Voces Recobradas. Revista de Historia Oral/45 (12/2025)  
ISSN 1515 - 1573 | RNPI 5229484  
El costado olvidado de Malvinas: roles, resistencias y  
búsqueda de reconocimiento de los exsoldados  
conscriptos (veteranos) de las bases continentales durante  
la Guerra del Atlántico Sur. El caso del Regimiento de  
Caballería de Tanques N° 9, Puerto Deseado  
Ailín Zoe Flammia Gago  
Profesora de Educación Superior en historia  
I.S.P. “Dr. Joaquín V. González”  
Email: ailinflammia@gmail.com  
El costado olvidado de Malvinas  
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El costado olvidado de Malvinas: roles, resistencias y búsqueda de reconocimiento de los exsoldados conscriptos (veteranos) de las bases  
continentales durante la Guerra del Atlántico Sur. El caso del Regimiento de Caballería de Tanques Nº 9, Puerto Deseado.  
Ailín Zoe Flammia Gago. [25 -54]  
Palabras clave: Veteranos – Bases continentales – Exsoldados conscriptos – Olvido – Resistencias.  
Resumen: El costado olvidado de Malvinas: roles, resistencias y búsqueda de reconocimiento de los exsoldados  
conscriptos (veteranos) de las bases continentales durante la Guerra del Atlántico Sur. El caso del Regimiento  
de Caballería de Tanques Nº9, Puerto Deseado.  
A lo largo del tiempo, la cuestión Malvinas se ha ido abordando desde diferentes aristas, aunque  
mayormente, luego de 1982, al pensar en Malvinas nos remitimos directamente a un hecho puntual: la guerra.  
En ese escenario se pueden reconocer fácilmente a sus protagonistas: los veteranos o “los chicos de la guerra”.  
Pero en esa perspectiva quedan relegados “los movilizados”.  
El objetivo de este artículo es indagar, a través de las voces de sus protagonistas, cuáles fueron las  
funciones de los exsoldados conscriptos (veteranos) de las bases continentales durante el conflicto, la cuestión de  
su (no) reconocimiento, por qué resisten y cómo lo hacen. En esta ocasión, el análisis se centró en el estudio de  
caso del RC TAN 9 de Puerto Deseado.  
Keywords: Veterans – Continental Bases – Conscripted Former Soldiers – Forgetting – Resistance  
Abstract: The Forgotten Side of the Malvinas: Roles, Resistance, and the Struggle for Recognition of  
Conscripts (Veterans) from Continental Bases during the South Atlantic War. The Case of the 9th Armored  
Cavalry Regiment, Puerto Deseado.  
Over time, the Malvinas issue has been approached from various perspectives; however, since 1982, it  
has been predominantly framed through a specific event: the war. Within this framework, its protagonists—the  
veterans, or “the boys of the war”—are easily identified. Yet, this perspective marginalizes another group: the  
movilizados (“mobilized” personnel).  
This article seeks to explore, through the voices of its protagonists, the roles performed by conscripted  
soldiers (veterans) stationed at continental bases during the conflict, the issue of their (non)recognition, and the  
reasons for and forms of their resistance. The analysis focuses on a case study of the 9th Armored Cavalry  
Regiment (RC TAN 9) based in Puerto Deseado.  
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Palavras-chave: Veteranos – Bases continentais – Ex-soldados conscritos – Esquecimento – Resistências  
Resumo: O lado esquecido das Malvinas: papéis, resistências e busca por reconhecimento dos ex-soldados  
conscritos (veteranos) das bases continentais durante a Guerra do Atlântico Sul. O caso do Regimento de  
Cavalaria de Tanques nº 9, Puerto Deseado.  
Ao longo do tempo, a questão das Malvinas tem sido abordada a partir de diferentes perspectivas;  
contudo, sobretudo após 1982, ao pensar nas Malvinas remetemo-nos diretamente a um fato específico: a guerra.  
Nesse cenário, é possível reconhecer facilmente seus protagonistas: os veteranos ou “os rapazes da guerra”. No  
entanto, nessa perspectiva, ficam relegados os movilizados (“mobilizados”).  
O objetivo deste artigo é investigar, por meio das vozes de seus protagonistas, quais foram as funções  
dos ex-soldados conscritos (veteranos) das bases continentais durante o conflito, a questão do seu (não)  
reconhecimento, por que resistem e de que forma o fazem. Nesta ocasião, a análise concentrou-se no estudo de  
caso do RC TAN 9 de Puerto Deseado.  
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El costado olvidado de Malvinas: roles, resistencias y búsqueda de reconocimiento de los exsoldados conscriptos (veteranos) de las bases  
continentales durante la Guerra del Atlántico Sur. El caso del Regimiento de Caballería de Tanques Nº 9, Puerto Deseado.  
Ailín Zoe Flammia Gago. [25 -54]  
El costado olvidado de Malvinas: roles, resistencias y búsqueda de reconocimiento de los exsoldados  
conscriptos (veteranos) de las bases continentales durante la Guerra del Atlántico Sur. El caso del  
Regimiento de Caballería de Tanques Nº9, Puerto Deseado  
Introducción  
Las bases continentales, fueron aquellas bases militares que funcionaron durante la Guerra de Malvinas  
(1982) en el territorio del TOAS 1(Teatro de Operaciones del Atlántico Sur) y el TOS2 (Teatro de Operaciones  
Sur), cuyos límites son difusos y posteriormente funcionarían en conjunto en el CEOPECON (Centro de  
Operaciones Conjunto).  
Sin embargo, a las bases pertenecientes al continente que operaron durante la guerra, ya sean éstas parte  
del TOS, TOAS O CEOPECON, se las identifica mayormente como TOAS, por lo que, a modo práctico,  
este será el término utilizado a lo largo del trabajo. En ellas, se desempeñaban diversas tareas, poco exploradas  
o difundidas y que se buscarán ampliar en este trabajo. La elección del tema estuvo vinculada a una situación  
personal, ya que mi padre fue exsoldado continental de RC Tan 9 en el año 82 y, más allá de su silencio sobre  
el tema durante años –hasta sus últimos días–, viví de cerca su lucha por el reconocimiento y ese sentimiento de  
injusticia. Él, durante años guardó recortes de diario que hablaran sobre el tema –algunos de los cuales se  
utilizaron para este trabajo–, así como cartas de apoyo que les enviaban desde los colegios y hasta cajas de fósforos  
o envoltorios de chocolate de cuando estuvo allí.  
En ese sentido –si bien no se ahondaba en el tema–, crecí viendo esa situación, incluso más tarde, con  
la popularización de internet, presencié su búsqueda y alegría cuando se contactaba con algún camarada o  
agrupación relativa al tema. De esta forma, siempre supe que no todo había pasado en Malvinas, pero me  
quedaron un sinfín de interrogantes sin responder, que hoy, desde mi rol de historiadora, pretendo intentar  
contestar mediante una investigación de campo con modalidad exploratoria, sustentada en el método cualitativo  
y la historia oral.  
1 El TOAS contemplaba 200 millas marítimas desde la costa del territorio continental y alrededor de las islas.  
2 El TOS o zona de despliegue continental, estaba conformado por las unidades militares ubicadas en el territorio continental al sur de  
paralelo 42.  
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Para reconstruir los roles de las bases continentales y las luchas de los soldados por el reconocimiento,  
se utilizaron diversas fuentes primarias y secundarias, desde libros, artículos, archivos documentales –como  
diarios de guerra, partes de guerra, ordenes de operaciones, etc.– leyes, periódicos, material audiovisual y  
entrevistas. Con relación a las entrevistas, la mayoría de ellas –seis concretamente– fueron realizadas a exsoldados  
conscriptos (veteranos) del RC Tan Nº9. También se entrevistó a un exteniente y exsubteniente del regimiento  
y, al secretario de la agrupación Concertación TOAS. Los nombres de algunos entrevistados fueron modificados  
a fines de resguardar su identidad.  
