image/svg+xmlVoces Recobradas24Voces Recobradas24Memorias heredadasTransmisión y resignifcación de relatos intergeneracionalesMariela CanaliInstituto y Archivo Histó-rico Municipal de Morón – Provincia de Buenos Aires AHORA – Asociación de Historia Oral de la Repú-blica ArgentinaAdriana EchezuriÁrea de Historia Oral – GO-Pat - DGPMyCH – CABA Instituto Superior del Profe-sorado “Dr. J. V. González”AHORA – Asociación de His-toria Oral de la República ArgentinaEntrevista a Dolores (DK), 2014.
image/svg+xml25Revista de Historia OralRevista de Historia Oral25Nuestro objetivo es generar un debate y por esa ra-zón, si bien no es habitual encontrar estos temas en los Encuentros de Historia Oral, lo hemos inten-tado presentando avances de esta investigación en distintos lugares1. Por otra parte, creemos que debe haber muchos colegas que realizaron experiencias similares en las que, quizás, no se hayan planteado algunas cuestiones teórico/metodológicas y es eso justamente lo que nos interesa dis-cutir. Y esa discusión será, sin duda alguna, enriquecedora. El tema que nos proponemos analizar alcanza uno de los límites en la concepción de la Historia Oral, ya que nues-tros testigos no han participado directamente de los hechos que nos relatan. Por otra parte, la memoria que fluye es y seguirá siendo resignifcada por cada generación, otorgán-dole su propia subjetividad. Aunque las vivencias no hayan sido experimentadas directamente, el hecho de haber sido escuchadas y organizadas para su comprensión y relatadas oralmente ya las convierte en un dato histórico que debemos tener en cuenta.Nos hemos planteado una serie de interrogantes: ¿La Historia Oral debe concentrarse en las experiencias directas del entrevistado? ¿Qué pasa cuando el relato son experien-cias vividas por otros, hechos transmitidos de generación en generación conformando la memoria heredada? ¿Por qué se mantuvo esa memoria? ¿Cómo se realizó la transmisión? ¿Merece nuestra reflexión como historiadores orales? ¿Qué buscamos y qué nos interesa en esa reflexión? Para realizar esta tarea utilizamos diferentes entrevistas realizadas en el marco de distintos proyectos de investiga-ción llevados a cabo en nuestras instituciones de pertenen-cia. Señalaremos a continuación una breve reseña con los datos de nuestros testimoniantes y el contexto en que se realizaron las entrevistas.A.V. nació en 1934 en el pueblo de Morón, provincia de Bue-nos Aires. Su familia materna es una de las más antiguas del pueblo, tal es así que la historia familiar transmitida tiene su origen en un capitán español que arribó a Morón a mediados del siglo XVIII. A su muerte legó los terrenos para construir la primera iglesia del pueblo (actualmente Catedral Basílica de Morón) y la plaza principal. Sus herederos vendieron terre-nos en los alrededores de aquella donación y así comenzó a poblarse la pequeña aldea. Este relato, junto a otros pertene-cientes a sus descendientes, ha llegado hasta A.V. a través de la transmisión intrafamiliar y ha llevado a nuestro entrevistado a acercarse al Archivo Histórico local para buscar la documenta-ción que acreditara esas historias seculares. Las entrevistas que reseñaremos a continuación se reali-zaron para el proyecto de la DGPeIH2sobre el Centenario de la Primera Guerra Mundial. D.K. nació en 1925 en Capital Federal. Es hija de inmi-grantes judíos que escaparon de Rusia a principios de la década de 1920. En la entrevista también participó el nieto de D.K. cuyas intervenciones también se analizaron en este trabajo. Los recuerdos sobre la guerra, la revolución y los co-mienzos del comunismo marcan temas recurrentes como la persecución y la emigración. G.B., nieto, hijo y sobrino de judíos alemanes emigrados a Sudamérica (Uruguay y Chile) desde 1938 hasta 1940. Narra la vida cotidiana de su familia ante el avance del nazismo y posteriormente, el derrotero de la huida. En este caso tam-bién aparecen las temáticas de discriminación, persecución, exilio y los peligros suscitados por todas estas situaciones. J.C.F. es hijo de un inmigrante italiano. Su padre fue sol-dado durante la Primera Guerra Mundial y emigró a la Ar-gentina en 1926. Son pocos los relatos de su padre sobre la guerra, pero el entrevistado ha reconstruido a partir de ellos gran parte de su historia familiar. La última entrevista es la de F.P., quien participó en un proyecto de historia oral sobre el barrio porteño de Barracas. Es un inmigrante italiano de la Segunda Posguerra cuyo pa-dre fue soldado y prisionero de guerra en aquella contienda. Memoria y transmisiónMucho se ha escrito sobre la memoria y su relación con la historia. Los que nos dedicamos a la historia oral hemos te-nido que leer e interpretar textos de historiadores, antropó-logos, lingüistas, psicólogos, etc. A pesar de eso, nos segui-mos cuestionando el papel de la memoria y pareciera que en cada nueva investigación que abordamos debemos justifcar su utilización.Josefna Cuesta en su libro Memoria e historiarealiza un estado de la cuestión sobre este tema, bastante complejo y exhaustivo para el momento en el que fue escrito (1998) y obviamente, haciendo hincapié en la historiografía europea. En dicho texto menciona que es la sociología de la memoria la que ha analizado el tema de la memoria familiar, logran-do alcanzar importantes conocimientos a través de diversas variables de análisis: “los tipos de memorias y sus lógicas organizativas, la fnalidad que sostienen y la jerarquización que se origina entre ellas en el interior de la propia familia, su extensión temporal en el pasado, sus actitudes respecto a éste y los soportes en los que se apoyan, más las diferencias de género y edad, la diversidad de medio social y de activi-dad profesional de sus miembros (…). La combinación de estas diversas variables en cada género de memoria familiar ha permitido a Coenen-Hutner establecer al menos ocho tipologías predominantes: memorias intimistas afectivas, memorias intimistas ritualistas, memorias estatutarias, me-
