Voces Recobradas
6
Patrimonio
y memoria:
Vaciamiento,
intrusión y politización
de la Confitería
del Molino
Voces de
Buenos
Aires
Memoria, identidad y patrimonio:
Objetivos de investigación y dispersión teórica
La estrecha relación que manifiesta la memoria,
en cuanto al hecho de recordar, y la identidad,
en cuanto al conjunto de rasgos y circunstancias
que definen y diferencian a una persona o grupo
social, es innegable. La identidad se sustenta en
la memoria. Somos porque tenemos memoria,
porque somos capaces de recordar. Sin embargo,
esa evocación del pasado siempre se hace desde
el presente y el recuerdo se reconstruye a partir
de sus circunstancias.
Consecuentemente, al igual que la memoria,
la construcción de identidad, también se forma
y se elabora mediante la resignificación que ha-
cemos de nuestra relación con el pasado y del
sentimiento de pertenencia a un grupo, sociedad
o territorio. Cada persona, al pertenecer a deter-
minados grupos, es parte integrante de una di-
versidad de identidades colectivas, que como las
memorias, se encuentran en construcción perma-
nente. Por lo tanto, la producción de memoria e
identidad, más que ser un hecho pasado, siempre
es un hecho presente.
Resumiendo, sin memoria no podríamos cons-
truir identidad, ni tampoco reconocernos como
sociedad. Lo que recordamos, y también lo que
olvidamos, forma parte de nuestra identidad.
Para la preservación y protección de los aspec-
tos más reveladores y valiosos de las culturas e
identidades, las sociedades han creado diversos
instrumentos para construir memoria y transmi-
tirla a sus generaciones venideras. En este senti-
do, el patrimonio histórico y cultural constituye
una parte de esos instrumentos; aunque pode-
mos afirmar que se trata de una parte importante
de los mismos.
A causa de su fuerte presencia en la agenda de
la sociedad civil, de las políticas públicas, y de los
medios de comunicación, el concepto de patrimo-
nio histórico y cultural, viene siempre acompaña-
do por lecturas que lo reconocen por su impor-
Blasco, Luis
Licenciado y profesor
en Ciencias de la
Comunicación Social
(UBA)
Revista de Historia Oral 7
dominación y domesticar la memoria colectiva,
sino que debe pensarse, también, como una he-
rramienta, que permite la construcción de con-
tramemorias”,3 en tanto pueda recuperar aquello
descartado por la tradición selectiva hegemónica.
En esta línea, Ignacio Casado Galván, afirma
“(…) los referentes patrimoniales son activados
así por versiones ideológicas de la identidad, es
decir, el patrimonio es una representación simbó-
lica de las distintas versiones de
la identidad: esta es siempre
ideológica, responde a unas
ideas y valores previos subsi-
diarios determinados intereses
que coexiste con otras identi-
dades o versiones de la misma
identidad”.4
No hay un significado in-
equívoco y esencial del patrimo-
nio histórico y cultural, sino que este alcanza
su sentido dentro de un ovillo de relaciones de
poder, luchas por las cuales se lo convoca, se lo
afirma o se lo niega. Por lo tanto, en este traba-
jo, se adhiere a una ampliación del concepto de
patrimonio histórico y cultural, entendido como
una configuración de significación relacional,
abierta y precaria.
El carácter relacional del patrimonio impli-
ca entonces el rechazo a toda noción positiva,
al margen de las relaciones sociales. El carácter
abierto supone también que no puede definirse a
priori, de manera exhaustiva, la totalidad de prác-
ticas y elementos que suponen el mismo, puesto
que siempre pueden aparecer elementos no pre-
vistos, del orden de la contingencia. Por último,
su carácter precario deviene en que el mismo
concepto no puede alcanzar una estabilidad final
y esto es porque la distinción entre lo que es pa-
trimonio histórico y cultural y su negatividad no
se da solo en torno a términos de aquellos senti-
dos que le impone un programa, sino también de
aquellos que, sin haber estado incluidos dentro
del proyecto, lo penetran y transforman.
(...) el patrimonio es tam-
bién un instrumento retórico,
ideológico y político, bien
para ejercer el poder o resistir
el mismo.
tancia social y la necesidad de protegerlo o pre-
servarlo ante amenazas o peligros de pérdida. Por
caso, la Organización de las Naciones Unidas para
la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO),
afirma que el patrimonio es importante para la
cultura y el desarrollo en cuanto constituye el ca-
pital cultural de las sociedades contemporáneas.
A su vez, contribuye a la revalorización continua
de las culturas y de las identidades, y es un vehí-
culo importante para la transmi-
sión de experiencias, aptitudes
y conocimientos entre las gene-
raciones. Además, es fuente de
inspiración para la creatividad y
la innovación, que generan los
productos culturales contem-
poráneos y futuros”.
Aún más, al ser un recurso
histórico y cultural que permite la
producción de memoria y construcción de iden-
tidad, el patrimonio es también un instrumento
retórico, ideológico y político, bien para ejercer el
poder o resistir el mismo. En este sentido, la pro-
ducción de memoria es siempre el resultado de
tensiones, conlictos y negociaciones sociales.
En la construcción de la memoria colectiva,
siempre existe una disputa por las construcciones
que hacemos del pasado, para su transmisión a
las próximas generaciones. Por lo tanto, el con-
cepto de patrimonio histórico y cultural, no solo
tiene una impronta de permanente revisión teó-
rica, sino además, política, puesto que si se adhie-
re a la idea de cultura como un campo de lucha
por la producción de sentido1 es lógico afirmar
que toda representación simbólica que preten-
da formar parte del reconocimiento y valoración
por parte de una comunidad, e ingresar en la ca-
tegoría de patrimonio histórico y cultural, debe
ser aceptado por unos y no por otros; ya sea para
disentir sobre sus valores o su representatividad.
Por lo tanto, el patrimonio histórico y cultural,
no solo debe entenderse como una herramienta
de grupos hegemónicos,2 para instrumentar la
Voces Recobradas
8
Para el análisis de las luchas materiales y sim-
bólicas por la construcción de memoria, se lo
complementa aquí con algunas categorías analí-
ticas del filósofo francés Michel Foucault.
El dispositivo de memoria, entendido como:
“una red, una relación y un juego de fuerzas, don-
de la producción de memoria es siempre efecto
de la puesta en relación de estos elementos he-
terogéneos”.5
De lo dicho, se desprende que para funcionar
en el dispositivo de memoria, el Molino tiene que
dejar de ser tal por su captura en
una red cuyas líneas son prácti-
cas discusivas y no discursivas,
donde la producción de memo-
ria es siempre efecto de la pues-
ta en relación de elementos he-
terogéneos.
Para el análisis de los ele-
mentos y articulaciones que se
producen en la conformación
de dispositivos de producción de
memoria, se indaga el caso de la Confitería del
Molino durante el período de 1997-2015. A partir
de esta periodización se investigan las condicio-
nes materiales y simbólicas que hicieron posible
el cierre y posterior deterioro.
En conclusión, para visibilizar las diferentes
significaciones y narrativas, se identifican y des-
criben aquí esas representaciones materializadas
en el corpus que conforman el discurso de los me-
dios de comunicación gráficos, autoridades gu-
bernamentales y los inquilinos del Molino.
Con dicho corpus se intenta indagar en las di-
versas narrativas, secretos y silencios que entran
en pugna a la hora de administrar la memoria del
lugar, durante el período de su cierre.
Introducción
Si el Molino era considerado como “la tercera
cámara, ya que era común ver allí a diputados y
senadores continuar las deliberaciones y nego-
ciaciones parlamentarias, durante la década del
90, el edificio no será ajeno al proceso de trans-
formación social, política y económica de época.