En este artículo se presenta un resumen de la investigación realizada para mi tesina del profesorado. Por  
este motivo, y por una cuestión de espacio, algunos temas no se desarrollan con la misma profundidad y se han  
reducido o suprimido ciertas citas de entrevistas que, si bien relevantes, no pudieron ser incluidas en su totalidad.  
Por otra parte, cabe la aclaración de que el uso del paréntesis en el título responde a una decisión  
consciente de evidenciar que la lucha por el reconocimiento continúa vigente. Esta elección refleja la  
autopercepción de los exsoldados continentales y el objetivo por el cual siguen resistiendo, aunque aún no hayan  
sido reconocidos oficialmente de esa manera. Por este motivo, se utiliza el término exsoldados (veteranos)  
continentales, y a lo largo del trabajo me refiero a ellos de esa forma o, simplemente, como exsoldados continentales.  
Antes de la guerra: servicio militar y movilización de los soldados conscriptos a las bases del litoral  
patagónico  
En Argentina, el servicio militar obligatorio estuvo vigente desde 1901 hasta 1994. Su objetivo, era  
engrosar las tropas del Ejército y proyectar la imagen de un Estado sólido y disciplinado. Para ello, se realizaba  
un sorteo entre varones que hayan cumplido la mayoría de edad, el cual determinaba quiénes debían cumplir  
con la conscripción. Ésta tenía una duración de doce a veinticuatro meses, según el destino asignado en alguna  
de las tres fuerzas militares (Ley Richieri, 1901; Lorenz, 2012; Potash, 1985; Rouquié, 1981).  
Los soldados conscriptos de la clase 63, tuvieron la particularidad de que les toque hacer la “colimba” en  
medio del estallido de la Guerra del Atlántico Sur y con la probabilidad latente de una guerra con Chile por el  
conflicto del Canal de Beagle3.  
La experiencia durante el servicio militar de los miembros del RC Tan 9, no fue diferente a lo que era  
habitual en la colimba en general: extrema disciplina, arbitrariedad por parte de sus superiores, tratos humillantes  
y maltratos, incluso maltratos físicos y psicológicos en algunos casos (Lorenz, 2012; Rouquié, 1981).  
3 Conflicto territorial con Chile por el Canal de Beagle que data de 1881.  
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Según las experiencias compartidas en las entrevistas, en la etapa de instrucción, había una “bajada de  
línea” u operación ideológica sobre los soldados conscriptos, además de que algunas tareas que les hacían realizar  
parecían no tener sentido o resultaban humillantes:  
(…) en la instrucción había como un formateo de la cabeza de los soldados, porque vos por ejemplo...  
tenías que dejar de lado como tus actos independientes y tu propia voluntad y estabas a disposición del  
superior (…) Entonces, por ejemplo, te decían, en cualquier momento, andá y corré para allá y vos  
tenías que correr para allá. Si vos no corrías, te anotaban y ahí venían las penalidades. (…) y te dicen:  
mirá, nosotros te damos órdenes tontas para que vos las ejecutes sin pensar. (Leandro Foscoser,  
exsoldado conscripto clase 63, RC Tan Nº9, comunicación personal –entrevista–, 12 de febrero  
de 2025)  
A través de esta cita podemos conocer algunos métodos que utilizaba el ejército para con sus soldados y  
que, como diría Althusser (1974), funcionan como mecanismos buscan asegurar el acatamiento a las normas de  
un orden establecido, de modo que quien es sometido internalice esa ideología y cumpla con sus tareas de forma  
firme y disciplinada, contribuyendo así a reproducir las condiciones que sostienen al aparato del Estado.  
Quienes serían movilizados a Puerto Deseado pertenecían a los Distritos Militares San Martín y Santa  
Cruz. La mayoría de ellos ingresaron a filas en marzo de 1982 y realizaron su instrucción inicial en Campo de  
Mayo.  
El día 3 de abril de 1982 no fue un día más en la instrucción. Ese día, los superiores informaron que “se  
recuperaron las Islas Malvinas” y que, en breve, serían movilizados al sur. Según lo relatado en las entrevistas,  
esa movilización se dio de manera apresurada y les resultaba evidente que el cambio de planes se debía a la nueva  
situación de conflicto con Gran Bretaña. Las sensaciones entre los conscriptos fueron una mezcla incertidumbre,  
miedo y tristeza por no tener en claro qué iba a suceder en su destino y si en algún momento serían movilizados  
a las islas, aunque en otros casos, también estaba presente la aceptación, e incluso las ganas de participar en la  
contienda con la convicción de estar cumpliendo su deber y defendiendo a la patria.  
Según consta en el diario de guerra del regimiento, el traslado a Puerto Deseado se realizó el día 6 de  
abril, aunque la fecha podría no ser exacta. En primer lugar, los soldados fueron trasladados hacia el aeropuerto  
del Palomar, de ahí los transportaron en un avión de Aerolíneas Argentinas sin asientos hacia Comodoro  
Rivadavia y luego emprendieron un viaje en micro hacia Puerto Deseado.  
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Cuando bajamos en Comodoro, había viento, nos pusimos una campera de duvet que nos habían dado,  
una campera con capucha muy gruesa, y ahí nos suben en otros colectivos y nos llevan hasta Puerto  
Deseado (…) Y pasa, se siente como un silencio y después como un ruido ensordecedor que era... como  
una bomba. Nos cagamos todos porque miramos y era un avión, un jet argentino, que pasaba muy bajo,  
muy veloz. Como a ver qué es lo que pasaba, pasaba en línea arriba de nosotros, pasó muy cerca, sí,  
porque había un movimiento ahí. Entonces, claro, estaba en reconocimiento y pasó. Y ahí, como que  
dijimos, llegamos. (Leandro Foscoser, exsoldado conscripto clase 63, RC Tan Nº9,  
comunicación personal –entrevista–, 12 de febrero de 2025)  
Es así, que la operatoria “normal” de la instrucción fue suspendida de manera prematura y sin completar  
el período de instrucción previsto.  
Rol de las bases continentales durante el conflicto  
Cada una de las bases patagónicas tenía una función diferente, en correspondencia a la fuerza y arma de  
cada regimiento, aunque en el período de la guerra tenían algunas tareas comunes que se detallan en las órdenes  
de operaciones o en los mensajes militares conjuntos (MMC).  
El día 11 de abril de 1982, el Comando Cuerpo del Ejército V, que tenía bajo su mando, entre otros, a  
las bases del TOAS, recibió la primera orden con un plan de campaña frente a la situación existente, ésta  
planteaba como misión que:  
El TOS4 adoptará una actitud defensiva, ante la materialización de una acción ofensiva por parte del  
Reino Unido, para proteger la integridad territorial y contribuir al logro de los objetivos políticos.  
Estas maniobras defensivas se referían a operaciones que pudiera realizar Gran Bretaña o Chile, ya que,  
tal como se menciona en el Plan de Campaña citado, este último repudiaba el desembarco argentino en las islas  
y estaba en tensión con el país por el conflicto por el Canal de Beagle5, por lo cual, también se temía una guerra  
con el país vecino.  
4 En la fecha que se envió esta orden de operaciones, aún no se había creado el CEOPECON, y estas bases formaban parte del TOS y  
respondían únicamente a sus órdenes.  
5 Conflicto territorial con Chile por el Canal de Beagle que data de 1881.  
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Para cumplir con las misiones asignadas, se requería de un gran trabajo de logística e inteligencia que  
iba desde la organización de turnos de los soldados, trasporte, despliegue y coordinación con otras áreas y  
organismos, el manejo de comunicaciones entre las diferentes líneas de mando y organismos pertinentes, con  
los cuidados necesarios, como la utilización de códigos, para evitar que se filtre información, u otras tareas, como  
identificar los tipos de armamento y transporte enemigos con todas sus características y adelantar las posibles  
tácticas o ataques que podrían realizar y en qué zonas.  
