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La utilidad de
la historia oral en
el rescate de testimonios
de protagonistas
de la museología
mexicana
Dr. Carlos Vázquez
Olvera
Profesor investigador del
INAH. México
Vista del taller de pintura de caballete, 10 de julio de 1969. Tomada por: E. Sánchez. Secretaría de Cultura-INAH. Fototeca de la CNCPC- MEX.
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Revista de Historia OralRevista de Historia Oral 31
ción de museos que impartía el arquitecto Felipe Lacouture
Fornelli, tuvimos acceso a fotocopias de artículos de otros
países que él obtuvo de sus asesorías a través de la Unesco,
a textos de su autoría como: La organización y administra-
ción de museos, Las colecciones del museo. Registro, inventarios,
catalogación, documentación y guiones y Museografía: proceso
de planeación de las exhibiciones, su producción y montaje, así
como fichas de catalogación e inventarios de distintos mu-
seos.
Los profesores Alfonso Soto Soria y Carlos Velasco Arzac
impartían la clase de Diseño museográfico, tema muy de
moda en ese momento, apoyada con tres textos Desarrollo
de un sistema de mobiliario para museos, De-
sarrollo de un Sistema de Señalamientos
para Museos. Símbolos, signos y señales, y
Diseño Gráfico Aplicado a los Museos.
El profesor Mario Vázquez com-
partió sus experiencias en la produc-
ción y montaje de exposiciones tanto
en el Instituto Nacional de Bellas Ar-
tes (INBA) como del INAH, particular-
mente, en su trayecto por el proyecto
y ejecución del entonces nuevo Museo
Nacional de Antropología (MNA). Estas
relexiones solamente quedaron como anécdotas de traba-
jo sin haberse registrado sus sistemas de trabajo.
Durante las narraciones de las experiencias en las clases
me imaginaba y valoraba la importancia de un adecuado
registro de estas, apoyado en una recopilación fotográfica
que, yo suponía, tendrían nuestros profesores. Sus expe-
riencias no solo en México sino en gran parte del territorio
latinoamericano era ya importante y abundante, lo mismo
que la práctica y los conocimientos que fueron acumulan-
Antecedentes
El gobierno mexicano entabló negociaciones con la Or-
ganización de las Naciones Unidas para la Educación, la
Ciencia y la Cultura (UNESCO) para la creación del Centro
Regional Latinoamericano de Estudios para la Conserva-
ción y Restauración de Bienes Culturales Paul Coremans
en el año de 1965. La inauguración del centro y el inicio de
sus actividades fue el 28 de enero del siguiente año, sin for-
malizarse aún los acuerdos.1 Unos años después, México y
la Organización de Estados Americanos (OEA) durante
la década de 1970, mediante la rma de un convenio,
reunían en este Centro a diversos especialistas del campo
de los museos latinoamericanos quienes
venían a formarse y capacitarse en el
Curso Interamericano de Capacitación
Museográfica México-OEA, por un
lapso de nueve meses, como investi-
gadores, diseñadores, museógrafos,
encargados del montaje de exposicio-
nes, e incluso a personas que recién se
incorporaban al quehacer. El curso te-
nía lugar en el entonces Centro Churu-
busco, actualmente Escuela Nacional
de Conservación y Restauración Manuel
del Castillo Negrete (ENCRyM), dependencia del Instituto
Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Las clases2 resultaban enriquecedoras porque se anali-
zaban las circunstancias e intercambiábamos experiencias
de los museos latinoamericanos y del Caribe. El cúmulo
de información transmitido era muy valioso y limitado en
cuanto a material didáctico disponible3 a causa tanto de la
escuela recién formada, como de lo nuevo en la enseñanza
de la profesión. Los profesores y alumnos de algunas gene-
raciones dejaron trabajos que la escuela publicó modesta-
mente.
En cuanto a los responsables de conceptualizar y apli-
car el programa, destacaron el museógrafo Iker Larrauri,
quien fue convocado por las autoridades del Centro para
la planeación del programa de estudios y la organización
del curso para efectuarse en nueve meses en actividades
no solo de la práctica museográfica, sino también de pro-
puestas museológicas. Poco tiempo después, se retiró del
proyecto porque fue invitado por el entonces director del
INAH4 a asumir el cargo de director de museos para ocu-
parse de la red de museos y la creación y aplicación de di-
versos proyectos
Para el caso de la materia Organización y administra-
Durante las narraciones de las
experiencias en las clases me ima-
ginaba y valoraba la importancia de
un adecuado registro de estas, apo-
yado en una recopilación fotográfica
que, yo suponía, tendrían nuestros
profesores.
Alumnos del Curso Interamericano de Capacitación museográfica. Gene-
ración 1974-1975.
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do, no así el acopio, registro y sistematización de los proyec-
tos que fueron integrándose a la red de museos. Conforme
avanzamos en las clases del curso, se hizo evidente el me-
dio de ágrafos donde nos desenvolvemos; años más tarde,
ya involucrado en el campo profesional, descubrí que la
carga y el constante compromiso en la ejecución de los pro-
yectos, entre otros factores, restan tiempo para la escritura,
además de no ser museólogos dedicados a la investigación.
La situación es preocupante para el campo de los museos
porque la memoria y las experiencias de nuestros maestros
siempre están en riesgo de perderse.
Esto permaneció en mí durante mis años de formación
profesional, así como el interés por es-
pecializarme en la metodología de la
historia oral. Durante el posgrado en
antropología social tuve la oportu-
nidad de enriquecer mi experiencia
profesional no solo en el campo de la
antropología sino en el de la museolo-
gía; los conocimientos y experiencias
de mis años en Churubusco fueron
fundamentales para la ejecución de
mi proyecto de investigación que culmi-
nó en la tesis5, en la publicación de mi primer libro6 y en
una diversidad de productos7. Mediante ellos he iniciado
el rescate de las experiencias, los conocimientos, vida y
práctica cotidiana de los museos, así como los sistemas de
trabajo que fueron acumulando durante sus años de vida
productiva, en particular de los museógrafos mexicanos
destacados.
En la segunda mitad de la década de 1990, tuve la opor-
tunidad de participar en la planeación y coordinación de
un nuevo proyecto académico de la maestría en museolo-
gía de la ENCRYM. Nuevamente en este espacio académico
dedicado a la formación de profesionales en museología
y museografía, me quedó clara la importancia del rescate
de las experiencias de nuestros profesores y de la limita-
da producción de material bibliográfico en el campo de la
museología mexicana y la utilización de publicaciones de
otros países, particularmente de España. En esta institu-
ción inicié otro proyecto de investigación titulado Museó-
grafos mexicanos, que detallaré más adelante.
1.Planeación y desarrollo de los proyectos
En el desglose de esta sección se han incluido las propues-
tas teóricas y metodológicas y su aplicación y tratamiento
de la información obtenida, así como los criterios bajo los
cuales se seleccionaron a estos colegas que fueron entre-
vistados.
1.1 Desde la Sociología
Es importante mencionar que mis proyectos han persegui-
do estudiar a los agentes representativos que participan
en el campo de los museos mexicanos por su trayectoria
profesional, por su capacidad, formación, poder de deci-
sión y su inclusión en los procesos institucionales. Los en-
trevistados seleccionados han sido testigos y actores de
la conformación y el desarrollo de la museología y la mu-
seografía mexicanas, así como de sus cambios, conlictos,
desafíos y proyección a nivel nacional
e internacional.8 Con apoyo de la his-
toria oral se ha tratado “de analizar la
reproducción particular del hombre
particular. Su comportamiento frente
al mundo que existe independien-
temente de él, un mundo ya ‘cons-
truido donde deberá conservarse y
acostumbrarse a sistemas de uso y de
expectativas. Un universo concreto en
el que el individuo, como sujeto histó-
rico, habrá de construir su cotidianidad, su entorno y su
identidad.”(Meyer, 1996: 114)
Para el análisis del valioso material recopilado de una
diversidad de especialistas de nuestro campo, se utilizó la
teoría de los campos de Pierre Bourdieu porque, como él
lo plantea, significa pensar en términos de relaciones ob-
jetivas entre sus componentes. Por ello, dentro del campo
de la cultura en México, particularmente el de la difusión
de las colecciones y los conocimientos derivados de stas a
través de la diversidad de exposiciones permanentes, tem-
porales o itinerantes que se llevan a cabo en la estructura
nacional de museos, el objeto de estudio y foco de atención
del proyecto de investigación han sido los agentes interac-
tuantes activos encargados de materializar en las salas de
exposición sus propuestas museográficas. Más aún, lograr
el conocimiento del campo nos permite captar mejor lo
que define su singularidad, su originalidad, su punto de
vista como posición (en un campo), a partir de la cual se
conforma su visión particular del mundo y del mismo cam-
po.” (Bourdieu, 1995: 71)
Para comprender esta trayectoria de vida el envejeci-
miento social” (Bourdieu,1996:34) es indispensable cons-
truir, a través de la teoría de los campos, el espacio dentro
del cual el agente interactuó con otros especialistas para
Esto permaneció en mí
durante mis años de formación
profesional, así como el interés por
especializarme en la metodología de
la historia oral.
