image/svg+xmlVoces Recobradas1918Revista de Historia OralVoces RecobradasRevista de Historia Oral1918S in duda alguna, los temas más complejos surgidos durante las transiciones políticas hacia la demo-cracia en toda América, han sido la búsqueda de verdad y justicia, y el juicio a las violaciones de derechos humanos cometidos por las dictaduras militares. Inicial-mente hubo un auge en la defensa de los derechos huma-nos, pero este forecimiento pronto se fue evaporando en pro de una reconciliación nacional donde el perdón y el olvido dejaban impunes los delitos cometidos. Este fue el caso de la República Argentina, donde después de un impulso sin precedentes a los derechos humanos, la fragi-lidad institucional y los intentos golpistas llevaron a las au-toridades civiles a decretar las leyes de Punto Final y Obe-diencia Debida; y más tarde indultos a los jefes de la Junta Militar, congelando de esta manera por años la posibilidad “No al Punto Final, no a la Obediencia Debida, no al Indulto…” Testimonios de resistencia y luchatoneros y del Ejército Revolucionario del Pueblo; en tanto que el segundo decreto determinó el enjuiciamiento de los nueve integrantes de las tres primeras Juntas Militares ante el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas.Por decreto 183 del 14 de diciembre se crea la CONADEP, que elabora un minucioso informe sobre los desaparecidos durante la dictadura. El informe Nunca Más“da cuenta de las violaciones a los derechos humanos de forma sistemática, orgánica y estatal por parte de las Fuer-zas Armadas, se reconstruye la forma de operación de la represión y se consigna la desaparición de 8.960 personas y la existencia de 380 centros clandestinos de detención.”5El intento por juzgar a los militares en sus propios fueros no prosperó, el argumento de una “guerra justa” los disculpaba de toda acción. En consecuencia, el gobierno promovió un juicio en contra de los miembros de las Juntas Militares en los tribunales civiles, apoyándose en una ley aprobada por el Congreso en enero de 1984, que estableció que los casos de violación de derechos huma-nos no resueltos por los jueces milita-res en determinados plazos pasaban au-tomáticamente a los tribunales civiles, constituidos como cortes marciales.6Del 22 de abril al 9 de diciembre de 1985 se desarro-lló el llamado “Juicio del Siglo”, fueron audiencias públicas donde se juzgó a los comandantes de las Juntas Militares, quienes recibieron condenas de 10 años a cadena perpetua. Atestiguaron en este juicio cerca de 1.000 personas, testi-monios que dejaron al descubierto las aberraciones come-tidas durante la dictadura militar. Pero estos juicios eran solo el inicio, ya que hasta el momento se había juzgado a una parte ínfma de los denunciados. Y si bien el gobierno radical contaba con un importante apoyo social, pronto se vio presionado por una serie de alzamientos militares que pretendían detener las citaciones judiciales a los ofciales por violaciones a los derechos humanos. El presidente sancionó entonces las Leyes de Punto Final (24-12-1986) y de Obediencia Debida (4-6-1987) respectivamente. La primera paralizaba los procesos judiciales contra los auto-res de las detenciones ilegales, torturas y asesinatos duran-te la dictadura militar. La segunda eximía a los militares de Lidia González y Silvana LuveráDirección General Patrimonio e Instituto Histórico de la Ciudad de Buenos Airesde hacer justicia para los 30.000 desparecidos que dejó la dictadura más cruenta que conoció nuestro país.1La Junta Militar intentó negociar con los partidos políticos la garantía de impunidad de las Fuerzas Arma-das tras la entrega del poder, y dictó una Ley de Autoam-nistía.2Así, y en un marco de gran entusiasmo popular, el 10 de diciembre de 1983 asume la presidencia del país Raúl Alfonsín. El primer acto del nuevo presidente, y para cumplir con su promesa electoral de enjuiciar a los res-ponsables de la represión, fue enviar un proyecto de ley para la anulación de la ley de autoamnistía que fue apro-bado en diciembre del mismo año.3Siguieron luego dos decretos, Nº 157/83 y Nº 158/83 del 13 de diciembre de 1983 que presentan la teoría de los “Dos Demonios”.4Por el primer decreto se denunció a siete miembros de Mon-cargo menor al grado de coronel de la responsabilidad en los delitos cometidos en ese período.En 2012 se han cumplido 25 años de la sanción de la ley de Obediencia Debida y algo más de la Ley de Punto Final, que clausuraban abruptamente el proceso de aper-tura de las causas judiciales contra los represores iniciado apenas unos años antes.El tiempo transcurrido hasta que ambas leyes fueron consideradas nulas por el Congreso Nacional en 2003, y declaradas inconstitucionales por la Corte Suprema de Justicia en 2005, fue de resistencia y lucha de los organis-mos defensores de los derechos humanos por