image/svg+xmlVoces Recobradas26Voces Recobradas26morias socioeconómicas, memorias comunitarias, memo-rias societarias, memorias históricas y memorias anómicas.”3Más adelante menciona aquellos estudios que se dedica-ron a defnir las memorias burguesas o de clase media y conti-núa con otra cuestión interesante, “empieza a abrirse camino la exploración de la historia de la memoria infantil, difcultada especialmente por la carencia de fuentes (…). Existen más re-copilaciones o narraciones de adultos, de sus recuerdos de la edad niña, que análisis de la memoria infantil, que en la ma-yoría de los casos solo puede hacerse desde el horizonte de la edad madura, desde los años transcurridos y desde la acumu-lación de los diversos pasados en el propio presente”.4Nuestro trabajo se basa en relatos que nuestros testigos recibieron desde su niñez y que con el paso del tiempo han ido reelaborando y resignifcan-do. Cuando hablamos de historia oral precisamente hablamos de esas resig-nifcaciones ¿qué lleva a una persona a “guardar” esos relatos familiares? Es más ¿por qué los retransmite? Entran-do en el terreno de la psicología, pode-mos inferir que cuando el testigo supone que esa transmi-sión familiar puede llegar a su fn, dado que a la generación que le sigue ya no le interesa el relato, es cuando busca la manera de “abrirse” a otros y lograr una continuidad.La reminiscencia que da origen a esta transmisión es una forma especial de recordar, defnida por la psicología como el “acto o el hábito de pensar en las propias experiencias pasadas o relatarlas”. Podemos pensarla además como una actividad mental organizada, compleja y que posee una f-nalidad instrumental importante. Nadie se resigna a aceptar que su paso por la vida aca-bará en la nada y esta preocupación se traduce muchas ve-ces en una búsqueda personal de transcendencia. En esa demanda pueden crearse lo que en psicogeriatría se deno-minan herederos sociales. Criar herederos sociales tiene como punto social más alto la perpetuación de la humanidad a través de generar las vías de transmisión de sus valores más signifcativos, y también su punto individual más alto en la reafrmación de la autoestima necesaria para que “la vida valga la pena ser vivida” y a partir de allí, ser transmitida y trascender con ella.5Teniendo en cuenta el tipo de trabajo que nosotras realizamos con historia oral, y con estas entre-vistas en particular, cuyos testimoniantes han buscado “en-tregar” sus memorias para conformar un archivo, considera-mos que somos sus herederos sociales.En los casos que analizamos, tratamos con memorias familiares, parte primor-dial de la intimidad del grupo familiar. La historia de una familia, al igual que la historia social, se construye en su transmisión, los recuerdos narrados tienen que ver con los orígenes, las re-laciones, los espacios habitados, tam-bién la participación en acontecimien-tos destacados de la historia, tales como la batalla de Caseros, las guerras mundiales, la Revolución Rusa, entre otros y las consecuencias que tales hechos tuvie-ron en la vida cotidiana de la gente común. Algunos de los hechos narrados pueden parecer insig-nifcantes en apariencia, pero al ser transmitidos de gene-ración en generación se constituyen en momentos de cohe-sión y en algunos casos toman la forma de mito. El mito es una fantasía transgeneracional que forma parte del universo simbólico familiar y tiene como tarea mantener la tradición en el grupo, en su constitución y permanencia contribuyen todos los miembros de la familia de generación en genera-ción organizando de este modo la continuidad cultural.6En un total de cuatro entrevistas y numerosas charlas informales sostenidas con nuestro informante A.V., él man-tiene el relato familiar de la existencia de túneles debajo de la casa original de su antepasado, en el lugar donde hoy se encuentra erigido el Palacio Municipal de Morón. El relato sobre la presencia de esos túneles ha pasado de generación en generación y tanto su madre como él mismo se han em-peñado en demostrar su existencia y en dos ocasiones con-cretas (1939, cuando se estaba levantando el edifcio actual y en 2007 cuando se hicieron excavaciones para la colocación de contenedores de reciclaje en las veredas del Palacio) se han señalado testigos que han visto los túneles, incluso él ha conservado uno de los ladrillos. El hecho de que estas construcciones puedan tener entidad o no y que pueden ser insignifcantes para la historia del pueblo ya que su presen-Nadie se resigna a aceptar que su paso por la vida acabará en la nada y esta preocupación se traduce muchas veces en una búsqueda personal de transcendencia. Vista aérea de la plaza de Morón. Círculo izq.: Actual HCD, en el s. XVIII, casa de Marcos Alarcón. Círculo der.: Actual Catedral, terreno donado por Alarcón para levantar la Capilla Ntra. Sra. del Buen Viaje.
