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Voces Recobradas
2726
Revista de Historia Oral
Voces Recobradas
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2726
Juan La Mona
Delgado
Un peronista de clase
Yo vengo de una familia de
lucha gremial, entré a trabajar
con un buen sueldo pero ahí te
ves enseguida con las irregulari-
dades y con las reivindicaciones.
Desde la insalubridad, la más
grande, hasta el trato. Había
mucho maltrato.
U
n jueves a las dos de la tarde salimos hacia la casa
de la Mona Delgado. El Turco
1
fjó la cita con la
Mona en “el tanque” de San Roque, casi junto
al lago. Desde la ciudad de Córdoba hasta ese punto an-
duvimos entre 40 y 50 minutos por asfalto y algo más
por caminos de tierra. Aparecieron
las casas y el imponente lago, cru-
zamos el puente del dique y con la
vista buscamos en tanque. ¿Chico?,
¿grande?, ni idea. Nos daba la sen-
sación de que ya nos estábamos pa-
sando, cuando allá, a más de medio
kilómetro, vemos cuatro patas de
cemento muy altas que soportaban
un enorme tanque de agua. Acele-
ramos para ahí. Repentinamente el
Turco señala con la pera y dice “ahí está
la Mona”. Vi un hombre con casco y antiparras sobre
una moto, junto a una caseta de colectivos. El Turco bajó
la velocidad y se acercó al motorista y empezó a mover la
moto y se alejó. El Turco, sereno, lo siguió. Dejó la ruta y
penetró por un camino de tierra que de a ratos descen-
día y de a ratos ascendía, siempre girando. En algunos
minutos clavó el hocico de la moto contra el frente de
una casa y el Turco acomodó su coche bajo una sombra.
Ya sin casco, la Mona abrazó al Turco y me presentó.
Nos sentamos en un gran jardín junto al lago y des-
pués de comentarios informales, familiares algunos, co-
tidianos otros, logramos –mates mediante– encaminar
nuestro objetivo con prolijidad. Queremos conocer con
algún detalle y a través de la mirada de Juan La Mona
Delgado, la importancia de los trabajadores de la planta
de IKA-Renault, ubicada en la localidad de Santa Isabel,
en la historia del movimiento obrero cordobés.
Solo tres advertencias: por un lado, decimos que a
esta planta industrial se la llama indistintamente IKA, o
IKA Renault, o Renault, o Santa Isabel. En segundo lugar,
dejamos en el texto fnal algunos comentarios o pregun-
tas que intercala Hadad porque evaluamos que servían al
objetivo y porque él mismo estaba y era protagonista de lo
que cuenta Delgado. Finalmente, dejamos escritas algu-
nas palabras o algunos modos propios del entrevistado,
aunque puedan estar reñidos con el lenguaje escrito.
- ¿Cuándo ingresás a IKA-Renault?
-
Delgado:
Entro en 1961. Yo me había recibido de
mecánico, motores diesel y motores de explosión. Había
hecho un curso en las empresas de la época del justicia-
lismo, del peronismo: en el ferrocarril. Me recibí de téc-
nico... [hace dos segundos de silencio y
se corrige], me faltaban dos materias
que no las rendí nunca. Entré con
ese ofcio pero como sabía soldar, me
metieron en soldaduras, dentro de un
lugar [una sección o departamento]
que se llamaba Chapa. El lugar más
crítico era Forja y el que le seguía era
Chapa. Crítico por las características
del trabajo, por la insalubridad; ahí
me pusieron a soldar.
- ¿Qué dimensiones tenía Chapa?
-
Delgado:
Era una de las secciones más grandes.
Cuando todavía era IKA, Forja y Tapicería eran las más
grandes. Después la mayor cantidad de gente trabajaba en
Chapa y le seguía Forja. En cantidad de obreros éramos...
me acuerdo por los votos porque al poco tiempo yo fui
delegado de Chapa. Éramos casi trescientos. Doscientos
ochenta o noventa. Podía variar un poquito de acuerdo
a las necesidades de producción pero por ahí andaba. De
ahí salgo delegado yo, a los dos años. Yo vengo de una
familia de lucha gremial, entré a trabajar con un buen
sueldo pero ahí te ves enseguida con las irregularidades
y con las reivindicaciones. Desde la insalubridad, la más
grande, hasta el trato. Había mucho maltrato.
- Esos eran dos grandes temas reivindicativos.
-
Delgado:
Para los delegados que tenían principios,
sí. En esto quiero ser claro, no eran todos. En mi sección
había dos delegados y dos subdelegados. La cantidad de
delegados se elegía por la cantidad de obreros que había
en la sección. En Prensa, por ejemplo, igual porque era
grande. En otros muchos lugares había un delegado y un
subdelegado. En Chapa, Garibaldi era delegado y… ¿cómo
se llama?... era subdelegado; y yo era delegado y este chico
cómo se llamaba... Amatei, era mi subdelegado.
-
Hadad:
...Amatei, el Rengo.
-
Delgado:
Claro, el Rengo Amatei, que después
fue miembro de Comisión Interna. Esas cuatro personas
Enrique
Arrosagaray
AHOAv (Asociación
de Historia Oral
de Avellaneda)
Juan La Mona Delgado.
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Voces Recobradas
2928
Revista de Historia Oral
Voces Recobradas
Revista de Historia Oral
2928
–los dos delegados y los dos subdelegados– coincidíamos
ideológicamente. Estábamos en contra de la burocracia,
a la que combatíamos igual que los sectores de izquierda.
Desde mi sector peronista la combatíamos. Yo era del Pe-
ronismo de Base (PB). La agrupación Peronismo de Base
surge a partir del grupo nuestro, en Córdoba. Acá en Cór-
doba somos los fundadores del Peronismo de Base, junto a
algunos estudiantes del integralismo fundamentalmente,
yo ya tenía relación con el integralismo. Acordamos hacer
militancia en los barrios, nosotros militábamos casa por
casa y accionábamos para poner en pie de guerra, diga-
mos, por la reconquista de la democracia.
- ¿Cómo viene o cómo era la relación con las FAP?
-
Delgado:
Directa. Una surgía de
la otra. La vidriera era el Peronismo
de Base y a través de la militancia
había... un paso intermedio. Porque
nosotros venimos fundamentalmen-
te de la resistencia.
En estos primeros minutos ya
defne trabajo y pertenencia política.
Queremos que nos cuente algo sobre su historia personal,
pero apenas lo logramos. Entonces, va del pasado al pre-
sente por hilos que él siente razonables.
- ¿Cuándo naciste vos?
-
Delgado:
Yo nací en el 42. Ya pasé los 70 años. Mi
padre ya estaba en la resistencia, fue uno de los detenidos
en Catamarca, era delegado; y uno de ahí viene mamando
qué era eso de la resistencia. Cuando nosotros empeza-
mos a contactar militantes, contactamos de todos lados,
de Buenos Aires fundamentalmente de la línea de Ongaro
y de la CGT de los Argentinos. Hemos estado en contacto
directo con ellos, directo.
- ¿Conociste ahí a los Villafor, a Walsh?
-
Delgado:
Fueron íntimos. De ahí tuvimos un desa-
rrollo y el PB tuvo traspiés y también desencuentros tác-
ticos, no ideológicos.
- Cuando viene Perón se arma un gran debate dentro
de las FAP ¿no?
-
Delgado:
No.
- El debate si Perón era el conductor o no...
-
Delgado:
Eso ya venía de antes. Nosotros pensá-
bamos que más allá de conductor o no conductor, y sigo
teniendo los mismos principios, la dirección natural es de
abajo hacia arriba y no de arriba hacia abajo.
- ¿No era eso lo de la Alternativa Independiente?
-
Delgado:
Se divide después el PB con la Alternativa
Independiente, cuando... [le falta un apellido].
- Con el Turco Cafati...
-
Delgado:
Exacto ¿me entendés? Nosotros seguimos
manteniéndonos bien a nivel de PB, en la superfcie del
Peronismo de Base, supimos seguir bien la lucha desde
los frentes, no hubo división. Ahora, en las reuniones
ideológicas sí hubo discusiones. Un gran militante que
ahora murió, de la misma edad mía, el
Quique Irastosa, compañero del PB,
nos criamos juntos y estábamos en-
cuadrados en dos lugares diferentes
en ese momento, pero en la lucha por
las reivindicaciones...
- Codo a codo...
-
Delgado:
Permanente. Nunca
hubo diferencias. Y él lo puede decir
[señala al Turco] que estuvo con nosotros en la Comisión
Interna, a pesar de que ideológicamente pensábamos di-
ferente, pero lo primordial era que teníamos un enemigo
adelante y que ésa era nuestra lucha. Lo fundamental del
delegado o de la comisión interna era conseguir las rei-
vindicaciones.
-
Hadad:
...un sentido de clase muy profundo.
