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Voces Recobradas
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Voces Recobradas
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Memorias
heredadas
Transmisión
y resignifcación
de relatos
intergeneracionales
Mariela Canali
Instituto y Archivo Histó-
rico Municipal de Morón –
Provincia de Buenos Aires
AHORA – Asociación de
Historia Oral de la Repú-
blica Argentina
Adriana Echezuri
Área de Historia Oral – GO-
Pat - DGPMyCH – CABA
Instituto Superior del Profe-
sorado “Dr. J. V. González”
AHORA – Asociación de His-
toria Oral de la República
Argentina
Entrevista a Dolores (DK), 2014.
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25
Revista de Historia Oral
Revista de Historia Oral
25
N
uestro objetivo es generar un debate y por esa ra-
zón, si bien no es habitual encontrar estos temas
en los Encuentros de Historia Oral, lo hemos inten-
tado presentando avances de esta investigación en distintos
lugares
1
. Por otra parte, creemos que debe haber muchos
colegas que realizaron experiencias similares en las que,
quizás, no se hayan planteado algunas cuestiones teórico/
metodológicas y es eso justamente lo que nos interesa dis-
cutir. Y esa discusión será, sin duda alguna, enriquecedora.
El tema que nos proponemos analizar alcanza uno de
los límites en la concepción de la Historia Oral, ya que nues-
tros testigos no han participado directamente de los hechos
que nos relatan. Por otra parte, la memoria que fluye es y
seguirá siendo resignifcada por cada generación, otorgán-
dole su propia subjetividad. Aunque las vivencias no hayan
sido experimentadas directamente, el hecho de haber sido
escuchadas y organizadas para su comprensión y relatadas
oralmente ya las convierte en un dato histórico que debemos
tener en cuenta.
Nos hemos planteado una serie de interrogantes: ¿La
Historia Oral debe concentrarse en las experiencias directas
del entrevistado? ¿Qué pasa cuando el relato son experien-
cias vividas por otros, hechos transmitidos de generación en
generación conformando la memoria heredada? ¿Por qué
se mantuvo esa memoria? ¿Cómo se realizó la transmisión?
¿Merece nuestra reflexión como historiadores orales? ¿Qué
buscamos y qué nos interesa en esa reflexión?
Para realizar esta tarea utilizamos diferentes entrevistas
realizadas en el marco de distintos proyectos de investiga-
ción llevados a cabo en nuestras instituciones de pertenen-
cia. Señalaremos a continuación una breve reseña con los
datos de nuestros testimoniantes y el contexto en que se
realizaron las entrevistas.
A.V. nació en 1934 en el pueblo de Morón, provincia de Bue-
nos Aires. Su familia materna es una de las más antiguas del
pueblo, tal
es así que la historia familiar transmitida tiene su
origen en un capitán español que arribó a Morón a mediados
del siglo XVIII. A su muerte legó los terrenos para construir la
primera iglesia del pueblo (actualmente Catedral Basílica de
Morón) y la plaza principal. Sus herederos vendieron terre-
nos en los alrededores de aquella donación y así comenzó a
poblarse la pequeña aldea. Este relato, junto a otros pertene-
cientes a sus descendientes, ha llegado hasta A.V. a través de la
transmisión intrafamiliar y ha llevado a nuestro entrevistado a
acercarse al Archivo Histórico local para buscar la documenta-
ción que acreditara esas historias seculares.
Las entrevistas que reseñaremos a continuación se reali-
zaron para el proyecto de la DGPeIH
2
sobre el Centenario de
la Primera Guerra Mundial.
D.K. nació en 1925 en Capital Federal. Es hija de inmi-
grantes judíos que escaparon de Rusia a principios de la
década de 1920. En la entrevista también participó el nieto
de D.K. cuyas intervenciones también se analizaron en este
trabajo. Los recuerdos sobre la guerra, la revolución y los co-
mienzos del comunismo marcan temas recurrentes como la
persecución y la emigración.
G.B., nieto, hijo y sobrino de judíos alemanes emigrados
a Sudamérica (Uruguay y Chile) desde 1938 hasta 1940. Narra
la vida cotidiana de su familia ante el avance del nazismo y
posteriormente, el derrotero de la huida. En este caso tam-
bién aparecen las temáticas de discriminación, persecución,
exilio y los peligros suscitados por todas estas situaciones.
J.C.F. es hijo de un inmigrante italiano. Su padre fue sol-
dado durante la Primera Guerra Mundial y emigró a la Ar-
gentina en 1926. Son pocos los relatos de su padre sobre la
guerra, pero el entrevistado ha reconstruido a partir de ellos
gran parte de su historia familiar.
La última entrevista es la de F.P., quien participó en un
proyecto de historia oral sobre el barrio porteño de Barracas.
Es un inmigrante italiano de la Segunda Posguerra cuyo pa-
dre fue soldado y prisionero de guerra en aquella contienda.
Memoria y transmisión
Mucho se ha escrito sobre la memoria y su relación con la
historia. Los que nos dedicamos a la historia oral hemos te-
nido que leer e interpretar textos de historiadores, antropó-
logos, lingüistas, psicólogos, etc. A pesar de eso, nos segui-
mos cuestionando el papel de la memoria y pareciera que en
cada nueva investigación que abordamos debemos justifcar
su utilización.
Josefna Cuesta en su libro
Memoria e historia
realiza un
estado de la cuestión sobre este tema, bastante complejo y
exhaustivo para el momento en el que fue escrito (1998) y
obviamente, haciendo hincapié en la historiografía europea.
En dicho texto menciona que es la sociología de la memoria
la que ha analizado el tema de la memoria familiar, logran-
do alcanzar importantes conocimientos a través de diversas
variables de análisis: “los tipos de memorias y sus lógicas
organizativas, la fnalidad que sostienen y la jerarquización
que se origina entre ellas en el interior de la propia familia,
su extensión temporal en el pasado, sus actitudes respecto a
éste y los soportes en los que se apoyan, más las diferencias
de género y edad, la diversidad de medio social y de activi-
dad profesional de sus miembros (…). La combinación de
estas diversas variables en cada género de memoria familiar
ha permitido a Coenen-Hutner establecer al menos ocho
tipologías predominantes: memorias intimistas afectivas,
memorias intimistas ritualistas, memorias estatutarias, me-
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Voces Recobradas
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Voces Recobradas
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morias socioeconómicas, memorias comunitarias, memo-
rias societarias, memorias históricas y memorias anómicas.”