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Revista de Historia OralRevista de Historia Oral 33
establecer sus relaciones, la posición que cada uno ocupó
y su capital cultural; asimismo, la relación con el campo de
poder, la estructura objetiva de las relaciones entre las po-
siciones y el análisis del habitus de los agentes participantes
en el mismo espacio de posibilidades, es decir “el proceso
por el que lo social se interioriza en los individuos y logra
que las estructuras objetivas concuerden con las subjeti-
vas.” (García Canclini, 1990:34)
El campo es entonces “un espacio de juego, un campo de
relaciones objetivas entre los individuos o las instituciones
que compiten por un juego idéntico.” (Bourdieu, 2000:196).
Al igual que en otros ámbitos sociales, los poseedores de
mayor capital cultural serán los de mayor grado de inluen-
cia, los que lo dominan y les confiere pri-
vilegios por su posesión, en contrapo-
sición con los que tienen menos tiem-
po de participar, es decir, de los recién
llegados: aquellos que desean ingre-
sar a ese campo deberán desarrollar
y poseer una serie de configuraciones
características para ser de los portado-
res de capital, y ocupar, mediante una
trayectoria, una posición dentro de ese
campo; la lucha por dominarlo establece su dinámica y lo
conduce a su transformación y cambio constantes.
Por ello, esta fase de la investigación ha sido la búsque-
da de las relaciones que permiten el funcionamiento del
campo, es decir, de ese “algo” que está en juego (capital cul-
tural) y los especialistas que están dispuestos a jugar, que
tienen intereses comunes y una complicidad, así como ese
sistema de disposiciones adquirido por medio del apren-
dizaje (habitus). Es entonces a través del conocimiento del
campo que “podemos captar mejor lo que define su sin-
gularidad, su originalidad, su punto de vista como posición
(en un campo), a partir de la cual se conforma su visión
particular y del mismo campo.” (Bourdieu y Wacquant,
1995: 7)
Bourdieu estructura la integración del capital cultural
bajo tres formas: la primera es el estado incorporado bajo
un estado de inculcación y de asimilación por parte del
agente del campo a través del tiempo y que llega a formar
parte de su organismo; esto implica un esfuerzo económi-
co familiar para liberarle al individuo el tiempo necesario
para su adquisición, y proporcionarle los recursos cultura-
les para su incorporación. El capital cultural objetivado no
solo en apoyos materiales como obras de artes, computa-
doras, celulares, equipos de trabajo, etcétera, sino en los
instrumentos que permiten su consumo como una parte
del capital incorporado. El estado institucionalizado per-
mite al portador del capital cultural un reconocimiento
a través de las instituciones de educación que le otorgan
los grados académicos y confiere a su portador un valor
convencional, constante y jurídicamente garantizado. Asi-
mismo, reconoce una especie particular de capital que el
individuo va creando en su entorno, es decir, el capital sim-
bólico “como capital de reconocimiento o de consagración,
institucionalizado o no, que los diferentes agentes e insti-
tuciones pudieron acumular (…) al precio de un trabajo y de
estrategias específicas.” (Bourdieu, 1988: 143-151) Ha sido en
el campo de los museos mexicanos donde le proyecto de in-
vestigación Museógrafos mexicanos ha
ubicado y explorado la participación
de algunos agentes importantes que
han dejado huella.
1.2 Desde la museología
Hacia finales de la primera mitad del
siglo  los profesionales de los mu-
seos, a través de la Unesco, empezaron
a aglutinarse en el Internacional Council
of Museums, Consejo Internacional de Museos (ICOM), ins-
titución que celebró su Asamblea Constituyente del 16 al 20
de noviembre de 1946 en el Museo del Louvre. El año 1947
fue muy importante porque se efectuó, del 28 de junio al 3
de julio, la Primera Conferencia General en París, Francia,
y en México se llevó a cabo la Primera Asamblea General
en la Ciudad de México, evento que sirvió de marco para la
fundación del Comité Nacional Mexicano.
Después de esa primera reunión en París, en 1947, ICOM
dio la bienvenida a su publicación Museum, órgano de di-
fusión que circula por todo el mundo en diversos idiomas.
Desde estas fechas, el ICOM conceptualiza el museo como
“toda institución permanente, que conserva y expone co-
lecciones de objetos de carácter cultural o científico, para
fines de estudio, educación y deleite.9 Con el desarrollo so-
cial, en la década de 1970 este organismo replanteó su defi-
nición a una conceptualización más amplia de los objetivos
y funciones de la institución museo como “permanente, sin
finalidad lucrativa, al servicio de la sociedad y de su desa-
rrollo, abierto al público, que adquiere, conserva, investiga,
comunica y exhibe para fines de estudio, educación y de de-
leite, testimonios materiales del hombre y su entorno.10 Al
museo se le reconoce como el objeto de estudio de la mu-
seología, es decir se encarga de “la historia y razón de ser de
Con el desarrollo social, en
la década de 1970 este organismo
replanteó su definición a una con-
ceptualización más amplia de los
objetivos y funciones de la institu-
ción museo (...)
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los museos, su función en la sociedad, sus peculiaridades,
sistemas de investigación, educación y organización, la re-
lación que guarda con el medio ambiente físico y la clasi-
ficación de los diferentes tipos de museos” (Alonso: 1999,
31).11 A la museografía le corresponde la parte tangible del
museo en la que se materializan los postulados teóricos
de la museología sobre sus elementos constitutivos como
el continente, tanto museográfico como arquitectónico, el
contenido y los públicos de los museos.
La aplicación primordial de la museología, como la
base teórica del trabajo en el museo, en cada una de las
etapas del desarrollo del proyecto museográfico consistirá
entonces en hacer lo más accesible el contenido del museo
a su público visitante; de esta forma
podrán digerir” el objeto confrontán-
dolo con su realidad, lo que le permi-
tirá adquirir su sentido histórico y una
toma de conciencia en un ambiente
recreado por una selección razonada
de las técnicas de planeación, recopi-
lación, producción y presentación de
los objetos museables. Todo ello bajo
un objetivo preciso: “el desenvolvi-
miento de las poblaciones, relejando
los principios motores de su evolución
y asociándolos a los proyectos del porve-
nir”. (Lacouture, 1989: 24).
Otra meta de la museología es el acercamiento de las
personas de la comunidad en la que el museo está inserto,
terminando con la idea tradicional del museo como una
institución inaccesible y lejana para transformarla en un
centro de educación abierto, informal y voluntario a cual-
quier público. Esto solo se logrará en la medida de la capa-
cidad que el museo tenga para revitalizarse y llegar a esos
públicos heterogéneos que lo visita. El museo busca en-
tonces compaginar la idea de conservación de los objetos
en los acervos y la investigación de sus colecciones con la
búsqueda de otras actividades que se dirigen hacia la edu-
cación y la participación activa de las comunidades.
El grado de dinamismo que la museología alcance ra-
dica en su constante renovación y adaptación al nivel de
la evolución de la sociedad, y en la aplicación de avances
técnicos y científicos que le permitan la extensión de la
vida del museo. Por ello la museología es la disciplina del
fenómeno museal cuyo sentido consiste en recopilar y sis-
tematizar las experiencias del trabajo cotidiano para apli-
carlas al quehacer de los museos con un enfoque interdisci-
plinario. Actualmente las instituciones museales enfrentan
nuevos retos para llevar a cabo sus actividades a través de
tecnologías digitales, fenómeno ya en estudio.
Bajo esta concepción, los museógrafos mexicanos han
creado sus propios sistemas de trabajo que se materializan
en diferentes propuestas museográficas en los diversos
ámbitos del país. Asimismo, la estructura cultural mexica-
na se fue desarrollando hasta consolidar la red de museos
que el Estado maneja a través de importantes instituciones
federales como el INAH y el INBA y, en importantes proyec-
tos que administran gobiernos de los diferentes estados
y municipios, así como universidades y grupos civiles me-
diante patronatos.
