los que quedamos esta-
mos en todos lados, si tenemos que
limpiar limpiamos, si tenemos que ir
a hacer el chocolate lo hacemos, ha-
cemos todo lo que tenemos que hacer, no hay que decir
yo estoy acá y no hago lo otro, no, hacemos todos igua-
les.
42
Muchos compañeros se fueron y bueno vos por ahí
tenés que cubrir tres lugares en vez de uno, casi la ma-
yoría hacen así (…)
43
La propuesta del sindicato
consistió en lo siguiente:
Traer un inversor, capitalizar la
empresa continuando en rela
-
ción de dependencia, trajeron
uno y escapó (se quedó con
la temporada del turrón) y los
cheques a los proveedores eran
sin fondo.
Estamos en todos lados,
en todos lados, los que queda
-
mos estamos en todos lados, si
tenemos que limpiar limpiamos,
si tenemos que ir a hacer el
chocolate lo hacemos, hacemos
todo lo que tenemos que hacer,
no hay que decir yo estoy acá
y no hago lo otro, no, hacemos
todos iguales.
Foto: Guadalupe Torrijo
Foto: Guadalupe Torrijo
Productos Arrufat.
Productos Arrufat.
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Voces Recobradas
4140
Revista de Historia Oral
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Tenemos una comisión para
organizar el trabajo, yo voy y le
pregunto vamos a hacer esto,
qué es lo que hay que hacer, fal
-
ta chocolate en rama o blanco,
leche, semiamargo, y… según lo
que falta se manda a buscar la
materia prima y se pone a hacer.
(...) los cambios y las conti-
nuidades del proceso de trabajo
parecen haber sido determina-
dos por un elemento fundamen-
tal para gestionar lo producido
por los compañeros operadores,
la presencia de un compañero
con conocimientos de gestión de
la antigua empresa (...)
De esta manera, la tarea se va organizando en el día
a día de acuerdo con la cantidad de trabajadores que son y
los pedidos que tienen que cumplir. A su vez, surgen entre
las modifcaciones del proceso productivo los cambios en
los ritmos de trabajo, es notable una relajación general en
los procesos de trabajo al no estar bajo presión patronal.
Tenemos una comisión para organizar el trabajo,
yo voy y le pregunto vamos a hacer esto, qué es lo que
hay que hacer, falta chocolate en rama o blanco, leche,
semiamargo, y… según lo que falta se
manda a buscar la materia prima y
se pone a hacer.
44
Durante las temporadas de
mayor producción se contrata per-
sonal temporario:
Le pagan lo que marca el básico
del Convenio de alimentación… no,
no, no nos guiamos por Convenio
pero una persona que viene a bus-
car trabajo, ellos se fijan en el Conve-
nio para saber, entonces se lo pagás, cuánto está la hora
ahora, entonces se lo pagás esa cantidad.
45
La mayoría de los entrevistados expresan una con-
formidad con el desarrollo del proceso de trabajo ac-
tual; lo comentó José:
Cada uno en su sector de trabajo, si un compañero
necesita una mano, vamos y le damos, colaborar, la pa-
labra como lo dice “cooperativa”(…)
46
Solo un entrevistado hizo referencia al déficit ope-
rativo:
Acá sí que a nosotros nos falta, nos falta organizar
un poco más, existe rivalidad.
47
Conclusión
Utilizamos un estudio de caso con el objetivo de co-
nocer concretamente a qué dificultades se enfrentan
los trabajadores que deciden ocupar, recuperar y po-
ner a producir la misma fábrica en la
que trabajaban una vez declarada
en quiebra por sus dueños, sobre
la base de tres aspectos: la relación
con el mercado, las condiciones de
trabajo y el proceso de trabajo.
En relación con el primero,
consideramos imposible analizar
un proceso autogestionario sin te-
ner en cuenta la influencia del mer-
cado capitalista en que la empresa
debe operar. A su vez, resulta deter-
minante en el proceso de autogestión el
tipo de industria y el mercado particular, en este caso
del chocolate, y la coyuntura del contexto histórico en
el que inevitablemente se ven inmersos.
