Voces Recobradas. Revista de Historia Oral/45 (12/2025)
ISSN 1515 - 1573 | RNPI 5229484
Es determinante que los entornos que se elijan para la accesibilidad sean comprensibles y utilizables por
todas las personas de la forma más segura, cómoda y autónoma posible. Esto garantiza que la información esté
disponible para una audiencia diversa, incluyendo aquellos con necesidades especiales.
Conclusiones: Hacia la consolidación de archivos orales dinámicos y éticos
La construcción de archivos orales es una empresa compleja y multifacética que trasciende la mera
acumulación de fuentes para convertirse en la edificación de espacios vivos de memoria, investigación y
transmisión. Los desafíos inherentes a este proceso, desde la conceptualización y la implementación de una
metodología rigurosa hasta la gestión ética de los testimonios y la superación de obstáculos técnicos en la
organización, metadatos y preservación digital a largo plazo, demandan una aproximación integral y consciente.
El equilibrio entre la accesibilidad pública de las memorias colectivas y el respeto por la privacidad y las
sensibilidades individuales de los narradores emerge como una tensión central que requiere una gestión
cuidadosa y continua.
Los archivos orales resultan herramientas esenciales para la "humanización de la historia", dando voz a
aquellos que han sido silenciados y enriqueciendo la comprensión del pasado desde múltiples perspectivas.
Contribuyen de manera fundamental a la construcción de la identidad individual y colectiva, y al análisis crítico
del presente, al ofrecer testimonios que permiten comprender la historia desde la experiencia vivida. La
sostenibilidad de un archivo oral no es solo una cuestión financiera o técnica, sino también una cuestión de
continuidad institucional y de alineación con los objetivos y cambios de la entidad que lo contiene.
La visión de los archivos orales como "laboratorios de investigación para dar voz a la “gente común”
implica que su consolidación exitosa depende no solo de la acumulación de testimonios, sino de su uso activo
para la construcción de la conciencia histórica y la generación de identidad. Si los archivos no son utilizados y
difundidos activamente, su valor como "espacios vivos" disminuye, y el esfuerzo invertido en su construcción se
ve mermado. Un archivo que no se difunde activamente corre el riesgo de volverse un depósito de información
inactivo, perdiendo su potencial para enriquecer el entendimiento y fomentar la empatía, y su relevancia social.
La construcción de archivos orales, al integrar dimensiones metodológicas, éticas y técnicas con un
propósito de memoria y transmisión, se convierte en un acto de responsabilidad social. Esto posiciona a los
historiadores orales y a las instituciones archivísticas como guardianes no solo del pasado, sino también de los
derechos y la dignidad de las personas en el presente y futuro. La aplicación de principios éticos, incluso aquellos
originados en la investigación médica, resalta la responsabilidad del investigador de proteger la vida, la salud, la
dignidad, la integridad, el derecho a la autodeterminación, la intimidad y la confidencialidad de la información
personal. Al hacerlo, la construcción de archivos se eleva a un compromiso ético profundo que va más allá de lo
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