La hiperinlación desatada entre 1988-1990
dejó nuevamente una sociedad permeable al
discurso neoliberal de la crisis, que abrazó con
fervor el presidente electo en 1989, Carlos Me-
nem. Su condición de peronista y su alianza con
los grandes grupos económicos locales (Bunge &
Born), hizo posible la emergencia de un proyecto
político que afirmaba la ineficiencia de Estado, al
entender que la crisis “hiperinlacionaria” prove-
nía de las intervenciones sociales y protección de
los trabajadores en conjunto con
el desarrollo de empresas esta-
tales de servicios y productoras
de energía, que habían desvir-
tuado el funcionamiento del
mercado.
La implementación guber-
namental de orientación neoli-
beral de la Ley de Reforma del
Estado y de Emergencia Econó-
mica (1989), que dará inicio a un
proceso privatizador en el país; en conjunto con
la puesta en marcha del Plan de Convertibilidad
(1991), que supondrá una relación cambiaria fija
entre la moneda nacional y la estadounidense,
produjo un proceso de modernización excluyen-
te” en la Ciudad de Buenos Aires, impulsado por
capitales privados y por un Estado, que lejos de
debilitarse, accionará como el garante del buen
funcionamiento del mercado, como la matriz a
partir de la cual debe organizarse la vida social,
tanto en el plano individual como colectivo.
El mercado inmobiliario decaído, a la salida de
las crisis inlacionarias de fines de la década del
80, abrió grandes posibilidades de valorización
en desarrollos inmobiliarios, a través de los nue-
vos artefactos de la globalización: urbanizaciones
cerradas, edificios inteligentes y shoppings. En
este contexto, la Confitería del Molino comienza
a decaer en ventas. Edgardo Roccatagliata Bren-
na comienza a reactivar una táctica ya conoci-
da, subalquilar espacios para eventos: en 1991 el
grupo de electro–pop español graba el video clip
(...) para visibilizar las diferen-
tes significaciones y narrativas, se
identifican y describen aquí esas
representaciones materializadas en
el corpus que conforman el discurso
de los medios de comunicación grá-
ficos, autoridades gubernamentales
y los inquilinos del Molino.
Revista de Historia Oral 9
Niña, en el primer piso de la confitería. Además,
el salón del primer piso se ofrece para fiestas de
egresados.
Un año más tarde, la Confitería será declarada
Área de Protección Histórica (APH)de la Ciudad de
Buenos Aires, pero esto no derivó en su cuidado
sino en su progresivo deterioro.
No obstante, el Molino seguiría siendo tes-
tigo de acontecimientos políticos. En agosto de
1994, los políticos Federico Storani, Carlos “Cha-
cho” Álvarez y José Octavio Bordón se reunieron
en uno de los salones para definir
una alianza electoral de cara a
las elecciones presidenciales de
1995. Esta articulación, luego
conocida como Acuerdo del Mo-
lino, supuso el surgimiento del
FREPASO, que nace de la fusión
de los partidos PAIS y Frente
Grande.
Finalmente, la fórmula Octa-
vio Bordón y Carlos Álvarez obtiene el segundo
lugar en las elecciones presidenciales de 1995,
con el 29,30 %, que consagra nuevamente presi-
dente a Carlos Menem (Partido Justicialista) con
el 49,94% de los votos.
La segunda presidencia de Carlos Menem su-
pondrá la profundización del ordenamiento neo-
liberal del país: reducción del gasto público, au-
mento de la deuda externa, liberalización de los
mercados, ajuste, privatización de los servicios
públicos y bancos provinciales. A esto se le agre-
ga el aumento en los índices de desocupación y
de la pobreza; y el aumento de la participación
extranjera en empresas locales. A estas políticas
de cuño neoliberal, se le suma como consecuen-
cia, la fragmentación del espacio metropolitano,
creando barreras materiales y simbólicas en una
trama urbana hasta entonces abierta y relati-
vamente integrada, fundando guetos de ricos
(countrys) hacia el norte de la Ciudad de Buenos
Aires y guetos de pobres; pero también guetos de
clase media (que hasta ese entonces vivía inte-
grada a la ciudad).
Este escenario le dará la estocada final a la
Confitería. Meses antes del cierre, se filma la
polémica publicidad del concurso deportivo
El Gran DT, donde Graciela Fernández Meijide,
“Chacho” Álvarez, Antonio Cafiero, Jesús Rodrí-
guez y el vicepresidente, Carlos Ruckauf, discu-
tían, en jerga política, la formación de un equipo
de fútbol. Cerrando simbólicamente la represen-
tación del Molino “como tercera cámara” para ar-
ticularla con el aire farandulesco que respiraba
la Ciudad de Buenos Aires, acorde a la cultura de
degradación que la racionalidad
neoliberal se vale como modo
de construir apatía política en
los ciudadanos.
Finalmente la Confitería
cierra sus puertas el 23 de fe-
brero de 1997.
La Confitería del Molino, ubicada en la intersección deAv. Rivadavia y
Av. Callao (Ciudad de Buenos Aires, 2012).
A estas políticas de cuño
neoliberal, se le suma como conse-
cuencia, la fragmentación del espa-
cio metropolitano, creando barreras
materiales y simbólicas (...)
Voces Recobradas
10
El vaciamiento del dispositivo
Pese al cierre, en abril de 1997, avanza en la Cá-
mara de Diputados un proyecto impulsado por el
diputado Eduardo Rollano (PJ, Capital Federal),
para declarar al edificio de Callao y Rivadavia,
Monumento Histórico y Nacional y sujeto a ex-
propiación pública, con el fin de preservarlo para
uso del Poder Legislativo, tanto para eventos cul-
turales” como para “las actividades de extensión
legislativa.
La emergencia del proyecto, ante la posibilidad
de que el Molino se transforme
en una cadena de hamburgue-
sas o en un apart hotel, sentó
las bases del Decreto N°1110/97,
por el cual es declarado Monu-
mento Histórico Nacional. Sin
embargo, el proyecto queda
cojeando y relegado, perdiendo
estado parlamentario.
A su vez, el proceso de inestabi-
lidad política, en el marco de una crisis mayor que
se extendió de 1998 y 2002, causada por una lar-
garecesión,que disparó una crisis humanitaria,
de representatividad social,económica,financie-
raypolítica; pondrá en suspenso todo tipo de ges-
tión gubernamental entorno al patrimonio histó-
rico y cultural. Como se observa en el siguiente
material hemerográfico.
“La verdad, como están las cosas, me parece un
disparate gastar plata en más oficinas públicas
(…). Hay otras maneras de preservar el edificio.6
“No, de ninguna manera estamos pensando
en que el Estado tenga que desembolsar dine-
ro”.7
“La verdad hace tiempo que no se expropia
ningún edificio. No estamos en condiciones pre-
supuestarias de hacer algo así”.8
A su vez, la dimensión inmaterial del patrimo-
nio histórico y cultural, por la cual el Molino ha-
bía sido catalogado como Monumento Histórico
Nacional, y que supone el interés por la diversi-
dad cultural y una superación de la visión mo-
numental/nacional en favor de la multiplicidad
de historias e identidades locales; no se articula
con la visión gubernamental de época que en-
tendía el patrimonio como: conjunto de monu-
mentos antiguos que deben preservarse porque
son excepcionales por sus valores estéticos o
porque han sido escenario de sucesos determi-
nantes referidos en documentos y narrativas de
historiadores. Es por ello que,
durante este período, las me-
morias entorno al Molino al no
poder integrarse a la política y
memoria nacional dominante,
sobrevivirán asumiendo la for-
ma de mito.
A las razones gubernamen-
tales del olvido, se le agregan
silencios moldeados por relacio-
nes de dominación dueño/ trabajadores. Por
caso, el 24 de enero de 1997 la Confitería cierra
por vacaciones, anunciadas hasta el 14 de febre-
ro, pero antes de llegada la fecha de apertura, los
trabajadores comenzaron a recibir telegramas de
despido. A esto se le suma la incertidumbre, mol-
deada por la ausencia de la palabra del dueño
Edgardo Roccatagliata, quien según las crónicas
y palabras de los entrevistados, se encontraba de
viaje y no prestaba declaraciones sobre el asunto.