mantener vigente el reclamo de verdad y justicia. En este trabajo tratamos de indagar cuáles fueron las estrategias que se desplegaron en esta lucha y de qué manera las fue acompañando la so-ciedad. Creemos que este último as-pecto es de gran importancia porque el desconocimiento y alcance de es-tas leyes por gran parte de la pobla-ción dejaban cerrada una etapa que recién comenzaba a develarse públi-camente. La necesidad de impulsar los juicios por la verdad no solo era una cuestión que impli-caba a las víctimas directas, sino también la posibilidad de una reconstrucción social basada en la verdad y en la justicia.Alba Lanzillotto.La necesidad de impulsar los juicios por la verdad no solo era una cuestión que implicaba a las víctimas directas, sino también la posibilidad de una reconstruc-ción social basada en la verdad y en la justicia.
image/svg+xmlVoces Recobradas2120Revista de Historia OralVoces RecobradasRevista de Historia Oral2120El Juicio a las Juntas fue como “un regalo”Desde fnes de 1975 comenzaron a organizarse diversos grupos de la sociedad civil, religiosa y política de nues-tro país, con la consigna de promover la vigencia de los derechos humanos. El primer organismo de denuncia fue la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH). Ese mismo año el SERPAJ (Servicio de Paz y Justicia) inicia una campaña internacional de denuncia y reclamo por la vigencia de los derechos humanos en la región.Vinculado conel Consejo Mundial de Iglesias sur-ge en febrero de 1976 el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos (MEDH). Ya durante la dictadura se suma la actividad de Madres de Plaza de Mayo, Abuelas, Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones po-líticas, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), el movimiento Judío por los Derechos Humanos (MJDH), entre otros.7Tras el advenimiento de la demo-cracia y a pesar de sus divergencias, las distintas agrupaciones convinieron en el apoyo al juicio iniciado contra los comandantes por la Cámara Federal, en abril de 1985 “(…) y coincidieron en expresar, aunque con distinto énfa-sis, que la realización de este juicio debía ser considerada solo como la primera etapa de un proceso que debía alcan-zar `hasta al último de los torturadores´, según la expresión utilizada en varias oportunidades por las Madres de Plaza de Mayo”.8(…) creo que cuando empezó el juicio a las Juntas de Alfonsín casi fue como un regalo, como cuando en la actua-lidad se derogaron las leyes, digo, en el sentido que sucedía algo que uno casi no se lo esperaba, como que era un plus, o no, lo equipararía cuando Kirchner entregó la ESMA a los organismos, la expropia, que era algo que por ahí uno no lo estaba esperando (…)9(…) pero hacer un juicio a los militares por sus críme-nes era algo histórico, y todos estamos contentos en el senti-do de que se abría una posibilidad, como una puerta para la justicia (…)10“Esos meses de 1985 constituyeron el momento de mayor impacto de la lucha por los derechos humanos en la Argentina (…) El veredicto contra los miembros de las Juntas Militares abría la puerta para nuevos procesamien-tos y juicios, lo que provocó creciente inquietud y levan-tamientos militares en 1986, 1987, 1988 y una última in-surrección en 1990. Movimientos que generaron una serie de medidas que representaron un verdadero retroceso político.”11Ya se había dictado la Ley de Punto Final cuando tiene lugar una nueva sublevación militar, y fue en este contexto, durante la celebración de Semana Santa, que el viernes 17 de abril de 1987, Juan Carlos Mareco, Néstor Ibarra y Rubén Corbacho le hicieron una entrevista para Radio Mitre al ex teniente coronel Aldo Rico, amotinado en Campo de Mayo, en este reportaje Rico exige solucio-nes políticas para fnalizar los juicios:–(…) Ante las actitudes y aconte-cimientos que son de dominio público ocurridos en la ciudad de Córdoba, apoyamos la actividad o la actitud de aquella gente, del mayor Barreiro y del jefe del Regimiento 14 y hemos retoma-do esa actitud para reclamar una solución política a los pro-blemas de las secuelas de la guerra contra la subversión.–Solución política que usted…–Nuestro único objetivo, es decir, una solución política, cualquiera que sea. Tendrá que discriminar el Poder Ejecu-tivo, el… el Legislativo, los cuadros intermedios, etcétera, a los problemas de la guerra contra la subversión.–(…) Teniente coronel ¿con qué suerte de propuestas, por favor?