-
Delgado:
¿...qué te lleva a eso? Algo que nunca se
sacó: en el SMATA en Córdoba lo que nunca se sacó es
que la conducción natural es la comisión interna. Cuando
nosotros formamos la Lista Marrón [se refere ya a 1971-
1972], ahí convergían todos. Peronistas, de izquierda, sec-
tores del PC, y acordamos con un solo objetivo. Ahí el PB
tenía al compañero Díaz..., éramos tres compañeros del
PB pero yo dije
yo no voy
[con cargo]. A mí me quisieron
dar la Secretaria Gremial, Salamanca me la ofreció y no
acepté y dije
mejor bajo abajo, al piso, para que no nos
chupe la rueda de la burocracia
. Querramos o no querra-
mos, te limita. Esa es nuestra posición ideológica. Yo fui
un acérrimo peleador en eso. Hoy mismo en lo político y
en lo gremial, ves que compañeros excepcionales acá en
Córdoba, porque los conozco de la militancia desde muy
chicos Pepe Pie, a Moncho Morcillo que es de la alimen-
tación, a Walter Grahovac…
-
Hadad:
...el Gringo.
-
Delgado:
Claro, el Gringo Schiaretti. Cuando en-
trás adentro [de la burocracia política o gremial], la mis-
ma inercia de lo que te rodea, de los compromisos de los
que no podés salir, te obligan ¿Me entendés? Ese senti-
miento que vos tenías, de a poco...
- Se va alejando, se diluye...
-
Delgado:
Sí, naturalmente. A pesar de eso nos
comprometimos a meter un hombre acá en el gobierno de
Córdoba. Rechazamos muchos pero
nos comprometimos a poner a un
hombre, Walter Grahovac y le está
costando mucho. Él es joven, surge
después de nosotros, aparece cuan-
do es la recuperación de los gremios,
el de la UEPC, recuperamos el mu-
nicipal y el de la alimentación. Ah,
el de petroleros también. En primera
instancia fueron barridos. Todos los
militantes fueron metidos en cana o
desperdigados. Son pocos los gremios que
siguen manteniendo, casi intacto, esa forma de trabajo.
La huelga grande
Durante 1970 hubo una larga huelga de los trabajadores
de IKA Renault por más de un mes. Una huelga que fue
derrotada y que costó cientos de despidos. Y que produjo
también un tremendo desgaste de Elpidio Torres, quien
hasta ese momento parecía poco menos que intocable.
- ¿Cuál era la conducción del SMATA flial Córdoba,
cuando vos ingresás?
-
Delgado:
...cuando salí delegado fui opositor a To-
rres –tal vez 1963 o 1964-. Formamos una lista, la Lista
Azul. Fuimos opositor a Torres. Fue una vanguardia con-
tra Torres. Una vanguardia desde el peronismo. Con esto
te voy a decir cómo algunas veces los militantes no militan
desde una ideología clara: en 1970, después de una toma
de fábrica de cinco días, cuando teníamos prácticamente
el triunfo, por un decir, nos hacen asustar diciéndonos
que los militares ya estaban en la calle, que iban a venir
y era cierto a lo mejor, pero no creo que iban a hacer una
masacre tan grande frente a la realidad que se vivía. Con
el tiempo, después, se descubre que fue todo un aparataje, en
acuerdo con Torres. Pero se pone como responsable a Pri-
matesta. Yo salgo [de la toma], voy a una reunión y le digo:
Monseñor, qué compromiso nos da usted de que a nosotros, a
posterior, nos van a respetar cuando entreguemos la fábrica
.
Y me dice:
es la palabra de un empresario ante la iglesia
. No
fue así. Apenas dejamos la fábrica, 700 despidos...
-
Hadad:
¡Mil cien despidos, Mona!
-
Delgado:
Sí, pero después reincorporan, quedan
700 en la calle. Entre esos mil y pico
estaba yo. Me retoman ¿Por qué me
retoman? Porque había un capataz,
buen tipo, que argumenta y era nece-
sario que..., yo era soldador y soldaba
con una máquina que había llegado
hacía poquito, se llamaba Galiner,
una máquina alemana, y se estaba ha-
ciendo el techo del Torino y los úni-
cos que sabíamos soldar éramos dos
y justo a los dos nos habían echado.
Entonces, este capataz que me conocía,
Émeli se llamaba, teníamos una amistad porque tenía un
problema de huesos y yo le recomendé ir a Mar Chiqui-
ta y fuimos alguna vez, Y entonces él dice:
Mirá, Delga-
do...,
me retoman. Y ahí empiezo nuevamente a estar en
la oposición. Y después del 70 retoman a gente que habían
echado para ponerla en contra de Salamanca, contra el
grupo nuestro.
-
Hadad:
¿Podés dar algunos nombres?
-
Delgado:
Y... por ejemplo Mentesana. Era una de
las cabezas principales, mentor de todo eso. A mí me lla-
ma, se sienta conmigo y me dice:
mirá, vos sos del peronis-
mo: estos zurdos de mierda, están en el comoé
… Le digo
a
los zurdos los llevé yo, aparte tenés al negro Díaz, hay un
chango radical, hay otro independiente, de izquierda pero
independiente
. Era la realidad. Aparte, no me iba a poner
en contra de un compañero que además era un militante
como Salamanca o como este otro muchachito que des-
apareció... [otra vez se le escapa el apellido].
-
Hadad:
¿Machadito?
Estábamos en contra de la
burocracia, a la que combatía-
mos igual que los sectores de
izquierda. Desde mi sector pero-
nista la combatíamos. Yo era del
Peronismo de Base (PB).
Cuando entrás adentro [de
la burocracia política o gremial],
la misma inercia de lo que te
rodea, de los compromisos
de los que no podés salir, te
obligan ¿Me entendés? Ese
sentimiento que vos tenías, de
a poco...
- Se va alejando, se diluye...
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Voces Recobradas
3130
Revista de Historia Oral
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-
Delgado:
¡Machadito! Y otros que ideológicamen-
te sabían dónde estaban. Yo siempre discutí con todos,
por ejemplo con la gente de Montoneros en el sentido de
que el foquismo no servía, porque si vos sos vanguardia
y a la masa la tenés a dos kilómetros, no sirve.
- ¿Era un dirigente muy fuerte, sólido, Torres?
-
Delgado:
Torres era uno de los militantes que lo
pondría, si lo califcara, con un 51, un poquito más del
50 [por ciento]. Porque no era un acérrimo derecha de-
recha ¿me entendés? Porque cuando se daban luchas por
algunas reivindicaciones, estaba al frente. En su primera
etapa, muy al frente.
-
Hadad:
Era un luchador nato.
-
Delgado:
Era un luchador. Cuan-
do yo hago esto de historia, creo que
hay que contar la historia verdadera
para que la gente pueda califcarlo
como corresponde. Hay que dar el
lado bueno porque el Negro Torres
se sentaba con Agustín Tosco, se
sentaba con el Negro Atilio, nos sen-
tábamos juntos a discutir la cosa de
la lucha. Si bien él siempre estaba un
pasito más abajo que Tosco, que era
un hombre imponente a enfrentar;
o el Negro Atilio, que era otro que
surge del peronismo. Te estoy hablando
de un hombre de izquierda como era Agustín Tosco que
reivindico como un gran luchador ¿viste?, y ahí lo tenés
al Negro Atilio. Y en tercer lugar lo tenías a Torres. Tam-
bién había dirigentes petroleros, de obras sanitarias, ex-
celentes compañeros peronistas que estaban en la lucha.
Algunos ya estaban en el Peronismo de Base, algunos de
petroleros, de la madera...
-
Hadad:
¿Borelli?
-
Delgado:
¡Borelli, claro!, era de obras sanitarias.
Nos permitieron mimeógrafos. Había secretarios gene-
rales que no estaban comprometidos con la lucha gran-
de, pero sí eran comprometidos con la clase.
- Y en el caso de Atilio López ¿cómo podrías valo-
rar su conducta cuando venía el Cordobazo?
-
Delgado:
Fue uno de los de la vanguardia. Acá
tengo que destacar dos cosas y quiero que eso se sepa
Cuando yo hago esto de
historia, creo que hay que contar
la historia verdadera para que
la gente pueda calificarlo como
corresponde. Hay que dar el lado
bueno porque el Negro Torres
se sentaba con Agustín Tosco, se
sentaba con el Negro Atilio, nos
sentábamos juntos a discutir la
cosa de la lucha.
bían puesto un fósforo. Ahí nos abrimos, un grupo para
un lado, otro para otro, yo fui uno de los que agarra-
mos para la Colón, primero quisieron tomar la Policía
Central y digo
es una locura
, y vamos por Colón hacia
Alberdi, hacia donde estaba la masifcación y ahí por la
Alberdi, en el comoé… de los bomberos; no sé si vos vis-
te en la televisión, el que viene atrás con la bandera soy
yo. Le habían quemado Xerox, se estaba incendiando y
la gente estaba arriba. Porque había gente enardecida,
con bronca, que hacía cosas que... No había una direc-
ción ¿viste?, una dirigencia que... Unos, que pensábamos
un poco decíamos
no, los Citroen así, los Citroen así...