El cierre de la Confitería en lo personal lo viví con mu-
cha incertidumbre y tristeza, con miedo que lo ven-
dieran y los nuevos dueños tirarán abajo el edificio.
Lamentablemente la Ciudad de Buenos Aires sufrió va-
rios crímenes arquitectónicos. ¿Por qué no pensar que
podría haber pasado lo mismo? Por suerte no fue así,
pero fue lo que sentí en ese entonces, ya el lugar venía
en decadencia; ya nadie venía arreglar algún tipo de
problema con respecto al mantenimiento del edificio,
por eso el deterioro arquitectónico; y luego, mucho no
se sabía por el hermetismo que había con el futuro del
edificio.9
A las razones
gubernamentales del olvido, se le
agregan silencios moldeados por
relaciones de dominación dueño/
trabajadores.
Revista de Historia Oral 11
Llegué de vacaciones y el Molino estaba cerrado, na-
die decía nada. Era como un silencio total, nadie decía
nada (…). La Confitería venía funcionando mal, para
mí la fundieron.10
Mi papá no sé si estaría de acuerdo de dar entrevistas,
ya que ese hermetismo lo adoptaron al igual que mi
padre, no quieren a darse a conocer.11
También se agregan a los silencios, razones per-
sonales para no prestarse a malos entendidos o
ser castigado por lo que se dice,
como bien señalan las entrevis-
tadas.
(…) Yo no tenía idea de nada por-
que no me correspondía ya que
el empleado era mi padre y para
evitar problemas tampoco decía
nada.12
Salvo unos periodistas extranjeros, nunca vinieron a
preguntarme sobre el Molino. Bah, sí, una vez me hizo
una entrevista La Nación, pero solo por teléfono (…).
En el último tiempo sí, había gente que protestaba en
la calle para que abran el Molino, pero eran pocos. An-
tes no había nadie.13
Estos factores gubernamentales de clivaje y per-
sonales, fueron moldeando el vaciamiento eco-
nómico y simbólico, dejándolo sin los recursos
necesarios para alcanzar profundidad histórica y
reconocimiento social.
El dispositivo como especulación inmobiliaria
En diciembre del 2001 estalla la crisis en la Ar-
gentina. La resistencia popular bajo el lema “¡Que
se vayan todos!”, referida en la historia como el
cacerolazo, causa la renuncia del entonces presi-
dente de la Argentina, Fernando de la Rúa, el 20
de diciembre del 2001.
Se abre entonces un proceso de inestabilidad
política, en el marco de una crisis mayor que se
extendió de 1998 a 2002, causada por una lar-
garecesión,que disparó una crisishumanitaria,
de representatividad social,económica,financie-
raypolítica. Esa hecatombe económica, social y
cultural, que se inicia en 1998, obligó a repensar
múltiples cuestiones. Entre ellas, el patrimonio.
Es entonces que se consolida en las acciones
gubernamentales un cambio de la concepción
patrimonial: la constitución metropolitana in-
cluirá el derecho al patrimonio cultural en con-
junto con la necesidad de legislación del patri-
monio en todas sus formas. Este hecho, en con-
junto con la institucionalización
en el 2003 del concepto de pa-
trimonio cultural inmaterial,
por parte de la Unesco,14 des-
bloqueará en las acciones gu-
bernamentales (2003 – 2017),
algunas experiencias entorno
a la dimensión intangible del
patrimonio que coincide con el
interés por la diversidad cultural
y una superación de la visión monumental/na-
cional en favor de la multiplicidad de historias
e identidades locales. Es por ello que si en la
conformación del patrimonio nacional, lo intan-
gible era la producción cultural vinculada a lo
nacional, es decir a la “alta cultura, en esta con-
cepción lo intangible pasa a ser el “redescubri-
miento” de la diversidad cultural que la nación
había invisibilizado.15
En el marco de la recuperación económica del
país, el auge del turismo y la decidida acción gu-
bernamental para recuperar edificios con valor
patrimonial (sobre todo en el casco histórico), el
sábado 27 de noviembre del 2004, la Confitería
del Molino vuelve abrir sus puertas para la sép-
tima edición de Estudio Abierto, un ciclo artísti-
co organizado por la Secretaría de Cultura de la
Ciudad de Buenos Aires, cuyo objetivo era recu-
perar espacios que se creían perdidos.
“Valdrá la pena recorrer el no tan conocido
salón de fiestas del Molino, en el primer piso,
con las paredes de espejos biselados, piso de
parquet y ventanales que dan a la Plaza Con-
Llegué de vacaciones y el Molino
estaba cerrado, nadie decía nada. Era
como un silencio total, nadie decía nada
(…). La Confitería venía funcionando
mal, para mí la fundieron.
Voces Recobradas
12
hubo problemas porque estaba todo cerrado con
cintas, comentó a Clarín, Rodrigo Rocena, de 32
años”.18
Creo recordar que vinieron a trabajar por el 2002 o
2005, un arquitecto, eso decía, pero solo estuvo un
mes, puso ese plástico adonde estaba los vitrales de la
cúpula. Pero nada más, rompió más de lo que arregló,
un día no vino más y nunca supe porque vino y dejó
todo a medias, un desastre.19
En este sentido y en el marco de
un aumento del precio del sue-
lo,20 en la zona central de la Ciu-
dad de Buenos Aires, el grupo
Ropabren no privilegiará la des-
centralización y la difusión históri-
ca y cultural; sino la especulación
inmobiliaria, a partir del desa-
rrollo de un mercado informal
de la vivienda, donde los pro-
pietarios han visto la forma de
lucrar y obtener recursos. Así lo señala, Patricio,
inquilino de Av. Rivadavia N° 1815.
Era muy difícil como extranjero conseguir departa-
mento en Buenos Aires, en ese tiempo. No conseguías
ni que fueras multimillonario. La gente que te estoy
hablando eran chilenos, también había de otras na-
cionalidades, pero éramos todos gente de clase media
alta, no es que era un problema la plata. Todos venía-
mos de situaciones favorables. Pero era difícil porque
no existían los seguros de caución, tenías que tener
garante y la situación era imposible (…). En realidad,
el departamento de Cristóbal se alquiló por un garan-
te, que no sé de dónde salió. Pero como había sido una
buena experiencia para los Roccatagliata alquilar ese
departamento, empezaron a alquilar a estos mucha-
chos que no tenían garantía. Pero haciendo un trato de
pago por adelantado y en dólares (…). Teníamos con-
trato de 6 meses, con 25 millones de cláusulas, rebiza-
rras. Por ejemplo, el edificio no tenía timbre y nosotros
no podíamos poner. Esta persona, Liliana, estaba muy
greso. Allí habrá espectáculos musicales y un
servicio de bar. Abajo, en una vitrina del salón
principal, podrá verse la instalación de Luján
Funes, que reconstruyó la vida de una dama de
la oligarquía nativa, a la que apodaban Pirin-
cho, a partir de fotos rescatadas hace seis años
en el Mercado de las Pulgas de Dorrego. Pueden
verse en exhibición, en otro anaquel, bombo-
nes con diseños tan exóticos como provocativos.
Caminando las baldosas de mármol, partidas por
efecto del tiempo y el abandono, se llega hasta
la pantalla donde se proyecta a
una red que cuelga del cielorra-
so, hecha con papel afiche.16
A su vez, un mes más tarde, el
grupo Ropabren, propietarios
del Molino, reciben un subsidio
de $80.000 del Fondo de Cultu-
ra porteño para realizar tareas
de restauración.