3
Más adelante menciona aquellos estudios que se dedica-
ron a defnir las memorias burguesas o de clase media y conti-
núa con otra cuestión interesante, “empieza a abrirse camino
la exploración de la historia de la memoria infantil, difcultada
especialmente por la carencia de fuentes (…). Existen más re-
copilaciones o narraciones de adultos, de sus recuerdos de la
edad niña, que análisis de la memoria infantil, que en la ma-
yoría de los casos solo puede hacerse desde el horizonte de la
edad madura, desde los años transcurridos y desde la acumu-
lación de los diversos pasados en el propio presente”.
4
Nuestro trabajo se basa en relatos
que nuestros testigos recibieron desde
su niñez y que con el paso del tiempo
han ido reelaborando y resignifcan-
do. Cuando hablamos de historia oral
precisamente hablamos de esas resig-
nifcaciones ¿qué lleva a una persona
a “guardar” esos relatos familiares? Es
más ¿por qué los retransmite? Entran-
do en el terreno de la psicología, pode-
mos inferir que cuando el testigo supone que esa transmi-
sión familiar puede llegar a su fn, dado que a la generación
que le sigue ya no le interesa el relato, es cuando busca la
manera de “abrirse” a otros y lograr una continuidad.
La reminiscencia que da origen a esta transmisión es una
forma especial de recordar, defnida por la psicología como
el “acto o el hábito de pensar en las propias experiencias
pasadas o relatarlas”. Podemos pensarla además como una
actividad mental organizada, compleja y que posee una f-
nalidad instrumental importante.
Nadie se resigna a aceptar que su paso por la vida aca-
bará en la nada y esta preocupación se traduce muchas ve-
ces en una búsqueda personal de transcendencia. En esa
demanda pueden crearse lo que en psicogeriatría se deno-
minan
herederos sociales
. Criar herederos sociales tiene como
punto social más alto la perpetuación de la humanidad a
través de generar las vías de transmisión de sus valores más
signifcativos, y también su punto individual más alto en la
reafrmación de la autoestima necesaria para que “la vida
valga la pena ser vivida” y a partir de allí, ser transmitida y
trascender con ella.
5
Teniendo en cuenta el tipo de trabajo
que nosotras realizamos con historia oral, y con estas entre-
vistas en particular, cuyos testimoniantes han buscado “en-
tregar” sus memorias para conformar un archivo, considera-
mos que somos sus herederos sociales.
En los casos que analizamos, tratamos
con memorias familiares, parte primor-
dial de la intimidad del grupo familiar.
La historia de una familia, al igual que
la historia social, se construye en su
transmisión, los recuerdos narrados
tienen que ver con los orígenes, las re-
laciones, los espacios habitados, tam-
bién la participación en acontecimien-
tos destacados de la historia, tales como
la batalla de Caseros, las guerras mundiales, la Revolución
Rusa, entre otros y las consecuencias que tales hechos tuvie-
ron en la vida cotidiana de la gente común.
Algunos de los hechos narrados pueden parecer insig-
nifcantes en apariencia, pero al ser transmitidos de gene-
ración en generación se constituyen en momentos de cohe-
sión y en algunos casos toman la forma de mito. El mito es
una fantasía transgeneracional que forma parte del universo
simbólico familiar y tiene como tarea mantener la tradición
en el grupo, en su constitución y permanencia contribuyen
todos los miembros de la familia de generación en genera-
ción organizando de este modo la continuidad cultural.
6
En un total de cuatro entrevistas y numerosas charlas
informales sostenidas con nuestro informante A.V., él man-
tiene el relato familiar de la existencia de túneles debajo de
la casa original de su antepasado, en el lugar donde hoy se
encuentra erigido el Palacio Municipal de Morón. El relato
sobre la presencia de esos túneles ha pasado de generación
en generación y tanto su madre como él mismo se han em-
peñado en demostrar su existencia y en dos ocasiones con-
cretas (1939, cuando se estaba levantando el edifcio actual y
en 2007 cuando se hicieron excavaciones para la colocación
de contenedores de reciclaje en las veredas del Palacio) se
han señalado testigos que han visto los túneles, incluso él
ha conservado uno de los ladrillos. El hecho de que estas
construcciones puedan tener entidad o no y que pueden ser
insignifcantes para la historia del pueblo ya que su presen-
Nadie se resigna a aceptar que
su paso por la vida acabará en la
nada y esta preocupación se traduce
muchas veces en una búsqueda
personal de transcendencia.
Vista aérea de la plaza de Morón. Círculo izq.: Actual HCD, en el s.
XVIII, casa de Marcos Alarcón. Círculo der.: Actual Catedral, terreno
donado por Alarcón para levantar la Capilla Ntra. Sra. del Buen Viaje.
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Revista de Historia Oral
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cia no ha demostrado ninguna consecuencia en el desarrollo
histórico, nos lleva a plantearnos por qué este recuerdo per-
manece después de más de dos siglos. Evidentemente actúa
como momento de cohesión familiar y ha recreado un mito
que se mantiene hasta nuestros días, remitiendo al origen
de la familia al asentarse en el pueblo de Morón a media-
dos del siglo XVIII y de ser descubiertos serían sin duda una
prueba física de la presencia familiar desde esa época.
Bueno, lo primero que hizo
(Marcos de Alarcón, el fundador
de la familia)
fue el túnel, con los indios, con los negros, con todos
ellos. Hicieron un túnel que sale del Concejo Deliberante a la iglesia
vieja.
(A.V.)