–Esta es la propuesta. Nosotros pedimos al… al… al Poder Ejecutivo, una solución política al problema de la gue-rra contra la subversión. Estamos pidiendo la reconciliación defnitiva. El Ejército en particular, las Fuerzas Armadas en general, durante los últimos cuatro años se han desgastado en este problema de las secuelas de la guerra contra la sub-versión. Creo que hemos pagado un costo bastante elevado (…) Nosotros no estamos en contra de la democracia ni del gobierno del doctor Alfonsín. Nosotros pedimos, reclama-mos en forma lo más rápida posible, una solución política al tema de la guerra contra la subversión (…)(…) –Concretamente, ustedes no quieren que llamen a nin-gún militar más a ningún juicio…–Nosotros queremos que eso se termine. Creo que ya hemos pagado sufciente, señor (…)12Después de este episodio la Ley de Obediencia Debi-da cerraba el círculo de la impunidad.Las leyes de la impunidadLa Ley Nº 23.492 de “Punto Final” san-cionada el 23/12/86; promulgada el 24/12/86; y publicada en el Boletín Ofcial el 29/12/86), establecía en su Art.1º: “Se extinguirá la acción pe-nal respecto de toda persona por su presunta participación en cualquier grado, en los delitos del Art. 10 de la Ley Nº 23.049, que no estuviere pró-fugo, o declarado en rebeldía, o que no haya sido ordenada su citación a prestar declaración indagatoria, por tribunal competente, antes de los se-senta días corridos a partir de la fecha de promulgación de la presente ley.”13En las mismas condiciones se extinguirá la acción penal contra toda persona que hubiere cometido delitos vinculados a la instauración de formas violentas de acción política hasta el 10 de diciembre de 1983, pero en su Art. 5 dejaba abierta la posibilidad de continuar acciones legales en el caso de robo de bebés: “La presente ley no extingue las acciones penales en los casos de delitos de sustitución de estado civil y de sustracción y ocultación de menores.”Así también, la Ley de “Obediencia Debida” esta-blecía en su Art. 1º: “Se presume sin admitir prueba en contrario que quienes a la fecha de comisión del hecho revistaban como ofciales jefes, ofciales subalternos, sub-ofciales y personal de tropa de las Fuerzas Armadas, de seguridad, policiales y penitenciarias, no son punibles por los delitos a que se refere el Art. 10 punto 1 de la Ley Nº 23.049 por haber obrado en virtud de obediencia debida. La misma presunción será aplicada a los ofciales superio-res que no hubieran revistado como comandante en jefe, jefe de zona, jefe de subzona o jefe de fuerza de seguridad, policial o penitenciaria si no se resuelve judicialmente, antes de los treinta días de promulgación de esta ley, que tuvieron capacidad decisoria o participaron en la elabora-ción de las órdenes. En tales casos se considerará de pleno derecho que las personas mencionadas obraron en estado de coerción bajo subordinación a la autoridad superior y en cumplimiento de órdenes, sin facultad o posibilidad de inspección, oposición o resistencia a ellas en cuanto a su oportunidad y legitimidad.” El Art. 2° establece: “La pre-sunción establecida en el artículo anterior no será aplica-ble respecto de los delitos de violación, sustracción y ocul-tación de menores o sustitución de su estado civil y apropiación extensiva de inmuebles”.14El impacto de las leyes fue como “una traición”(…) y cuando sucede lo de la Semana Santa, yo no había votado a Alfonsín, primero porque estaba en el exilio y segundo tampoco lo hubiese votado, pero yo apoyaba la gestión de Alfonsín y cuando fue lo de la Semana Santa, con mi marido nos pasamos toda esa se-mana en la calle(…) cuando dio su discurso Alfonsín de “la casa está en orden, felices pascuas” el sentimiento que uno sentía en la Plaza… todos nos fuimos con un sentimiento de perdimos, uno percibía que ahí algo pasó que no habíamos ganado, no había habido golpe pero ahí algo había sucedido; (…) creo que cuando em-pezó el juicio a las Juntas de Alfonsín casi fue como un regalo, como cuando en la actualidad se derogaron las leyes, digo, en el sentido que sucedía algo que uno casi no se lo esperaba, como que era un plus (...)(…) y cuando sucede lo de la Semana Santa, yo no había vo-tado a Alfonsín, primero porque estaba en el exilio y segundo tampoco lo hubiese votado, pero yo apoyaba la gestión de Alfonsín y cuando fue lo de la Semana Santa, con mi marido nos pasamos toda esa semana en la calle (…) Raúl Alfonsín durante los hechos de Semana Santa.
image/svg+xmlVoces Recobradas2322Revista de Historia OralVoces RecobradasRevista de Historia Oral2322y bueno después nos damos cuenta cuando aparecen las leyes, me parece que ahí, lo que sucede es que el gobier-no de Alfonsín que empezó siendo como una esperanza (…)15En 1989, el presidente Menem, hizo uso de la pre-rrogativa presidencial del indulto para liberar a milita-res condenados por violaciones a derechos humanos en la dictadura, por su actuación en la guerra de Malvinas, y por haber estado involucrados en los levantamientos de 1987. “Un año después completó su estrategia otor-gando un indulto a quienes aún permanecían en la cár-cel, incluyendo a los ex comandantes de las juntas así como a algunos líderes de la guerrilla que estaban pre-sos o procesados. Pero estos