image/svg+xmlVoces Recobradas24Voces Recobradas24Antiguos pobladores de Ushuaia. Historias de un presente que se disputa el pasado*El objetivo de este trabajo es compartir los resultados preliminares de un proyecto iniciado por docentes investigadores del Instituto de Cultura, Sociedad y Estado de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur. En el marco de un convenio frmado a mediados del año 2013 entre la Universidad Nacional de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur y la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad de Ushuaia, comenzamos a realizar una serie de entrevistas a los considerados “anti-guos pobladores”2de la ciudad. Nuestro objetivo era poder llevar adelante un registro y análisis de los testimonios que nos permitan identifcar las percepciones y las diferentes trayectorias personales de antiguos vecinos.El trabajo de campo, desarrollado entre fnes de 2013 y la primera mitad del 2014, nos permitió avanzar en la realización de estas entrevistas a algunos que eran integrantes de la Comisión de Antiguos Pobladores3y a otros vecinos que no se reconocían parte de esta asocia-Gabriela Fernández Mariano MaliziaInstituto de Cultura, Sociedad y Estado. Universidad Nacional de Tierra de Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Surción, aunque sí se identifcaban como antiguos poblado-res. De esta manera pudimos comenzar a tomar contacto con las voces y la memoria de los llegados o nacidos antes de 1972.4La joven provincia de Tierra del Fuego se caracte-riza por intensos procesos migratorios y una movilidad poblacional que confguran una sociedad muy particular. En este contexto nos interesa indagar sobre las prácticas y los discursos que conferen determinado lugar de prestigio y mayor legitimidad a quienes integran esa categoría de antiguo poblador basado en un criterio de permanencia prolongada en el territorio.A partir del análisis de varios de estos testimonios buscamos identifcar y comparar las experiencias de cada uno de ellos, para avanzar en el estudio de prácticas y re-presentaciones (entendidas como imaginarios, normas y sistemas de valores) que dan sentido a un heterogéneo entramado social y que generan ciertas condiciones socio-culturales que inciden en el desarrollo territorial.
image/svg+xml25Revista de Historia OralRevista de Historia Oral25Coincidimos con las posturas que consideran a la historia oral como un movimiento de cam-bio progresista en las ciencias sociales, centrado en el rescate de la memoria colectiva social e individual y que genera nuevos desafíos a los investigadores.de vista que estos relatos, como bien plantea Portelli, no son objetivos pero sí son veraces, porque en sus testimo-nios, manifestaban lo que en ‘realidad’ ellos sentían que habían vivido. Estos relatos nos aportaron no solo el relato de sus experiencias, sino también esta constante recons-trucción entre “su pasado” y “su presente”, la resignifca-ción de estas experiencias vividas.6Por lo tanto, la historia oral pro-vee un acceso privilegiado a la sub-jetividad y de las representaciones que los sujetos de la historia hacen de sus experiencias. Es en el ámbi-to de la memoria, de los recuerdos, de las formas de expresarlos, donde podemos rastrear esa subjetividad que subyace en los comportamien-tos sociales. A través de la oralidad se trata de disparar la memoria para construir una fuente que nos permita una comprensión más profunda del proceso social. De esta manera, el investigador accede a una fuente para aprehender tanto la subjetividad de una época, como para percibir una serie de datos que de otra manera no han quedado registrados. Pero además, el trabajo con fuentes orales nos permite avanzar en el análisis de las funciones políticas de los relatos sobre el pasado y de la construcción de diversos significados que desde distin-tos presentes pueden realizarse.Nuestro trabajo consistirá, entones, en el análisis de algunos de los testimonios recopilados en el marco de nuestro proyecto, para poder avanzar en la comprensión de los procesos históricos que dan sentido a la particular confguración sociocultural de la provincia y de la región, ampliando y profundizando la mirada sobre la realidad social. El análisis histórico de los procesos sociales nos pueden permitir comprender las lógicas que dan sentido a las dinámicas políticas e institucionales que conforman la trama de signifcados donde se producen y reproducen categorías y procesos de diferenciación social y de cons-trucción de hegemonía.Sobre la historia reciente de Ushuaia: algu-nas deudas pendientes En la gran mayoría de los trabajos históricos realizados en Ushuaia, el abordaje de la historia reciente quedó poster-gado frente a las investigaciones y obras de divulgación que abordan aspectos más distantes en el tiempo: la des-Para esto nos proponemos la recopilación de testimo-nios y la utilización de las herramientas teóricas y metodo-lógicas que nos brinda la historia oral. Esta forma de trabajo se fue imponiendo en los ámbitos de producción académica como metodología de investigación en las ciencias sociales. Para algunos historiadores es una metodología, una herra-mienta historiográfca para abordar algunos temas comple-jos de la historia contemporánea que no son refejados por las fuentes tradicio-nales o en temas en que estas resultan insufcientes. Para otros historiadores, la refexión sobre el método y sobre el tratamiento de las fuentes orales y la memoria, convierten a la historia oral en un campo específco de la historia, una especialidad tal como se habla de historia económica, política, etcétera, y es entonces más que un método o una técnica ya que permite revelar e inter-pretar aspectos del pasado que de otro modo no se podrían abordar. Coincidimos con las posturas que consideran a la historia oral como un movimiento de cambio progresista en las ciencias sociales, centrado en el rescate de la memoria colectiva social e individual y que genera nuevos desafíos a los investigadores. “Bien se trate de una revalorización de las fuentes orales frente al imperio de ‘lo escrito’, del logro de una comunicación más fuida entre historiadores y otros