Otro ejemplo es cuando D.K. cuenta
episodios de la Revolución Rusa y del
período stalinista, califcándolos como
momentos de temor familiar y reitera
en varias oportunidades
(… ) ellos entraban y arrasaban con
todo lo que encontraban en las casas (…).
(D.K.)
Sin embargo, su familia emigró antes de la llegada de
Stalin al poder. Por lo tanto, el mito sobre lo sanguinario y
desastroso del comunismo se construyó sobre los momen-
tos difíciles que atravesó la familia durante la guerra civil y
que los obligó a emigrar
lo más lejos posible
.
Como fenómeno construido socialmente, la memoria
sufre transformaciones y fluctuaciones constantes, aunque
también existen en ella puntos inmóviles e invariables que
implican hechos irreductibles en los que el trabajo de soli-
difcación de la memoria fue tan importante que imposibili-
tó que hubiera cambios. En opinión de Pollak las cosas más
arraigadas, así como su extremo opuesto, las más variables,
son los indicadores de verdad o falsedad, en el sentido posi-
tivista de los términos.
7
Según Pollak, los elementos constitutivos de la memoria in-
dividual o colectiva son los siguientes: en primer lugar los acon-
tecimientos, los vividos personalmente y aquellos “vividos indi-
rectamente”, es decir los vividos por el grupo al que esa persona
pertenece y en los que no ha participado, pero que han tomado
relieve en la tradición transmitida. En estos casos es posible que
a través de la socialización política e histórica ocurra un fenóme-
no de proyección o identifcación con determinado hecho, tan
fuerte que se puede hablar de
memoria heredada
.
En los casos tomados para esta investigación, obviamen-
te, estamos centrándonos en recuerdos indirectos ya que
nuestros entrevistados no han asistido personalmente a los
acontecimientos relatados, sino que los mismos forman parte
de la historia familiar que les ha sido pasada por las genera-
ciones anteriores de padres, tíos y abuelos y que cada uno ate-
sora como su origen individual, el que los une a un grupo de
pertenencia: desde la fundación de un pueblo en la campaña
bonaerense en el siglo XVIII, hasta la emigración producida
por revoluciones, guerras y el avance de ideologías totalitarias
en Europa.
En segundo lugar, la memoria está constituida por per-
sonas, que pueden haberse conocido directamente o per-
sonajes frecuentados indirectamente por el relato y así se
convirtieron en conocidos aunque no
pertenecen al mismo tiempo y espacio
del narrador. Este es el caso de todo el
testimonio de A.V., que está separado
por siglos de los personajes conocidos
y queridos de los cuales cuenta su his-
toria.
Por último, también existen luga-
res de la memoria, ligados al recuerdo
personal o colectivo. Esta memoria de
determinados lugares forma parte de
la herencia familiar con tanta fuerza que
se transforma en sentido de pertenencia.
También este es el caso de A.V., que recuerda cómo su
madre le señalaba los lugares donde se desarrollaron las
historias transmitidas en la familia.
A.V.
:
Cuando nosotros íbamos a visitar a una de las familias
viejas de acá de Morón, mi madre me llevaba. Me decía: “Acá estaba
la virgen
(la que había hecho traer el fundador de la familia),
acá tenía el rancho el abuelo”.
G.
:
¿Y dónde era eso?
A.V.
:
En Morón, en la plaza
(la plaza principal)
y donde está
el Concejo Deliberante. Porque después voltearon la estancia de los
Alarcón, ahí hicieron media manzana de casas.
(...) el mito sobre lo sanguinario
y desastroso del comunismo se
construyó sobre los momentos difí-
ciles que atravesó la familia durante
la guerra civil y que los obligó a emi-
grar
lo más lejos posible
.
Alejandro Valsuani. Entrevista en el IAHMM, 2001.
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Voces Recobradas
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Voces Recobradas
28
G.
:
Donde está el Municipio ahora.
A.V.
:
Claro
8
.
Tanto acontecimientos, personajes y lugares conocidos
directa o indirectamente pueden relacionarse con aconteci-
mientos, personajes y lugares reales empíricamente funda-
dos en hechos. Pero también se puede tratar de una proyec-
ción de otros eventos, de transferencia por herencia, como
son los recuerdos de nuestros entrevistados.
Cuando se trata de memoria heredada hay una ligazón
fenomenológica muy estrecha entre memoria y sentido de
pertenencia o identidad. Esto es muy claro en los testimo-
nios de A.V. ya que toda su narración la relaciona, incluso, a
la posesión de la tierra de una gran parte
de lo que es el actual municipio de Mo-
rón. En el relato de G.B. también apa-
rece un sentido de identidad que se
presenta cerrando el círculo del exilio
que empezaron sus abuelos alemanes
judíos al huir de Prusia Oriental y que
él viene a concluir emigrando de Chile
a Buenos Aires, dando valor a su propio
exilio para culminar el que sus ancestros
comenzaron. Y en el caso del nieto de D.K., que interviene en
el diálogo puntualizando datos y recuerdos que le han sido
transmitidos y que él señala como precisiones que “ajustan”
los recuerdos de su abuela con datos más precisos y que él
identifca como la historia de su familia.
Este sentido de identidad se refere a la imagen que una
persona adquiere a lo largo de su vida, imagen construida y
presentada a los otros para acreditar su propia representa-
ción. Estas historias fundamentan ese sentido de identidad,
todos “descienden” de ellas, hay una continuidad que puede
ser denominada como principio de permanencia en el tiem-
po. En esta permanencia en el tiempo, los recuerdos del pa-
sado se vuelven constitutivos de la identidad y, por ende, de
la memoria.
En la primera se conjugan el tiempo presente –en el que
se está narrando- con el tiempo pasado –el que se narra-. Es
en esta historia narrada en la que se va construyendo la iden-
tidad, el sentido del pasado. Es posible hablar de un sentido
activo del pasado en tanto que el pasado es fjo, no puede
cambiarse ni evitar que suceda pero sí puede cambiarse su
sentido, su signifcado.