indultos no incluyeron a los militares carapintadas que habían protagonizado el último levantamiento. Quedaba claro que la estrategia era perdonar por crímenes del pasado, pero no castigar la desobediencia y el levantamiento presentes y futu-ros (…) La sanción de la Ley de Obediencia Debida y la posterior decisión presidencial de los indultos, a pesar de haber provocado movilizaciones masivas en su contra, fueron vividas como derrota por parte del movimiento de derechos humanos”.16“Después vinieron las Leyes de Obediencia Debi-da y Punto Final. De la resistencia y ofensiva contra la dictadura militar, el SERPAJ, al igual que los demás organismos de derechos humanos, tuvo que adaptar-se a la nueva etapa, en la que el hecho principal era el intento desde el Estado y los partidos políticos de domesticar los reclamos. Ahora el Estado se hacía car-go del discurso de los derechos humanos, pero quería controlarlo para que no lo excediera.”17Nuestros entrevistados pertenecen o pertenecie-ron a algunos de los organismos de derechos huma-nos, familiares, abuelas, hijos. Les preguntamos de qué manera repercutieron las leyes de Obediencia debida y Punto final en su organización, qué vías encontraron con cierta luz como para continuar lo que se había lo-grado con los Juicios.(…) un paso para atrás, para nosotros fue como una traición, yo lo sentí, creo que todos, como una trai-ción (…)Bueno es la primera, la ley de punto final, y después la de obediencia debida era peor porque era agachar la cabeza ante la exigencia de los militares… las dos fueron rechazadas, porque la primera implicaba decir: la Jus-ticia hasta acá y la segunda bajarse los pantalones ante los militares, eran dos cosa más o menos distintas pero eran lo mismo en el fondo. Una traición al pueblo eran las dos y un acto contra la justicia también porque el Punto Final era de una manera y la Obediencia Debida era de otra.18Resistencia y luchaLa última dictadura militar en la Argentina arrasó los derechos más elementales de las personas e implemen-tó la metodología de la desaparición; frente a esto se fue incrementando una nueva forma de resistencia, eran las madres y los familiares de desaparecidos que después de haber agotado todas las instancias legales para encontrar a sus seres queridos y sin recibir res-puesta oficial alguna entendieron que era necesario or-ganizarse para que su reclamo fuera escuchado. “1981 fue el año en que esa organización y resis-tencia se tradujo en la inauguración de una marcha que nuclearía a los organismos de derechos humanos, acompañados por algunas organizaciones y que luego iría nutriéndose paulatinamente de otros sectores de la población que empezaban a tomar conciencia de las se-cuelas de la dictadura aún en el poder. Así año tras año, y bajo diferentes consignas que irían reflejando los re-clamos tácticos de la realidad cotidiana en el escenario de la lucha por los derechos humanos, se fue realizando la Marcha de la Resistencia.”19Un gran número de marchas se han desarrollado reclamando jus-ticia, solo las Madres de Plaza de Mayo, Línea Fundadora, cuentan con un total de veintisiete, entre ellas podemos destacar, de acuerdo con la temática que estamos desa-rrollando las siguientes:6ª marcha: 1986 “Contra el Punto Final, la autoamnistía. Por el juicio y castigo a los culpables.”7ª marcha: 1987 “Resistimos y luchamos contra el proyecto político de impunidad del gobierno consti-tucional. Resistimos y luchamos contra la Obediencia Debida y resistimos y luchamos contra toda forma de amnistía.”8ª marcha: 1988 “Exigimos verdad y justicia. No a la amnistía, no a la impunidad. Sí a la democracia sin tutela militar.”9ª marcha: “No al Punto Final. No a la Obediencia Debida. No al indulto. No a la impunidad”.Ante la pregunta sobre si estas marchas tenían un apoyo popular masivo, la repuesta fue que al principio no. El apoyo fue aumentando, tardíamente. Primero hubo grandes manifestaciones contra los indultos pero durante la primera mitad de los noventa, la presencia pública fue mínima. Es con el tema de los “vuelos de la muerte”, donde la población toma más conciencia de lo que había pasado y en relación con la apropiación de bebés.