
Madres de Plaza de Mayo: La resistencia de un colectivo de mujeres al Estado Terrorista en Argentina.
Lucila Kehoe [19 -42]
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pronunció en esa entrevista unas palabras que quedaron grabadas para siempre en
la memoria de los argentinos:
- Nosotras sólo queremos saber dónde están nuestros hijos, vivos o muertos, pero queremos
saber dónde están. Dicen que los argentinos que están en el extranjero están dando una
falsa imagen de la Argentina, nosotras que somos argentinas vivimos en la Argentina, les
podemos asegurar que hay miles y miles de hogares sufriendo mucho dolor, mucha angustia,
mucha desesperación, dolor y tristeza porque no nos dicen dónde están nuestros hijos. No
sabemos nada de ellos, nos han quitado lo más preciado que puede tener una madre, su hijo.
Angustia porque no sabemos si están enfermos, si tienen frío, si tienen hambre, no sabemos
nada y desesperación, señor, porque ya no sabemos a quién recurrir, consulados, embajadas,
ministerios, iglesias, todas partes se nos han cerrado las puertas, por eso les rogamos a
ustedes, les rogamos a ustedes, son nuestra única esperanza. Por favor, ayúdenos, ayúdenos,
por favor, son nuestra única esperanza.
La entrevista de Van der Putten se transmitió en la televisión pública holandesa
(VARA). El diario Buenos Aires Herald, que se editaba en Buenos Aires en idioma
inglés, fue el único medio que cubrió el encuentro entre la prensa internacional y las
Madres en una nota titulada “Madres locas de Plaza de Mayo”. De un momento a
otro, el mundial de fútbol -y el compromiso de aquel periodista- lograron que la
atención se centrara sobre ellas y que su voz fuera escuchada por primera vez en todo
el mundo. El mundial del 78, fue sin duda un hito fundamental en el movimiento
de las Madres. Como sostiene Vera Jarach:
Por bastante tiempo, bueno, en cierto momento, empezaron a vernos, a notarnos, fue ya
en 78 con el mundial, ahí vinieron junto a los cronistas deportivos vinieron otros
periodistas. Sus crónicas contaron algo de las madres, porque éramos un hecho folklórico de
la ciudad de Buenos Aires. Y de afuera sabían que existíamos, nos movíamos mucho en el
exterior. Y ahí empezaron a romperse los silencios.
Otra manera que encontraron las Madres para romper el aislamiento mediático del
país fue mediante viajes al exterior (casi siempre de a dos o tres madres, no más).
Recorrieron bastantes países y consiguieron más fama y legitimidad. El primer