Las reglas de competencia en el mercado del cho-
colate afecta a las pequeñas producciones como la de
Arrufat debido a las necesidades de importación de
materia prima cuyos precios en moneda extranjera re-
sultan excesivos con relación a la cantidad de produc-
ción y capacidad de venta.
A su vez, esta producción corresponde en la es-
tructura de los fabricantes de este producto a ese 30%
restante de diversas pequeñas firmas y marcas, a cuyo
nivel de competencia resulta difícil alcanzar por las
propias características de este mercado donde el
packaging
y la publicidad son determinantes y la ex Arrufat no
tiene un desarrollo ni posibilidades de inversión en
este aspecto.
El vaciamiento constituye un límite clave, porque
implica la ausencia de los recursos necesarios; la mate-
ria prima, las deudas en los servicios como el gas y la
luz, y el corte de los mismos, fundamentales para po-
der hacer funcionar las máquinas. Además, en muchos
casos, aunque no en este, la maquinaria es obsoleta.
En este caso fue resistido el secuestro de una máquina
fundamental para seguir produciendo y los primeros
recursos fueron provistos de manera solidaria por otras
cooperativas, a través del fondo de lucha y prestamos
de una ONG. Se necesitó reconstruir desde cero las re-
laciones comerciales con proveedores y compradores
que fueron defraudados por los antiguos dueños.
A todo esto se le sumó que en el momento en que
se concreta el vaciamiento de la fábrica y son echados
los trabajadores, la propia industria y el mercado del
chocolate fueron alcanzados por la crisis financiera in-
ternacional que pronosticaba para el
año 2009 una baja en el consumo
interno de chocolate.
Una consecuencia económica
de este emprendimiento autoges-
tionado, mencionada por Paulo
Peixoto de Albuquerque en su tra-
bajo “Autogestión”, tiene que ver
con lo que dicen los entrevistados
cuando contestan que lo que les
queda es competir con la calidad,
cuidan la calidad de esa producción
por el deseo de aumentar sus rendimien-
tos determinados por la productividad de la fábrica.
El segundo eje de análisis contempló la condición
del trabajador en este emprendimiento de autogestión
desde los aspectos positivos y negativos. Es notorio que
la mayoría de los trabajadores entrevistados hicieron
fundamental hincapié en el relajamiento general du-
rante la producción que asumen como propia al igual
que el beneficio de la comercialización. Prima la sensa-
ción de controlar en conjunto todo el proceso produc-
tivo y la mayoría acepta sin inconvenientes la necesi-
dad de prolongar tiempos de trabajo o tener múltiples
funciones a pesar de cobrar por solo una.
Sin embargo, están presentes las diferencias con
las condiciones en la relación de dependencia y como
afiliados, alrededor de ciertos beneficios y derechos de
los cuales no se gozan bajo autogestión; en materia de
jubilación, de cobertura médica, de seguridad laboral
(ART), aguinaldo, pago de horas extras, vacaciones,
cobertura por enfermedad, cobro por tarea riesgosa,
insalubre, etcétera.
Por último, los cambios y las continuidades del
proceso de trabajo parecen haber sido determinados
por un elemento fundamental para gestionar lo produ-
cido por los compañeros operadores, la presencia de un
compañero con conocimientos de gestión de la antigua
empresa, quien reconstruyó junto al resto los mecanis-
mos de compra, venta y distribución imprescindibles
para obtener el beneficio económico de lo producido.
Otro elemento a considerar en este eje es la necesidad
de cubrir las ausencias de personal en el proceso pro-
ductivo de las distintas áreas, y una particularidad de
la ex Arrufat es la presencia de operarios con más 30
años en la fábrica quienes conocían la mayoría del tra-
bajo operativo y las particularidades de las propias má-
quinas lo cual facilitó cubrir la falta
de personal. A pesar de ello, en las
temporadas de mayor producción
se ven en la necesidad de contratar
personal.