En este sentido, también se coordinaban acciones con Defensa Civil en caso de que hubiera alguna alerta  
activa. Algo común en el período de guerra eran los “oscurecimientos”, mediante los cuales se dejaban las  
ciudades o poblados totalmente a oscuras para que no pudieran ser divisados por bandos enemigos, en diarios  
de la época6, tanto locales como nacionales, se pueden encontrar varias noticias sobre las alertas y oscurecimientos  
en la Patagonia.  
Además, estas alertas, en ocasiones no quedaron solo allí, sino que hubo efectivamente intentos de  
invasión británica al continente, como explica el trabajo de Mastropierro, Tear y Argemi (2019), que da a  
conocer cómo los comandos británicos intentaron atacar las instalaciones militares de Rio Grande. En esa  
ciudad, funcionaba la Base Aeronaval Almirante Quijada, desde donde operaban los aviones Super Etendard –  
utilizados para el combate– y también, desde allí se producirían ataques a portaaviones y portacontenedores  
británicos, de hecho, se logró hundir el buque destructor Sheffield, luego de lo cual Rio Grande se transformaría  
en un objetivo militar británico.  
Bajo esta perspectiva, hay otro caso para resaltar que tiene gran relevancia en la historia del TOAS que  
es el ataque al helicóptero Bel UH 1H-AE 419 en Caleta Olivia. El diario La opinión austral relató que luego  
de que se recibió una alerta por un posible desembarco de comandos ingleses entre Caleta Olivia y Puerto  
Deseado, el helicóptero salió a patrullar la zona, pero nunca regresó y apareció destruido.  
En ese ataque, hubo 10 fallecidos, que hoy figuran dentro de los 649 fallecidos en combate, siendo de  
los pocos miembros del TOAS reconocidos, aunque los miembros de la segunda patrulla que también salió ante  
la alerta de ese día, como tantos otros exsoldados del TOAS, aún esperan su reconocimiento. Los fallecidos en  
territorio continental ascienden a 17 y todos ellos figuran dentro del número “649”.  
Estas operaciones británicas dejan a la luz el riesgo inminente de ataque al continente que hubo durante  
el conflicto, más allá de los límites establecidos por la zona de exclusión7 y, el rol crucial de las bases del TOAS  
con sus intensas tareas de patrullaje y defensa para evitarlos. Estos son solo algunos de los casos de ingreso inglés  
al continente, quizás los más conocidos.  
6 Como diario Clarín o El Chubut.  
7 La zona de exclusión, delimitaba un área de 200 millas marítimas alrededor de las Malvinas, en la cual se permitía que los buques y  
aeronaves de cualquier país fueran atacados sin previo aviso.  
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A su vez, en un informe realizado con fines de difusión en el año 2008, por Mario Carmona y Domingo  
Spagnolo –ambos exsoldados continentales conscriptos de las clases 62 y 63–, recopilaron testimonios de ingleses  
que admitieron tener intenciones de atacar el continente o de haber estado en territorio argentino continental:  
JOHN NOTT: Ministro de Defensa británico en una nota del diario Clarín de 1982. Ante la  
pregunta si considera la posibilidad de atacar bases en territorio continental dice: «No quiero hablar en  
público de posibilidades militares, pero todas esas eventualidades pueden convertirse en realidad si los  
argentinos son los primeros, a partir de ahora en no respetar la zona de exclusión de las 200 millas, o  
si ponen en peligro a nuestras tropas».  
MICHAEL NICHOLSON: Corresponsal de guerra, a bordo del portaviones HERMES, de la flota  
británica en 1982, entrevista de la revista GENTE (Nro. 885 del 8 de julio de 1982), ante la pregunta  
de ¿Cómo y cuándo llegaron los hombres del SAS a la Argentina? Dice: «Teníamos hombres del grupo  
comando SAS en territorio argentino, cerca de cada una de las bases aéreas. Los primeros llegaron en  
submarinos. Los otros salieron del Hermes a bordo de dos helicópteros, uno cayó al mar y otro aterrizó  
en Argentina, después fue incendiado en Chile».  
Habiendo comentado los roles de las bases continentales en general y, algunos casos más concretos de  
riesgo de ataque inminente o ataque en sí al continente, nos centraremos en el estudio de caso del Regimiento  
de Tanques de Caballería Nº9 de Puerto Deseado.  
Una vez llegados a su destino, los soldados realizaron entrenamientos y actividades dentro de cada  
escuadrón y sección. Sin embargo, las tareas que desempeñaron en Puerto Deseado durante la guerra no tenían  
que ver necesariamente con las funciones habituales del regimiento, éstas eran, por ejemplo: la carga de  
embarcaciones con alimentos dirigidos a las islas, el traslado de “bolsas negras”8 al aeropuerto, o tareas de  
patrullaje detalladas por las ordenes de operaciones y el plan de campaña 1/82.  
Según el Diario de Guerra del RC Tan 9 (17-04-82):  
8 Eran bolsas mortuorias que contenían los cuerpos de soldados caídos.  
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La misión impuesta al RC Tan 9 es:  
1.  
2.  
Defender zonas vitales.  
Establecer CEO  
3.  
4.  
5.  
6.  
7.  
8.  
9.  
10.  
11.  
12.  
Ejecutar vigilancia sobre el litoral marítimo  
Protección de objetivos vitales  
Control de población (británicos y chilenos)  
Ejecución de lucha contra el terrorismo  
Constituir una Reserva Móvil  
Control operacional FFPP y Apoyo PNA  
Organización de la posición defensiva  
Velo y Engaño  
Coordinar Defensa Civil  
Educación e Instrucción de Cuadros y Tropa  
Con respecto a la misión del regimiento, establecida en su diario de guerra, esta va en consonancia con  
las funciones asignadas a las bases del litoral patagónico, con orientación a la vigilancia y defensa del litoral  
marítimo. Estas funciones de vigilancia y defensa se materializaban sobre todo con guardias y patrullajes.  
Las guardias solían ser de 24 horas y constaban del control y vigilancia dentro del regimiento en  
diferentes puestos, como en las posiciones de guardia central, barrio de oficiales y el polvorín9. Estas guardias  
las componían aproximadamente 50 soldados, que se iban rotando diariamente, más allá del escuadrón al que  
correspondieran.  
Por otro lado, existían los patrullajes y controles de estancia, que constaban de controles en zonas  
aledañas por fuera del regimiento:  
Hacía control de ruta, iba así para determinado punto de la ruta (…) Entonces, ahí cortábamos la ruta  
nosotros y todo vehículo que venía lo parábamos y se revisaba. Venían de noche, se paraba, se tiraba  
todo, se apostaba a toda la gente. Iban dos o tres, los hacían bajar, les pedían documentos, revisaban  
todo el coche, que no haya nada raro (…) Podían llevar armas, podían llevar un tipo escondido dentro  
del baúl, ¿viste? Algún... qué sé yo, un radio, ponele, o algo para que le pueda servir a los ingleses. Vos  
calculá que allá en el sur la mayoría de los dueños son todos ingleses, no tanto argentinos, ¿viste?  
9 Lugar alejado dentro del regimiento en el cual se guardaba el armamento y las municiones.  
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(Ángel Monzón, exsoldado conscripto clase 63, RC Tan Nº9, comunicación personal –  
entrevista–, 18 de marzo de 2025)  
Una operatoria similar se llevaba a cabo durante los controles de estancia, en los cuales, por la noche, se  
rodeaban las estancias y luego ingresaban subtenientes, cabos y conscriptos para inspeccionar el lugar e interrogar  
a los caseros. Estos controles se realizaban en rutas o en estancias de la zona, en carácter de cumplimiento de sus  
misiones como lo eran: la defensa de la zona, protección de objetivos y el control de población, sobre todo, de  
ciudadanos chilenos o británicos que pudieran estar haciendo algún trabajo de inteligencia.  