9
Las memorias heredadas sufren, entonces, fluctuaciones
en función del momento en que se articulan para ser conta-
das. En todas las entrevistas cada individuo aporta datos “de
su propia cosecha” por lecturas, referencias oídas, películas
vistas, información recabada, etc., lo que ha permitido en-
contrar nuevos signifcados a los relatos de sus mayores ha-
ciendo más coherente y comprensible la tradición recibida.
La construcción de la identidad siempre se produce en
referencia a otros, también a criterios de aceptabilidad y
de credibilidad. Es el caso de A.V. que cuando habla de las
primeras historias escritas sobre el pueblo de Morón, que
no hacen referencia alguna a sus antepasados “fundadores”,
plantea su reclamo a esos mismos escritores y la respuesta
es negativa, argumentos que quitaban veracidad a su relato.
Sin embargo, cuando el Instituto y Archivo Histórico Munici-
pal consiguió la documentación que acreditaba su historia,
él mismo vio reforzado su sentido de identidad, incluso a
través de la ofcialización de esa historia al colocarse el nom-
bre de su antepasado a una de las calles
de la ciudad.
M:
Ahora todo esto de la donación de la pla-
za a usted se lo contaron (…)
A.V.:
Me lo contaron, y yo no quería creerlo.
Porque estábamos pobres (…) Yo creía que
mi mamá y mi tía hablaban… “Estos son
todos viejos que hablan cosas de…de gran-
deza… como los viejos”.
M:
¿Y cuándo empezó a creer que era cierto? (…)
A.V.:
Ya tenía dudas, porque me hablaban que éramos medio pa-
rientes del general Soler. Digo, voy a ir al Instituto Histórico y voy a
empezar a mover. Esto ya lo sabía de antes, pero no había decidido
cómo era la mano porque a lo mejor no me van a creer hasta que no
tenga papeles (...) Yo quedé con la duda esa y fui al Instituto His-
tórico, pero fui por otra cosa, por el general Soler y me sacan que
verdaderamente lo que decía mi madre era todo lo de la familia.
M:
¿Y qué pensó cuando le dijeron que era cierto?
A.V.:
¡Uh! Me puse contento, pensé en mi madre y en los tíos, que no
los tenía más, al que me contaba toda la historia.
M:
Y ahí empezó a creer toda la historia.
A.V.:
Empecé a creer toda la historia, cómo era, cómo era Morón.
10
Las sucesivas generaciones de seres humanos solo tu-
vieron durante siglos el uso de la tradición oral como única
forma de compartir y transmitir su conocimiento; incluso en
las sociedades consideradas alfabetizadas, hasta comienzos
del siglo XX, la escritura fue patrimonio de pequeños grupos
privilegiados y así la tradición oral se revela como forma de
comunicación y como valiosa vía de adquisición de saberes.
11
El historiador y antropólogo belga Jan Vansina, a través
de sus importantes investigaciones y reflexiones, ha explica-
do cuáles son las características de la tradición oral: un tes-
timonio indirecto que se encuentra condicionado por la ca-
dena de transmisión, hasta el punto que el testimonio fnal
Cuando nosotros íbamos a visi-
tar a una de las familias viejas de acá de
Morón, mi madre me llevaba. Me decía:
“Acá estaba la virgen
(la que había he-
cho traer el fundador de la familia),
acá tenía el rancho el abuelo”.
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Revista de Historia Oral
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es de un testigo a modo de eslabón entre pasado y presente.
A lo largo de este proceso, el testimonio sufre una serie de
cambios de contenido, interpretación y función. El testigo,
de esta forma, influirá en la evolución y cambio del testi-
monio ya que no es un repetidor sino un recreador que deja
huella de su personalidad.
12
El objetivo del historiador será
entender esos testimonios, su estructura y sentido conferi-
dos en la cultura en la que está inserto el testigo.
Aquí volvemos a los testimonios, sobre todo de G.B., que
aporta numerosísimos datos del contexto, tanto político
como socioeconómico, de la situación europea de la pregue-
rra y de los primeros años de la Segunda Guerra Mundial.
(…) Cuando termina la guerra en virtud del…
no rendición del, ¿cómo se llama? del armisti-
cio que se hace, Alemania pierde una serie de
territorios. Sabemos que Prusia Oriental que-
da separada del resto de Alemania (…).
(G.B)
13
Al mismo tiempo, A.V. también aporta
su interpretación sobre la batalla de
Caseros y la participación de tropas
brasileñas cuando señala que su abuela
hablaba de muchos negros que venían con Urquiza y cuenta:
“Señora –le dijeron los soldados de Urquiza- no, no, no le vamos a
hacer nada a ustedes”. No sabrían que eran federales porque si no
los matan. Dice que vio un montón de negros, negros de artillería,
con los cañones, todo…los brasileños serían. (A.V)
En el caso de J.C.F. su testimonio deja en claro que él mismo
ha reelaborado esa historia familiar:
(…) mucho tiempo después cuando uno va conociendo la historia
porque es más grande, porque le van transmitiendo cosas más
acorde a la edad de cada uno, por la inquietud que tiene uno, me
enteré que uno de los problemas que tuvo mi padre estando acá en
Argentina, es que debido a esa herida, él no podía hacer ciertas ta-
reas que requirieran fuerza o precisión (…).
14
Las fuentes narradas, transmitidas de boca en boca por medio
del lenguaje son tradiciones orales en las que se expresan los
hechos relevantes que mantienen unidos los signifcados cons-
truidos por una comunidad a lo largo de varias generaciones.
Es necesario para nosotros, como profesionales, com-
prender cómo se estructuran los relatos y qué sentidos po-
nen en circulación, ya que su valor subjetivo es precisamente
el valor más original. Estos relatos conforman una historia de
vida y se producen con una intención: elaborar y transmitir
una memoria, personal o colectiva, que hace referencia a
la forma de vida de una comunidad en un período históri-
co concreto. Para el entrevistado, la pregunta acerca de ese
pasado implica una instancia de reflexión, quizás más pro-
funda y amplia en estos casos ya que la transmisión se ha
realizado a lo largo de muchos años en las familias y ha per-
mitido la reelaboración de los hechos, la sistematización del
recuerdo y la resignifcación de lo acontecido.