“Esperemos que esto sea un dis-
parador para su restauración -enfatiza Fajre-,
que se interesen aún más los inversores. Desde
el GCBA estamos dispuestos a ayudar. El Plan de
Manejo del Casco Histórico prevé la recuperación
de las veredas y el mobiliario del eje institucional
de la Avenida de Mayo; además se realiza el ase-
soramiento para la recuperación de fachadas, la
iluminación de las cúpulas y hasta la entrega de
subsidios”.17
Sin embargo esos fondos no funcionaron como
disparador para su reapertura y preservación;
sino que por el contrario, solo fue utilizado como
“parche, para reparar la cúpula deteriorada y en
peligro de derrumbe.
“Trozos de mampostería y de vitrales fueron re-
tirados ayer, por razones de seguridad, de la de-
teriorada cúpula de la tradicional confitería (…).
Cayeron algunos cascotes chiquitos y pedazos
de vidrio sobre la vereda y sobre la calle, pero no
Creo recordar que vinieron a trabajar
por el 2002 o 2005, un arquitecto,
eso decía, pero solo estuvo un mes,
puso ese plástico adonde estaba los
vitrales de la cúpula. Pero nada más,
rompió más de lo que arregló, un día
no vino más (...)
Revista de Historia Oral 13
preocupada, nunca entendí por qué, en el que no este-
mos parados en la puerta del edificio.21
Pese a ello, el 29 de noviembre del 2006, en la Cá-
mara de Diputados se aprueba por unanimidad
un proyecto de ley para declarar al edificio de la
Confitería de utilidad pública y sujeto a expropia-
ción, impulsado por el diputado nacional y presi-
dente de la Comisión de Cultura, Jorge Coscia. La
ley autorizaba al Ejecutivo a comprar y restaurar
el inmueble. Además de la creación de una comi-
sión dependiente del Legislativo, que se encarga-
ría de transformar el edificio en un centro cultural
dedicado a la democracia y el Congreso.
Sin embargo, el deceso de 194 personas en el
local bailable Cromañón irá reconfigurando el
imaginario ciudadano hacia finales del 2004. A
su vez, la construcción mediática de la inseguri-
dad favoreció que parte de la ciudadanía se ma-
nifestara a favor de personajes que, contrastando
el dolor y la muerte, se presentaron como el em-
blema del éxito personal y empresarial, así como
de la felicidad familiar. Esto logró redireccionar el
accionar gubernamental de la Ciudad de Buenos
Aires con un objetivo claro: construir un nuevo
paradigma de ciudad, basándose en un modelo
de centralidad del mercado y de desigualdad na-
tural y con ello radicalizar la forma económica de
mercado a todo el cuerpo social, reconfigurando
la relación entre Estado e instituciones, entre lo
público y lo privado; así como también al sujeto,
que es permanentemente estimulado positiva-
mente a responsabilizarse, a ser activo, y a tomar
el destino en sus propias manos, tanto sea para
contratar un servicio de salud, acceder a una vi-
vienda, buscarse un empleo, etc.
En dicho contexto, en 2009, quien fuera presi-
denta de la Comisión de Patrimonio de la Legisla-
tura, presenta un proyecto para la restauración y
cesión a concesionarios privados de la Confitería.
“El Estado compraría únicamente la confitería,
que es el 45% del total de la propiedad, y no los
departamentos que se ubican encima del local,
que forman parte de la misma propiedad”.22
“Nuestra idea no es necesariamente expropiar”,
explica la diputada Anchorena, “y si hubiera un
inversor privado que hiciera todo esto sería mejor.
El objetivo es revitalizar esta pieza del patrimo-
nio edificado que es también parte del patrimo-
nio vivo de la ciudad”.23
La ocupación del dispositivo
En paralelo a ello, la expectativa de maximizar las
ganancias por parte de los propietarios reorga-
nizará la relación dueños/ inquilinos; fijando un
sobreprecio del alquiler, bajo la especulación del
valor patrimonial del edificio y el nivel de ingre-
sos de la clase social que podían disfrutarlo. Afir-
ma Patricio:
Carta documento enviada por los inquilinos de Av. Rivadavia Nº 1815 4º B.
Ciudad de Buenos Aires, 2009.
Voces Recobradas
14
En el 2009, nosotros tuvimos un problema con ellos
(propietarios) porque el plan que quisieron hacer era
como subir los alquileres un 300%, en el medio del con-
trato. De un contrato de dos años que nosotros habíamos
logrado. Pero en algún momento no sé, vieron que había
cuerda de donde tirar y quisieron eso. Y bueno, nosotros
dijimos no vamos a pagar eso (…). Casi todos pensába-
mos más o menos igual, aunque la mayoría cedió, y pau-
latinamente se empezaron a ir del departamento, pero
nosotros como que nos enojamos con la situación y nos
fuimos asesorar con varios abogados que nos dijeron que
nos tenían que respetar el contrato. Y
también blanqueamos la situación
contractual que teníamos con ellos,
que querían mantener en la oscuri-
dad.24
Esto último supuso una tensión
entre los propietarios que puja-
ban por el desarrollo del merca-
do informal y los inquilinos de Av.
Rivadavia N° 1815, que pujaban por la formaliza-
ción del contrato. Sin embargo, ante la falta de
respuesta e interlocutores, comienza un período
de ocupación organizada del departamento, lle-
vada a cabo por un grupo vinculado por el paren-
tesco y origen. Recuerda Patricio:
Quedamos sin contrato, también lo consultamos con
abogados, tuvimos varios. A nosotros los que nos dije-
ron ante la situación que estábamos viviendo, que no
teníamos interlocutor válido, como locatario del de-
partamento, era mejor que nos quedáramos a que nos
fuéramos. ¿Por qué íbamos abandonar un espacio si
nadie se presentaba y decía es mío o algo? Ni siquiera
habían tomado el alquiler que nosotros pagábamos
de manera legal. Finalmente dejamos de pagar (…).
A partir de ese momento no tuvimos más contacto
con los Roccatagliata y sus interlocutores. Nosotros
esperábamos alguna carta documento, que acusaran
el pago, el giro postal. Pero no nos llegó nada, lo único
que hizo fue llamarme a mí por teléfono para amena-
zarme que me iban a sacar.25
En palabras de los entrevistados, esto produjo un
proceso dicotómico entre los que pagaban alqui-
ler y los ocupantes, división marcada también en
términos arquitectónicos.
Los inquilinos que estaban por Callao N° 32 paga-
ban, los que estaban por Av. Rivadavia 1815 pasa-
ron a ser ocupas (…). No me desagradó que hayan
ocupado Av. Rivadavia, lo único que me molestó era
que no eran gente pobre, los chilenos viven en Las
Condes en Chile.26
Pero también marcada en tér-
minos de convivencia, entre los
inquilinos habituales y los consi-
derados desviados, ya sea por ser
descuidados o alborotadores.27
La convivencia cambió un poco
cuando llegaron los chicos chilenos,
que hacían fiestas cada dos por tres y
eso hizo que los vecinos del 4to. piso de Callao N° 32 se
quejaran constantemente y con razón (…). Las quejas
eran puertas adentro, a veces venía la policía por que-
jas de otros edificios de la zona.28
No obstante, la construcción social del desorden
y el desvío de conductas, se definen en relación a
quien lo defina. En este sentido, Patricio senten-
cia:
Hacíamos fiestas para nosotros, cosas más íntimas. No
hacíamos eventos abiertos, sino que las fiestas eran un
caldo de cultivo de artistas, que empezaron a producir
en el Molino.29
Al igual que la ocupación, que parecería legiti-
mada, según el entrevistado, por un componente
afectivo y artístico–formativo, ligado al valor his-
tórico y cultural del edificio.