científcos sociales o de la apuesta por una historia más de-mocrática, lo cierto es que lo que surgió como un movi-miento de renovación historiográfca y aun de compromiso político hoy es asumido como una especialidad reconocida mundialmente que nos exige una mayor refexión y labor investigativa, la docencia y la acción comunitaria”.5Tenemos claro que en historia oral, el investigador no accede al pasado tal como fue, sino a los recuerdos que se tienen de él. Por eso, las cuestiones relativas a la memoria cobran un signifcado central en esta metodología, teniendo siempre presente que los procesos de la memoria son com-plejos, enmarañados y presentan tensiones. Con la historia oral se incorporan la subjetividad y la memoria como di-mensiones de conocimiento antes escasamente exploradas en la disciplina y se conecta al investigador/a con los sujetos en el intercambio logrado en la situación de entrevista.Estos testimonios nos aportan uno de los elementos más valiosos de las fuentes orales: la “subjetividad del ha-blante”. En la situación de entrevista tenemos que ejercitar la escucha para poder captar “esa subjetividad” sin perder
image/svg+xmlVoces Recobradas26Voces Recobradas26cripción y el análisis de los grupos originarios que habitaron la región y el impacto de la ocupación, tanto de los misione-ros anglicanos (a partir de 1869) como la del Estado argen-tino tras la fundación de Ushuaia (1884) y la instalación del presidio (1896), la llegada de las familias pioneras que arri-baron de distintas regiones de Europa y que contribuyeron al crecimiento de la ciudad y a una confguración cultural y social particular, son los grandes temas que se destacan en la bibliografía sobre la historia local, en los museos y en el imaginario cultural y turístico de la ciudad. La mayor par-te de las veces, esta historia es presentada sin confictos ni tensiones, favoreciendo la construcción de la memoria de un pasado épico que se forjó gracias al esfuerzo y el sacrifcio de los pioneros que se instalaron en la región.Pero lo que queda pendiente es la historia de los últimos años, la que dé cuenta de los cambios que se dieron en la ciudad tras el cierre del presidio (1947) y con la llegada de distintos grupos migratorios (especialmente chilenos), o la etapa que se abre tras la promulgación de la Ley de Promo-ción Industrial (1972), el impacto de la dictadura, el conficto con Chile y la Guerra de Malvinas, las consecuen-cias de la provincialización (1992), los cambios sociales generados por el fuerte crecimiento demográfco que experimentó la provincia en las últi-mas décadas, con población llegada de distintos puntos del país o de países limítrofes, los confic-tos sociales que resultaron de la aplicación de las políticas neoliberales de la década de 1990… Son muchos los temas pendientes de la historia local y que recientemente convo-can la atención de algunos investigadores.7Estas produc-ciones comienzan a complejizar el panorama político y so-cial, incorporando nuevas problemáticas, nuevas miradas, nuevos actores sociales a la historia local, y esa ausencia de tensiones y confictos comienza a ser cuestionada.En el marco de nuestro trabajo de campo con entre-vistas a antiguos pobladores, nos encontramos justamen-te frente al desafío de indagar en los testimonios y en la memoria de nuestros entrevistados sobre algunos de estos temas pendientes. Para esto llevamos adelante una serie de entrevistas semiestructuradas que nos permitieron un primer acercamiento a algunas temáticas e impresiones de aquellos nacidos o llegados antes de 1949. No es el obje-tivo de este trabajo abarcar todos estos temas ya que nos encontramos en una primera etapa de recopilación de tes-timonios y de su análisis. Pero sí estamos en condiciones de comenzar a identifcar algunos aspectos que nos propo-nemos profundizar en las investigaciones iniciadas y que queremos presentar en este trabajo: por un lado el papel del Estado en la construcción de la subjetividad sobre la fgura de “antiguo poblador” y, por el otro, la percepción de una sociedad que atravesó sin confictos las transfor-maciones de la segunda mitad del siglo XX.Construcción de subjetividad sobre la figu-ra del “antiguo poblador”: la Historia y las historiasEn esta parte del trabajo vamos a ana-lizar la fgura del “antiguo poblador” desde la perspectiva del relato ofcial del Gobierno municipal de Ushuaia, en el marco de la construcción de sub-jetividades como parte de un proceso cultural de construcción de sentidos hegemónicos. Un proceso que, desde los intereses y motivaciones del presen-te acude a un relato histórico idealizado –e imaginado– que permite sentar las bases morales de la sociedad actual. No pretendemos en este trabajo profundi-zar en la discusión acerca de qué tipo de sociedad, o los intereses y valores de qué actores sociales intentan reproducir este tipo de relatos hegemónicos. Nuestro objetivo se centra exclusivamente en poner en tensión la visión que se despren-de de los discursos ofciales con las historias de vida de algu-nos de los hoy considerados antiguos pobladores.Los recorridos que hemos elegido para este breve análisis no pretenden ser rigurosamente representativos de la multiplicidad de trayectorias migratorias que han atravesado Ushuaia durante la primera mitad del siglo XX; ni mucho menos agotar una muestra que resultaría inasible desde nuestra técnica de entrevistas en profundi-dad. La elección de los tres casos que trabajaremos aquí tienen la intención de mostrar tres recorridos migratorios que plantean tres alternativas diferentes entre sí y contra-puestas al discurso ofcial que, a nuestro entender, tam-bién tiende a homogeneizar en un conjunto de prácticas discretas la diversidad de experiencias de quienes hoy son identifcados como antiguos pobladores.Son muchos los temas pen-dientes de la historia local y que recientemente convocan la aten-ción de algunos investigadores.Estas producciones comienzan a complejizar el panorama político y social, incorporando nuevas problemáticas, nuevas miradas, nuevos actores sociales a la historia local, y esa ausencia de tensiones y conflictos comienza a ser cuestionada.
