image/svg+xmlVoces RecobradasRevista de Historia Oral54Clelia Luro de Podestá. La mujer que sacudió a la IglesiaVoces de Buenos AiresLidia González y Silvana LuveráDirección General Patrimonio e Instituto HistóricoLidia: Clelia, ¿cómo fue su historia antes de Jerónimo, cómo era su relación con la Iglesia?Clelia: Yo fui al colegio, al Sagrado Corazón, pupila y bue-no… porque me echaron del primer colegio, que era las Es-clavas, a los 11 años.Lidia: ¿Y por qué la echaron?Clelia: Me echaron porque me gritaban y yo me ponía loca, tenía 11 años y había una cancha de tenis y una cancha de patines, era domingo y había una sola monja para cuidar-nos, y estábamos las grandes y las chicas. Las grandes con la raqueta y las chicas con los patines, y la monja decía: no, tiene que ir a la cancha de tenis. Madre, las chicas no sabe-mos jugar al tenis y las grandes saben patinar, le decía yo, no me conteste me decía, no. No, no le con-testo, le estoy pidiendo que vayamos a la cancha de patines porque todas te-nemos los patines, me está contestan-do… le digo: no le estoy contestando y tiré así [hace un gesto con la mano]los patines por el aire y se rompió una puerta de vidrio, bueno a la noche es-taba mamá, mi abuelo Rivarola, que está la foto ahí, y un obispo que había llevado mi abuelo para pedir que no me echaran, que me dejaran terminar el año y entonces me dejaron terminar el año y de ahí me llevaron al Sagrado Corazón.L: ¿Cuál?C: El de acá, el de Caballito.L: ¿Usted es porteña?C: Sí.L: ¿Y cuándo es que se fue al norte?C: Con el papá de las chicas, entonces ahí en el Sagrado Co-razón, yo... yo estaba enamorada de Jesús esa es la verdad, me encantaba Jesús desde chica, tal es así que yo digo que Jesús se regaló a mí en Jerónimo, porque no había otro pare-cido en el planeta que Jerónimo. Aquel [señala una foto de Helder Cámara]pero era muy feo Cámara. Bueno, enton-ces, me llevaron al Sagrado Corazón… yo quería ser monja. Pero cuando llegó el momento que terminé el colegio para irme al convento, mamá me pidió que esperara dos años, El 16 de septiembre de 2013 nos acercamos a la vie-ja casa de la calle Gaona, en la ciudad de Buenos Aires, para entrevistar a Clelia Luro, sin saber que sería un único encuentro y ya no iba a haber tiempo para otras preguntas.1Conocíamos a Clelia desde fnes de la década de 1990 cuando realizamos una serie de entrevistas a monseñor Podestá2en esta misma casona, tan cálida como antigua. Casi quince años después, unas cuantas goteras recorda-ban la antigüedad de esos muros, pero ni la intensa lluvia de ese día le hacía perder la calidez. Todo parecía estar en el mismo lugar, preservado, custodiado por esta mujer de 86 años, cuya tenacidad y coraje seguían tan intactos como en la década de 1960 cuando se encontró con Jerónimo Podestá, obispo de Avellaneda, y su re-lación sacudió el ambiente eclesiásti-co. Lo que en ese momento resultó un escándalo, no deja de tener hoy una notoria vigencia, que es la opción por el celibato de los sacerdotes católicos. Sin embargo, “la decisión de ca-minar juntos”, como solía decir Clelia, no solo fue un acto de amor, ambos se comprometieron a trabajar por una renovación en la Iglesia, como una misión que sintieron llamados a cumplir. Las turbulencias de esa época los en-contró en medio de la escena política con un compromiso que terminó llevándolos al exilio.Tras la muerte de Jerónimo, en el año 2000, Clelia se dedicó a organizar los archivos y a publicar sus escritos, convirtiéndose en una transmisora inteligente y sugestiva del pensamiento de este obispo, nieto de Raimundo Wil-mart, por quien él había confesado gran admiración.3Le propusimos a Clelia que nos contara sobre su vida antes de conocer a Jerónimo, su familia, cómo había sido su relación con la Iglesia, y en especial, su condición de mujer en el entorno político y religioso en que le tocó actuar. Transcribimos la entrevista completa pues considera-mos que su palabra, audaz como siempre, es una fuente de gran valor testimonial. Las respuestas, claras, contun-dentes, nos devuelven una historia de vida tan particular como la de Jerónimo, al que Clelia no apartó nunca del relato, y al mismo tiempo, tan imbricada en nuestra his-toria nacional.Le propusimos a Clelia que nos contara sobre su vida antes de conocer a Jerónimo, su familia, cómo había sido su relación con la Iglesia, y en especial, su condición de mujer en el entorno político y religioso en que le tocó actuar.Clelia Luro de Podestá.
image/svg+xmlVoces RecobradasRevista de Historia Oral76que no fuera monja, y entonces yo en ese ínterin pensé que como luchaba por los demás en el convento, podía luchar en el mundo y que quería tener hijos. Entonces apareció el padre de las chicas que era completamente distinto a mí, era un salteño, machista, estudiante de Ingeniería pero no tenía ninguna inclinación, así, como tenía yo de militar o religio-sa, no tenía, pero yo cuando rompía el noviazgo él empezaba a tomar, no estudiaba, entonces yo tenía 22 años y empecé a sentirme responsable de él y me casé.L: Y se fueron al norte.C: Él era salteño, murió mamá y mi her-mana era tan celosa que me hacía la vida imposible entonces Jaime, que es el padre de las chicas, me dice ¿Que-rés que vayamos al ingenio Tabacal4a trabajar? Sí, le digo, yo encantada y nos fuimos a Tabacal y ahí empecé a vivir una vida completamente distinta a la que vivía en Santa Fe y Callao, porque estaba la cosecha de caña, están los indígenas, empecé a ejercer mi medicina preventiva en la Cruz Roja, me gustaba mucho andar a ca-ballo, entonces me iba a caballo a los lugares de cultivo de caña y les enseñaba a dar de comer a los chicos, a los bebés de acuerdo con los médicos.L: ¿Usted había estudiado en la Cruz Roja medicina pre-ventiva?C: Claro, medicina preventiva. Entonces me puse de acuer-do con el médico del ingenio que le llegaban los collitas, los enfermos, mal alimentados, y entonces trabajaba con el mé-dico del ingenio, mientras tanto iba pariendo a mis hijas, porque tuve seis.L: Enseguida, después de casarse, inmediatamente y segui-ditas.C: Sí, cada dos años tenía una. Pero igual andaba a caballo, me iba y hacia medicina preventiva, yo necesitaba militar, ¿viste?, yo era militante peronista también de la época de Evita, me realizaba en el ingenio, toda mi vida.L: ¿Y eso le trajo problemas con su esposo?C: No, él no estaba de acuerdo, pero no se le ocurría decirme que no fuera, me dejaba, entonces yo le daba de comer a las chicas y las dejaba cuidadas con una persona, a la siesta agarraba el caballo y me iba a las huestes, las huestes eran las chozas que hacían indios con paja de la cosecha. Ter-minada la cosecha quemaban todo, y así viví en el ingenio yo. No me arrepiento para nada de lo que me tocó vivir, no me llevaba bien con el padre [de sus hijas] pero yo siempre digo, mi hija mayor me decía: mamá si tuvieras esa edad lo buscarías a Jerónimo. No, lo buscaría a tu papá. Pero si con papá no fuiste feliz. Y bueno, pero tu papá me las dio a uste-des seis y yo no las cambio por nada a ustedes. Pero hubieras tenido otros hijos. Pero no serían ustedes… y bueno me sirvió de experiencia hu-mana, tener un matrimonio no pleno ¿no? pero bueno, con mi militancia y con mis hijas... y bueno. Después me separé cuando estaba de dos meses de la más chica, me vine a Buenos Aires con cinco de la mano y una en la panza. Mi hija que se llama María de los Ángeles, cuando le pre-guntan ¿y vos cuál sos? en vez de decir la sexta, yo soy la de la panza, dice. Es abuela pero sigue diciendo eso, yo soy la de la panza. L: ¿Es la que vive en Brasil?C: No, no, no, vive acá. Ahora dentro de un rato viene, por-que me está tipeando el archivo. Bueno y así empezó mi vida en Buenos Aires.L: Usted siempre tuvo mucha decisión y coraje desde que era chica.C: ¿Y qué te parece?L: Y la relación con su familia materna se cortó cuando...C: Me cerraron las puertas, todos.L: ¿Cuándo...?C: Cuando me separé. Me fui a un hotel con las chicas y después la madre superiora que era muy amiga mía me becó a las chicas en el mismo colegio, del Sagrado Corazón, en el mismo colegio donde trataron de educarme a mí, ahí, en-tonces yo trabajaba, tenía un trabajo y después nada, las cuidaba a las chicas.L: En ese momento ser una mujer separada o divorciada no era lo más común.C: Separada, por voluntad propia no era corriente y menos embarazada. Ya cuando se dieron cuenta, porque mi tía, la única que me recibió donde estaba parando, yo trataba de no decirle que tenía la sexta ahí porque ya me decían de todo ¿con cinco te separás?, ya no podía seguir y bueno. Mi tía me dice un día: te estás poniendo gordita vos, y le digo: sí porque estoy esperando la sexta. Bueno, me empezó a embromar y me tuve que ir, no por culpa de ella, porque me tenían fasti-diada, que ¡cómo me había separado con seis! Entonces puse a las chicas en el colegio pupilas y me fui a vivir a un hotel con María de los Ángeles y Ale-jandra, que era chiquita