15
Como estamos señalando, las memorias son recreaciones
del pasado que nos producen un sentido de continuidad, un
sentimiento de ser una entidad con pasado y con futuro. De
este modo los recuerdos tienen un contenido y una forma.
El lenguaje contribuye a la forma que toman los resultados
de los actos del recuerdo, sobre todo cuando se comunican a
otras personas.
16
Las memorias familiares son una
forma de las memorias colectivas, y
para que estas memorias establezcan la
continuidad entre pasado y presente se
requiere que se comuniquen a través del
lenguaje, que es el marco central de la
memoria colectiva porque a partir de él
se construyen, mantienen y comunican
los contenidos y signifcados. El lenguaje es
el posibilitador del recuerdo y la comunicación permite que la
memoria permanezca y que el signifcado de los acontecimien-
tos pasados se mantenga porque no se transmite un hecho en
sí, como se ha planteado, sino el sentido de ciertos eventos. En
los casos analizados vemos que estos eventos son el origen de
la familia y acontecimientos de tipo traumático, fundamental-
mente en los relacionados a las guerras mundiales.
Narrar es relatar, contar, informar acerca de algo y ese algo
debe tener un sentido para quien narra y para quien escucha,
porque esa es la cualidad de la memoria: guardar y dar cuenta
de lo signifcativo de la vida, de lo que vale la pena mantener
para luego comunicar y que alguien lo entienda. ¿Qué tienen
de signifcativo los testimonios que hemos tomado? Los tes-
timonios relacionados con memorias traumáticas de tiempos
Las sucesivas generaciones de
seres humanos solo tuvieron duran-
te siglos el uso de la tradición oral
como única forma de compartir y
transmitir su conocimiento.
Entrevista a Gastón (GB), DGPeIH, 2014.
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Voces Recobradas
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Voces Recobradas
30
de guerra de algunos de nuestros entrevistados nos muestran
la necesidad de preservar al núcleo familiar a través de estra-
tegias de supervivencia, de acciones arrojadas que implicaron
la huida hacia otros países y el comienzo de la historia familiar
a partir de esa emigración forzada.
Los relatos son narrados desde una perspectiva particu-
lar. Las personas, cuando cuentan, van determinando qué es
memorable. Esto es más notable en el caso del nieto de D.K.
cuyas intervenciones aportan precisiones a la narración de
su abuela.
Nieto
:
Decí el nombre de la familia.
En otro tramo de la entrevista vuelve a
precisar:
D.K.:
(…) Mi mamá tiene un hermano
mayor, varios hermanos mayores, uno de
ellos le tocó el servicio militar (…) él le tenía
mucho miedo a los caballos y justo cuando
entró al servicio militar le tocó caballería.
Y no había forma de decir que no me gusta,
que tengo miedo, y llegó a ser profesor después de eso, enseñaba
después equitación…
Nieto:
No, instructor de caballería, decís.
D.K.:
Si, ahí está, llegó a ser instructor y vino la guerra
17
.
Por lo tanto podemos considerar a la memoria como na-
rrativa tanto como relato de progresión de acontecimientos
en el tiempo y como conformación de una trama que contie-
ne actores, escenarios y acciones; al mismo tiempo tiende a
hacerse verosímil (no con criterio de verdad necesariamen-
te). Es interesante puntualizar que en dos de los casos ana-
lizados (A.V. y el nieto de D.K.) se busca confrmar el relato
con documentación, la cual es buscada para dar veracidad a
la verosimilitud del relato recibido. Es una cadena: nuestros
entrevistados han sido testigos de sus padres, de sus abue-
los, sus ancestros y ahora somos nosotros los testigos de
estos últimos eslabones y su recuerdo quedará encuadrado
dentro de lo que podríamos llamar una memoria ofcial, al
ser depositado en una institución que
podría afrmarse, da-
ría una “legitimación” a esos testimonios.
Si una versión o interpretación del pasado se institucio-
naliza termina por traducirse en un “referente de verdad”
como en el caso de A.V. para quien
los antiguos sabían, luego
fueron ignorados
y se escribió otro origen para el pueblo, aho-
ra su historia está fundamentada en documentación y es
presentada por el Instituto Histórico como
“la verdad”.
Siguiendo el análisis de estos rela-
tos como estructuras narrativas pode-
mos señalar que todos estos testimo-
nios presentan ciertas características:
hay un reparto de personajes que son
libres de actuación (son los abuelos,
padres, tíos y en algunos casos persona-
jes que se remontan a una existencia de varios siglos atrás).
Estos personajes tienen expectativas reconocibles. El relato
se inicia con la “alteración de cierto orden” y cuando “algo
está alterado” hay algo que narrar. Esto es más reconocible
en D.K. y en G.B. porque el origen de la narración es la alte-
ración de la vida de sus abuelos y padres y hasta el peligro
que corren en situaciones de revolución y guerra.
La acción
del relato describe los intentos por superar lo alterado y al
fnal hay un resultado o solución, en ambos casos citados es
la emigración y el establecimiento de la familia en países
donde pueden vivir en paz. Por último se precisa de un na-
rrador.
18
El relato de nuestros entrevistados evoca en ciertos sen-
tidos, un legado que se ofrece como tal y esa transmisión
es la ejecución de un testimonio y su reproducción. En este
ejercicio hay dos pares conceptuales que deben analizarse:
TESTIMONIO/ TESTIGO y TRANSMISIÓN/ TRADICIÓN.
En cuanto al primer par, señalaremos que en el campo del
relato oral, por su naturaleza dialógica y colectiva, no se tra-
ta de identifcar testigos presenciales de secundarios, sino de
centrar la atención en la narración misma (lo que antes ya vi-
mos como signifcado de los acontecimientos) porque no hay
nada que comprobar, sino hablar de lo sucedido y narrado. El
testimonio es ese relato de los acontecimientos tal como son
recordados, se inicia con un primer testigo observador que da
vida al testimonio original. Allí se inaugura la cadena de trans-
misión siendo cada testigo auricular, un eslabón de la misma.