image/svg+xml27Revista de Historia OralRevista de Historia Oral27Antiguos pobladores: un ejemplo de supe-ración ante la adversidad, basado en el sa-crificio personalDesde los discursos ofciales, la fgura del antiguo pobla-dor ha estado generalmente asociada a valores positivos de esfuerzo y sacrifcio personal, a la capacidad de sobre-ponerse a las condiciones adversas que presentan estas la-titudes, a la resistencia ante un clima hostil en una ciudad aislada. En el marco del “8º Encuentro Binacional de An-tiguos Pobladores de la Región del Beagle y Cabo de Hor-nos”, uno de los tantos eventos organizados por el Gobier-no municipal con el fn homenajear a los antiguos pobladores de la ciudad, el intendente Federico Sciurano se refe-ría a ellos con las siguientes palabras:(…) Realmente muchos de los que hoy viven en estos lugares, viven por-que existieron personas como ustedes, que estuvieron dispuestas a hacer un sacrifcio por encima de lo que signi-fcaba sobrevivir en otras ciudades de nuestros países. Y eso habla y defne una generación. (…) reconocemos la capacidad que han tenido de superar las difcultades; la capacidad que han tenido de imponerse ante un clima adverso e igual seguir adelante; las difcultades que han resuelto con las distancias, con la montaña, con la nieve.Todas estas conquistas individuales, a su vez, son vistas desde el presente como gestos de solidaridad hacia los nuevos pobladores por haber forjado las bases sociales de las que hoy todos podemos disfrutar.(…) El sacrifcio que ustedes han hecho es lo que a nosotros nos motiva todos los años, permanentemente, a tener la ne-cesidad de decirles gracias y de reconocérselos.De esta manera se eleva la fgura del antiguo poblador a un ejemplo moral para toda la sociedad. Un ejemplo de lucha; de superar con valor ciertas condiciones que se pre-sentan a priori como adversas o negativas.Tenemos un largo camino por delante; un largo camino… Y necesitamos, fundamentalmente, poder construir ejemplos para que los que van a transitar ese camino entiendan cuál es la mejor manera de transitarlo.Como veremos a continuación, indagando en la memoria de algunos de los hoy identifcados como antiguos pobla-dores a través de las entrevistas abiertas que se realizaron en el marco de nuestro estudio, podremos advertir algunas señales de la incorporación de un discurso autorreferen-cial que los eleva como modelos morales. Modelos de una sociedad imaginada, construida sobre la base de la suma de esfuerzos y sacrifcios personales. Pero en este discurso, inevitablemente, también aparece la historia, el contexto histórico. El marco referencial donde se inscriben las tra-yectorias personales, donde adquieren sentido.Enrique Cisterna: Del campo a la ciudadComo muchos de los inmigrantes chilenos que hoy viven en Ushuaia y son considerados antiguos poblado-res de la ciudad, Enrique Cisterna es oriundo de la Isla Grande de Chiloé, proveniente de una familia campesi-na. Arribó a Ushuaia con 17 años de edad en 1947. Si bien emprendió el viaje solo, allí lo aguardaban su madre y sus hermanos, quienes habían arribado a Tierra del Fuego dos años antes en busca de trabajo: Ellos habían escuchado que había trabajo en esa época. Por-que ya estaban por sacar la cárcel.8Todavía en Chile, se desempeñó como capataz de estancia en una pequeña fnca de su tierra natal. Allí ordeñaba va-cas, y producía queso y manteca. Pero dos años más tarde, De esta manera se eleva la figura del antiguo poblador a un ejemplo moral para toda la so-ciedad. Un ejemplo de lucha; de superar con valor ciertas condi-ciones que se presentan a priori como adversas o negativas.Enrique Cisterna. Entrevista realizada en la Casa Beban de la ciudad de Ushuaia, el 6 de diciembre de 2013.
image/svg+xmlVoces Recobradas28Voces Recobradas28empujado por la soledad, decidió seguir los pasos de su familia y migrar hacia la Argentina.En 1947 salí de la Isla Grande de Chiloé; pasé por Puerto Montt; me embarqué para ir a Punta Arenas, y de Punta Arenas a Ushuaia. (…) Yo me imaginaba que iba a haber fuego, porque en esa época era Tierra del Fuego… Entonces yo creía que de noche iba a ver fuego. No… nieve blanca, cordilleras… Hermoso.Tal como le habían anticipado a su madre, Enrique Cis-terna comenzó a trabajar en la Base Naval poco tiempo después de su arribo. Pero a menos de un año de su llega-da debió partir nuevamente hacia Chile para cumplir con la instrucción militar obligatoria, la cual llevó a cabo en Punta Arenas durante nueve meses. Luego,(…) directamente volví a Ushuaia, me presenté en la Base, y empecé como al principio (…) me conservaron el traba-jo. (…) Te digo la verdad, empecé ha-ciendo café y limpiando las ofcinas (…) Seguí, seguí, después seguí haciendo los planos que hacían los dibujantes, los maestros mayor de obras (…) y arquitec-tos. Entonces ya me fueron haciendo una mesa como esta, con vidrio, un feltro arriba (…). Se ponía el plano, un papel espe-cial; lo dábamos vuelta, con luz solar (al sol), sacabas cada 25 segundos una copia. Lo mandábamos adentro, a mi compa-ñero, para que le pase el ferropurciato (sic) y aparecía toda la leyenda en fondo azul y línea blanca. Todavía tengo guarda-do uno de recuerdo… Y ahí empecé con eso, y con el pasar de Yo trabajaba con Borsari en Italia (…) Y mi papá también. Porque yo vine con toda mi familia: mi papá, mi mamá, y tres hermanas y un hermano chiquito, de 4 años. Todos jun-tos vinimos. Yo tenía 19 años cuando vine.los tiempos ya vinieron las máquinas eléctricas. Pero con luz solar… y