también, y trabajaba de tarde porque el padre de las chicas para que yo volviera no me mandaba nada, entonces Pedro Lira que era mi confesor, mi amigo, me decía: hija, él no quiere separarse y va a seguir así para obligarte a que vuelvas, y pero él no sabe que yo no voy a volver. Así que después vino todo lo demás que ya conocés.L: Estamos ya en la década del 60. En qué año conoció a Jerónimo, mil nueve...C: 1966.L: En pleno golpe de Onganía.5C: Claro, ahí lo conocí a Jerónimo.L: ¿Usted ya sabía de él?C: No, pero había un cura, que era borracho, que vivía en Salta, me habían pedido que lo llevara a Buenos Aires para hacerle una cura alcohólica, Pedro Lira, (se murió Pedro el otro mes) y entonces necesitaba un obispo que lo recibiera, primero lo fui a ver a este que no me sale el nombre, bueno no importa y dije este no va a hacer nada, entonces después me fui a verlo a Jerónimo, y estaba en Avellaneda6y me im-pactó Jerónimo como obispo, y dije yo con este me juego mi tiempo en militar, solo pensando en militar, entonces empecé a trabajar con él en Avellaneda, después él me nombró secre-taria privada en la Curia, perodespués salió la Populorum Progressio7que era una encíclica revolucionaria y Jerónimo predicaba por todo el país la encíclica, y entonces los pero-nistas venían atrás nuestro, atrás de él, fue un líder natural, y cantaban la marcha, tiraban panfetos y eso lo enojó a On-ganía, entonces Onganía pidió la renuncia de Jerónimo. Pero qué podían decir del motivo de la renuncia, no iban a decir que estaba predicando la Populorum, fue este Plaza con el vicario a Roma a decirle que Jerónimo tenía una secretaria privada, que era yo, que era joven y linda, él tenía 45 años y yo tenía 40, 39 y entonces ahí ya le empezaron a exigir que me sacara de Avellaneda, Jerónimo se negó y entonces se vino todo...L: Siempre me pregunté esta situa-ción de compartir, en este caso con un obispo que es un personaje de la alta jerarquía de la Iglesia, aparecer una mujer en la vida de un obispo en esa época, con Onganía, no debe haber sido nada sencillo.C: Y no, pero nosotros nos encontramos vocacionalmente en una lucha común, para decírtelo de alguna forma, a él le resultaba mi colaboración y mi presencia y a mí me resulta-ba la suya. Entonces seguimos la lucha juntos. Pero cuando le pidieron la renuncia de Avellaneda, no es que lo sacaron de obispo, le pidieron la renuncia de Avellaneda y seguimos nosotros luchando en otra forma. Y después ya de más tiem-po, cuando vino el juicio de los guerrilleros con el secuestro de Sallustro,8que fue un momento muy bravo eso, bueno de Avellaneda lo sacó Onganía, pidió que lo sacaran y la desobe-diencia es que estaba yo al lado y después...(...) entonces Onganía pidió la renuncia de Jerónimo. Pero qué podían decir del motivo de la re-nuncia, no iban a decir que estaba predicando la Populorum(...)(...) y nos fuimos a Tabacal y ahí empecé a vivir una vida com-pletamente distinta a la que vivía en Santa Fe y Callao(...)Revista Así, 1967.
image/svg+xmlVoces RecobradasRevista de Historia Oral98L: ¿Y a dónde fueron a vivir?C: No, no estábamos viviendo juntos, yo vivía en mi casa con mis hijas y él vivía en la casa de la madre.L: ¿Cuándo decidieron vivir juntos?C: Y ahí, porque ya en el año 72, 70 por ahí, lo secuestra-ron a Sallustro y lo llamaron a Jerónimo de la fábrica de Peccei,9de la Fiat, para pedirle que intercediera por la vida de Sallustro, entonces Jerónimo salió en defensa de los gue-rrilleros, porque los guerrilleros ya habían hecho un arreglo económico con la Fiat que le iban a pagar tanto por liberarlo y lo iban a sacar en una ambulancia por la parte de atrás, pero Peccei se empezó a enterar que había otros móviles para matarlo a Sallustro, políticos y militares, que sé yo, y enton-ces cuando lo llamaron a Jerónimo ya era tarde porque, Jeró-nimo no estaba en casa, peor, a Jerónimo después le tocó ir a la Cámara Federal del Crimen a dar testimonio, y yo tam-bién porque habían llamado a casa de la Fiat, no éramos pareja nosotros todavía, para decir que los guerrille-ros no eran culpables de la muerte de Sallustro, entonces en ese momento a la Iglesia, que ya tenía programada la suspensión ad divinis, se le ocurrió sa-car ese día, cuando entrábamos a la Cáma-ra Federal a declarar que Jerónimo estaba suspendido, para lavarse las manos... y en La Opiniónsalió eso, en el diario La Opinión, que habían aprovechado la situación para dar-le la suspensión a Jerónimo, siempre vino mezclada con lo político. Entonces cuando le dieron la suspensión ad divinisnos miramos con Jerónimo y dijimos basta, formamos pare-ja y se acabó, y vino a vivir con nosotros, conmigo y con las chicas y de ahí empezó la lucha como pareja.L: Y ahí también empieza la reacción de la familia de Je-rónimo.C: Claro.L: ¿Cómo fue vivir esa situación?C: No, fue terrible, lo metieron preso en el campo de la fami-lia, mintiéndole que la madre estaba enferma por culpa de él y él fue entrampado por la hermana, fue al campo, cuando llegó al campo había gente armada, con perros, estaban las tranqueras cerradas, yo tuve que recurrir a Angelelli.10An-gelelli me decía: lo que te pasa es que no podés estar sin verlo, le digo no, no seas tonto, está preso, él no sabe, él cree que está porque la madre está enferma, está a 8 kilómetros de la ruta… y entonces Angelelli me hizo caso y fue, le digo anda a buscar a tu hermano y decile que está preso dentro del cam-po y después dejalo; porque Angelelli me decía: vos lo querés madurar, le digo no, él no sabe lo que está pasando, vos andá, y entonces no fue Angelelli pero mandó unos curas para que los buscaran y cuando Jerónimo le dijo a la hermana esperen un poco que me voy a cambiar, porque estaba con bombachas y botas, se fue a cambiar y la hermana los echó a los curas y cuando salió no estaban los curas, entonces ahí Jerónimo se dio cuenta. Además que yo le había mandado una Virgen de madera en una caja, de regalo de Navidad, diciéndole que era de un seminarista y era yo, cuando Jeróni-mo vio la caja y que se iban los curas se dio cuenta y salió solo al campo, se peleó y cuando salió le dijeron no entres más porque estás preso adentro.L: ¿Y con la familia no se recompuso más él?C: No, como para recomponerte.L: Con la Iglesia, cómo hicieron para soste-ner la relación con tanta cosa en contra ¿no? con amor me dirá usted, pero bueno, hay que vivir todos los días.C: Primero él en su casa y yo en la mía, después cuando ya salió la suspensión ad divinisvino a casa y ya vivíamos bajo el mismo techo con las chicas y con él. L: Bueno eso es otro tema, tampoco es común tener seis hijas chiquitas...C: Pero para mis hijas Jerónimo fue el padre, y para Jeróni-mo fueron sus hijas.L: ¿Y ya desde esa época empezaron a pensar en la condi-ción de celibato de los curas?C: No, no, como él era obispo y no hay obispos casados, era el único que luchaba como obispo con la mujer de la mano, como era yo, entonces se enteraron en Europa, hicieron un congreso internacional muy grande en Roma y nos invitaron al congreso de curas casados, había 100 mil en el momen-to y ya todos los curas se les prendieron a Jerónimo porque para los curas un obispo es un obispo, entonces fuimos ahí y después seguimos a otros congresos acompañándolos, ya para Jerónimo la diócesis fue la diáspora de todo lo que es-taba sufriendo, y después viajamos por nueve países de Lati-noamérica y organizamos la Federación Latinoamericana,11que estaba ya formada pero la fuimos unifcando.L: Y el tema central era la condición social y civil de...C: No, era la familia que los perseguía y la Iglesia que no...; era levantarles el ánimo y hacer congresos y progra-mar reuniones y...L: ¿Entre los mismos curas había distintas posiciones?C: No, entre los curas había distinta madurez, algunos, viste, más fuertes, otros más débiles, nosotros tratábamos de ayu-dar a todos, de unirlos.L: Pero la ayuda cómo era, sobrellevar el deseo...C: Acompañarlos, hacer reuniones.L: En la decisión que tomaran…C: No, no, porque generalmente ya habían tomado la resolu-ción. Nada más que tratábamos de que se fortifcaran estan-do unos con otros y Jerónimo como obispo y esas cosas.L: ¿Y la religión allí...?C: No, la fe y la religión eran lo mismo, seguíamos celebran-do dentro de las casas, seguíamos haciendo grupos de la misa con Jerónimo obispo y seguíamos porque al cura no le prohibían celebrar misa, no podían prohibirle, lo que le prohibían era ejercer públicamente el ministerio, entonces nos reuníamos y se hacían misas, acá en casa siempre se han hecho misas.L: ¿Podía dar la comunión?C: Claro, celebrar la misa.L: Celebrar la misa completa.C: Claro, no podían prohibir eso porque ya estaban consa-grados todos. Entonces cuando le dieron la suspensión ad divinis nos mira-mos con Jerónimo y dijimos basta, formamos pareja y se acabó, y vino a vivir con nosotros, conmigo y con la chicas y de ahí empezó la lucha como pareja.Clelia entrevistada por Lidia González.