Yo me iba a ir porque mis hermanos se habían venido a
vivir conmigo también al Molino, y nos íbamos a vivir
Hacíamos fiestas para nosotros,
cosas más íntimas. No hacíamos
eventos abiertos, sino que las fiestas
eran un caldo de cultivo de artistas,
que empezaron a producir en el
Molino.
Revista de Historia Oral 15
por Colegiales, pero cuando estábamos por hacer la
transacción, nos agarró como una cosa de qué iba a
ser con este edificio, si nosotros no estábamos; cachai
(…). Nosotros, en ese momento, tomamos la decisión
de no irnos porque tomamos la decisión de ser parte
de la historia del edificio, como que nació la respon-
sabilidad de cuidar. Tanto no nos equivocamos (…).
Todos nosotros éramos artistas, las personas que tra-
bajaron, que usaron ese espacio para trabajar en un
corto periodo de tiempo van a empezar a tener rele-
vancia, mismo yo, humildemente. No solo nacional,
sino también internacional, por eso
no te sorprenda como que después
se hable o exista como cierta no-
ción de todos estos artistas, como
agrupación de artistas que se for-
maron en el Molino.30
La politización del dispositivo
Para el año 2011, una serie
de acciones volverá a poner en
agenda pública al Molino. En primera instan-
cia, la negativa del oficialismo en la Legislatura
porteña de renovar la Ley 3056 que protegía a
los edificios anteriores a 1941 de su destrucción,
impulsará una serie de reacciones de las princi-
pales organizaciones de defensa del patrimonio
histórico y cultural. Estas se tradujeron en ron-
das de café y tés en la puerta, organizadas por
el Observatorio de Patrimonio y Políticas Urba-
nas; y presentaciones de amparo ante la justicia
(firmadas por: Basta de Demoler, la Fundación
Ciudad, Proteger Barracas, SOS Caballito, Proto
Comuna Caballito y Salvar Floresta, con el apoyo
de una veintena de organizacio-
nes barriales y culturales) cuyo
objetivo era que se congele
toda demolición hasta que la
Ciudad cumpla con el manda-
to de la ley porteña 1227, que
ordena al Ejecutivo a realizar
un catálogo de edificios repre-
sentativos culturalmente his-
tóricos y simbólicos por su uso
o asociación con la memoria barrial y de valor
arquitectónico.
Intervención en el espacio público por la restauración y apertura del Molino. Fuente: Documental “Las Aspas del Molino” (Ciudad de Buenos Aires,
2014). Recuperado en: https://youtube/T1AVdn65Jik
Nosotros, en ese momento, tomamos
la decisión de no irnos porque
tomamos la decisión de ser parte de la
historia del edificio, como que nació
la responsabilidad de cuidar. Tanto no
nos equivocamos (…)
Voces Recobradas
16
“Vemos como trasfondo la intención del gobier-
no porteño de demoler esos edificios para reali-
zar negocios inmobiliarios”.31
Estas acciones judiciales y de intervención y apro-
piación del espacio público coinciden, según los
entrevistados, con la prolongación del deterioro
y abandono edilicio de la Confitería hacia el com-
plejo habitacional de Callo N° 32 y Av. Rivadavia
N°1815.
En el 2010, más o menos, fue cuan-
do ya no teníamos ascensor. Yo es-
tuve varios años bajando y subien-
do por las escaleras. El agua nunca
nos cortaron acá en el 32, pero sí en
1815, porque la bomba que lleva
a los dos edificios que dan agua al
1815 y al 32, están en el sótano del
Molino, está ahí.32
En el 2010, por ahí, se empezó a venir
abajo. Antes funcionaba, antes de eso aparte de cosas
cosméticas, el Molino funcionaba bien. Óptimas condi-
ciones.33
Por ese entonces, en el edificio vivía Roberto, que era
disc jockey, te arreglaba cables y equipos. Le dabas algo
y te lo arreglaba, era el electricista de todos, porque
cuando se rompía algo, lo arreglaba él, porque sus due-
ños no ponían dinero para mantener el edificio.34
Ante la falta de iniciativa gubernamental, el 15
de octubre del 2013, se pliegan al reclamo do-
centes y alumnos de la Facultad de Arquitectu-
ra de la UBA, que llevan a cabo una instalación
artística y una clase pública sobre patrimonio
arquitectónico:
“Invitamos a que todos lleven sus tazas para
colgarlas en los alambres que cubren la fachada,
como se hace con el puente de los candados en
París, explicó el arquitecto Martín Marcos, pro-
fesor de la FADU e impulsor de la iniciativa que
estará convocada para las 19 en la puerta del Mo-
lino.35
En paralelo a ello, los habitantes de Av. Rivadavia
N° 1815 despliegan otras acciones para impulsar
un proyecto de residencia artística en el Molino.
No es un trabajo sobre el terreno de la memoria;
sino que se presenta como una solución al pro-
blema habitacional de la Ciudad de Buenos Aires,
para los artistas extranjeros.
En el año 2013, nosotros pensamos un proyecto de resi-
dencia artística. Que fuera dinámica
y adecuada a las condiciones edili-
cias del Molino (…). Nosotros le pu-
simos CREA-Centro de Residencia
de Experimentación Artística.36
Sin embargo, a diferencia de
las experiencias anteriormen-
te mencionadas, el proyecto
será impulsado por un “núcleo
chico. No se llevan adelante tác-
ticas de apropiación e intervención del espacio
público, tampoco se convoca a sectores de la so-
ciedad civil; sino por el contrario, la táctica será
la comunicación directa con subjetividades que
rondan el ámbito gubernamental. Así lo afirma
Patricio:
Nosotros teníamos dos opciones, mantener núcleo
chico y llamar la atención de gente que estuviera
dentro del ámbito de la política, a costo de que noso-
tros quedáramos marginados de eso cuando se hicie-
ra, que un poco es lo que pasó; y la otra es empezar a
convocar gente de nuestra edad al Molino, pero más
amplio, abierto a la comunidad pero yo lo consideré
un poco difícil y complicada esa situación. Entiendo
cómo funcionan las lógicas de la política universita-
ria, llegan las fuerzas, están ahí. Yo tengo vocación
política, pero avanzar en eso era como poner en sus-
pensión mi vida tres años, y yo tengo mucha obra
para terminar, muchos proyectos con los cuales ya
tengo financiamiento por eso no podía, no tenía la
En el año 2013, nosotros pensamos
un proyecto de residencia artística.
Que fuera dinámica y adecuada a las
condiciones edilicias del Molino (…).
Nosotros le pusimos CREA-Centro
de Residencia de Experimentación
Artística.
Revista de Historia Oral 17
capacidad vital de tomar ese camino. Además en-
tendía que eso, luego se podía volver algo peligroso,
engorroso. Optamos por eso, nos reunimos con gente,
algunos con sus asesores. Con Julián Domínguez, Jor-
ge Rivas, Liliana Mazure. En su momento en el 2013,
cuando era ministro de Cultura también hablábamos
con Coscia.37
Tampoco, pese al interés de la prensa gráfica,
no se aprovechan las condiciones para que las
narrativas circulen, bajo el precepto de cierto
enmarcamiento estigmatizan-
te situado en la lógica de los
medios de comunicación, para
quienes estaban viviendo en el
interior del edificio.