cuando no había sol con el refejo de la cordillera; el mismo refejo de la montaña blanca, con eso hacíamos copia. ¡Soy un pionero de la copia heliográfca!”Carlos Teggi: De los Apeninos a los AndesCarlos Teggi llegó a las costas de Ushuaia en octubre de 1948 a bordo del buque Génova. La nave provenía de Bo-logna, Italia y transportaba aproximadamente a 600 tripu-lantes, en su mayoría familias de trabajadores de la empre-sa italiana Borsari, quien fuera contratada por el Estado argentino con el objetivo de impulsar la construcción de obra pública en la capital del entonces Territorio Nacional:Yo trabajaba con Borsari en Italia (…) Y mi papá también. Porque yo vine con toda mi familia: mi papá, mi mamá, y tres hermanas y un hermano chiquito, de 4 años. Todos juntos vinimos. Yo te-nía 19 años cuando vine. (…) la empre-sa, nos dijo que era muy feo, que íbamos a estar en el medio del monte; que no había nada; que lleváramos mucha ropa de invierno porque hacía mucho frío… Y llegamos acá… ¡Y estaba lindo! A mí me gustó. Era muy parecido a… Yo en ese tiempo vivía, antes había vivido, arriba de la montaña, a 80 ki-lómetros de la ciudad, que es montaña. (…) Y era muy pareci-do acá, el invierno, todo. (…) A nosotros nos gustó y por eso no nos movimos nunca. Mi papá falleció acá. Mis tres hermanas fallecidas acá. Mi mamá en el 86 se fue a Italia y después falle-ció… Y yo me quedé; acá estoy. (…) Nosotros cobrábamos $300 por mes. Yo, como era menor de edad, cobraba $250. Hasta cumplir los 21 años. (…) Era buena plata, en Italia era buena plata. Y se podían mandar hasta… no me acuerdo si eran 200 o 300 dólares por mes que se podían mandar a Italia.Más allá de su pabellón auricular derecho mutilado ac-cidentalmente por las esquirlas producidas por el estallido de una mina terrestre y, como él mismo reconoce, aunque seis de sus diecinueve años de vida en Italia fueron años de guerra, Carlos dice no tener recuerdos traumáticos: Yo le soy franco: gracias a Dios, nosotros no sufrimos mucho porque mi papá ganó mucha plata. (…) Teníamos trigo, maíz; teníamos gallinas, teníamos frutas de todo tipo. Uvas… hectáreas de uvas. Vendíamos la uva y hacía-Carlos Teggi. Entrevista realizada en su domicilio de la ciudad de Ushuaia en diciembre de 2013.
image/svg+xml29Revista de Historia OralRevista de Historia Oral29Nosotros veníamos a pasear y a dejar a mi primo. (…) Mi mamá me dice: ¿Cuándo te querés ir? Estábamos en no-viembre y venían las festas de fn de año: ¿Lo querés pasar acá o querés que vayamos a Punta Arenas? (…) Entonces mi mamá le mandó correspondencia a mi papá diciendo que era muy lindo Ushuaia, que había mucho trabajo. (…) Le pidió que venga a pasar las festas a Ushuaia, entonces se pidió algún permiso especial, no sé cómo hizo, y mi viejo vino por Rio Gallegos, para pasar las festas acá. Vino por Aeroposta. (…) Y resulta que aparece acá en Ushuaia. No-sotros contentos porque llegó y al otro día ya querían el tra-bajo de él. Inclusive en la Base Naval. Y mi viejo decía “no puedo, porque soy de las Fuerzas Armadas… tendría que pedir la baja…”. La cosa es que pasó las festas acá y se fue. Pero regresó en febrero, y ya regresó dado de baja. Le gustó también a él. Le gustó el pueblito porque realmente era tranquilo. Yo por mi parte –y hablo por mi mamá también– quedamos fechados por Ushuaia. (…) En Ushuaia todo era lindo. Mi mamá al llegar comenzó a hacer fores para coronas, para cuando fallecía alguien. Mi mamá hacía coronas. Yo iba al bos-que, que lo teníamos ahí, iba a buscar ramas y le ayudaba a hacer las coro-nas. Porque en Punta Arenas también lo hacía mi mamá. ¡Lindas coronas! En cruces o círculos. Con unas rosas grandotas… ¡Uh! ¡Está-bamos felices! (…) Nos fechó. Y después, a mi viejo, más todavía. Mi viejo llegó y al otro día ya lo habían venido a buscar porque mi tío les había hablado de que se venía. En-tonces entró a una carpintería de un tal Gortan (…) era un mueblista italiano él. Así que lo fue a ver a mi viejo y… mi papá dijo: —Bueno. Y después no lo quería largar, porque mos un montón de vino. Gracias a dios teníamos gallinas, conejos… no pasábamos hambre. (…) Yo, cuando salí de Italia, a mis amigos… [les dije]“dos años y vuelvo”. ¿Sabés cuánto pasaron? 65 ya.Carlos Arizmendi: De turistas a residentesCarlos Arizmendi nació en Punta Arenas, Chile. Desde allí llegó a Ushuaia en 1950, con 10 años de edad, acompañado por su madre y un primo de 7 años. El viaje fue impulsado por motivos familiares. El objetivo era reunir al primo de Carlos con sus padres, quienes vivían y trabajaban en Tierra del Fuego desde hacía dos años. El niño había quedado a la guarda de sus abuelos en Punta Arenas pero, tras fallecer la abuela, la decisión familiar fue reunirlo nuevamente con sus padres. La intención de la madre de Carlos era cum-plir con el objetivo de trasladar al niño; pasar unos días junto a su hermana y su cuñado; y regresar a Punta Arenas donde la aguardaba su marido, el pa-dre de Carlos, quien trabajaba como carpintero para la Armada chilena.Mi abuelo no iba a poder atenderlo. Entonces le pidió a mi mamá: —¿Tu serías capaz de llevarlo a Ushuaia donde está su mamá? —Sí, cómo no. ¿Y cómo hacemos para llegar a Ushuaia? Primero que no conocíamos… no sabíamos ni que existía tampoco.Los tres se embarcaron en un buque de la armada chilena que zarpó desde Punta Arenas con rumbo sur. Tras cinco días de navegación a través de los canales fueguinos, lle-garon a la Isla Navarino. Una vez allí fueron embarcados en una de las lanchas argentinas que