Mucha gente.
-
Hadad:
No veías un amontonamiento de gente...
[se refere a que ya no había columnas].
-
Delgado:
No. Fue una cosa natural... Porque fue
natural el separarse la gente, tomar por grupos, canti-
dades, tomar el centro. Eso los desubicó [a la represión],
fue la inteligencia de algunos compañeros.
- Para cuando van llegando ya había otra gente por
el centro.
-
Delgado:
Sí, algunas como la de Luz y Fuerza que
era muy chica.
- Y la gente del turno tarde de Santa Isabel con la
gente de Perdriel
2
...
-
Delgado:
Sí... pero hay algunos de Santa Isabel
que se juntan con nosotros en la Plaza España, la que
baja del Hogar Escuela ¿viste? Ahí va a terminar la co-
lumna ¿viste? El gremio tenía esa función de parar ahí y
ahí desconcentrarse. Ya estaba la presión hecha, eso es lo
que intentaron.
porque muchos dicen que la vanguardia del SMATA
fue Torres y no fue así. O no fue totalmente así; la clase
lo puso a la cabeza y se tuvo que poner, eso sí. Cuando
nosotros llegamos a la Plaza España, ahí hacemos una
asamblea y él dice
no, no entremos al centro porque nos
van a reprimir
. Y los delegados dijeron
no, quienes tie-
nen que decir es la gente
. Torres estaba como dirección,
venía a la cabeza. Pierde la asamblea y no le queda más
alternativa que jugarse adelante. Él esquivaba algunas
cosas pero... Esa salida, si bien es cierto que estaba con-
versada y acordada con algún sector de los militares, po-
líticamente, para presionar y poder cambiar el gobierno,
esta comoé… Estaba acordado con todos los dirigentes,
todos los dirigentes sabían esto. Tosco,
López y algunos otros, delegados
como nosotros...
- A ver si entiendo bien: vos
decías que había un acuerdo de un
sector sindical con un sector militar
para hacer esa movilización y rajar
a Onganía...
-
Delgado:
...yo separaría esto.
Si bien directamente algún dirigente
como por ejemplo Tosco, no, se trajo
a la mesa de la discusión. Se analizó
de que nos favorecía...
- Perdón ¿qué se trajo a la mesa?
-
Delgado:
Esa posición. Que si nosotros hacíamos
presión frente a una realidad, si la hacíamos tranquilos,
en paz, etc, etc...
-
Hadad:
Se acababa...
-
Delgado:
...se acababa y se caía lo más duro del
comoé… y posiblemente había una elección.
- ¿Qué era lo más duro? ¿Onganía?
-
Delgado:
Caía Onganía. Era lo más duro.
- ¿Ese tema se puso sobre la mesa?
-
Delgado:
...se entendió así en la mesa.
- Antes del Cordobazo, claro.
-
Delgado:
Exacto. Y ahí salimos a relucir nosotros.
Nosotros no queríamos conciliar con nadie, queríamos
hablarle a la gente con claridad; esa es la diferencia que
te quiero decir, con claridad, así lo manifestó Tosco. Si
los favorecía y nos favorecía a nosotros, les favorecía
de rebote, pero nuestra lucha estaba bien clara. Había
reivindicaciones.... Hablemos claro: a nosotros nos qui-
sieron bajar el sábado inglés, acuerdensé. Nunca dicen
nada de eso. Esa fue una de las banderas. Yo creo que
la gente salió con bronca a la calle. Una conquista muy
grande –la del sábado inglés…
-
Hadad:
Y la apaleada del Córdoba Sport...
-
Delgado:
Sí, exacto... [y vuelve a la columna de los
mecánicos aquel 29 de mayo], y cuando veníamos lle-
gando a la terminal vieja, sobre la Vélez Sarsfeld, hubo
desinteligencias porque enfrentaron y los dirigentes tra-
taron de irse para atrás porque decían que iban a tirar y
así fue. Veníamos nosotros a la cabeza... Ahí en la revista
Así
se puede ver el archivo, del caballo le tiraban direc-
tamente a la gente. Ahí estábamos al frente. Ahí me rozó
una bala; tenía yo una zapatilla, me la sacó, completa.
Hasta hace poco la tenía...
-
Hadad:
...en ese momento yo estaba en la esquina
de La Cañada y San Juan, y desde el caballo ...
-
Delgado:
¡...el blanco!
-
Hadad:
Sí, el cana que estaba en ese caballo, ti-
raba con la 45 a diestra y siniestra. Tiraba para el lado
de la Vélez Sarsfeld y se daba vuelta y le tiraba a una
piba, una chica que no habrá tenido 20 años esa piba,
vos sabés que puteaba y gritaba y bailaba en el medio de
La Cañada ¿Viste donde La Cañada hace ese lomito? Ahí
en el medio de La Cañada, ¡
hijos de puta, hijos de puta!
¡canas hijos de puta!
, les gritaba. ¡Iummm! ¡iummm! le
zumbaban los balazos, vos vieras.
-
Delgado:
...eso no fue una masacre no sé por qué.
No sé si tiraban para abajo... intencionalmente.
-
Hadad:
...Es probable.
-
Delgado:
...Porque hubo mucha gente, como el
caso mío u otro, cerca, que le rozó el muslo, otro le tocó
la rodilla, otro le agujereó el pantalón. Ahí, en ese en-
frentamiento, quisieron volverse; ahí se hace un retoque
hacia atrás y aparecen los estudiantes, con los que no-
sotros habíamos acordado, con el Integralismo y otros
más y ellos traen las bolsas de bolitas y tiran las bolitas
en el asfalto y los caballos empiezan a patinar, y ahí la
gente se enardece. Cuando se enardece, gritamos porque
ahí me habían avisado que había muerto un compañero
del SMATA. Y ahí, hacé de cuenta que a la gente le ha-
Antigua sección chocolate-bombones. Foto exhibida en la recepción
de la fábrica.
Entrevista.
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Voces Recobradas
3332
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- Pero la noticia del asesinato de Máximo Mena ex-
plotó todo.
-
Delgado:
No. Yo creo que ahí explota la esponta-
neidad de la gente. Ahí yo digo que la espontaneidad fue
de la gente ¿me entendés? Y la organización de la toma del
centro fue de la gente, individual, por grupo. Eso lo voy
a dejar bien en claro. Todo lo que armó, lo anterior, si lo
reivindican al Negro Torres, a... ¿comoé?
-
Hadad:
...y a Tosco.
-
Delgado:
A Tosco, sí. Fueron elaboradores en la
mesa, de la estrategia de esa lucha.
- Hay un reportaje fugaz que le hacen a Tosco a eso
de las tres de la tarde de ese día 29 y que sale en la edición
inmediata de la revista
7 Días
3
, en la que Tosco dice
se nos
fue todo de las manos...
Esa es la frase
que él usa para defnir ese momento.
-
Delgado:
Yo siempre marco
esto ¿sabés por qué? Porque la his-
toria hay que contarla como ha sido.
Los ponen como vanguardia a Tosco
y a Torres, como que fueron los que
organizaron totalmente la toma de la
ciudad, y no fue así.
-
Hadad:
El inventor de esa idea
es Garzón Maceda...
-
Delgado:
¡Pero por supuesto! Porque él reivindica
a los compañeros que tuvo siempre cerca de él ¿entendés?
Y yo lo aplaudo. Con Garzón Maceda he tenido una gran
amistad y cuando nos encontramos nos abrazamos, pero
hay cosas en las que no coincidimos y no vamos a coinci-
dir nunca ¿me entendés?
-
Hadad:
Hay una cosa ahí que vos contás, que hubo
una organización previa con Tosco, con el Negro Atilio
que paró los ómnibus, y Elpidio Torres. Y cuando la gente
desbordó Tosco dijo
se nos fue todo de las manos...
-
Delgado:
...fue honesto Tosco si dijo eso.
- Está escrito...
-
Delgado:
Si lo dijo, es la mejor palabra que él pudo
haber dicho por su honestidad. Porque es uno de los tipos
más honestos.
-
Hadad:
Y eso se contradice con esa posición de
Garzón Maceda que dice que Tosco y el Negro Torres
manejaron todo, llevaron todo. No es así.
-
Delgado:
No es así.
-
Hadad:
Hubo un punto hasta donde llegó la pla-
nifcación: una gran movilización. Pero después, cuando
mataron a Mena, reventó por todos lados...
-
Delgado:
...reventó del todo, pero anteriormente ya
habían pasado al dirigente. En la Plaza España se paraba,
se iba a hacer una asamblea, se iba a plantear el tema de
las reivindicaciones [y se iba a disolver, como dijo antes]
pero la situación lo sobrepasa a Torres.