En el último tiempo, se intere-
só bastante la prensa. A mí cuan-
do me hacían entrevistas siempre
me preguntaban por el Molino, había
interés de la prensa. Pero nosotros resolvimos llevar-
lo más en silencio, pensando que servía más. Yo creo
que tuvimos razón. Cuando se meten muchos actores
se confunde y a nosotros nos pasó un poco, era como
que el periodista quería enmarcarnos en un frente de
lumpen, como que no. Si no te tengo mucha confian-
za, no quiero que vengas, sino vas a venir a sumarle a
este espacio
Tuve un montón de reuniones con gente de pro-
gramas televisivos, pero no, porque sé que ellos van
con las cámaras y filman un pedazo de muro que está
destruido y ponen Okupas en el Molino.38
Finalmente el 13 de noviembre del 2014, la Cá-
mara de Diputados aprueba por unanimidad
la Ley 27.009 de autoría del senador Samuel
Cabanchik– que declara al inmueble de utili-
dad pública y sujeto a expropiación por su valor
histórico y cultural”. La ley indica que el Ejecu-
tivo comprará el edificio para que lo use Dipu-
tados, que la Confitería será reabierta por una
concesión, que se creará un museo del Molino y
un centro cultural, Las Aspas. A su vez, el 29 de
septiembre del 2015, la presidenta Cristina Fer-
nández de Kirchner, bajo el Decreto 2026/1, esta-
blece que el Ministerio de Planificación Federal
sea el “sujeto expropiante” del edificio de la Con-
fitería del Molino.
Sin embargo, pese a la iniciativa guberna-
mental de agilizar los trámites administrativos
y promover la descentralización y la difusión
histórica y cultural, la restauración se demora.
Los dueños privados del edificio niegan la en-
trada a los tasadores judiciales
y afirman que solo los dejarán
entrar “por carta documento” y
con la fuerza pública. También
se niegan a dejar entrar a los
técnicos y arquitectos del Con-
greso. A esto se le suman los
tiempos oficiales para la pro-
tección del inmueble expro-
piado, que incluye a varios entes
de control del Estado, el Ministerio de Planifica-
ción39 y a la Comisión Nacional de Monumentos,
de Lugares y de Patrimonio Cultural. Mientras se
avanza en la compra y transferencia al Congreso
Nacional, se colocan los andamios de seguridad
y para noviembre del 2015 también se emplazan
los primeros carteles de obra.40
“Hoy, pese a que unos pocos departamentos si-
guen teniendo inquilinos, el edificio no tiene agua
ni gas, y las únicas fuentes de luz son cables tira-
dos por las escaleras desde una caja en la planta
baja. La confitería está cerrada a candado y recibe
una limpieza regular y nada más, y se sabe que el
tercer subsuelo se inundó hace años por una napa
surgente. El exterior del edificio ya es un peligro
para los que pasen por la vereda, con apenas una
tela ya muy rota que envuelve la célebre mar-
quesina de la confitería, una pieza muy bella de
hierro y vitrales. Los dueños no sólo no hicieron
ningún mantenimiento del exterior, sino que se
negaron a permitir que lo hiciera el Congreso.41
Tuve un montón de reuniones con
gente de programas televisivos, pero
no, porque sé que ellos van con las
cámaras y filman un pedazo de muro
que está destruido y ponen Okupas en
el Molino.
Voces Recobradas
18
A estos factores se le agrega el impasse adminis-
trativo, que se da con el recambio gubernamen-
tal. En febrero del 2016, el flamante presidente
Mauricio Macri reordena la Ley de Ministerios a
partir del Decreto 376/2016, que supuso la crea-
ción del Ministerio del Interior, Obras públicas y
Vivienda, al que se le transfieren las funciones
en materia de obra pública asignadas al ex Mi-
nisterio de Planificación Federal. La decisión es-
tableció que la Subsecretaría de Obras Públicas
revisara la construcción, la conservación y el re-
ciclaje de edificios públicos y la restauración de
monumentos históricos nacionales. Finalmen-
te el 3 de marzo del 2017, el gobierno nacional,
bajo la Resolución 15-E/2017, aprueba el acuerdo
entre el Subsecretario de Coordinación del Mi-
nisterio del Interior, Obras Públicas y Vivienda y
las firmas Argital Sociedad Anónima Comercial,
Inmobiliaria y Financiera y Rocabren Sociedad
Anónima, Comercial, Industrial, Financiera e In-
mobiliaria.
Finalmente la compra se concreta por la
suma de $181.742.000. En relación a la suma
desembolsada por el Estado Nacional, Patricio
señala:
Nosotros fuimos el mejor negocio que hicieron Rocca-
tagliata, porque se fueron con millones de dólares en
la mano, que fue la mejor cifra que yo escuché desde
que viví en el Molino. Porque se barajaban 8, pero la
plata de expropiación eran 11 millones de dólares en
su momento.42
Denuncia por intrusión ante la fiscalía. Ciudad de Buenos Aires, 2018.
Revista de Historia Oral 19
La intrusión del dispositivo
Según los entrevistados, meses más tarde el
Molino se ve afectado por la intrusión de subje-
tividades, un otro, que no encuadra en la nor-
malidad de la grilla: personas en situación de
calle. Una extraña moral, reconocido como “lum-
pen/delincuente” por el entrevistado, que lleva
adelante la disrupción de reglas de convivencia
comunitaria, tanto del tipo delictivo como no de-
lictivo.43
Hacia mayo del 2018, como el edi-
ficio estaba andamiado empeza-
ron a entrar a la Confitería. Nos
dimos cuenta nosotros y nuestros
vecinos del cuarto piso, del segun-
do no porque no tenía ventanas
hacia afuera (…). Empezaron a en-
trar, se instalaban como este lum-
penaje, esta gente en situación de
calle / delincuentes, no se sabe muy
bien. Se instalaban en el primer piso de los andamios,
tenían los colchones, sus mochilas y con el tiempo en-
traron a la Confitería, a robar bronce y aprovechar el
acceso que tenían. Dormían, robaban chucherías, se
trataban de meter más adentro. Una vez yo detecté
que en el tercer piso había unas personas que habían
prendido velas. Eso me alarmó, prendiendo velas al
lado de un edificio que no tiene agua, se incendia en
un segundo. Uno de esos días se quemó todo un pe-
dazo de los andamios y el puesto de flores de Guido y
Mara, que lo tenían en la esquina; podría haber sido
perfectamente adentro.44
La necesidad de controlar a los individuos de
acuerdo a un patrón de conducta que se perci-
be como normal -en contraposición con lo anor-
mal-, lleva a los inquilinos a organizar una coar-
tada que habilita la exigencia e intervención
sobre estos sujetos que transforman el espacio.
Para ello se valen de un “protocolo de seguridad”.
Se nos dio que empezaron a entrar por el lugar de
Carlos, y como yo soy joven, extranjero y artista, la
policía no es como mi amigo natural, entonces, por lo
general, cuando escuchábamos ruido chequeábamos
entre los dos y llamaba Carlos a la policía. Entonces
cuando llegaban y veían a un señor de 84 años, que
hablaba muy refinado y argentino, entonces sí detec-
taban que era una persona que había que proteger.
Entonces ahí yo recién me hacía presente, me ponía al
lado de Carlos y era como que esta estaba todo bien.
Entonces después que la policía se hacía presente
en Callao 32, llegaba yo, que tenía
llaves del edificio de Carlos (por-
que nos dimos mutuamente las
llaves) y si detectábamos que es-
taban por el lado mío, igual él lla-
maba y él iba y se presentaba con
la policía y permitía que sacaran a
los delincuentes.45
Acta de notificación de toma de posesión y desocupación del inmueble.
Ciudad de Buenos Aires, 2018.