solían hacer el cruce del Canal Beagle transportando gente y mercadería, entre las estancias de Navarino y la Isla Grande. Así llego Carlos Arizmendi al Puerto de Ushuaia.El buque venía bastante cargado de pasajeros… aventure-ros, digamos. Que venían en busca de trabajo; otros ya te-nían trabajo porque le pedían urgente que se vengan porque ya tenían trabajo hablado acá.Según nos cuenta Carlos, la fascinación que le provocó Ushuaia fue inmediata. Desde el primer día intentó con-vencer a su madre de trasladarse defnitivamente allí:El buque venía bastante cargado de pasajeros… aventureros, di-gamos. Que venían en busca de trabajo; otros ya tenían trabajo porque le pedían urgente que se vengan porque ya tenían trabajo hablado acá.Enrique Cisterna. Entrevista realizada en su domicilio de la ciudad de Ushuaia, el 4 de diciembre de 2013.
image/svg+xmlVoces Recobradas30Voces Recobradas30resulta que lo vinieron a buscar de la Base. (…) Así que de entrada mi viejo tuvo trabajo.La Historia y las historiasEn un lapso de tres años, Enrique Cisterna, Carlos Teggi y Carlos Arizmendi migraron a la ciudad de Ushuaia desde distintos puntos del mundo, llevando consigo sus historias particulares, sus subjetividades. La inserción en el mer-cado de trabajo; el reconocimiento de un lugar familiar alejado de la violencia de la guerra; y el aquerenciamiento a través de los ojos de un niño, son las motivaciones que los condujeron y radicaron aquí. Proyectadas sobre estas motivaciones o necesidades particulares, se encuentran algunos elementos comunes. Por un lado, la búsqueda de un mejoramiento relativo de la calidad de vida; por otro, la visión positiva de Ushuaia como un lugar fundamentalmente próspero en términos económicos, pero también como un espacio apacible y disfruta-ble en términos sociales y naturales que convierten a la ciudad, no ya en un destino posible, sino más bien en un destino deseable. Esto marca un contraste sensi-ble con la fgura de “antiguo pobla-dor” construida desde el sacrifcio y la superación personal; a partir de la renuncia a vivir en “otras ciudades” menos hostiles evocando un espíritu aventurero y altruista que ha sabido domesticar ese medio hostil para que hoy pueda ser habitado y disfrutado plenamente por los nuevos po-bladores. Esta fgura, que devuelve una imagen idealizada de “antiguo poblador”, también devuelve una imagen dis-torsionada de lo que representaba Ushuaia como destino deseable en el contexto histórico donde se inscriben cada una de las trayectorias de los migrantes. Esto se aprecia en los relatos de nuestros entrevistados: por un lado, la ciudad es representada como un lugar de prosperidad laboral y económica. Las oportunidades de trabajo que ofrecía Ushuaia a mediados del siglo XX aparecen como una constante en las historias de nuestros entrevistados; incluso Carlos Teggi nos habla de las remesas que envia-ban desde aquí hacia Italia como una práctica cotidiana. Por otro lado, la visión de lugar hostil “con la montaña y con la nieve”es invertida por una imagen positiva hacia los mismos atributos: “Era muy parecido acá, el invierno, todo”,nos decía Teggi comparando su antigua casa en las afueras de Bologna con la ciudad de Ushuaia. Conflictividad diluida o “las fronteras de la memoria”No solo encontramos en los discursos ofciales una ima-gen distorsionada de la Ushuaia de principios de siglo, que la presenta como un lugar mucho más hostil de lo que re-latan nuestros entrevistados. Algo similar ocurre cuando indagamos sobre las transformaciones sociales y políticas ocurridas desde mediados del siglo XX. Un primer acer-camiento a los trabajos sobre la historia de Ushuaia no permite identifcar claramente momentos de confictos o tensiones entre miembros de la población local o con las instituciones estatales. Al mismo tiempo, la distancia geográfca de Buenos Aires y de los principales centros urbanos y la condición de Territorio Nacional de la isla, parece preservar a la ciudad de los confictos políticos ocurridos en el resto del país. De esta manera, no se evidencia un impacto local de los cambios políticos que se dan en el escenario nacional: acon-tecimientos importantes como el peronismo, los golpes de Estado, el aumento de la violencia política de las décadas de 1960 y de 1970 no pa-recen tener repercusión en Ushuaia. Nuestro objetivo, a través de las entrevistas fue po-der indagar si estas primeras impresiones pueden ser con-frmadas a la luz de los testimonios recopilados. O si lo relatos que remiten a una imagen idealizada del antiguo poblador, no favorecen además la cristalización de una imagen idealizada de la sociedad fueguina, donde “nun-ca pasó nada”, donde no existieron confictos políticos, ni tensiones por cuestiones socioeconómicas ni por cuestio-nes étnicas.Si bien la mayoría de los entrevistados recupera ese pasado colectivo como pacífco, solidario, donde se vivía como una gran familia “donde nunca pasaba nada”,pudi-mos reconocer en algunos fragmentos de los testimonios la presencia de ciertos confictos latentes que matizan esa imagen de “pueblo tranquilo y familiar”que era Ushuaia en esos años.La familia Cisterna y los golpes de EstadoComo relatamos, Enrique Cisterna comenzó a trabajar en la Base Naval poco tiempo después de su arribo desde Esta figura, que devuelve una imagen idealizada de “antiguo poblador”, también devuelve una imagen distorsionada de lo que representaba Ushuaia como destino deseable en el contexto histórico donde se inscriben cada una de las trayectorias de los migrantes.