image/svg+xml27Revista de Historia OralRevista de Historia Oral27cia no ha demostrado ninguna consecuencia en el desarrollo histórico, nos lleva a plantearnos por qué este recuerdo per-manece después de más de dos siglos. Evidentemente actúa como momento de cohesión familiar y ha recreado un mito que se mantiene hasta nuestros días, remitiendo al origen de la familia al asentarse en el pueblo de Morón a media-dos del siglo XVIII y de ser descubiertos serían sin duda una prueba física de la presencia familiar desde esa época.Bueno, lo primero que hizo (Marcos de Alarcón, el fundador de la familia)fue el túnel, con los indios, con los negros, con todos ellos. Hicieron un túnel que sale del Concejo Deliberante a la iglesia vieja. (A.V.)Otro ejemplo es cuando D.K. cuenta episodios de la Revolución Rusa y del período stalinista, califcándolos como momentos de temor familiar y reitera en varias oportunidades (… ) ellos entraban y arrasaban con todo lo que encontraban en las casas (…). (D.K.)Sin embargo, su familia emigró antes de la llegada de Stalin al poder. Por lo tanto, el mito sobre lo sanguinario y desastroso del comunismo se construyó sobre los momen-tos difíciles que atravesó la familia durante la guerra civil y que los obligó a emigrar lo más lejos posible.Como fenómeno construido socialmente, la memoria sufre transformaciones y fluctuaciones constantes, aunque también existen en ella puntos inmóviles e invariables que implican hechos irreductibles en los que el trabajo de soli-difcación de la memoria fue tan importante que imposibili-tó que hubiera cambios. En opinión de Pollak las cosas más arraigadas, así como su extremo opuesto, las más variables, son los indicadores de verdad o falsedad, en el sentido posi-tivista de los términos.7Según Pollak, los elementos constitutivos de la memoria in-dividual o colectiva son los siguientes: en primer lugar los acon-tecimientos, los vividos personalmente y aquellos “vividos indi-rectamente”, es decir los vividos por el grupo al que esa persona pertenece y en los que no ha participado, pero que han tomado relieve en la tradición transmitida. En estos casos es posible que a través de la socialización política e histórica ocurra un fenóme-no de proyección o identifcación con determinado hecho, tan fuerte que se puede hablar de memoria heredada.En los casos tomados para esta investigación, obviamen-te, estamos centrándonos en recuerdos indirectos ya que nuestros entrevistados no han asistido personalmente a los acontecimientos relatados, sino que los mismos forman parte de la historia familiar que les ha sido pasada por las genera-ciones anteriores de padres, tíos y abuelos y que cada uno ate-sora como su origen individual, el que los une a un grupo de pertenencia: desde la fundación de un pueblo en la campaña bonaerense en el siglo XVIII, hasta la emigración producida por revoluciones, guerras y el avance de ideologías totalitarias en Europa.En segundo lugar, la memoria está constituida por per-sonas, que pueden haberse conocido directamente o per-sonajes frecuentados indirectamente por el relato y así se convirtieron en conocidos aunque no pertenecen al mismo tiempo y espacio del narrador. Este es el caso de todo el testimonio de A.V., que está separado por siglos de los personajes conocidos y queridos de los cuales cuenta su his-toria. Por último, también existen luga-res de la memoria, ligados al recuerdo personal o colectivo. Esta memoria de determinados lugares forma parte de la herencia familiar con tanta fuerza que se transforma en sentido de pertenencia. También este es el caso de A.V., que recuerda cómo su madre le señalaba los lugares donde se desarrollaron las historias transmitidas en la familia.A.V.:Cuando nosotros íbamos a visitar a una de las familias viejas de acá de Morón, mi madre me llevaba. Me decía: “Acá estaba la virgen (la que había hecho traer el fundador de la familia),acá tenía el rancho el abuelo”.G.:¿Y dónde era eso?A.V.:En Morón, en la plaza (la plaza principal)y donde está el Concejo Deliberante. Porque después voltearon la estancia de los Alarcón, ahí hicieron media manzana de casas.(...) el mito sobre lo sanguinario y desastroso del comunismo se construyó sobre los momentos difí-ciles que atravesó la familia durante la guerra civil y que los obligó a emi-grar lo más lejos posible.Alejandro Valsuani. Entrevista en el IAHMM, 2001.
image/svg+xmlVoces Recobradas28Voces Recobradas28G.:Donde está el Municipio ahora.A.V.:Claro8.Tanto acontecimientos, personajes y lugares conocidos directa o indirectamente pueden relacionarse con aconteci-mientos, personajes y lugares reales empíricamente funda-dos en hechos. Pero también se puede tratar de una proyec-ción de otros eventos, de transferencia por herencia, como son los recuerdos de nuestros entrevistados.Cuando se trata de memoria heredada hay una ligazón fenomenológica muy estrecha entre memoria y sentido de pertenencia o identidad. Esto es muy claro en los testimo-nios de A.V. ya que toda su narración la relaciona, incluso, a la posesión de la tierra de una gran parte de lo que es el actual municipio de Mo-rón. En el relato de G.B. también apa-rece un sentido de identidad que se presenta cerrando el círculo del exilio que empezaron sus abuelos alemanes judíos al huir de Prusia Oriental y que él viene a concluir emigrando de Chile a Buenos Aires, dando valor a su propio exilio para culminar el que sus ancestros comenzaron. Y en el caso del nieto de D.K., que interviene en el diálogo puntualizando datos y recuerdos que le han sido transmitidos y que él señala como precisiones que “ajustan” los recuerdos de su abuela con datos más precisos y que él identifca como la historia de su familia.Este sentido de identidad se refere a la imagen que una persona adquiere a lo largo de su vida, imagen construida y presentada a los otros para acreditar su propia representa-ción. Estas historias fundamentan ese sentido de identidad, todos “descienden” de ellas, hay una continuidad que puede ser denominada como principio de permanencia en el tiem-po. En esta permanencia en el tiempo, los recuerdos del pa-sado se vuelven constitutivos de la identidad y, por ende, de la memoria. En la primera se conjugan el tiempo presente –en el que se está narrando- con el tiempo pasado –el que se narra-. Es en esta historia narrada en la que se va construyendo la iden-tidad, el sentido del pasado. Es posible hablar de un sentido activo del pasado en tanto que el pasado es fjo, no puede cambiarse ni evitar que suceda pero sí puede cambiarse su sentido, su signifcado.9Las memorias heredadas sufren, entonces, fluctuaciones en función del momento en que se articulan para ser conta-das. En todas las entrevistas cada individuo aporta datos “de su propia cosecha” por lecturas, referencias oídas, películas vistas, información recabada, etc., lo que ha permitido en-contrar nuevos signifcados a los relatos de sus mayores ha-ciendo más coherente y comprensible la tradición recibida.La construcción de la identidad siempre se produce en referencia a otros, también a criterios de aceptabilidad y de credibilidad. Es el caso de A.V. que cuando habla de las primeras