Finalmente y a modo de cie-
rre podemos aportar que los pri-
meros pasos para la autogestión se
ven atravesados por ciertas tareas
urgentes de resarcimiento econó-
mico a nivel financiero, comercial
y productivo, como recomponer las
relaciones con proveedores y clientes,
acumular capital de trabajo, regularizar la situación
contable, redistribuir las tareas, etcétera. En el caso de
la ex Arrufat se han recompuesto gran parte de estas
condiciones, se encuentran saliendo de deudas y el sa-
lario se está mejorando, para esto resultó fundamental
la unidad del grupo resaltado por cada entrevistado,
tanto para los comienzos de la lucha como para orde-
nar el trabajo y producir.
Foto: Guadalupe Torrijo
Foto: Guadalupe Torrijo
Productos Arrufat.
Frente de la fábrica.
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Voces Recobradas
4342
Revista de Historia Oral
Voces Recobradas
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Notas
————— ————— ————— ————— ————— ————— ————— ———
1
Andrés Ruggeri, (compilador),
Las empresas recuperadas. Au-
togestión obrera en Argentina y América Latina.
Buenos Aires,
Facultad de Filosofía y Letras. Universidad de Buenos Aires,
2009, p. 19.
2
Pablo Heller,
Fábricas ocupadas. Argentina 2000-2004
. Buenos
Aires, Rumbos, 2004, p. 14.
3
Ibídem, pp. 44-47.
4
Adriana Meyer, “Bombones autogestionados” en diario
Página
12
, 21 de febrero de 2009. [Disponible en: http://www.pagina12.
com.ar/diario/elpais/1-120324-2009-02-21.html].
5
Ibídem.
6
Ibídem.
7
Ibídem.
8
El Hotel Bauen está ubicado en la Av. Callao 360 de la ciudad
de Buenos Aires; es una empresa ocupada, recuperada y gestio-
nada por sus exempleados. Hoy tiene el nombre de Coopera-
tiva Hotel Buenos Aires Una Empresa Nacional (Coop. Hotel
BAUEN en siglas).
9
El Fondo Solidario La Base
se constituyo como
una ONG de
Estados Unidos que apoyaba fnancieramente a grupos de tra-
bajadores autogestionados, para “fomentar el trabajo demo-
crático”. En 2004, crearon y registraron la ONG Te Working
World para que sea el órgano que maneje el Fondo Solidario
La Base y quien reciba las donaciones para ese Fondo. (www.
theworkingworld.org).
10
Laura Vale. “Los huevos (de Pascua) de Arrufat” en el diario
Página 12.
9 de abril de 2009. [Disponible en: www.pagina12.
com.ar/diario/elpais/1-122906-2009-04-09.html].
11
Ibídem.
12
Coto es una cadena argentina de hipermercados y maximer-
cados.
13
“(…) hubo compañeros que se encadenaron a la máquina.”.
Testimonio en el artículo “Arrufat: Vamos a seguir siendo obre-
ros” en Periódico
Hoy
Nº 1257. 11 de marzo de 2011. [Disponi-
ble en: http://www.pcr.org.ar/nota/movimiento-obrero/arrufat-
%E2%80%9Cvamos-seguir-siendo-obreros%E2%80%9D].
14
Alfredo Sainz. “El precio en el alza de los alimentos”, diario
La Nación
, 13 de abril de 2008. [Disponible en: www.lanacion.
com.ar/1003842-el-precio-en-alza-de-los-alimentos].
15
Sebastián Freille. “La crisis económica mundial: efectos y
repercusiones sobre la economía argentina”. Universidad Na-
cional de Córdoba. Conicet. [Disponible en: www.cpcecba.org.
ar/media/download/eventos/JD_10_Sebastian_Freille_crisis.
pdf].
16
Informe de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca.
Alimentos Argentinos. Biblioteca del Ministerio de Economía,
2008-2009, p. 57.