Otro sector en el que se hacían controles era en la costa, tal como se indica en las misiones asignadas,  
“ejecutar control sobre el litoral marítimo”. En uno de estos controles hubo un teniente fallecido en dudosas  
circunstancias. Sumado a ello, en la mayoría de las entrevistas realizadas, se mencionó que un compañero divisó  
un submarino inglés en la ría de Puerto Deseado, pero ante la comunicación a sus superiores fue silenciado:  
Sí, en la costa se hacía guardia. De hecho, hay uno [compañero], que ya falleció, un muchacho de allá,  
Daniel Gómez, que él le decía que él vio un submarino en la ría de Deseado, y le dijeron: “No, soldado,  
usted está loco.” Después nos enteramos, así por información así, que sí, realmente hubo submarinos en  
la ría de Deseado. (Ángel Monzón, exsoldado conscripto clase 63, RC Tan Nº9, comunicación  
personal –entrevista–, 18 de marzo de 2025)  
Además de estas tareas de vigilancia, dentro del área de defensa se encontraba la misión de “velo y  
engaño”. Esto se refería a buscar estrategias para evitar ser divisados por el enemigo o para despistarlo. Con  
“velo” se referían a los oscurecimientos:  
Allá, durante la guerra, todo lo que eran las cuadras tenían todas las camas así, y arriba tenían todos  
los ventanales. Todos esos ventanales estaban empapelados, no se veía, no podía ver luz. Era todo  
oscuro. Vos te movías en la noche y no podía haber nada que refleje luz, para que, supuestamente, si  
había un ataque aéreo o algún tipo de ataque, no te descubran. Entonces, estaba todo empapelado. Vos  
tenías luz adentro de la cuadra, pero cuando salías afuera, estaba todo oscuro. (Ángel Monzón,  
exsoldado conscripto clase 63, RC Tan Nº9, comunicación personal –entrevista–, 18 de marzo  
de 2025)  
Es así, que el RC Tan 9 y el pueblo de Puerto Deseado permanecieron oscurecidos durante los meses  
que duró la contienda. Con “engaño” se referirían a estrategias para despistar al enemigo.  
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Otras situaciones que se vivían en el regimiento durante el tiempo que se extendió la guerra fueron las  
alertas y los simulacros. Según se detalló en las entrevistas había dos tipos de alertas, defensivas o de éxodo.  
Cuando había alerta defensiva, con puestos previamente asignados, se llevaba adelante el apostamiento y defensa  
de posiciones en la costa. Cuando la alerta era de éxodo se debía desalojar el regimiento, en este sentido, cada  
uno tenía asignado su puesto y un tipo de vehículo (ya sean tanques, camiones u otros) al que debía dirigirse en  
caso de alerta para realizar la evacuación:  
En la época de guerra, sí, se simulaban, digamos, ataques ingleses, y te levantaban por ahí a las 2 o 3  
de la mañana para ver cómo reaccionabas. Entonces, ya nos habían asignado... Nosotros dormíamos ya  
con el armamento. Cuando nos decían "ataque inglés", teníamos que levantarnos de la cama, vestirnos  
lo más rápido posible y preparar el armamento. Ya teníamos un tiempo; si no cumplíamos ese tiempo,  
nos hacían hacer saltos rana y diferentes tipos de cosas, como castigo, por no cumplir con el tiempo que  
teníamos. Siempre había alguno que se atrasaba, entonces pagábamos el pato todos. (Ramón Alvarado,  
exsoldado conscripto clase 63, RC Tan Nº9, comunicación personal –entrevista–, 6 de abril de  
2025)  
Bueno, nosotros no sabemos cuáles fueron reales y cuáles no, porque hubo varias. Entonces, ¿viste?, no  
diferenciabas. (…) Yo una vez me di cuenta, porque tenía... que algunos, por ahí, eran simulacros y  
otros eran alertas reales. (…) Entonces, en algunos alistamientos yo notaba diferencia en el  
comportamiento de ellos [los superiores], ¿viste? O que tenían más temor, o a alguno le bajaba la  
presión. Entonces yo digo: esto no es joda. O sea, algunos eran en serio, que era cuando ellos se ponían  
mal, digamos. (Mario Carmona, exsoldado conscripto clase 63, RC Tan Nº9, comunicación  
personal –entrevista–, 29 de marzo de 2025)  
Con estas citas podemos apreciar algunos ejemplos de esas alertas y simulacros que, como se explicita  
en ellas, no se contaba con la certeza de si lo que se vivía era una amenaza real o una simulación. Por esta razón,  
los soldados permanecían en un estado de alerta constante.  
Al mismo tiempo, se realizaron tareas relacionadas con la carga de embarcaciones con destino a las islas:  
Venían barcos al puerto de Puerto Deseado justamente a cargar pertrechos, armamento, comestibles,  
unidades de tanques, mucha logística para las islas.  
Entonces, nosotros íbamos al puerto a hacer ese trabajo, de trasladar las cosas. Íbamos a embarcar esa  
carga. Todo eso se hacía a la noche; no se hacía nada de día porque se trataba de evitar ser vistos. (Mario  
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Carmona, exsoldado conscripto clase 63, RC Tan Nº9, comunicación personal –entrevista–, 29  
de marzo de 2025)  
Asimismo, el Regimiento de Tanques 9 de Puerto Deseado, estuvo encargado de recibir y socorrer los  
restos del buque bombardeado Aviso ARA Alférez Sobral, que llegó a la costa de Deseado luego de una tarea  
de rescate coordinada por Vto. Cpo. Ej. De esta manera recibieron a los sobrevivientes y también les tocó cargar  
las “bolsas negras” con los fallecidos del ataque. Según lo relatado en las entrevistas, el caso del Sobral, no fue  
la única vez en la que llegaron a Puerto Deseado los restos de los caídos para luego ser repatriados a sus  
provincias:  
Por ejemplo, durante la guerra, cuando bombardearon al Sobral, los cuerpos vinieron a Puerto Deseado.  
Entonces ahí nosotros fuimos, los soldados, a sacarlos, ¿no?, los cuerpos. Venían en una bolsa negra, los  
chicos que habían fallecido, ¿viste? Entonces esas bolsas se ponían en los camiones para llevarlos a  
Comodoro, donde después se les rendían los honores. Eso también lo hicimos. (Ángel Monzón,  
exsoldado conscripto clase 63, RC Tan Nº9, comunicación personal –entrevista–, 18 de marzo  
de 2025)  
Por otro lado, los exsoldados conscriptos de Puerto Deseado, refirieron que permanentemente les decían  
que estén preparados porque en cualquier momento podían enviarlos a las islas. Si bien esto, finalmente no  
sucedió, hay relatos que detallan que hubo ocasiones en las que estuvieron a punto de mandarlos al frente, pero  
por contraordenes recibidas a último momento, permanecieron en Puerto Deseado:  
Una vez, no era un simulacro, nos levantaron diferente. A la noche estábamos en Puerto Deseado, en  
plena guerra. Nos hicieron vestir muy tranquilamente. O sea, no prendieron las luces, nos hicieron  
parar, no nos gritaron. Bueno, todos salimos en la cama.  
Cuando estamos despiertos, todos despiertos, nos formamos al lado cama y nos dicen: “Vayan a vestirse,  
no se olviden nada, cuídense, pónganse bien las medias, los borcegos” (...) Cuando salimos, había un  
montón de camiones que tenían afuera luces negras, no tenían luces blancas, entonces de noche no las  
ves. Entonces subimos a la parte de atrás de los camiones y había oficiales. Y yo subí a uno donde había  
oficiales jóvenes, una cara de miedo tenían…  
Y nos tuvieron arriba del camión regulando. (…) Y después de una hora de estar regulando, no sé si  
iban a bajarnos, porque nos iban a subir al barco para ir. Eso no fue un simulacro. No sé si pasó dos  
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El costado olvidado de Malvinas: roles, resistencias y búsqueda de reconocimiento de los exsoldados conscriptos (veteranos) de las bases  
continentales durante la Guerra del Atlántico Sur. El caso del Regimiento de Caballería de Tanques Nº 9, Puerto Deseado.  