“Señora –le dijeron los soldados de
Urquiza- no, no, no le vamos a hacer
nada a ustedes”. No sabrían que eran
federales porque si no los matan.
DK recordando la historia de sus padres.
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Revista de Historia Oral
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El último testigo confgura el testimonio fnal, que como ya
señalamos, ha sufrido variaciones a lo largo de la transmisión,
ya que cada informador ha dejado la impronta de su persona-
lidad, su interpretación, su cultura y entorno.
Por su parte, el testigo es quien da su testimonio y quien
encarna el trabajo de la memoria, la tarea desarrollada en el
presente tanto en la conmemoración como en la búsqueda
o conservación de recuerdos. Hay que agregar que nosotros,
como receptores de esos testimonios, también somos testi-
gos de estas memorias heredadas. La transmisión, además
del acto comunicativo de informar, se hace eco de la tradi-
ción porque incorpora una acción dialógica que se sostiene
en la presencia y disponibilidad de la escucha para su incor-
poración a un proceso de legado.
19
Uno de los puntos que nos gustaría resaltar es la forma
que adopta la comunicación del relato intrafamiliar, sobre
todo en el caso de A.V. porque pareciera una especie de ri-
tual, que él mismo recuerda como un momento importante.
Los elementos que creaban el clima de intimidad familiar
que propiciaba el relato eran la presencia de un narrador
(madre, tía abuela, tío) y del miembro más joven de la fami-
lia que recibía el relato, también estaban el mate, el brasero,
el sentarse para contar y escuchar una historia.
Primero venía la tía abuela de mi mamá, que vivía todavía, tenía
noventa y pico de años. Venía y contaba la historia, entonces yo
paraba la oreja. Entonces la vieja decía “andá para adentro”. Yo iba
adentro, daba una vueltita, porque me gustaba la historia, y me
escondía
(Risas)
. Entonces escuchaba todo. Y después ¡Cómo coin-
cidían, todos iguales!
Cuando ya fue mayor, entonces la transmisión fue más “seria”:
“Mami, contame algo de Morón”. Entonces la vieja se ponía el carbón,
el mate, un cachito de cáscara de naranja y un carboncito adentro
para que tomara gusto el mate y después empezaron a entrar todas
las señoras viejas del barrio
(menciona a las familias)
¡Toda una
antigüedad grande! Venían todos a mi casa a tomar mate con mi
mamá. Entonces yo ponía la oreja y mi madre me contaba.
20
Mariela:
¿Y cómo era que le contaban? ¿Ellos se sentaban y habla-
ban?
A.V.:
Mi tío, cuando yo era más grande me hablaba directamente.
Mi tío Evaristo. Venía a la mañana, el domingo, porque trabajaba
en el ferrocarril, entonces cuando el domingo tenía libre venía a mi
casa. (…) Yo preparaba el mate, yo sabía, mi vieja hacía unas torti-
tas o algo… sí, estaba con vida, mi mamá.
Mariela:
Y mientras tomaban mate le contaba….
A.V:
Contaba de esto y de allá… “Tío ¿y esto?” Porque le buscaba la
profundidad.(…)
Mariela:
¿Y qué otras historias le contaban?
A.V:
Bueno, te cuento. Según lo que me contaba mi tío, mi tío, mi
abuela, todos los que contaban…
Mariela:
¿Todos le contaban las mismas historias?
A.V:
… las mismas historias, por eso te lo cuento, sino no lo cuento.
21
Conclusiones
Volvemos a las preguntas planteadas al comienzo de esta
reflexión:
¿La Historia Oral debe concentrarse en las experiencias
directas del entrevistado? ¿Qué pasa cuando el relato son ex-
periencias vividas por otros, hechos transmitidos de genera-
ción en generación conformando la memoria heredada? ¿Por
qué se mantuvo esa memoria? ¿Cómo se realizó la transmi-
sión? ¿Merece nuestra reflexión como historiadores orales?
¿Qué buscamos y qué nos interesa en esa reflexión?
No es habitual en el trabajo de la historia oral que el tes-
tigo sea un testigo indirecto. Para algunos historiadores esto
podría plantear un límite en la investigación. Sin embargo,
nosotras creemos que no es así, porque más allá de los he-
chos que el testigo relate lo que importa es el signifcado de
ese relato, que puede variar en cada testimonio. El propio
hecho de la transmisión es en sí mismo un hecho histórico
y a él le otorgamos la atención en este trabajo. Esa transmi-
sión se realizó de padres a hijos, de abuelos a nietos, de tíos
a sobrinos, en algunos casos en una suerte de ritual, porque
es recordado como un momento esencial, que consistía en
sentarse frente a frente y narrar los recuerdos que guardaría
la próxima generación. Ya analizamos como lo recuerda A.V.,
en el caso de D.K., lo recuerda así:
(…) Yo me sentaba como está usted con mi mamá y mi mamá me
contaba cosas…
Situación de entrevista, DGPeIH.
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Voces Recobradas
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Voces Recobradas
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Esas memorias creemos que se han mantenido sobre todo
para fortalecer la cohesión del grupo familiar, remitiendo a
los orígenes, a veces traumáticos, de la familia actual, como
así también dejar testimonio de que esas familias vivieron
esos conflictos internacionales, esas ideologías en pugna,
esos momentos que pudieron haber cambiado la historia
del mundo y de los cuales estas familias fueron testigos, con
su propia historia.
Por otra parte, como se ha mencionado a lo largo del
trabajo, lo importante también es el hecho de que esos
relatos sean depositados en una institución ofcial: porque
pasan a formar parte del archivo oral de esas instituciones
y por lo tanto estarán al alcance de otros investigadores;
además creemos que esa memoria heredada, al quedar
depositada en estas instituciones, de alguna forma busca
legitimarse como una historia “verdadera”. Cuando el úl-
timo testigo se da cuenta de que esa memoria heredada
morirá con él, busca preservarla y transmitirla, en este caso
a nosotros, herederos sociales que por otra parte legitima-
mos ese recuerdo con nuestra pertenencia a instituciones
históricas ofciales.