En México, en la Escuela Nacional
de Antropología e Historia (ENAH),12
dependencia del INAH, además de la
ENCRYM, ya se impartían desde 1942
cursos de museografía. La propuesta
académica duró pocos años sin que los
alumnos pudieran cubrir sus créditos
porque las autoridades de la escuela les
comunicaron la imposibilidad por par-
te del INAH de integrarlos a su plantilla
laboral y tuvieron la opción de sumarse
a otras carreras como la arqueología o
la antropología. De estas primeras gene-
raciones de alumnos de museografía pertenecen Alfonso
Soto Soria, Iker Larrauri Prado y Mario Vázquez Ruvalcaba,
quienes fueron absorbidos por sus maestros, como el doctor
Rubín de la Borbolla, Miguel Covarrubias y Fernando Gam-
boa en proyectos de instituciones como Culturas Populares,
Antropología e Historia y Bellas Artes. A esta generación de
alumnos de la ENAH les correspondió el desarrollo y la con-
solidación de la profesión que heredaron de estos destaca-
dos personajes de la antropología y las bellas artes.
1.3 Desde la historia oral
Por las características de los proyectos de investigación,
que adelante se desarrollan, y el valor de la fuente oral, se
optó por aplicar la metodología de la historia oral, es decir,
“una metodología creadora o productora de fuentes para
el estudio de cómo los individuos (actores, sujetos, prota-
gonistas, observadores) perciben y/o son afectados por los
diferentes procesos históricos de su tiempo” (Collado, 1994:
13); como complemento a esta idea puede resaltarse que
se trata de obtener por medio de la información verbal un
conocimiento del pasado al que no tiene acceso la histo-
Otra meta de la museología es
el acercamiento de las personas de
la comunidad en la que el museo
está inserto, terminando con la idea
tradicional del museo como una
institución inaccesible y lejana para
transformarla en un centro de edu-
cación abierto, informal y volunta-
rio a cualquier público.
35
Revista de Historia OralRevista de Historia Oral 35
riografía basada en fuentes escritas” (Berg,1994:129). En el
desarrollo de este proyecto el esfuerzo se ha centrado en
determinados agentes destacados del campo referido y en
cada uno se ha logrado una historia de vida, es decir,un
proyecto de investigación acotado en torno a un solo indivi-
duo, donde lo que importa es la experiencia y trayectoria de
vida de tal sujeto y no, particularmente un tema concreto
de indagación” (Aceves, 1998: 211).
Los proyectos de investigación que han profundizado
en temáticas que derivaron de las historias de vida de estos
personajes tienen varios años de haberse iniciado. El senti-
do de la propuesta metodológica del proyecto ha permitido
adentrarse en la vida de los entrevistados
bajo la idea de “la puesta en escena de
los recuerdos” (Mallimali, 2006:204).
Con la información obtenida se van
integrando algunas de las piezas para
contribuir al armado de la historia de
la museología mexicana del siglo ,
hasta ahora muy poco abordada. A
través de los testimonios compartidos
por los diferentes entrevistados, no
solo se puede acercar al individuo en
particular mediante el recorrido lineal
de su trayectoria y detenerse a profun-
dizar en algunas experiencias, sino que permite además
conocer “la cultura, la sociedad, los valores y el imaginario
simbólico de una sociedad”. (Mallimali, 2006: 206)
El levantamiento de información se llevó a cabo en
coautoría en sus espacios familiares como en los comedo-
res de sus casas, en lugares de trabajo como oficinas y salas
de exposiciones en procesos de montaje donde obtuve un
alto porcentaje de la información. Esto no indica que los re-
latos de vida sean una simple suma de informaciones, por
el contrario, se entiende como levantamiento de datos que
conforman “una estructura (la reconstrucción de una expe-
riencia vivida en un discurso) y un acto de comunicación
(Lejeune, 1996: 35). De esta forma la relación entrevistado-
entrevistador/investigador ha estimulado a la memoria
como una fuente de información, los recuerdos, y la propia
versión de los hechos fueron seleccionándose, organizán-
dose y surgiendo de la memoria de los entrevistados desde
su contexto social y cultural, sustentados y guiados ambos
en un proyecto de investigación, del cual emanaron pre-
guntas que fueron entusiasmándolos e interesándolos en
recorrer el camino ya andado y vincularlo con el presente a
través de una cronología, abarcando una temática definida
y relacionando, en un viaje de ida y vuelta, el pasado con el
presente.
Como se mencionó, las entrevistas se llevaron a cabo
de manera cronológica, es decir, siguiendo el desarrollo
de la vida personal y profesional del entrevistado median-
te el habla y el análisis de su pasado desde el presente. El
entrevistador, enmarcado en esa secuencia, definió espa-
cios en los que ambos se detuvieron para relexionar en las
etapas en las que ocurrieron cambios o rupturas en la vida
de los entrevistados, con el fin de encontrar las causas y las
explicaciones en su momento y contexto; como el ingreso
a la ENAH que a alguno lo contactó con la museografía, el
gusto por la danza, el teatro y la museo-
grafía, y como resultado la aplicación
de las técnicas escenográficas en las
puestas en escena en los museos, los
viajes que los llevaron a conocer mu-
seos de otros países y a tener relación
con otros especialistas, la creación
de una de las primeras empresas de-
dicadas a proyectos museográficos
fuera de las instituciones oficiales en
México, entre otros hechos relevantes.
El sentido del manejo cronológico fue
tener la idea clara del luir del tiempo
con sus cambios y continuidades como “los elementos que
nos dan la posibilidad de introducir en la entrevista un sen-
tido histórico. (Camarena y Necoechea, 1996: 143).
La mayoría de los entrevistados ha tenido una capaci-
dad narrativa mediante un discurso ágil, una permanente
motivación por transmitir sus experiencias, así como su cu-
riosidad y seguimiento de los avances en el manejo de la
información recabada. En cada caso, el producto de los tes-
timonios y relexiones orales recopilados es el nuevo texto
escrito, que ha respetado al máximo la transformación del
lenguaje oral al escrito, con la finalidad de hacerlo legible,
de manera que durante la lectura se escuche” e identifique
el habla de los colaboradores en los diferentes proyectos.
Por ello, una parte sustancial de cada uno de los proyec-
tos de investigación ha sido “trabajar el relato –la forma
del relato: dejando sin modificar los contenidos concretos
—de modo que se ponga de relieve lo que aporta de cono-
cimientos sobre lo social” (Bertaux, 1996:99). Los textos se
han revisado y corregido por ambas partes hasta estar de
acuerdo en su forma y contenido para su difusión. Es decir,
de esta interacción obtuvimos, en el caso de los museógra-
fos, una autobiografía cuyos relatos de vida producto de la
(...) los recuerdos, y la propia ver-
sión de los hechos fueron seleccio-
nándose, organizándose y surgiendo
de la memoria de los entrevistados
desde su contexto social y cultural,
sustentados y guiados ambos en un
proyecto de investigación (...)
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memoria del entrevistado, entendidas como “las unidades
de narración que organizan el contenido de una narración
personal”, y como “un conjunto de sus relatos de vida que
integran su propia autobiografía. (Aceves, 1998:211)
La búsqueda de imágenes fotográficas y material grá-
fico, como bocetos de diseño de mobiliario museográfico y
su distribución en los espacios a través de planos para ilus-
trar la labor del museógrafo, y su acopio permiten derivar
otros proyectos de investigación como el devenir del diseño
museográfico y el manejo de la ergonomía y antropome-
tría. Sin lugar a dudas, el valor y la importancia de apoyar al
texto con imágenes para resaltar la habilidad manual y una
curiosidad profesional y personal por el rescate de fotogra-
fías de momentos que registran aspectos de su vida, tanto
de contextos familiares como profesionales, en los que se
hayan registrado sus actividades laborales como los proce-
sos de montajes de exposiciones y de actos institucionales,
ya sea de inauguraciones de exposiciones, de contactos con
personalidades con las que convivieron y compartieron
proyectos de su trayectoria profesional. La mayoría con en-
tusiasmo trabajó en sus respectivos archivos y proporcionó
material gráfico que fue digitalizado; y conservo como parte
de mi archivo gráfico, del cual seleccioné el material que con-
sideré más adecuado para ilustrar cada temática abordada.
Una vez concluido el texto en coautoría, a cada entrevis-
tado se le proporcionó una copia impresa para su revisión
y visto bueno, que leyeron minuciosamente e hicieron las
correcciones pertinentes. Ningún dato se ha difundido sin
que pase por este proceso. En cuanto al material gráfico,
tanto el publicado como el aún inédito, conforma un archi-
vo importante de imágenes fotográficas y bocetos de dise-
ño de mobiliario museográfico, que por las limitantes de
espacio no se incluyeron; solamente se seleccionó lo más
relevante y aquellos que se consideraron son más ilustrati-
vos. Con ellos se pretende contextualizar algunas partes de
la narración, otras simplemente ilustran el capital cultural
en la aplicación tan minuciosa de sus conocimientos y de-
sarrollo de sus habilidades en cada uno de sus proyectos.
Bocetos de diseño de mobiliario museográfico.