historias escritas sobre el pueblo de Morón, que no hacen referencia alguna a sus antepasados “fundadores”, plantea su reclamo a esos mismos escritores y la respuesta es negativa, argumentos que quitaban veracidad a su relato. Sin embargo, cuando el Instituto y Archivo Histórico Munici-pal consiguió la documentación que acreditaba su historia, él mismo vio reforzado su sentido de identidad, incluso a través de la ofcialización de esa historia al colocarse el nom-bre de su antepasado a una de las calles de la ciudad. M:Ahora todo esto de la donación de la pla-za a usted se lo contaron (…)A.V.:Me lo contaron, y yo no quería creerlo. Porque estábamos pobres (…) Yo creía que mi mamá y mi tía hablaban… “Estos son todos viejos que hablan cosas de…de gran-deza… como los viejos”. M:¿Y cuándo empezó a creer que era cierto? (…) A.V.:Ya tenía dudas, porque me hablaban que éramos medio pa-rientes del general Soler. Digo, voy a ir al Instituto Histórico y voy a empezar a mover. Esto ya lo sabía de antes, pero no había decidido cómo era la mano porque a lo mejor no me van a creer hasta que no tenga papeles (...) Yo quedé con la duda esa y fui al Instituto His-tórico, pero fui por otra cosa, por el general Soler y me sacan que verdaderamente lo que decía mi madre era todo lo de la familia. M:¿Y qué pensó cuando le dijeron que era cierto?A.V.:¡Uh! Me puse contento, pensé en mi madre y en los tíos, que no los tenía más, al que me contaba toda la historia.M:Y ahí empezó a creer toda la historia.A.V.:Empecé a creer toda la historia, cómo era, cómo era Morón.10Las sucesivas generaciones de seres humanos solo tu-vieron durante siglos el uso de la tradición oral como única forma de compartir y transmitir su conocimiento; incluso en las sociedades consideradas alfabetizadas, hasta comienzos del siglo XX, la escritura fue patrimonio de pequeños grupos privilegiados y así la tradición oral se revela como forma de comunicación y como valiosa vía de adquisición de saberes.11El historiador y antropólogo belga Jan Vansina, a través de sus importantes investigaciones y reflexiones, ha explica-do cuáles son las características de la tradición oral: un tes-timonio indirecto que se encuentra condicionado por la ca-dena de transmisión, hasta el punto que el testimonio fnal Cuando nosotros íbamos a visi-tar a una de las familias viejas de acá de Morón, mi madre me llevaba. Me decía: “Acá estaba la virgen (la que había he-cho traer el fundador de la familia),acá tenía el rancho el abuelo”.
image/svg+xml29Revista de Historia OralRevista de Historia Oral29es de un testigo a modo de eslabón entre pasado y presente. A lo largo de este proceso, el testimonio sufre una serie de cambios de contenido, interpretación y función. El testigo, de esta forma, influirá en la evolución y cambio del testi-monio ya que no es un repetidor sino un recreador que deja huella de su personalidad.12El objetivo del historiador será entender esos testimonios, su estructura y sentido conferi-dos en la cultura en la que está inserto el testigo. Aquí volvemos a los testimonios, sobre todo de G.B., que aporta numerosísimos datos del contexto, tanto político como socioeconómico, de la situación europea de la pregue-rra y de los primeros años de la Segunda Guerra Mundial. (…) Cuando termina la guerra en virtud del… no rendición del, ¿cómo se llama? del armisti-cio que se hace, Alemania pierde una serie de territorios. Sabemos que Prusia Oriental que-da separada del resto de Alemania (…). (G.B)13Al mismo tiempo, A.V. también aporta su interpretación sobre la batalla de Caseros y la participación de tropas brasileñas cuando señala que su abuela hablaba de muchos negros que venían con Urquiza y cuenta: “Señora –le dijeron los soldados de Urquiza- no, no, no le vamos a hacer nada a ustedes”. No sabrían que eran federales porque si no los matan. Dice que vio un montón de negros, negros de artillería, con los cañones, todo…los brasileños serían. (A.V)En el caso de J.C.F. su testimonio deja en claro que él mismo ha reelaborado esa historia familiar: (…) mucho tiempo después cuando uno va conociendo la historia porque es más grande, porque le van transmitiendo cosas más acorde a la edad de cada uno, por la inquietud que tiene uno, me enteré que uno de los problemas que tuvo mi padre estando acá en Argentina, es que debido a esa herida, él no podía hacer ciertas ta-reas que requirieran fuerza o precisión (…).14Las fuentes narradas, transmitidas de boca en boca por medio del lenguaje son tradiciones orales en las que se expresan los hechos relevantes que mantienen unidos los signifcados cons-truidos por una comunidad a lo largo de varias generaciones. Es necesario para nosotros, como profesionales, com-prender cómo se estructuran los relatos y qué sentidos po-nen en circulación, ya que su valor subjetivo es precisamente el valor más original. Estos relatos conforman una historia de vida y se producen con una intención: elaborar y transmitir una memoria, personal o colectiva, que hace referencia a la forma de vida de una comunidad en un período históri-co concreto. Para el entrevistado, la pregunta acerca de ese pasado implica una instancia de reflexión, quizás más pro-funda y amplia en estos casos ya que la transmisión se ha realizado a lo largo de muchos años en las familias y ha per-mitido la reelaboración de los hechos, la sistematización del recuerdo y la resignifcación de lo acontecido.15Como estamos señalando, las memorias son recreaciones del pasado que nos producen un sentido de continuidad, un sentimiento de ser una entidad con pasado y con futuro. De este modo los recuerdos tienen un contenido y una forma. El lenguaje contribuye a la forma que toman los resultados de los actos del recuerdo, sobre todo cuando se comunican a otras personas.16Las memorias familiares son una forma de las memorias colectivas, y para que estas memorias establezcan la continuidad entre pasado y presente se requiere que se comuniquen a través del lenguaje, que es el marco central de la memoria colectiva porque a partir de él se construyen, mantienen y comunican los contenidos y signifcados. El lenguaje es el posibilitador del recuerdo y la comunicación permite que la memoria permanezca y que el signifcado de los acontecimien-tos pasados se mantenga porque no se transmite un hecho en sí, como se ha planteado, sino el sentido de ciertos eventos. En los casos analizados vemos que estos eventos son el origen de la familia y acontecimientos de tipo traumático, fundamental-mente en los relacionados a las guerras mundiales. Narrar es relatar, contar, informar acerca de algo y ese algo debe tener un sentido para quien narra y para quien escucha, porque esa es la cualidad de la memoria: guardar y dar cuenta de lo signifcativo de la vida, de lo que vale la pena mantener para luego comunicar y que alguien lo entienda. ¿Qué tienen de signifcativo los testimonios que hemos tomado? Los tes-timonios relacionados con memorias traumáticas de tiempos Las sucesivas generaciones de seres humanos solo tuvieron duran-te siglos el uso de la tradición oral como única forma de compartir y transmitir su conocimiento.Entrevista a Gastón (GB), DGPeIH, 2014.