Ailín Zoe Flammia Gago. [25 -54]  
veces, yo me acuerdo de esa. (Leandro Foscoser, exsoldado conscripto clase 63, RC Tan Nº9,  
comunicación personal –entrevista–, 12 de febrero de 2025)  
De esta forma, podemos ver que las bases continentales cumplieron un rol de defensa y vigilancia de la  
zona costera continental en el sur y que, directa o indirectamente, formaban parte de un bastión fundamental en  
el desarrollo del conflicto, desde la atención de heridos, la protección costera y la provisión de elementos  
necesarios para el combate y la subsistencia de los soldados en el frente.  
Posguerra y primeras sensaciones  
Una vez finalizada la contienda los soldados del RC Tan 9 continuaron bajo bandera en los destinos  
unos meses más, a partir de allí se dieron algunos cambios en sus funciones. Las actividades del regimiento ya  
no eran tan intensas y algunas tareas relativas a la guerra como los controles de estancia o de ruta y los  
oscurecimientos cesaron, aunque sí se mantuvieron las guardias dentro del perímetro del regimiento. También  
se empezaron a permitir francos y licencias.  
Otro cambio que manifestaron los entrevistados fue la relación con los superiores, si bien en una primera  
instancia había una relación más cercana y de camaradería (por si les tocaba combatir juntos), luego de la guerra  
esa relación se endureció y los militares comenzaron a marcar más su rango.  
En un marco más general, la noticia de la derrota representó un cimbronazo tanto para la sociedad como  
para la dictadura, que con esto recibiría su tiro de gracia. Las sensaciones eran, como plantea Federico Lorenz  
(2012), de decepción, tristeza, indignación, estafa y también alivio, por parte de quienes tenían familiares en el  
frente. El autor, señala que había tres demandas principales por parte de la sociedad: conocer qué había pasado  
en las islas, exigir responsables y reconocer a los soldados, que eran vistos como víctimas de la dictadura. Estas  
sensaciones y algunos relatos de lo acontecido en las islas, acrecentaron el descontento con el régimen militar.  
Una vez retornada la democracia, la respuesta en la posguerra fue la llamada “desmalvinización”, término  
utilizado por primera vez por el politólogo Alain Rouquié. La guerra, era vista como un símbolo de la dictadura  
y también como un fracaso para la sociedad.  
Ahora bien, como mencionó Federico Lorenz en un encuentro en el ISP “Dr. Joaquín V. González”  
Rouquié, no se refería a la desmalvinización como un abandono en el reclamo de la soberanía o como un  
silenciamiento acerca del tema, sino que apelaba a que la guerra no fuera vista solo como un símbolo de la  
dictadura y que se pudiera abordar desde otras aristas, en palabras de Lorenz: “que [Malvinas] deje de ser el caballo  
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de Troya de la dictadura” en el sentido de que no sea un vehículo para reintroducir en la sociedad reivindicaciones  
de las fuerzas armadas (Federico Lorenz, comunicación personal –charla abierta–, 8 de abril de 2025).  
Sin embargo, la decisión, finalmente, fue dar vuelta la página dejando pendientes un sinfín de  
interrogantes acerca de la implicancia de la guerra y sus actores sociales, según señala Vázquez (2012). Como  
plantean Piccone y Mangini (2014) a un tiempo de finalizado el conflicto bélico, empezarían a evitarse los  
debates públicos sobre el tema, cesarían las políticas en torno a recuperar la soberanía en las islas y, ese velo de  
silencio, repercutiría en un cierto punto, en el olvido de los excombatientes y caídos en Malvinas y, en una  
deshistorización del conflicto.  
En cuanto a los veteranos, Pestanha (2012) señala que, con la desmalvinización se buscó restarles  
protagonismo a fines de neutralizar sus demandas y reivindicaciones, como también las de las agrupaciones de  
familiares. Las agrupaciones de veteranos y familiares empezaron a luchar para que se levanten las banderas de  
la soberanía y reivindicaciones como beneficios sociales o planes de salud, además de reafirmar la identidad de  
veteranos en contraposición con el imaginario de “los chicos de la guerra” o víctimas, que llegaba a ser  
subestimante.  
Retomando el tema de los exsoldados del RC Tan 9, una vez finalizada la guerra y ya con las bajas del  
servicio militar, regresaron a sus hogares y retomaron sus actividades habituales. En ciertos casos, algunos  
exconscriptos mantuvieron contacto con alguno de sus compañeros, pero la mayoría lo perdió luego de las bajas  
o se cruzaban ocasionalmente por vivir cerca.  
No obstante, pasados unos diez años de la finalización de la guerra empezaron a buscarse para retomar  
contacto. Poco a poco se fueron reencontrando y se crearon lazos muy fuertes que perduran hasta el día de hoy,  
algunos denominaron ese vínculo como de “camaradería”, que además de contener el afecto, refleja una  
experiencia común vivida que dejó marcas en ellos. También se definieron esos vínculos como de compañerismo  
y amistad. El hecho de haber compartido el contexto de la guerra llevó a que los vínculos que formaron sean  
particulares e intensos. En el caso del RC Tan 9, esos lazos se mantienen.  
En cuanto a los reencuentros, si bien los grupos eran reducidos al principio, aproximadamente en el año  
2010, a partir de Facebook, crearon un grupo en el cual están los exsoldados y algunos exoficiales del RC Tan  
9. Como compartieron en las entrevistas, más allá de que los primeros contactos que tuvieron fueron por  
anotaciones que habían hecho en sus agendas, las redes sociales y Facebook en particular sirvió para poder  
contactar con más compañeros y nuclearse en un solo lugar. A partir de allí el contacto sería más fluido y  
permanente.  
En las reuniones que organizan, además de compartir alguna comida o música, también representan un  
espacio para hablar de sus experiencias vividas en el sur y compartir anécdotas y experiencias de ese momento.  
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Resistencias  
Luego de la guerra, salieron algunas leyes10 en torno al reconocimiento de exsoldados conscriptos de la  
guerra del Atlántico Sur, las primeras leyes dejaron algunos grises en torno a quiénes podrían ser los beneficiarios.  
Estas incluían como adjudicatarios a los beneficios a miembros del TOAS y del despliegue continental. De  
modo que, algunos miembros del TOAS pudieron acceder a ciertos beneficios.  
Más tarde, en 1988, se firmó el decreto reglamentario 509. Este decreto modificó el alcance de los  
beneficios con relación a la zona geográfica en la que se hayan prestado servicios. Mientras que las primeras leyes  
incluían a miembros del TOAS y del despliegue continental, a quienes “hayan participado en las acciones bélicas  
desarrolladas en el Atlántico Sur” y a quienes “lucharon por la reivindicación territorial de las islas” este decreto,  
contempla como veteranos de guerra y sujetos alcanzados por los beneficios a quienes “participaron en las acciones  
bélicas desarrolladas en el Teatro de Operaciones del Atlántico Sur, cuya jurisdicción fuera determinada el 7 de abril de  
dicho año”, sin tener en cuenta los cambios que se fueron haciendo en los teatros de operaciones y sus alcances  
en el transcurso de la guerra. Es por eso que, en la interpretación y el alcance de estas leyes había un problema  
mayor: la delimitación de los teatros de operaciones.  
Este tema es de vital importancia en la lucha por el reconocimiento que llevan adelante los miembros  
del TOAS, ya que determina quiénes estarían alcanzados por los beneficios.  
En primer lugar, como detalla el Ministerio de Defensa (s/f), el 2 de abril de 1982 se creó el TOM (Teatro de  
Operaciones Malvinas) y contemplaba en su jurisdicción a las Islas Malvinas, Georgias y Sándwich del Sur, y  
existió hasta el 7 de abril del mismo año.  