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De esta manera, en coautoría, se van integrando diver-
sas historias de vida profesionales a las que tendrán acceso
colegas interesados en la investigación museológica y po-
drán consultar el archivo oral que se va construyendo con la
trayectoria de diferentes especialistas del quehacer de los
museos mexicanos. Es así como “un texto sobrevive cuando
puede ser separado de su creador y el grupo puede apro-
piarse de él (y cambiarlo); de lo contrario, se lo olvida y se le
permite morir”. (Portelli, 1993:215)
Con esta misma idea se incluyen anexos de la concep-
tualización de proyectos importantes, los cuales proporcio-
narán más elementos de apoyo a la lectura o artículos pu-
blicados con anterioridad que permiten
profundizar en algunos temas. Sobre
estos últimos, existe la posibilidad
de armar antologías integradas con
estos artículos, informes de trabajo,
proyectos de museos o académicos,
entre otros, para acercarse al rescate
del pensamiento museológico de la
segunda mitad del siglo  en México.
Para el análisis y contextualización
de los personajes estudiados, el traba-
jo en los archivos como el histórico de
las escuelas del INAH, de la Coordinación
de Conservación del Patrimonio Cultural de INAH, del Cen-
tro de Documentación de la Coordinación Nacional de Mu-
seos y Exposiciones del INAH, del archivo de Profesiones
de la Secretaría de Educación Pública, bibliotecas, internet,
entre otras fuentes de información, permitieron al investi-
gador ubicar a los informantes en sus contextos sociales y
los momentos históricos en los que les tocó vivir.
Como productos complementarios a los libros, artí-
culos, conferencias y dos videos13 que se realizaron con la
Dirección de Medios del INAH, he integrado un archivo
de material gráfico compuesto por fotografías, bocetos
de diseños de mobiliario y un banco donde resguardo
las voces de aquellos que amablemente y con mucho
interés en mis proyectos han colaborado para que las
generaciones futuras escuchen y conozcan las voces de
nuestros maestros.
2.Desarrollo de proyectos
En este apartado se presentan algunos detalles de cada
uno, sin duda pueden contarse una infinidad de temas,
pero la idea es incorporar la diversidad de temáticas que de
cada proyecto van emergiendo.
2.1 Museo Nacional de Historia – Castillo de Chapultepec
(MNH)
El objetivo del proyecto consistió en conocer y comprender
a través de la experiencia de los narradores, directores de
esta institución,14 los principios de organización y funcio-
namiento que lo han regido durante los periodos adminis-
trativos que van desde 1940 hasta los inicios de 1990.15 Por
el acceso que me brindaron el arquitecto Felipe Lacouture y
el profesor Miguel Ángel Fernández,16 trabajé no solamen-
te el tema específico de la institución, sino que reconstruí
sus historias de vida.
El contacto que establecí con cada uno de ellos me
permitió compartir su tiempo, sus co-
nocimientos y experiencias, así como
su propio espacio. De esta forma, la
entrevista con el doctor Silvio Zavala,
connotado historiador, se desarrolló
el 20 de febrero de 1992 en su biblio-
teca; las del arquitecto Lacouture, en
su domicilio durante los domingos de
abril a octubre de 1991; las sesiones
con la licenciada Amelia Lara, en su
galería de arte en Polanco, durante el
mes de mayo de 1991; las sesiones del
historiador Salvador Rueda, en su cubí-
culo de la Dirección de Estudios Históricos del INAH, en sus
anteriores instalaciones al costado del Castillo de Chapul-
tepec, durante los meses de septiembre y octubre de 1992;
con el profesor Fernández trabajamos en la oficina de Di-
fusión Cultural del propio MNH, en junio de 1991. Durante
la oportunidad de acceso a estos profesionales, se recopiló
una información amplia del campo de los museos y se tra-
taron sus experiencias en sus ámbitos de acción vinculadas
a los museos: la historia, la arquitectura, el arte, la museo-
logía-museografía, entre otras, como testigos y actores de
los cambios, los conlictos, los desafíos y la proyección en el
ámbito nacional e internacional.
La versión de los trabajadores y la vida cotidiana del
museo también fue importante; por ello, se conceptualizó
otro proyecto con un grupo de compañeros de trabajo con
los cuales se reconstruyeron aspectos valiosos de las espe-
cialidades que integraron el equipo con el que se apoyaron
los directores del MNH.17 Esta experiencia brindó la oportu-
nidad de entrevistar al custodio de las salas permanentes,
don Héctor Manuel Paz y Hernández, quien se incorporó a
laborar en el museo en la administración del doctor Zava-
la, es decir, primera mitad de la década de los años 1950; al
(...) se van integrando diver-
sas historias de vida profesionales
a las que tendrán acceso colegas
interesados en la investigación
museológica y podrán consultar el
archivo oral que se va construyendo
con la trayectoria de diferentes espe-
cialistas del quehacer de los museos
mexicanos.
Voces Recobradas
38 Voces Recobradas
38
curador Rosalino Martínez Chiñas; a la museógrafa María
Antonieta Cantú; al diseñador gráfico Jorge Pérez Vega; y al
arquitecto restaurador Alejandro Villalobos.
2.2 Museógrafos mexicanos18
Estos especialistas de museos han tenido una responsa-
bilidad social muy fuerte y comprometida: el rescate, la
conservación, la investigación y la divulgación/difusión
de la herencia cultural objetual, producto del esfuerzo de
generaciones pasadas por heredarnos lo que ellos a su vez
recibieron y que la generación actual tiene la obligación
de seguir transmitiendo y enriquecer con manifestaciones
culturales producto del presente. Todo
ello para que los visitantes de nues-
tros museos logren reconocerse unos
a otros como individuos mexicanos en
esa diferencia social y en la diversidad
cultural.
En este proyecto el descubrimien-
to y conocimiento de los entrevista-
dos motivó y condujo al entrevistador
a averiguar con mayor amplitud en
cada uno de ellos, a través de la estruc-
tura que orientó al trabajo, en una secuencia que inicia con
los datos personales y el contexto familiar, con la idea de
ubicarlo en su espacio social. Le siguen las diferentes eta-
pas formativas en diversas instituciones de educación su-
perior, que ilustran los medios por los cuales fue integran-
do su capital cultural. De sus proyectos se seleccionaron
los más destacados por la limitante de espacio y tiempo,
sería complejo cubrir el total de los aspectos de su vida
profesional; en estos, los narradores/entrevistados descri-
ben sus diferentes fases y la cotidianidad del quehacer. Se
consideró valioso dejar espacios exclusivos, como relexio-
nes en torno al quehacer, donde sistematizar y analizar los
sistemas de trabajo que fueron conformando a través de
la práctica, es decir, la teoría museológica sobre la prácti-
ca museográfica. De esta manera se abordaron temas para
entender las políticas culturales que dirigieron su trabajo,
las diferentes orientaciones sobre sus propuestas museoló-
gicas, las soluciones que dieron en diversos proyectos para
el manejo del contenido, las soluciones a
las puestas en escenas en diferentes
continentes arquitectónicos y museo-
gráficos tanto en monumentos que
han sido adaptados para museo, como
aquellos construidos exprofeso, así
como en el diseño del mobiliario mu-
seográfico y su producción. Sin lugar a
dudas, el tema sobre la consideración
o no de los públicos en sus proyectos
fue importante. Otro tema relevante so-
bre el que se profundizó fue la gestión de museos en cada
uno de los cargos que asumieron.
La primera etapa se dirigió a entrevistar al arquitecto
y museólogo, Felipe Lacouture Fornelli, cuya trayectoria
como docente y gestor de museos fue importante no solo
en México, sino en la región latinoamericana en proyectos
académicos y de asesoría a través de la Unesco.
La carrera en el campo de los museos la inició en Ciu-
dad Juárez, ciudad mexicana norteña donde fue director
del Museo de Arte e Historia (1964-1971), que dependía del
Programa Nacional Fronterizo de la Secretaría de Hacien-
da y Crédito Público. Junto con su familia dejaron Ciudad
Juárez en 1970 para trasladarse a la Ciudad de México, año
en el que inició su carrera en dos instituciones federales: el
Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el
Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
En el INAH ocupó la Dirección de Museos, actualmente
Coordinación Nacional de Museos y Exposiciones (CNME),
periodo en el que la institución emprendió la organización
y crecimiento de su red de museos. En esta institución fue
director del Museo Nacional de Historia-Castillo de Cha-
pultepec (1977-1983), en cuya gestión se reorganizó y ac-
tualizó el discurso museográfico que duró hasta el año de
2003.
Estos especialistas de museos
han tenido una responsabilidad
social muy fuerte y comprometida:
el rescate, la conservación, la inves-
tigación y la divulgación/difusión de
la herencia cultural objetual(...)