image/svg+xmlVoces Recobradas30Voces Recobradas30de guerra de algunos de nuestros entrevistados nos muestran la necesidad de preservar al núcleo familiar a través de estra-tegias de supervivencia, de acciones arrojadas que implicaron la huida hacia otros países y el comienzo de la historia familiar a partir de esa emigración forzada. Los relatos son narrados desde una perspectiva particu-lar. Las personas, cuando cuentan, van determinando qué es memorable. Esto es más notable en el caso del nieto de D.K. cuyas intervenciones aportan precisiones a la narración de su abuela. Nieto:Decí el nombre de la familia.En otro tramo de la entrevista vuelve a precisar:D.K.:(…) Mi mamá tiene un hermano mayor, varios hermanos mayores, uno de ellos le tocó el servicio militar (…) él le tenía mucho miedo a los caballos y justo cuando entró al servicio militar le tocó caballería. Y no había forma de decir que no me gusta, que tengo miedo, y llegó a ser profesor después de eso, enseñaba después equitación… Nieto:No, instructor de caballería, decís.D.K.:Si, ahí está, llegó a ser instructor y vino la guerra17.Por lo tanto podemos considerar a la memoria como na-rrativa tanto como relato de progresión de acontecimientos en el tiempo y como conformación de una trama que contie-ne actores, escenarios y acciones; al mismo tiempo tiende a hacerse verosímil (no con criterio de verdad necesariamen-te). Es interesante puntualizar que en dos de los casos ana-lizados (A.V. y el nieto de D.K.) se busca confrmar el relato con documentación, la cual es buscada para dar veracidad a la verosimilitud del relato recibido. Es una cadena: nuestros entrevistados han sido testigos de sus padres, de sus abue-los, sus ancestros y ahora somos nosotros los testigos de estos últimos eslabones y su recuerdo quedará encuadrado dentro de lo que podríamos llamar una memoria ofcial, al ser depositado en una institución que podría afrmarse, da-ría una “legitimación” a esos testimonios.Si una versión o interpretación del pasado se institucio-naliza termina por traducirse en un “referente de verdad” como en el caso de A.V. para quien los antiguos sabían, luego fueron ignorados y se escribió otro origen para el pueblo, aho-ra su historia está fundamentada en documentación y es presentada por el Instituto Histórico como “la verdad”.Siguiendo el análisis de estos rela-tos como estructuras narrativas pode-mos señalar que todos estos testimo-nios presentan ciertas características: hay un reparto de personajes que son libres de actuación (son los abuelos, padres, tíos y en algunos casos persona-jes que se remontan a una existencia de varios siglos atrás). Estos personajes tienen expectativas reconocibles. El relato se inicia con la “alteración de cierto orden” y cuando “algo está alterado” hay algo que narrar. Esto es más reconocible en D.K. y en G.B. porque el origen de la narración es la alte-ración de la vida de sus abuelos y padres y hasta el peligro que corren en situaciones de revolución y guerra. La acción del relato describe los intentos por superar lo alterado y al fnal hay un resultado o solución, en ambos casos citados es la emigración y el establecimiento de la familia en países donde pueden vivir en paz. Por último se precisa de un na-rrador.18El relato de nuestros entrevistados evoca en ciertos sen-tidos, un legado que se ofrece como tal y esa transmisión es la ejecución de un testimonio y su reproducción. En este ejercicio hay dos pares conceptuales que deben analizarse: TESTIMONIO/ TESTIGO y TRANSMISIÓN/ TRADICIÓN.En cuanto al primer par, señalaremos que en el campo del relato oral, por su naturaleza dialógica y colectiva, no se tra-ta de identifcar testigos presenciales de secundarios, sino de centrar la atención en la narración misma (lo que antes ya vi-mos como signifcado de los acontecimientos) porque no hay nada que comprobar, sino hablar de lo sucedido y narrado. El testimonio es ese relato de los acontecimientos tal como son recordados, se inicia con un primer testigo observador que da vida al testimonio original. Allí se inaugura la cadena de trans-misión siendo cada testigo auricular, un eslabón de la misma. “Señora –le dijeron los soldados de Urquiza- no, no, no le vamos a hacer nada a ustedes”. No sabrían que eran federales porque si no los matan.DK recordando la historia de sus padres.