image/svg+xmlVoces RecobradasRevista de Historia Oral1110L: Entonces al sacerdote le prohibían el sacerdocio público, pero aunque se case sigue siendo un sacerdote.C: Claro, hay algunos que, bueno, piden la reducción, pero son los menos, se va viviendo una situación de... no de cos-tumbre pero ya una cosa normal.L: En esos recorridos mundiales, ¿encontró diferen-cia...?C: Sí, sí había, entre los sajones y los latinos, y bueno, pero estábamos todos unidos, estaban todos unidos en la fe, en la celebración, había diferencias típicas de las costumbres, de la cultura, todavía existen…L: ¿Usted fue vicepresidente de la Asociación Internacional de Curas Casados?C: Yo seguí siempre siendo presiden-ta pero como yo tenía que escribir, quería tener tiempo libre y ya era un poco mayorcita, dije yo, yo renuncio y que quede otro efectivo dentro... pero no me quisieron aceptar la renuncia, me dejaron como presidente honora-ria y vitalicia de la Latinoamericana. Y entonces siempre seguí siendo... además que en los estatutos habían puesto que muriendo uno, ejercía la dirección la mujer.L: Yo me acuerdo que Jerónimo siempre hablaba de la mujer en una condición de total igualdad con respecto al hombre, incluso de poder celebrar misa.C: Claro, eso no llegó todavía pero hay quienes lo están pi-diendo, yo todavía no toco ese tema.L: Pero se notaba que no había diferencia de género.C: No, ¿sabés por qué al principio los curas eran ma-chistas?, estaban educados así, entonces íbamos a las reuniones y las mujeres no hablaban porque ellos eran teólogos y las mujeres no eran teólogas, pero nosotras teníamos la teología de la vida que es la más impor-tante que la otra para mí y entonces, poco a poco en las reuniones las mujeres se iban animando e iban hablan-do también. Y hay mujeres muy fuertes dentro del mo-vimiento y Jerónimo decía que el alma del movimiento era la mujer.L: Es interesante ver cómo se va construyendo de a dos esta…C: Si la pareja, son las parejas sacerdotales. Somos la pare-ja, no siempre las mujeres están en la misma vocación que el cura pero generalmente se van haciendo, es como casarte con un médico, que lo llamen a cualquier hora de la noche y que la mujer se enoje ¿no?, te casás con un cura y bueno, algunas acaban militando con ellos, otras no pero igual son católicas y comulgan y todo igual, y tienen hijos y bautizan los hijos, y van colegios religiosos, cuando pueden.Silvana: siendo usted tan católica, no tuvo al principio contradicciones con respecto a su relación con Jerónimo y la religión.C: No, yo tenía tanta fe como él, era lo mismo. La religión no es la palabra, es la fe, la fe en Jesús la teníamos los dos, en la Virgen y en el mensaje de Cristo lo teníamos igual y la ejercíamos los dos.L: ¿Pero Jerónimo dudó un poco más?C: No, no. Jerónimo sufrió quizás un poco más, porque yo como ya venía de sufrir con la separación y Jerónimo nunca había sufrido persecuciones, yo ya las había padecido con mi familia y con todo cuando me separé, ya estaba más fo-gueada y más libre, él tuvo que irse liberando de prejuicios y de cosas de la Iglesia, pero no le costó mucho porque los golpes hacen bien, no se madura sin golpes.L: Él venía de una familia muy tradicional.C: Pero bueno, perdió la familia, yo también, la familia de la carne digamos, viste que hay un pasaje en el Evangelio don-de Jesús se pierde, y San José y la Virgen, después de varios días le dicen: dónde te metiste, te andábamos buscando y no te podíamos encontrar, y entonces Jesús le contesta yo tengo que ocuparme del servicio de mi Padre, dice Jesús, relativiza un poco el tema de la carne.L: Y la cuestión sexual, ¿se hablaba de eso?C: ¿Cuándo?, cuando yo estaba en Avellaneda no hablába-mos, no teníamos problemas sexuales, teníamos una unión espiritual muy fuerte, estábamos militando juntos. ¿Sabés lo que es militar? Vos no tenés ninguna complicación con Perón, ninguna complicación con tu fe (se ríe). Entonces yo militaba junto con Jerónimo y bueno después nos gustamos y era un amor imposible al principio, pero no teníamos nin-gún complejo, pero era algo que nopodíamos... Si no fuera porque apareció Helder Cámara12... él nos apuró todo, pensá que apareció en el año 66, sin conocerlo nosotros y que nos vino a decir que teníamos que cumplir una misión en la Ar-gentina, en Latinoamérica y en el mundo entero, él nos unió, nosotros no habíamos pensado eso. Todavía nos dijo, el hijo va a ser una ofrenda, porque un hijo de ustedes todavía no puede nacer porque no estamos en la pa-rusía, yo me acuerdo la frase de Cáma-ra, pero Cámara era un vidente, nos estaba anunciando todo, y nosotros lo aceptamos todo con sencillez de niños, le aceptamos todo lo que dijo y bueno nos alegró mucho que nos uniera él. Nos dijo: en la Iglesia hay muchos que frenan, hay muchos que caminan con todos, que soy yo, y hay otros que van ade-lante rompiendo y ustedes tienen que ir rompiendo, y bueno empezamos a romper y nos rompieron también... L: Y la pasaron bastante mal.C: Nunca mal, que sé yo, porque los que militamos o lucha-mos… uno no siente que la pasa mal, realmente no la pasás mal, cuando vos luchás por un ideal, por más que te golpeen no duele porque uno sabe que está por encima de eso.L: En Perú, por ejemplo, ¿cuantos años estuvieron?C: En Perú estuvimos seis años exiliados, pero bueno no-sotros teníamos razón de estar exiliados, porque estábamos luchando contra un ejército militar acá, o la Triple A, estaba la Triple A que era peor o igual, no peor no, peor que los mi-litares no, pero la Triple A era terrible, esa te mataba donde te encontraba. Como lo amenazaron de muerte a Jerónimo hubo que salir seis años, a Jerónimo eso le dolió mucho. Le costó mucho no poder estar luchando en el país, porque lu-chábamos en Perú. El exilio es una de las cosas más dolo-rosas, fueron seis años y yo dividiéndome porque las chicas estaban en Buenos Aires y Jerónimo afuera y yo viajando con uno y con otro. Es larga la historia.L: ¿De dónde sacaba usted la fortaleza para afrontar...?C: Del espíritu, de donde lo sacaban todos los que luchábamos, éramos muchos los que luchábamos. Lo que pasa que nosotros luchábamos con la Iglesia, con la familia y con los milicos, era todo o con la familia y con la Triple A, luchábamos con la familia de la carne, mis hijas no tenían tíos ni nada porque todos se habían abierto, y la lucha política era normal.L: ¿Y eso los unía más?C: Y la lucha de querer cambiar la Iglesia, como está cam-biando ahora con Francisco, esa fue nuestra lucha. Y Fran-cisco sabe, Francisco conoció nuestra lu-cha, por eso yo le mandé ahora el libro de cartas y le gustó tanto que lo llevó al archivo del Vaticano. Cuando me dijo el archivo, qué archivo le dije yo, el archivo de Jerónimo que hay en el Vaticano, le digo yo no sabía que tenía un archivo, sí ahí fguran los dos en el archivo, me dice.(...) yo tenía tanta fe como él, era lo mismo. La re-ligión no es la palabra, es la fe, la fe en Jesús la teníamos los dos, en la Virgen y en el mensaje de Cristo lo tenía-mos igual y la ejercíamos los dos. (...)En Perú estuvimos seis años exiliados, pero bueno nosotros teníamos razón de estar exilia-dos, porque estábamos luchando contra un ejército militar acá, o la Triple A(...) Jerónimo Podestá en el frente de su casa de la avenida Gaona, 1999.