De izquierda a derecha arquitecto Felipe Lacouture y el profesor
Miguel Ángel Fernández.
39
Revista de Historia OralRevista de Historia Oral 39
Como parte del personal de la CNME fundó el Centro
de Investigación, Documentación e Información Museo-
lógica (CIDIM), proyecto que inició sus actividades bajo
un objetivo preciso “reunir sistemáticamente, con criterio
científico, documentos relacionados con la gestión y desa-
rrollo del pensamiento y prácticas del trabajo en los mu-
seos y constituirse en un centro de difusión e intercambio
entre los especialistas, en un contexto rico en experiencias
museológicas”.19 Esa idea de Lacouture tuvo resultados que
apoyan actualmente el desarrollo de la labor museológica
y museográfica del INAH.
Desde el CIDIM, Felipe Lacouture fundó la Gaceta de
Museos que por años ha circulado entre
los profesionales, particularmente de
museos de México y Latinoamérica. En
el contexto de los museos mexicanos
era indispensable un medio para cap-
tar las experiencias y relexiones de
los especialistas del campo de los mu-
seos, una publicación que permitiera
el intercambio entre profesionales.
El maestro sensible a esta necesidad
inició la planeación del proyecto editorial
en 1995 y en marzo de 1996, junto con su equipo de colabo-
radores, publicó el primer número de la Gaceta de Museos.
Lacouture pensó en aquellas entidades vinculadas con el
quehacer museográfico bajo una idea precisa, lograr que la
Gaceta se convirtiera en “el vocero técnico entre estos y las
instituciones afines”, objetivo que se cumpliría al “brindar
información técnica y científica sobre el trabajo de los mu-
seos en general”. El proyecto continúa vigente.
Como parte del equipo de profesionales del INBA tuvo
cargos administrativos, como director del Museo de San
Carlos (1974-1977), donde planteó un proyecto de reestruc-
turación y, a su vez, fue director de Artes Plásticas (1975-
1977), institución en la que elaboró otro proyecto para
transformarlo en Departamento de Servicios de Curaduría
y Museografía. En este último cargo propuso la creación de
dos centros como sustentos necesarios de la museología y
museografía del instituto: el reforzamiento del Centro Na-
cional de Conservación de Obras de Arte (CENECOA), y el
establecimiento del Centro de Documentación de Obras de
Arte, este último bajo la inluencia de sus visitas que realizó
a la Unión Soviética, Polonia y Francia.
El arquitecto Felipe Lacouture y Fornelli murió el 21 de
noviembre de 2003 y desde la Coordinación Nacional de
Museos y Exposiciones del INAH, en colaboración con sus
hijos, logramos la donación de su archivo que está resguar-
dado en la ENCRYM para su consulta. Su trayectoria profe-
sional nos deja una serie de conocimientos que aportó al
campo de la museología no solo mexicana, sino también
latinoamericana.
Otro entrevistado fue el museógrafo Iker Larrauri20 a
quien las autoridades del INAH convocaron para la con-
ceptualización del programa y la organización del Curso
Interamericano de Capacitación Museográfica México-OEA
(1970-1973), que fue concebido para llevarse a cabo durante
nueve meses y estuvo dirigido a profesionales de museos
con experiencia en el quehacer y para aquellos que ocupa-
ban posiciones dentro de los museos en
América Latina y el Caribe. El grupo se
integraba entonces con aquellas per-
sonas que eran seleccionadas en cada
país. En esos nueve meses se orienta-
ba a los alumnos no solo a la actividad
museográfica, sino a la relexión mu-
seológica.
Poco tiempo después se retiró del
proyecto de formación de profesiona-
les porque fue invitado por el doctor Gui-
llermo Bonfil Batalla, entonces director del INAH, a tomar
el cargo de director de museos (1973-1977) para ocuparse de
la red de museos y la creación de nuevos proyectos. Al con-
cluir la administración también colaboró con asesorías con
la Unesco en Latinoamérica, y como grupo de asesores del
ICOM, le correspondió trabajar en el proyecto de un nuevo
museo egipcio, el Museo de Nubia en Asuán y en un progra-
ma arquitectónico para ampliar el Museo Faraónico. El pro-
yecto incluía el Museo de la Civilización Egipcia (1982-1983),
En el contexto de los museos
mexicanos era indispensable un
medio para captar las experiencias
y relexiones de los especialistas del
campo de los museos (...)
Iker Larrauri Prado.
Voces Recobradas
40 Voces Recobradas
40
a cargo de Museográfica y la Casa de la Ópera dirigida
por un grupo de japoneses
Fue socio fundador de Museográfica, una de las pri-
meras empresas dedicadas a la museografía en México.
Entre los museos que trabajaron fuera del país destaca
el Museo de Kuwait para el cual se formó una misión
para evaluar el edificio, las colecciones y la definición de
los temas del guion, entro otros aspectos. Fueron invita-
dos para presentar proyecto para la reestructuración del
Louvre entre 27 empresas. Participaron en el proyecto
del Museo Olímpico de Lausana, Suiza (1991-1993), de-
dicado al movimiento olímpico, por el cual recibieron el
reconocimiento de la Orden Olímpica.
En México, entre los proyectos que ejecutaron están:
Museo de Culturas Populares de Sinaloa, exposiciones
temporales del Museo de Culturas Populares de Coyoa-
cán, el proyecto del Museo de Jalapa, Museo de Historia
Natural en Villahermosa, Tabasco, entre otros.
En 1997 la ENCRYM se propuso reabrir la maestría en
museología que fue cancelada en la década de los seten-
ta. Se integró un equipo de especialistas21 para armar el
nuevo programa de estudios y su aplicación. Entre sus
integrantes estuvo el museógrafo Larrauri.
La siguiente historia de vida que forma parte del pro-
yecto de investigación Museógrafos mexicanos, fue la de
otro exalumno invitado a formar parte de la planta de
profesores a los Cursos Interamericanos de Capacitación
Museográfica México-OEA, el museógrafo Alfonso Soto
Soria. Como profesor de la materia Diseño Museográfico
trabajó con el apoyo del arquitecto Carlos Velasco Arzac,
sacerdote jesuita quien posteriormente ocupó el cargo
de rector de la Universidad Iberoamericana en varios es-
tados del país. La materia iniciaba con las nociones ge-
nerales de dibujo técnico y formas de expresión plástica
para establecer un común denominador para profundi-
zar y aplicar los conocimientos en proyectos de museos
y exposiciones.
Como parte del programa, los alumnos tenían prácti-
cas en el Museo Universitario de Ciencias y Artes donde
efectuaban montaje de salas y vitrinas para evaluar la
composición y equilibrio de cada una. Este espacio fun-
cionó como taller laboratorio de instalaciones museo-
gráficas y algunas de las prácticas de los alumnos esta-
ban dedicadas a montar exposiciones.
La trayectoria profesional del profesor Soto Soria
destacó también como diseñador de joyería y artesanías,
concretamente para Tane Orfebres, como museógrafo
en múltiples proyectos museográficos en la planeación
e instalación de museos o salas. En un repaso superficial
podemos iniciar con el antiguo Museo Nacional, en la ca-
lle de Moneda, en la creación del Museo Nacional de An-
tropología participó en el montaje de algunas salas, el
Museo de Armas y la Marinería de Campeche, el Museo
de Arqueología Carlos Pellicer Cámara, en Villahermosa,
el Museo Universitario de Ciencias y Artes de la UNAM,
el Museo de Arte Alvar y Carmen T. Carrillo Gil, el Museo
Franz Mayer, el Museo Rafael Coronel, Museo Zacateca-
no y el Museo de Linares, Nuevo León.
Fue subdirector del Programa Cultural de los Juegos
de la XIX Olimpiada; y como coordinador del Programa de
Exposiciones del Año Olímpico, presentó en 1968 exposi-
ciones internacionales con la participación de 125 países.
El profesor Alfonso Soto Soria murió el 22 de abril del
2010, nos quedan sus aportes al diseño museográfico y
artesanal.
Los libros publicados hasta ahora22 son fuentes para
acercarse al desarrollo de la museografía mexicana, los
Alfonso Soto Soria.
41
Revista de Historia OralRevista de Historia Oral 41
cuales pueden servir de detonantes para adentrarse y
escudriñar en temas relevantes como el diseño de mobi-
liario museográfico, la formación de profesionales en las
escuelas del INAH, la gestión de museos o en proyectos
específicos como el programa de museos escolares de esta
misma institución.
Concluidos estos proyectos, inicié el trabajo con otro
museógrafo destacado de esa generación, con Mario Váz-
quez Ruvalcaba,23 entrevistado con quien solo logré recons-
truir parte de su historia de vida hasta su participación en el
proyecto del Museo Nacional de Antropología y su trabajo
cotidiano en esa institución, en aquel entonces, recién in-
augurada.