image/svg+xml31Revista de Historia OralRevista de Historia Oral31El último testigo confgura el testimonio fnal, que como ya señalamos, ha sufrido variaciones a lo largo de la transmisión, ya que cada informador ha dejado la impronta de su persona-lidad, su interpretación, su cultura y entorno. Por su parte, el testigo es quien da su testimonio y quien encarna el trabajo de la memoria, la tarea desarrollada en el presente tanto en la conmemoración como en la búsqueda o conservación de recuerdos. Hay que agregar que nosotros, como receptores de esos testimonios, también somos testi-gos de estas memorias heredadas. La transmisión, además del acto comunicativo de informar, se hace eco de la tradi-ción porque incorpora una acción dialógica que se sostiene en la presencia y disponibilidad de la escucha para su incor-poración a un proceso de legado.19Uno de los puntos que nos gustaría resaltar es la forma que adopta la comunicación del relato intrafamiliar, sobre todo en el caso de A.V. porque pareciera una especie de ri-tual, que él mismo recuerda como un momento importante. Los elementos que creaban el clima de intimidad familiar que propiciaba el relato eran la presencia de un narrador (madre, tía abuela, tío) y del miembro más joven de la fami-lia que recibía el relato, también estaban el mate, el brasero, el sentarse para contar y escuchar una historia.Primero venía la tía abuela de mi mamá, que vivía todavía, tenía noventa y pico de años. Venía y contaba la historia, entonces yo paraba la oreja. Entonces la vieja decía “andá para adentro”. Yo iba adentro, daba una vueltita, porque me gustaba la historia, y me escondía (Risas). Entonces escuchaba todo. Y después ¡Cómo coin-cidían, todos iguales! Cuando ya fue mayor, entonces la transmisión fue más “seria”: “Mami, contame algo de Morón”. Entonces la vieja se ponía el carbón, el mate, un cachito de cáscara de naranja y un carboncito adentro para que tomara gusto el mate y después empezaron a entrar todas las señoras viejas del barrio (menciona a las familias)¡Toda una antigüedad grande! Venían todos a mi casa a tomar mate con mi mamá. Entonces yo ponía la oreja y mi madre me contaba.20Mariela:¿Y cómo era que le contaban? ¿Ellos se sentaban y habla-ban?A.V.:Mi tío, cuando yo era más grande me hablaba directamente. Mi tío Evaristo. Venía a la mañana, el domingo, porque trabajaba en el ferrocarril, entonces cuando el domingo tenía libre venía a mi casa. (…) Yo preparaba el mate, yo sabía, mi vieja hacía unas torti-tas o algo… sí, estaba con vida, mi mamá. Mariela:Y mientras tomaban mate le contaba….A.V:Contaba de esto y de allá… “Tío ¿y esto?” Porque le buscaba la profundidad.(…)Mariela:¿Y qué otras historias le contaban?A.V:Bueno, te cuento. Según lo que me contaba mi tío, mi tío, mi abuela, todos los que contaban…Mariela:¿Todos le contaban las mismas historias?A.V:… las mismas historias, por eso te lo cuento, sino no lo cuento.21ConclusionesVolvemos a las preguntas planteadas al comienzo de esta reflexión: ¿La Historia Oral debe concentrarse en las experiencias directas del entrevistado? ¿Qué pasa cuando el relato son ex-periencias vividas por otros, hechos transmitidos de genera-ción en generación conformando la memoria heredada? ¿Por qué se mantuvo esa memoria? ¿Cómo se realizó la transmi-sión? ¿Merece nuestra reflexión como historiadores orales? ¿Qué buscamos y qué nos interesa en esa reflexión? No es habitual en el trabajo de la historia oral que el tes-tigo sea un testigo indirecto. Para algunos historiadores esto podría plantear un límite en la investigación. Sin embargo, nosotras creemos que no es así, porque más allá de los he-chos que el testigo relate lo que importa es el signifcado de ese relato, que puede variar en cada testimonio. El propio hecho de la transmisión es en sí mismo un hecho histórico y a él le otorgamos la atención en este trabajo. Esa transmi-sión se realizó de padres a hijos, de abuelos a nietos, de tíos a sobrinos, en algunos casos en una suerte de ritual, porque es recordado como un momento esencial, que consistía en sentarse frente a frente y narrar los recuerdos que guardaría la próxima generación. Ya analizamos como lo recuerda A.V., en el caso de D.K., lo recuerda así: (…) Yo me sentaba como está usted con mi mamá y mi mamá me contaba cosas…Situación de entrevista, DGPeIH.