(…) La gente que no estaba muy involucrada, re-cién allí empieza a valorar la militancia, “los chicos de la noche de los lápices” además del boleto estudiantil tenía que ver con la militancia escolar (…)20(…) el apoyo popular, la verdad que ese fue… uno de los logros más grandes de los organismos. Los orga-nismos fueron poquito a poco, poquito a poco y en eso tuvieron mucho que ver las Abuelas, porque no se puede negar… la gente podía decir si estos eran los terroristas, nosotros los defendíamos a ellos, por cierto, yo a mi her-mana y cada uno a su hijo y a todos, pero casi no podían oponerse a los chicos, algunas también se oponían, nosotros íbamos con esta teoría: si te robaran un nieto a vos ¿qué harías? (…) yo creo que todos los or-ganismos al unísono seguimos lu-chando contra esas leyes, seguimos luchando siempre, siempre hemos luchado no sé cuántos años han pa-sado hasta que logramos que la de-rogaran cosa que no sirve para nada, me acuerdo una cosa que hicimos ahí en la plaza de los Dos Congresos, una vez pusimos un inodoro enorme e íbamos echando las cosas (sonrisas), no me acuerdo bien como era; me acuerdo que en una de las marchas le he-mos llevado un gran inodoro para echar todas las cosas (...) me acuerdo bien como era; me acuerdo que en una de las marchas le hemos llevado un gran inodoro para echar todas las cosas malas que estaban ha-ciendo, no me acuerdo bien pero eso tiene que estar en los diarios porque fue impresionante (...)Convocatoria contra el indulto.María Eugenia Urzi.
image/svg+xmlVoces Recobradas2524Revista de Historia OralVoces RecobradasRevista de Historia Oral2524malas que estaban haciendo, no me acuerdo bien pero eso tiene que estar en los diarios porque fue impresio-nante…21Tanto la ley de Punto Final como la de Obediencia Debida (Arts. 5º y 2º, respectivamente) dejaban lugar para querellar por delitos imprescriptibles como la sus-tracción de menores y la alteración de identidad.En la Argentina lo más notorio fueron las acciones relacionadas con la recuperación de niños secuestra-dos o nacidos en cautiverio, impulsadas por la Agru-pación Abuelas de Plaza de Mayo. Aquí actúan, una vez encontrado los nietos, la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad, establecida en 1992, y el Banco de Datos Genéticos. En 1995 un marino confiesa y des-cribe como se llevaban a cabo las desapariciones en los llamados “vuelos de la muerte”. En este mismo año (dé-cimo aniversario del juicio) hubo Congresos, películas libros, exposiciones que reavivaron la memoria social; también aparece un nuevo grupo de derechos huma-nos: HIJOS (Hijos por la Identidad, la Justicia, contra el Olvido y el Silencio), es una organización de los hijos de desaparecidos. En diciembre de 1996, las Abuelas de Plaza de Mayo presentaron una querella criminal por el delito de sustracción de menores durante la dicta-dura. Esto tuvo importantes consecuencias. En tanto el crimen de apropiación y falsificación de identidad no prescribe, porque se sigue cometiendo el crimen a lo largo de la vida del niño-adolescente-adulto víctima del secuestro, y en tanto estos crímenes no fueron juz-gados en el juicio a los ex comandantes, se han podido llevar adelante causas judiciales que incriminan a los más altos jefes de la dictadura militar.22“Gracias a la lucha de las Abuelas, quedaron afue-ra de la Obediencia Debida y Punto Final los casos de apropiación de menores, que se convirtieron en el úni-co resquicio posible para quebrar la impunidad. Más tarde, los Juicios por la Verdad sin duda resultaron trascendentales ante la imposibilidad del avance por el camino punitivo.”23La Marcha del NOEn las entrevistas surge la cuestión del apoyo popular como una necesidad de ampliar la base de sustento de una lucha que no solo persigue verdad y justicia sino, además, promover una toma de conciencia en la mayor cantidad de gente, más allá de aquellos involucrados en una lucha más personalizada con respecto a los dere-chos humanos.Así como fue el No en ese momento y esas mar-chas multitudinarias inmediatas a los indultos que después mermaron, se retomaron en la década de 1990 reconociendo el valor de la militancia, y el valor de los organismos que se sostuvieron durante todo el tiempo y eso permitió una continuidad. Alba nos dice:(…) yo no sé, la gente que nos apoyaba en esa épo-ca, que tampoco no era tanta como ahora… cuando se cumplieron los 20 años, o sea en el año 96, ahí es donde la gente empezó a tomar más conciencia y aumentarse los asistentes a las marchas y todo eso. Pero la gente que Martín Fragareaccionaba lo mismo que nosotros, las dos leyes eran tan malas una como la otra. Lo que yo nunca me voy a olvidar es la marcha contra el indulto, yo lloré por-que era que venías por la calle, no sé cuantas cuadras de gente, y venía un NO desde la punta de atrás cami-nando por todo, todo… ¡ay! era algo que te hacía llorar de pensar ese NO que el hijo de su madre de Menem ni lo oyó, ni le importó un pito porque era más importante la “obediencia debida” de él para los militares; pero yo esa marcha no me la olvido nunca, fue algo tan históri-co, ese NO… lo único que decíamos era NO. Y ese NO, caminaba, iba y volvía, era algo impresionante, pero no tuvimos éxito.24Los escraches, una herramienta de denuncia, una condena socialHay coincidencia en los testimo-nios, en los relatos sobre la década del 90 en que la llegada de HIJOS como organización le da un vigor particular a la lucha, manifestándo-se a través de los escraches.Martín tiene 34 años, su