-
Hadad:
Vos sabés que el delegado mío, te acorda-
rás, era Ledesma, nos reunió antes de salir. Nos entregó
hondas, gomeras, bulones, tuercas y nos avisó que íbamos
a combatir, así que el que no quiera llegarse para comba-
tir, que se quedara a un costado, pero que no dejara de ir
...
Incluso nos dijo que el intento sería
hacer una asamblea en la CGT y si no
nos la dejaban hacer, por la represión,
nos designó una placita por si venía
la dispersión, una placita para vol-
vernos a juntar, era la que se llama-
ba Güemes, que está ¿viste vos que
cuando te vas por la Duarte Quiroz y
llegás a La Cañada? Ahí, antes de La
Cañada, esa placita que es un trian-
gulito, en esa placita nos teníamos que
juntar si había dispersión.
-
Delgado:
Esa planifcación se hace en la mesa [re-
afrma, quiere que quede muy claro]. Yo estuve en la mesa
con el Negro Atilio. A mí me llevaron a esa mesa por el
Negro Atilio y no por el SMATA ¿me entedés?, mirá qué
ironía. Yo era del SMATA pero Torres sabía de mi oposi-
ción en algunas tácticas de lucha que él tenía. Me conocía
perfectamente, yo era de la Lista Azul. En algunos lugares
yo entraba por el Negro Atilio. Con el Negro Atilio ya ha-
bíamos llevado varias reuniones con Ongaro y había muy
mucha simpatía, teníamos un acercamiento muy profun-
do, y con el de Petroleros pasaba lo mismo. Yo participaba
como simple delegado.
- ¿Vos tenías mucha más afnidad política con Atilio
López que con Elpidio Torres?
-
Delgado:
Sí, totalmente y desde un principio.
La recuperación sindical
- Cuando comienza a formarse el MRS
4
vos ya tenías
muchos años de fábrica, conocías el paño perfectamen-
te. Cuando empiezan las reuniones del MRS ¿vos le veías
futuro?
-
Delgado:
...No sé si él ha participado [mira a Ha-
dad], yo fui a todas las reuniones, participábamos el com-
pañero Salamanca, Machadito, cómo era ese otro mucha-
chito... Rivero; ese otro...
-
Hadad:
Nájera...
-
Delgado:
...Ese otro chico del PC
5
...
-
Hadad:
Nájera era de VC
6
.
-
Delgado:
Y del peronismo participamos muchos,
Díaz, yo, éramos muchos más del peronismo que de la iz-
quierda, en la formación de ese grupo
de oposición para poder ganarle...
-
Hadad:
Una de las primeras
reuniones se hizo en la casa de la
Mona Godoy, en Alta Córdoba, en la
calle Avellaneda.
-
Delgado:
...El Mono Godoy.
Un compañero del peronismo, tam-
bién. Dos reuniones se hicieron en
mi casa. Y después tomamos la decisión
de hacerlas en otro lugar. Pusimos un peso cada uno y al-
quilamos un lugarcito que era en la Plaza Esquiú. Ahí en
la esquina de la UOM. Ahí empieza a funcionar el MRS.
Ya estaba la decisión de largarnos. Te voy a decir, voy a ser
sincero. Las dos tendencias que había ahí, en vanguardia,
era el PCR
7
y el peronismo; y después estaba como diri-
gente un compañero muy querido que era Rivero. Siem-
pre se recostó a favor nuestro, cuando nosotros teníamos
algunas diferencias con los compañeros del PCR.
- Cuando hablás del peronismo, te referís al PB ex-
clusivamente...
-
Delgado:
Sí, al PB. Todo el grupo peronista ahí era
del PB.
- ¿Montoneros, no?
-
Delgado:
...Y mirá, algunos compañeros que des-
pués se fueron, como el caso del compañero Schiaretti.
Él era del PB y luego se va a la Juventud Peronista de
Montos.
- ¿Schiaretti? ¿el famoso Schiaretti?
-
Delgado:
Sí, el que fue gobernador, el Gringo. Si
cuando él se casó le hicimos la festa, le hicimos el techo,
fue un compañero mío. Él estudiaba ahí, “en la fábrica de
milicos” como le digo yo [se ríen], en el Liceo. Él se sale
del Liceo en contra de su padre, ya militaba. Esas contra-
dicciones ¿viste? Era buscado él ¿viste?, estuvo un mes en
mi casa [escondido].
Su pertenencia al Peronismo de Base y a las Fuerzas
Armadas Peronistas es subrayado por Delgado con gran
orgullo, sin abandonar por ello su mirada crítica y auto-
crítica.
-
Delgado:
Vos preguntás en Buenos Aires por la
Mona Delgado del SMATA y ya me
ubican. El Peronismo de Base “me
vendía” en las revistas que hacían
porque fui uno de los promotores de
un montón de cosas, a pesar de que
hay otros compañeros que han hecho
mucho más que yo en la lucha. Pero
también digo que nosotros tuvimos
contradicciones con conducciones de
las FAP, también. Fundamentalmente
yo tuve muy muchas diferencias en cuestiones muy pun-
tuales y no tanto en cuestiones ideológicas; sino por el
manejo...
- ¿Qué pensaste con lo de Kloosterman?
-
Delgado:
Mirá, yo conocí lo de Kloosterman,
también con el del SMATA porque acá también se li-
quidó a un dirigente del SMATA [se refiere a una au-
toridad de la empresa], de acá de la fábrica ¿cómo se
llamaba? [otro apellido que se le va de la memoria]. En
eso sí estuve de acuerdo, sí, sí, sí, sí, como el caso de
Jaime Ginés. Porque había una realidad en la cual la
FAP se planteaba que si bien no había que secuestrar,
ni matar, planteábamos retenernos en estas cuestiones
y autoabastecernos económicamente sin secuestrar,
pero se planteó que no podíamos dejarnos llevar de la
nariz por la tibieza. En algunos puntos tuvimos que
accionar.
- Por lo menos en Buenos Aires, la cúpula cayó re-
cién en agosto de 1979.
Yo siempre marco esto ¿sa-
bés por qué? Porque la historia
hay que contarla como ha sido.
Los ponen como vanguardia
a Tosco y a Torres, como que
fueron los que organizaron
totalmente la toma de la ciudad,
y no fue así.
El Peronismo de Base “me
vendía” en las revistas que
hacían porque fui uno de los pro-
motores de un montón de cosas,
a pesar de que hay otros com-
pañeros que han hecho mucho
más que yo en la lucha.
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Voces Recobradas
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Revista de Historia Oral
Voces Recobradas
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-
Delgado:
Pero eso fue porque hubo muy buena
inteligencia. Es muy diferente al resguardo del militante
¿me entendés? Nosotros teníamos una táctica diferente.
Yo, por ejemplo, podrían haber caído cien veces, no sé,
uno no sabe, tuve un límite de...
-
Hadad:
¿Vos caíste preso, Negro?
-
Delgado:
Yo estuve dos años... Yo fui el primer se-
cuestrado, no sé si sabés, en Córdoba. En 1974 ¿te acor-
dás del abandono de fábrica que hacen por mí? y en el
Córdoba Sport se hace una asamblea por la aparición mía
y me tiran a mí allá por el mercado nuevo, en el cami-
no a Monte Cristo. Y aparezco primero en el Rawson y
después me llevan a la clínica a la que
pertenecía yo. Me habían quemado,
me habían cagado a palos; pero fue
más un intento, por lo menos yo lo
califco así, de quererme amedrentar
¿por qué?, porque nosotros hicimos
una asamblea que ganamos por ma-
yoría, junto con la comisión interna,
no sé si vos te acordás [señala una vez
más a Hadad], en esa asamblea plantea-
mos, Salamanca y nosotros, una lucha, que a partir de ese
momento iba a haber trabajo a reglamento. Fue una de
las herramientas de lucha más importante en las fábricas
porque no perdíamos gente, no perdíamos el trabajo, pero
la empresa perdía en ganancia. En una asamblea se plan-
tea eso y en esa asamblea hay otras posiciones y a mí me
dicen Mona facho ¿por qué? Por que yo planteé no salir,
yo planteé que la mejor lucha era interna. Y Salamanca se
inclinó por salir y comoé…, y posteriormente vio cómo
daba resultado esa lucha. Y Rivero estaba en la posición
nuestra. Se pone a votación y muy democráticamente se
acepta y entonces Salamanca se sienta con nosotros y me
dice:
ganaste Mona, ahora esto hay que garantizarlo
. La
Comisión Interna y el Cuerpo de Delegados garantizaron.
Fue así que Chapa, Pintura, Tapicería, no así Forja ¿me
entendés?, porque hay lugares que les costó el trabajo a
reglamento. Vos te parás a la orilla de la máquina o de
la línea y trabajás lo más despacio posible. No te pueden
hacer nada. Esa herramienta la usamos muchas veces.
-
Hadad:
...Los paros guerrilleros, también.