Hacia mayo del 2018, como el edificio
estaba andamiado empezaron a
entrar a la Confitería. Nos dimos
cuenta nosotros y nuestros vecinos del
cuarto piso, del segundo no porque no
tenía ventanas hacia afuera (…)
Voces Recobradas
20
Y de la articulación con subjetividades guberna-
mentales y medios de comunicación gráficos:
En algún momento, afortunadamente logramos que
hubiera custodia policial las 24 hs., un mes y medio
y eso aminoró el peligro. Yo empecé a mandar cartas
a Monzó, Michetti y Filmus, contándoles las circuns-
tancias. Fueron unos meses claves, podría haber pa-
sado cualquier cosa con el Molino.46
“La ansiedad de los moradores del edificio se
mutó en angustia por los desconocidos que
transitan libremente por los andamios y nos ex-
ponen a todo tipo de riesgos. Sigue siendo una
incógnita quién se hará cargo del edificio. Ni el
Ministerio del Interior ni el Congreso Nacional
asumen responsabilidades elementales sobre
su seguridad y mantenimiento.47
Finalmente, el 2 de julio se crea la Comisión Bi-
cameral Administradora del Edificio del Molino,
que se encarga de la supervisión de las obras,
integrado por la vicepresidenta Gabriela Mi-
chetti,el senador Eduardo Alberto Aguilar (Jus-
ticialismo), la senadora Marta Varela (PRO)y los
diputados Emilio Monzó (PRO), Laura Valeria
Alonso (FPV), José Luis Riccardo (UCR), Facundo
Suárez Lastra (UCR) y Daniel Filmus (FPV). Ese
mismo día, sus miembros entraron a la Confi-
tería.
Fuentes que accedieron al lugar destacan el
estado de abandono y vandalización del Moli-
no; afectado esta vez no por las personas en si-
tuación de calle, sino por los anteriores dueños
del lugar.
Cuando se ingresa, se ve que faltan chimeneas en
los departamentos, que faltan espejos de gran por-
te, que faltan todas las luminarias de la confitería
y que no hay nada de mobiliario y que faltan las es-
tanterías tradicionales. No están las mesas, no hay
nada de las vajillas. Nuestra conclusión fue que era
imposible que las personas que habían entrado a
través del andamio pudieran llevarse esas cosas. Lo
que sí se encontró en los andamios fue una de esas
luminarias de bronce que simulaban huevos fabege,
que obviamente por su peso no la pudieron bajar. Si
no pudieron bajar eso, tampoco pudieron bajar nada
que implicara peso.
Acá claramente hubo un problema con la tasa-
ción, al no saber qué cosas había o no tener en cuenta
que cuando vos expropiás, no podés sacar las cosas
adheridas a las paredes y los techos porque forman
parte del inmueble, no se constató si estaban en ese
momento o no.
Acá hubo un período muy largo que va del 97 al
2014, donde hasta el momento que entregaron la
llave, los que tenían acceso a eso eran los Roccata-
gliata. Nadie más tenía acceso a la confitería, a los
subsuelos y a los salones del primer piso. Por lo tanto
todo lo que no estaba ahí no se lo pudo haber llevado
nadie.
Los intrusos, que llegaron a los salones del primer
piso, lo que se llevan son cosas menores, te repito, por-
que no las podían sacar por el andamio.48
Finalmente, en agosto se procede a desalojar a los
últimos habitantes del lugar, quienes recuerdan:
Nosotros vivimos en el edifico hasta el 2015, la señora
Camaño (del tercer piso) se fue cuando dejó de funcio-
nar el ascensor. Mis hermanos se mudaron por Belgra-
no y yo me vine a Japón. Mi papá se fue a vivir a Mon-
tevideo, mi mamá por Boedo. Quedaron solo Laura y
Carlos Antolín en Av. Callao N° 32 y los chicos chilenos
en Av. Rivadavia N° 1815. No sé por qué tardaron tanto
tiempo en irse.49
Lamentablemente las personas que aparecieron hacer
la toma de posición efectiva, nunca lograron procesar
que éramos nosotros como interlocutores. Los aboga-
dos y la gente encargada de esa toma de posesión. No-
sotros estábamos felices porque habíamos luchado un
montón para ello. Se reprecipitaron, la verdad es que
la responsabilidad me la reatribuyo, me pone muy con-
tento porque cada vez que teníamos que elegir si que-
Revista de Historia Oral 21
darnos o irnos, nos quedamos. Mi vecino, Carlos, era un
viejo de 85 años, decidió quedarse porque quería cuidar
el lugar. No estaba ahí porque le faltaba plata, se que-
dó cuidando.50
Conclusiones
Tanto el sábado 10 de noviem-
bre del 2018, como el sábado 2
de noviembre del 2019, la Con-
fitería del Molino reabrió sus
puertas en el marco de La No-
che de los Museos, para mos-
trar los avances en su restau-
ración, tanto en el primer piso
como en la planta baja. En este
sentido, se exhibieron piezas ori-
ginales del inmueble, dibujos de los diversos en-
cuentros organizados por la ilustradora Josefina
Jolly y se instaló un stand donde los visitantes pu-
dieron compartir sus hallazgos, fotos o anécdotas
relacionadas con la Confitería.
En este sentido, la reapertura del Molino como
patrimonio histórico y cultural nos pone frente a
una serie de desafíos teóricos entorno a su acti-
vación y preservación. El primero supone supe-
rar la hegemonía que poseen algunas discipli-
nas como la arquitectura y la arqueología; para
entrelazarlo con un enfoque multidisciplinario
que convoque diferentes lecturas, para una com-
prensión más rica y próxima a los intereses de la
sociedad actual, que se desarrollan en contextos
multiétnicos, multireligiosos y extremadamente
heterogéneos. El segundo, ampliar las prácticas
de preservación, no solo de los objetos sino de la
construcción de los mismos, sobre los significa-
dos que se le otorgan a lo largo del tiempo. Por
último, también es necesario abandonar el mise-
rabilismo de clase, que tiende a representar a las
obras populares como de menos valor”, negando
que, los referentes simbólicos, adquieren sentido
al interior de los barrios, que eligen cómo vivir y
de qué manera hacerlo.
Mirado desde este ángulo, el patrimonio his-
Notas
————— ————— ————— ————— ———----—— ———— ————— ———
1 Pierre Bourdieu, Sociología y Cultura, México, Grijalbo, 1990.
2 Llorenç Prats, Antropología y patrimonio, Barcelona, Ariel, 1997.
3 Raymond Williams, Marxismo y literatura, Barcelona, Península,
1997.
4 Ignacio Casado Galván, “Breve historia del concepto de patrimonio
histórico: del monumento al territorio, en Contribuciones a las Cien-
cias Sociales, noviembre 2009, Disponible en: www.eumed.net/rev/
cccss/06/icg.htm
5 Manuel Trufó y Luis Sanjurjo, “Descentralizar la memoria. Las
lógicas de dispersión de marcas e intervenciones sobre la última
dictadura en el espacio urbano. XXVII Congreso de la Asociación
Latinoamericana de Sociología. VIII Jornadas de Sociología de la
Universidad de Buenos Aires. Asociación Latinoamericana de Soci-
ología, Buenos Aires, 2009.
6 Patricia Bullrich en “El Congreso está interesado el local de El Mo-
lino, La Nación, 28/04/1997.
7 Rafael Pascual en “El Congreso está interesado el local de El Mo-
lino, La Nación, 28/04/1997
8 Responsable de la Comisión Nacional de Museos y Monumentos
Históricos, Magdalena Faillace en “El Congreso está interesado el
local de El Molino, La Nación, 28/04/1997.
9 Entrevista a Ángeles, inquilina en Av. Callao Nº 32, 2019.
10 Entrevista a Ana, Inquilina en Av. Callao Nº 32, 2019.
11 Entrevista a Ángeles, op. cit.
12 Ibidem.
13 Entrevista a Ana, op. cit.
14 En el año 2003, la Unesco aprueba la Convención para la Salva-
guardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, acuerdo internacional
para su gestión y protección, ratificado por la Argentina mediante
la Ley 26.118 y también por la Ciudad de Buenos Aires por la Ley
tórico y cultural (y su preservación) es un hecho
presente en la medida que es marcado, habita-
do y resignificado por los sujetos. Su activación y
preservación depende más de su potencia simbó-
lica que de la conservación inmuta-
ble. Es por ello que es necesaria
la construcción de una ciudada-
nía que ponga en juego valores
y creencias locales, con una rela-
ción duradera y comprometida
en el tiempo con los referentes
simbólicos (ya sean tangibles
o intangibles), cuya adminis-
tración, no es otra cosa que la
producción de memoria de la
Ciudad de Buenos Aires.