madre y su padre están desaparecidos. (…) Yo entré en la agrupación en el 2000… no re-cuerdo, hace 6 o 7 años que estoy en la agrupación más o menos, eh, sí en el 2006 e igualmente yo sé cosas de la agrupación anterior a mi ingreso porque me han conta-do mis compañeros ¿no? Como decíamos la agrupación surge en el año 95, que era una época brava que tiene que ver con los or-ganismos de Derechos Humanos porque bueno, estaban vigentes las leyes de impunidad y los indultos de Menem ¿no? Época bastante jodida para empezar a organizarse y empezar a militar estos temas todo lo que tiene que ver con Derechos Humanos. En esa época, bueno, mis compañeros de entrada se propusieron lograr el juicio y castigo de los genocidas pero bueno como teníamos las puertas de los Tribunales cerradas con candado y con cadenas, había que buscar un método alternativo, es de-cir, para llegar a esa meta. Fue así como fue surgiendo el escrache, la idea era que a falta de condena judicial se buscara la condena social.(…) cuando nosotros teníamos el dato del domicilio de algún genocida, primero investigábamos, chequeába-mos que viviera en ese lugar y una vez que teníamos la certeza íbamos al barrio, pegábamos afiches, volanteába-mos, hablábamos con los vecinos, con los comerciantes, contando quién era esa persona y lo que había hecho du-rante la dictadura; generalmente estas personas se pre-sentaban como personas del barrio, amables, como gente común y corriente pero, bueno, no lo eran(…)También buscábamos el impacto mediático con este tema, por-que todos estos temas estaban como ignorados por los medios, pero como el escrache era algo novedoso, algo que no sé… que no tenían anteceden-tes acá en el país llamó la atención de los medios y bueno, logramos por suerte ese impacto mediático para instalar el tema de los crímenes de la dictadura en la Argentina que era una nueva forma de llegar a alguna gente que tal vez del tema ni fu ni fa (…)25Se hicieron varios escraches en Capital Federal y en el resto del país e incluso el escra-che fue una metodología que trascendió las fronteras del país porque lo tomaron en el exterior, por ejemplo Chile, allá lo llaman la funa pero es la misma metodo-logía ir al lugar, al trabajo de los genocidas ir a escra-charlos. Con la derogación de las leyes de impunidad, la metodología del escrache fue dejándose para dar (...) había que buscar un método alternativo, es decir, para llegar a esa meta. Fue así como fue surgiendo el escra-che, la idea era que a falta de condena judicial se buscara la condena social.Convocatoria.
image/svg+xmlVoces Recobradas2726Revista de Historia OralVoces RecobradasRevista de Historia Oral2726lugar al seguimiento de los juicios que se empiezan a abrir.(…) así que no es solamente el tema de los juicios en los tribunales sino una posibilidad de desarticular todo ese aparato represivo que se recicló en democracia y que todavía sigue enquistado ahí en sus puestos, así que es más importante de lo que pa-rece, de lo que aparentemente es el tema de la derogación de las leyes.(…) el escrache en sí, digamos el escrache siempre fue como una herramienta de denuncia. Hasta que, bueno, en el 2003 se empieza a abrir la puerta para los juicios, con la derogación de las leyes de obe-diencia debida y punto final y de la derogación de los indultos, fuimos dando cuenta que esa consigna de juicio y castigo inicial parecía tan lejana para algunos imposible (…) Y bueno empezamos a ver que el escrache como herramienta iba de-jando de tener valor y que teníamos que empezar a poner nuestra cabe-za, nuestras fuerzas en el juicio.Y bueno, no solamente los jui-cios en sí, sino laburar juntando pruebas o investigan-do, sino que había muchas trabas más allá de las leyes que había que superar para llevar adelante los juicios. Muchas de esas trabas de a poco las vamos sorteando y seguimos adelante. Así nosotros funcionamos en co-misión. Nosotros inicialmente desde el 95 teníamos la Comisión de escrache. Paulatinamente esa Comisión quedó como relegada por el laburo diario y bueno tu-vimos que conformar la Comisión de legales para em-pezar a trabajar el tema de los jui-cios. Inicialmente éramos bastante ignorantes en este tema, éramos muy básicos y bueno se conformó con compañeros que más o menos entendían y le ponían onda y ganas de trabajar ese tema (...)26La organización interna en comisiones, como la Comisión de Legales fue desplazando a la de Escrache que ya había cumplido su cometido.