image/svg+xml31Revista de Historia OralRevista de Historia Oral31Chile. Y si bien Ushuaia era un territorio alejado del esce-nario político nacional, el golpe de Estado de 1955 tuvo sus repercusiones locales y varias personas van a ser dete-nidas como parte de la persecución política emprendida por la Revolución Libertadora, entre ellas Enrique:P: ¿Había actividad política en esa época?R: No. No se hablaba de política en esa época. Era Perón y era Perón… Si no te gusta Perón… más bien que te vayas calladito.P: ¿Y en el 55?R: Y en el 55 con la Revolución… fuimos a los calabozos de los presos que estuvieron un montón de años… Lo ocu-pamos nosotros… Yo era civil… Por eso mismo que pasa en Buenos Aires… eso de que había de-rrocar a Perón… eso mismo paso en el país… y la ligamos también nosotros. Acá ya estaba la compañía de disci-plina, la chilenada que había y algún alcahuete que había… Por las dudas metieron a todos adentro: policías, chilenos, argentinos… Todos estaban sospechados.P: ¿Y los carceleros quienes eran?R: Y los carceleros eran los conscriptos que habían venido a la Base. Había policías presos. Yo no tenía nada que ver. Estuve 17 días presos… Y después vino un certifcado frmado con tu buen nombre y honor…Por otro lado, en una entrevista que realizamos a Angélica Caimapo Cisterna (hermana de Enrique), nacida en Us-huaia poco tiempo después de que sus padres llegarán a la ciudad, nos brinda más detalles de cómo impactó el golpe de Estado de 1955: A mi hermano Enrique lo llevan detenido a la Base Naval. El era bombero voluntario y tenía a sus amigos de la Base y se juntaban en un bar que se llamaba España. Y se jun-taba para hablar de fútbol en ese bar. Y cuando es el golpe y empiezan a tomar los bares y las escuelas, se ve que en-cuentran un cuaderno donde estaban los nombres. Y en ese cuaderno estaba el nombre de mi hermano. Y esa noche, a la madrugada, cuando salieron los militares... se metieron por casa… yo pensé que rompieron la puerta. Se metieron los militares, revisaron todo, salieron… y no dieron ninguna explicación. Y a las dos horas, llegó mi cuñada [la esposa de Enrique]a la madrugada, golpeando los vidrios… descon-solada… ¿Qué pasó?... Los militares se llevaron a Enrique… estábamos durmiendo, entraron, tiraron la puerta abajo, lo apuntaron y lo hicieron subir a un camión y lo llevaron a la Base… Estuvo mucho tiempo y al fnal salieron.No quedan claros los motivos de detención, pero se puede inferir que se debió a la simpatía de Enrique y de otros compañeros civiles de la Base hacia el peronismo. Lo in-teresante de este testimonio es que se aleja bastante de esa imagen de una Ushuaia alejada de los confictos políticos. Y el relato se vuelve aún más sugestivo cuando Angélica nos narra su vivencia personal, frente al golpe de Estado de 1976. En esa época ella trabajaba en Vialidad Nacional, y se entera por la radio de la destitución de Isabel Perón. Relata la sensación de incertidumbre, de no saber cómo actuar frente a la presencia militar en las calles, si dirigirse o no a su traba-jo… Nos cuenta que aún con miedo, se dirige a su trabajo y al llegar se en-cuentra con la presencia militar:Ya en la esquina, una cuadra antes de llegar los militares nos pararon. Nos preguntaron cómo nos llamamos, el docu-mento, que hacíamos en Vialidad… todo. Todo el personal de Vialidad estaba en fla en la vereda… Tuvimos que es-perar a que verifquen los datos (…) En la ofcina donde yo trabajaba estaba los militares revisando los legajos y a todo el que era chileno lo llamaba (…). Nos llevaron al patio, mujeres y hombres. Las mujeres entraban por un lado y los hombres por otro. Nos revisaron todo. No encontraron nada (…) Y teníamos dos amigas que estaban en el sindicato de Vialidad y estaban en la fla. Y no las vimos salir (…). Y em-pezamos todas: no salió Isabel, no salió Guillermina. Y yo me puse a llorar… Y Ricardo y Mario y Medina no salieron, los sacaron por otra puerta y los subieron en una camioneta (…) Como eran gremialistas los llevaron a la Base, los lleva-ron detenidos (…). Y estuvieron todo el día…El relato continúa con la descripción del control que vi-vieron a partir de esos días en su lugar de trabajo: los inte-rrogatorios, el control de los movimientos, las salidas, las entradas, las ordenes formar en el patio para ser requisa-dos, donde hombres y mujeres eran desvestidos y revisa-Lo interesante de este testi-monio es que se aleja bastante de esa imagen de una Ushuaia alejada de los conflictos políticos. Y el relato se vuelve aún más sugestivo cuando Angélica nos narra su vivencia personal, frente al golpe de Estado de 1976.