Notas
————— ————— ————— ————— ———----—— ———— ————— ———
1. Los avances de investigación fueron presentados en:
XV Congreso de Historia de los Pueblos de la Provincia de
Buenos Aires, La Plata, 23 y 24 de abril de 2015.
VI Encuentro Latinoamericano de Historia Oral: “Memorias,
Sociedades y Ambi
ente”. UNA, Heredia, Costa Rica, 22 al 26
de junio de 2015.
XV Jornadas Interescuelas/Departamentos de Historia. Facul-
tad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad
Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, Comodoro Rivada-
via – Chubut. 16 al 18 de septiembre de 2015
2. Dirección General Patrimonio e Instituto Histórico de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En la actualidad es la Di-
rección General Patrimonio, Museos y Casco Histórico.
3. Josefna Cuesta Bustillo (editora),
Memoria e historia.
Ma-
drid, Marcial Pons, 1998, p. 210.
4. Ibídem, pp. 214-215.
5. Leopoldo Salvarezza,
Psicogeriatría. Teoría y clínica.
Buenos Aires, Paidós, 1993.
6. Anna María Nicoló Corigliano,
Lo transgeneracional, en-
tre mito y secreto
. Contribución presentada en el Seminario
Internacional de estudios: “Dinámicas inter -generacionales
en el desarrollo y en la clínica”, Nápoles, 12 de Noviembre
de 1993.Artículo (modifcado en parte) extraído del n 1/96
de
Interazione
(revista editada por Franco Angeli)
7. Michael Pollak,
Memoria e identidad social. Estudos
Históricos,
Rio de Janeiro, vol. 5, n. 10, 1992, p. 200-212.
8. Entrevista a A.V. Morón, 16 de mayo de 2011. Realizada
por Graciela Sáez y Mariela Canali.
9. Evangelina Tifni. “Memorias chacareras. Nosotros y los
otros en el espacio social agrario del sur de la provincia de
Santa Fe.1946/1955”, en Actas del XI Encuentro Nacional
y V Congreso Internacional de Historia Oral de la Repúbli-
ca Argentina - Córdoba 2014, pp. 964 a 977. Disponible en
http://www.historiaoralargentina.org/38-anuncios/123-actas-
del-xi-encuentro-nacional-y-v-congreso-internacional-de-
historia-oral-de-la-republica-argentina-cordoba-2014
10. Entrevista a A.V. Haedo, 6 de junio de 2014. Realizada
por Mariela Canali.
11. Eloy Gómez Pellón, “Oralidad y memoria: sobre los testi-
monios verbales del pasado”. En Edición: ETNICEX.
Revista
de Estudios Etnográfcos
, 2012, Núm. 4. APEA (Asociación
Profesional Extremeña de Antropología).
12. Ana Rial Álvarez,
Los sonidos del pasado. Aproximación
a la tradición oral como fuente histórica: análisis de la ep-
opeya de Sundjata Keita
.
13. Entrevista a G.B., DGPeIH, CABA, 5 de junio de 2014.
Realizada por Rodrigo Vázquez y Adriana Echezuri.
14. Entrevista a J.C.F. DGPeIH, CABA, 8 de mayo de 2014,
realizada por Rodrigo Vázquez y Adriana Echezuri.
15. Adolfo Colombres, “Oralidad y literatura oral”. En
Orali-
dad. Anuario 9. Lenguas, identidad y memoria de América
.
1998. Ofcina Regional de Cultura de la UNESCO para Amér
-
cia Latina y el Caribe (ORCALC)
16. Alberto Rosa, Guglielmo Bellelli y David Bakhurst,
“Representaciones del pasado, cultura personal e identidad
nacional” En
Educação e Pesquisa
, São Paulo, v. 34, n.1, p.
167-195, jan./abr. 2008 177
17. Entrevista a D.K. CABA, 3 de julio de 2014, realizada por
Rodrigo Vázquez y Adriana Echezuri.
18. Jorge Mendoza García, “Las formas del recuerdo. La me-
moria narrativa”. En
Athenea Digital. Nº 6
otoño 2004.
19. Carlos Masotta, “La matanza” Memoria y poética de la
transmisión. En
Corpus. Archivos virtuales de la alteridad
americana, Vol. 2, N°1, 1er. semestre 2012, http://ppct.caicyt.
gov.ar/index.php/corpus
20. Entrevista a A. V., 16 de mayo de 2011.
21. Entrevista a A.V., 6 de junio de 2014.
Bibliografía
————— ————— ————— ————— ———----—— ———— ————— ———
Colombres, Adolfo, “Oralidad y literatura oral”, en
Oralidad.
Anuario 9. Lenguas, identidad y memoria de América
. 1998.
Ofcina Regional de Cultura de la UNESCO para América La
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Cuesta Bustillo, Josefna (editora),
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, Núm. 4. APEA (Asociación Profesional
Extremeña de Antropología), 2012.
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misión”, en
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Vol. 2, N°1, 1er. semestre 2012. Disponible en: http://
ppct.caicyt.gov.ar/index.php/corpus
Mendoza García, Jorge, “Las formas del recuerdo. La memo-
ria narrativa”, en
Athenea Digital,
Nº 6, 2004.
Nicoló Corigliano, Anna María,
Lo transgeneracional, en-
tre mito y secreto
, Contribución presentada en el Seminario
Internacional de estudios: “Dinámicas inter -generacionales
en el desarrollo y en la clínica”, Nápoles, 12 de noviembre
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33
Revista de Historia Oral
Revista de Historia Oral
33
Memorias heredadas.
Transmisión y resignifcación
de relatos intergeneracionales
Mariela Canali y Adriana Echezuri
El tema analizado alcanza uno de los límites
en la concepción de la Historia Oral, ya que
nuestros testigos no han participado directa-
mente de los hechos que nos relatan.