image/svg+xmlVoces RecobradasRevista de Historia Oral1312venía libre ya, él recién empezaba, tenía a la Iglesia encima, a la familia encima, tuvo que liberarse de muchas cosas.L: ¿Y alguna vez lo oyó arrepentirse de algo?C: No, no, ninguno de los dos, estábamos muy claros.L: ¿Y sus hijas?C: No, mis hijas estaban muy felices todas, para mis hijas el padre era Jerónimo, y el abuelo también, y yo ahora hasta estoy por tener una tataranieta, así que calculá.L: Usted es muy buena escritora también.C: Sabés que yo por ejemplo, tanto escri-bo que soy de matarme, porque cuando Jerónimo murió, se fue, yo empecé cua-dernos que tengo acá, ahí, ¿qué hacía?, diarios hablando con Jerónimo que no está, entonces tengo cuadernos escritos, diarios del año 2000 hasta ahora. En donde también le hablo de su amigo, del amigo que me dejaste que es Ber-goglio y es todo un testimonio de cosas eso. Le conté el otro día a Bergoglio y me dice: no los tires, porque me ha prohibido tirar ningún papel, y yo... hay veces que me dan ganas de quemar todo lo mío. Me dice: vos ya terminaste con Jerónimo, ahora tenés que hacer todo lo tuyo, y es verdad.L: ¿Se da cuenta de que usted es una precursora? Los tiem-pos han cambiado pero en esos tiempos fue...C: Me doy cuenta de que soy Clelia no más. Yo no puedo decir que no soy normal, soy normal, pero bueno Dios me dio una vida llena de sorpresas y de cosas, nunca pensé ser amiga del Papa tampoco, primera vez que un Papa me cono-ce mucho y me quiere y yo lo quiero, primera vez. Y conoce nuestra historia y todo, y le dio la unción de los enfermos a Jerónimo, cuando ninguno se acercaba a él, cuando estaba acá de cardenal.L: Que los mismos pares se abrieron.C: Nadie de la Iglesia se arrimó, ni los curas del Tercer Mun-do que lo dejaron solo, ninguno, ni el teólogo de la liberación Gustavo Gutiérrez14tampoco, lo echó de la conferencia por-que tuvo miedo de complicarse, de que saliera en el diario que había estado Jerónimo en la conferencia, entonces le hizo decir que se fuera. Llegó a casa de vuelta el día siguien-te, le digo ¿qué te pasó?, me echaron me dijo, y le digo eso ¿es teología de la liberación? Pero no lo digo con odio, lo digo con pena porque no pueden existir esas cosas.L: Ustedes estuvieron, como usted dijo, militando con la fe pero en un medio social y político, en épocas...C: Sí, pero nunca vos podés traicionar a tu hermano para alcanzar poder, ese es el clericalismo, es ser fel a lo que te-nés para que el que está arriba tuyo te levante, entonces sos capaz de traicionar a tu hermano, y no lo digo con resenti-miento o con odio, lo digo porque todavía siento el dolor de Jerónimo cuando vino de regreso porque lo echaron, eso sí el dolor de Jerónimo me queda, pero nunca odio ni nada, quisiera que eso no exis-ta y ahora con Francisco, si hay algo que le molesta a Francisco es el clerica-lismo, así que no va a existir más, va ir abriendo las puertas.L: ¿Usted cree que va haber nuevos conceptos en la Iglesia, se abre una nueva etapa?C: Sí, ya hay, ya está mostrando desde el día que salió al bal-cón a dar la bendición que bajó la cabeza y pidió al pueblo que lo bendijera primero, los gestos de él indican lo que es.L: Últimamente está la apertura de discutir la cuestión del celibato.C: Y tenía que venir, eso es lo gracioso que el primero que salió hablando de eso fue el nuevo secretario de Estado que es un italiano que tiene 50 años, porque es una ley que tiene que ser optativa, no obligatoria, no es un dogma, se puede reformar la ley, está puesta por hombres en el siglo XII en el Concilio de Trento, así que mirá el tiempo que hace. Si no, no hay cura, porque los jóvenes no quieren, no entienden que tengan que renunciar a la mujer para consagrarse a Dios en el Seminario, entonces hay otra cosa, a mí me molesta que sea por falta de curas o por escasez de curas, no, me importa que se dé la opción, que sea optativo, porque vale la pena, porque es así, pero no porque falten curas. La prensa por ahí dice esas frases pero no es así, es porque ha llegado el tiempo de que la cultura ya vaya cambiando y van entendiendo co-sas que tienen que irse dando y la Iglesia no puede quedarse en el medioevo.L: De acuerdo, me parece muy bien. Yo estaba pensando en su papel como mujer, siempre me interesó esto porque...C: Y, me juzgará la historia... ya me mostrará la historia. Y, bueno, como mujer, si querés hacé el tema de la mujer, con-migo también podés hacerlo. Yo tengo Mi nombre es Clelia15y ahí avanzo hasta el 85, tenés todo eso.L: Y dígame, la familia tanto de Jerónimo, la de la carne, los que han quedado, sobrinos…C: Y tienen otra mentalidad.L: ¿No han recompuesto la relación?C: No, bueno sí, las generaciones más jóvenes, pero no los veo, pero por ahí aparecen nietos, pero de la familia de los Luro, de los Podestá, no. Y eso que la gente joven de los Podestá tendrían que estar orgullosos de él, de Jerónimo, muy orgullosos, porque fue un hombre completamente fuera de serie. Helder Cámara se reía conmigo porque era bajito y feo y yo le decía a él: lo que tiene Jerónimo es que es más buen mozo que usted, le decía yo siempre, pero son fuera de serie. Pero la Madre Teresa de Calcuta es mucho más fuera de serie que yo, yo no hubiera podido nunca hacer todo lo que hizo la Madre Teresa de Calcuta.Bergoglio conoce toda la historia, Francisco, ha pasado, des-de que murió Jerónimo hasta que lo hicieron Papa 13 años, me llamaba a mí todos los domingos, tuvimos tiempo de co-nocernos, de conocerlo a Cámara... de tantas cosas.L: ¿Ustedes siguieron relacionados con Cámara?C: Siempre, Helder siguió al lado nuestro hasta los 90 años, hasta que murió y al año siguiente murió Jerónimo, así que me dejaron sola a mí los dos, me dejaron la mo-chila, digo yo.L: ¿Qué hizo después de la muerte de ellos dos, cómo se rehizo?C: ¡Uf! la única forma de vivir cuando se fue Jerónimo fue sacar todo el pen-samiento de Jerónimo afuera, para que la gente... porque cuando yo le guar-daba todo Jerónimo me decía: Clelita cuando yo me muera vas a tener mu-cho trabajo, y yo le decía pero bueno si yo no guardo tus escritos, tus palabras se las lleva el viento, yo las tengo que guardar y cuando él se fue, las tengo que dar. Tengo un ami-go muy gracioso porque yo le decía que yo era como una rata de biblioteca y él me decía no, porque las ratas se comen los papeles y vos los das. Y es verdad, yo he sacado casi siete13libros, seis libros con el tuyo también.L: Lo que yo recuerdo es que a través de los libros de Jeró-nimo, los conceptos que él trabajaba están dentro del cam-po de la fe pero salían...C: Era un fuera de serie Jerónimo, igual que Cámara, hay hombres dentro de la Iglesia y mujeres que son fuera de serie también, la Madre Teresa de Calcuta es una fuera de serie, Jerónimo era un fuera de serie.L: Pero por ejemplo, Jerónimo hablaba de conceptos como violencia, amor, justicia, equidad social, conceptos que él decía revolucionarios. Su propia vida terminó siendo un gesto revolucionario dentro de la misma Iglesia, pero yo creo que un motor muy interesante fue usted.C: Bueno, eso fue lo que le dijo Cámara a Jerónimo cuando nos unió, no le tenga miedo a Clelia porque Clelia va a ser su fuerza, y yo supe lo que era ser su fuerza, aparte que yo Helder siguió al lado nuestro hasta los 90 años, hasta que murió y al año siguiente murió Jerónimo, así que me dejaron sola a mí los dos, me dejaron la mochila, digo yo.(...) pero nunca vos podés traicionar a tu hermano para alcanzar poder, ese es el clericalismo, es ser fiel a lo que tenés para que el que está arriba tuyo te levante(...) Fotografías y objetos religiosos de Clelia.