image/svg+xmlVoces Recobradas32Voces Recobradas32dos. Y la incertidumbre por la suerte de los compañeros del sindicato que fueron detenidos, de los que no supieron nada por bastante tiempo y que van a ser liberados sema-nas más tarde: P: ¿Y con los compañeros que eran gremialistas que pasó?R: Y a ellos no los vimos por un tiempo, nadie sabía nada… no podíamos comunicarnos. La familia de Guillermina no sabía lo que pasaba, no sabían nada. Y no queríamos ha-blar porque teníamos miedo que nos grabaran. Yo tenía mu-cho miedo cuando no sabíamos que pasó con las chicas…Reflexiones finalesA la luz de los testimonios registra-dos, son varios los interrogantes que se nos han planteado y sobre los que nos proponemos seguir investigan-do. Por un lado, las motivaciones que llevaron a hombres y mujeres de distintos lugares del mundo a elegir Ushuaia como lugar donde vivir, tra-bajar, arraigar, formar su familia. Y que en muchos casos, ya muy mayo-res siguen eligiendo como rincón del mundo donde terminar sus días.Antes de formular la pregunta de por qué una persona decide vivir en un lugar hostil y ale-jado y, principalmente, antes de apresurar la respuesta alu-diendo a la pureza y entereza de sus valores morales, quizá deberíamos preguntarnos de dónde provienen esas perso-nas; cuáles son sus trayectorias. ¿Provenían de un lugar cuya comparación directa con Ushuaia hacía que esta ciu-dad se presentara efectivamente como hostil y aislada? Y, aún más. ¿Cómo eran sus formas de vida antes de llegar a Tierra del Fuego? ¿Qué los impulsó a migrar? ¿Fue el espí-ritu de aventura y el altruismo moral o fue la búsqueda de mejores condiciones de vida? Con estas preguntas no que-remos signifcar que la vida de los migrantes, en su gran mayoría, no implique sacrifcio y renuncias personales en muchos aspectos. Aquí lo que intentamos hacer es recons-truir el marco de posibilidad en el cual las acciones de los llamados antiguos pobladores de Ushuaia cobran sentido. Y de esta forma problematizar también los procesos por los cuales la fgura del “antiguo poblador” es apropiada y resignifcada para reproducir ciertos valores que ni siquie-ra coinciden necesariamente con los de aquellos migrantes reconocidos hoy como antiguos pobladores. En este senti-do, el modelo de antiguo poblador construido por el relato del Gobierno municipal pareciera estar fundado sobre la base de idealizaciones que han dejado deliberadamente de lado los contextos sociales, políticos y económicos que dan sentido histórico a las trayectorias individuales. Es un modelo que pareciera nutrirse y recrear los valores tradi-cionales del liberalismo, centrados en las capacidades y es-fuerzos individuales como condiciones necesarias de éxito económico y social por fuera de todo condicionamiento estructural, histórico o de clase.Por otro lado, esa imagen idealizada de una sociedad sin confictos también debería ser revisada. Los testimo-nios de Enrique y de Angélica fueron muy reveladores, ya que nos permitie-ron identifcar aspectos no difundi-dos en el relato histórico de Ushuaia, donde se impone, la mayoría de las veces, la imagen de una sociedad apa-cible, sin confictos, que logró superar las adversidades gracias al esfuerzo de los pioneros. Pero a través de las entrevistas, comenzamos a detectar que esta imagen no se ajusta necesa-riamente a la realidad, que existieron momentos y cuestiones que sí gene-raron tensiones. No solo en el relato de los integrantes de la familia Cisterna, sino también el tes-timonio de Carlos Arizmendi dio cuenta de las difculta-des que tuvo para trabajar para la Base por su condición de chileno durante el conficto limítrofe con Chile. Y esta forma particular en la que se confgura la memoria colec-tiva, que excluye esos momentos de tensiones y confictos despertó nuestro interés como investigadores y comenza-mos a plantearnos nuevas preguntas: ¿Cómo explicar esta particular forma de recordar? O mejor dicho, ¿de olvidar? ¿Cómo explicar estas “fronteras de la memoria”? En una de sus producciones más reconocidas, Ales-sandro Portelli analiza en función de un caso particular, la Masacre de las Fosas Ardeatinas en la Italia de 1944, cómo se puede llegar a producir una interacción ente lo que se considera un hecho y lo que ocurre en la memoria, individual y colectiva, que puede llegar a incluir aconte-cimientos imaginarios y falsos recuerdos.9Cuando a la luz de las entrevistas realizadas logra identifcar ese “error colectivo” en la memoria de los habitantes de la región, Portelli se propone investigar el sentido más profundo de este acontecimiento. Su objetivo es analizar cómo y por Antes de formular la pregun-ta de por qué una persona decide vivir en un lugar hostil y alejado y, principalmente, antes de apre-surar la respuesta aludiendo a la pureza y entereza de sus valores morales, quizá deberíamos pre-guntarnos de dónde provienen esas personas; cuáles son sus trayectorias.