El 7 de abril, se dio origen al TOAS (Teatro de Operaciones Atlántico Sur) con el fin de ampliar el  
alcance del TOM a los espacios marítimos y aéreos correspondientes para poder garantizar la defensa de todo el  
litoral atlántico argentino. De tal manera, su jurisdicción incluía a la plataforma continental (Mar Argentino)11,  
las Islas Malvinas, Georgias y Sándwich del Sur, y el espacio aéreo y submarino correspondiente. Es así que el  
TOAS contemplaba 200 millas marítimas desde la costa del territorio continental y alrededor de las islas.  
10 Como las leyes 22.674, 23.109 y 23.118 relativas a beneficios y condecoraciones.  
11 La Plataforma Continental Argentina es la extensión submarina natural del territorio argentino, que se extiende más allá de su mar  
territorial. Cabe aclarar que, con plataforma continental no se refiere a las bases del continente sino a la extensión submarina que comienza  
en la costa.  
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Ministerio de Defensa de la Nación Argentina (s/f). Los teatros de operaciones durante el conflicto del Atlántico Sur., p. 7.  
A su vez, se creó el TOS (Teatro de Operaciones Sur), también denominado “zona de despliegue  
continental”, que estaba conformado por las unidades militares ubicadas en el territorio continental al sur de  
paralelo 42°. El motivo de su creación fue:  
(…) ante un eventual conflicto simultaneo entre Gran Bretaña y Chile, defender el Litoral Marítimo  
de su jurisdicción para proteger la integridad territorial, tener una actitud defensiva, recuperar terreno  
perdido en caso de ataque y, de ser posible, conquistar terreno enemigo con respecto a Chile, y dentro del  
TOS retener zonas y, objetivos para asegurar la logística y mantener el apoyo aéreo a las operaciones  
que se desarrollan en Malvinas, entre otras consideraciones. (Diario de Guerra del Vto. Cpo. Ej. y  
CEOPECON, como se cita en Ministerio de Defensa de la Nación Argentina, s/f. p, 1)  
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El 24 de mayo de 1982 se creó el CEOPECON o COC (Centro de Operaciones Conjuntas):  
La finalidad de este cuerpo colegiado era establecer las coordinaciones entre los teatros de operaciones  
(TOS/TOAS). Entre Comandantes pares de sus respectivos comandos, con distintas misiones, territorio  
y asignación de medios.  
El CEOPECON (…) abarcaba la jurisdicción de ambos Teatros de Operaciones vigentes al momento  
de su creación. (TOAS/TOS). (Ministerio de Defensa de la Nación Argentina (s/f). Los teatros de  
operaciones durante el conflicto del Atlántico Sur. p, 2 y 3).  
Desde entonces surgieron algunas confusiones en torno a los límites de los teatros de operaciones. Si  
todo se canalizaba a través del COC, ¿ahora todos eran lo mismo? ¿Todos formaban parte del TOAS?  
Lo cierto es que, a partir de la creación de este organismo, quienes operaron en el continente empezaron  
a identificarse como parte del TOAS. Pese a esto, más allá de que en los hechos el COC funcionara de manera  
unificada, el organismo fue creado como un órgano colegiado con la finalidad de coordinar los teatros de  
operaciones (TOS y TOAS), pero no de unificarlos.  
A pesar de la cuestión terminológica –que como se expresó anteriormente guarda vital relevancia para el  
otorgamiento de beneficios y reconocimientos–, consta en las actas del CEOPECON, que la participación de  
ambos teatros de operaciones fue fundamental para el desarrollo y coordinación de acciones concretas y  
logísticas.  
A partir del decreto 509/88 solo se reconoce como veteranos a los miembros del TOAS según la  
determinación jurisdiccional del 7 abril, es decir, dejando de lado al Teatro de Operaciones Sur (TOS) y  
desestimando las acciones coordinadas que se realizaron, contempladas a partir de la creación del CEOPECON.  
Esta ambigüedad no se daba solo en lo legislativo, sino que tampoco terminaba definirse quiénes cabían  
dentro del término “veteranos” en relación a lo de identitario.  
Trujillo García (2004) define la noción de identidad basada en Manuel Castells (1997). Es así que entiende por  
identidad al proceso mediante el cual las personas construyen significados a partir de atributos culturales –sobre  
sí mismos o para identificar a terceros–. A su vez, plantea que esos atributos, muchas veces provienen de  
instituciones dominantes, y se convierten en identidades cuando son incorporadas por los actores sociales, que  
son quienes les otorgan sentido. Por otro lado, Buelvas y Piñeros (2020), en base a diferentes autores, plantean  
a la identidad como una construcción social que establece rasgos distintivos de individuos o de actores colectivos.  
De esta forma, sirve para agrupar a individuos o grupos a partir de determinados rasgos. A su vez, los  
procesos sociales, las coyunturas y las relaciones entre individuo y sociedad pueden ir modificando las nociones  
identitarias.  
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En este caso, me parece relevante para el análisis, incorporar el concepto de memoria, ya que en base a  
la memoria sobre el Conflicto de Malvinas se irán moldeando las identidades de una forma u otra. Jelin (2002)  
entiende a las memorias “como procesos subjetivos, anclados en experiencias y en marcas simbólicas y materiales” (p. 2),  
también se refiere a “las memorias” en plural y no a “la memoria”, en singular, justamente porque entiende a las  
memorias como objeto de disputas, además de poseer un sentido histórico que las convierte en dinámicas y  
permeables a los cambios políticos, culturales o sociales.  
En este sentido, desde la finalización de la guerra comenzó una disputa por las memorias de Malvinas,  
ya que por un lado estaba la perspectiva desde lo militar –que fue hegemónica durante muchos años – y, por  
otro, la mirada escindida del discurso de las fuerzas armadas y vinculado al reclamo de la soberanía desde los  
derechos humanos. Los excombatientes llevaron luchas por las memorias acerca de su identidad en un primer  
momento, ya que eran calificados como “victimas” o “los chicos de la guerra” y fueron dando las disputas para  
que se los pueda identificar como veteranos o excombatientes sin el tinte victimizador que interpretaban como  
una forma de menospreciarlos (Guber, 2004; Amati, 2012; Pestanha, 2012; Bonnin, 2017).  
Sin embargo, como señala Bonnin (2017), la construcción de qué es ser veterano estuvo ligada al hecho  
de haber estado o no en las islas.  
Más allá del discurso hegemónico, los exsoldados (veteranos) continentales, mantienen su identidad en  
base a sus propias memorias y experiencias y luchan para que la sociedad pueda incorporarlos y darles validez  
dentro de esta categoría identitaria. Mirta Amati (2012) plantea el interrogante: ¿es lo mismo veterano que ex-  
conscripto o exsoldado? De este modo, además de plantear una lucha de la memoria contra el olvido plantea la  
lucha de memorias contra memorias con relación a las diferentes perspectivas sobre la guerra. En este caso,  
podríamos pensar en una memoria con el enfoque puesto solo en las islas y otra, la de los exsoldados (veteranos)  
continentales, levantando la bandera de que “no todo pasó en Malvinas”. Motivo por el cual, en esas luchas por  
la memoria también se pone en juego la construcción de identidades sobre quiénes son los veteranos.  
Para los excombatientes insulares y para parte de la sociedad, quienes estuvieron en la zona del despliegue  
continental no eran merecedores de la veteranía porque “ellos no estuvieron”. Estas discusiones, perduran hasta  
el día de hoy. De hecho, en la prensa, sobre todo en las ediciones de aniversario, han salido notas de  
excombatientes repudiando los reclamos de los veteranos continentales y, de éstos últimos, buscando un lugar  
en la historia y sacando a la luz sus acciones en el conflicto.  