image/svg+xmlVoces RecobradasRevista de Historia Oral1514L: Cada uno en su zapato.C: Bueno... la Madre Teresa de Calcuta dice que cuando uno llega a viejo si no puede correr, camina y si no puede cami-nar que use bastón y si no puede con el bastón no camine pero que no permita nunca que le falten el respeto sino que la respeten, tengo ahí un escrito de la Madre Teresa de Calcuta que es muy bueno.L: Pero usted con la Iglesia argentina se ha peleado bastante.C: ¿A qué llamás la Iglesia?L: A la jerarquía.C: No, tengo un obispo amigo nada más, que era amigo de Bergoglio, por ahora. Pero a esta casa no entró ningún obis-po, él sí entró que es... se me fue el ape-llido, de Gualeguaychú, Lozano. Pero bueno, tienen que ir cambiando la mentalidad, yo soy un escándalo para muchos, para Laguna, para esos era un escándalo, para Primatesta, que no entendió nunca a Jerónimo, que tenía que haberlo respetado y Jerónimo enfrentaba a los obispos, a todo el Episcopado, Jerónimo lo que tuvo de valiente es que supo no solamente políticamente enfrentarse, supo enfrentar a la institución, o sea dar su verdad adentro, que es la ver-dad que está aforando hoy pero que no estaba, por eso tuvo tanta persecución, pero ahora poco a poco con Francisco que está lleno de enemigos allá, que cada vez se ha vuelto un líder en el mundo, porque es la verdad, en muy poco tiempo, él cuando le digo eso me dice que no lo diga, no digas así me dice, le digo si sos un líder mundial, vos tenés que cuidarte ya, tenés que dejarte cuidar porque, qué hacemos si te pasa algo, está reformando todo, por qué, porque sencillamente está siguiendo los pasos de Jesús, y ahora estoy queriendo ver de organizar un grupo internacional que seamos los cami-nantes o los misioneros de los pasos de Francisco para que no esté solo, que tenga todo un grupo de gente que lo acompañe, como tenía Juan Pablo II, los Heraldos de Juan Pablo II se llamaban; bueno que hoy haya un movimiento de apoyo a Francisco en el mundo, no solamente la Iglesia, todo.L: ¿Usted qué espera de esta renovación de la Iglesia?C: Y espero que la Iglesia sea como Jesús quería y que vaya desapareciendo la institución, porque la institución es una organización conformada por hombres que tiene siglos, llena de leyes, de dere-cho canónico, lleno de castigos, de sus-pensiones, en cambio está mostrando la Iglesia de Jesús, de compromiso, de aper-tura de amor, de paz, y bueno eso es lo que está trayendo.L: Es un poco lo que decía Jerónimo también.C: Lo que deseamos tantos, pero felizmente hoy lo dice él.S: ¿Cómo se defniría usted misma? C: No sé, siempre he sido fel a lo que el espíritu me ha ido diciendo, no puedo ser diferente de lo que soy. Felizmente o infelizmente no sé, me hace mucho bien escribir, volcarme en el papel, eso es una cosa que he tenido siempre, tan es así que ahora le escribo a Jerónimo cuadernos cuando no está pero me alivia el alma escribir, entonces están quedando muchas cosas escritas, después me juzgarán, les servirá o no, espero que sí, tampoco escribo para que les sirva, es-cribo para volcarme en el papel. Ahora de Jerónimo sí, yo con Jerónimo siempre he querido sacar el pensamiento de Jerónimo, cuando yo me muera habrá otras que querrán sacar el mío, probablemente o no, no sé.L: Pero ¿cómo se ve a sí misma, cómo se caracterizaría usted?C: Vehemente, con el alma serena, cargada de amor, no de resentimiento ni odio contra nadie, si las cosas me duelen es porque no son como tienen que ser pero generalmente disculpo todo porque pienso si yo hubiera nacido en el lu-gar de esa persona, hubiera sido educada como esa persona, quizás sería igual o peor que esa persona, entonces nunca me queda resentimiento en el corazón a mí con nadie, ni con nada. Sí deseo un mundo nuevo, porque para eso desde chiquita me enamoré de Jesús, y de la palabra de Jesús; y Jesús fue tan simpático que me lo regaló a Jerónimo, se hizo carne en Jerónimo, Jesús, buen mozo y todo como él. Qué más querés que te diga, y soy madre felizmente de seis hijas, tengo nietos, tengo bisnietos, tengo un proyecto de tataranie-ta que está viniendo. Bueno, creo haber vivido todo, como me tocó vivir y ahora como me exige este que tengo que no quiere que rompa ningún papel, que tengo que entregar mis papeles, quizás alguien de ahí se ocupe de mis escritos.L: Muy bien ha sido muy clara, le faltó decir que tiene una fortaleza de carácter y presencia que...C: De eso no me doy cuenta, la tengo pero sin darme cuenta.L: Por eso lo digo yo, un gran empuje, una seguridad…C: Por eso soy vehemente, cuando siento una cosa...L: Con la claridad de pensamiento y la posibilidad de ex-presarla con total franqueza.C: Y bueno, los años dan sabiduría.L: Sí pero cuando usted era más joven, cuando encontró a Jerónimo tuvo...C: Yo creo que a mí me soplaron el espíritu cuando era chica para romper la puerta de vidrio y que me echaran del colegio (risas).L: Claro, ahí comenzó la cosa...(...) tienen que ir cam-biando la mentalidad, yo soy un escándalo para muchos, para Laguna, para esos era un escándalo, para Primates-ta, que no entendió nunca a Jerónimo(...)Notas————— ————— ————— ————— ————— ————— ————— ———1. Clelia Luro de Podestá murió el 4 de noviembre de 2013 en el Sanatorio Güemes, después de estar internada un fn de se-mana. Recientemente había hecho llegar al papa Francisco y al consejo de ocho cardenales su libro Relatos de viajes. Caminos en la diáspora, en el que rescata la lucha de más de 40 años junto a monseñor Jerónimo Podestá por el celibato optativo. (Agencia Télam, 29 de junio de 2013).2. Como resultado de las entrevistas realizadas por Luis García Conde y Lidia González se publicó el libro Monseñor Podestá. La revolución en la Iglesia, Buenos Aires, IHCBA, 2000.3. Raimundo Wilmart. Noble de origen belga enviado a la Argen-tina por Carlos Marx para difundir las ideas socialistas. Aquí se integra a la alta sociedad y se casa con una dama cordobesa. De-sarrolla una destacada actuación como catedrático de Derecho y Sociología. Abuelo materno de Jerónimo Podestá.4. El Ingenio Azucarero San Martín del Tabacal está ubicado en norte de la provincia de Salta. En 1920 el Dr. Robustiano Patrón Costas lo inauguró en un paraje conocido como El Tabacal. En su libro Mi nombre es Clelia, Clelia cuenta su vida, su infancia, su frustrado casamiento con un salteño, el padre de sus hijas, que la llevó a vivir al Ingenio San Martín del Tabacal, donde señoreaba Patrón Costas. Allí se forjó como una luchadora, empezó a tomar contacto con la población indígena y a desarrollar una tarea de ayuda y promoción social, a través de su gestión en un Plan de Viviendas para obreros del Ingenio Ledesma.5. El 28 de junio de 1966 un golpe de Estado derroca al presidente Illia. Con el beneplácito de algunos sectores sindicales, políticos, económicos y eclesiásticos, Juan Carlos Onganía asume como presidente en carácter de jefe de la denominada Revolución Ar-gentina. En nuestro país, como en el resto de los países del Tercer Mundo, el temor al fantasma del comunismo desató una política represiva contra todo aquello que afectara el modo de vida occi-dental y cristiano. El gobierno militar impuso un discurso basado en el orden, la jerarquía y el catolicismo preconciliar. Disolvió los partidos políticos, suprimió el derecho a huelga y reimplantó la pena de muerte.Libro en el que Clelia relata su apasionante vida.Clelia Luro durante la entrevista.
