Revista de Historia Oral
55
L
a difusión de la metodología de la Historia Oral es
una de las funciones que nos ocupa como área espe-
cializada en esta forma de hacer historia. La llevamos
adelante de distintas maneras, una de ellas es el curso que
ofrecemos con el fin de intentar aproximar a los y las partici-
pantes a la Historia Oral a través de conocimientos prácticos
y teóricos. Es una tarea itinerante, la acercamos a distintos
ámbitos, lo que a su vez nos lleva a conocer personas con las
que se da un intercambio por demás placentero: brindamos
el curso y recibimos nuevos conocimientos y experiencias por
parte de los asistentes quienes, como es usual, tienen distin-
tas especificidades de acuerdo al área que representan.
Esta vez, el curso tuvo como participantes a trabajado-
res y trabajadoras del campo de la salud. Estos representan
a distintos hospitales porteños y comparten la misma in-
quietud: la de realizar el rescate patrimonial –tanto material
como inmaterial– de los mismos a través de diversos recorri-
dos, como por ejemplo los casos de los hospitales Durand y
Rivadavia que han montado sus respectivos museos. Los de-
más están en proceso de transitar caminos similares. Otra de
las formas en la que se proponen revalorizar el patrimonio
hospitalario es la búsqueda y preservación de los recuerdos
de quienes hayan trabajado allí, y para ello necesitan esta
aproximación a la Historia Oral.
Por último, quisiéramos agradecer a la Red Cultural Hospi-
talaria por contactarnos y permitirnos, así, ofrecerles el curso
como vehículo para acercarles la Historia Oral, herramien-
ta que creemos fundamental para los proyectos que tienen
como consigna el rescate patrimonial, por la particularidad
de su método y originalidad para la conservación de la me-
moria (individual, colectiva, institucional, etc.) y, por ende,
para la construcción de la historia. Porque estamos conven-
Curso de Historia Oral
para la preservación
del patrimonio inmaterial
de los hospitales porteños
cidos de que, aunque hacer historia requiere habilidades
determinadas, posee métodos y criterios propios, no es una
tarea que necesariamente se deba restringir al campo de los
especialistas. La sociedad en su conjunto, como protagonista
vital, no puede estar excluida de esta actividad. De lo contra-
rio, tendríamos una historia incompleta, parcializada, des-
pojada de las voces de los vecinos, propulsores indiscutibles
de su propia historia. Es por ello que la historia oral pone en
valor las fuentes orales, y recupera de este modo un espacio
para la historia no oficial.
El curso fue dictado entre los meses de junio y julio de
2020, en las cuatro sedes interesadas: Hospital Udaondo, Hos-
pital Muñiz, Hospital Rivadavia y Hospital Durand.
Actividades
Lo que pasó...
Hospital de Infecciosas Francisco Javier Muñiz.