En cuanto a la autopercepción de la mayoría de los entrevistados del RC Tan 9 en torno a esta identidad,  
manifiestan que ellos son veteranos:  
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Todos ellos pudieron tirar un tiro gracias a todo lo que nosotros les pudimos mandar para que ellos  
pudieran tirar un tiro. Hay gente que no fue, no tiró un tiro ni nada, estuvo allá y son veteranos,  
excombatientes. Entonces el grado —  
para decirlo de una forma—, el grado… no sé cómo decirte… el nombre de veterano no me lo saca  
nadie. (Ángel Monzón, exsoldado conscripto clase 63, RC Tan Nº9, comunicación personal –  
entrevista–, 18 de marzo de 2025)  
Como se aprecia en esta cita los exsoldados (veteranos) continentales hacen una distinción con los  
excombatientes. Y, si bien, en muchos casos su lucha por el reconocimiento continua, precisan que su identidad  
y su veteranía van más allá de lo que pueda decir un papel.  
Es así que, en general cuando se habla de veteranos o de excombatientes se hace referencia a quienes  
estuvieron en las islas y, la participación de quienes estuvieron en la zona del despliegue continental queda  
relegada o es vista como una “usurpación de honores”. Por este motivo, aventuro que podríamos pensar en la  
situación de los veteranos del TOAS como un olvido dentro del olvido que ya de por sí ha caracterizado, en  
parte, a la Cuestión del Atlántico Sur.  
Yerushalmi (1998), plantea diferentes usos del olvido: olvidar puede ser simplemente no recordar, o  
puede existir algún tipo de interés particular, individual o colectivo en querer olvidar algo. De esta manera,  
podemos pensar al olvido como la contracara de las memorias en disputa. Indefectiblemente, las memorias que  
no llegan a ocupar un lugar hegemónico tienden a permanecer en el olvido. Es así que, como las memorias  
vinculadas a los exsoldados (veteranos) continentales, no llegaron aún a ocupar un lugar central, esas memorias  
siguen todavía en disputa y, por lo tanto, ellos aún permanecen en ese olvido que no los incluye ni contempla en  
el discurso oficial.  
Hay algunos aspectos que me llevaron a aventurar esta hipótesis, como, por ejemplo, la ausencia de  
alguna mención a los miembros del TOAS en el Museo Malvinas, o en algunos manuales distribuidos por el  
ministerio de educación como “Malvinas para todos: memoria soberanía y democracia” (Adamoli, C., y  
Flachsland, C., 2013) o “Pensar Malvinas” (Flachsland, C., Adamoli, C., & Farías, M., 2014). De esta manera,  
pareciera como si “ellos”, los “movilizados”, no existieran dentro de la historia oficial de Malvinas.  
El tema del no reconocimiento es otra de las cuestiones que podrían llevarnos a pensar esto. Poco a poco  
se va deconstruyendo y volviendo a construir la historia del Conflicto del Atlántico Sur, primero haciendo que  
Malvinas se pueda ver, nuevamente, más allá de la guerra y se tome perspectiva de la histórica lucha por la  
soberanía, luego incorporando a esta historia a actores sociales que no habían sido tenidos en cuenta en los  
relatos, como la participación de las mujeres, que incluso han sido reconocidas como veteranas. Sin embargo, el  
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rol de quienes prestaron servicios en el TOAS, continúa quedando relegado. Sobre esto último, un exsoldado  
continental expresaba a la prensa chaqueña lo siguiente en el año 2005:  
Nosotros somos el orejón del tarro de esta sociedad, porque a nosotros (sic) nos han convocado para una  
guerra, a una guerra fuimos... y hoy por hoy, tenemos el desprecio total de las Fuerzas Armadas, del  
Gobierno, y encima tenemos que soportar el desprecio de lo insensibles y egoístas que son los compañeros  
nuestros que estuvieron en Malvinas. (Chao, 2017, p. 6)  
Desde esta perspectiva, los entrevistados señalaron algunas cuestiones que podrían reforzar esta idea,  
como por ejemplo que, cuando viajaron al Regimiento en el año 2012, las hojas del libro histórico del RC Tan  
9 que daban cuenta de su participación estaban arrancadas12, como si hubiesen querido arrancarlos de la historia:  
Cuando fuimos en el 2012, fuimos a los libros. (…) Era un museo militar, ¿verdad? Y ahí tenías un  
montón de cosas: fotos de la misma guerra en sí, después maquetas, ¿viste? Un montón de cosas. Y era  
saber que nosotros no existíamos. A nosotros nos borraron. (…) Y empezó a hojear y nosotros no  
existíamos, no había ningún soldado, ni soldado, ni sargento, ni nada. Esas hojas, esas hojas dicen que  
estaban sacadas, que estaban cortadas ahí. O sea, que vos te das cuenta. (Carlos Méndez, exsoldado  
conscripto clase 63, RC Tan Nº9, comunicación personal –entrevista–, 3 de febrero de 2025)  
Entre los entrevistados, hay quienes plantean que ese silencio se debió a que no convenía dar a conocer  
la presencia del enemigo en el continente, porque, al estar fuera de la zona de exclusión, el conocimiento de esta  
situación podía llevar a que el conflicto escale a un nivel mayor. Otros, aventuran que ese silencio, se debió a una  
decisión política de los gobiernos para evitar pagar las pensiones.  
Pasados los años y en vistas de que los reconocimientos oficiales e históricos no llegaban, los exsoldados  
continentales emprenderían luchas por su reconocimiento que siguen vigentes en nuestros días.  
González Higuera (2012) caracteriza a las resistencias como reivindicaciones de necesidades emergentes y luchas  
de sectores excluidos, vulnerados o minorizados. En este sentido, se postula a las resistencias como relaciones de  
horizontalidad que enfrentan a ciertas arbitrariedades de los gobiernos, pero también destacan que las  
resistencias no son necesariamente violentas, sino que trasgreden el paradigma de conformidad, generalmente  
recurriendo a la acción colectiva.  
12 Si bien el libro histórico del regimiento, hoy en día se encuentra disponible, los relatos hacen referencia al libro histórico situado en el  
regimiento de Puerto Deseado, que representa el libro original.  
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Ailín Zoe Flammia Gago. [25 -54]  
El sociólogo Alberto Melucci (1991) utiliza el concepto de acción colectiva, al que define como:  
“resultado de intenciones, recursos y límites (…) dentro de un sistema de oportunidades y restricciones [en el cual] (…)  
los actores colectivos “producen” la acción colectiva, porque son capaces de definirse a sí mismos y al campo de su acción”  
(p. 357 y 358).  
Según el autor los actores sociales actúan en conjunto y de manera organizada dándole una finalidad y  
un sentido a esa organización al estar unidos por un mismo objetivo.  
En la mayoría de los casos, las luchas y resistencias de los exsoldados conscriptos del continente para obtener  
reconocimiento tuvieron como punto de partida el decreto 509 de 1988, el cual modificó el alcance de los  
beneficios en relación a los teatros de operaciones.  
En el caso de los exsoldados del RC Tan 9, si bien no determinan un momento preciso en el cual  
comenzaron a organizarse por el tema del reconocimiento, sí señalaron que el hecho de empezar a reunirse13 fue  
clave para empezar a plantarse el tema. Aun así, como en todo grupo, no se manejaron de manera homogénea:  
algunos iniciaron acciones legales y otros no, algunos participaron de diferentes acciones de movilización, pero  
siempre que realizaron alguna acción fue en conjunto con algún compañero.  
Ahora bien, las resistencias de los exsoldados (veteranos) continentales de la Guerra del Atlántico Sur  
se circunscriben en un proceso de lucha más amplio, los procesos de lucha, no estaban segmentados por  
regimiento, sino que se nucleaban en agrupaciones regionales.  
Enrique Johnson, exsoldado continental de Comodoro Rivadavia y secretario de la agrupación  
Concertación TOAS, en el documental La piedra en el agua plantea que, a partir del decreto 509/88:  
(…) comenzó una especie de apoderamiento de la historia y es como si hubiese pasado todo únicamente  
en Malvinas y Malvinas no podría haber sido Malvinas sin los que estuvimos realizando las  
operaciones en el litoral marítimo patagónico: logística, defensa y ataques a la flota inglesa.  