-
Delgado:
Exacto, paros guerrilleros, escalonados.
Les molestó a la empresa. Conseguimos así la reclasifca-
ción de categorías, él sabe [otra vez señala a Hadad] por-
que también era de la comisión interna, un montón de
reivindicaciones.
-¿En qué período vos fuiste de la comisión interna?
-
Delgado:
Yo entro en el 70 y luego sigo en el 74.
-
Hadad:
Yo entré en el 72.
-
Delgado:
Claro, yo en el 74, en la segunda etapa
8
de la Lista Marrón. Por eso planteé lo de una comisión
interna juntos, los de izquierda y el Peronismo de Base.
Y así fue.
Tratamos de avanzar en algunas
defniciones generales desde las ex-
periencias que Delgado cuenta con
tanto detalle.
- ¿Qué es el clasismo?
-
Delgado:
No sé si vos sabés la
historia del Peronismo de Base. No-
sotros tuvimos mucho que ver con
Sitrac-Sitram, una experiencia que el
Peronismo de Base no compartía. Haber recuperado el
gremio, claro, para eso lo hicimos, pero había que afan-
zarlo, hacer vanguardia de grupos, de gente... Yo interpre-
to bien qué es el clasismo. Para mí el clasismo es cuando
una cierta cantidad de gente había tomado conciencia de
lo que es la herramienta del sindicato. Una herramienta
total de la lucha por el poder.
- ¿La lucha por el poder político?
-
Delgado:
Exacto. Yo lo califco en ese sentido. Pero
para eso hay pasos, yo no sé si nosotros habíamos hecho
una milésima de pasos, haber recuperado Sitrac-Sitram
con los verdaderos dirigentes que surgieron, pero la ma-
yoría dijo que ya habían agarrado el cielo con la mano... y
ahí fue la equivocación. Los sectores de izquierda quisie-
ron hacerme entrar... No, no. Lo primero era concienti-
zar, que es una de las herramientas que siempre desarro-
llamos los compañeros del PB para tener vanguardia. En
la actualidad yo te puedo aceptar lo bueno que ha hecho
Cristina pero no está formando cuadros, porque al mo-
delo hay que enfrentarlo. En todo el peronismo pasa lo
mismo. Y en todos los sectores de la política en general.
Yo veo que cuando llega un compañero de izquierda al
poder, yo lo veo en el compañero del MAS, ese que ha
llegado a ser diputado ¿de qué le sirvió?
- ¿Zamora decís vos?
-
Delgado:
Zamora, sí. Lo veo en carne propia por-
que hoy tenemos un compañero dentro de gobierno, que
es Walter Grahovac, que es Ministro de Educación, y está
limitado. ¡Está limitado!, sus principios son otra cosa.
Pero nosotros lo seguimos manteniendo porque si fuera
por él ya hubiera renunciado hace rato. Creemos que algo
estamos consiguiendo porque hay una democracia. Son
diferentes luchas las anteriores a esta;
esta hay que pelearla desde adentro.
Pero eso lo entendí ahora, yo era
muy purista. Y pequé por ser muy
purista, ¿me entendés? No nos tene-
mos que enfrentar porque aunque
yo tenga un 50% de diferencia con el
orden nacional, tenemos que luchar
porque se mantenga este gobierno y
seguir afanzando a ver cómo pode-
mos tomar el poder los que realmente
vamos a luchar por la clase. Porque si no
le estamos haciendo el caldo a la derecha, enfrentándonos
o juntándonos con otros, solo porque queremos conse-
guir una diputación. Y vamos a perder el poder, al que
mínimamente hemos llegado. Los factores de poder están
enfrentados al gobierno nacional. Hay un montón de crí-
ticas que puedo aceptarlas y puedo compartirlas pero ahí
apunto a los compañeros y les digo:
no nos equivoquemos,
cometimos el error de Sitrac-Sitram
, por eso hablo de la
experiencia,
cometimos el error de los Montos, del ERP y
de los otros que creían que ya eran vanguardia y podían
tomar el poder...
Intentamos volver a 1971 o 1972, cuando se iba con-
formando una oposición clasista dentro de la flial cordo-
besa del SMATA, luego de que la lanza de su pensamiento
llegara al presente.
- Cuando se va formando el MRS ¿por qué eligieron
a Salamanca para el cargo de secretario general?
-
Delgado:
...porqueee nosotros descubrimos, y ahí
veo los defectos de cada persona, que cada uno no tie-
ne que ser egoísta y elegir al compañero más capaz y con
más condiciones para que sea la cabeza. Y yo fui uno de
los que..., si él estuviera en vida lo confrmaría, pero hay
otros que lo pueden decir: yo dije en dos reuniones que
hicimos
el compañero Salamanca tiene que ser
¿por qué?
Porque a mí me demostraba que el compañero Salamanca
que tenía carisma, que tenía retórica para poder hablar,
que era muy inteligente. Entonces ¿qué es lo que teníamos
que hacer? Elegir al mejor de los que nos juntábamos. Yo
tuve desencuentros con compañeros de mi grupo, pero
apoyé a pesar de que teníamos algunas
diferencias políticas muy profundas,
muy profundas. Pero lo que estaba
en juego era garantizar un sindica-
to apuntando hacia el clasismo, un
sindicato para cambiar la burocracia
sindical en ese momento. Ése era el
punto. Después adentro nos vamos
puliendo. Tuve y sigo manteniendo
esa posición.
- En aquel momento vos pensas-
te que Salamanca era.....
-
Delgado:
...por esas virtudes que te dije. Te voy a
decir dos cosas. Nosotros teníamos mucho más acerca-
miento al PC que con Salamanca ¿por qué yo me impongo
dentro del grupo, en que Rivero no era garantía? Porque
lo veía tibio, por decir esa palabra. Comprometido a ve-
ces con un sííí, mirááá [lo recuerda dubitativo] ¿me enten-
dés? No un traidor, como tampoco digo que son traidores
algunos compañeros de los Montos ¿me entendés? Creo
que equivocados, totalmente equivocados.
Otra vez el ida y vuelta del pasado al presente apare-
ce. Y en la memoria de Delgado, las menciones a Schiaretti
le sirven de hilo para explicar lo que quiere.
-
Delgado:
Al Gringo Schiaretti nosotros lo lleva-
mos para que sea gobernador porque lo veíamos como a
un dirigente que venía desde abajo. Y él se equivoca, se
lo dije, se equivoca cuando acepta porque nosotros se lo
cantamos así. Si vos hoy te juntás conmigo y él, él dice
me
equivoqué
. Hubiéramos sido vanguardia en todo el país
Yo interpreto bien qué es el
clasismo. Para mí el clasismo es
cuando una cierta cantidad de
gente había tomado conciencia
de lo que es la herramienta del
sindicato. Una herramienta total
de la lucha por el poder.
Pero lo que estaba en juego
era garantizar un sindicato apun-
tando hacia el clasismo, un sindi-
cato para cambiar la burocracia
sindical en ese momento. Ése
era el punto. Después adentro
nos vamos puliendo. Tuve y sigo
manteniendo esa posición.
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Revista de Historia Oral
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Para mí el peronismo y los
sectores de izquierda están en-
quistados en la clase obrera. Yo
venía en los colectivos al trabajo
y viví en dos o tres lugares con
distintas características y te
puedo decir que había un diez
por ciento que era enemigo de
Perón.
Nosotros hacemos el primer
reconocimiento del Campo de la
Ribera en la época de Alfonsín.
Nos pusieron frente a un coro-
nel, que nos llevaba por delante
como
diciendo cómo sabés esto,
cómo sabés lo otro, cómo sabés
que hay una pileta del otro lado.
con el Gringo. Él se sentía comprometido y por eso llevó
a Grahovac y a un montón de dirigentes que son del sin-
dicalismo, de abajo ¿me entendés? Yo estuve peleado con
el Gringo mucho tiempo. Fue toda una jugada del gallego
De la Sota con Menem.
-
Hadad:
...para sacárselo del medio.
-
Delgado:
Por supuesto. Era un dirigente que le ha-
cía un agujero así a Menem. Hablemos claro, el Gringo
es muy inteligente, tiene mucha capacidad, tiene manejo
con empresarios que a veces es muy importante para go-
bernar. Cuando ellos se van con Ca-
vallo, yo los visito a él y al Chauchi
Sosa. El Chauchi ha sido ministro
del Gringo... El Chauchi Sosa estu-
vo preso cinco años porque él cae en
una disparada que nosotros tenemos
cuando andábamos con unos volan-
tes de las FAP y cuando estábamos
por el puente, el pelotudo se queda.
No sé si vos te acordás [lo mira al
Turco], ahí en el mercado de abasto
viejo había ranchitos y ahí estaban las
Ponce, las famosas Ponce...
-
Hadad:
el 9-90.
-
Delgado:
¡El 9-90! Y le digo
¡pasamo!