(…) yo creo que la clave es el paso del escrache a los juicios, ahí estuvo el quiebre que tuvimos que hacer hacia adentro nuestro, hacia adentro de la agrupación que tuvi-mos nuestras discusiones también no fue un cambio automático que dijimos un día bueno no más escraches, esto también generaba discusiones internas, idas y vueltas pero finalmente acordamos se-guir este camino. Ojo que el escrache hoy por hoy no lo tenemos como objetivo olvidado, si tenemos que hacer un escrache lo vamos hacer, no es que le rechazamos el escrache.27La agrupación funciona en asamblea; se reúnen una vez por semana, todos los compañeros orgáni-cos y tienen diferentes comisiones con reuniones se-manales. Todas las acciones a seguir se manejan por consenso y no hay cargos internos, nos comenta Mar-tín que:(…) la palabra de cualquiera vale por igual, nadie está por encima de nadie, bueno se valora por ahí la (…) en esa época eran muy pocos los medios, más allá de que salían nuestros escraches y alguna actividad nuestra, era como una mirada... los loquitos estos que van a apedrear a los pobres viejitos que están en sus casas… Éramos como molestos para esa época (...)experiencia del compañero más viejo (…)28Martín destaca el papel de los medios de comu-nicación, en especial la televisión, en la difusión de los escraches y la concientización popular:(…) en esa época eran muy pocos los medios, más allá de que salían nuestros escraches y alguna actividad nuestra, era como una mirada... los loquitos estos que van a apedrear a los pobres viejitos que están en sus casas… Éramos como molestos para esa época (...)29Ante el comentario de si el es-crache llevaba un signo de violen-cia que los medios traducían con cierto temor, Martín nos dice:(…) no éramos violentos, lo más violento era tirarle bombitas rojas a las casas, y eso de violen-to tiene muy poco con un balde de pintura es solucionaba pero si los me-dios... incluso hoy hay muchos medios que nos tildan... por suerte va cambiando un poco esa mirada y además sabemos que algunos medios aunque levanten noticias (…) yo creo que la clave es el paso del escrache a los juicios, ahí estuvo el quiebre que tuvimos que hacer hacia aden-tro nuestro, hacia adentro de la agrupación que tuvimos nuestras discusiones también no fue un cambio automático que dijimos un día bueno no más escraches, esto también generaba discusio-nes internas, idas y vueltas pero finalmente acordamos seguir este camino. Ojo que el escrache hoy por hoy no lo tenemos como objetivo olvidado, si tenemos que hacer un escrache lo vamos hacer, no es que le rechazamos el escrache.relacionadas con nosotros, o con la lucha de los or-ganismos, sabemos que nos siguen mirando de reojo, pero bueno ahora no pueden expresar abiertamente su rechazo por la lucha por los derechos humanos porque quedarían muy mal parados.30Algunas conclusionesLa sanción de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida y luego el indulto presidencial representaron un retroceso jurídico y político en el campo de los derechos humanos, que pocos años antes habían sido impulsados por el Estado a través del Juicio a las Juntas. En el relato de los entrevistados, militantes e integrantes de organismos en de-fensa de los derechos humanos, este hecho fue sentido como una traición. Frente al distanciamien-to del Estado, replantearon su lu-cha, desplegando algunas estrate-gias que pudieran tener repercusión en los medios de comunicación y que sirvieran para alertar sobre los alcances del terrorismo de Estado, con referencia particular al robo de bebés. Las con-Remera “Carcel al torturador”.
image/svg+xmlVoces Recobradas2928Revista de Historia OralVoces RecobradasRevista de Historia Oral2928Notas————— ————— ————— ————— ————— ————— ————— ———Salvador Gálvez Yadira “Transición democrática y derechos humanos en Argentina. Verdad y justicia para la Reconciliación Nacional”. Consulta en línea en: www.fusda.org/Revista13-11-YadiraGalvez.pdf, p. 115.2Ley de Autoamnistía (Nº 22.924) del 22 de mayo de 1983. Declaró extinguidas las acciones penales sobre los actos de terrorismo y sub-versión desde el 25 de mayo de 1973 hasta el 17 de junio de 1982, esta ley alcanzaba a todas las acciones de las Fuerzas Armadas.3Ley Nº 23.040 del 22 de diciembre de 1983.4La Teoría de los “Dos Demonios” afrma que los crímenes de la guerra sucia (terrorismo) fueron cometidos tanto por el Estado como por los grupos de izquierda, por lo que ambos tendrían la responsabilidad en los hechos.5Salvador Gálvez Yadira, op. cit., p. 120.6Ibídem.7http://www.memoriaabierta.org.ar8Elizabeth Jelin, “Los derechos humanos entre el Estado y la so-ciedad” en: Juan Suriano (dir. de tomo), Dictadura y Democracia (1976-2001). Tomo X, Colección Nueva Historia Argentina, Bue-nos Aires, Sudamericana, 2005, p. 538. 9Entrevista con María Eugenia Ursi. Familiar de desaparecidos. Realizada por Lidia González y Silvana Luverá en la DGPeIH, Buenos Aires, el 16 marzo de 2012. 10Entrevista con Alba Lanzillotto. Ex abuela de Plaza de Mayo, actualmente coordina la Plataforma Interamericana de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo. Capítulo argentino (PID-HDD). Realizada por Lidia González y Silvana Luverá en la sede del PIDHDD, el 14 marzo de 2012. 