Actualmente está en proceso y casi
por terminar la historia de vida pro-
fesional de la arquitecta y museóloga
Yani Herreman,24 cuya trayectoria es
relevante en los temas de arquitectu-
ra de museos, diseño de exposiciones,
docencia, museografía orientada a la
puesta en escena de colecciones de
historia natural y de una amplia ex-
periencia en el ICOM, tanto nacional
como internacional.
Ella ha sido subdirectora (1980-
1989) y directora (1989-1992) del Mu-
seo de Historia Natural, y ostentado car-
gos directivos en el INAH, así como en la UNAM. Fue Coor-
dinadora del Dpto. de Acción Cultural del Campus Iztacala
(1995-2000) y Coordinadora de cursos de posgrado en la
Facultad de Arquitectura; profesora de numerosas genera-
ciones en diferentes cursos en la escuelas y facultades de la
UNAM en el área de Artes y Diseño, al igual que en la EN-
CRYM. Ha sido autora de diversas publicaciones en el cam-
po de los museos, la arquitectura de museos, la planeación
urbana, y la planeación de exhibiciones. En este tópico cabe
resaltar su coautoría del libro History of ICOM (1946-1996),
editado por el ICOM Internacional con motivo de sus 50
años, el cual recoge las memorias de nuestro Comité desde
que se fundó.
La museóloga Yani Herreman ha sido pionera en el
trabajo ejecutivo y de gestión del ICOM en el ámbito na-
cional e internacional. Fue Presidente del ICOM México
(1986-1993); en los años ochenta fue fundadora del Co-
mité Regional para América Latina y el Caribe del ICOM
(ICOM-LAC), a partir de la cual fue coordinadora y editora
de la primera revista Chasqui, órgano de comunicación y
actualización para la región; presidente del Comité Inter-
nacional de Arquitectura y Técnicas museográficas (1983-
1989) y tuvo el honroso cargo de vicepresidente del Conse-
jo Ejecutivo del ICOM (1999-2005) con sede en la Unesco,
en París.
Como complemento a la fuente oral, una parte rele-
vante del proyecto ha consistido en la realización del tra-
bajo en bibliotecas y archivos históricos de la ENCRYM y
de la Coordinación Nacional de Conservación de Restau-
ración del Patrimonio Cultural, instituciones dependien-
tes del INAH, con la intención de reconstruir el contexto
del momento histórico que le tocó vivir. De igual manera,
una revisión y búsqueda de diversos ar-
tículos que ha escrito para una pro-
bable integración de una antología
o complemento a la información,
producto de la serie de entrevistas.
Un tema que está en reflexión es el
análisis de la información propor-
cionada desde una perspectiva de
género de un mujer que incursionó
en terrenos considerados masculinos
como formar parte de los estudiantes
de arquitectura en la Universidad Na-
cional Autónoma de México y su par-
ticipación en los talleres de museos
para la supervisión de la producción de
mobiliario y montaje de exposiciones. De igual manera, la
Como complemento a la
fuente oral, una parte relevante
del proyecto ha consistido en la
realización del trabajo en biblio-
tecas y archivos históricos de la
ENCRYM y de la Coordinación
Nacional de Conservación de Res-
tauración del Patrimonio Cultural,
instituciones dependientes del
INAH (...)
De izquierda a derecha Luis Repetto y dos colegas cubanos. Al frente
Marta Arjona y Yani Herreman en el Palacio de los Congresos en la Ha-
bana, Cuba. Seminario Internacional sobre Los Museos y el Patrimonio
Intangible, 2005.
Voces Recobradas
42 Voces Recobradas
42
organización de su entorno familiar para salir de la ciudad
hacia otros países en la diversidad de trabajos que realizó
para el ICOM o para el montaje de museos y exposiciones
al interior de México.
2.3 La enseñanza de la museografía y museología en las
escuelas del INAH
Del amplio abanico de los temas tratados en cada uno de
los proyectos surgen nuevos y sugestivos. Con la idea de
profundizar en algunos de ellos, en el proyecto de Museó-
grafos mexicanos, una de las temáticas más atractivas es el
origen y consolidación de la museología y museografía en
las escuelas del INAH; originalmente en la ENAH, como
un antecedente valioso en el impulso de la formación de
personal especializado en nuestro campo de trabajo y su
consolidación en la ENCRYM, institución educativa que ha
sido un semillero de profesionales, tanto para México como
para América Latina y el Caribe, que ahora ocupan en los
museos puestos académicos, administrativos y laborales
muy importantes en el rescate, conservación, investigación
y difusión de su patrimonio cultural.
El sustento principal de este trabajo fue la informa-
ción oral proporcionada por los especialistas entrevistados
como exalumnos y conceptualizadores de varios progra-
mas formativos. Sin embargo, la consulta en los archivos
históricos de la ENAH, ENCRYM y de la Dirección de Profe-
siones de la Secretaría de Educación Pública fue relevante
para enmarcar los datos aportados.
El objetivo de este trabajo25 ha sido presentar un pri-
mer acercamiento en la reconstrucción de la enseñanza de
nuestra especialidad. Ello tiene como finalidad el rescate y
la revaloración de la importancia de estas instituciones en
la formación de especialistas del quehacer en los museos.
A través de un recorrido histórico muy general se ha recu-
perado una diversidad de planes de estudio que da una
visión amplia de las materias que los han constituido, así
como la trayectoria de colegas que se han especializado en
la docencia.
Aspectos del trabajo de los alumnos en los talleres de la ENCRYM. Tomas de: Gerardo Hellion, 13 de marzo del 2020. ENCRYM.
43
Revista de Historia OralRevista de Historia Oral 43
2.4 Museos Escolares
De los temas sugerentes considerados en la historia de vida
del museógrafo Iker Larrauri Prado, uno muy interesante
e importante por el impacto que tuvo en las comunidades
donde se aplicó es el Programa de Museos Escolares del
INAH26 que se coordinó desde la entonces Dirección de
Museos y Exposiciones del INAH. Como complemento a la
información proporcionada por el museógrafo Larrauri, la
gran oportunidad de entrevistar a la antropóloga Rosa Ma-
ría Souza, quien fue la responsable de llevar a la práctica
el programa, fue relevante. Al igual que en los anteriores
proyectos, el trabajo de archivo y fototeca en la Coordina-
ción Nacional de Museos y Exposiciones
del INAH fue fundamental.
El ensayo27 que fue elaborado con
a información recopilada tuvo como
objetivo un primer acercamiento al
levantamiento, sistematización y aná-
lisis de las ideas que dieron origen y
sustento al proyecto de los museos es-
colares. La propuesta recibió una gran
inluencia de los preceptos del movi-
miento de la Nueva Museología, que
tuvo mucho eco en México. Con ello se pretendió colaborar
en el rescate de la memoria de aquellos personajes clave,
productores y ejecutores de proyectos museológicos, cuyo
objetivo esencial fue la participación comunitaria en las ta-
reas sustantivas de los museos que marcaron un camino a
seguir, no solo para México, sino también para otros países
de la región latinoamericana. Como en otras áreas del que-
hacer museológico, esta temática de programas institucio-
nales dirigidos a niños y jóvenes ha sido poco abordada y
desconocida por las nuevas generaciones.
En el contexto institucional del INAH, la labor des-
tacada del doctor Guillermo Bonfil Batalla, como aca-
démico y funcionario, fue notable; sus
proyectos se identificaron por la in-
clusión de las manifestaciones cultu-
rales de sectores subalternos y por la
inclusión en ellos de la participación
social creativa.
Planteaba a su vez que aquellas
instituciones se adecuaran a la orga-
nización y condiciones de los grupos,
cuyo control e integración fuera por
y a través de los miembros de las co-
(...) se pretendió colaborar
en el rescate de la memoria
de aquellos personajes clave, pro-
ductores y ejecutores de proyectos
museológicos (...)
Aspectos del trabajo de los alumnos en los talleres de la ENCRYM. Tomas de: Gerardo Hellion, 13 de marzo del 2020. ENCRYM.
Voces Recobradas
44 Voces Recobradas
44
munidades, con apoyo de las ciencias sociales surgidas de
las propias comunidades para recopilar y sistematizar los
conocimientos tradicionales de su realidad sociohistórica,
con una sustentación teórico metodológica para difundirlo
dentro y fuera de ellas para su legitimación. Los especialis-
tas propuestos por Bonfil debía emerger del interior de las
comunidades y serían aquellos portadores del conocimien-
to tradicional, conocedores y reproductores de su propio
patrimonio cultural, y aquellos otros formados en insti-
tuciones académicas externas, es decir, debían formular y
gestionar sus propios proyectos. Este enfoque se aplicaría a
algunas de sus propuestas museológicas en la formulación
y aplicación de los proyectos de Museos Escolares y Comu-
nitarios; y posteriormente, en el Museo Nacional de Cultu-
ras Populares (MNCP),28 en sus funciones fundamentales
de recopilación, investigación, conservación y difusión de
los conocimientos del patrimonio cultural de las comuni-
dades y en nuevos espacios expositivos.