[como que
había una esperanza de cruzar y escapar] y me dice
no,
que ahí nos van a vender
. Le dije,
no, no nos van a vender,
si es gente humilde...
Y ahí yo me guardé en una piecita de
esas y él se queda arriba del puente y lo manotean ¿vis-
te que tiene esas columnas? Él creía que... En el camino
nosotros habíamos tirado los volantes ¿entendés? Pero la
cana ya venía con los volantes en la mano. Al Chaucha lo
meten en cana ya en el 75. El Gringo no cae en cana. Se
salva. El Gringo se piró ¿viste?, estuvo en la sierra.
-
Hadad:
¿Él o el hermano era gerente de la fábrica
de armas?
-
Delgado:
El hermano. Fue director de la fábrica de
armas.
-
Hadad:
...de la fábrica de armas de los Montos,
clandestina...
-
Delgado:
Clandestina, sí. El hermano. Ahí había dos
torneros, changos amigos, yo los conocí, buenos torneros.
Y cae esa fábrica. Hay varios compañeros que caen...
Quisimos que Delgado nos cuente, en su calidad de
peronista crítico, qué ocurrió en IKA Renault cuando el
presidente Perón murió, habiendo miles de trabajadores
peronistas en esa planta y al mismo tiempo, siendo una
masa tan combativa, incluso bajo la presidencia del mis-
mísimo Líder. El tema lo enfrenta pero como siempre, la
conversación se dispara para donde él quiere y nosotros
respetamos que siga ese camino.
- ¿Qué pasó en Santa Isabel el 1º de julio de 1974?
-
Delgado:
...Con el Negro
Pérez llevamos una corona al lugar
en donde se lo velaba, en el Congreso.
El SMATA toma la posición de rei-
vindicarlo, fuimos cuatro dirigentes.
Yo creo que..., yo tengo algunas con-
tradicciones con Perón [iba a comen-
zar a hablar de sus diferencias pero
pretendíamos abordar otro punto].
- Mi pregunta es qué pasó en la
planta.
-
Delgado:
Yo creo que en Santa
Isabel fue automático, más allá de que la dirigencia toma
la decisión de abandonar, de hacer luto; yo creo que un
setenta por ciento se sintió muy afectado.
- Pregunto porque en Córdoba hay una presencia del
radicalismo, histórica.
-
Delgado:
No, no. Para mí el peronismo y los sec-
tores de izquierda están enquistados en la clase obrera.
Yo venía en los colectivos al trabajo y viví en dos o tres
lugares con distintas características y te puedo decir que
había un diez por ciento que era enemigo de Perón. Y ahí
los radicales... [busca un ejemplo]. Sánchez, un compa-
ñero desaparecido, Sanchecito, estaba pegado a mí y con
Rivero le decíamos
salí como delegado, dale
, porque era
un chico que hablaba... [imita un tono vigoroso] y cuando
hablaba en el baño vos lo sentías así, con esa pasión. Y le
decíamos
loco, salí delegado
. Y él
No, no...
hasta que lo
logramos y sale delegado, un excelente dirigente. Bueno,
él era radical.
-
Hadad:
Integró la segunda comisión de la Lista
Marrón.
-
Delgado:
Después, por supuesto, estuvo en la iz-
quierda. Sé perfectamente donde está, ahora no viene al
caso decirlo. Yo permanentemente me junto con el Negri-
to Ramírez...
-
Hadad:
se jubiló...
-
Delgado:
Se jubiló, sí. El otro día estuvo acá con la
comoé… La compañera era del PB, era delegada de Ilasa.
La Nidia. Era uno de los compañeros que siempre estuvo
ahí medio..., no sabías dónde estaba. Vos acordate [mira
al Turco], estaba en el PCR, estaba en el ERP [se pregunta
y le pregunta].
-
Hadad:
¡A ver! Si vos ves un tipo
que ladra y mueve la cola ¿qué es?...
Un perro.
-
Delgado:
..pero, era muy ho-
nesto.
-
Hadad:
Ah sí, muy honesto.
Ladra y mueve la cola.
-
Delgado:
...pero no era un tipo
que te iba a morder.
-
Hadad:
...a los ERP le decían
perros, ¿te acordás? Entonces, para
identifcarlos, si ladra y mueve la cola... [se ríen].
-
Delgado:
Nidia estaba con nosotros porque en al-
gunas acciones estuvo con nosotros. Cuando estábamos
en la casa y discutíamos, él era callado más bien, y Nidia
imponía, iba al frente, una chica que era delegada y que
hizo mucho, como la Negra Olmos que era otra compa-
ñera del Peronismo de Base. Esa chica estuvo en cana. La
metieron en la 13 y la largaron por suerte ahí nomás por-
que estaba de encargue, menos mal. Felizmente se salvó.
Y el Negro Ramírez porque se piró. Se piró. A mí me hi-
cieron recagar...
-
Hadad:
Siempre tuvo perfl bajo el Negro Ramí-
rez.
-
Delgado:
...Pero estaba marcado. A mí y al chico
este que era de lentes gruesos, cómo era...
-
Hadad:
¿Solís?
-
Delgado:
No, Solís no. El de allá de Perkins. No, no,
de Perkins no, de Grandes Motores.
-
Hadad:
¿Meloni?
-
Delgado:
No, Meloni no.
La aparición del apellido Meloni lo dispara inmedia-
tamente hacia sus recuerdos sobre el campo de concentra-
ción en el que estuvo detenido desaparecido, justamente,
con Meloni.
-
Delgado:
Meloni hizo el reconocimiento del Cam-
po de la Ribera conmigo ¿Vos nunca fuiste al Campo de
la Ribera? Ahí hay un cuadro así [señala un gran espa-
cio] de Meloni y mío. Nosotros hacemos el primer reco-
nocimiento del Campo de la Ribera en la época de Al-
fonsín. Nos pusieron frente a un coronel, que nos llevaba
por delante como diciendo
cómo sabés
esto, cómo sabés lo otro, cómo sabés
que hay una pileta del otro lado
. Lo
cantamos antes de entrar y Gustavo
Tobi no pudo conseguir tomar la gra-
bación esa. Porque Gustavo Tobi nos
flma ¿me entendés? el pimponeo ahí
afuera, flma.
-
Hadad:
Gustavo Tobi, Canal 12.
-
Delgado:
Ese material lo está
buscando todo el mundo. Se hace el
pelotudo Gustavo Tobi, dice que está en archivo... Aho-
ra ¡¿de dónde sacaron la foto esa?! Cuando ya entramos
adentro dijimos
acá está, este es el piletón
. El piletón está.
Habían cerrado una puerta...
-
Hadad:
¿En donde hacían el submarino?
-
Delgado:
Claro, había una roldana arriba. Todavía
Arrosagaray y la Mona Delgado.
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estaba un ángulo grueso, de los trenes ¿viste? De ahí te
colgaban, vos sentías... vos estabas vendado ¿viste?
- Los colgaban y los metían de cabeza en la pileta...
-
Delgado:
de cabeza en la pileta.
- Agarrados de los pies...
-
Delgado:
Agarrados de las patas... ¡No! ¡Nos
dejaban colgados, primero! [quiere aclarar que al sub-
marino lo precedía un tiempo colgado]. Hubo estrate-
gias que nosotros, gracias a Dios, algunos de nosotros
las pasó bien, digamos, dentro de la tortura, fue livia-
na ¿entendés? Golpes, simulacros,
mojarrita de esa manera porque
hay dos clases de mojarrita, viste...
Una es la que te van echando agua
acá, en la cara... a eso le dicen la
mojarrita. Es como que te vas aho-
gando, a eso le dicen... ¿broncoas-
piración? no me acuerdo comoé…
Hay varios que han fallecido así, y
también se hacía de la otra manera.
Nos tiraban como bolsa de papas en
el patio y así nos tenían todo el día y cuando llegaba la
hora nos daban de comer y vos por abajo veías ¿viste?
-
Hadad:
Che, Negro, ¿vos tenés alguna versión de
cómo mataron a Salamanca?
-
Delgado:
No, no. A mí me llevan al Campo de la
Ribera, me tienen dos meses y medio con los ojos venda-
dos. Me llevan a la San Martín. Estuve en la San Martín
y en Campo de la Ribera. A posteriori, cuando a mí me
sacan para llevarme nuevamente a Campo de la Ribera,
una noche nos sacan y era generalmente para....
- Para matarte.
-
Delgado:
La mayoría de las veces sí, otras no ¿vis-
te? Otras no. Esa noche estaban los pesados, como les
decíamos, los chifados, los locos, distintos nombres les
decíamos ¿viste? Entraban de guardia esos y seguro que
llevaban. A nosotros nos sacan, sacan a cinco y nos ti-
ran en un camión, como bolsas de papas. Y me llevan a
La Perla. Ahí [en La Perla] siento que me grita uno, que
estaba abajo mío y que estaba muy muy muy golpeado,
porque apenas llegamos sentía
ay ay ay
, y me tiran arriba
¿viste?