(...) cada vez que teníamos que elegir
si quedarnos o irnos, nos quedamos.
Mi vecino, Carlos, era un viejo de 85
años, decidió quedarse porque quería
cuidar el lugar. No estaba ahí porque
le faltaba plata, se quedó cuidando.
Voces Recobradas
22
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15 Mónica Lacarrieu y Verónica Pallini, “La gestión de ‘patrimonio(s)
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Jornadas de Patrimonio Intangible “Memorias, identidades e imaginarios
social”,Buenos Aires, Comisión para la preservación del patrimonio
histórico cultural de la Ciudad de Buenos Aires, 2000.
16 “Regreso fugaz del Molino para una muestra artística, Página 12,
25 de noviembre del 2004.
17 “La Confitería del Molino volvería a vivir”, La Nación, 8/12/2004.
18 “Para evitar accidentes, reparan la cúpula del Molino, Clarín,
21/06/2005.
19 Entrevista a Ángeles, op. cit.
20 Disponible en: https://www.buenosaires.gob.ar/sites/gcaba/files/
informe_terrenos_enero_2016.pdf
21 Entrevista Patricio, inquilino de Av. Rivadavia Nº 1815, 2019.
22 “Confitería del Molino: nuevo intento para reabrirla, Clarín,
20/05/2009.
23 “Por la vuelta de El Molino, Página 12, 07/02/2009.
24 Entrevista a Patricio, op. cit.
25 Ibidem.
26 Entrevista a Ana, op. cit.
27 Taylor, 2005.
28 Entrevista a Ángeles, op. cit.
29 Entrevista a Patricio, op. cit.
30 Ibidem.
31 Santiago Pusso, integrante de Basta de demoler, en “Amparo por el
amparo edificado, Página 12, 23/12/2011.
32 Entrevista a Ana, op. cit.
33 Entrevista a Patricio, op. cit.
34 Entrevista a Ana, op. cit.
35 “Insisten en recuperar la Confitería del Molino, Clarín, 15/10/2013.
36 Entrevista a Patricio, op. cit.
37 Ibidem.
38 Ibidem.
39 Paralelamente, el gobierno nacional estableció mediante el De-
creto 2026 que el Ministerio de Planificación Federal, a cargo de
Julio De Vido, sea el organismo encargado de adquirir el inmueble
para transferirlo sin cargo al Congreso, que se ocupará de su puesta
en valor. Así, comenzó a acelerarse el cumplimiento de la ley de ex-
propiación sancionada a fines de 2014.
40 Sergio Kiernan, “Trámite cerrado, Página 12, 3/10/2015.
41 “El Molino tiene decreto propio, Página 12, 30/09/2015.
42 Entrevista a Patricio, op. cit.
43 Gabriel Kessler, Sociología del delito amateur, Buenos Aires, Paidós,
2004.
44 Entrevista a Patricio, op. cit.
45 Ibidem.
46 Ibidem.
47 Carlos Antolín, “De los lectores: cartas y mails”, La Nación,
13/06/2018.
48 Femenino, asesora de la Comisión Bicameral, 2019.
49 Entrevista a Ángeles, op. cit.
50 Entrevista a Patricio, op.cit.
Revista de Historia Oral 23
Patrimonio y memoria:
Vaciamiento, intrusión y
politización de la Confitería
del Molino
Resumen:
La hiperinlación desatada entre 1988-1990 en la
Argentina dejó a la sociedad permeable al discurso
neoliberal de la crisis, que abrazó con fervor el
presidente electo en 1989, Carlos Menem. La
implementación gubernamental de orientación
neoliberal de la Ley de Reforma del Estado y de
Emergencia Económica (1989) y la puesta en
marcha del Plan de Convertibilidad inició un
proceso de “modernización excluyente” en la
Ciudad de Buenos Aires, impulsado por capitales
privados y limitando la acción del Estado.
En dicho contexto social, económico, y político en
el año 1992 la Confitería del Molino es declarada
como Área de Protección Histórica (APH)de
la Ciudad de Buenos Aires y luego, en 1997,
Monumento Histórico Nacional. Sin embargo, su
carácter patrimonial no derivó en su protección,
sino en su cierre y posterior deterioro.
Este trabajo propone discusiones teóricas a
partir del análisis del caso del Molino, con la idea
de aportar a ese debate poniendo el acento en
el carácter histórico, dinámico y de lucha que
tienen los procesos de construcción de identidad
social, en los que la memoria se materializa
como resultado de las relaciones de poder y las
resistencias al mismo.
Heritage and memory:
Unlawful entry and
plundering at Del Molino café.
Political issues.
Summary:
The hyperinlation unleashed in 1988-1990
in Argentina let society permeable to the
neoliberal discourse of the crisis, which the
president-elect in 1989 Carlos Menem embraced
with fervor. The governmental implementation
of a neoliberal orientation of the “Law of State
Reform and Economic Emergency” (1989) and
the implementation of the “Convertibility” Plan
started a process of “exclusive modernization
in the City of Buenos Aires, promoted by private
capital and limiting State action.
In this social, economic, and political context, in
1992 the El Molino Confectionery was declared
a Historic Protection Area (APH) of the City
of Buenos Aires and later, in 1997, a National
Historical Monument. However, its patrimonial
character, did not derive in its protection but in
its closure and subsequent slum.
This work proposes theoretical discussions,
based on the analysis of the case of El Molino,
with the idea of contributing to this debate
by emphasizing the historical, dynamic
and struggling character of the processes of
construction of social identity, in which the
Memory materializes as a result of power
relations and resistance to it.
Patrimônio e memória:
Esvaziamento, intrusão e
politização da Confeitaria Del
Molino
Resumo:
A hiperinlação desencadeada em 1988-1990
na Argentina deixou a sociedade permeável ao
discurso neoliberal da crise, que o presidente
eleito em 1989 Carlos Menem abraçou com
fervor. A implementação governamental de
uma orientação neoliberal da “Lei de Reforma
do Estado e Emergência Econômica (1989) e
a implementação do Plano “Convertibilidade
iniciaram um processo de “modernização
exclusiva na cidade de Buenos Aires, promovido
por capital privado e ação estatal limitadora.
Nesse contexto social, econômico e político, em
1992, a Confeitaria El Molino foi declarada Área
de Proteção Histórica (APH) da cidade de Buenos
Aires e, posteriormente, em 1997, Monumento
Histórico Nacional. No entanto, seu caráter
patrimonial não deriva em sua proteção, mas
em seu fechamento e subsequente favela. Este
trabalho propõe discussões teóricas, baseadas
na análise do caso El Molino, com a idéia de
contribuir para esse debate, enfatizando o caráter
histórico, dinâmico e lutador dos processos de
construção da identidade social, nos quais os
A memória se materializa como resultado de
relações de poder e resistência a ela.
www.memoriaabierta.org.ar
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livan (ed.). Encyclopedia of Law Enforcement. Sage, Thousand
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Testimonios orales
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-Ana, 68 años, inquilina de Av. Callao N° 32, Buenos Aires, 6 de julio
del 2019. Entrevistada por Luis María Blasco.
-Ángeles, 42 años, inquilina de Av. Callao N° 32, Buenos Aires, 20 de
julio del 2019. Entrevistada por Luis María Blasco.
-Masculino, más de 50 años, asesor de la Comisión Bicameral, Bue-
nos Aires, septiembre de 2019. Entrevistada por Luis María Blasco.
-Patricio, más de 30, inquilino de Av. Rivadavia Nº 1815, Buenos Ai-
res, agosto de 2019. Entrevistado por Luis María Blasco.