Al asumir sus responsabilidades administrativas como
director general del INAH,29 su equipo designado para di-
rigir la red de museos estructuró la primera política de
museos de la institución. En esa época, la red estaba forma-
da por cuatro museos nacionales, tres de ellos integrados
con colecciones originarias de todo el país y el cuarto con
temática arqueológica y etnográfica. Resalta la diversidad
de características de los 27 museos regionales, 18 de ellos
localizados en capitales de los estados y el resto distribui-
dos en otras ciudades. Los ocho museos locales que había,
pretendían dar una visión general del lugar donde se locali-
zaban con una densidad poblacional entre 10.000 y 25.000
habitantes en cuyas manos se destinaba su formación y
Fototeca Coordinación Nacional de Museos y Exposiciones-INAH.
manejo. Por su parte los museos de sitio ubicados en los 27
monumentos y zonas, estaban enfocados en la historia o la
arqueología.
En el documento quedó claramente definida la función
social de los museos de la institución.
Los museos del INAH, además de presentar los logros
de distintas culturas en épocas diferentes, deben servir
para captar y relejar los de la comunidad en la que actúan,
convirtiéndose así en instrumentos para rescatar, conservar
y comunicar, no solamente lo que a juicio de los estudiosos
tienen un valor señalado, sino también aquello que intere-
sa y es apreciado dentro de la misma comunidad. Los mu-
seos deben servir no solo para llevar la cultura al pueblo,
sino también para que en ellos se capte y exprese la cultura
del pueblo.
La misma política de museos contemplaba la creación
de museos escolares a través de un programa que se propo-
nía: la integración de un museo en cada escuela mediante
la participación de alumnos y maestros, fomentando con
esta actividad el reconocimiento y valoración de los bienes
culturales y ambientales; la comprensión de la realidad a
partir de la observación directa; y el manejo de ejemplares
que los niños colectan además de la información que ob-
tienen dentro de su área inmediata de contacto y acción .
En una segunda orientación debida al cambio adminis-
trativo, se sostuvo la idea del papel activo del niño en las
funciones sustantivas del museo, circunscrito a la acción
educativa del museo con las orientaciones de la reforma
educativa del Estado de 1972. Los libros de texto se con-
templaban como la base de las actividades y los museos
como generadores de materiales para cubrir los objetivos
45
Revista de Historia OralRevista de Historia Oral 45
Notas
————— ————— ————— ————— ———----—— ———— ————— ———
1 Datos tomados del Informe del Director del Centro, el restaurador
Manuel del Castillo Negrete (de quien la escuela de Restauración
lleva su nombre). Archivo Histórico de la ENCRYM.
2 Fui integrante de la generación 1974-1975.
3 El Centro Interamericano de Capacitación Museográfica publicó
los textos que podrían ser el primer intento en la elaboración de
material didáctico para la formación de especialistas latinoameri-
canos y caribeños que año con año llegaban a México a capacitarse.
4 El doctor Guillermo Bonfil Batalla, entonces director general del
INAH, le otorgó la responsabilidad administrativa en 1972.
5 Vázquez Olvera, Carlos. La concepción del Museo Nacional de His-
toria y el patrimonio cultural mexicano. Proyectos culturales de sus ex
directores (1946-1992). México, Escuela Nacional de Antropología e
Historia, Maestría en Antropología Social, 1995.
6 Vázquez Olvera, Carlos. El Museo Nacional de Historia en voz de sus
directores. Colección Obra Diversa. México, Instituto Nacional de An-
tropología e Historia – Plaza y Valdés Editores, 1997.
7 Vázquez Olvera, Carlos. “El museo y su nueva relación con los sec-
tores sociales” en El patrimonio sitiado. El punto de vista de los trabaja-
dores. México, Comité Ejecutivo de la Delegación Sindical de Investi-
gadores del INAH D-II-IA-1, 1995.
“Entrevista con el arquitecto Felipe Lacouture. La reapertura del
Museo Regional de Querétaro, algunos datos sobre la reubicación
del retablo de Acolman” en Imprimatura, Revista de Restauración,
núm. 10, México, 1995.
“Museos, la escenificación de la historia. El caso del Museo Nacional
de Historia” en MARION, Marie Odile (coord.) Antropología simbólica.
México, INAH-CONACYT, 1996.
Aspectos de la presentación museográfica en el Museo Nacional
de Historiaen Gaceta de Museos, publicación trimestral de la Co-
ordinación Nacional de Museos y Exposiciones del INAH, núm. 3,
septiembre, México, 1996, p. 13-18.
“50 años del Museo Nacional de Historia a través de sus directores”
en Agripina García Díaz et al (coord). Homenaje a la Dra. Beatriz Barba
de Piña Chan. INAH, Colección Científica, México, 1997
“El Museo Nacional de Historia a través de sus directores” en María
Elena Morales Anduaga y Francisco Zamora Quintana (coord.) Pat-
rimonio histórico y cultural de México. Instituto Nacional de Antrop-
ología e Historia, Serie Antropología Social, Colección Científica
didácticos a través de la difusión del patrimonio cultural
local y nacional en sus propuestas museográficas. El cam-
bio quedó plasmado en el Programa de Museos Escolares
en sus tres grandes objetivos a alcanzar: una participación
amplia de la población en la protección y conservación de
su patrimonio cultural, un cambio en la relación del museo
con su público visitante para hacer de este un instrumento
de uso popular, y una dotación a las escuelas de materiales
didácticos auxiliares. Entre sus postulados estructurales
se pretendía una cobertura nacional mediante una acción
permanente, cuyas actividades estaban coordinadas de
manera conjunta entre alumnos y profesores con el apoyo
de los otros sectores sociales de las comunidades a través
de una participación voluntaria, y como una parte inte-
grante más de cada escuela. La formación, organización y
manejo de cada museo correspondía a los alumnos, y sus
profesores intervenían únicamente como asesores. Por su
parte el INAH tenía como responsabilidades la promoción
y las asesorías hasta que los museos escolares se consolida-
ran para asegurar su continuidad.
Desde la Dirección Nacional de Museos y Exposiciones
(DNME), el programa se manejaba a través de un departa-
mento que coordinaba tres secciones: el área de adminis-
tración, la de investigación y asesoría, y la de promoción. A
su vez recibían apoyo de las áreas de diseño y producción
de materiales museográficos; entre las diversas especiali-
dades contaban con profesores normalistas, museógrafos,
diseñadores, técnicos en montaje, etcétera.
3.Comentario final
Quiero mencionar que además de las sesiones de trabajo,
de conversaciones e intercambios de ideas y experiencias
que tuvimos, para mí fueron lecciones de museología que
disfruté enormemente. Todos los que participamos en es-
tos proyectos y los trabajos que elaboramos en coautoría,
en la diversidad de textos que presentamos, lo hicimos des-
de una perspectiva del interés mutuo por su difusión entre
los profesionales o interesados en nuestro campo de traba-
jo. Hago un reconocimiento y agradecimientos a aquellos
que se comprometieron conmigo para llevar a buen puerto
los resultados de nuestras entrevistas y el acopio de mate-
riales.
Cualquier trabajo, producto de un proyecto de inves-
tigación, no tendría un valor social sin su divulgación. En
cada libro y artículo publicado como resultado de los dife-
rentes proyectos de investigación que he desarrollado, he
invitado a los lectores a internarse en el texto para ir des-
cubriendo en la lectura los detalles de la vida cotidiana del
quehacer de nuestros colegas. Estos aspectos no se encuen-
tran en documentos almacenados en los archivos, sino en
la memoria de mis narradores/informantes, quienes logra-
ron reconstruir su versión y visión de muchos aspectos de
su trayectoria profesional.
Voces Recobradas
46 Voces Recobradas
46
núm. México, 2001.
“Silvio Zavala y el Museo Nacional de Historia” en Diario de Campo.
Boletín interno de los investigadores del área de Antropología,
INAH, núm. 32, mayo 2001.
8 De la primera fase de mi trabajo he armado la trayectoria profe-
sional del arquitecto Felipe Lacouture y Miguel Ángel Fernández. En
la segunda logré trabajar con los museógrafos Alfonso Soto Soria
e Iker Larrauri, de quienes elaboré las semblanzas que presenté en
los otorgamientos de los reconocimientos ICOM México por sus de-
stacadas trayectorias en el campo de los museos; posteriormente
publicadas:
-“Alfonso Soto Soria. Algunos datos biográficos” en Gaceta de Museos.