Yo soy Machado, yo soy Machado, yo soy Machado.
¿Quién sos vos, quién sos vos?
Yo en ningún momento le
contesté. Porque yo estaba compenetrado en... Es que uno
tiene un límite, si a mí me hubieran torturado más quién
sabe cuento la muerte de Gardel, porque es la verdad de
las cosas ¿me entendés? Eso, seamos sinceros, estábamos
cagados pero teníamos un límite. El ser humano tiene un
límite.
-
Hadad:
Además, en general, no nos preparan...
-
Delgado:
...lo de Machadito yo lo declaré. Y me
contactan de la Justicia, la última vez fue hace ocho me-
ses, vuelvo y relacionan de que aparentemente Machado
hubiera muerto antes, junto con Sala-
manca, y no fue así. Había dos ver-
siones. Por eso me vuelven a llamar
para hacer la declaración y coincidía
con otro que había sentido lo mismo.
Que Machado hasta ese momento es-
taba con vida.
-
Hadad:
¿En qué fecha fue eso,
más o menos?
-
Delgado:
Eso fueee... yo estu-
ve dos meses, después estoy un mes y
medio…
-
Hadad:
¿En qué fecha te cazan a vos?
-
Delgado:
A mi me cazan en la asamblea, yo hago
asamblea adentro de la fábrica, quedaba como miembro
de comisión interna, era el único que había quedado o
uno de los único ¿te acordás? Se habían ido todos, ha-
bían renunciado, acordate. Entonces yo me encuentro
ante la gente, que habían sacado de la línea, doce per-
sonas. Imaginate la línea. La gente estaba desesperada.
Entonces caigo yo, que había estado con parte de enfer-
mo, haciéndome el boludo, pirándome, y hago asam-
blea, bueno, decidámoslo y metámosle. ¡A la hora cayó
la cana!
- ¡Vení para acá!
-
Delgado:
...Pero no me agarran ahí. No, a la noche
me caen en mi casa. Caen por los techos, rodean toda la....
¡Un quilombo! El error mío es no haber pirado... porque
me dicen
¡andate!
- ¿El 24 de marzo vos vas a trabajar?
-
Delgado:
Nooo, yo ese día o mejor dicho, unos días
antes... [con gestos indica que pidió permiso o algo así].
Yo tomo esa actitud porque sabía que se venía el golpe.
Porque se mencionaba, nos dijeron
loco...
Yo un poco fui
testarudo, yo fui muy testarudo, lo reconozco. Y digo
bueno, me tomo parte de enfermo
y me tomé una sema-
na. Y tras esa semana yo volví a trabajar ¿me entendés? Y
cuando vuelvo a entrar a trabajar, en esos días, ya hacía
rato que venían haciendo iniquidades los capataces con la
gente. Imaginate vos, te encontrás con un montón de rei-
vindicaciones que están muertas, pisoteadas, si vos vieras
pobre gente, indignada; cuando me ven, es la salvación.
- Vos reingresás luego de la licencia, ya con la dic-
tadura.
-
Delgado:
Sí, sí. Y hago una
asamblea, como era costumbre
nuestra. Como tantas veces. Y a los
minutos había un montón de mili-
cos ahí y la gente se comenzó a cagar.
Entonces nos hicimos los pelotudos
y hacemos trabajo a reglamento,
generalizado en toda la planta ¡Se
corrió como un reguero de pólvora!
Vos no tenés idea de como la gente
tenía ganas de... No sé si hubiera habido un poco más de
dirigentes no hubiéramos hecho un acto un poco más
grande. Porque la gente todavía estaba en su salsa; al
sentirse pisoteados así...
- ¿Yo estoy equivocado o el día del golpe de Estado
hubo abandono de fábrica?
-
Hadad:
Chupamiel, como miembro de comisión
interna, estuvo...
- ¿Quién?
-
Hadad:
Chupamiel
9
, Mendiolaza.
-
Delgado:
Sí, Mendiolaza, falleció hace poco. Yo es-
tuve en la casa de él...
-
Hadad:
Yo no, me enteré después, pero te decía, él
promovió el abandono de fábrica.
-
Delgado:
Es uno de los que... ¿cómo se llama? Es
uno de la comisión interna que también cae preso. A él lo
agarran después del abandono, él se va de su casa y lo van
a buscar dos veces a la casa y no lo encuentran. Después
lo enganchan.
-
Hadad:
Lacabanne
10
habla con Mendiolaza en el
abandono de la fábrica, llega con un helicóptero, intercep-
ta la columna de los trabajadores y
¿¡quién está al frente!?
Dicen que vino Lacabanne y lo abrazó y que Mendiolaza
no sabía cómo sacárselo de encima...
-
Delgado:
Corrieron la bolilla y no fue así. Un chico
[por Mendiolaza] que le provocaba escozor todo lo que
fuera milico.
-
Hadad:
¡Si hay uno derecho, es ese chico!
-
Delgado:
Yo creo que sí, yo reivindico dos perso-
nas ¿no? Uno, él; el otro, Carlitos Grsey. Carlitos Grsey es
una cosa que yo la otra vez cuando se conmemoraba a los
compañeros desaparecidos, compañeros, yo dije:
yo, para
mí, Carlitos Grsey
. Y uno saltó y me
dijo
pero vos estás loco.
Si, Carlitos es-
tuvo preso y luego libre, pero cuando
salió... [se agarra la cabeza].
-
Hadad:
...salió loco.
-
Delgado:
...Salió mal ¿me en-
tendés?
-
Hadad:
Cuando se dicta la in-
tervención al SMATA de Córdoba
11
,
viene Lacabanne y en las redadas que
hace, cae Carlitos.
-
Delgado:
Nosotros nos quedamos a resistir. Estaba
Orbizo, que era del grupo de la Triple A que ya se for-
maba; vienen a intervenir el gremio. El juez que frma la
intervención fue Araberian, que estuvo preso conmigo. Y
nosotros ahí adentro, con Chupamiel, con Solís, con to-
dos, le hicimos un desprecio ahí que tal es así que...
-
Hadad:
¿A Araberian?
-
Delgado:
Sí, sí. Quedó solo. Lloraba, al cuarto día
lloraba... Y decidimos preguntarle por qué la interven-
ción, por qué frmó la intervención y ahí nos enteramos
de la verdad de la cosa: él una vuelta se piró del juzgado
para no frmar, y es cierto. La intervención venía una se-
mana antes a Córdoba. Nosotros estábamos preparados
para resistir, habíamos llevado chumbos. Armas. Estába-
mos dispuestos a aguantar. No intervienen porque el juez
no frmaba. ¿Por qué? Porque cuando lo van a buscar, a
apretarlo, Orbiso y esos otros, él se pira por el techo.
-
Hadad:
No sabía eso.
-
Delgado:
Él nos cuenta eso [en la cárcel] y después
nosotros constatamos que era la verdad. Y a posterior, lo
enganchan: habían agarrado a la mujer y la hicieron ha-
blar por teléfono y él sabía perfectamente que la iban a li-
Hubo estrategias que noso-
tros, gracias a Dios, algunos de
nosotros las pasó bien, digamos,
dentro de la tortura, fue liviana
¿entendés? Golpes, simulacros,
mojarrita de esa manera porque
hay dos clases de mojarrita,
viste...
Yo tomo esa actitud porque
sabía que se venía el golpe. Por-
que se mencionaba, nos dijeron
loco... Yo un poco fui testarudo,
yo fui muy testarudo, lo reco-
nozco. Y digo
bueno, me tomo
parte de enfermo y me tomé
una semana.
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Voces Recobradas
4140
Revista de Historia Oral
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quidar ¡Lo sabía perfectamente! Firma y después lo meten
en cana. Mirá vos. Él está primero en Aeronáutica, hasta
ahí estaba legal, sin vendas ni nada. Lo sacan ya vendado
y lo llevan allá, a cómo se llama…
La charla deriva a un momento crucial, cuando esta-
ba detenido desaparecido y al tema de los nombres y so-
brenombres. Porque hablando de sobrenombres, Monos y
Monas hay muchos en Córdoba.
-
Delgado:
Dentro de la planta misma había muchos
Monos y Monas, pero como yo era la Mona del SMATA,
ahí me relacionaban. Y es una cosa que me puede haber
salvado ¡Mirá vos!: cuando a mí me detienen, me hacen
escuchar una grabación, yo estaba en el cuerpo de dele-
gados de Salamanca y estábamos discutiendo el tema po-
lítico del foquismo, y yo planteo que eso nos llevaba a un
lugar en el que yo estaba en desacuerdo. Pero más allá de
la grabación que ellos me hacen sentir, no por eso, sino
que yo digo que
acá hay compañeros con los que podemos
tener distintas posiciones ideológicas
y que de alguna ma-
nera,
tenemos que converger y discutir la problemática que
nos lleva a esta situación. Y tenemos, como gremio, que
sacar
[algún documento]
...¡no estamos de acuerdo con el
foquismo
! y sacamos un documento nosotros con el tema
del foquismo.