image/svg+xmlVoces RecobradasRevista de Historia Oral1716tenían a Sallustro observaron el operativo militar que preparaba el asalto a la casa, llamaron desesperadamente a la Fiat para decirles en forma angustiosa que ellos no podían garantizar la vida de Sallustro. Esto es lo que yo recibí telefónicamente del representante de la Fiat con el encargo de transmitirlo a monseñor Podestá”. En: Clelia Luro, op. cit., pp. 245-247.“Tras secuestrarlo el 21 de marzo de 1972 en la provincia de Buenos Aires, la justicia perretista declaró a Sallustro ‘culpable y autor responsable de maniobras monopolistas perpetuadas por Fiat en perjuicio de la República Argentina, culpable e instigador responsable de la represión efectuada (...) a la planta industrial de Córdoba en septiembre de 1971 y culpable y autor responsable de la desocupación y miseria ocasionada por los despidos de más de 500 trabajadores de la planta Fiat Córdoba... La pena que le corresponde en razón de su culpa es la pena de muerte’. (…) y para dejar en libertad al empresario el PRT-ERP exponía siete condiciones entre las que se destacaban: la liberación de los obreros detenidos en el mencionado conficto y la reincorporación de los cesanteados, una indemnización ‘al pueblo’ (en forma de repartos de víveres y útiles escolares), una al ERP (que se pactó en un millón de dólares) y aquella que fnalmente obstaculizaría las negociaciones: la liberación y el traslado al exterior de 50 guerrilleros presos, varios de ellos miembros de la dirección partidaria, entre ellos, Santucho. Si el cumplimiento de gran parte de estas exigencias estaba en manos de la empresa –que aparentemente se mostró dispuesta a concederlas– la liberación de los presos políticos era una decisión que solo la dictadura de Lanusse podía tomar pero que en ese punto se mostró infexible. Por su parte, era precisamente esa la condición primordial para el PRT-ERP que, pasando por alto la disparidad de intereses, posiciones y eventuales costos de unos y otros, aguardó a que Estado y capital respondieran conjuntamente ante la ‘justicia popular’. No lo hicieron. Fracasadas las negociaciones y en momentos en que las fuerzas represivas detectaron y rodearon la ‘cárcel del pueblo’ donde permanecía secuestrado, Sallustro fue ejecutado el 10 de abril de 1972.Su ejecución sin embargo, aunque probablemente prevista en determinadas circunstancias como las que fnalmente se pre-cipitaron, fue presentada por la prensa partidaria como respon-sabilidad de la ‘dictadura militar [que] poniendo una vez más en evidencia, que nada le importa la vida humana con tal de salva-guardar sus intereses económicos, prefrió sacrifcarlo; no nego-ció, siguió su insensata política represiva y obligó a nuestros com-batientes a ajusticiar a Sallustro, tal como lo habíamos advertido”. En: Vera Carnovale, “En la mira perretista: las ejecuciones del ‘largo brazo de la justicia popular’ “, revista Lucha Armada, N°8, año 3, Buenos Aires, 2007, pp.4-31.9. Aurelio Peccei, presidente de la Fiat, llegó el 23 de marzo de 1972 a Buenos Aires, vía Roma, para dirigir personalmente las negociaciones con el ERP, tras el secuestro de Sallustro.10. Enrique Angelelli. “(…) fue ordenado en 1949. Completó su formación en Roma, donde conoció al fundador de la Juventud Obrera Católica, José León Cardijn. Esa experiencia lo marcaría para todo su vida. De regreso a Córdoba comenzó su labor Aires, Instituto Histórico de la Ciudad de Buenos Aires, 2000, pp. 92-93.8. “En esta primera mitad del año 1972, se produjeron los más signifcativos hechos de sangre que serían como el prolegómeno de las sórdidas matanzas que se irán escalonando a lo largo de los años 1973 a 1978. En abril de 1972 un comando guerrillero ultima al general Juan Carlos Sánchez, comandante de la IIª Región militar con asiento en Rosario. Inmediatamente después, la policía y el ejército toman por asalto la casa en que los guerrilleros del ERP tenían secuestrado al director general de Fiat Argentina, el Dr. Oberdan Sallustro, cuyo cadáver quedó tendido en el interior de la vivienda. (…) Para reforzar la imagen de Jerónimo como hombre de Iglesia y para denunciar por contraste la ausencia total de la jerarquía católica, que parecía vivir al margen del país real, recurrimos al expediente de escribir cartas al Papa y hacerlas públicas a fn de que las denuncias tuvieran mayor resonancia.En una de ellas, de fecha 21 de abril, Jerónimo retomaba la frase del Papa que, refriéndose a la muerte del Dr. Sallustro, lo denunciaba como un acto de ‘incalifcable barbarie’ y que resultaba penoso que la Iglesia apareciese como interesándose únicamente por la vida de los poderosos y, asumiendo una postura parcial, no condenase también al sistema opresor y represor. ‘Es muy evidente decía la carta que la verdad y la justicia no están de un solo lado, como tampoco la violencia y la barbarie’.Jerónimo tenía autoridad moral para hablar de esa manera, pues fue el único hombre de Iglesia que intervino positivamente para salvar la vida del Dr. Sallustro, tanto para favorecer tratativas con sus captores cuanto para inclinar al gobierno hacia una postura menos rígida que permitiría llevarlas a buen término. Sus contactos con el Dr. Peccei, presidente de Fiat Argentina y su amistad con el Dr. Arturo Mor Roig, ministro del Interior del gobierno de Lanusse, habían facilitado las tratativas y parecía resuelto el canje de Sallustro, cuando terminó el plazo fjado por el ERP, de tal modo que a las doce de noche debía ser ejecutado. Jerónimo deseaba hacer algo más y entonces a Ezequiel [Perteagudo] y a mí se nos ocurrió animarlo a hacer un llamado por televisión. Las cámaras estaban instaladas en la casa de Sallustro, donde su señora esperaba acongojada el triste y cruel anuncio de su ejecución. Llegamos a la entrada de la casa rodeada de un gentío enorme y allí Jerónimo, frente a las cámaras, tomó el micrófono e hizo un patético llamado a los dirigentes guerrilleros para que suspendiesen la anunciada ejecución. Esto sucedió momentos antes del plazo fnal.Es posible que la ejecución ya hubiese sido aplazada, pero eso no disminuye para nada el impacto que produjo la intervención de Jerónimo. Lo cierto es que las tratativas fueron llevadas a buen término, hasta que la muerte del general Sánchez en Rosario, a manos de un comando terrorista, precipitó la intervención del Ejército contra el grupo del ERP que tenía secuestrado a Sallustro.Esa mañana yo estaba en casa, cuando recibí un llamado telefónico de la Fiat, tratando de ubicar a Jerónimo, que no se encontraba en su departamento. Regresó al mediodía cuando ya estaba todo terminado. ¿Qué había sucedido? Cuando los guerrilleros que 6. La Diócesis de Avellaneda fue creada el 10 de abril de 1961. Comprende los partidos de Avellaneda y de Lanús de la provincia de Buenos Aires. Su primer obispo fue monseñor Emilio Anto-nio Di Pasquo, quien falleció el 9 de abril de 1962. Le sucedió monseñor Jerónimo Podestá, designado por Juan XXIII el 27 de septiembre de 1962. Recibió la ordenación episcopal el 21 de diciembre de ese año y tomó posesión como segundo obispo de Avellaneda el 23 de diciembre de 1962. Renunció el 4 de diciem-bre de 1967. Así lo caracteriza Clelia: “Jerónimo era obispo de Avellaneda, una Diócesis fundamentalmente obrera. Tenía ya un destacado prestigio entre el clero joven por haber sido durante doce años profesor de Teología en el Seminario de La Plata en la Provincia de Buenos Aires. Una vez obispo se destacó inme-diatamente por ser portavoz de los nuevos principios y actitudes sancionadas en el Concilio Vaticano II en el que participó acti-vamente de todas las sesiones en Roma. Cuando se hizo cargo de Avellaneda puso en marcha una nueva pastoral. Formó equipos de sacerdotes obreros. Organizó