11Elizabeth Jelin, op. cit., p. 544.12 RevistaGente. Año 19, Nº 1136, 30 de abril de 1987.13 www.nuncamas.org/document/nacional/ley23492.htm.14www.lanacion.com.ar/712961-texto-completo-de-la-ley-de-obediencia-debida. 15Entrevista con María Eugenia Ursi. Familiar de desaparecidos. Realizada por Lidia González y Silvana Luverá en la DGPeIH, Buenos Aires, el 16 marzo de 2012. 16Elizabeth Jelin, op. cit., p. 544.17Carlos González “Gandhi” responsable del SERPAJ Buenos Ai-res durante varios años. En: Luis Bruschtein “Servicio de Paz y Justicia (SERPAJ) www.comisionporlamemoria.org/serpaj18Entrevista con Alba Lanzillotto. Ex abuela de Plaza de Mayo, actualmente coordina la Plataforma Interamericana de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo. Capítulo argentino (PID-HDD). Realizada por Lidia González y Silvana Luverá en la sede del PIDHDD, el 14 marzo de 2012.19Ana María Careaga, “Un espacio para la Memoria, por la Ver-dad y la Justicia” en Diario de la Marcha, Buenos Aires, Instituto Espacio para la Memoria, 2006, p.2.20Entrevista con María Eugenia Ursi. Familiar de desaparecidos. Realizada por Lidia González y Silvana Luverá en la DGPeIH, Buenos Aires, el 16 marzo de 2012. 21Entrevista con Alba Lanzillotto. Ex abuela de Plaza de Mayo, actualmente coordina la Plataforma Interamericana de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo. Capítulo argentino (PID-HDD). Realizada por Lidia González y Silvana Luverá en la sede del PIDHDD, el 14 marzo de 2012. 22Elizabeth Jelin, op. cit., p.549.23Publicación de las Abuelas de Plaza de Mayo por la identidad, la memoria y la justicia. Edición especial, noviembre 2011.24Entrevista con Alba Lanzillotto. Ex abuela de Plaza de Mayo, actualmente coordina la Plataforma Interamericana de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo. Capítulo argentino (PID-HDD). Realizada por Lidia González y Silvana Luverá en la sede del PIDHDD, el 14 marzo de 2012.25Entrevista con Martín Fraga, 34 años. Hijo de desaparecidos, actualmente es integrante de la organización HIJOS. Realizada por Lidia González y Silvana Luverá en la sede HIJOS, Buenos Aires, 5 de junio de 2012. 26Ibídem.27Ibídem.28Ibídem29Ibídem.30Ibídem.Bibliografía————— ————— ————— ————— ————— ————— ————— ———AA.VV., Memoria y Dictadura. Un espacio para la refexión desde los derechos humanos.Buenos Aires, Asamblea Permanente por los Derechos Humanos e Instituto Espacio para la Memoria.Bayer, Osvaldo y otros, El terrorismo de Estado en la Argentina. Apuntes sobre su historia y sus consecuencias.Buenos Aires, Insti-tuto Espacio para la Memoria, 2010.Jelin, Elizabeth, “Los derechos humanos entre el Estado y la so-ciedad” en: Juan Suriano (dir. de tomo), Dictadura y Democracia (1976-2001). Colección Nueva Historia Argentina, tomo X, Bue-nos Aires, Sudamericana, 2005, p. 538.Entrevistas————— ————— ————— ————— ————— ————— ————— ———Alba Lanzillotto. Ex abuela de Plaza de Mayo, actualmente coor-dina la Plataforma Interamericana de Derechos Humanos, De-mocracia, y Desarrollo. Capítulo argentino (PIDHDD). Realiza-da por Lidia González y Silvana Luverá en la sede del PIDHDD, el 14 marzo de 2012.María Eugenia Ursi. Familiar de desaparecidos. Realizada por Lidia González y Silvana Luverá en la DGPeIH, Buenos Aires, el 16 marzo de 2012.Martín Fraga. 34 años. Hijo de desaparecidos, actualmente es integrante de la organización HIJOS. Realizada por Lidia González y Silvana Luverá en la sede HIJOS, Buenos Aires, 5 de junio de 2012.Revistas————— ————— ————— ————— ————— ————— ————— ———Careaga, Ana María, “Un espacio para la Memoria, por la Verdad y la Justicia” en Diario de la Marcha, Buenos Aires, Instituto Es-pacio para la Memoria, 2006.Yadira Gálvez, Salvador, “Transición democrática y derechos humanos en Argentina. Verdad y justicia para la Reconciliación Nacional” en: www.fusda.org/Revista13-11YadiraGalvez.pdf.Publicación de las Abuelas de Plaza de Mayo por la Identidad, la Memoria y la Justicia. Edición especial, noviembre 2011.RevistaGente. Año 19, Nº 1.136, 30 de abril de 1987.Páginas web————— ————— ————— ————— ————— ————— ————— ———http://www.nuncamas.org/document/nacional/ley23492.htmhttp://www.lanacion.com.ar/712961-texto-completo-de-la-ley-de-obediencia-debida. Martes 14 de junio de 2005.http://www.memoriaabierta.org.arsignas apuntaban a hacer visible una demanda de jus-ticia que involucraba a toda la sociedad. A mediados de la década de 1990, y con la apa-rición de la agrupación HIJOS surge la figura del escrache, con cierto impacto en la población, que comienza a manifestarse en forma creciente, acom-pañando los reclamos.Desde el 2003, a partir de la anulación de los in-dultos, se desarrollan los juicios a los implicados en los crímenes de la dictadura, cuya expectativa refuer-za esta lucha sostenida por la memoria, la verdad y la justicia.