- La guerrilla urbana...
-
Delgado:
Foquismo, yo planteé foquismo, para mí
estaba equivocado. Vos podés armarte, vos podés armar
la lucha armada, podés adiestrar a la gente, todo lo que
vos quieras, para que a posteriori, estar en condiciones
de poder tener un enfrentamiento, si es necesario. Pero
primero tenés que concientizar a la base. ¡Que como van-
guardia estés a dos kilómetros vos...! [rezonga]. ¡Es un
problema claro, eso! ¡Yo siempre lo he dicho! Y en ese sen-
tido ellos [quienes lo tenían detenido] me quieren demos-
trar que yo tenía conocimiento de todos los que estaban
ahí, y en dónde estaban [en qué fuerza política]; entonces
me preguntaba por fulano y yo les decía
Sííí, un compa-
ñero radical
. Me preguntaron por Albaraz:
sííí, es radical
.
Y así ¿me entendés? Me preguntaron por el Negro Olmos:
e
s un compañero radical irigoyenista
. Y así me pregun-
taron por Grsey, por de vos [señala a Hadad]... nombre
por nombre. Ahora ¿quién le dio esa grabación dentro
del comoé…? No sé. Yo, te vuelvo a repetir, yo sospeché
mucho de Nájera.
-
Hadad:
¿Y qué le dijiste de mí, Negro? ¿Que era
radical, también?
-
Delgado:
No, que eras un compañero al que yo co-
nocí ahí adentro, que es un militante, un compañero que
no tiene ideología, no sé.
Hay un montón de compañeros
que son apolíticos.
-
Hadad:
Quién sabe me salvaste la vida...
-
Delgado:
No, no... De Ramírez, por ejemplo, le dije
que era independiente...
- ¿Y por qué decís eso de Nájera?
-
Delgado:
Porque... él fue a la cárcel como si hubiera
caído al living de mi casa; entró, él así ¿viste? y empezó a
preguntar...
loco ¿vos estabas en los montos, no?,
y vos esta-
bas..
. A todos ¡eh! Pero después a posterior, rebobinando,
en aquel momento lo tomé así y después, rebobinando,
cuando entró a la dirigencia de los empleados públicos,
hablé con él y me dice:
Juan, vos siempre me esquivás
. Y le
dije:
te voy a decir ideológicamente por qué
y me dice
por-
que a vos el VC siempre te reivindicó a vos en los volantes...
.
Le digo
mirá, te voy a ser sincero porque yo soy muy fran-
co, muy frontal..
. y le dije. Y él me dice
no, cuando caí yo
estaba más cagado que vos
. Pero él entró a la cárcel como
si hubiera entrado al living, contento, preguntando...
-
Hadad:
Y salió en poco tiempo, ¿no?
-
Delgado:
Ahí nomás, enseguida. Y vos te pregun-
tás por qué. Apareció saliendo solo. Bueno, era un chico
nuevo, era jovencito.
- Y como cuadro ¿cómo lo veías vos? ¿estaba armadito?
-
Delgado:
No. Yo creería que no. Ahora tal vez sí.
- ¿Por qué, entonces, estuvo en esa comisión directi-
va? ¿Por una cuestión de alianzas?
-
Hadad:
Era dirigente conspicuo de Transax, era la
cabeza visible.
-
Delgado:
¿Sabés por qué lo ponen a él? Porque en
ese momento la dirigencia de comoé… en Transax no te-
nía a nadie. Estaba el Peronismo de Base. Estaba el Flaco
Cavigliazo, estaba Karlem, toda una serie de compañeros
que eran del Peronismo de Base.
-
Hadad:
Y estaba un tal Luisito Márquez que...
-
Delgado:
...Y nosotros decidimos no integrar.
Entonces él entra de rebote porque... no sé si vos lo has
sentido nombrar a ese muchacho que también lo iban a
poner... Y Nájera era un muchacho que era estudiante y
venía con esa...
- ¿...Fuerza?
-
Delgado:
...Era muy superfcial. Estaba con simpa-
tía del VC, él se autotitulaba del VC.
-
Hadad:
Negro, hay otra cuestión que es sospecho-
sa, digamos. Y es que apareció Luisito Márquez en la línea
del PCR, dentro de Transax, un negrito, gordito...
-
Delgado:
Sí, me acuerdo.
-
Hadad:
Cuando empezó la denuncia contra el gol-
pe de estado, Luisito Márquez le hace sombra a Nájera
promoviendo una asamblea en puerta de fábrica para que
los obreros de Transax se pronuncien en contra del golpe
de estado. Y se hace ese pronunciamiento en asamblea. Y
en esos días lo cazan y lo llevan preso, lo desaparecen
12
y
nunca más se supo de él.
-
Delgado:
¿Y por qué Najera no?
-
Hadad:
Exactamente... [gesticula y valida su duda]
¿Cómo Najera no...? ¿No será que sopló algo este otro?
-
Delgado:
¿Vos lo conociste a Bevilaqua?
-
Hadad:
Sí.
-
Delgado:
Bueno, y cae un chango que no es dirigen-
te ¿me entendés? y simplemente es uno que decía contra
el golpe de estado
, vamo, que nos movamo...
Cae el her-
mano, al padre lo matan, bah, lo golpearon tanto, viste, lo
largan ese día, ya veían que estaba mal y lo entregan casi
muerto ¿viste?, internado en el hospital, fallece.
-
Delgado:
Vos ves que yo salí del sindicato con una
mano atrás y otra adelante, como todo el mundo. Vos
sabés [lo mira a Hadad] que una vez denunciamos a la
empresa junto al Rengo Amatei, porque nos ofrecieron
dos autos, casa, doble indemnización, mucha guita. Sin
embargo nosotros no aceptamos. Y muchos compañeros
delegados, por lo menos veinte tengo contados, se rajaron,
renunciaron... Te quiero decir por las luchas. Por las to-
mas de fábrica, por las asambleas de departamento, te ven
y entonces... te llaman a eso, para comprarte.
La Mona Delgado quiere, una y otra vez, subrayar
lo que defne como ideología de clase. Nunca venderse.
Equivocarse, puede ser, pero venderse, nunca.
En esta larga entrevista pudimos conocer un poco
más, detalles de las luchas de los trabajadores de IKA-Re-
nault. La complejidad y la profundidad de ellas nos hacen
pensar que es mejor no cerrar conclusiones sino que lo
aconsejable es sumar elementos. Con esta entrevista y este
trabajo queremos sumar una fuente, estamos seguros que
valiosa para las conclusiones que los propios trabajadores
procesan y procesarán.
Notas
————— ————— ————— ————— ————— ————— ————— ———
1
Nicolás, el Turco Hadad, es un ex obrero de la fábrica IKA-
Renault, vecino de la capital cordobesa y guía mío, en esta cir-
cunstancia.
2
Por otras investigaciones, nosotros sabemos que el turno tarde
de los trabajadores de IKA-Renault junto a los obreros de la ma-
tricería Perdriel llegaron a Colón y General Paz a las 11:00 y ahí
se iniciaron los primeros enfrentamientos del día. Véase Roque
Alarcón,
Cordobazo
, Buenos Aires, Enmarque, 1989, pp.76 y
77.
3
Artículo “Tosco: con gusto a rabia”. Revista
7 Días
, primera
semana de junio de 1969.
4
Movimiento de Recuperación Sindical que daría forma a la
Lista Marrón en el SMATA Córdoba y que ganaría las elec-
ciones de 1972.
5
Se refere al Partido Comunista Argentino.
6
Se refere a la organización Vanguardia Comunista.
7
Se refere al Partido Comunista Revolucionario de la Argen-
tina.
8
La Lista Marrón, también encabezada por René Salamanca,
vuelve a ganar las elecciones gremiales en 1974, con un 53% de
los votos, superándose en relación al triunfo de 1972.
9
Chupamiel era el apodo en la fábrica del obrero clasista Al-
fredo Mendiolaza. A mediados de 1983, aún con la dictadura,
esa que lo mantuvo desaparecido, Mendiolaza tuvo la gentileza
de recibirme en su casa y conversar conmigo sobre su paso por
Ika-Renault.
10
El brigadier (RE) Raúl Lacabanne fue interventor en Córdoba
desde fnes de 1974.
11
En agosto de 1974 el secretario nacional del SMATA, José
Rodríguez, logra imponer la expulsión del gremio de todos los
integrantes de la Comisión Directiva de la flial Córdoba y abre
el camino a la inmediata intervención.
12
Al obrero Luis Márquez lo secuestran el 28 de octubre de 1975
en la casa de sus padres. Estaba casado y tenía un hijo pequeño.
Ese día hubo asamblea de los obreros de Transax y abandono de
planta por su aparición.