nuevos equipos de sacerdotes que buscaban insertarse en la comunidad del barrio, de este modo buscaba que sus sacerdotes, antes que ministros de lo sa-grado, se mostraran Servidores de la Comunidad, ocupándose con la gente de problemas concretos del barrio (luz, pavimento, vivienda, educación, etcétera); insertándose en clubes, socie-dades de fomento, organizaciones no gubernamentales (ONG), etcétera.” En: Clelia Luro, Mi nombre es Clelia. Santiago de Chile, Los Héroes, 1996, pp.110 -111.7. La Encíclica Populorum Progressiodel 26 de marzo de 1967 es la revolucionaria Carta Encíclica del papa Pablo VI sobre el “Desarrollo de los pueblos”, dirigida a los obispos, sacerdotes, religiosos y feles de todo el mundo y a todos los hombres de buena voluntad sobre la necesidad de promover el desarrollo de los pueblos. “La encíclica (…) era todo un programa nuevo, un enfoque nuevo de la sociedad, era todo lo contrario de lo que los neoliberales dicen: que la ley del mercado manda todo. No, entendido con toda la tradición de la epistemología de las ciencias, es sabido que hay una subalternación de las ciencias y este caso los grupos no querían dar nombres así, decir la ciencia subordina a la moral. La economía está necesariamente orientada al humanismo, al hombre, el hombre es el fn, y el hombre social. Y en la encíclica se propiciaba, sin pelos en la lengua, que el mundo estaba mal organizado, que había que cambiar de rumbo, que hacían falta reformas audaces, profundamente renovadoras, en fn, casi textualmente estoy diciendo algunas expresiones. Nunca más he vuelto a oír hablar de esta encíclica, ni me ha tocado a mí la oportunidad de levantar esta bandera, pero habría que hacerlo (…) Hay todo un programa, incluso para los países pobres, subordinados, etcétera. Entonces la difusión creó un poco de conciencia, no directamente, pero creo que en algunos pronunciamientos que se hicieron y se siguen haciendo, sin nombrarla, sin utilizarla (…) la Populorum Progressio (…) abrió un cauce para que haya gente que piense que no es la ley del mercado la que debe dominar la vida de la sociedad (…)” [Jerónimo Podestá] En: Lidia González y Luis García Conde, Monseñor Jerónimo Podestá. La Revolución en la Iglesia, Buenos pastoral en los barrios pobres y en las villas de la ciudad. En 1952 fue el primer asesor de la Juventud Obrera Católica (JOC) cordobesa, a cargo de la capilla Cristo Obrero. En la actividad siempre intensa de Angelelli se refejarían las contradictorias alternativas de la relación entre el peronismo y la Iglesia y las mudables opciones políticas de las clases medias.Bajo la conducción del arzobispo Laftte, Córdoba fue el núcleo de resistencia contra el peronismo y Angelelli uno de sus instrumentos destacados. (…) Pero a poco del derrocamiento de Perón, Angelelli y los demás integrantes del Equipo Nacional de Asesores de la JOC ya trabajan en forma estrecha con los sindicalistas perseguidos por el régimen militar. Junto a la capilla Cristo Obrero había un Hogar Sacerdotal frecuentado por curas del interior de la provincia, en el que Angelelli instaló su vivienda. Pronto se convirtió en lugar de reunión para jóvenes obreros y estudiantes. Angelelli también trabajaba en la curia arzobispal y en la pastoral universitaria y su fgura se volvió familiar en la ciudad (…). Su popularidad era tal que a nadie sorprendió que en diciembre de 1960 fuera designado por Juan XXIII arzobispo auxiliar de Córdoba y nombrado vicario general de la arquidiócesis”. En: Horacio Verbitsky, Historia Política de la Iglesia Católica.La violencia evangélica. De Lonardi al Cordobazo (1955-1969),Buenos Aires, Sudamericana, tomo II, 2008, pp. 184-185.“(…) Tuvo participación activa en diversos confictos gremiales (de IME- Industrias Mecánicas del Estado, Municipales, Fiat, etcétera), marcando una presencia de compromiso episcopal poco frecuente en el contexto eclesial de Argentina y especialmente resistida en los círculos del catolicismo tradicional de Córdoba.Quedó a cargo de la arquidiócesis en 1962, cuando el arzobispo Castellano asistió a la primera sesión del Concilio Ecuménico Vaticano II. Y participó de las tres sesiones restantes en 1963, 1964 y 1965. En el Concilio profundizó sus opciones pastorales y vivenció la realidad universal de la Iglesia con obispos y teólogos latinoamericanos, africanos y asiáticos, y de las iglesias ortodoxas.En 1968, designado por Pablo VI, el 24 de agosto asumió el Obispado de La Rioja, el mismo día que se iniciaban las deliberaciones en Medellín del episcopado latinoamericano. El nuevo obispo quiso ser ‘un riojano más’ y desde el inicio visitó instituciones, comunidades, barrios y poblados riojanos.(…) 1974. En el país se vivía un recrudecimiento de la crisis social y política con violentos asesinatos, atentados y ataques a los dirigentes y organizaciones populares. En septiembre Angelelli viajó a Roma en visita ‘ad limina’. Estando en Europa le sugirieron que no regresara porque su nombre fguraba en la lista de amenazados por los parapoliciales de las tres A (Alianza Anticomunista Argentina). (…) Luego del golpe de Estado del 24 de marzo [de 1976] se intensifcó el control y seguimiento a los miembros de la Iglesia, en el marco de la represión desatada por la dictadura militar. Monseñor Angelelli levantó su voz para denunciar las violaciones a los derechos humanos e hizo conocer al Episcopado la persecución de era objeto la Iglesia en La Rioja. (…) El 4 de agosto, monseñor Angelelli, junto al padre
image/svg+xmlVoces RecobradasRevista de Historia Oral1918Arturo Pinto, retornaba a la capital riojana, luego del novenario a los sacerdotes asesinados de Chamical, a la altura de Punta de Los Llanos, su camioneta fue obstruida por un Peugeot 404, lo que le provocó el vuelco. El cuerpo del obispo fue sacado y su nuca golpeada contra el asfalto, quedando su corpulenta fgura extendida con los brazos abiertos sobre la ruta.Aunque se intentó ocultar el crimen como ‘accidente automovilístico’ y la causa judicial iniciada fue enseguida archivada, en 1983, con el retorno de la democracia, se reabrió y en 1986 el juez Aldo F. Morales dictaminó que la muerte de monseñor Angelelli fue un ‘homicidio fríamente premeditado’, debiéndose identifcar a los autores (…)”. En: www.donorione.org.ar.A 38 años del asesinato, el pasado 4 de julio de 2014 los represores Luciano Benjamín Menéndez y Luis Estrella fueron condenados a prisión perpetua en cárcel común e inhabilitación perpetua por el asesinato del obispo Enrique Angelelli.11. En julio de 1995 se creó en Lima la Federación Internacional Latinoamericana de Sacerdotes Casados y sus Esposas, la que agrupa a catorce países, y fue presidida por Jerónimo Podestá y Clelia Luro. En: Clelia Luro, op. cit.,p. 406.