image/svg+xml33Revista de Historia OralRevista de Historia Oral33Notas————— ————— ————— ————— ————— ————— ————— ———*. Trabajo presentado en las VI Jornadas de Historia de la Patago-nia: “Pasado y Presente: encuentro entre las Ciencias Humanas y Sociales con la Historia”. Cipolletti, 12 al 14 de noviembre de 2014.2. La categoría “antiguo poblador” se ha vuelto en los últimos años una categoría de identidad para muchos pobladores que han llegado a Tierra del Fuego antes de la promulgación de la Ley de Promoción Industrial, es decir antes de los grandes movi-mientos migratorios hacia la provincia. Pero la defnición de este grupo no se agota allí, sino más bien, allí comienza la disputa por quiénes pueden ser considerados o no “antiguos poblado-res”. Uno de los objetivos de este análisis es comprender cómo se construye esta categoría desde el grupo social que se autoidentif-ca “antiguo poblador” pero también desde el resto de la sociedad y desde el propio Estado. 3. La Comisión de Antiguos Pobladores nuclea a un grupo de personas autoidentifcadas con esta categoría que consideran “antiguos pobladores” a todos los ciudadanos de la ciudad, na-cidos o migrados (argentinos o extranjeros), establecidos hasta el año 1949. Esta Comisión, al ser reconocida y reivindicada of-cialmente por el Estado municipal, se presenta como el grupo legítimo de antiguos pobladores, aunque dicho grupo no agote la totalidad de personas que se consideran a sí mismas antiguas pobladoras. 4. Fecha de la promulgación de la Ley de Promoción Industrial.5. Pablo Pozzi: “Historia oral: repensar la historia”, en Gerardo Necoechea Gracia y Pablo Pozzi, Cuéntame cómo fue. Introduc-ción a la historia oral. Buenos Aires, Imago Mundi, 2008, p. 6.6. Alessandro Portelli: “Lo que hace diferente a la historia oral”, en Dora Schwarzstein (comp.): Lahistoria oral, Buenos Aires, CEAL, 1991.7. Algunos temas que empezaron a desarrollarse en los últimos años comenzaron a poner la mirada sobre una variedad de temas que requieren una más profunda investigación: las migraciones de colectividades como la italiana, chilena y boliviana, las movili-zaciones populares de Semana Santa del 1995 que terminaron en la muerte de Víctor Choque, la formación de la Cooperativa Re-nacer, los confictos en torno a la ocupación de tierras, etcétera.8. Para mediados de la década del ´40 el penal representaba el principal motor de la economía de Ushuaia.9. Alessandro Portelli: La orden ya fue ejecutada. Roma, Las Fosas Ardeatinas, la memoria. Buenos Aires, FCE, 2004. Alessandro Portelli, (2002) “Las fronteras de la memoria. La masa-cre de las Fosas Ardeatinas. Historia, mito, rituales y símbolos” [en línea]. Sociohistórica, (11-12). Disponible en: http://www.fuentes-memoria.fahce.unlp.edu.ar/art_revistas/pr.3065/pr.3065.pdfTestimonios orales————— ————— ————— ————— ————— ————— ————— ———Entrevista a Carlos Teggi, realizada por Mariano Malizia, Peter Van Aert y Agustín Coto. Ushuaia, diciembre de 2013.Entrevista a Carlos Arizmendi, realizada por Mariano Malizia, Peter Van Aert y Agustín Coto. Ushuaia, 4 de diciembre de 2013.Entrevista a Enrique Cisterna, realizada por Mariano Malizia, Peter Van Aert y Agustín Coto. Ushuaia, 6 de diciembre de 2013.Entrevista a Angélica Caimapo Cisterna, realizada por Gabriela Fernández, Laura Horlent y Agustín Coto. Ushuaia, 21 de octu-bre de 2014.Discurso del intendente Federico Sciurano en el marco del 8º Encuentro Binacional de Antiguos Pobladores de la Región del Beagle y Cabo de Hornos, uno de los tantos eventos organizados por el Gobierno municipal con el fn homenajear a los antiguos pobladores de la ciudad. Ushuaia, 11 de octubre de 2013.Bibliografía————— ————— ————— ————— ————— ————— ————— ———Aceves Lozano, Jorge (comp.), Historia Oral, México, Instituto Mora, 1997.Necoechea Gracia, Gerardo y Pozzi, Pablo, Cuéntame cómo fue. Introducción a la historia oral, Buenos Aires, Imago Mundi, 2008. Portelli, Alessandro, La orden ya fue ejecutada. Roma, las Fosas Ardeatinas, la memoria,Buenos Aires, Fondo de Cultura Econó-mica, 2003. Portelli, Alessandro, “Memoria y resistencia. Una historia (y cele-bración) del Circolo Gianni Bosio” en Taller. Revista de sociedad, cultura y política, Vol. 4, N° 10 (julio 1999). Portelli, Alessandro: “Las fronteras de la memoria. La masacre de las Fosas Ardeatinas. Historia, mito, rituales y símbolos”, Socio-histórica, (11-12). 2002. Disponible en: http://www.fuentesme-moria.fahce.unlp.edu.ar/art_revistas/pr.3065/pr.3065.pdfSchwarzstein, Dora (comp.), Lahistoria oral, Buenos Aires, CEAL, 1991.qué se produce la diferencia entre lo que pasó y las múlti-ples maneras de recordarlo. Cómo se genera esa distancia entre los acontecimientos y el imaginario y los recuerdos que tienen algunos testigos directos, y cómo funciona la memoria del sentido común, que exagera, modifca, crea mitos. Portelli concluye que en el caso de la sociedad ita-liana de la época, esa distancia expresa toda la complejidad de la identidad nacional, de las bases constituyentes de la democracia italiana, de las políticas de la memoria, de la interacción entre recuerdos personales e institucionales. Este balance de Portelli nos pareció muy sugerente y nos abrió las puertas a nuevos interrogantes, ya que considera-mos que estos aspectos no han sido sufcientemente anali-zados para comprender la dinámica de la sociedad fuegui-na, donde el mito de una comunidad pacífca, que superó la adversidad gracias al esfuerzo y al sacrifcio, en la que los confictos estaban ausentes se sigue sosteniendo tanto desde el imaginario cultural, como turístico y político.