La relación entre los recuerdos propios y los
de otros representa una forma de memoria
colectiva. La comunicación es un proceso que
permite la permanencia del signifcado de los
acontecimientos pasados. En esos relatos lo
que importa es la verosimilitud de lo que se
narra más que la veracidad de lo acontecido,
ya que a la memoria colectiva no le interesa
tanto la exactitud con la que ocurrió un hecho
sino la reconstrucción y signifcado que para
un grupo tienen los sucesos pasados.
Además, la memoria que fluye es y seguirá
siendo resignifcada por cada generación,
otorgándole su propia subjetividad. El pasado
es reconstruido y reformulado permanente-
mente en cada presente; y aunque las viven-
cias no hayan sido experimentadas directa-
mente, el hecho de haber sido escuchadas,
organizadas para su comprensión y relatadas
oralmente ya las convierte en un dato históri-
co que debemos tener en cuenta.
Es por esto que nos hemos planteado una se-
rie de interrogantes: ¿Qué pasa cuando el re-
lato son experiencias vividas por otros, hechos
transmitidos de generación en generación
conformando la memoria heredada? ¿Por qué
se mantuvo esa memoria? ¿Cómo se realizó la
transmisión? ¿Merece nuestra reflexión como
historiadores orales? ¿Qué buscamos y qué nos
interesa en esa reflexión?
Inherited Memoirs.
Transmission and redefnition of
inter-generational stories
Mariela Canali y Adriana Echezuri
The topic in question reaches one of the limits
related to the conception of Oral History, since
our witnesses did not have a direct participation
in the facts that they related. The relationship
between our memories and others´ memories
represent a kind of collective memory. Com-
munication is a process that guarantees the
continuance of the signifcance of past events.
As regards these stories, the credibility of what
happened is what matters. Collective memory
is interested in the reconstruction and signif-
cance that a certain group may have towards
past events, and not so much in the precision of
what happened.
Furthermore, memory flows and every gen-
eration will continue with its redefnition. It
will gain its own subjectivity. The past is rebuilt
and reformulated in every present. And, even
though the living experiences were not expe-
rienced directly, the fact that they have been
heard, understood and related orally turns
them into an historical fact that we have to bear
in mind.
For this reason, we have considered the follow-
ing questions: what happens when the facts
are related to situations experienced by others,
facts that were transmitted from generation to
generation to build an inherited memory? Why
was this memory maintained? How was this
transmission carried out? Does it deserve our
reflection as oral historians? What are we look-
ing for or what do we want to know about this
reflection?
Memórias herdadas.
Transmissão e ressignificação
de histórias intergeracionais
Mariela Canali y Adriana Echezuri
O assunto analisado atinge um dos limites na
concepção da História Oral, já que nossas teste-
munhas não participaram diretamente dos fa-
tos que nos dizem. A relação entre as memórias
de uma pessoa e as dos outros representa uma
forma de memória coletiva. A comunicação é
um processo que permite a permanência do sig-
nifcado de eventos pasados. Nestas histórias, o
que importa é a verossimilhança do que é narra-
do, do que a verdade do que aconteceu, já que
a memória coletiva não está tão interessada na
exatidão com que ocorreu um evento, mas sim
na reconstrução e signifcado que para um gru-
po os eventos passados.
Além disso, a memória que flui é e continuará a
ser ressignifcada por cada geração, dando-lhe a
sua própria subjetividade. O passado é perma-
nentemente reconstruído e reformulado em
cada presente; e embora as experiências não
tenham sido vivenciadas diretamente, o fato de
ter sido ouvido, organizado para sua compreen-
são e relatado oralmente já faz delas um fato
histórico que devemos levar em conta.
É por isso que levantamos uma série de per-
guntas: o que acontece quando a história é uma
experiência vivida por outros, eventos passados
de geração em geração, formando memórias
herdadas? Por que essa memória fcou? Como
foi feita a transmissão? Nós merecemos nossa
reflexão como historiadores orais? O que procu-
ramos e o que nos interessa nessa reflexão?
de 1993. Artículo (modifcado en parte) extraído del N° 1/96
de
Interazione
(revista editada por Franco Angeli).
Pollak, Michael,
Memoria e identidad social. Estudios Histó-
ricos,
Rio de Janeiro, vol. 5, N° 10, 1992.
Rial Álvarez, Ana.
Los sonidos del pasado. Aproximación a
la tradición oral como fuente histórica: análisis de la epope-
ya de Sundjata Keita
, s/d.
Rosa, Alberto; Bellelli Guglielmo; Bakhurst David, “Repre-
sentaciones del pasado, cultura personal e identidad nacio-
nal”, en
Educação e Pesquisa
, São Paulo, vol. 34, N° 1, , jan./
abr. 2008 177, p. 167-195.
Salvarezza, Leopoldo,
Psicogeriatría. Teoría y clínica,
Bue-
nos Aires, Paidós, 1993.
Tifni, Evangelina. “Memorias chacareras. Nosotros y los
otros en el espacio social agrario del sur de la provincia de
Santa Fe.1946/1955”, en Actas del XI Encuentro Nacional
y V Congreso Internacional de Historia Oral de la Repúbli-
ca Argentina - Córdoba 2014, pp. 964 a 977. Disponible en
http://www.historiaoralargentina.org/38-anuncios/123-actas-
del-xi-encuentro-nacional-y-v-congreso-internacional-de-
historia-oral-de-la-republica-argentina-cordoba-2014
Entrevistas
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Entrevista a A.V. (Morón), 16 de mayo de 2011. Realizada
por Graciela Sáez y Mariela Canali.
Entrevista a J.C.F. (DGPeIH, CABA), 8 de mayo de 2014.
Realizada por Rodrigo Vázquez y Adriana Echezuri.
Entrevista a G.B., (DGPeIH, CABA), 5 de junio de 2014.
Realizada por Rodrigo Vázquez y Adriana Echezuri.
Entrevista a A.V. (Haedo), 6 de junio de 2014. Realizada por
Mariela Canali.
Entrevista a D.K. (DGPeIH, CABA), 3 de julio de 2014. Rea
-
lizada por Rodrigo Vázquez y Adriana Echezuri.