Órgano Informativo del Centro de Documentación Museográfica
de la Coordinación Nacional de Museos y Exposiciones del INAH,
número 18, junio, México, 2000, pp. 83 - 86.
-“Alfonso Soto Soria y el proyecto museográfico, en Gaceta de
Museos, Tercera Época, junio-septiembre, pp. 32-37
-“Homenaje a Iker Larrauri por ICOM – México” en Rico Mansard, Lu-
isa Fernanda y José Luis Sánchez Mora. ICOM México Semblanza Ret-
rospectiva, Consejo Mexicano del Consejo Internacional de Museos,
CONACULTA – FONCA, UNAM, México, 2000, pp. 167 – 170.
-“Iker Larrauri, museógrafo mexicano” en Diario de campo, Apuntes
biográficos, núm. 49, noviembre de 2002 (Destacar los principales
trabajos sobre museografìa).
9 Citado en Luis Alonso Fernández. Museología y museografía. España,
Ediciones del Serbal, 1999, p. 30.
10 Ibidem, p. 31.
11 Ibidem, p. 34.
12 Tanto la ENAH como la ENCRYM son las escuelas dependientes
del INAH encargadas de la formación de profesionistas en las ma-
terias que son responsabilidad del INAH.
13 El primer video: Programa documental Alfonso Soto Soria, museógrafo,
Serie de documentales Rostros de la Antropología producida por
la Dirección de Medios de Comunicación del INAH. 15 hrs de gra-
bación.
El segundo fue con imágenes fijas que presenté como parte de mi
conferencia en la mesa del reconocimiento que museólogos latino-
americanos le dedicaron al maestro Felipe Lacouture “La trayectoria
del museólogo Felipe Lacouture Fornelli y su legado, Encuentro
internacional organismos museológicos hiperconectados: muse-
ología, educación y acción cultural, ICOM, ICOFOMLAM, CECA, MU-
MAC, Itaipú Binacional, Museo de Itaipú Tierra Guaraní, 8 al 11 de
noviembre de 2018. Ciudad del Este, Paraguay.
14 Los periodos administrativos fueron los siguientes: doctor Sil-
vio Zavala (1946-1954), arquitecto Felipe Lacouture Fornelli (1977-
1982), profesor Miguel Ángel Fernández Villar (1982), Amelia Lara
Tamburrino (1983-1990) y el historiados Salvador Rueda Smithers
(1990-1992).
15 Vázquez Olvera, Carlos, El Museo Nacional de Historia en voz de sus
directores. México, Instituto Nacional de Antropología e Historia
– Plaza y Valdés Editores, Colección Obra Diversa, 1997.
16 El profesor Miguel Ángel Fernández fue en dos periodos de go-
bierno Coordinador Nacional de Museos y Exposiciones del INAH,
época en la que la red de museos de esta institución se incrementó.
17 Con el material que integré de la entrevistas, armé el cuaderno de
trabajo Aspectos del trabajo en el Museo Nacional de Historia. Testimonio
de cinco especialistas. Este material es inédito y ha sido de gran utili-
dad para impartir mis cursos.
18 Productos de este proyecto, como investigador del INAH, a la
fecha hemos publicado los siguientes libros, tres historias de vida
profesional: Felipe Lacouture Fornelli, museólogo mexicano. México,
INAH, 2004. (Libro digital disponible en librerías digitales). Alfonso
Soto Soria, museógrafo mexicano. México, INAH, 2005. Iker Larrauri,
museógrafo mexicano. México, INAH, 2005.
19 Tríptico de difusión.
20 Otro artículo que hemos publicado con parte de la información
obtenida es Vázquez Olvera, Carlos, “La participación de Iker Larrau-
ri en la formación de profesionales en las tareas del INAH”, Gaceta
de Museos, Tercera época, diciembre de 2017 – marzo de 2018, pp.
45-48.
21 Los integrantes del equipo que planearon la nueva propuesta for-
mativa fueron: la directora de la ENCRYM Mercedes Gómez Urquiza
de la Macorra, Iker Larrauri Prado, Ángel López Mota, Daniel Cama-
cho Uribe y Carlo Vázquez Olvera.
22 Felipe Lacouture Fornelli, museólogo mexicano, Instituto Nacional de
Antropología e Historia, México, 2004. Disponible en librerías vir-
tuales.
Alfonso Soto Soria, museógrafo mexicano. México, Instituto Nacional
de Antropología e Historia, 2005.
Iker Larrauri, museógrafo mexicano. México, Instituto Nacional de
Antropología e Historia, 2005.
23 El material es inédito, solamente he empezado a publicar: “El in-
terés de Mario Vázquez por la danza, el teatro y la museografía, Más
Museos, Revista Digital, UNAM, vol. 2, núm. 1, enero-junio 2020.
24 Trabajos que me sirvieron como antecedentes para la integración
del proyecto de esta entrevistada:
“Semblanza de la arquitecta Yani González de Herreman, Gaceta
de Museos, Tercera época, abril-julio, número 67, 2017, p. 61.
25 Vázquez Olvera, Carlos, ”Las escuelas del INAH y la enseñanza
de la museografía-museología, Antropología. Revista Interdisciplinar-
ia del INAH, Secretaría de Cultura, INAH, Nueva Época, Año 1, Núm.
1, enero-junio, pp. 93-115
Disponible en: https://mediateca.inah.gob.mx/repositorio/islan-
dora/object/articulo:16174
26 Producto de este proyecto:
Algunas Ideas y propuestas del Programa de Museos Escolares”, en
Gaceta de Museos, Tercera Época, febrero – mayo, núm. 40, pp. 28-33.
27 Vázquez Olvera, Carlos, “La participación infantil como motor del
origen y desarrollo de los Museos Escolares”, Revista Cuicuilco, Es-
cuela Nacional de Antropología e Historia, vol. 15, núm 44, septiem-
bre-diciembre, 2008.
Disponible en: http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ArtPdfRed.
jsp?iCve=35112197006
28 Sobre el concepto de cultura popular y las acciones dirigidas a
promover su desarrollo o transformación, así como la concepción
original del proyecto del MCP dirigida a ello mediante una partici-
pación más activa de los sectores sociales populares consultar:
Bonfil Batalla, Guillermo, Blanco, José Joaquín et. al Culturas popula-
47
Revista de Historia OralRevista de Historia Oral 47
La utilidad de la historia oral
en el rescate de testimonios de
protagonistas de la museolo-
gía mexicana
Resumen
El texto tiene como finalidad presentar las
experiencias de proyectos de investigación
acerca de la museología mexicana de la se-
gunda mitad del siglo XX en su integración y
desarrollo, particularmente, la aplicación de
la metodología de la historia oral como una
herramienta que ha posibilitado el rescate de
experiencias y vida cotidiana en los museos,
así como una diversidad de sistemas de tra-
bajo que los maestros museólogos fueron
integrando y madurando durante su trayec-
toria profesional y su aplicación en proyectos
de creación, reestructuración y gestión de
museos y exposiciones.
The usefulness of oral his-
tory in rescuing testimonies
of protagonists of Mexican
museology
Abstract
The text aims to present the experiences of
research projects about Mexican museology
of the second half of the twentieth century in
its integration and development, in particular,
the application of the methodology of oral
history as a tool that has enabled the rescue of
experiences and daily life in museums, as well
as a diversity of work systems that the master
museumlogists were integrating and maturing
during their professional career and their appli-
cation in their application in their application in
museums, projects to create, restructure and
manage museums and exhibitions.
A utilidade da história oral no
resgate de testemunhos de
protagonistas da museologia
mexicana
Resumo
O texto visa apresentar as experiências de
projetos de investigação sobre a museologia
mexicana da segunda metade do século XX na
sua integração e desenvolvimento, em parti-
cular, a aplicação da metodologia da hisria
oral como uma ferramenta que permitiu o
resgate de experiências e a vida quotidiana
nos museus, bem como uma diversidade de
sistemas de trabalho que os mestres museólo-
gos estavam a integrar e amadurecer durante
a sua carreira profissional e a sua aplicação
a integrar projetos para criar, reestruturar e
gerir museus e exposições.
res y política cultural, Museo de Culturas Populares-SEP, México, 1982.
Pérez Ruiz, Maya Lorena, El sentido de las cosas. La cultura popular en
los museos contemporáneos INAH, Colección Científica, núm. 397,
México, 1999.
29 Iker Larrauuri Prado fue en ese entonces el director de Museos
y Exposiciones del INAH, actualmente Coordinación Nacional de
Museos y Exposiciones.
OT e los narradores –directores
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