image/svg+xmlVoces Recobradas32Voces Recobradas32Esas memorias creemos que se han mantenido sobre todo para fortalecer la cohesión del grupo familiar, remitiendo a los orígenes, a veces traumáticos, de la familia actual, como así también dejar testimonio de que esas familias vivieron esos conflictos internacionales, esas ideologías en pugna, esos momentos que pudieron haber cambiado la historia del mundo y de los cuales estas familias fueron testigos, con su propia historia. Por otra parte, como se ha mencionado a lo largo del trabajo, lo importante también es el hecho de que esos relatos sean depositados en una institución ofcial: porque pasan a formar parte del archivo oral de esas instituciones y por lo tanto estarán al alcance de otros investigadores; además creemos que esa memoria heredada, al quedar depositada en estas instituciones, de alguna forma busca legitimarse como una historia “verdadera”. Cuando el úl-timo testigo se da cuenta de que esa memoria heredada morirá con él, busca preservarla y transmitirla, en este caso a nosotros, herederos sociales que por otra parte legitima-mos ese recuerdo con nuestra pertenencia a instituciones históricas ofciales. Notas————— ————— ————— ————— ———----—— ———— ————— ———1. Los avances de investigación fueron presentados en: XV Congreso de Historia de los Pueblos de la Provincia de Buenos Aires, La Plata, 23 y 24 de abril de 2015.VI Encuentro Latinoamericano de Historia Oral: “Memorias, Sociedades y Ambiente”. UNA, Heredia, Costa Rica, 22 al 26 de junio de 2015.XV Jornadas Interescuelas/Departamentos de Historia. Facul-tad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, Comodoro Rivada-via – Chubut. 16 al 18 de septiembre de 2015 2. Dirección General Patrimonio e Instituto Histórico de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En la actualidad es la Di-rección General Patrimonio, Museos y Casco Histórico.3. Josefna Cuesta Bustillo (editora), Memoria e historia.Ma-drid, Marcial Pons, 1998, p. 210.4. Ibídem, pp. 214-215.5. Leopoldo Salvarezza, Psicogeriatría. Teoría y clínica. Buenos Aires, Paidós, 1993.6. Anna María Nicoló Corigliano, Lo transgeneracional, en-tre mito y secreto. Contribución presentada en el Seminario Internacional de estudios: “Dinámicas inter -generacionales en el desarrollo y en la clínica”, Nápoles, 12 de Noviembre de 1993.Artículo (modifcado en parte) extraído del n 1/96 de Interazione(revista editada por Franco Angeli)7. Michael Pollak, Memoria e identidad social. Estudos Históricos, Rio de Janeiro, vol. 5, n. 10, 1992, p. 200-212.8. Entrevista a A.V. Morón, 16 de mayo de 2011. Realizada por Graciela Sáez y Mariela Canali.9. Evangelina Tifni. “Memorias chacareras. Nosotros y los otros en el espacio social agrario del sur de la provincia de Santa Fe.1946/1955”, en Actas del XI Encuentro Nacional y V Congreso Internacional de Historia Oral de la Repúbli-ca Argentina - Córdoba 2014, pp. 964 a 977. Disponible en http://www.historiaoralargentina.org/38-anuncios/123-actas-del-xi-encuentro-nacional-y-v-congreso-internacional-de-historia-oral-de-la-republica-argentina-cordoba-201410. Entrevista a A.V. Haedo, 6 de junio de 2014. Realizada por Mariela Canali.11. Eloy Gómez Pellón, “Oralidad y memoria: sobre los testi-monios verbales del pasado”. En Edición: ETNICEX. Revista de Estudios Etnográfcos, 2012, Núm. 4. APEA (Asociación Profesional Extremeña de Antropología).12. Ana Rial Álvarez, Los sonidos del pasado. Aproximación a la tradición oral como fuente histórica: análisis de la ep-opeya de Sundjata Keita.13. Entrevista a G.B., DGPeIH, CABA, 5 de junio de 2014. Realizada por Rodrigo Vázquez y Adriana Echezuri.14. Entrevista a J.C.F. DGPeIH, CABA, 8 de mayo de 2014, realizada por Rodrigo Vázquez y Adriana Echezuri.15. Adolfo Colombres, “Oralidad y literatura oral”. En Orali-dad. Anuario 9. Lenguas, identidad y memoria de América. 1998. Ofcina Regional de Cultura de la UNESCO para Amér-cia Latina y el Caribe (ORCALC)16. Alberto Rosa, Guglielmo Bellelli y David Bakhurst, “Representaciones del pasado, cultura personal e identidad nacional” EnEducação e Pesquisa, São Paulo, v. 34, n.1, p. 167-195, jan./abr. 2008 17717. Entrevista a D.K. CABA, 3 de julio de 2014, realizada por Rodrigo Vázquez y Adriana Echezuri.18. Jorge Mendoza García, “Las formas del recuerdo. La me-moria narrativa”. En Athenea Digital. Nº 6otoño 2004.19. Carlos Masotta, “La matanza” Memoria y poética de la transmisión. En Corpus. Archivos virtuales de la alteridad americana, Vol. 2, N°1, 1er. semestre 2012, http://ppct.caicyt.gov.ar/index.php/corpus20. Entrevista a A. V., 16 de mayo de 2011.21. Entrevista a A.V., 6 de junio de 2014.Bibliografía————— ————— ————— ————— ———----—— ———— ————— ———Colombres, Adolfo, “Oralidad y literatura oral”, en Oralidad. Anuario 9. Lenguas, identidad y memoria de América. 1998. Ofcina Regional de Cultura de la UNESCO para América La-tina y el Caribe (ORCALC).Cuesta Bustillo, Josefna (editora), Memoria e historia, Ma-drid, Marcial Pons, 1998.Gómez Pellón, Eloy, “Oralidad y memoria: sobre los testi-monios verbales del pasado”, en ETNICEX.Revista de Es-tudios Etnográfcos, Núm. 4. APEA (Asociación Profesional Extremeña de Antropología), 2012.Masotta, Carlos, “La matanza. Memoria y poética de la trans-misión”, en Corpus. Archivos virtuales de la alteridad ameri-cana, Vol. 2, N°1, 1er. semestre 2012. Disponible en: http://ppct.caicyt.gov.ar/index.php/corpusMendoza García, Jorge, “Las formas del recuerdo. La memo-ria narrativa”, en Athenea Digital, Nº 6, 2004.Nicoló Corigliano, Anna María, Lo transgeneracional, en-tre mito y secreto, Contribución presentada en el Seminario Internacional de estudios: “Dinámicas inter -generacionales en el desarrollo y en la clínica”, Nápoles, 12 de noviembre