“CircularLima Perú Julio 16 de 1995.Finalizó en la ciudad de Chimbote Perú el Encuentro Latino Americano de sacerdotes casados, con una Declaración conjunta en nombre de las Etnias o Naciones del Continente.Después de comprobar penosas situaciones de amores clandesti-nos de sacerdotes; de hijos abandonados; de mujeres cosifcadas y maltratadas por el celibato obligatorio; de parejas de ex curas que no pueden legitimar su situación y de constatar asimismo la injusta marginación social de aquellos que optaron por el ma-trimonio, los convencionales denuncian estas situaciones como atentados contra los Derechos Humanos fundamentales.Luego invitan a la jerarquía católica y a la sociedad entera a re-fexionar sobre esta realidad vergonzante y de asumirla con co-raje histórico, modifcando su conducta.Como conclusión se propone Difundir los Derechos Humanos y Canónicos violentos. Acoger y apoyar a todos los que sufren por esta problemática y ponerse al servicio del Pueblo de Dios para todo lo que espera de ellos y luchar por una sociedad más justa y un mundo más humano.Dada en Lima el 16 de julio de 1995, frmada por los delegados de Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Guatemala. México Paraguay, Perú y Santo Domingo.Ese mismo día la Convención eligió como coordinadores lati-noamericanos a los representantes de vicepresidentes de la Fede-ración Internacional. Clelia y Jerónimo Podestá (…)”. En www. jeronimopodesta.com.ar12. Helder Cámara, arzobispo de Brasil, fue parte de la reunión de la Conferencia Episcopal Latinoamericana. “Entre 1962 y 1965 funcionó el Concilio Vaticano II, cuyas conclusiones propiciaron la apertura al mundo de una Iglesia con mayor compromiso so-cial. En 1968 la Conferencia Episcopal Latinoamericana (CE-LAM) reunida en Medellín, Colombia, proclamó la ‘opción por los pobres’. Profundizando este mensaje, surge el Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo, cuyos integrantes asumieron el compromiso de enfrentar la injusticia social, en un espacio cada vez más político”. En Lidia González, Ciudad de Buenos Aires. Un recorrido por su historia, Buenos Aires, DGPeIH, 2009, p. 77. “El encuentro entre Cámara y Podestá en Mar del Plata [Asam-blea del CELAM en 1966] fue decisivo, no solo porque marcó el compromiso con una acción pastoral que atendiera la reali-dad latinoamericana sin eufemismos, sino también porque fue el comienzo de una relación personal y afectuosa, que continuó a través de viajes, cartas y llamadas telefónicas, que no se inte-rrumpieron sino hasta la muerte de Cámara ocurrida en agosto de 1999.(…) En esos días en Mar del Plata, Cámara, Podestá y Clelia establecieron un vínculo muy profundo. (…) Fue el obispo de Recife quien alentó la decisión de la pareja y quien la sostuvo en los tiempos que siguieron (…)”. En Lidia González y Luis García Conde, op. cit., pp. 46-47.13. Títulos de libros publicados por Clelia Luro de Podestá:El mártir que no mataron. Helder Cámara, Buenos Aires, Nueva Utopía, 2012.Jerónimo Obispo. Un hombre entre los hombres. Su vida a través de sus escritos,Buenos Aires, Fabro, 2011.Nuestra lucha por Malvinas, Buenos Aires, Fabro, 2010.Jerónimo Podestá: un obispo sin fronteras. Frases y pensamientos, Buenos Aires, CICCUS, 2010.Mi nombre es Clelia, Santiago de Chile, Los Héroes, 1996.Jerónimo Podestá y Clelia Luro, El Vaticano dice no: Sacerdocio y Matrimonio, Buenos Aires, Ediciones Letra Buena, 1992.Las cartas de Clelia y Jerónimo Podestá, Buenos Aires, Granica, 1973.Relatos de viajes. Caminos en la diáspora, Inédito. “Le acercarán al Papa un libro sobre la lucha de un obispo por lograr que la Iglesia acepte el celibato optativo. La viuda del obispo Jerónimo Podestá le envió a Francisco el libroRelatos de viajes. Caminos en la diáspora, que escribió para rescatar la lucha que emprendió junto a su marido hace más de cuarenta años.Según consignó el diario Página 12,de parte de su amiga, Cle-lia Luro, además de la copia para el Papa, los ocho integrantes del Consejo de Cardenales que lo asesoran recibirán el miércoles cada uno su ejemplar del texto de 229 páginas, impreso en hojas A4, que habla del nacimiento de la Federación Latinoamericana de Sacerdotes Casados. Los “caminos de la diáspora” que Cle-lia y Jerónimo comenzaron a recorrer los llevó a participar de los Encuentros Nacionales de Padres Casados, que se hicieron en Brasil, y que en julio de 1984 reunieron a unas 130 parejas y más de 150, evento donde Clelia puso en debate el concepto de “pareja sacerdotal”.El documento que recibirán el papa Francisco y sus ocho ase-sores recoge ese proceso y termina con un análisis cualicuanti-tativo sobre las interrupciones del ejercicio pastoral, elaborado en septiembre pasado sobre la base de datos ofciales de la Iglesia Católica.Ese documento, según informó el periodista Pablo Waisberg, lle-va la frma del vicepresidente de la Federación Latinoamericana para la Renovación de los Ministerios, Guillermo Schefer, y sos-tiene que ‘el 40 por ciento interrumpe el ministerio sacerdotal o presbiteral’, por lo que según esos cálculos se produjeron unas 2.700 interrupciones en los últimos `cinco años’”. (Agencia Te-lám, 20 de octubre de 2013).14. Gustavo Gutiérrez Merino nació en Lima, Perú (1928). Es considerado el padre la Teología de la Liberación. “En 1968, como consultor teológico del Episcopado Latinoamericano, participa activamente en la Asamblea de Medellín. En el contexto de este magno acontecimiento para la Iglesia Latinoamericana, escribe la más famosa e infuyente de sus obras Teología de la liberación. Perspectivas(1971). Era el momento de la ascensión de las dictaduras militares por todo el continente de América Latina, de las masacres y de los martirios de campesinos. Etapa especialmente dolorosa, pero, llamativamente, para el pueblo empobrecido y marginado de aquellas tierras, de una intensa experiencia de fe en el Dios de Jesús capaz de movilizar una frme esperanza de cara al alumbramiento de una sociedad nueva, diferente y transida de justicia”. En: Botella Cubells, “Vicente, Gustavo Gutiérrez. Padre de la Teología de la Liberación” en www.unican.es15. Mi nombre es Clelia. Libro escrito por Clelia Luro Rivarola, y prologado por Jerónimo Podestá. En esta obra Clelia recorre con detalle su vida, junto a sus hijas, a Jerónimo y a todos aquellos que acompañaron su experiencia diaria. La obra fue publicada en 1996, por la editorial Los Héroes, en la ciudad de Santiago de Chile, tras la negativa de imprimirlo por parte de varias editoriales argentinas.Bibliografía————— ————— ————— ————— ————— ————— ————— ———Carnovale, Vera, “En la mira perretista: las ejecuciones del ‘largo brazo de la justicia popular’ ”, Revista Lucha Armada, N°8, año 3, Buenos Aires, 2007.González, Lidia y Luis García Conde, Monseñor Jerónimo Podestá. La Revolución en la Iglesia,Buenos Aires, Instituto Histórico Ciudad de Buenos Aires, 2000. González, Lidia, Ciudad de Buenos Aires. Un recorrido por su his-toria, Buenos Aires, DGPeIH, 2009.Luro, Clelia, Mi nombre es Clelia, Santiago de Chile, Los Héroes, 1996.Seoane, María, Todo o nada. La historia secreta y la historia pública del jefe guerrillero Mario Roberto Santucho, Buenos Aires, Planeta, 1991.Verbitsky, Horacio, Historia Política de la Iglesia Católica.La violencia evangélica. De Lonardi al Cordobazo (1955-1969), Buenos Aires, Sudamericana, tomo II, 2008.Entrevista————— ————— ————— ————— ————— ————— ————— ———Clelia Luro de Podestá. Entrevista realizada el 16 de septiembre de 2013 en la Ciudad de Buenos Aires, por Lidia González y Silvana Luverá.Consultas en línea ————— ————— ————— ————— ————— ————— ————— ———Botella Cubells, “Vicente, Gustavo Gutiérrez. Padre de la Teología de la Liberación” en http://www.unican.es/NR/rdonlyres/000135e1/wsajoxkmrbbwrurxjsxfdbedwlpnujlf/12GUSTAVOGUTI%C3%89RREZTex.pdf (Consultado en línea en junio de 2014).www.aicaold.com.ar//index2.php?pag=dioavellaneda [Agencia Informativa Católica Argentina] (Consultado en línea en junio de 2014).www.donorione.org.ar/sitio/index.php?option=com_content&view=article&id=1179&Itemid=786 (Consultado en línea en junio 2014).www.jeronimopodesta.com.ar/HTML/Mf%20Padres/mf%20padres%20Marco.htm (Consultado en línea en junio de 2014).www.tabacal.com.ar/empresa/inicio.html (Consultado en línea en junio de 2014).www.telam.com.ar/notas/201311/39378-fallecio-clelia-luro-viuda-del-ex-obispo-jeronimo-podesta.html. (Agencia Télam. 29 de junio de 2013. Consultado en línea en junio de 2014).www.telam.com.ar/notas/201310/37279-le-acercaran-al-papa-un-libro-sobre-la-lucha-de-un-obispo-por-lograr-que-la-iglesia-acepte-el-celibato-optativo.html (Agencia Télam, 20 de octubre de 2013. Consultado en línea en junio de 2014). Algunos de los libros escritos por Clelia y Jerónimo.