17
Informe Sector Alimentos Industrializados. Golosinas y Pro-
ductos de Conftería 2011. Dirección General de Oferta Expor-
table. Dirección General de Estrategias de Comercio Exterior.
Subsecretaria de Desarrollo de Inversiones y Promoción Co-
mercial. Biblioteca del Ministerio de Economía. p. 19.
38
Andrés Ruggeri,
op. cit.
, p. 59.
39
Claudio, 61 años. Entrevista realizada por Guadalupe Torrijo
Di Marco, Buenos Aires, junio de 2012
40
Leoncia, 58 años, encargada del negocio. Entrevista realizada
por Guadalupe Torrijo Di Marco, Buenos Aires, junio de 2012.
41
Luis Adrián, 58 años, miembro de la Comisión Directiva.
Entrevista realizada por Guadalupe Torrijo Di Marco, Buenos
Aires, junio de 2012.
42
Leoncia, 58 años, encargada del negocio. Entrevista realizada
por Guadalupe Torrijo Di Marco, Buenos Aires, junio de 2012.
43
Antonio, 47 años, trabaja en la Cooperativa hace dos años.
Entrevista realizada por Guadalupe Torrijo Di Marco, Buenos
Aires, junio de 2012.
44
José, 54 años. Entrevista realizada por Guadalupe Torrijo Di
Marco, Buenos Aires, junio de 2012.
45
Leoncia, 58 años, encargada del negocio. Entrevista realizada
por Guadalupe Torrijo Di Marco, Buenos Aires, junio de 2012.
46
José, 54 años. Entrevista realizada por Guadalupe Torrijo Di
Marco, Buenos Aires, junio de 2012
47
Antonio, 47 años, trabaja en la Cooperativa hace dos años.
Entrevista realizada por Guadalupe Torrijo Di Marco, Buenos
Aires, junio de 2012.
Bibliografía
————— ————— ————— ————— ————— ————— ————— ———
Anuarios 2008, 2009 y 2010. Consejo Técnico de Inversión. Bi-
blioteca Ministerio de Economía.
Fajn, Gabriel y Julián Rebón. “El taller ¿sin cronómetro? Apun-
tes acerca de las empresas recuperadas” en Revista
Herramienta
Nº 28, 2005.
Freille, Sebastián. La
crisis económica mundial: efectos y reper-
cusiones sobre la
economía argentina
. Universidad Nacional de
Córdoba. Conicet. [Disponible en
www.cpcecba.org.ar/media/download/eventos/JD_10_Sebas-
tian_Freille_crisis.pdf]
Heller, Pablo,
Fábricas ocupadas. Argentina 2000-2004
. Rum-
bos. Buenos Aires, 2004.
Peixoto de Albuquerque, Paulo, “Autogestão”
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nomía
, Antonio David Cattani (org.), Porto Alegre, Veraz Edi-
tores, 2003.
Ruggeri, Andrés (compilador),
Las empresas recuperadas. Au-
togestión obrera en Argentina y América Latina.
Buenos Aires,
Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires,
2009.
Sainz, Alfredo. “El precio en el alza de los alimentos”, en
La
Nación
, 13/04/2008. [Disponible en www.lanacion.com.
ar/1003842-el-precio-en-alza-de-los-alimentos.]
Diarios y periódicos
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Hoy,
6 de marzo, 9 de abril y 22 de junio de 2009. 11 de marzo
de 2011.
Página 12
. 21 de febrero y 7 de junio de 2009.
Prensa Obrera
Nº 1074, 1080 y 1082 del 2009. Nº 1152 del 2010.
La Nación
, 13 de junio de 2009.
Entrevistas
————— ————— ————— ————— ————— ————— ————— ———
Luis Adrián, 58 años, miembro de la Comisión Directiva. En-
trevista realizada por Guadalupe Torrijo Di Marco, Buenos Ai-
res, junio de 2012.
Leoncia, 58 años, encargada del negocio. Entrevista realizada
por Guadalupe Torrijo Di Marco, Buenos Aires, junio de 2012.