En el documental, se indica que previamente al decreto de 1988 las asociaciones de veteranos estaban  
conformadas tanto por veteranos insulares, como continentales. Pero luego de 1988, empezaron a expulsar a “los  
movilizados” y comenzarían a encausar procesos distintos, a la vez que empezó a hablarse de la distinción  
comentada anteriormente entre veteranos “truchos y verdaderos”, como se caracterizan en el texto de Guber  
(2007). Es así que se avivaron las sensaciones de injusticia que fueron llevando a la organización y al comienzo  
de un proceso de resistencia, tanto por su reconocimiento como por la restitución de derechos adquiridos que  
13 Cabe recordar que las reuniones empezaron a tener lugar unos diez años después de finalizada la guerra, es decir, que el decreto 509/88  
ya estaba vigente.  
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les fueron quitados. A partir de ese momento, comenzaron a surgir las primeras asociaciones de veteranos  
continentales.  
Daniel Chao (2017) investigó sobre el proceso de lucha de los “movilizados” de Chaco y Corrientes  
entre 2006 y 2010 y ofrece una perspectiva general de la situación y organización de los exsoldados continentales.  
Algunas cuestiones para destacar en ese recorrido de lucha son: el primer congreso nacional de veteranos  
continentales, los proyectos de ley, las acciones de visibilización en la vía pública y los procesos judiciales.  
El “Primer Congreso Nacional de Veteranos de Guerra de Malvinas afectados a las bases continentales”  
tuvo lugar en el año 2007 y su relevancia se enmarca en que allí se dio el encuentro de diferentes agrupaciones  
locales, las cuales pudieron manifestar sus reclamos particulares y confluir para pensar nuevas vías de lucha para  
obtener el reconocimiento estatal. Conforme a esto, el auge de las comunicaciones por internet, tuvo gran  
relevancia para que las diferentes asociaciones pudieran entablar relaciones y coordinar acciones (Chao, 2017).  
Por otra parte, los proyectos de ley en busca de la inclusión del TOAS en los reconocimientos, se  
remontan al año 2005, en ellos se pone en juego la relevancia de su participación en el conflicto y la ubicación  
geográfica en la que se desempeñaron, como zonas clave y como parte de los teatros de operaciones vigentes en  
la guerra. La presentación de proyectos de ley no ha cesado desde aquel momento, ni han tenido éxito hasta la  
fecha. De hecho, actualmente se encuentra presentado el proyecto de ley 0373-D-2025, cuyo sumario es  
“Reconocimiento moral e histórico y previsional para los soldados afectados al Conflicto Bélico del Atlántico Sur”. En él  
se desarrollan argumentos que indican el por qué los oficiales, suboficiales y exsoldados conscriptos continentales  
deberían ser considerados veteranos. Lo que se reclama es el reconocimiento moral e histórico, la desclasificación  
de archivos y documentos y una pensión vitalicia.  
En relación a las acciones de visibilización, Chao (2017) manifiesta que desde el año 2005 en Chaco y,  
desde el 2006 en Corrientes, se llevaron adelante diversas formas de manifestación en la vía pública como, por  
ejemplo, cortes de puentes. En la Ciudad de Buenos Aires se llevó adelante un acampe durante diez años, desde  
el 2007 hasta el 2018, para visibilizar el reclamo. Bonnin (2017) señala que la medida dio resultado en un primer  
momento, pero luego, se volvieron parte del paisaje y empezaron a pasar desapercibidos hasta su desalojo.  
En el año 2018 y como confluencia de varias asociaciones, se creó la agrupación Concertación TOAS,  
una asociación civil que continua en la lucha por los reconocimientos a los miembros del TOAS, para ello,  
buscan establecer contacto con diferentes políticos para llevarles sus demandas y proyectos. Desde la agrupación  
Concertación TOAS también se llevan adelante acciones de difusión del conflicto como mesas de firmas en  
diferentes puntos del país, la emisión de un programa radial, la visibilización por redes sociales (como Facebook,  
Instagram  
y
YouTube)  
y
por medio de páginas web como: www.concertaciontoas.com  
o
www.testimoniostoas.com. Cabe aclarar, que Concertación TOAS no es la única agrupación de veteranos  
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El costado olvidado de Malvinas: roles, resistencias y búsqueda de reconocimiento de los exsoldados conscriptos (veteranos) de las bases  
continentales durante la Guerra del Atlántico Sur. El caso del Regimiento de Caballería de Tanques Nº 9, Puerto Deseado.  
Ailín Zoe Flammia Gago. [25 -54]  
continentales, pero si quizás la que tiene mayor exposición e incluye en su seno a exsoldados continentales de  
diferentes puntos del país.  
Otro mecanismo de resistencia fue y es apelar a la justicia. Hay quienes han iniciado demandas colectivas  
o, con un grupo de compañeros han decidido llevar adelante juicios individuales para demostrar y reclamar su  
condición de veteranos. En estos casos, además de apelar a documentación como los planes de campaña o diarios  
guerra, también argumentan su reclamo basados en el derecho internacional, más precisamente, sustentados en  
los Convenios de Ginebra de 1949 a los cuales argentina adhirió con la reforma constitucional del 94, en ellos,  
se establece que los miembros de las fuerzas de una parte en conflicto a excepción de personal religioso y  
sanitario, deben ser considerados combatientes (Chao, 2017).  
En esta línea, hay quienes han tenido éxito en la vía judicial, y según la nómina del Ministerio de  
Defensa, hasta la fecha suman 298 los veteranos continentales que obtuvieron reconocimientos a través de juicios  
(Cámara de Diputados de la Nación Argentina, 2025, Proyecto de Ley Nº 0373-D-2025). A su vez, hay algunos  
casos en los que ciertas provincias o localidades otorgaron reconocimientos a los veteranos continentales.  
Más allá de los reconocimientos provinciales o de haber ganado juicios –en algunos casos–, la lucha por  
el reconocimiento formal de la totalidad de los veteranos continentales sigue vigente, como sigue vigente la lucha  
por la memoria de ese “costado olvidado”. En sus palabras:  
Seguimos esperando que algún 2 de abril nos inviten a la plaza y alguien nos diga perdón y gracias,  
pero por ahora son muy pocas provincias las que tienen un reconocimiento Gerardo Possetto (El  
resaltador, 2022).  
Conclusiones  
Como conclusiones finales, podemos afirmar que, si bien este trabajo no buscó arribar a respuestas  
concluyentes, permitió explorar el rol de las bases continentales durante la Guerra del Atlántico Sur y las  
resistencias de los exsoldados conscriptos desplegados en el continente. Asimismo, se identificaron tensiones en  
torno al reconocimiento histórico y simbólico de estos actores, lo cual permitió visibilizar voces y experiencias  
que habían sido postergadas.  
En este sentido, cabe preguntarnos: ¿qué pensamos cuando hablamos de Malvinas? ¿Qué actores sociales  
se nos vienen a la cabeza cuando hablamos de “veteranos”? Probablemente las respuestas a esas preguntas sean:  
las islas y quienes combatieron en ellas. Este trabajo es quizás una puerta para repensar la Guerra del Atlántico  
Sur, y para comenzar a ampliar esas respuestas, abriendo paso a otras memorias del conflicto y a nuevas  
investigaciones que profundicen en estos aspectos.  
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secretario general de la agrupación Concertación TOAS, 18 de abril de 2025, entrevistado por Ailín  
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Entrevista con Leandro Foscoser, exsoldado conscripto clase 63, RC Tan Nº9, 12 de febrero de 2025,  
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Entrevista con Mario Carmona, exsoldado conscripto clase 63, RC Tan Nº9, 29 de marzo de 2025,  
entrevistado por Ailín Flammia.  
Entrevista con Oscar Montenegro, exsoldado conscripto clase 63, RC Tan Nº9, 2 de abril de 2025,  
entrevistado por Ailín Flammia.  
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Creative Commons. http://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/  
Fecha de recepción: 13 de octubre.  
Fecha de aceptación: 03 de noviembre.  
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