image/svg+xml33Revista de Historia OralRevista de Historia Oral33Memorias heredadas. Transmisión y resignifcación de relatos intergeneracionalesMariela Canali y Adriana EchezuriEl tema analizado alcanza uno de los límites en la concepción de la Historia Oral, ya que nuestros testigos no han participado directa-mente de los hechos que nos relatan.La relación entre los recuerdos propios y los de otros representa una forma de memoria colectiva. La comunicación es un proceso que permite la permanencia del signifcado de los acontecimientos pasados. En esos relatos lo que importa es la verosimilitud de lo que se narra más que la veracidad de lo acontecido, ya que a la memoria colectiva no le interesa tanto la exactitud con la que ocurrió un hecho sino la reconstrucción y signifcado que para un grupo tienen los sucesos pasados.Además, la memoria que fluye es y seguirá siendo resignifcada por cada generación, otorgándole su propia subjetividad. El pasado es reconstruido y reformulado permanente-mente en cada presente; y aunque las viven-cias no hayan sido experimentadas directa-mente, el hecho de haber sido escuchadas, organizadas para su comprensión y relatadas oralmente ya las convierte en un dato históri-co que debemos tener en cuenta.Es por esto que nos hemos planteado una se-rie de interrogantes: ¿Qué pasa cuando el re-lato son experiencias vividas por otros, hechos transmitidos de generación en generación conformando la memoria heredada? ¿Por qué se mantuvo esa memoria? ¿Cómo se realizó la transmisión? ¿Merece nuestra reflexión como historiadores orales? ¿Qué buscamos y qué nos interesa en esa reflexión?Inherited Memoirs. Transmission and redefnition of inter-generational storiesMariela Canali y Adriana EchezuriThe topic in question reaches one of the limits related to the conception of Oral History, since our witnesses did not have a direct participation in the facts that they related. The relationship between our memories and others´ memories represent a kind of collective memory. Com-munication is a process that guarantees the continuance of the signifcance of past events. As regards these stories, the credibility of what happened is what matters. Collective memory is interested in the reconstruction and signif-cance that a certain group may have towards past events, and not so much in the precision of what happened.Furthermore, memory flows and every gen-eration will continue with its redefnition. It will gain its own subjectivity. The past is rebuilt and reformulated in every present. And, even though the living experiences were not expe-rienced directly, the fact that they have been heard, understood and related orally turns them into an historical fact that we have to bear in mind.For this reason, we have considered the follow-ing questions: what happens when the facts are related to situations experienced by others, facts that were transmitted from generation to generation to build an inherited memory? Why was this memory maintained? How was this transmission carried out? Does it deserve our reflection as oral historians? What are we look-ing for or what do we want to know about this reflection? Memórias herdadas. Transmissão e ressignificação de histórias intergeracionaisMariela Canali y Adriana EchezuriO assunto analisado atinge um dos limites na concepção da História Oral, já que nossas teste-munhas não participaram diretamente dos fa-tos que nos dizem. A relação entre as memórias de uma pessoa e as dos outros representa uma forma de memória coletiva. A comunicação é um processo que permite a permanência do sig-nifcado de eventos pasados. Nestas histórias, o que importa é a verossimilhança do que é narra-do, do que a verdade do que aconteceu, já que a memória coletiva não está tão interessada na exatidão com que ocorreu um evento, mas sim na reconstrução e signifcado que para um gru-po os eventos passados.Além disso, a memória que flui é e continuará a ser ressignifcada por cada geração, dando-lhe a sua própria subjetividade. O passado é perma-nentemente reconstruído e reformulado em cada presente; e embora as experiências não tenham sido vivenciadas diretamente, o fato de ter sido ouvido, organizado para sua compreen-são e relatado oralmente já faz delas um fato histórico que devemos levar em conta.É por isso que levantamos uma série de per-guntas: o que acontece quando a história é uma experiência vivida por outros, eventos passados de geração em geração, formando memórias herdadas? Por que essa memória fcou? Como foi feita a transmissão? Nós merecemos nossa reflexão como historiadores orais? O que procu-ramos e o que nos interessa nessa reflexão?de 1993. Artículo (modifcado en parte) extraído del N° 1/96 de Interazione(revista editada por Franco Angeli).Pollak, Michael, Memoria e identidad social. Estudios Histó-ricos, Rio de Janeiro, vol. 5, N° 10, 1992.Rial Álvarez, Ana. Los sonidos del pasado. Aproximación a la tradición oral como fuente histórica: análisis de la epope-ya de Sundjata Keita, s/d.Rosa, Alberto; Bellelli Guglielmo; Bakhurst David, “Repre-sentaciones del pasado, cultura personal e identidad nacio-nal”, enEducação e Pesquisa, São Paulo, vol. 34, N° 1, , jan./abr. 2008 177, p. 167-195.Salvarezza, Leopoldo, Psicogeriatría. Teoría y clínica, Bue-nos Aires, Paidós, 1993.Tifni, Evangelina. “Memorias chacareras. Nosotros y los otros en el espacio social agrario del sur de la provincia de Santa Fe.1946/1955”, en Actas del XI Encuentro Nacional y V Congreso Internacional de Historia Oral de la Repúbli-ca Argentina - Córdoba 2014, pp. 964 a 977. Disponible en http://www.historiaoralargentina.org/38-anuncios/123-actas-del-xi-encuentro-nacional-y-v-congreso-internacional-de-historia-oral-de-la-republica-argentina-cordoba-2014Entrevistas————— ————— ————— ————— ———----—— ———— ————— ———Entrevista a A.V. (Morón), 16 de mayo de 2011. Realizada por Graciela Sáez y Mariela Canali.Entrevista a J.C.F. (DGPeIH, CABA), 8 de mayo de 2014. Realizada por Rodrigo Vázquez y Adriana Echezuri.Entrevista a G.B., (DGPeIH, CABA), 5 de junio de 2014. Realizada por Rodrigo Vázquez y Adriana Echezuri.Entrevista a A.V. (Haedo), 6 de junio de 2014. Realizada por Mariela Canali.Entrevista a D.K. (DGPeIH, CABA), 3 de julio de 2014. Rea-lizada por Rodrigo Vázquez y Adriana Echezuri.