Antonio, 47 años, trabaja en la Cooperativa hace dos años. En-
trevista realizada por Guadalupe Torrijo Di Marco, Buenos Ai-
res, junio de 2012.
José, 54 años. Entrevista realizada por Guadalupe Torrijo Di
Marco, Buenos Aires, junio de 2012.
Claudio, 61 años. Entrevista realizada por Guadalupe Torrijo
Di Marco, Buenos Aires, junio de 2012.
18
Informe de Coyuntura Mensual. Febrero 2008. Dirección
Nacional de Alimentos. Dirección de Industria Alimentaria.
Biblioteca del Ministerio de Economía y Producción.
19
Anuario 2008 del Consejo Técnico de Inversiones. Fuente ex-
traída de la Biblioteca del Ministerio de Economía.
20
Informe de Coyuntura Mensual. Febrero 2008,
op. cit.
21
Andrés Ruggeri (compilador),
op. cit.
, p.58.
22
Luis Adrián, 58 años, miembro de la Comisión Directiva.
Entrevista realizada por Guadalupe Torrijo Di Marco, Buenos
Aires, junio de 2012.
23
José, 54 años. Entrevista realizada por Guadalupe Torrijo Di
Marco, Buenos Aires, junio de 2012.
24
Luis Adrián. 58 años. Entrevista realizada por Guadalupe To-
rrijo Di Marco, Buenos Aires, junio de 2012.
25
Leoncia, 58 años. Entrevista realizada por Guadalupe Torrijo
Di Marco, Buenos Aires, junio de 2012.
26
Claudio. 61 años. Entrevista realizada por Guadalupe Torrijo
Di Marco, Buenos Aires, junio de 2012.
27
Hay registro de la extensión y proliferación de estas organiza-
ciones no gubernamentales en los últimos tiempos en los países
llamados “periféricos”, y hay quienes consideran que su presen-
cia se debe a su papel determinante por la creciente incapacidad
de los regímenes políticos de las distintas naciones para hacer
frente a las tendencias de la crisis económica mundial. Para más
información, consultar Pablo Heller,
op. cit.
, p. 97.
28
Leoncia, 58 años, encargada del negocio. Entrevista realizada
por Guadalupe Torrijo Di Marco, Buenos Aires, junio de 2012.
29
Antonio, 47 años, trabaja en la Cooperativa hace dos años.
Entrevista realizada por Guadalupe Torrijo Di Marco, Buenos
Aires, junio de 2012.
30
Luis Adrián, miembro de la Comisión Directiva. 58 años.
Entrevista realizada por Guadalupe Torrijo Di Marco, Buenos
Aires, junio de 2012.
31
Ibídem.
32
Antonio, 47 años, trabaja en la Cooperativa hace dos años.
Entrevista realizada por Guadalupe Torrijo Di Marco, Buenos
Aires, junio de 2012.
33
Luis Adrián, 58 años, miembro de la Comisión Directiva.
Entrevista realizada por Guadalupe Torrijo Di Marco, Buenos
Aires, junio de 2012.
34
Claudio. 61 años. Entrevista realizada por Guadalupe Torrijo
Di Marco, Buenos Aires, junio de 2012.
35
“Hay antecedentes favorables en la historia del movimiento
sindical argentino –como en el caso del gremio gráfco–, que,
a contramano de esas tendencias de las direcciones sindicales,
los trabajadores de las cooperativas fueron reconocidos como
afliados en iguales condiciones que el resto de los trabajadores
asociados.” Pablo Heller,
op. cit.
, p. 42.
36
Antonio, 47 años, trabaja en la Cooperativa hace dos años.
Entrevista realizada por Guadalupe Torrijo Di Marco, Buenos
Aires, junio de 2012.
37
Luis Adrián, 58 años, miembro de la Comisión Directiva.
Entrevista realizada por Guadalupe Torrijo Di Marco, Buenos
Aires, junio de 2012.